One step forward, two steps back

Capitulo 1: Hermanos

- Aún no entiendo por qué estamos haciendo esto "Alex" - Cuestionó de muy mala gana una jovencita de cabello negro largo hasta la cintura, ojos azules y tés blanca.

- Ya te dije el por qué "Megan", no me hagas repetirlo – Contestó un joven con la misma complexión con el cabello hasta los hombros.

- Si, si, por seguridad y bla, bla, bla... - Dijo rodando los ojos y cruzándose de brazos

- Qué bueno, así no me harás repetirlo – Se cruzó de brazos también mirándola con reproche.

- Sólo digo que no es justo – Dió un golpe en el piso con su pie y miró a otro lado para evitar la mirada del joven.

- Si la vida fuera justa no estaríamos en este embrollo... - La miró y suspiró – Sólo intento que tengamos una vida normal, o medianamente normal.

- Lo sé, lo sé... perdón – Lo miró para después acercase y abrasarlo – Eres lo único que tengo.

- Tú también – correspondió el abrazo – Ahora quítate de encima - puso su mano en la cara de la joven y la separó empujandola suavemente.

- Jajajaj ¡te hice flaquear! - pero la burla se vio interrumpida por una voz desde el otro lado de la puerta.

- Ellos son los nuevos estudiantes provenientes de Kioto que nos acompañarán este año – Señaló en dirección a los jóvenes - Pasen y preséntense – Dijo un hombre mayor con aspecto gentil.

- Si – Contestó la peli-negro quién pasó primero seguida del joven.

- Recuerda lo que hablamos - les susurró el joven al oído - sé natural – La joven asintió.

***Flashback***

- ¿Tienes todo, Marion? - Preguntó una rubia, de pelo largo hasta la cintura, desde la puerta de su cuarto, la cual compartía con su hermana menor.

- Tenemos ropa, dinero, documentos, maquillaje, dinero – Enumeraba una joven, también rubia de pelo largo atado con dos coletas.

- Dijiste "dinero" dos veces – Espetó su hermana mayor quien ahora vigilaba a través de la ventana.

- Es que llevo dólares y yenes, ¿en qué me quedé? Ah sí, caramelos – Sintió la mirada de su hermana - ¿Qué? - La rubia mayor se encogió de hombros – Armas y bueno...las cosas de papá – Le dijo señalando un maletín.

- Ok, entonces vámonos antes de que alguien llegue – Salieron de la habitación cerrando la puerta cuidadosamente - saldremos por la puerta de servicio y nos iremos directo a la estación de trenes – Bajaron la escalera de la enorme casa hasta llegar a la cocina, pero Marion se detuvo junto a la nevera.

- Anna – La aludida la miró -¿Podemos llevar algo de comida para el viaje? - La miró con ojos de cachorro

- Está bien – Retrocedió hasta llegar a su lado y tomó una bolsa de cartón de la mesada – toma bebidas también – La menor asintió mientras tomaba sándwiches, fruta, y unas latas de jugo - ¿Listo? - De repente el chillido de unos neumáticos les llamó la atención, Anna se acercó a la ventana de la cocina que daba a la calle lateral a la casa y divisó una camioneta negra acercándose – Hay que irnos ya! - Ambas corrieron hacia el patio trasero de la casa lo más rápido que podían, lo cual era difícil ya que ambas llevaban una mochila y bolso cada una, además de que Anna cargaba el maletín y Marión la bolsa con refrigerios.

- ¡Escondámonos ahí! - dijo la menor mientras se metían detrás de unos arbustos, Anna buscaba por todos lados una salida – ¿crees que sean ellos? - susurro.

- Sin duda lo son - Divisó una parte del alambrado de seguridad que dada a la calle que las llevaría a la estación de trenes – Por aquí – Le dijo a la menor para que la siguiera entre los arbustos mientras veían como los hombres que hace un momento habían irrumpido en su casa, salían de esta y se iban como almas que las lleva el diablo – Te ayudo – Puso sus manos juntas para que su hermana salte el alambrado, luego le arrojó los bolsos y saltó ella.

- Veamos, son las 23:45hs, aún estamos a tiempo para alcanzar el tren – dijo la menor mirando su Rolex de oro puro con incrustaciones de rubíes.

