Los personajes no me pertenecen, están inspirados en Shingeki No Kyojin, del mangaka Isayama Hajime.
Notas de autora:
Esperó que les guste. Lo siento por las faltas de ortografía, se que son demasiadas pero ahora no tengo Word (se vencio), tampoco beta, lo siento por la escritura.
Uso de palabras anti sonantes y/o agresiones leves.
Parejas:
Levi Ackerman & Eren Jaeger, las demás serán reveladas con el tiempo.
Género: Romance, Escolar, Comedia, Yaoi.
Comentarios personales de la autora al final de la historia.
El ambiente estaba tenso, o al menos eso sentía yo.
Rasque mi mejilla con evidente nerviosismo, hace ya aproximadamente treinta minutos que Levi entro a casa, ahora en este momento mi madre nos observaba con una sonrisa en su rostro sin saber la noticia que iba a darle. Me incliné más en el sillón de mi sala, de por si la comida fue algo incomoda, el único tema de conversación fueron las preguntas amables de mi madre hacia Levi, pero de ahí solo fue eso, una breve presentación formal y ahora estoy tronando mis nudillos exageradamente para tratar de tranquilizarme, mi mamá lo noto y fue directo al grano.
—Eren, dime ¿Qué te sucede, cielo? —vi que Levi sonrió sarcásticamente por aquel apodo mimoso, tuve que torcer mis labios para no rabiar.
—Lo diré directamente señora Jaeger —oh no, mi rostro se congelo y sentía mis orejas arder. Sude frio por el atrevimiento de Levi, pero no había vuelta atrás, estaba consciente de lo vendría después —Eren y yo decidimos tener una relación amorosa. ¿Lo aprueba?
Una opresión en el pecho fue el causante para que olvidara el proceso de respirar, sentí como comencé a sudar frio a causa de los nervios, todos estos años era fiel a ser el hijo ejemplar para no defraudar a mis padres, ser un doctor como mi padre lo dicto, aunque también porque a mí me agrada esa carrera, ver esa sonrisa en los labios de mi madre por siempre ya que a diferencia de mi padre ella siempre me halagaba mis calificaciones, llena de orgullo por mi desempeño escolar, aunque muchas veces se enfadaba por mis conflictos con los compañeros ella sabía que era mi propia manera de desahogar las emociones que estaban en mí. Tenía miedo a no ser lo que ella esperaba, no quiero decir que ser homosexual sea algo maldito, pero tampoco voy a endulzar una realidad, para un padre es difícil aceptar diferentes gustos en tus hijos, al igual que soportar la sociedad de hoy en día, que bien ha abierto su mente, pero sigue siendo una trampa bajando tu autoestima y sacudiendo tus inseguridades. Desafortunadamente yo era el tipo de personas que le faltaba autoestima y le sobraban sus inseguridades.
Observe con miedo la expresión de mi madre, no podía descifrar cual era, pero no parecía enfada o decepcionada, tan solo cerro los ojos y dejo salir un sonoro suspiro ocasionando un asombro en mis emociones.
—Sólo era eso, me dieron un gran susto —con una mano en el pecho demostró su alivio, sin embargo, yo aún seguía ido por su reacción.
—Mamá... Acabas de enterarte que el hijo que creías heterosexual tiene una relación con un chico —señale a Levi quien estaba a mi lado —Mira que clase de chico.
—No me ofende —hablo Levi claramente enfadado.
—Hijo, no deberías hablarle de esa forma a tú ¿Novio? —se fijo en Levi si era correcto decirlo de esa forma y el asintió.
Yo bufé incapaz de creer que mi madre lo tomara de esa forma, seguía con esa sonrisa sin cambiar algún gesto, no me miró con asco como Armin o decepción al igual que Mikasa, ella seguía sonriendo como lo ha hecho desde que tengo memoria, no me veía diferente, seguía siendo mi mamá y ella se dio cuenta de mí mirada, la desvíe con mis mejillas coloradas pero con un enorme agradecimiento en mi pecho.
—¿No diras nada sobre esto? —volví a preguntar, pero mi madre sonrió más fuerte sorprendiendo incluso a Levi.
—Soy tú mamá Eren, tenía un presentimiento que tendrías gustos diferentes. Yo lo se todo —sentenció.
Todo estaría en silencio si no fuera un leve chasquido de labios para evitar una risa, me voltee y pude ver como fue Levi el causante de ese ruido, todavía mordiendo sus labios para evitar reírse levemente, lo odiaba joder, lo odiaba tanto.
—Desde siempre se te ha notado tú lado homosexual —me provocó con eso, lográndolo pero mi madre lo detuvo.
—Creí que lo descubriría en la mayoría de edad —relajó sus hombros, burlándose ahora de mi junto con Levi, esto era el colmo.
Escondí mi rostro entre mis rodillas al escuchar más comentarios entre Levi y mi madre, sorprendentemente descubrí que podía ser igual de sarcástica, también decía cosas vergonzosas mías, sobre todo de mí infancia y apostando que tuve un enamoramiento con Armin el cual negué rotundamente, por desgracia mi defensa fue decir que Levi es la primera persona que me ha interesado, ganándome por supuesto el doble de burlas por parte de los dos. Yo ya estaba abrazando un cojín del sillón en el que estábamos sentados, no podía creer lo poco difícil que fue decírselo a mi madre pero ahora la vergüenza era lo que abunda en mi interior. Mi madre y Levi comenzaron con preguntas serias, sólo por ello destape mi rostro y puse atención.
—No te confíes Levi, Eren no es completamente gay como tú —yo mire a Levi, sorprendido y más al notar que no negó nada —Mi hijo es bisexual, lo he sabido todo el tiempo, instinto maternal.
—Mamá, no creo que puedas decidir algo así por ti misma —hable ahora yo pero mi madre me miró fijamente.
—Te llama la atención el físico de las mujeres, no puedes negarlo —no pude hacerlo, siguió hablando y suspiro —Pero apuesto que siempre has pensado que no le ves el problema a enamorarte de tú mismo género.
Callé al no tener justificación, se trataba de eso, en Levi no me importó el género, sólo no podía evitar sentirme así con él, no se trataba de su físico, tampoco el género o lo que tenía entre sus piernas. Yo vi en él algo que nadie más tenía ante mis ojos, no podía ocultarlo y eso era la verdad, una cosa son tus preferencias pero al encontrar a esa persona que movía todo tú radar no encontrabas a nadie más para sincronizar tus sentidos. Lo mire a los ojos, sintiendo de nuevo esa conexión con la que nadie he sentido, estaba perdido fingiendo tener un camino, fingiendo estar bien en un perfecto mundo lleno de errores, negaba lo vacío que estaba y ahora su presencia era lo único que necesitaba, sentir miles de años con su mirada cuando era sólo unos segundos. Levi era para mí.
—Eso ya no importa —abrace el cojín con fuerza, ocultando la mayoría de mí cara dejando a la vista mis ojos —No importa si me gustan mujeres y hombres. Mamá, yo solo quiero a Levi, por eso lo traje aquí apostándolo todo.
Volví a mirarlo pero me di cuenta que Levi escondió su rostro con su brazo, creí que se debía a estornudar o algo por el estilo pero pude ver un pequeño y delicado sonrojo debajo de sus mejillas, volvió a dejar caer su cabeza hacia atrás y apretó más fuerte sus brazos cruzados, yo no dejaba de verlo y sin poder creer que Levi estaba avergonzado por lo que dije, miraba la dirección contraria a la de mí madre pero tenía un semblante feliz, uno que nunca había visto.
