N/A: Ya estoy de regreso con la parte final de este two-shot.

Agradecimientos a los que comentaron la primera parte: IngDeac, darkengel-sora, ColorsInTheSky, nils, Chobits3, Harumaki-chan, NicoleAnimes, sakurita, , Guest (0.1), Merry Beaker Fractale, Kurama-kun, cinlayj2, Sakuita 01, FlordePrimavera, yomii20, daliapvperez.

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*El PlayStation y Sakura*

By ASUKA02

PARTE 2 (final)

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Naruto llevando una vela encendida se dirigió hacia donde estaba Sakura, —tranquila Sakura-chan, sólo es uno videojuego.

Ella soplo frustrada, —era una meta, un objetivo que se me escapa de las manos justo cuando estaba a punto de ganar. —explico aun sin creer su mala suerte.

Naruto se sintió horrible, quizás había exagerado, quizás debió dejarla ganar, pero no podía, sabía que llegar al final sólo era el principio de uno nuevo nivel.

Sakura se asomo por la ventana y todos tenían electricidad, aquello sólo significaba una cosa, miro a Naruto con ojos acusadores, él tramito saliva asustado "Sakura-chan me descubrió".

Sabía lo que vendría, primero le gritaría, luego lo golpearía, después le diría lo decepcionada que estaba de él, pero lo peor, a lo que más le temía era a que ella diera por terminada la relación.

—¡Espera Sakura-chan puedo explicarlo!.—suplico agitando las manos como un demente.

Ella lo señalo con uno dedo. —tú, baka, ¡olvidaste pagar la luz!, ¿cómo pudiste olvidar algo tan importante?

Naruto volvió a respirar, ¿era sólo eso?, creyó que la excusa inicial ya no le serviría, pero ahora veía que si, era una suerte que Sakura lo creyera incapaz de hacerle algún daño. Y era verdad jamás le haría algún daño excepto esto, pero lo había hecho por su bien y él suyo propio.

—Lo siento Sakura-chan. —se disculpo rascándose una mejilla con el dedo. —lo olvide.

Sakura estaba indignada, quería seguir jugando y una idea se formo en su mente, una malvada, se llevaría el PlayStation a su casa, allá podría jugar cuando llegara del trabajo.

Naruto había puesto varias velas y Sakura le sonrió con dulzura —Naruto, te perdono porque te quiero.

El rubio se sonrojo —Aw… gracias Sakura-chan.

—¿Tú me quieres mucho verdad?

—Claro que si Sakura-chan.

"Pero no voy a compartir mi PlayStation" pensó astutamente, estaba seguro de que ella iba a pedírselo prestado.

Sakura rodeando la cintura del futuro Hokage le dijo con voz suave y sensual —¿sabes?, hoy si me tome el té.

Naruto puso cara de pervertido. —eso quiere decir que...

Ella asintió lentamente, tomo una de las velas y se la llevo con ellos hasta la habitación del rubio, puso la vela en la mesa al lado de la cama y sin que se dijeran una palabra comenzaron a besarse y a quitarse la ropa. Pronto las prendas fueron quedando esparcidas en el suelo y las caricias y besos aumentaron.

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A la mañana siguiente Naruto despertó desnudo y solo en la cama, abrió los ojos con pereza y al no ver el cuerpo de su amada se sorprendió —¿Sakura-chan? —murmuro extrañado.

El ninja salió de la cama, se puso los calzones y su pantalón naranja, luego se dirigió a la sala esperando encontrársela allí comiendo cereal, como ya varias veces había pasado, el apartamento ya no estaba tan oscuro porque la luz del sol se filtraba por el vidrio de una ventana en la sala.

—¡Sakura-chan!, ¿estás en el baño?

Ella nunca se iba sin despedirse, —parece que se fue.

Se arriesgo a devolver la electricidad al apartamento y rascándose la nuca se sentó en el mueble, entonces noto que algo faltaba.

—¡Eeeeeh! —chillo escandalizado. —¡me han robado!.

Reviso todo el apartamento y entonces noto que lo único que faltaba era el PlayStation, ¿quien en su sano juicio robaría al héroe del mundo?, al ninja más fuerte de la aldea. El rubio saco rápidamente sus propias conclusiones.

—Sakura-chan me ha tendido una trampa. —murmuro perplejo.

