Finalmente, tras una larga carrera hasta la tienda de videojuegos más cercana... nuestros protagonistas OC y de Fredoom Planet lograron encontrar su objetivo.

—¡Mira! Es Mizuki en la sección de Wii U.— exclamó Lilac sin muchas dificultades pues estaba acostumbrada a correr.

—¡G-Genial!— decía dificultosamente nuestro desafortunado protagonista de los principios y finales al estar cansado de correr por tanto tiempo.

Tanto Neko como Lilac se acercaron a la sección de Wii U del local para verificar que era Mizuki, quien lleva pérdida varios capítulos, la que estaba parada viendo los videojuegos.

—¡Mizuki!— Exclamó Neko llamando la atención de la joven.

—¿Neko?— preguntó sorprendida la joven de cabellos rosas.

Al verificar que era la chica canina que buscaban, rápidamente fueron a abrazarla.

—¿Qué hacías en este lugar teniéndome tan preocupado?— preguntó Neko tratando de no soltar lágrimas de alegría.

—Nos tenías muy preocupados, Mizuki.— comentaba la chica dragón.

—Pues verán...— decía mientras tanto Neko como Mizuki se apartaban un poco para dejar de abrazarla. —Me sentí muy mal tras haber golpeado a Neko aquella vez. Y no quería verlo pues pensaba que estaba enfadado conmigo...— mencionaba cabizbaja la joven de cabello largo.

—Para que lo sepas, si que estoy molesto contigo...— declaró el pelinegro, haciendo sentir culpable a Mizuki de su enojo. El rostro de Neko mostraba lo serio que estaba en ese momento. —Pero no por aquella vez con lo del monitor y mi máquina infernal... sino por no desaparecer así por así, ¿sabes lo histérico que estuve todo esté tiempo?—

—Lo siento.— comentaba Mizuki arrepentida de su proceder.

—Pero ya no más. Ahora estoy feliz de encontrarte otra vez.— comentaba Neko mientras sonreía cariñosamente y le sobaba la cabeza a Mizuki.

—Prometenos que nunca más harás eso.— comentaba Lilac quien también estaba preocupada.

—Esta bien, ya nunca lo haré. Sólo lo hice para conseguir un juego para Neko pues pensaba que de esta manera me perdonaría.—

—Tonta... El perdón no lo puedes comprar.— comentaba Neko sintiéndose feliz de que Mizuki se esforzara por hacer algo de esa categoría. —Lo que importa es pedir perdón y la intención de hacer las paces con el otro implicado.—

—Neko...— Mizuki se sentía feliz de que Neko no estuviera enojado con ella, siempre habían sido amigos y lo seguirían siendo, por lo que aprender a perdonar era algo esencial en su vida.

—Ahora, que ya terminó todo esté asunto de la desaparición...— comentaba Lilac al ver que la escena estaba yendo por otro rumbo que no le agrada mucho... —¿Qué juego ibas a conseguir?—

—Zelda Breath of the Wild.— dijo casi automáticamente.

—¿En serio?— pregunto Neko emocionado.

—Si. Pero como tardé tanto en decidir que iba a hacer para que me perdonarás... se terminaron acabando las copias del juego en esta y otras tiendas donde pase a preguntar.—

—Como dije antes: Lo que importa es la intención. Además, no te preocupes por ello, he descubierto una manera de conseguir ese y otros títulos fácilmente y más baratos.— comentaba Neko sin importarle el no haber conseguido el juego que el mismo amaba desde el momento en que vio el primer tráiler del mismo.

—Por lo pronto, vamos a casa de Neko.— comentaba Lilac. —Los lectores quieren volver a leer lo que sigue del fanfic.—

—Es cierto. Amigos, aquí el siguiente capítulo del fic, DISFRUTENLO.— Dijo Neko a ustedes como lectores.


CAPÍTULO 14: SED DE PODER

El día apenas estaba comenzando... El sol empezaba a dar sus generosos rayos de calor al lugar... Muchas personas aún estaban descansando en la comodidad de sus hogares, algunos aún dormidos, otros empezando su rutina diaria... Pero todo ese bello amanecer quedaría opacado con la contienda que se llevaría a cabo dentro de unos instantes en un edificio en construcción de la ciudad.

Red había encontrado a Gold gracias a su Staraptor quien había seguido de cerca al joven entrenador a pesar de que era de noche... todo debido al riguroso entrenamiento que había recibido tiempo atrás en la oscuridad total del bosque.

—Pero... pero como...— trataba de preguntar Gold en su asombro. Pero Red le interrumpió de hacerlo.

—Si quieres saber cómo te encontré ahórrate tus palabras... No necesitas saberlo.— Le habló directamente al Gold quien solo guardó silencio al escuchar la respuesta que esperaba. —Te lo preguntaré una vez más antes de hacer cualquier cosa, ¿Te unirás a mí?—

Ahora nuevamente estaba aquella pregunta de la cual, la respuesta que diera, podría significar la vida o la muerte.

Pasaron unos segundos y Gold aún no respondía nada. Parecía mantener silencio aunque ya tenía una respuesta clara en su mente. Pero se mantenía callado posiblemente para ganar tiempo y pensar en alguna manera de zafarse de Red.

—Y bien, ¿Cual es tu respuesta?— preguntó nuevamente Red.

—Ya te respondí anteriormente con mis acciones. No quiero formar parte alguna de lo que quieres hacer.— Respondió sin vacilar y casi instantáneamente tras la pregunta.

—Veo que aunque has crecido sigues siendo el mismo Gold que conocí hace años... Siempre tan imprudente.— comenzaba a hablar Red con un rostro que mostraba decepción y alegría a la vez.— Sabes cuál es la mejor decisión y sin embargo huyes de esta para seguir el camino que te has trazado, sin duda algo admirable pero estúpido.—

—Lo mismo te digo.—

—Por favor, no me compares a ti... Yo no soy como crees y te aseguro que te arrepentirás de tomar esta decisión.—

Red lentamente saco una pokebola de su cinturón y envío a uno de sus pokémon al combate inminente. La expresión de su rostro dejó de mostrar decepción y solo mostraba una fría mirada junto a una sonrisa desquiciante.