No dijeron más al respecto, puedo decir sin mentiras que Levi se ganó la confianza de mí madre. Después de esa plática tuve que despedirlo, llevándolo dos calles lejos de mí casa para poder besarlo, que mi mamá este enterada de esto no quiere decir que se ha ido la timidez por parte mía, sentía sus labios en los mios, evitando que yo escapara, sujentandome con fuerza y sintiendo este beso tan liberador, me sentía mucho mejor de ser aceptado ya por mi madre.
—Estas muy diferente —le susurré al momento de separarnos, pero no le bastó a Levi, volvió a sujetarme juntando nuestros labios.
—Hace tiempo que no me sentía de esta forma —se de lo que habla, sus ojos ahora ya no estaban llenos de esa deprimente aura, pero era tanto su orgullo que no diría abiertamente lo feliz que se encontraba.
Lo sorprendí y deje atrás la vergüenza, lo bese con las ganas que tenía de estar con él, era difícil tener ya la cuenta de los besos que nos dimos, sólo quería besarlo hasta que mis labios rogarán por un descanso. Al final me aleje, noté que estaba tardando demasiado para llegar a casa y no quería ser regañado por mi mamá, o peor aún no quería sus preguntas incómodas sobre que es lo que estaba haciendo.
—Levi, ¿Esto significa que estaremos juntos siempre? —me atreví a preguntarle.
—No necesito responder algo tan evidente —contestó, de esa forma que sólo el logra robando otro beso de mis labios.
Una promesa que le dio otro motivo a mi sonrisa de no morir. Verlo irse caminar hacia su casa me hizo darme cuenta de lo solo que estoy cuando él se marcha de mi lado, supongo que por Levi estaba bien haber sufrido este día tan ajetreado. Mire su espalda, como poco a poco se alejaba de mí vista y eso aunque sonará infantil me deprimía que se estuviera marchando aunque volvería a verlo mañana, o más bien, hablaríamos por mensajes llegando a mi casa. Me ahogué en mis pensamientos, pensando levemente en que haría si el no estuviera aquí pero en ese momento Levi se dio la vuelta para mirar levemente atrás, me sonroje al ser descubierto observándolo pero él sólo se despidió con la mano, acompañado de una sonrisa superior al ver que no me he ido.
Que se joda, maldito sarcástico.
Volví a caminar, deteniendo mis pasos para no pisar las líneas del camino, sigo haciendo eso a pesar de mí edad, me ayudaba a que el camino fuera más ligero. Conté las líneas, llevaba 10 y no he pisado ninguna. Pare en seco al ver una grieta, no entendía el motivo pero mi mente infantil comparó esa grieta con el dolor de ver el rechazó de mis dos mejores amigos. Una herida es como una grieta, pierdes pedazos, no se puede reparar y siempre quedara esa marca en tú interior. Sólo suspire y la pise, no dejaría que esto me afectará demasiado, puedo pisar el dolor como una pequeña grieta, apreté con fuerza mi pisada en el piso y con dolor retiré el pie.
Un vidrio estaba en aquella grieta y no pude darme cuenta de ello, la suela de mis zapatos escolares era delgada y la fuerza hizo que se encajara el pedazo de vidrio, sin darme cuenta pude entender el significado profundo entre algo tan trivial, puedes ser lastimado intentando pasar como si nada en lo que te lastimo, por sorpresa o por capricho, los restos de vidrios siempre terminaran encajandose en tú piel.
Llegué a casa pisando levemente con mi pie derecho que estaba lastimado, no quería que se diera cuenta mi madre pero ella estaba en la sala y tenía que pasar para subir las escaleras, al verme cojear sólo rio por mi ingenuidad.
—¿Ahora que te paso? —me preguntó, supongo es normal ya verme lastimado.
—Pise un vidrio —pateticamente le conteste y ella rio más fuerte.
—Había olvidado lo distraído que eres, estoy dudando en si tienes la edad mental para tener una pareja.
—Aunque tuviera la mentalidad de ocho años estaría con Levi, el juzgado de pedófila sería él yo no —fui directo con ella, cayendo en el sillón cansado de cojear —Sólo yo puedo decidir si dejarlo o no, ni siquiera él y si lo hace lo jodería hasta que me quiera de nuevo.
Mi madre con una mirada sorprendida dejó salir unas lágrimas con una gran sonrisa, yo no entendí porque hizo eso, pero limpio sus lágrimas rápidamente, volviendo a reír alegremente sin una pizca de vergüenza sobre mi decisión. Acarició mis cabellos, dejando a un lado la televisión para llenarme de caricias, con duda la mire pero ella sonrió.
—Es la primera vez que luchas por algo ¿Te das cuenta? Siempre fingías estar bien con lo que te mandaban las personas, teniendo por efecto secundario una ira que desahogabas con problemas de conducta, ahora te veo feliz. Le debo una grande a Levi.
—Bueno...Soy feliz —solo eso pude contestar al no saber que decir, pero tenía aún el malestar que ocasionó la escuela —Pero Armin y Mikasa no lo aceptaron.
—Sólo necesitan tiempo —expreso totalmente bondadosa, mientras exigía que le enseñara mi pie, lo hice ya sin el zapato ni el calcetín y ella al verlo golpeó mi pie —Niño llorón, sólo es un rasguño pequeño, los raspones van y vienen.
Mi madre no lo sabía, pero para mí eso tuvo doble sentido. Sus palabras lograron darme el consuelo que necesitaba en esos momentos. Algunas heridas pueden sentirse más profundas de lo que son, unas necesitan alcohol, desinfectarse y cualquier método que ayude a que sane tan profunda herida y otros rasguños sólo necesitan tiempo para sanar. Estuve toda la tarde platicando con mi mamá, primero recostado en sus rodillas y escuchando también como se sentía por el divorcio que estaba en marcha, aunque fuera vergonzoso me pidió detalles de como pase de odiar a Levi Ackerman a quererlo a tal grado de admitir estar enamorado de un hombre.
Después en la cena tuve varios reclamos de mí madre al ver que no dejaba un segundo el celular por contestarle los mensajes en WhatsApp a Levi, no quería dejarlo en visto pero despedirse era tan difícil para mí.
Mamá:
Deja el maldito celular y ponte a cenar.
—Mamá, me lo pudiste decir en la cara —deje a un lado mi celular y mi madre hizo lo mismo.
—No me prestas atención ni para verme la cara, después hablas con Levi —tomó un bocado al ver que deje tranquilo el celular pero yo sólo jugaba con la comida, no tenía hambre y eso se debía a que acababa de ver a Armin y Mikasa en línea y siguen sin hablarme en todo el día.
—¿Qué sucede cariño? —se escuchaba preocupada.
—No todos estuvieron contentos como tú con la noticia.
Lógicamente me vio decaído, sus manos suaves acariciaron mis hebras castañas y sin lágrimas le conté el como lo tomaron Mikasa y Armin, en ningún momento lloré, por más que deseaba hacerlo ya tendría tiempo toda la madrugada para hacerlo sin el miedo de ser visto. Disfrace las ganas de llorar ahora con un hambre que nació de la nada, termine toda la cena y hasta pedí otro plato sólo para llenar ese vacío que comenzaba a sentir por la ausencia de los dos amigos que juraron estar conmigo en cada momento. Mi mamá me vio preocupada, no sólo le conté de mis amigos, también de las burlas en los pasillos, son los beneficios de tener a tu madre como una amiga.
—Hoy veré netflix hasta que me duerma —terminando el segundo plato le dije, no era raro en mí, siempre lo hacia cuando me sentía desanimado, mi mamá prefería eso a que saliera para desahogarme como todos lo hacen.
—No, tienes que dormir Eren —solté un gran agh a modo de queja, uno largo y sonoro pero a ella no le importó —Eso te funcionaba cuando tenías cinco años.