El jinchuriki comió algo, termino de vestirse y se dirigió a casa de su novia, allí la señora Mebuki lo recibió y le dijo que Sakura estaba en su cuarto, fue en busca de su hija y Naruto se sentó en el mueble de la sala a esperar a que la pelirosa diera la cara.

La kunoichi salió de su cuarto a regañadientes, tuvo que dejar el juego en pausa, había sido interrumpida justo cuando estaba en la mejor parte, y eso no era nada agradable.

—¿Que pasa Naruto?. —pregunto sin ningún ánimo de quedarse allí mucho tiempo.

Él rubio se puso de pie apenas la vio —eso quisiera saber yo, ¿por qué te llevaste el play?

—No quise despertarte para pedírtelo prestado.

Naruto se sentía realmente estúpido por haber caído redondito en la trampa de su novia.

—No podías traértelo así, sin avisarme, sin pedirme permiso. —se quejo hablando con seriedad.

Sakura se cruzo de brazos, —a ver, literalmente yo lo compre y te lo obsequie, eso me da derecho a usarlo cuando quiera.

—Cierto, pero yo también puse dinero, lo que me enoja es que no me avisaras Sakura-chan.

Mentira, lo que Naruto quería era ya no compartir más el play, Sakura le había quitado su droga.

Sakura reconoció su error —lo siento, no debí traerlo sin avisarte, pero ya sabes que lo tengo.

No hubo forma de quitarle la consola y Naruto espero impacientemente durante dos días a que ella se aburriera, pero eso no sucedía, de hecho ella había comprado varios CD con más juegos y según Naruto había tenido el descaro de informárselo.

También se había enterado por su suegro que Sakura había pedido sus vacaciones en el hospital, y por lo visto estaba usando esos días libres para jugar videojuegos, porque a él no se lo había informado.

"Ella no quiere perder el tiempo conmigo" pensó el rubio deprimido acostado en el viejo sofá de su apartamento.

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—¡Ya llegue mamá!, —anunció Sakura dejando las bolsas de víveres sobre la mesa de la cocina.

Cuando Mebuki salió del cuarto de lavado Sakura no había dejado ni las huellas, dos minutos después escucho el sonido del PlayStation en el cuarto de su hija, la señora Haruno rodo los ojos, la irritaba la misma musiquita todos los días, todo el día.

—¡Bájale volumen!

—¡Ya le baje! —respondió en voz alta desde el cuarto, estaba sentada sobre una almohada en el suelo, frente a su nuevo amor, la consola.

Ya en la tarde cuando tenía los ojos irritados, se puso unas gafas de sol, se lamento de no haber tenido esa idea antes, Sakura estiro los dedos que casi ya no los podía ni mover de tanto sostener en control y apretar los botones.

—Vamos no me pueden abandonar ahora. —le hablo a sus dedos.

Abrió y cerró los puños varias veces y se puso de pie, dio varias vueltas en la habitación para estiras los músculos, e incluso hizo cinco minutos de ejercicio. Luego volvió al ataque.

A la mañana siguiente no sabía hasta que hora de la noche había estado jugando, pero cuando se tumbo en la cama le dolía todo el cuerpo, casi tuvo que arrastrarse hasta la cama.

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—Sakura-chan ya ni me haces caso, ¿por qué no me dijiste que pediste tu vacaciones? —le reclamaba el rubio en la sala de la casa de los Haruno.

—Si te lo dije. —se defendió ella con terquedad.

—No, no me lo dijiste. —respondió él haciendo un puchero.

—¿No te lo dije? —pregunto dudosa, en verdad había perdido la noción del tiempo, si alguien le preguntaba a Sakura que día era hoy, no tendría ni idea.

Él murmuro en tono lastimero —me tienes abandonado Sakura-chan, ya ni me quieres.

Y era irónico porque así se había sentido Sakura todos los días que él paso encerrado sin casi verse, era justicia divina, una cucharada de su propia medicina, aunque Sakura no lo estaba haciendo adrede, ella simplemente había encontrado algo muy genial en que entretenerse.

Sakura se sintió mal al ver el gesto tan tristísimo que tenía el rubio en su rostro, —lo siento Naruto, —se disculpo con sinceridad, lo abrazo y apoyo la cabeza en el pecho del rubio, —y claro que te quiero.

Ese día Sakura había tenido que contener las ganas inmensas de seguir jugando, es que tenía un videojuego nuevo y apenas lo estaba aprendiendo jugar, la pelirosa paso todo el día junto a Naruto, pasearon por la ladea y comieron en el Ichiraku.