- ¡¿No te dije que había que ser discretas?! - Le recriminó la mayor, señalando el reloj en la muñeca de la menor

- Es un regalo de papá, no podía dejarlo – Le suplicó mientras lo tapaba con su manga.

- Supongo que está bien, pero luego lo guardas, no quiero que te vean con el – Le advirtió mientras caminaban – Ahora cúbrete – dijo mientras se ponía la capucha de la campera negra que llevaba puesta, también tenía unos jeans azules y unas zapatillas toppers negras.

- Si, lo prometo – Dijo la menor mientras se acomodaba la gabardina marrón y unos lentes negros.

Una vez en la estación de trenes, las jóvenes ya habiendo comprado sus boletos, esperaban tranquilamente en la plataforma de salida.

- Déjame ver – La menor tomó los boletos – ¿Fumbari Gaoka? Debes estar bromeando - Le dijo molesta.

- Claro que no – Le refutó – es una ciudad tranquila, medianamente habitada, tiene una buena preparatoria, podremos pasar desapercibidas fácilmente, además ya sólo nos queda este último año de prepa y luego nos iremos a cualquier universidad - Le dijo mientras disimuladamente observaba a su alrededor, vigilaba los movimientos de la gente y el recorrido de sus miradas, los puntos de salida y entrada, todo lo necesario para mantenerse seguras -Sólo tú y yo.

- Puedes dejar de hacer eso y prestarme un poco de aten – Fue interrumpida por un fuerte estruendo proveniente de la dirección donde habían venido -¿crees que haya sido...?

- Eso explica por qué estaban allí – Dijo con un dejo de tristeza – Mañana lo sabremos por los periódicos – Tomó la mano de la menor en señal de confianza y se dirigieron al tren que acababa de arribar.

***Fin del Flashback***

- Muy buenos dias, mi nombre el Megan Iris Damaiko y tengo 18 años, espero que nos llevemos bien – Hizo una reverencia hacia la clase.

*** Flashback***

- Creo que me llamaré...Megan, Damaiko Megan Iris, ¿Qué te parece? - Decía la rubia menor mientras peinaba una peluca negra y miraba a su hermana mayor a través del espejo del cuarto que compartían en su nuevo apartamento.

- Por mi está bien – Dijo mientras tecleaba en su laptop – Ambas tendremos 18 años, nacimos el 24 de marzo en Kioto – seguía tecleando un su laptop sin mirar a su hermana.

***Fin del Flashback***

- Hola, soy Alex Steven Damaiko, también tengo 18 años y espero que no nos molesten – Dijo sin ninguna expresión en su rostro, su hermana le dió un pequeño codazo en señal reprobatoria, suspiró – Espero que nos llevemos bien – Dijo sin animos, miró a su hermana y esta le dedicó una sonrisa.

*** Flashback***

- Yo me llamaré - puso su mano en su mentón – Alex... Damaiko Alex Steven, si, eso suena bien – Volvió a teclear en su laptop.

- Pero es nombre de chico – Le dijo la menor quien se había girado para enfrentar a su hermana – ¿Piensas ser un chico?

- Así es – Miró a Marion que estaba parada en frente de ella con los brazos cruzados sobre su pecho - Mira, están buscando a dos hermanas rubias que se llevan 1 año de diferencia en edad - La menor asintió – Entonces seremos gemelos, de pelo negro y ojos azules – Le mostro dos estuches de lentes de contacto que sacó de su bolsillo – Yo seré un chico, asi nadie se dará cuenta.

- Pero ¿y si te descubren? - Se sentó junto a Anna en la cama.

- No lo harán – La menor frunció el entrecejo – escucha bien, porque no lo repetiré, soy más seria, fría, atlética y problemática que tú, será fácil hacerme pasar por un chico, además será buena excusa para golpear a cualquier infeliz que intente acercarse a tí.

- Genial – Rodó los ojos – Ahora tengo un guardaespaldas profesional en vez de hermana – Anna sonrió – odio esto.

- Lo sé, yo también – Tomó la mano de su hermana menor – Sólo será un tiempo, cuando hayamos cumplido la mayoría de edad nos iremos del país y comenzaremos vidas nuevas y tranquilas.