—Mi mejor amigo me ve como un anormal y toda la escuela se burla de mí, merezco al menos un maratón de películas.
Mamá se quedó quieta, observando mi mirada vacía que sólo estaba concentrada en el tostador, en mi mente sin sentido quería tener el poder de hacer salir una tostada ya lista para agregarle nutella y fresas encima. Suspiro mi mamá al conocerme tan bien y ver que fulminaba el tostador con la mirada mientras seguía recostado en el comedor.
—Sólo porque es viernes y no le subas tanto después de media noche, yo si quiero dormir —me levante rápido con entusiasmo al saber que podía desvelarme con cualquier cosa que viera.
Mire el reloj, eran las ocho de la noche por lo que mi mamá se entretenía con sus novelas dramáticas, camine sin miedo por mi casa, antes cuando estaba mi padre aquí siempre debía tener cuidado con cualquier ruido que hacia, incluso mis noches de desveló eran un secreto entre mi madre y yo, él nunca se entero que yo a veces veía caricaturas entre lágrimas para olvidar sus golpes, ese hábito se quedó conmigo hasta ahora, cada que me pasaba algo fuerte mi forma de desahogo no era alcohol, una vez lo intenté y no funcionó, tampoco lo eran las fiestas, auto lesionarse o cualquier cosa que hacen los de mí edad, mi forma de olvidar el mundo era a través de series, libros, películas, animes y cortometrajes. Podría ser tan infantil como quisiera, no tendría que preocuparme por el gran cambio de ser Eren Jaeger el chico que siempre estaba metido en líos con Levi Ackerman a sólo ser Eren Jaeger el que tiene un lío amoroso con Levi Ackerman. Que giros de la vida.
Desbloqueé mi celular para tener diez mensajes sin contestar de Levi, rodé los ojos al mismo tiempo que me ponía cómodo en mi cuarto y encendía la televisión ya con netflix, tenía palomitas, refrescos y un gran bote de helado de chocolate. Si me voy a deprimir lo haré bien. Al recostarme vibró de nuevo mi celular, esta vez si abrí los mensajes para contestar.
Levi Ackerman:
Siempre ignoras mis mensajes.
Eren Jaeger:
No seas dramático, sólo ponía netflix para ver películas °^°
Levi Ackerman:
No uses caritas, madura Eren.
¿Por qué? Sólo haces eso cuando éstas desanimado.
Leí en voz alta su mensaje y al leer el madura sólo reproduci con más ganas Toy Story, es mi puta noche y yo decido que ver para olvidar la mierda que me hace sentir mal. Contesté al mismo tiempo que comenzaba la película.
Eren Jaeger:
Yo uso caritas como se venga la gana
°-°)
Khé?
Esta se parece a ti
(눈_눈)
Visto
Eren Jaeger:
No Levi, era una broma no me odies, ven...
Levi Ackerman:
No lo hagas de nuevo entonces.
Eren Jaeger:
(눈^눈) Amargado.
Visto
Rei levemente, prestándole poca atención a la película y volver a mandarle mensajes a Levi, hasta que mejor optamos por la llamada en WhatsApp y escuchar nuestras voces. Entonces fue ahí cuando me di cuenta lo mucho que ha cambiado las cosas, ya no estaba solo y ahora esas noches en las que lloraba podía tener a Levi conmigo, esa soledad que estaba sintiendo se iba poco a poco.
—Levi, ¿No tienes sueño? —le dije por teléfono y escuche un gruñido.
—No, siempre me da hasta las tres de la mañana.
—La hora del diablo, no me sorprende.
Escuché un bostezo siendo reprimido, era la primera vez que Levi tenía sueño, siempre terminaba yo dormido pero si esta vez estaba cansado se debía a que lleva varios días sin dormir bien. Sonreí con el celular pegado cerca de mí rostro.
—Ve a dormir, no finjas.
—Tú me dijiste hace tiempo que cuando estas desanimado te la pasas viendo caricaturas o películas toda la noche. No te voy a dejar solo así.
—¿Y? Has sido la primera persona que esta conmigo, ya es la 1 de la madrugada, debes estar muy desvelado para tener sueño a esta hora.
—...Lo siento —escuche su voz adormilada, debo ser la única persona que lo ha escuchado de esa forma.
—Oye...—sólo escuche un mhn en la otra línea y mire con mucha atención la pantalla, mis labios temblaron pero quería decirlo antes de que se marchara —...Te quiero.
No escuche nada, sólo un silencio pero tan sincronizados estaban nuestros sentimientos que ese silencio para mí significó que Levi no lo esperaba y eso al parecer le afecto. Me reí al escuchar un balbuceo que intento cubrir con un bostezo.
—...Yo también te quiero. Buenas noches Eren.
No escuche nada, por el tono de su voz estaba en sus últimas así que colgué pensando que se abría dormido. Apagué el teléfono, ya no tengo con quien hablar así que lo prefiero así, abracé mi almohada con fuerza recordando esa voz ronca y adormecida diciéndome te quiero, sintiéndome como un maldito enamorado. La seguí abrazando mirando ahora la familia del futuro comiendo otra vez helado, pero no hacia más que recordar a Levi.
La verdad es que la palabra te quiero ya no es suficiente para mí.
El fin de semana fue deprimente si me lo preguntan, no hice más que devorar series en netflix mientras la única persona que le contestaba era a Levi, ya estaba harto de tantos mensajes de curiosos preguntando por morbo o de estúpidos que intentaban reírse de mí. Ni siquiera los leía, sólo los eliminaba y tiraba el celular a la cama. Por más que rogaba por algún mensaje ya sea de Eren o Mikasa no llegaban. Así fue el resumen de mí fin de semana, sin ningún acompañante más que mis personajes ficticios.
En un pestañeo rápido me encontraba ya el lunes en la puerta de mí salón. Mis piernas temblaban por los nervios, a pesar de los miles de mensajes de Levi diciendo que me calmara no podía. Tenía miedo de la reacción de todos, pero estaba aquí, bien podría faltar pero mi orgullo no me dejó.
A quien jodidos engaño, fue mi madre quien no me dejó faltar.
Mis manos sudaban, relaje mi respiración como la psicóloga Petra me consejo hace tiempo, quisiera que ella estuviera aquí, pero últimamente faltaba mucho.
Lancé un suspiro pesado al aire, intentando con ello dejar salir la desesperación que me carcomía el pecho.
La valentía se apoderó de mí cuerpo, o más bien era una mezcla del estar forzado a ir al salón de clases. Abrí la puerta entrando en dos pasos tímidos, fue un gancho a mis órganos internos el escuchar como todas las pláticas dentro del salón se vieron opacadas por un deprimente y frío silencio. No tuve la oportunidad de ver si las miradas estaban sobre mi, sin embargo las sentía, se sentían tan pesadas que obligaban a mis ojos estar clavados en el suelo.
Arrastré mis pasos con una gran inquietud de ser juzgado, caminando entre las filas hasta llegar al comienzo de la que siempre me sentaba. En ese momento levanté mi vista encontrándome el cuadro que estaba atemorizado a ver, la promesa sin palabras que teníamos se había roto. Tres asientos hasta el fondo de las filas estaban sin usarse, mire alrededor y observé a Armin, quien ahora estaba sentado en el otro extremo del salón ocupando el primer puesto de esta, al sentir mi mirada desvío la suya en un gesto dolido. Mis labios temblaron, tan ligeramente que mordí mi labio inferior para impedir que siguiera. Mikasa nunca llegó tarde, me imagino que faltará a clases. De igual forma me senté en el último asiento aislándome de todas las miradas, recoste mi cabeza sobre mis brazos escondiéndome de esta pesadilla.