El jinchuriki ya no sentía esa necesidad por jugar con la consola, y pensó que Sakura volvería a la normalidad, pero de nada sirvió tanta conversación, los demás días ella continúo quedándose encerrada en su habitación.

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Era jueves a medio día cuando Naruto fue a casa de Sakura, Mebuki lo recibió algo nerviosa.

—Esta rendida, le puse algo en la comida y ni lo noto. —le informo hablándole en voz baja. —hazlo rápido.

Naruto entro como un vil ladrón a la habitación de su novia y desconecto la consola, antes de salir del cuarto la vio dormida, y murmuro.

—Lo siento Sakura-chan, pero este roba novia no me apartara de ti.

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Una hora después, en alguna parte del bosque se escuchaba el sonido de una pala cavando un hoyo, Naruto arrojo el objeto y lo contemplo un momento, una parte de él no quería deshacerse de aquel aparto maldito, consumidor de tiempo y de vidas, era como si le suplicara que no lo enterrase, que lo llevara con él.

Frunció el ceño contemplando y gruño entre dientes —no me mires así, no me vas a convencer, si te dejo vivo me quitaras a Sakura-chan, es cuestión de supervivencia.

Menos mal no estaba solo, porque si alguien lo escuchaba hablándole a un objeto pensaría que estaba loco.

—Pasamos ratos agradables, pero me traicionaste, por tu culpa Sakura-chan no me hace caso.

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Cuando Haruno despertó como a las cuatro de la tarde, se sorprendió de haber dormido tantas horas en el día, ella no acostumbraba a dormir de día. Estiro sus extremidades retorciéndose en la cama, al igual que los anteriores once días vio la consola allí conectada al televisor, se sentó en la cama y prendió la Tv. Presionó el botón para visualizar la presentación del PlayStation y lo que no vio la extraño.

—¿Qué demonios? —Murmuro viendo la pantalla negra, tratando de mantener la calma, reviso todos los cables, pero seguía igual, estaba muerto, no alumbraba ninguna lucecita, —oh dios. —estaba comenzando a entrar en pánico. —cálmate Sakura, cálmate.

Lo desconecto y fue a probarlo en el televisor de la sala, pero el resultado fue el mismo. —oh, dios, ¿qué le voy a decir a Naruto?

Después de haber revisado varias veces los cables, tuvo que aceptar que de tanto jugar había quedado el PlayStation, sintiéndose terrible por tener que decirle eso a su novio guardo el play en la caja y en la noche fue a llevárselo.

—Lo siento Naruto, —hizo una pausa apenada, —creo que lo dejaba tanto tiempo encendido que se quemo.

Naruto extrañamente no se quejo nada, paso un brazo sobre los hombros de la pelirosa y le respondió.

—Descuida Sakura-chan, a mi ya no me interesaba esa cosa, ¿quieres salir a pasear?. —Ella asintió aun sorprendida de que él fuese tan compresivo, —espera aquí, tengo algo que no te he dado.

Naruto entro al cuarto y salió con un oso grande de peluche, —¡feliz cumpleaños Sakura-chan!, con todo el ajetreo de estos días, no vi un momento oportuno para dártelo, es que hablaba contigo y ni caso me hacías.

—Cállate, —murmuro abochornada, le agradeció con un beso en la mejilla —no me hagas sentir peor, además tu también me hiciste lo mismo.

Naruto rió un poco —no te sientas mal, quedara para la historia, una anécdota que les contaremos a nuestros hijos.

—¡Naruto! —Comenzó ella ruborizada, —¡a nadie le dirás que se quemo por culpa mía o te quedaras sin tus colgantes!

Miro amenazante la entrepierna del rubio y el ninja dejo de reír en el acto, trago grueso y la convención de salir rápido de allí.

Horas atrás en el bosque Naruto había pensado que desaparecer el PlayStation lo metería en un problema mayor con su novia, lo que hizo fue desarmarlo y sacarle varias piezas para que dejara de funcionar, y lo regreso a casa de Sakura como si tal cual no hubiera pasado nada.

Naruto no era tan tonto como muchos pensaban.

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N/A: Aquí termino este Two-shot dedicado al cumpleaños de Sakura, espero haberles entretenido un poco la tarde y me digan que les pareció, a estos dos me los puedo imaginar fácilmente en cualquier situación, XD