Les presento un pequeño proyecto que surgió de una tarde de aburrimiento y que, espero, llegue a buen puerto. Será una fanfic de varios capítulos, aunque aún no he decidido si será short-fic o long-fic, todo ello depende de la aceptación que tenga y de mi inspiración, por supuesto. Espero les agrade y si les gusta (o no) dejen un review con sus opiniones que serán bien recibidas.


Draco Malfoy despertó una nublada mañana de primavera con un humor que hacía que cualquiera prefiriera volver a tener clases con Umbridge a tener que soportarlo a él. Se dirigió al baño ignorando olímpicamente a Nott, quien claramente comprendió que ese día era mejor no hacer enfadar a su compañero de habitación.

Abrió la ducha y se decidió a intentar relajarse, por más inútil que fuera el intento. La noche anterior había tenido sueños horribles que no le permitieron descansar adecuadamente; todas sus pesadillas fueron sobre una sola cosa: Voldemort y la misión que le había asignado. En ellos se veía siendo perseguido por los mortífagos en un oscuro bosque y dentro del sueño, Draco parecía haberse vuelto más lento de lo normal. Era una pesadilla que se repetía una y otra vez, cada vez que él se quedaba dormido los mortífagos volvían a la cacería.

Luego de un largo baño, Draco procedió a ponerse el uniforme y dirigirse a la Sala Común, donde lo aguardaban Blaise Zabini y Theodore Nott. Bajó las escaleras con semblante rígido y sin decirles ni una palabra, les pasó por el lado y se dirigió a la puerta.

- Por lo visto hoy estás de un excelente humor, Malfoy - dijo Zabini levantándose del enorme sillón color verde y siguiéndolo a la salida. Draco ni siquiera se tomó la molestia de contestarle, estaba de demasiado mal humor como para lidiar con el sarcasmo de Blaise y sus intentos de ser divertido.

- Será mejor que nos apuremos o no tendremos tiempo para desayunar.. Te tomaste tu tiempo para bajar hoy, Draco - puntualizó Nott mientras subían a la planta baja para dirigirse al Gran Comedor.

- Nadie les pidió que me esperaran, conozco el camino al Gran Comedor de memoria - respondió cortante.

- Yo solo decía.. - respondió Theodore tímidamente y nadie volvió a hablar hasta que llegaron a su destino.

Esa mañana todo parecía más ruidoso que de costumbre, o tal vez solo era él que no se veía capaz ni de soportarse a sí mismo. Los tres Slytherins se sentaron junto a Pansy Parkinson quien ya estaba devorando un enorme bollo de Bath y parecía bastante abstraída en sus pensamientos.

- Hola Pansy - la saludó Theodore sentándose a su lado.

- Hey! Ya era hora de que llegaran, es que no tenían hambre? - les preguntó ella volviendo a la realidad.

- Aquí nuestro querido amigo decidió que sería bueno ahogarse en la ducha aunque, lastimosamente, su plan no resultó - respondió Zabini comenzando a desayunar mientras Draco le dirigía una mirada de pocos amigos.

- Ya dejalo en paz - le espetó Pansy al moreno antes de volver a concentrarse en su bollo.

Luego de desayunar, a pesar de que Draco casi ni había probado bocado, los cuatro Slytherins se levantaron y se dirigieron a su primera clase del día: Pociones. Ese año el nuevo profesor era Horace Slughorn, un viejo panzón y de baja estatura que reemplazó a Snape ahora que este era profesor de Defensa Contra las Artes Oscuras. A Draco no le agradaba para nada Slughorn, ya que este no tenía las "consideraciones" que tenía su antiguo profesor para con él y sus amigos.

- ¡Buenos días, alumnos! Hoy tenemos mucho trabajo por delante, así que les pido que por favor hagan silencio o tendrán que terminarlo en su tiempo libre y no creo que muchos de ustedes se alegren de ello - Cuando todo hubieron hecho silencio el profesor continuó con su aburrido discurso - Bien.. Para hoy les tengo un trabajo, bastante entretenido a mi parecer, sobre la Tercera Ley de Golpalott.. ¿Alguien sabe de qué se trata?

Y como siempre la insufrible sabelotodo de Granger fue la primera (y única) en levantar la mano, una vez que la Gryffindor terminó de parlotear, Slughorn les dio una pésima noticia..