Dicen que los mejores amigos son para toda la vida. Soy un fanático de las series, los animes y películas, en el núcleo de mí mundo lleno de fantasía estaba la imagen típica de un trio de amigos, siempre riendo y preocupándose entre ellos, desde chico yo imaginaba el tener amigos de esa forma. El error mío fue el no saber que una amistad era como una figura de porcelana, se debe apreciar, es hermosa y sin igual, pero al mínimo golpe se quiebra en pedazos y esos pedazos filosos terminan provocándote cortes dolorosos.
Repose con fuerza mi cabeza en el pupitre, al escuchar los murmullos nacer opte por subir el volumen a mis audífonos, tan fuerte que mis oídos dolían, pero no me importaba sentir el dolor de mis tímpanos a causa de la música, era más doloroso ser criticado por las personas que te rodeaban. A pesar de ser llevado por las notas de la fuerte guitarra eléctrica pude alcanzar un susurro que pronunciaba perfectamente la sílaba gay, no pude evitarlo, alce unos centímetros mi cabeza del pupitre pero sólo para dejarlo caer libremente ocasionando un leve dolor en mi frente. Apaciguaba un dolor con otro.
Los susurros cesaron, o eso creo yo pero no me importo, seguí en mi mundo de fantasía, alejándome de la realidad sólo un instante, era lo que necesitaba. Faltaban dos días para otro capítulo de Noragami Aragoto, fruncí mis labios sin pensarlo, la imagen de ese trio de amigos me vino a la cabeza. Yato, Yukine y Hiyori, pero debo ser sincero conmigo mismo. Deberían tener una advertencia las series, pero claro que la tenían, por eso se catalogan como "anime" es decir, ciencia ficción, no existe un amigo que por ti se lanzaría en frente tuyo para protegerte amigo que por ti se lanzaría en frente tuyo para protegerte al igual que Yukine, evitando que te parten en dos, más bien tú serás el apuñalado y por la persona que considerabas amigo.
Si, mi mente es una baratija sin precio, mezclando la fantasía con la realidad. Pensando en como sería el disfrutar una amistad así, sacada de algún libro o serie de televisión. Lamentablemente la vida no viene con una garantía acompañada de Hermione y Ron como amigos.
Lamentablemente, con el tiempo las amistades se desvanecen.
Una lágrima resbaló en mi larga mejilla, he derramado demasiadas ¿Qué más da que salga otra? La limpié, esperando que no se dieran cuenta pero sentí una mano en mi nuca golpeando mi espalda, estuve obligado a levantar mi vista y me encontré sorpresivamente con los dos asientos ahora ocupados, eran Marco y Jean quienes se acercaron a mi. El cara de caballo fue quien me golpeó y seguía con una mueca de fastidio.
—Deja de estar así, podemos entenderte.
Fue bravo, sin una pizca de tolerancia por lo cual Marco sonrió de esa forma tan inocente que siempre obtenía, ha cambiado demasiado desde que lo conocí en el hospital, de ser un niño decaído emocionalmente parece siempre tener una sonrisa en sus labios, una melancólica y hermosa sonrisa. Un poder que en la actualidad muchos adquirieron, el saber ocultar tus sentimientos negativos en una máscara de agobiante felicidad falsa.
—Jean, se que puedes decirle algo mejor —de nuevo, esa sonrisa que provocó en mi otra sonrisa débil, sabía lo que se sentía ocultar tus emociones, Marco al parecer noto la indirecta, el ser compañeros de una máscara desanimada.
—Eren, debes mandar todos a las mierda —en tono bajo me lo dijo, sin poder darme cuenta ellos dos estaban demasiado cerca, al igual que sus pupitres, haciendo un pequeño círculo —¿Prefieres ser alguien que no eres? Si ellos te joden por amar a un chico, jodelos el doble.
—¿Y Armin? ¿Mikasa? —pregunte, desanimado.
—Ah, los amigos te aceptan como eres —suspiro, fruncio sus labios al ver la mirada de Marco insistente con una sonrisa y volvió a suspirar enfadado —Yo lo hice ¿O no?
Sonreí derrotado, no podía ganarle a ese testarudo con cerebro de pollo y cara de caballo, tampoco con el reluciente Marco, su optimismo era tan brillante que te cegaba, pero a veces su sonrisa estaba acompañada de enormes amenazas "dulces" alegando que me animara de una vez. No estuve solo, me sorprendió el que específicamente mis mejores amigos fueron los únicos en alejarse tan drásticamente de mí, logrando esa enorme decepción. Sasha y Connie no lograron ser discretos haciéndome miles de preguntas acerca de mis gustos, pero a diferencia de ellos no lo hacían por morbosidad, parecían niños curiosos sin juzgar ante un tema desconocido, sobre todo que al tener las respuestas me apoyaban.
Jean y Marco me hacían hablar a la fuerza cuando miraban que estaba decaído, sobre todo en la segunda hora que Mikasa llegó, sentir su mirada clavada en mí logró que yo la bajara pero el irritable de Jean me pisoteo y el malestar ocasionó que la levantara de nuevo, Marco alzó el pulgar aprobándolo pero yo internamente mordía mi mejilla entre agradecido por su preocupación y la pezuña de Jean en mi pie.
Ellos se sentaron juntos, volteandome a ver en varias ocasiones y bajando la mirada con tristeza, los extrañaba, mis mejores amigos quería que estuvieran de vuelta conmigo.
En clase de cultura física el maestro nos acomodó con la clase de Historia para hacer una dinámica de quemados, me tense inmediatamente y evite cualquier contacto visual con ella aunque Historia parecía verme más que nunca. No estaba preparado para verla a la cara, además que Ymir parecía querer asesinarme con sólo verme, lo esperaba, no correspondía a la persona que ama por tener pareja de mí mismo género, sin embargo guardaba una pequeña esperanza que me entendiera al ser ella lesbiana, pero no fue así, más bien cada uno de sus balones estaba dirigido especialmente para mí, uno en específico golpeó mi frente logrando un moretón. Al menos el profesor vio claramente y me dejó sentarme en las gradas el resto de clase.
Fue una eternidad pero la hora para almorzar algo llegó. Salí rápidamente de mí aula diciéndoles a los demás que iría con Levi para hablar un poco, ellos me molestaron con mi relación, no pude evitar sentirme más relajado al ver como lo manejaban como una pareja normal.
—¿No les molesta? —les pregunte, ellos me miraron sin comprender por lo que aclare —Mi relación no es "normal" —señale las énfasis con mis dedos.
—Yo lo veo normal —dijo Connie mientras buscaba entre su mochila el almuerzo, sin estar tenso y natural.
—Sólo son dos personas que se quieren, ¿Qué más da? —Sasha siguió a la respuesta y yo me quede sin palabras.
Creo que el estar tan cerrado con Mikasa y Armin evitaba que viera lo maravilloso que eran ellos. Jean, Marco, Sasha y Connie me demostraron que al estar tan ciego no podías mirar a personas que te muestran su apoyo incondicional.
Me despedí, rápido para evitar que mis dos mejores amigos se dieran cuenta que me fui a buscar a Levi, sería como tirarle sal a la herida. Baje las escaleras, ya que hoy estaba un piso arriba que Levi, cuando estaba a punto de llegar a su aula un fuerte golpe procedente de los pasillos captó mi atención. Fui a merodear por un extraño presentimiento, era el pasillo en el que estaban algunos casilleros por ser ancho y bien ubicado para la facilidad de todos, camine un poco más y corrí desesperado por lo que estaba observando ahora.