—Vamos, tienes que luchar y mostrarme lo equivocado que estoy.— hablaba Red.

—Red, estas demente...— decía Gold mientras veía el rostro de su adversario y de cómo este tenía esa horrible sonrisa de maníaco. —¡Debes detenerte y recapacitar! La sed de venganza y poder se están apoderando de ti...—

—No es que no lo haya notado, es grandioso disfrutar de este poder que he alcanzado tras tantos años de esfuerzo... Y me encantaría que lo puedas experimentar con tu propio cuerpo.— mencionaba Red justo antes de empezar a reír exageradamente.

Gold quería que aquello fuera un sueño, una simple pesadilla... Lamentablemente no era así, y tuvo que aceptar la pérdida de su amigo, el cual se había transformado en un loco que ansiaba demostrar lo fuerte que era con sus pokémon. No podía simplemente evitarlo, por lo que tomó una de sus pokebolas y la lanzó para dar inicio al combate que era inminente; en esta ocasión envío a su querido amigo Typhlosion de mote (o nombre) Explotaro.

Red hizo lo mismo, lanzó la pokebola y mando al campo de batalla a su Aerodactyl llamado Aero el cual por cierto era variocolor (Shiny, brillante)...

Gold al ver que Aero era la elección de Red chasqueo la boca debido a la desventaja de tipo que tenía Explotaro en ese momento...

—Si estás pensando en cambiar a tu Typhlosion por otro de tus pokémon lo puedes hacer, yo mantendré a Aero en el campo de batalla pero te informo que no habrá diferencia alguna en el resultado final...— dijo Red mientras su mirada sería acompañada de una sonrisa le infundaba cierto temor a su contrincante.

Gold decidió no hacerle caso a Red y mantener a Explotaro en el campo de batalla, y sabiendo que Aerodactyl era de tipo Volador/Roca tenía un as bajo la manga... por lo tanto negó la oportunidad de cambiar otro pokémon, dando inicio a está batalla.

—Vamos Explotaro, utiliza "Lanzallamas".— Dio la primera orden Gold para empezar a ganar tiempo y empezar con su plan.

—"Lanzallamas" también.— ordenó Red para bloquear el ataque rival.

Justo cuando el Aerodactyl de Red estaba ocupado deteniendo el lanzallamas de Explotaro, le ordenó a este que realizará un segundo movimiento.

—No le demos ni un respiro Explotaro, utiliza "Rizo defensa" seguido de "Desenrollar"—

Typhlosion obedeció y aumentó su defensa física al enroscar su cuerpo como pelota, para luego empezar a girar sobre si mismo tomando impulso y velocidad para atacar al Aerodactyl rival, y debido a la velocidad con la que había ejecutado tales acciones no dio oportunidad a que su objetivo pudiera siquiera reaccionar propiciandole un buen golpe.

A Red no le sorprendió ver aquella técnica que, en principio, era simple de ejecutar y a la vez era letal para el objetivo si este no podía esquivar o evadir de alguna forma al rival. Y en el momento en que vio que un segundo golpe de dirigía a su Pokémon se le ocurrió una forma para detener ese molesto ataque.

—Aero, resiste su ataque y luego utiliza "Terremoto".— dijo Red al ver que sería imposible esquivar el siguiente ataque debido a que Explotaro era bastante más rápido de lo que esperaba.

Gold tras escuchar aquello se preocupó por la desventaja que eso implicaba para Explotaro al ser de tipo Fuego. Pero una vez iniciado el ataque "Desenrollar" no podía detenerlo tan fácilmente...

Aero recibió el ataque del rival y a pesar de haber sufrido bastante daño, casi instantáneamente después de ser golpeado voló unos 10 metros sobre el aire y luego calló con gran fuerza sobre el suelo provocando que este empezara a temblar y desquebrajarse rápidamente...

Explotaro al seguir ejecutando su anterior ataque no pudo hacer mucho por evitar aquel devastador terremoto y sufrir muchísimo daño e inclusive tuvo que dejar de rodar detuviendo la cadena de ataques que llevaba.

—¡Explotaro! ¡Resiste!— exclamó Gold al observar como su pokémon caía al suelo muy malherido.

Utilizando sus últimas fuerzas, Explotaro logró ponerse de pie...

—Esto es emocionante... siendo un tipo Fuego logró soportar un ataque como Terremoto y aún tener fuerzas para seguir de pie...— habló Red mientras reía por aquello. —Sin duda, emocionante.—

—No le veo lo divertido...— comentó Gold al ver que Red sonreía de una manera extraña. —Queria finalizar esto rápidamente pero veo que no me lo permitirás...—

—Por supuesto que no. Por estos lares no hay entrenadores muy fuertes, y tú eres uno de los primeros en durar más de un ataque de Aero. Sin duda, deberías estar orgulloso de eso, pero créeme... no es que sea bueno del todo.—

—Pst... ¿Como...? ¿Cómo has podido convertirte en una persona tan vil, Red?— preguntó Gold para ganar más tiempo y de esta manera hacer que Explotaro se recuperara un poco para siquiera estabilizarse. —Desear tener una buena y emocionante batalla no está mal... pero tú... tu no quieres eso, lo que quieres es simplemente humillar a tus rivales y vencer a sus pokémon... Cada vez más empiezas a desagradarme más, Red... Te has vuelto una bestia sin corazón.—

—Gracias por el cumplido.— agradeció Red mientras se preparaba para hacer su siguiente jugada.

Explotaro ya estaba de pie y aunque ya estaba bastante agotado tras haber recibido un solo ataque de Aerodactyl, todavía tenía fuerzas para pelear. Y en cierta manera Aero también tenía heridas aunque no tan graves como los de Explotaro...

—¡ES HORA DE ACABAR CON ESTO!— gritaron ambos señalando al pokémon rival y ordenaron utilizar todo su poder en el siguiente ataque.

MANSIÓN KETCHUM. HORA APROXIMADA 8:00.

Nuevamente regresamos con nuestro cansado protagonista y sus amigos, los cuales están todos disfrutando del desayuno que Delia ha preparado con ayuda de Cilan quien insistió enormemente en poder participar y poner a prueba por milésima, según él, su platillo de huevos de Pidgey (no fertilizados) para deleite de sus amigos en esta ocasión.