- ¿Lo prometes? - La miró interrogante con el dedo meñique en alto

- Lo prometo – Entrelazó su meñique con el de su hermana

***Fin del Flashback***

Luego de un silencio incomodo, el profesor les dijo que tomaran asiento indicandoles, con una seña, sus respectivos pupitres, los cuales se encontraban apartados uno del otro. Megan se sentó en la segunda fila junto a una chica de aspecto amable, de cabello largo color plata y ojos rojos. Alex se sentó en la última fila sola.

Alex-Anna (pov)

Mientras Mari se contoneaba camino a su asiento pude notar como todos los idiotas del salón le quedaban mirando, o mejor dicho a su trasero, los miré a cada uno de ellos de forma fulminante y apartaron sus miradas, fue fácil en realidad, creo que podré mantenerlos a raya, no quiero que después de todo el esfuerzo que tuvimos que hacer para ocultarnos alguno de estos cerebros de mosquito nos descubra, aunque seguramente son tan ignorantes que no sabrían quiénes somos.

Caminé despacio hacia el fondo del salón, con una mano en el bolsillo y la otra sosteniendo la mochila, la cual se arrastraba por el piso. Llegué a mi lugar y sentí varias miradas sobre mi persona, al principio no les di importancia dado que somos "la novedad", pero luego de sentarme de una manera muy, y repito muy desalineada, recostada sobre el respaldo de la silla con una pierna estirada al lado del pupitre y las manos en los bolsillos, levanté la vista y vi, para mi increíble sorpresa, que eran todas las mujeres las que me miraban, ja hasta como chico soy irresistible...borren eso. Sacudí mi cabeza para eliminar esos pensamientos y miré a mi hermana hablando con la pelo-plateado, me sorprende la facilidad que tiene para hacer amigas, lo cual sería bueno si no estuviéramos en nuestra situación. Luego le eché un ojo al resto de salón, desviando muchas miradas dirigidas a mí y a mi hermana en el camino, me agradó que desde el lugar que elegí puedo vigilar los movimientos de todos estos idiotas.

Luego de que el profesor pasara asistencia, saqué mis cosas de mi mochila, como nunca fui del rosa no tuve que comprar nada nuevo.

La clase transcurrió tranquila, nada fuera de lo normal. Pude notar como el extencionado Asakura observaba a Mari, pero la pobre es, para mi suerte, tan despistada que no se dio cuenta.
Cuando por fin tocó la campana anunciando el primer receso, me acerque hasta ella.

- Vámonos, tengo hambre – Le dije y me dirigí a la salida.

- ¿Nos acompañaran? - y escuche su voz, definitivamente extranjera.

- ¿Podemos? - me pregunto con cara de cachorro.

- No - le dije y alcance a escuchar un "por favor" pero justo en ese momento choque con alguien - ouch! cuidado idiota - alcé la cabeza y vi unos hermosos ojos marrones, su mirada era penetrante pero gentil.

- Lo siento jiji - y rompió el encanto cuando abrió la boca, aunque aún así era lindo - veo que eres nuevo.

- Veo que tu cerebro funciona - no porque fuera lindo iba a ser amable - estorbas mi camino - el tonto estaba parado justo en el umbral de la puerta, su mirada de reproche me indico que esperaba una disculpa o algo - muévete y muere - (no podía dejar de poner esto)si como si fuera a obtener algo así de mí.

- ¿He? - vaya me topé con el antónimo de sherlock (n/a: buen insulto, lo voy a poner en práctica), rodé mis ojos.

- Solo muévete - lo empujé a un lado y le hice una seña a Mari para que me siguiera, mi cara no ha sido la mejor porque lo hizo sin reproches, o eso creí…

- Eso fue muy grosero - me dijo en voz baja una vez a mi lado, duh! Ese era el objetivo.

- Por eso lo hice - abrió los ojos - escucha Megan, no vinimos a hacer amigos, solo estamos un tiempo, estudiamos y luego nos vamos, ¿recuerdas?

- Si - fue más cortante de lo que me gustaría, seguimos hasta un puesto de golosinas, aún sentía su mirada de reproche.

- ¿Te compro algo? - Le dije señalando las golosinas.