- Por cierto, este trabajo deberá ser realizado en parejas.. - Ni bien hubo dicho esto todos los alumnos empezaron a gritarse entre ellos en el desesperado intento de quedar con sus más allegados. A él, Pansy se le prendió de la túnica con fuerza, mientras que Blaise y Theo solo tuvieron que dirigirse una mirada - ¡ALUMNOS, SILENCIO! No tan rápido, que no he dicho que eligieran pareja. Como decía, este trabajo deberá ser realizado en parejas que serán elegidas AL AZAR, así que..

La voz del profesor quedó ahogada entre los intensos reclamos de los alumnos, Pansy a su lado no dejaba de chillar cuán injusto era no poder formar pareja con quien quisiera.

- ES TOTALMENTE INJUSTO, MALDITO VIEJO. ES INJUSTO, DRACO, ES TOTALMENTE INJUSTO! YO QUIERO HACER PAREJA CONTIGO O A LO SUMO CON ALGUNO DE ESTOS DOS RETRASADOS - dijo señalando a Blaise y Theo los cuales se mostraron levemente ofendidos por el comentario de la morena - ¿Y QUE TAL SI ME TOCA CON WEASLEY O POTTER? O PEOR.. CON GRANGER!

- Si te toca con Granger mirale el lado positivo, la sabelotodo haría todo el trabajo por ti - dijo Zabini a su amiga.

- Estar con Granger no puede tener nada posit.. - la voz de Slughorn se volvió a alzar sobre la de los alumnos interrumpiendo, gracias a Salazar, las quejas de Pansy.

- Voy a empezar con el sorteo de las parejas, así que será mejor que hagan silencio y presten atención - Se acercó a la pizarra con su lento andar, sacó su varita de los pliegues de su túnica y con un movimiento de la misma aparecieron escritos todos los nombres de los presentes - Bien, procedamos - Con otro movimiento de varita, los nombres comenzaron a moverse rápidamente para quedar, finalmente, agrupados de a dos.

Draco paseó la vista por la lista de nombres mientras escuchaba, en igual medida, gritos de alegría y estridentes quejas.

- Bueno.. Al menos no me tocó con un Gryffindor - dijo Parkinson alegremente a su lado - ¿Y a ti con quién te ha tocado, Draco?

La cara de Malfoy lo decía todo. Era malo, era pésimo, le había tocado con la peor persona con la que le podría haber tocado y no estaba exagerando, era horrible era..

- ¡¿CON MALFOY?! - la Comadreja estaba de pie y su piel estaba del mismo color que su asqueroso cabello - NO PUEDE SER, NO PUEDO FORMAR PAREJA CON MALFOY, ES INACEPTABLE, PROFESOR

- A MI TAMPOCO ME AGRADA LA IDEA DE PASAR LA MAÑANA ATADO A TU INMUNDA COMPAÑÍA, WEASLEY - replicó el rubio poniéndose de pie bruscamente

- ¿M-MI INMUNDA COMPAÑÍA? SOY YO EL QUE NO QUIERE PASAR NI UN SEGUNDO AL LADO DE UNA ASQUEROSA SERPIENTE SUCIA COMO TÚ, TU PRESENCIA EN ESTA AULA ME DAN GANAS DE VOMITAR - dijo Ronald tartamudeando por la ira.

- ¿VOMITARÁS BABOSAS OTRA VEZ, WEASLEY? ¿TODAVÍA NO HAS PODIDO COMPRARTE UNA VARITA? - siseó Malfoy.

- MALD.. - comenzó a decir Weasley poniéndose más rojo si eso era físicamente posible.

- ¡SILENCIO! SEÑORES MALFOY Y WEASLEY, SENTADOS INMEDIATAMENTE SI NO QUIEREN SER CASTIGADOS. ATENCIÓN Y ESTO ES PARA TODOS LOS QUE TENGAN QUEJAS, LAS PAREJAS YA ESTÁN FORMADAS Y NO SE CAMBIARÁN BAJO NINGUNA CIRCUNSTANCIA, ASÍ QUE SERÁ MEJOR QUE SE SIENTEN Y SE PONGAN A TRABAJAR - dijo el profesor bastante aireado.

Blaise obligó a Draco a sentarse y no dejaba de repetirle que era mejor que no se buscara ningún castigo si quería estar al día con los entrenamientos de Quidditch. Accedió a sentarse y no abalanzarse sobre Weasley para partirle la cara, pero eso sí, que la Comadreja ni pensara que iba a ser él quien iba a ir a su encuentro, eso sí que no, si la Comadreja quería cumplir con el trabajo sería él quien debería acudir al Slytherin.