Se puede decir que era la primera vez en mucho tiempo que tenían un desayuno tan animado todos los presentes, pues no todos los días podían siquiera imaginarse que desayunarían más de 10 personas y amigos que hicieron hace ya varios años.

Las conversaciones y las risas no podían faltar ante aquel enorme comedor de la mansión; algunos de ellos relataron su historia antes de conocer a Ash o a alguno de los presentes, otros relataban algunas historias de sus planes actuales y futuros... Ninguno de los presentes dejo aquella gran mesa del comedor sin haber relatado algo de su vida, por supuesto, nadie estaba obligado a hablar sobre su vida o sus pasatiempos, pero al ser un ambiente tan acogedor y amistoso.

Tras aquel largo y delicioso desayuno pasaron unas horas y algunos empezaron a hacer planes para el dia, como lo fue en el caso de Clemont que no sabía qué inventar... otros ya tenían planes concretos como lo era Iris quien tenía ganas de investigar sobre algunos pokémon tipo hielo que habitarán por la región y no era porque quisiera capturar uno precisamente sino era un asunto algo más personal... Otros como Brock que no tenían planes concretos se dedicaron a hacer lo que siempre hacian de costumbre, y como era de suponerse de Brock no tardó en ir a buscar alguien que llenase por completo su corazón del amor que siempre necesitó.

Entre quienes tenían ya planes hechos se encontraba Roxie quien quería ir con Ash por la ciudad para dar un paseo... aunque como era de suponerse, ella aún no se lo había dicho a Ash debido a que sentía nervios de siquiera intentarlo...

Realmente ella quería hacerlo, pero su lado propia personalidad le daba pánico a ella al no saber cómo reaccionar realmente cuando eso ocurriera. Es cierto que había interpretado papeles en Pokewood pero al fin y al cabo era únicamente actuación y algunas veces con actores de pacotilla, según ella, que en algun momento de la actuación quisieron pasarse de listos con ella.

Pero en esta ocasión no era una actuación o algo que podía fingir y ya... era algo que realmente quería y deseaba con la persona de la cual estaba enamorada... Roxie se hallaba en su habitación suspirando al no tener el suficiente valor para hacerlo, su mente le decía que si tenía que intentarlo mientras que su cuerpo se estremecía al solo pensarlo. Estaba enojada y frustrada consigo misma al no poder siquiera pedirle a Ash que fueran de paseo o algo así por el estilo.

Para la suerte o mala suerte, tenía alguien que si sabía de sus sentimientos por el joven entrenador de ojos chocolate; y constantemente era esa persona la que le mandaba mensajes telefónicos para, en algunos casos animarla a hacer una determinada acción que demostrará sus sentimientos por el actual campeón de Kanto como para mandarle un mensaje que simplemente irritara a la roquera nomás verlo... y en aquella ocasión no era la excepción pues en ese preciso momento le envío un mensaje...

-Bien pequeña diva del rock, hoy es el día en que tienes que entregarte completamente a Ash- fue el mensaje que recibió Roxie en esos momentos.

-Hoy no estoy de humor para soportar tus cosas...- contestó al mensaje esperando que su destinatario comprendiera y la dejara en paz.

-¿Alguna vez has estado de buen humor para empezar?- fue la respuesta que obtuvo, la cual hizo que se irritara de tan solo verla en la pantalla de su teléfono.

-Siempre consigues enojarme.-

-Pero eso cualquiera lo puede hacer... pero no es por eso que te escribo, ya sabes para qué lo hago.-

-Si, si, si... Ya se para que es... Y eso es lo que me preocupa por culpa de tus ideas.-

-Tranquila, es algo muy simple en esta ocasión, tanto que una chica tan Tsundere como tú lo podría hacer.-

-No soy Tsundere.- le escribió algo molesta.

-Solo sigue mi plan y tú lado Tsundere lo amará.-

-Que no soy Tsundere.- nuevamente le explicó.

-Solo tienes que decirle algo que necesitas algún accesorio para tu guitarra y no sabes dónde conseguirlo, es probable que él tampoco lo sepa pero es allí donde lo invitas a que te ayude a buscar alguna tienda donde puedan conseguirse cosas de música.-

-Es la primera vez que escucho una idea que no tiene nada que ver con lencería o trajes de baño.- escribió algo sorprendida de que la idea fuera muy básica y simple.

-Bueno, ese es el plan que puedes seguir, solo que en vez de ir directo a un lugar de música, hacen algunas paradas por allí para algo más casual. De ti depende que salga bien.-

-Gracias Elesa, no se que haría sin ti.-

-De nada Roxie, puedes contar conmigo.- Fue el último mensaje que recibió en esos momentos.

Roxie no es la chica más expresiva del mundo, fue un milagro que Elesa se enterará de que le gustaba Ash pues fue casualidad que encontró una partitura con la letra de una canción en la cual se expresaba un amor no correspondido de una chica a un chico de ojos cafe. Y con esas simples pistas descubrió de quién se trataba, incluso habiendo tantos hombres con ojos de ese mismo color en el mundo. Desde entonces siempre la molesta enviándole mensajes de texto donde la incita a acercarse más a Ash.

Roxie en esos momentos veía su teléfono que aún tenía sobre la mano, y en cierta manera agradecía tener a Elesa dándole ánimo para relacionarse con Ash. Si no hubiese sido por Elesa, ella no estaría en Kanto en estos momentos esforzándose por decirle a Ash sus sentimientos hacia él.

*Puede que al final sí fue bueno que descubriera mis sentimientos por Ash.* pensaba Roxie mientras aún veía su teléfono.

En eso recibe otro mensaje el cual ella revisa rápidamente.

-¡Tu puedes pequeña Tsundere!- era el mensaje que recibió de Elesa.

Roxie arrojó el teléfono contra la cama tan fuerte como pudo debido a que detestaba que le dijeran algo que tuviera que ver con su estatura, además de que odia que le digan Tsundere.

*Pensándolo mejor... Ojalá nunca se hubiera enterado de nada...* pensaba mientras salía de su habitación tras haber lanzado el teléfono con cierto enojo.