- Ok! - ya se le pasó, en eso alguien se acercó a Mari, no le di importancia hasta que

- Hola preciosa, soy Hao Asakura, es un placer - el idiota extencionado hizo acto de presencia con su, seguro infalible, cara de galán - para ti por supuesto.

- Wow ¿eres "el" Hao Asakura? - pregunto mi hermana como si hubiese dicho que tenía la cura para el cáncer o algo.

- ¿Conoces algún otro, amor? - le guineo un ojo, ok suficiente.

- Pues espero que no, porque no creo que el techo de esta escuela aguante otro ego tan grande como el tuyo - le espeté de forma nada amable.

- Ah, hola cuñado!-¿perdón?

- ¿Perdón? - se rio burlonamente.

- Ya sabes, es cuando eres novio de la hermana de alguien - ambos miramos a Mari

- No sé de que habla - me dijo con las manos en alza como si la estuviera asaltando - lo juro - el abrió los ojos.

- Está bien Megan, te creo y tú - lo miré - piérdete antes de que te ahorque con tus propias extensiones.

- Eyy- se quejó - este cabello es todo mío, además no tienes la agallas - sonrió y abrazo a Mari por los hombros.

- Suficiente - y antes de lo notara tenía mi puño en su estómago, solo escuché un quejido y él se dobló - no te le acerques - y salí de ahí con Mari siguiéndome y muchas miradas sobre nosotras.

- ¿Crees que este bien? - ¿es en serio?

- ¿Parece que me importa?
Como no obtuve respuesta, la miré y pude notar como se había quedado mirando al cabeza de nuez magullada, la tomé del brazo y le dije al oído

- ¿No me digas que te gusta ese sujeto?! - le reproche y aunque no dijo nada su mirada fue la peor respuesta, es la misma mirada que usa cuando me meto en problemas - quien te entiende...-

Vi que el muy idiota me miraba y le decía algo a otros chicos, un cabeza de maseta azul, otro con un copete que por poco raya el techo y para mi sorpresa porque no crei que hubiese algún chico más cari-chica que yo, y eso que yo si soy chica, un muchacho de ojos y pelo verde. Todos ellos me miraban con reproche para variar, por... no lo sé, ya perdí la cuenta de cuantas veces me miraron así hoy. Aunque eso no fue lo que me sorprendió, junto a ellos estaban un enano cabeza de planetario, el cual no había visto por obvias razones y a un chico exactamente igual al extencionado pero con un corte de pelo ligeramente decente en comparación, este último me sonreía, ¿dónde vi esa sonrisa antes? supuse que eran gemelos lo cual me llevo a preguntarme:" ¿qué idiota, en su sano juicio, le sonríe a quien acaba de golpear a su hermano?"

- ¿Los viste? ellos son los gemelos Asakura, al que golpeaste se llama Hao y el otro es con el que chocaste en el salón, Yoh - me relato como si de una novela se tratara, así que era él - todos ellos son jugadores de football americano y son los más populares.

- Entonces...veo que te gusta ese tal Hao - le dije mientras caminábamos de regreso al salón pero otra vez no me dijo nada, cuando estuvimos junto a su pupitre le dije por lo bajo que iba a tratar de no desfigurarlo, lo cual en mi idioma significa que no lo golpearé más, por lo menos no hoy, ella sonrió y me fui a mi lugar.

Al llegar note que en el pupitre junto al mío había otra mochila, iba a preguntarme que hacia allí pero no fue necesario ya que ojitos sonriente se sentó junto a mí, lo miré e hice lo mismo.

- Hola- no lo miré - soy Yoh Asakura - me extendió la mano, la miré y lo miré a él, tenía esa estúpida sonrisa plasmada en su cara.

- No me interesa - y por el resto de la clase no lo volví a mirar, solo miraba el pizarrón, ocasionalmente a la profesora y al idiota de Hao tirándole notitas a Mari las cuales respondía sin problemas. Entre cada nota el muy hijo de su madre me echaba una mirada de mira-que-bien-nos-llevamos. Este será un laaaargo día.

Bueno aquí mi segundo Fic, es un universo alterno, como habrán notado, esta lleno de complicaciones y sorpresas.

Espero que sea de su agrado!

Bssssss y espero reviews!