Levi, sujetando un chico del cuello lo estaba empujando hacia los casilleros, por su expresión estaba asustado, de nuevo golpeó su espalda contra los casilleros, de ahí el ruido que escuche, fue una sorpresa que nadie escuchara, debe ser porque salí temprano del receso.
—Vuelve a decirlo, imbécil —Levi expresó, todavía intimidando al chico, empujándolo sobre los casilleros lastimando su espalda.
—Ya basta, dejalo —sujete a Levi, abrazándolo por detrás y él lo soltó en un instante. El chico aprovechó y se fue corriendo, pude respirar tranquilo al ver que no paso a mayores y evitar otro escándalo.
Esperé cualquier expresión, quizá una más calmada por verme como siempre sucedía, pero ahora al voltearse para verme no había más que un gesto enfadado por interrumpirlo, también encontré que estaba muy inquieto, no dejaba de mover su pie ansiosamente.
—¿Qué dijo para hacerte enfadar tanto? —tenía que escucharlo antes de reclamarle, parecía alterado y con una ansiedad en sus ojos.
—Comenzó a burlarse de mí aspecto, al decir que podría tener sida —me calle, sin saber que decirle.
Es verdad, Levi siempre ha tenido un rostro pálido y unas ojeras considerables, eso no le quitaba el atractivo, lo hacia ver incluso más intimidante y una muestra de su vida llena de vicios, logrando una imagen erróneamente atrayente al ser visto como alguien peligroso, pero en realidad era a causa de una profunda depresión y noches de insomnio. Yo sabía el motivo por su desveló, esa herida profunda a causa de la muerte de sus padres, podía entender poco a poco su ansiedad al ser atacado de esa forma, pero verlo incluso tembloroso me daba una mala señal de todo esto. Observé que se despeinaba los cabellos más seguido y no podía estarse quieto aunque lo aparentaba.
—Levi, ¿Qué tanto tienes en la boca? —le pregunte al ver como levemente mascaba.
—Chicles —contestó simplemente, aprovechó que estábamos cerca de un bote de basura, acercando una envoltura en sus labios depositando una considerable bola de goma de mascar envuelta ya.
Sus dedos temblaban, saco de su bolsillo un paquete de chicles, conté con facilidad cuatro que entraron en su boca, al masticarlos volvió a despeinar sus cabellos y mostrarse inquieto. No resistí al verlo de esa forma, tome su muñeca temblorosa y lo mire sin durar de mí mirar.
—¿Estas así por no fumar?—pregunte con sutileza, pero el se mostró inquieto.
—Quieres que lo deje, por eso lo estoy haciendo —eso contestó, yo baje la cabeza de nuevo en el día.
—Si lo dejarás hazlo también por ti, no es una diversión sana —lo dije sin pensar, después recordé cuantas veces me hablaba de eso, su semblante cambio a uno vacío, igual que un caparazón y comencé a sentir culpa.
—Lo hacia para destruirme, no para diversión o una imagen —trono sus nudillos y se recargo en los casilleros, mirando al frente sin atreverse a verme.
—No quiero verte destruido, quiero verte bien —insistí intentando sujetar su mano pero al hacer un leve contacto tembló al interrumpir sus pensamientos.
—No tengo nada —defendiéndose volteo a verme pero esa expresión logró un vuelvo en mi interior.
Las ojeras delineadas en el contorno de sus párpados, tan oscuras y enrojecidas, parecía que le dolía tener los ojos abiertos, acerqué mi mano a sus flequillo notando que estaba largo y desordenado, lo hice a un lado y volví a peinarlo, Levi dejó de temblar esta vez, masticó ahora sin ansiedad y ya no respiraba de esa forma tan cansada. Cerro sus propios ojos al sentir el contacto de mí mano, ahora con la suya sostenía la mía, pronto acercó mi mano todavía sostenida con la suya a su nariz, inhalando mientras sus ojos seguían cerrados, calmándose poco a poco.
—No mentías cuando dijiste usar jabón de fresas —aprecie una sonrisa leve, llena de sarcasmo pero ahora relajada.
—Callate —atiné a decir, intente alejar mi mano de él pero la jaló acercándome para robarme un delicado beso en los labios, me aparte alarmado mirando a los alrededores rápidamente. Ese acto pareció relajarlo más.
—¿No te han molestado? —me preguntó y yo negué sacudiendo la cabeza rápidamente con una gran sonrisa, una muy falsa. Me tense al sentir como revolvía el fleco que acomode hace rato, su mirada se volvió fría al ver mi frente con un moretón rojo.
—¿Quién? —sólo eso preguntó, tan violento como siempre y ahora parecía estarlo el doble al estar tan inquieto —Dime quien fue el bastardo.
Aparté su mano, tan rápido que el sonido del golpeteo seguía en mis oídos. Fingí enojo pero sólo para aparentar mis nervios.
—Estaba distraído y me di en la cara con un muro —lo dije tan seguro y entre cerro sus ojos, después los apretó con sus dedos de manera ansiosa.
—Si estas mintiendo voy a enfadarme contigo.
—Ya, tranquilo —entrelace mis manos entre sus dedos y me tambalee encima de él, indirectamente pidiéndole un beso, siempre lo hacia de esa manera y él no se negó.
Entre un hueco en los casilleros Levi y yo nos encontrábamos fundiendo nuestros labios después de obligarlo a tirar los chicles, escondidos regalándonos rápidos besos, eran cortos sólo porque yo le impedía que lo profundizara, lo menos que deseaba es un castigo de algún maestro y de paso que fuéramos de nuevo el blanco de las burlas.
—Levi —masculle su nombre entre besos.
—¿Mhn? —musitó de nuevo sellando nuestros labios, una y otra vez en cortos besos hasta que yo lo aparté rápidamente con las mejillas cubiertas de un sonrojo.
—Ya quitate —lo trate de apartar pero eso ocasionó un chasquido divertido en tono bajo directo en mi oído provocándome un escalofrío —Por tú culpa ya no podré comer, tengo que ir ya a mi salón.
—Esta bien, pero te acompañare hasta tú casa, adiós cachorro.
Rodé mis ojos dispuesto a irme al fin pero al estar sólo dos pasos lejos de él jaló mi muñeca haciendo que cayera justo en su regazo. Acto seguido plasmó sus labios en los mios ahora en un demandante y posesivo beso. Fue mi imaginación, debió de ser eso, ya que por alguna razón extraña ese beso se sintió diferente, así como también nos separamos más lento de lo usual.
Esta vez le regale una sonrisa y me marche para ir abajo a mi salón, la razón por la que no me pudo acompañar fue por Mikasa, acordamos evitar que nos viera juntos, por ser su prima y ella mi mejor amiga es difícil para nosotros dos.
Camine por los pasillos y subí las escaleras pero al escuchar la risa de Historia con varias amigas me asuste, no estaba preparado para verla, baje tan rápido como pude, no quería verla, tal vez en dos años si pero ahora no. Las fuerzas divinas no estuvieron a mi favor, a pesar de bajar las escaleras tan rápido Historia logró verme en la curva que había en las escaleras.
—¡Eren! —escuché al igual que unos pasos apresurados.
Mierda, mierda mierda.
La campana sonó y al parecer Historia no le importaba faltar a la clase con tal de dar conmigo, ya estaba en el primer piso pero rodeé frontispicio y subí otras escaleras para dar hasta el tercer piso de nuevo, a pesar de todos mis esfuerzos seguía escuchando la voz de Historia llamándome, estaba cansado, tanto como para no poder terminar las siguientes escaleras. Me escondí en un hueco debajo las escaleras que el conserje usaba para las escobas y entre tantas cosas.