Ciertamente ahora Roxie tenía una idea para tratar de acercarse a Ash de una manera sutil pero efectiva. Solo tenía que dejar a un lado su timidez e intentar que él la acompañara para poner en marcha su plan.

Se decidió de una vez por todas y fue directamente hacia donde se encontraba Ash en esos momentos, en el campo de batalla que se había improvisado en el jardín trasero de la mansión. En esos momentos estaba entrenando con Pikachu, y no había nadie más en los alrededores... era la ocasión perfecta para hacerlo.

Decidida a más no poder, se armó de valor y se dirigió hacia Ash quien animaba a Pikachu.

—Bien Pikachu, tu técnica sigue mejorando con el tiempo.— se escuchaba a Ash felicitando a su pokémon.

—(Aun tengo que mejorar más)— le contestaba Pikachu, y como sabemos, únicamente Ash le entendía.

Justo cuando Pikachu se subió al hombro de Ash, fue cuando Roxie actuó.

—¿Entrenando como siempre?— preguntó Roxie tratando de actuar como siempre lo hacía, lo cual lograba debido a su historial de actriz.

—Pues si, ya que no tengo planes para el día de hoy y al parecer a todos les ha dado por hacer algo por su propia cuenta.— le respondió Ash quien acariciaba a Pikachu en esos momentos.

—¿En serio?—

—Si, cada quien se fue por su lado el día de hoy... o al menos eso me imagino pero seguramente hay alguien más sin nada que hacer como es mi caso.— contestó Ash aceptando que en ese momento no tenía nada que hacer.

—¿Qué te parece si me acompañas un rato?— preguntó Roxie preparada para seguir su plan.

—¿Mmmm? ¿A dónde?—

—Queria dar una vuelta por el área y ver si hay un alguna tienda de música en el pueblo.—

—De acuerdo. Me parece buena idea.— asintió Ash rápidamente.

Se podría decir que todo está preparado para el éxito de la misión porque prácticamente la cosa más difícil ya había pasado, la cual era invitar a Ash... pero en el caso de Roxie era todo lo contrario, la parte difícil no era precisamente invitar a Ash, sino lo que vendría a continuación puesto que sus nervios ya le jugaron anteriormente una mala pasada (cuando casi se confiesa abiertamente a Ash en presencia de las demás chicas) y teme que nuevamente le ocurra algo similar.

Ash entró a su casa para ponerse unos zapatos más cómodos que los que tenía y de paso tomar su Pokédex y una gorra pues en casa no era necesario que la tuviera puesta siempre. Y no le tomó ni 5 minutos en regresar para acompañar a Roxie e ir de paseo por Pueblo Paleta.

Cómo era de esperarse, Ashley ya estaba al tanto de la cita que tendrían su padre y Roxie, pues como buena acechadora que es siempre tenía el ojo puesto en cualquier chica que se le acerca a su padre.

—Finalmente hay una que se ha animado.— comentó para sí misma al ver cómo se alejaban sus "presas" desde una de las ventanas del segundo piso. —En esta ocasión no tengo porqué interferir, algo tan simple como un paseo no puede salir mal.— tras decir eso, dio medio giro y se dirigió a su habitación.

CIUDAD VERDE. EDIFICIO ABANDONADO. HORA APROXIMADA 7:50.

Volvemos un poco en el tiempo para ver con detenimiento la batalla entre Red y Gold que era intensa a más no poder. Las técnicas y habilidades que habían aprendido los pokémon de ambos entrenadores era admirable; era una batalla en la cual pocos quisieran estar, pues se notaba la ferocidad con la que cada ataque impactaba en el oponente con tal de debilitarlo.

Lamentablemente para Gold, era su rival el que llevaba las de ganar desde hacía unos momentos... Pues para estos momentos ya había perdido a cuatro de sus pokémon que llevaba... quien estaba en el campo de batalla en estos momentos era Hamutaro quien era un Dedenne que le regalaron desde que era un huevo.

Y en el caso de Red, solo había perdido a dos de sus pokémon. Y en el campo de batalla tenía a un Hydreigon que capturó hace ya algunos años, lo acababa de mandar al campo de batalla pues había perdido a su segundo pokémon con el pequeño Dedenne de Gold.

Nuevamente aunque Gold tenía la ventaja de tipo en este combate, no podía confiarse y permitir otra baja en su equipo. Aún no había batallado contra Pika y no sabía que otro pokémon tenía Red además de su Staraptor quien aún no había salido al batallar para entonces.

A pesar de estar en clara desventaja, Gold intentaba hacer que Red recuperara la cordura y que dejase todo ese asunto de venganza. Por ese motivo aún no se daba por vencido en tratar de derrotar a Red.

—¡TE LO REPITO OTRA VEZ RED!— le hablo fuerte y claro. —¡OLVIDA TODO ESE ASUNTO Y VOLVAMOS A SER AMIGOS!— suplicaba Gold que eso pasara.

—¡QUE PARTE DE NO AUN NO ENTIENDES CABEZA HUECA!— contestó Red ya cansado y aburrido de escuchar eso una y otra vez. —NO PIENSO OLVIDAR NI TAMPOCO ME INTERESA TENER UN AMIGO TAN COBARDE COMO TU.—

—Red...— dijo a lo bajo Gold algo decepcionado de que nada de lo que intentase tuviera efecto en Red. Pareciera que toda esperanza que aún albergaba dentro de sí se había esfumado, sabía que no podría hacer recapacitar a Red en estos momentos. —De acuerdo, si eso es lo que quieres.— comentó de manera calmada pero firme, y dirigió sus palabras a Hamutaro. —Hamutaro utiliza "Voltio cambio".—

Red no se quedó esperando el ataque y ordenó a Hydreigon que atacara.

—"Dragoaliento"— fue el ataque que ordenó.

Dedenne había lanzado su ataque poco antes de que Hydreigon utilizará Dragoaliento, aún así no logro conectar con el objetivo debido a que el Dragoaliento de Hydreigon detuvo el Voltio Cambio... aún así, el efecto que producía Voltio cambio hizo efecto y Dedenne fue reemplazado por el siguiente pokémon de Gold en un instante. Para desgracia de Red, el último pokémon de Gold era un Glaceon.

