N/A: Historia corta de dos capítulos, un especial en honor al cumpleaños de mi kunoichi favorita. Sakura Haruno (Por más que Kishi destrozara su personaje con ese final, yo siempre tendré presente que en sus momentos ella llego a ser una de las mejores ninjas).
Advertencia: AR Postguerra NaruSaku
Los personajes son de Kishimoto, y la imagen de la portada es de LadyGT, sólo es mía la historia que presento.
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*El PlayStation y Sakura*
By ASUKA02
PARTE 1
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Los golpes en su puerta hicieron que Naruto soltara un bufido fastidiado, no quería interrupciones, pensó que seguro era la señora del condominio que venía a cobrarle el alquiler —¿Quién? —pregunto sin moverse del mueble, lugar donde llevaba varias horas sentado.
—Soy yo, Sakura.
Naruto sonrió poniendo en pausa el juego y fue a abrir la puerta sintiéndose alegre, Sakura se veía lindísima con ese nuevo peinado, llevaba puesto un suéter verde claro y un pantalón ajustado que realzaba su cuerpo femenino, sus ojos verdes, sus labios rosados, ella era perfecta para él.
—¡Naruto aun no te has vestido!. —protesto sacándolo de su ensueño.
El rubio abrió los ojos como plato, durante horas había olvidado completamente que iban a salir, —¡FELIZ CUMPLEAÑOS SAKURA-CHAN! —la envolvió en un efusivo abrazo.
Viendo la apariencia de su novio, en pantalones cortos y una franela sucia, Sakura lo adivino y medio triste dijo, —lo habías olvidado ¿verdad?
—¡Jamás y nunca!. —Exclamó ofendido, —sólo me distraje un poco aquí, — la pelirosa le miro con ojos entrecerrados hasta que decidió finalmente saludar con un suave besó al rubio.
La paz duro sólo dos segundos.
—¡Por dios Naruto!, ¡ni siquiera te has cepillado los dientes!. —se quejo entrando completamente al apartamento del ninja.
—¡Claro que me cepille!. —mintió rascándose la nuca, había perdido la noción del tiempo.
—¿Cuando? —replicó ella observando todo el lugar. —¡esto es un basurero!, debes dejar esa porquería de aparato o un día amanecerás comido por las ratas, ¿sabes lo peligroso que es el orina de las ratas?, seguro no lo sabes, pero es un veneno para los humanos.
—No es una porquería Sakura-chan, es el mejor invento que han hecho los no-ninjas, —defendió al que ahora irónicamente era su mejor amigo, después de que Sasuke se fuera de Konoha otra vez y a falta de misiones Naruto tenía un nuevo vicio que estaba a poco por superar al ramen.
Sakura resoplo y Naruto insistió.
—Te agradezco que te preocupes por mí, pero soy muy resistente Sakura-chan, nada me pasara, ¿y si me pasa tu y yo jugamos a la doctora y al enfermito? —pregunto moviendo ambas cejitas de manera pervertida.
Ella torció los ojos, conocía muy bien las debilidades de su novio y comenzaban con el ramen y terminaban con ella, o así era antes, estaba súper arrepentida de haber colaborado para comprar ese objeto.
Llevándose ambas manos a la cintura y con expresión de disgusto le pregunto —¿Vamos a salir o te quedaras aquí a seguir jugando con eso?
Se rasco la nuca abrumado, estaba en medio de un juego buenísimo —si vamos a salir Sakura-chan, pero…
Se sentía dividido, le faltaba poco para superar el nivel 38 de los Súper Ninjas, moría de curiosidad por ver el siguiente mundo, elegir entre el videojuego o hacer cosas de novios, era algo que no quería hacer, pero era el cumpleaños de Sakura-chan y eso era más importante. Aunque se conocía muy bien, si se iba sin terminar el juego pasaría todo el paseo pensando en lo que dejo a medias.