—Te encontré —dijo Historia enfrente de mí y yo inútilmente me hice para atrás, negué con la cabeza enrojecido pero Historia se acercó hasta llegar al fondo del hueco.
—Eren, tengo que hablar contigo.
—...Esta bien —me di por vencido e Historia se dio la libertad de sentarse a mi lado, era un lugar que era difícil que nos vieran a menos que se acercaran lo suficiente.
—Tú sabes que me gustas —bajo su mirada, retorciendo sus pies en un nervioso gesto, miró hacia los lados confirmando que estuviéramos solos y su mirada se mostró triste, rápidamente hablé —Tú relación con Levi no me afecta mis sentimientos.
—Historia, yo lo siento, no pedí esto pero tampoco me arrepiento —eso dije, al creer que se trataba de algo así, pero ella negó rápidamente.
—No digas esa clase de cosas. Saber eso me hizo sentir más cercana a ti —frunci el ceño, no le entendí nada —Nadie sabe esto, pero te hará sentir menos solo. A mi tampoco me gustan sólo los chicos.
Parpadeo un poco al no captar lo que dijo en el primer instante, ridículamente me sentí más aliviado al hablar con alguien que pasa por lo mismo, digan lo que digan no es lo mismo hablar con una persona firmemente homosexual, sentía que no había espacio para mí entre los heterosexuales y homosexuales. Me encontraba en la línea en medio, un pie en cada lado para ser la burla de todos, ser aceptado completamente diferente es una cosa, ¿Se puede aceptar a alguien más o menos diferente? Es obvio que no, ahora la sociedad también ha planteado eso. Pero ver a Historia, confiándome ese secreto con sus mejillas coloradas sólo pude reírme aliviado, un mecanismo contradictorio para evitar llorar, ella también lo hizo y me sentí más unido.
—Es difícil ¿Verdad? No pertenecer a ningún lado.
—¿Qué con Ymir? —se hizo la desentendida, ahora yo mostré una mirada dando a entender que sabia todo, ella suspiro.
—... Me di cuenta sobre sus sentimientos, pero no puedo mentirme. Soy bisexual, pero que ella guste de mí no significa que sea correspondida. Por eso... Prefiero mentirle en ser heterosexual.
—Creo que yo habría hecho lo mismo, es fácil tener la excusa de no tener esa preferencia —rasque con nerviosismo mi oreja —Pero si esa persona tiene los mismos gustos debe ser más doloroso.
—Entonces ¿Somos unos cobardes? —asentí y yo reí con ella, todavía ocultos entre el hueco de las escaleras.
La mire ahora mejor, antes parecía siempre estar preocupada por su apariencia pero ahora verla con esa trenza despeinada parecía librarse del estereotipo de diosa que la escuela le dio. La veía más natural y conocerla en su faceta relajada me di cuenta que ella también sufría el tener que ser perfecta y amable con los demás, como un rayo de sol que necesitaba apagarse de vez en cuando, definitivamente prefería mil veces esta Historia a la anterior que sólo quería impresionarme.
—¿Desde cuando te gustan los chicos? —pregunto, después golpeó mi codo sorprendiéndome. Ese gesto nunca lo hizo, con eso me di cuenta que así es como es en realidad.
—Levi fue el primero —acaricie mi hombro, en verdad tenía una mano pesada.
—Te diré la bazofia que me dijeron mis padres —estiro sus brazos y rio al recordar algo —Es sólo una etapa.
—Odio esa frase —me recoste en el piso, había suficiente espacio para hacerlo —No le veo lo malo amar a alguien sin importar el género.
Historia aplaudió pero levemente me sentí culpable por hablar acerca de mis sentimientos por Levi, aún así ella parecía estar orgullosa de mí.
—Quisiera tener tú valentía para salir del closet —admitió —Pero me aterra.
—Algún día —le di ánimos y ella me miró con los ojos más brillantes —Y ese día estaré para ti.
Salimos, sintiéndome ahora más cercano a ella y encontrándome con la verdadera Historia, no la diosa que aparentaba ser. Perdí sólo una clase por lo que no debería ser grave, tendría tres más y después me iría a casa con Levi. Si soy sincero, extrañaba ser su tutor, quedarnos hasta tarde e ir a su casa para vigilarlo. Historia se despidió de mí al pasar por su salón, casi terminaba la clase y yo recordé que deje varios libros en mi casillero para la asignatura siguiente. Me dirigí a ellos pero al ver mi casillero con mis ojos deseé estar muerto.
Con pintura roja habían escrito en él la palabra marica, también en el centro estaba pegado un dibujo de Levi y yo teniendo relaciones sexuales, pero yo estaba dibujado de una manera vulgar aparentando ser una mujer.
—Ahí esta Eren, el gay de la preparatoria —grito Ymir en los pasillos, escuche las risas de los demás pero yo seguía shockeado mirando mi casillero.
Mi corazón quería salirse de mí pecho, desgarre el dibujo con mis uñas y caí lentamente de rodillas frente a mi casillero. Comencé a sollozar y levemente mire a Ymir observando su reacción, primero estaba muerta de risa por su venganza pero al ver como mi llanto aumentaba, su risa se fue opacando, tan lentamente sintiendo la culpa en todos sus sentidos. No podía evitarlo, era demasiado el dolor emocional y volví a sentir los nervios que me comían vivo, comencé a temblar y sollozar. Ymir dio un paso al frente al verme en este aspecto pero al ver que quedaría peor ayudando de quien se burlo se retiró sintiendo ya la culpa demasiado pesada.
Escondí con mis brazos mi rostro, apretando mis oídos para no escuchar sus burlas, encogido en un rincón tratando de no temblar pero las risas se hacían cada vez más fuertes. Me faltaba el aire, no podía pensar en nada más que sus risas, ¿Saben que fue lo peor? Que ni siquiera los conocía, eran del salón de Historia e Ymir, ¿Con que derecho se burlaban de mí sin conocerme? ¿Por qué me dolía los comentarios de personas que no son nada en mi vida? Por imbécil.
Un golpe se escuchó, un puño logrando doblar la lámina de mí casillero. No dejaba de temblar pero tenía la consciencia de saber que se trataba de Levi, ese golpe y una mirada furiosa bastó para que la mayoría corriera salvo por un chico lento que Levi empujo a la pared y amenazó.
—Fue Ymir, Ymir pinto su casillero e hizo el dibujo —lo soltó, pero cuando lo hizo pateo sus costillas como un saco, se fue arrastrando primero y después corriendo.
Es verdad.
Había olvidado el porque todos le tenían miedo a Levi Ackerman.
De entre el pasado recordé todas esas peleas en las que él estuvo involucrado, no sólo dentro del colegio, también fuera de este con otras preparatorias.
Recordé vagamente porque le llamaba bestia.
Jaló mi muñeca, no le importó que seguía temblando, sólo me obligo que me levantara y me abrazo hasta que el temblor pasara. Estaba más relajado entre su fragancia que desprendía de su uniforme, tanto estaba pensando en el pasado que creó haber alucinado el olor de tabaco que antes desprendía Levi.
Él cambio, ya no es ese Levi que se metía con todos los que consideraba malditos, prometió cambiar.
Me repetía eso, miles de veces hasta que lo creyera a pesar de estar justo en este momento siendo llevado a la fuerza por Levi directo al salón de ellas dos. Al reaccionar frene mis pasos y me puse duro impidiendo que caminará.
—No Levi, no quiero, dejalo así por favor —le rogaba pero él me jalaba más logrando que me moviera.
—Me importa una mierda, le diré a esa maldita lesbiana lo que se merece ahora —casi grito, siendo eso demasiado raro en él, por mi sorpresa llegamos al salón.