Red chasqueo la boca al ver el pokémon de su rival... contaba con una fuerte ventaja además de que se veía más fuerte que Dedenne...

—Si piensas que serás capaz de derrotarme por ventaja de tipo será mejor que lo reconcideres.— dijo Red un tanto confiado.

—No dependo de únicamente eso.— se limitó a responderle Gold.

—Eso me agrada.— comentó Red. —No resultase ser tan aburrido como imaginé en un principio.— dijo Red sonriendo de satisfacción al estar teniendo una batalla que tras mucho tiempo no lo había entretenido tanto.

—No me interesa si es de tu agrado o no esta batalla.— contestó Gold.

—Y yo que pensaba que lo considerarías como un honor. En fin, ya me he entretenido mucho contigo... tengo otras cosas que hacer. Si quieres salir de esta situación te daré una oportunidad más a que te unas a mi y mis propósitos.—

—Ya te he dicho que no aceptaré tu estúpida propuesta.— contestó tratando de mantener la calma y no gritarle e incentivar más la ira de Red.

—Bien, si es así permíteme guiarte al mismísimo infierno.— dijo Red mientras dejaba de lado el pensamiento y la idea de que Gold lo ayudaría. Y se enfocaría directamente en ganar esa batalla y darle su merecido a Gold.

Red ordenó a Hydreigon que atacara con toda su fuerza utilizando "Golpe Roca" quien rápidamente se movió para debilitar a Glaceon. Gold no permitió que eso pasara y ordenó que se contrarrestara el ataque enemigo con "Ventisca" a lo cual Glaceon obedeció casi instantáneamente.

El ataque de Hydreigon casi conecta con Glaceon pero la fuerte Ventisca que Glaceon creaba no le permitía seguir avanzando y conectar el golpe, además estaba sufriendo bastante daño.

—¡VAMOS HYDREIGON, DEMUÉSTRALE A ESA ESCORIA SU POSICIÓN!— gritó Red para echar presión a Hydreigon y de esta manera forzarlo a que pusiera aún más empeño.

Hydreigon intentaba sacar las fuerzas que aún le restaban para dar lugar al impacto contra Glaceon, y de poco en poco lograba avanzar.

—Eso no te lo permitiré, Glaceon aumenta la potencia.— dijo Gold, a lo cual su pokémon obedeció.

La ventisca de Glaceon echaba hacia atrás a Hydreigon quien poco a poco perdía terreno... Empezaba a sentir el fuerte efecto de la ventisca en su cuerpo...

—HYDREIGON, DEMUÉSTRALE QUE NO ERES COMO ÉL. DEMUÉSTRALE QUE ERES EL MEJOR.— Nuevamente daba ánimo Red a su pokémon.

Hydreigon hizo un último esfuerzo ahora utilizando sus fuerzas al límite, y al utilizarlas de esta manera, a pesar de la fuerte Ventisca y lo debió que estaba, empezó a acercarse a Glaceon nuevamente y recuperando terreno rápidamente. En pocos segundos logró estar al alcance de Glaceon para poder propinarle aquel poderoso ataque que mandó a volar a Glaceon unos metros hacia atrás.

—¡GLACEON— gritó preocupado Gold al ver cómo tras el impacto, su pokémon se impactaba contra una de las paredes del lugar.

Hydreigon había quedado bastante debilitado pero todavía tenía fuerzas para seguir luchando lo cual hizo que su entrenador se sintiera poderoso y dominante.

El Glaceon de Gold a pesar de solo recibir aquel impacto había salido muy herido y debilitado. Casi no tenía ya fuerzas para siquiera estar de pie.

—Tomotaro... ¿estas bien?— preguntó Gold al acercarse a inspeccionar a su Glaceon.

Tomotaro se puso de pie con algo de dificultad pero le contestó afirmativamente de que aún podía seguir luchando.

*¿Cómo es posible? Solo ha sido un único golpe el que nos ha dado y Tomotaro tiene heridas más graves que Hydreigon...* pensaba sorprendido Gold el cual se había quedado un tanto paralizado de la impresión que se había llevado al analizar bien la situación.

Al parecer, todo lo que Red había hablado de que quería ser el más fuerte no era tan solo una broma o algo que le resultará imposible de lograr... Ahora que Red estaba empeñado en ganar, Gold dudaba de que tuviera oportunidad de convencerlo o de evitar la batalla ya llegada ya esté punto, incluso si se rendia no le serviría para nada... muy probablemente Red seguiría atacandolo y a sus pokémon hasta que quedara satisfecho...

—No me digas que ya no quieres combatir... Si apenas hemos empezado.— se burlaba Red con aquella sonrisa que Gold empezaba a odiar.

La situación era desesperada para Gold pero aún así seguiría luchando para intentar convencer una última vez a Red, ya que sin importar si escapaba, terminaría encontrándose nuevamente con él... Este momento se convirtió en un todo o nada para Gold.

PUEBLO PALETA/CIUDAD PALETA. HORA APROXIMADA 11:00

Volvemos junto a nuestro protagonista Ash y su acompañante en esta ocasión, Roxie en lo que es un pequeño paseo por la Ciudad...

Anteriormente Pueblo Paleta no era más que un pequeño poblado de personas que disfrutaban de la vida cerca de la naturaleza y los pokémon, alejada de las típicas cosas de las grandes ciudades. Sus habitantes eran contados y por lo general todos se conocían en el vecindario. Pero eso poco a poco fue cambiando con el paso de los años debido al aumento de turistas que buscaban un lugar donde vivir en aquel tranquilo lugar alejado del bullicio de la ciudad. Cada año más y más personas visitaban el pueblo para asentarse en aquel lugar. Pero debido al aumento poblacional en la región, muchas plazas y mercados no se daban a basto porque no estaban diseñadas para tantas personas, y a causa de eso tuvieron que renovarse y modernizarse tal como lo estaban otros puestos similares en las grandes ciudades. A raíz del creciente negocio que se empezó a formar y el aumento de la población, el pequeño pueblo que antes era conocido como un lugar tranquilo y relajante se había empezado a acabar con el tiempo. Aún así, la ciudad que hay en Pueblo Paleta, es relativamente pequeña comparada al tamaño de la proporción total de territorio del lugar, lo que indica que aún es muy pequeña para ser reconocida como tal. Aún así, no se puede decir que el tranquilo Pueblo Paleta ya contaba con muchos locales y negocios de los cuales antes no gozaba o no se veían necesarios de tener.