Y así fue, un poco obligado por Potter y otro poco obligado por Granger, el pelirrojo se sentó a su lado. Ninguno de los dos quería ser castigado ni mucho menos tener que juntarse después de clases para poder terminar ese maldito trabajo, así que decidieron comenzar dirigiéndose la palabra solo cuando fuera estrictamente necesario.

- Plumas abajo, muchachos. Ha finalizado la clase, quienes tengan listos sus ensayos pueden dejarlos sobre mi escritorio y quienes no lo hayan concluido aún, pueden entregarlo la próxima clase - dijo Slughorn mientras Granger se abalanzaba a entregarle su seguramente perfecto ensayo.

- Hm, Malfoy, bueno.. debido a que no lo hemos terminado deberemos reun.. - empezó a decir el Gryffindor.

- Ni lo sueñes, Weasley, no pienso pasar ni un segundo más contigo.

- Tampoco a mi me agrada la idea, pero si no lo terminamos..

- He dicho que no. Si quieres puedes terminarlo tú o decirle a la sabelotodo que lo haga por ti. - lo interrumpió Malfoy

- No. Le. Digas. Así. A. Hermione.

- Jamás dije que me refería a ella, lo has dicho tú - dijo esbozando una sonrisa al ver el rostro furioso del amigo de Potter - En fin, hazlo tú.

- Está bien, Malfoy - dijo levantándose furioso - Pero si arruino tus perfectas calificaciones será tu culpa por haberme dejado solo.

Después de esa declaración por parte del pelirrojo y de darse cuenta de que, efectivamente, Weasley solo iba a echar a perder todo su trabajo, Draco pareció repensarlo.

- Weasley, está bien, lo terminaré yo. No voy a dejar que arruines todo por tu incompetencia.

Draco le arrebató el pergamino de la mano, agarró sus cosas y se dirigió a la salida velozmente.


- Malfoy es un estúpido, solo bastó con que le dijera que podría arruinar sus calificaciones y él solito decidió arrebatarme el pergamino - se regodeó Ron.

- Pues, puedo entender por qué lo hizo.. - murmuró Hermione sabiendo que ella había hecho exactamente lo mismo que Malfoy.

- ¿Dijiste algo, Hermione? - inquirió Ron frunciendo el ceño.

- Nada, Ron, sólo que todo esto no hubiese pasado si se hubieran apurado a hacerlo en clase - respondió esquiva

- Eso también fue culpa de Malfoy, esa estúpida serpiente oxigenada se la pasaba quejándose de.. - dijo Ronald y continuó con una larga perorata anti-Malfoy que Harry escuchaba entusiasmadamente.

Hermione estaba harta de hablar de Malfoy y es que demasiado tenía ya con tener que verlo en clases o cruzarlo por los pasillos, por lo que puso la excusa de que tenía que concluir un par de asuntos y se marchó rápidamente, primero sin rumbo y luego hacia el único lugar en el que se sentía cómoda y donde podía estar sola sin que nadie la molestase: la biblioteca.

La biblioteca era, definitivamente, su lugar preferido en el mundo. Se dirigió a su mesa preferida en un rincón junto a la ventana. Tomó su libro de "Guía de la Transformación, nivel superior" y decidió leer un poco antes de ir a clases.

Al cabo de lo que pareció ser poco más de media hora, alguien se sentó a su lado, desconcentrándola de su lectura.

- Toma Granger, dale esto a Weasley y dile que debe finalizar su parte - le espetó Draco Malfoy mientras depositaba con brusquedad un pergamino sobre la mesa.

- Malfoy, yo no soy tu lechuza, si tienes que darle eso a Ronald puedes ir y dárselo tú mismo - respondió ella cerrando de un golpe su libro.

- No te estoy preguntando si quieres hacerlo, Granger, te lo estoy ordenando.

- Pues, yo no soy tu elfo doméstico para que me ordenes nada, Malfoy - inquirió Hermione volviéndose a mirarlo furiosamente.

- Puedo ordenarte lo que sea, porque soy altamente superior a ti y a todos tus mugrosos amigos así que.. - pero el Slytherin no pudo finalizar la frase porque la palma de Hermione había quedado impresa en su cara.

Fue un golpe seco, rápido y repentino, Malfoy jamás lo hubiese imaginado y Hermione aprovechó su momento de estupefacción para salir de ahí lo antes posible, no quería estar presente cuando la serpiente terminara de asimiliar que ella, Hermione Granger, había osado golpearle.


¡Hola otra vez! Bueno, este capítulo es un poco corto debido a que es el primero, pero el resto ya será un poco más largo. Espero que les haya gustado esta introducción a la historia y ya saben, dejen reviews comentándome qué les ha parecido.