La suerte no estaba de mí lado, el maestro no se encontraba en el aula y en el pizarrón se leía claramente que no habría clases. Levi sonrió sinicamente y yo volví a retroceder con miedo a lo que pasaría.
—¿Quién fue la artista que nos dibujo a Eren y a mi en acto sexual? —pregunto al aire aún sabiendo que había sido Ymir, en frente de todos y logrando que temblará por vergüenza, quería huir y escapar pero Levi parecía una bestia que no sabía lo que hacía.
Sólo pensaba en lastimar sin saber que también lo estaba haciendo conmigo.
Historia no despegaba la vista de mí, inevitablemente volví a temblar y Levi me forzó a que me refugiara en sus brazos, pero lo que más quería era salir corriendo de ahí, sin embargo no le importó, continuó sosteniéndome en sus brazos y cínicamente se sentó en la mesa enfrente de todos.
—Levi ya para... —le rogué, pero no me hizo caso, ordenó que me callara y volvió a esconderme en su saco del uniforme.
—Ymir, ¿Te inspiraste en tus fantasías sexuales con Historia? —lo dijo en voz alta, notoriamente más alta que cualquier otra cosa pronunciando el nombre de la rubia lentamente —Pero a ella también le gusta eso ¿No? Es una chica bisexual que no le corresponde a su amiga la lesbiana.
Todo el salón se calló en un segundo, después de otros segundos todos murmuraban y dirigían la mirada a las dos mejores amigas del salón, Ymir estaba asustada y dolida por lo último que escucho, pero Historia no despegaba su vista del suelo, encogiéndose cada vez más.
Me retire de él, dejando de temblar y convirtiendo toda mi ansiedad en una furia insoportable. Levi no se estaba comportando como siempre lo hacía, ahora no parecía pensar claramente, incluso enfadado no haría las cosas en público, se vengaría con cautela y de una manera agresiva, no sólo insultando, algo estaba mal, tan mal que hacia estremecer mi corazón. Una risa hueca y vacía fue el detonante de mí teoría.
—Levi mejor callate —trate de no so se enfadado pero era inevitable, este sólo volvió a reír.
—No es mi culpa que Historia te este contando sus cosas y yo estuviera cerca de ahí —alego, claro que era ridículo, uno se tenía que inclinar demasiado para escuchar y ahí me di cuenta de varias cosas.
Levi no estaba asistiendo a clases el día de hoy y encima me estaba espiando con Historia. No sabía como sentirme, los demás estaban al pendiente de que pasaría pero ninguno se atrevía a llamar algún profesor, así de temible era Levi cuando se enfadaba pero esta vez parecía estar diferente.
—Historia Reiss, yo podre ser gay pero al menos no estoy confundido como tú — Ni siquiera eres capaz de decirle a tu mejor amiga que eres bisexual pero ni siquiera así le puedes corresponder.
Muchos esperaron que Historia fuera quien saliera corriendo del aula abatida en lágrimas, pero la que salio corriendo fue Ymir sin soportar lo que escuchó. Seguido de eso Historia se marcho con su mochila y demás pertenencias, su mirada estaba apagada, si no fuera porque Levi estaba en el salón sería el centro de las burlas, pero todos le tenían miedo al pelinegro en ese momento.
—Has ido demasiado lejos Levi —estuve a punto de golpearlo pero al acercarme pare en seco.
Me di cuenta que sus ojos estaban ligeramente enrojecidos, no se notaba demasiado, tan sólo si te acercabas lo suficiente. Volvió a reírse, forzado y sin ganas, una risa seca disfrazada de una depresión.
—Vamonos ahora —sin preguntarle lo mire con miedo, no debo de pensar en que hizo pero ese Levi no era el que siempre es.
Le di la espalda a los demás, parecía que el coraje de Levi se había ido, sólo fue un arranque y ahora que Ymir se había ido no dejaba de reír en voz muy baja con chistes crueles hacia ella, si lo hubieran escuchado bien podrían haberse dado cuenta que Levi no estaba bien.
Ni siquiera quería pronunciar el estado en el que probablemente Levi se encontraba.
Tenía que moverme rápido, fui directamente a su salón primero y después al mío por nuestras mochilas, le ordene que al salir no hiciera o dijera nada, también que evitara ver al guardia a los ojos y sólo siguiera el camino. Salimos, por la hora era normal que algunos se retiraran y pudimos salir sin problemas, pero Levi seguía hablando, un mundo extraño que no tenía consciencia que existía.
Uno muy depresivo y melancólico, en el que las drogas eran el pasaporte al olvido.
Para terminar mi mala suerte la calle del parque estaba cerrada por mantenimiento, teníamos que cruzar la avenida o cruzar el puente en el que alguna vez Levi compartió sus secretos conmigo, cruzar no era una opción, los pasos de Levi de por si eran torpes, pero el que estuviera hablando no hacia que me enfadara, logrará que una fuerte tristeza creciera en mi interior ¿No era yo suficiente razón para que deje los vicios?
Paré en seco, por alguna extraña razón era bastante para mí. Levi no tuvo ninguna réplica, parecía confome con que me detuviera aquí, su faceta de reírse por todo había pasado, sólo estaba ido y de nuevo ansioso. Por curiosidad revise sus bolsillos y encontré cigarros, los cuales tire desde el puente a pesar de su enfado.
—¿Qué te ocurre? No he fumado nada en tres días.
—¿Y por eso fumaste marihuana? Te estas metiendo cosas nuevas para la ansiedad del tabaco —Levi chasqueo sus labios enfurecido, sin atreverse a verme trague duro —¿No es la primera vez?
No obtuve respuesta, revolví mis cabellos, me sentía estafado de alguna manera, vulnerable y sobre todo sentía que no podía hacer nada por él. Seguía en silencio, al igual que yo, sólo escuchando el suave sonido del viento que nos acompañaba. Trate de respirar hondo, inhalar y exhalar para calmarme.
—¿Por qué justo hoy hiciste algo así? —pregunte, él sólo se veía fatal, como si tampoco tuviera una respuesta.
—A veces tengo recaídas de ánimo fuertes —contestó, no parecía mentir, más bien ni siquiera el mismo sabía a que se debía, pero veía en sus ojos que no deseaba estar de esta manera.
—¿Por qué no me dijiste y ya? Sólo dime ¿Por qué te es tan difícil hablarme de lo que sientes? Y estoy hablando de ese lado deprimido que nunca muestras.
—¡Qué no lo sé! Él sólo llegó ofreciéndome marihuana y no pude.
—¿Es alguien de la escuela? —no obtuve respuesta, lo que hizo enfadarme el doble —¡Contestame!
—No voy a delatarlo —el saber que no me diría, fue lo único que necesitaba para hacerme enfadar enserio.
—Hueles asqueroso ¡Eres un mentiroso! Fumaste y peor aún, droga en la maldita escuela, prometiste ya no hacerlo —me quite de su abrazo, estaba enfadado.
—No lo soporte Eren, no pude —revolvió sus cabellos desesperado, no había nada de él, no podía ver a ese Levi frío, la silueta frente de mí no era más que una persona ansiosa por la marihuana —Tenía que calmarme de alguna forma.
—¡Pues busca otras malditas maneras de calmarte! —la mano de Levi se detuvo rápidamente, con pesadumbre por lo que dije, de nuevo una mirada pérdida recordando quizá algo pero no entendí porque, aún así no pude parar —Esta mal, que golpees a todos no es la solución, Historia es mi amiga y la lastimaste. No tienes control.
—Te dije que era un maldito títere ¿Recuerdas? Un asco —dejo escapar una risa seca deprimente —Estaba vacío y tú me llenaste, ¿Intentarás dejarme ahora?