En fin, volviendo con nuestros protagonistas, ambos caminaban sin un rumbo fijo por la ciudad... Ambos estaban en silencio desde hacía ya unos momentos, pues ya llevaban casi una hora caminando sin resultado alguno. Para Roxie, el momento más incómodo que tenía era ahora, ya que aunque había logrado el primer objetivo, no sabía cómo seguir avanzando llegado este punto, además de que la conversación había muerto al no saber de qué hablar.

Invitar a alguien a salir puede hacerse fácilmente; ahora bien, dependiendo el motivo por el que se haga puede resultar fácil o difícil lo que sigue. Porque no es lo mismo invitar a un amigo o familiar a pasear por diversión y ser uno mismo sin temor a algo... que invitar a la persona que te gusta y tener cierto temor de lo que la otra persona pensará de ti dependiendo lo que hagas. Y eso mismo ocupaba los pensamientos de Roxie, pues estaba más pendiente de lo que Ash podría pensar de ella que en ser ella misma.

*¿Ahora que hago?* se preguntaba... *Por un lado, si sigo hablando de música nunca llegaré a algo y pensará que solo eso me importa... pero si soy demasiado directa puede que piense mal de mí, incluso si es Ash creo que cualquiera pensaría así...*

Tras estar pensando bien la situación, soltó un leve suspiro de resignación... lo cual Ash notó.

—¿Ocurre algo Roxie?— preguntó a su amiga de cabellos blancos, sin detener la marcha. —Podemos descansar si lo prefieres.— dijo pensando que el trayecto la había agotado pues ya llevaban un buen rato dando vueltas por los alrededores.

—No, no es eso.— respondió Roxie. —No te preocupes, no es nada.—

—¿Segura?— nuevamente preguntó Ash. —Dices eso, pero tu expresión dice algo diferente.— comentó.

—¿Mi expresión?—

—Si, desde hace unos momentos tienes una expresión de angustia en tu rostro.—

—Bueno, es que...— decía Roxie mientras detenía su andar y volteaba la mirada, pues no le podía decir simplemente que le preocupaba que opinaba él de ella...

—No tienes que decírmelo si no quieres.— comentó Ash preocupado de haberse metido en algo que no le correspondía saber, e igualmente detuvo su marcha y giro sobre su hombro para ver hacia Roxie. —Pero si hay algo en lo que pueda ayudar puedes confiar en mí.— dijo sonriendo cálidamente.

Roxie se sonrojo un poco al ver la expresión genuina de Ash y puede que el respeto que Ash mostró a su privacidad también jugará un factor clave, solo mantuvo un poco de silencio hasta que respondió.

—Gracias.— fue lo único que respondió.

Roxie se dio cuenta que pensar demasiado en lo que la otra persona podría pensar de uno no la llevaría a ningún lado, al contrario, era contraproducente. Por eso mismo sacó la esa idea de su mente y prefirió que fuera lo que fuera que Ash pensara de ella no importaría, pues ella trataría de llegar a su corazón sin importar que.

—Ahora te has puesto algo roja...— comentó Ash. Podía identificar muchas cosas, pero todo sentimiento que tuviera que ver con el amor y similar quedaba fuera de sus límites... —¿No será por demasiado tiempo bajo el sol?—

—¿Eh?— dijo Roxie antes de percatarse de su notorio sonrojo, pues incluso sentía caliente el rostro debido a eso. —No, no es nada enserio.— dijo dándose media vuelta para alejar la mirada de Ash.

—De acuerdo, pero creo que deberíamos tomarnos un descanso. Hasta el momento no hemos encontrado nada que tenga que ver con música en el pueblo...—

—Tienes razón en eso.—

Ash buscó con la mirada algún lugar donde pudieran sentarse a descansar y casualmente vio un local que tenía sillas y mesas con una especie de sombrilla gigante encima en la parte exterior del establecimiento.

—Ya se. Vamos hacia allá y descansemos un poco, de paso podemos beber algo.— comentó Ash.

—Me parece buena idea.— le contestó Roxie ya más tranquila.

Tras caminar hasta el local, tomaron asiento en una de las mesas y en unos pocos segundos un hombre de traje negro y camisa blanca se les acercó.

—Buenos días ¿En que podemos servirle?— preguntó amablemente el señor.

Está pregunta tomó desprevenidos a ambos pues no se habían dado cuenta de la presencia de este señor anteriormente.

—Disculpe si los tomé por sorpresa. Bienvenidos al Restaurante Paleta, seré su camarero en esta ocasión y será un placer atenderles en lo que deseen ordenar.— Siguió hablando amablemente el señor que era el camarero del local. —Pueden ver el menú si gustan, y en unos minutos vuelvo.— dijo antes de retirarse a atender otros clientes.

—Ni siquiera sabía que era un restaurante...— comentó Ash mientras una gota anime se deslizaba por su cabeza.

—No he visto el cartel con el nombre del restaurante, por eso me pareció extraño...— dijo Roxie.

—Pues ya que estamos aquí, ordenemos algo para refrescarnos y nos vamos.— sugirió nuestro protagonista. —Yo invito.—

—No tienes porque molestarte.— respondió Roxie.

—Vamos, no es ninguna molestia. Además, quisiera probar los Parfait de frutas que se ve delicioso.— decía mientras veía el menú de postres. —¿Tu que quieres?—

—Si insistes...— comentó antes de ver el menú también para elegir algo. —Creo que igualmente un Parfait...—

Unos segundos después apareció el camarero quien tomó sus órdenes y les llevó al cabo de uno o dos minutos los Parfait que solicitaron.

Con el calor que tenían debido a estar caminando por varios minutos bajo el sol, aquellos Parfait no duraron mucho una vez que estuvieron en sus manos. Y tras haber pagado la cuenta y retirarse del local ya más frescos, prosiguieron su búsqueda sin muchos resultados, sin embargo eso no detuvo la animadora plática que tuvieron por el trayecto.

Finalmente dieron finalizada la búsqueda tras buscar en todo lugar sin resultado alguno...