Se alboroto el cabello estresado, vio al juego y a su novia. —¡oh por dios, estas eligiendo entre yo y esta estúpida cosa! —se ofendió ella.
Naruto se puso de pie de un salto, tocando el codo de la pelirosa de manera cariñosa insistió con vehemencia —!claro que no Sakura-chan!, pero si me dejas terminar el juego que ya me faltan dos niveles haremos todo lo que tú quieras!. —se atrevió a proponer.
Sakura se indigno, era su segundo cumpleaños con Naruto de novio y el primero fue muy bonito, ahora él no parecía muy motivado a superar el anterior.
Con los brazos cruzados protesto —¡Llevas doce días encerrado aquí!, ¡jugando el bendito juego ese!, he tenido paciencia, porque soy una novia "compresiva", pero te estás pasado, ese aparato es nocivo para ti, ¡mírate, hueles mal y te está saliendo barba!.
El Uzumaki se paso una mano por el rostro y se sorprendió, tenía las mejillas rasposas —¡es mi primera barba Sakura-chan! —exclamó emocionado, sólo trataba de hacerla sonreír pero no sirvió de nada.
Naruto puso ojitos de cordero, junto ambas manos como si fuese a rezar, —por favor Sakura-chan, sólo serán unos diez o quince minutos, depende de las vidas que logre ganar.
Sakura torció los ojos y resignada soltó un suspiro —que remedio, termina tu adorado juego, pero tendrás que comprarme un helado enorme, enorme, ¡enorme!.
—¡Vaya que sí¡ será el mejor Sakura-chan!, ni siquiera podrás con su peso. —aseguro muy contento.
Naruto se sentó nuevamente frente al televisor que tenía en la sala y sentado en el viejo sofá le indico a Haruno que se sentara, ella sacudió el lugar con uno de los cojines y se sentó al lado de su novio.
Doce días atrás Sakura había acompañado al jinchuruki a comprar un televisor, Naruto nunca había tenido un televisor, pero quiso uno para que Sakura pudiera quedarse más tiempo con él en el apartamento sin aburrirse.
Un comerciante extranjero les ofreció una Tv. en combo con una caja negra que según se conectaba al televisor y garantizaba horas de entretenimiento, según el hombre era la moda Sunagakure y hasta el Kazekage tenía uno.
Naruto jamás había escuchado hablar sobre ese aparato llamado PlayStation, desconfiado no quería hacer el trato porque costaba mucho dinero, y el estaba ahorrando para el regalo de su novia y pagar la renta del apartamento, pero Sakura hizo el aporte y regresaron con el extraño aparato y la televisión, ahora Naruto ya ni salía de la casa.
"En parte también es mi culpa" pensó ella resignada.
—¿Que son esas cosas rojas? —le pregunto Sakura señalando el televisor pasados los primeros diez minutos.
—Ah, son para ganar vidas extras Sakura-chan, —contesto sin mirarla. —tengo que recoger al menos cien y gano una vida.
Minutos después la pelirosa noto que Naruto comenzaba el mismo mundo una y otra vez gracias a esas fulanas "vidas extras", perdía ante los mismo obstáculos. Bostezó aburrida.
—Si sabes que por allí no hay salida, ¿por qué sigues insistiendo? —pregunto fastidiada.
—Es que hay un truco, lo que pasa es que no recuerdo bien.
Sakura no volvió a hablar en varios minutos, pensaba que tal vez hubiera sido mejor que le tocara trabajar ese día en el hospital, al menos allí estuviera haciendo algo bueno y no perdiendo el tiempo.
Al notar el silencio extremo de su novia, Naruto puso en pausa el juego.
—Discúlpame Sakura-chan, tu eres más importante que cualquier juego del mundo, dame unos minutos me iré a bañar y vamos a comer.
El rostro de la ninja se ilumino, —Anda, pero aféitate, tus mejillas parecen dos lijas.
Naruto se marcho y Sakura sonrió radiante, ese si era su Naruto, poco después escucho el agua de la regadera y luego el cepillo de dientes.