Noté como se tensó en un reflejo al ver como baje la cabeza. Comenzaba a sentir una oleada de tristeza en cada parte de mí cuerpo, respirar se convirtió en la actividad más pesada que podía realizar. El aire me faltaba, era una opresión que trataba de romper mis pulmones. Sus vicios, sus promesas que nunca cumplía de cambiar y ese afán de golpear todo lo que le molestaba me estaba destruyendo poco a poco, respire como pude para hablar, dejando a un lado la opresión en mi pecho.
—¿Eren? —pronunció mi nombre, por primera vez en un tono entre incredulidad y temor. Odié por primera vez mi nombre entre sus labios. Sonaba tan herido.
—Terminamos —lo dije seco, firme y sin ningún rodeo.
"El sentir como tú alma se rompe en pedazos es uno de los dolores más insoportables en esta vida"
Eso es lo que creí, que confundido estaba. Ahora se, que en realidad el dolor inmenso en esta vida es volver a romperte, ¿Qué es lo peor que puede pasar cuando cada pedazo de ti se repara? Sentir que te haces polvo esta vez. Esperé reclamos, un comentario hiriente o algún golpe por parte de él pero al ver sus ojos no encontraba un rastro de enfado en ellos, sólo encontré un dolor, uno tan silencioso que término por lastimarme más a mi.
Sin palabras, vi que tambaleó levemente y sin embargo no dijo nada, por primera vez fui incapaz de sentir la mirada penetrante de Levi, en ella sólo veía una ausencia infinita, un dolor interminable, una muerte en vida.
Lo lastime, lo peor de todo es que yo también me estoy lastimando.
Sin embargo no podía retractarme de mí decisión, mi consciencia dice que es lo más inteligente, su personalidad agresiva estaba fuera de control y cargar con eso era pesado, me sentí como un maldito mal nacido, yo le prometí que no me iría de su lado a pesar de todo. Soy un maldito mentiroso, un masoquista que tiene que tolerar el dolor de alejarme de él.
Lo lastime, ¿Qué nombre se le da a una persona que lastima a quien ama?
Una asquerosa cucaracha, eso soy pero no podía, debía parar esto antes de lastimar a más personas.
Sólo pude observar como se dio la vuelta, esta vez marchándose lejos de mí.
En ese mismo puente en el que Levi decía observarme a diario fue el lugar de nuestra ruptura.
Regresando en el tiempo, yo me fui a la izquierda y él a la derecha.
Es hora de contestarle a cada uno de ustedes porque lo merecen:
valepaz1992: Hola, gracias por leer ❤ Por lo que me dices y también por dedicarle tiempo a mi fic, cuidate mucho y ojalá sigas leyendo.
S-S-C-F-F-S: Ahahahaha, -recibe el apapacho- Lo siento por tardar en devolvertelo y me alegra que comentaras de nuevo, es muy lindo. Estoy normal, gracias por preocuparte, escribir y de paso preguntar, cuidate mucho adiós adiós y gracias por leer tantas veces adkj.
Guest: Ahahaha, gracias por los buenos deseos(?) Estoy meh, gracias por preocuparte c: también te amo por todo lo que haces, leerme y también apoyarme, no grites tanto! Te quiero viva. Espero que te doliera tanto como a mi, sufri escribiendo esto(?) Aadsjkfjksa pero un dolor bonito(?) Cuidate mucho mucho. Besos.
yayoi heichou: Si, Carla ya lo sospechaba pero creo que todos tenian ya esa pequeña sospecha(?)Ahaha, gracias, si al menos ya puedo escribir c: adsjk. Muchas gracias y también por la espera, me siento querida. Cuidate
Moi Madame Butterfly: OH... Entonces creo que te desesperaste demasiado con este capítulo porque ahora si...Terminaron. Me dolio tanto escribirlo :c Yo odie a Armin ahaha pero estaba cansada que lo escribieran siempre como "el que siempre acepta eso porque es inteligente y culto". Siempre tendré el tiempo para leerlos, nunca dejaré de hacerlo porque leer sus comentarios lográn que sonria de verdad, por supuesto que no me aburre, es lindo hablar con ustedes por medio de reviews. Yo también las quiero, te cuidas.
Fujimy: Es lindo que me sigas aquí en fanfiction y también en Wattpad ouo, yo de igual forma te voy a contestar aquí. Bueno, no se que decir en todo esto, una de las cosas que casi nunca escriben es la aceptación social(?) Siempre escriben como todos lo aceptan sin sorprenderse o llegan al exceso de estar lleno de bullying, queria escribir algo realista. Gracias a ti por leerme, seguirme y estar al pendiente con todos mis trabajos. Te mando un hermoso y grande abrazo.
PrimroseIchi: Gracias por no dejar de leer, también lamento la demora, lamento la larga espera, es sólo que no quiero tener errores en este fic, se convirtio muy importante para mí. Muchas gracias por tus ánimos, cuidate mucho.
Ame8910: Si, son el uno para el otro y vuelvo a decirlo..Me dolio escribir esto -muere- gracias por tomarte un tiempo y leerlo, espero que tengas más tiempo para seguir leyendo. Cuidate.
miyu-chan: Admito que me faltaba tu hermoso hermoso comentario. Tranquila, me alegra que te tomaras el tiempo para escribir un review, nunca faltan y yo adoro leerlos, no vuelvas a decir que me aburren, que intentaste escribir muy poco para evitar que esten largos, no me molesta, me alegra como no tienes idea saber todo lo que sentiste con el capítulo. Es... raro, bueno, yo me siento sola(?) y que alguien por internet se alegre tanto por tu regreso es algo muy cálido de sentir, muchas gracias. Si, he ido con el psicólogo, no creo que cambiara mucho, pero no te aburriré con ese asunto, aun así gracias por preocuparte por mí y preguntar. Armin, ay, escribir a ese Armin fue doloroso y difícil, estuve a punto de no hacerlo pero necesitaba el drama(?) El drama es love(?) Te pido unas enormes disculpas por actualizar tan lento, perdoname porfavor. Sin embargo, escribiré seguido por unas razones que diré abajo. Mi lectora favorita ❤
Lo siento, de verdad por tardar en actualizar, voy a explicarles mi situación(?) Siento que lo merecen, porque varias preguntaron por mí y me siento una mentirosa leyendo "Eres fuerte" "Que bueno que estas mejor" Prefiero decirles como estan las cosas aquí sin motivo de provocar lastima. Dejé la escuela porque al parecer tengo agorafobia y depresión, cuando salgo o me dan taquicardias o simplemente ataques de pánico, a mi mamá le detectaron esquizofrenia. Sólo salgo para terapias. Eso... Ah papas(?) Tengo miedo, a que crean "A lo mejor esta mintiendo en todo" por eso...es muy dificil que diga todo lo que pienso, me pasa, pero les di una explicación sincera de mi parte.
Espero que les haya dolido tanto como a mí. De nuevo, lo siento de nuevo por la ortografía. Gracias por leer. Siento que nunca les podré agradecer lo suficiente, no se porque, siempre les quiero contestar a todos porque como dije, este fic no seria nada sin todos los lectores que se toman el tiempo de dejarme Review, les tengo un infinito amor por eso. Los amo(?) Porque sus comentarios me alegran mis días. Si sienten que contesto muy poco, lo lamento, es sólo que no se hablar, es irónico, se me da bien escribir pero no expresarme. Quizá es por mi animo. Lo siento, pero quiero dejarles en claro que no me molestan sus comentarios; ya sean largos o cortos, disfruto leerlos más de una vez. Nunca me van aburrir, yo a ustedes las quiero mucho.
Besos.