—Pues parece ser que no hay mucho interés en la música por estos lares...— comentó Ash.

—Tal parece que así es...— le siguió Roxie.

—Aunque buscamos por todos lados no encontramos nada. Disculpa que encontrásemos lo que querías.—

—No te preocupes, me pareció divertido el recorrido.— comentaba Roxie con una sonrisa.

—Si, si fue entretenido dar un paseo...— dijo Ash sintiéndose tranquilo de que al menos su amiga pudo disfrutar del paseo. —En fin, creo que es hora de regresar a casa.— Y tras la sugerencia, ambos empezaron a caminar rumbo a la casa de Ash.

Al momento de llegar, Roxie le agradeció su compañía y se dirigió hacia su habitación con una sonrisa en su rostro. Realmente le gustaba estar con Ash en especial a solas, y sin poder evitarlo, sus sentimientos hacia él brotaban naturalmente, cosa que si alguien más estuviera presente no demostraría por vergüenza. Y en estos momentos, Roxie suspiraba de felicidad, si alguien la veía en ese preciso momento podría jurar que esa no era Roxie pues no lo parecía.

*¡QUÉ FELICIDAD!* Pensaba mientras se caminaba hacia su habitación. *Nada podrá arruinarle mi humor.* seguía pensando.

Pero lamentablemente fue demasiado rápida aquella afirmación. Pues accidentalmente Brock la embistió tras estar corriendo de Croagunk que quería atacarlo con un Piquete venenoso por quererse pasar de listo con una señorita que conoció hace unos momentos, y fue completamente accidental pues no la había visto al estar más pendiente de Croagunk que en ver hacia adelante.

—Ay ay mi cabeza.— decía Brock en el suelo mientras se tocaba la cabeza tras el impacto contra Roxie, el cual hizo que él tropezara. Veía hacia el suelo en esos momentos, y poco a poco levantaba la vista solo para ver a Roxie quien estaba levantándose del suelo mientras lo veía furiosa.

—¡¿ACASO NO HAY DÍA QUE ME HAGAS ENFADAR?!— Exclamó Roxie quien se puso de pie y tomó el objeto más cercano que tenía, a saber una escoba, y la utilizó como bate para propinarle un golpe en toda la cara a Brock.

—¡TE MALDIGO ARCEUS!— gritó Brock antes de recibir aquel golpe. Y no hace falta añadir que aquel gritó hizo volar a todo pokémon volador de un radio de 100 metros a la redonda...

Croagunk se limitó a ver la escena y luego se fue del lugar sin hacer algo más... posiblemente pensaba que un solo golpe de Roxie más que suficiente incluso para su dueño. Pero juró para sí mismo, que la próxima vez no sentirá piedad aunque sea Roxie quien le pegue.

CIUDAD VERDE, EDIFICIO ABANDONADO. HORA APROXIMADA 8:30.

Nuevamente nos volvemos a hace unas horas atrás para ver el resultado de la batalla de Red y Gold. Únicamente para descubrir al ganador de aquel enfrentamiento... Red.

El Hydreigon de Red ganó contra Glaceon pero fue derrotado por Dedenne y este a su vez fue derrotado por Staraptor... con eso se decidió al ganador de aquel combate, que lamentablemente había salido victorioso el ambicioso Red.

Gold no pudo hacer más que rendirse al ver caer a su último pokémon, calló sobre sus rodillas y rostro viendo al suelo, sabía que era inútil huir por lo que ni siquiera lo intentó.

—¿Ves como eres débil y patético?— le hizo una pregunta retórica. —No tienes la fuerza suficiente para derrotarme, todo fue un intento desesperado por ganar algo que estabas destinado a perder.—

—Cierto... ¿Entonces ya que he perdido, qué me harás?— preguntó ya resignandose a tener escapatoria.

—Una mejor pregunta sería ¿Qué no te haré?— comentó Red antes de darle una patada en la cara a Gold.

Gold tras recibir el impacto incluso salió rodando por el suelo... y solo veía como la sombra de Red se acercaba a él.

—ESTO... ES... LO... QUE... TE... MERECES...— Y tras cada palabra que decía, Red le propinaba una patada en alguna parte del cuerpo a Gold. —Eres una porquería que no sirve para nada. COBARDE.—

—¡DETENTE POR FAVOR!— Gritaba suplicando Gold que su agonía de detuviera. Pero lejos de parar, Red le puso un pie pisoteandole la cabeza y ejercía presión para aumentar el dolor. Gold únicamente podía quejarse del dolor mientras intentaba desesperadamente levantar el pie de Red.

—BASTA. No más juegos de ahora en adelante. Dejé que la batalla prosiguiera para ver hasta que punto eras capaz de ceder ante la tentación, pero al final no me hiciste caso.—

—Nunca obedecería hacer algo que se que está mal.—

—¡CALLATEEE!— Gritó Red mientras consecutivamente levantaba su pie para luego aplastar con fuerza la cabeza de Gold.

Gold trataba de protegerse con las manos a como podía para evitar algunos golpes.

—Staraptor, es hora de irnos...— comentó Red a su pokémon ganador del combate... —Nos llevaremos a está peste y luego seguiremos el plan original.—

—Star star— respondió Staraptor afirmando que acataría las órdenes de su dueño.

—Y tu...— dijo refiriéndose a Gold. —Puede que me hallas hecho perder tiempo pero gracias a esto, ahora tengo dos rehenes para mí plan. Ash no se negará al desafío.—

Gold estaba herido, aunque no era mucho, sabía que si trataba de atacar o huir le iría peor... por eso solo se limitó a defenderse de los golpes de su ex-amigo. En esa misma mañana pensaba que todo saldría bien, pero se había equivocado, ahora no solo las cosas habían empeorado sino que había descubierto como la codicia y el deseo de poder podían corromper al cualquier persona...

Red levantó del cuello de la camisa a Gold y lo lanzó sobre la espalda de Staraptor, y le dio orden a este último de que se dirigiera a la base, que era por el momento aquella casa alquilada, y que le vería en un par de minutos.

—Tengo algo que hacer, mientras tanto, no dejes que nuestro nuevo rehén escape. Pika te ayudará en tu tarea por lo que no habrá ningún problema en mantenerlo bajo control.— comentó mientras sacaba a Pika de su pokebola y los enviaba a trabajar.