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El rubio se afeitaba con mucho cuidado pensando en donde llevar a comer a su novia.
—¿Al Ichiraku otra vez?, se va a enojar. —murmuro pensativo, él sólo se había ocupado de comprar un obsequio, pensaba llevarla a comer a uno de los puesto de la calle, pero ahora que Sakura parecía decepcionada Naruto se lamentaba de no tener suficiente dinero para llevarla a un lugar elegante.
Luego de afeitarse y vestirse con su ropa limpia, iba muy sonriente hacia la sala cuando escucho el sonido del playstation, el rubio sintió algo malísimo en el pecho y un escalofríos recorriéndole la punta de los dedos, había dejado el juego a medias, paralizado en pausa, y así esperaba dejarlo hasta regresar de su salida con Sakura.
Caminaba despacio, como si fuese al matadero, como si fuese perdido a un ser muy querido.
—¡¿Sakura-chan que hiciste?! —chillo agarrándose la cabeza con ambas manos escandalizado. —¡mi juego!, ¡me dejaste morir!.
Sakura bufo, —no seas idiota.
Naruto se retorcía en el mueble sin atreverse a mirar a la pantalla del televisor.
—Deberías agradecerme, hice que ganaras.
Rápidamente miro el televisor, era cierto, entonces el dolor en su pecho aumento. "No puede ser, Sakura-chan lo logro antes que yo"
Había amanecido jugando ese juego y Sakura simplemente se llevaba los créditos y lo peor de todo era que no había visto que sucedía cuando superaban todos los niveles.
Sakura con control en mano y sin apartar los ojos del televisor admitió —Es genial este juego, pero esta algo flojo, le falta más dificultad.
"¿Flojo?", Naruto lo veía complicado, había repetido varias veces cada nivel para poder pasar al siguiente.
Enojado, respiro hondo y trato de calmarse, con seriedad le dijo —vamos Sakura-chan, se hace tarde.
Sakura ni lo miro.
—Iremos pero déjame pasar este nivel. —Sakura había comenzado el juego desde el primer nivel y quería pasarlos uno a uno por su propio merito.
—¿Eh? —balbuceo sorprendido.
—Sí, también es mío, literalmente pague el 75 % de su costo.
Completamente pasmado, Naruto balbuceó —¿Eh?
Dos horas después…
Tirado en el sofá Naruto estaba súper aburrido, (sólo había un control y Sakura se había adueñado de este), con control en mano estaba con los pies doblados sobre el sofá, cómoda, mordiéndose los labios de emoción. Estaba completamente cautivada con otro juego, uno que Naruto ni siquiera había jugado.
—Sakura-chan se está haciendo de noche. —aviso por enésima vez.
—¿Sabes Naruto?, la verdad es que ya no tengo ganas de salir.
Quien hablaba era el vicio, no su Sakura-chan, Naruto miro con ceño la consola del PlayStation, era divertido cuando él estaba jugando, pero ahora que los lugares habían cambiado no le gustaba ser ignorado, tampoco quería que Sakura pasara su cumpleaños número diecinueve encerrada ahí.
Naruto camino hacia la cocina, haría algo imperdonable, algo que Sakura-chan ni se imaginaba, algo para lo que tenía una excusa perfecta. Tomo aire y rogo mentalmente que Sakura jamás se enterara de lo que haría, abrió la pequeña puertecita en la pared y puso la mano en la palanca.
Sin ninguna consideración por los alaridos emocionados de su novia en la sala anunciando que iba llegando a una meta, Naruto lo hizo, se vengó, bajo la pequeña palanca y la oscuridad reino en todo el apartamento del Uzumaki, la respuesta de la kunoichi fue inmediata.
—¡No puede ser!, —se lamentaba tirando de sus cabellos rosados, —¡No puede ser!, —no podía creer su mala suerte, ni porque estaba de cumpleaños dejaba de pasarle cosas malas —¡demonios, maldición!.
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Continuara…