Staraptor llevaba sobre su espalda a Gold y Pika en dirección a la casa de alquiler... Mientras Red abandonaba aquel edificio y se dirigía en dirección opuesta...

¿QUÉ OTRA COSA PLANEA HACER RED? ¿CONSEGUIR MÁS REHENES? O ¿SERÁ OTRA COSA? POR OTRO LADO... ¿PODRÁ ASH DARSE CUENTA ALGUN DIA DE LOS SENTIMIENTOS ROMÁNTICOS DE SU ENTORNO? LO AVERIGUAREMOS MAS TARDE PORQUE ESTA HISTORIA CONTINUARA...


Neko, Mizuki y Lilac están de camino a casa de Neko después de todo lo sucedido últimamente... No está de más decir que están conversando llegado a este punto, pero como empiezo a narrar se dan cuenta de que ha terminado el capítulo.

—Bien amigos, como nuestro querido y molesto narrador ha dicho, el capítulo termina aquí.— comentaba Neko. —Si se preguntan por que la batalla entre Gold y Red es tan corta, es porque originalmente estaba planeada junto al capítulo anterior y no dejar mucho suspenso. Pero para no dejar más tiempo entre capítulo y capítulo lo subí antes de tiempo.—

—Se está poniendo interesante todo esta historia. Y la inminente batalla de Red contra Ash se acerca cada vez más.— hablaba Mizuki, quien se puso al día, hablando del escrito.

—Si, y no es un secreto o sorpresa pues muchos se lo veían venir desde hace tiempo.— decía Lilac.

—Si, pero ya verán cuando esté terminado el capítulo.— mencionaba Neko mientras se sentía todo un genio por sus ideas.

No tardaron mucho en llegar a casa de Neko pues ya estaban bastante cerca cuando nos los encontramos.

—Finalmente, hogar dulce hogar.— Decía Neko mientras veía felizmente su casa. —Finalmente podré descansar debido a tu culpa Mizuki.—

—En serio que no sabes lo que pase por ti...— respondió Mizuki algo molesta.

—¡Vamos! Es broma.— trataba de convencerla Neko. —Entremos y ordenamos un poco de Pizza para disfrutar los tres juntos, esta vez invito.

No hace falta decir que tras escuchar la palabra "Pizza" a ambas casi se le hacía agua la boca. Y eso Neko lo noto enseguida, por lo que procedió a abrir la puerta de su casa y pasar dentro junto a ellas. Pero poco se imaginaba que se toparía con un pequeño imprevisto.

—¡Oh~! ¡Hola chicos! ¿Qué cuentan?— Habló una chica medio genio recostada en el sofá de la sala de Neko...

—¡¿Shantae?!— dijeron sorprendidos Neko como Lilac quienes ya en el capítulo anterior la ayudaron.

—¿Shantae?— preguntó Mizuki mientras trataba de recordar donde había escuchado ese nombre anteriormente. —¿Que no es la protagonista de un juego de plataformas?—

—¡La misma!— comentó dulcemente Shantae ya puesta de pie.

—¿Que no habías vuelto a tu casa?— preguntó Neko.

—Es una larga historia... en realidad no... pero para resumir la cantaré.— mencionaba Shantae mientras se ponía unas gafas de sol oscuras y una cadena dorada como collar, además cabe recalcar que ambas cosas eran de Neko.

Y esta es mi historia presten atención,

de como mi vida se transformó,

cambio de arriba a abajo lo que nunca pensé

y de cómo dejé de ser la genio guardián.

—¿Acaso es...?— quería preguntar Mizuki pero Neko interrumpió.

—Si, si lo es... Está cantando con el ritmo del Príncipe del Rap en Bel-Air...—

En Scuttle Town yo nací y crecí,

Con toda clase de magias y danzas yo era feliz,

Siempre tranquila sin prisa ni nada,

Siempre defendiendo la ciudad de los piratas.

Luego los maleantes aún ignoro porque,

Destruyeron todo pero me les enfrenté,

El alcalde asustado muy serio me dijo

'Te despido ahora mismo por no cumplir bien tu deber'.

Me enfade y le suplique de noche y de dia

Pero hizo sus planes y me cambio por otra tipa

Le dio mi puesto y mi posición y me dije:

Shantae, que resignación.

¡Que mal! En todo lugar a donde yo iba

Me decían que era mejor aquella tipa

Sin embargo si algo ocurría sobre ella caería

Por eso pensé: "podría estar bien".

Encontré a Sky y al mirarla noté

Que estaba molesta yo no se porque

No le di importancia y la aborde

Y allí fue cuando recorde

'La deje plantada ayer'.

Al fin llegue a una conclusión de lo más irritante

Y me dije a mi misma 'que desesperante'

Mirando mis opciones finalmente pensé

En la casa de ese tal Neko me quedaré.

Aaaaa...

Tanto Neko como Mizuki y Lilac tenían una expresión de '¿Me estás tomando el pelo?' y con cierta decepción en la misma...

—Bonita letra e improvisación pero la respuesta es no...— dijo Neko seriamente.

—¡No seas malo, no tengo otro lugar a donde ir!— se abalanzó Shantae sobre las piernas de Neko casi llorando. —Ni Sky ni mi tío me quieren dar alojamiento... Tu eres el único que me puede salvar, por favor te lo suplico...—

—Amigos lectores, nos vemos para la próxima... Y espero hallan disfrutado de este capítulo.— dijo casi ignorando a Shantae.

—¡¿QUÉ?!— Se sorprendió Shantae.

—¡Adioooos~!— cantaban Neko, Mizuki y Lilac.

—Son tan malos conmigo.——No permitiré que en esta casa haya otra boca que alimentar... No señor...— dijo Neko con una expresión seria en su rostro. —Ademas, no lo mereces por esa mala imitación del Príncipe del Rap.—

—Lo haré mejor, lo prometo pero déjame quedarme.—

—Lo pensaré pero no prometo nada.—

—¡Gracias!—

Y de esta manera, nos despedimos de nuestros queridos personajes de videojuegos y personajes OC de esta historia fanfic...