Before the death


No se como estoy haciendo esto, si estoy llorando, se los juro.

Por un video que estoy escuchando en Youtube.

Los reto a ver este video sin llorar, no importa si conocen o no el anime, la historia es hermosa y próximamente haré una historia de ese vídeo.

Se llama: [∀PH CMV] - Whiskey Lullaby. Y deberían ponerme su opinión, hermoso, lo se.

Ahora si, a responder reviews sin cuenta:

Kaoru301. El que mate a Kise, bueno es secreto pero muchas gracias por decir que te gustó, me da muchos ánimos!

Lana Bane Lightw. Hola, ¿Me quieres matar? hahaha lo siento por no actualizar en mucho tiempo y aparte traer un episodio corto, pero para acabar de morir, el cargador de mi laptop murió.

Lizzy. No temas, no soy tan mal. (o talvez si)

Yuki yuya. como habrás notado no tengo fecha fija y pues ya que xD

Con eso les dejo el cap!

Actualizaré luego en Amor Yaoi . lo prometo xD


Miraba desde su cocina al moreno que estaba relajado viendo la televisión, con cuidado de no ser visto se sirvió agua en un vaso y tomo sus pastilla que se encontraban en la alacena, en total eran 2 y se las tomaba cada 12 horas, francamente no notaba el cambio pero el doctor le dijo que era necesario para prolongar su vida al menos un poco.

— ¿Qué haces? — Aomine miro al rubio cuando tomaba las pastillas y al sentirse descubierto Kise dio un respingo y empezó a toser, las pastillas se le habían atorado de la impresión.
El moreno rodó los ojos y Kise se dio golpecitos en el pecho hasta que las pastillas pasaron. — ¿Para qué son? ¿Quitan la estupidez? — Continuó refiriéndose a las pastillas, era una broma pero él no lo tomo así e hizo una mala cara.

— Que te importa — Daiki subió y bajó sus hombros, efectivamente, no le importo.

Ese fue su primer error, pensar que una cosa tan simple como unas pastillas, no importaban.

— Más importante dime, ¿Por qué debería dejar que te quedaras en mi casa?
— Porque soy tu amigo — contestó el moreno con una sonrisa.
— Esa palabra está sobre valorada — guardaba algo de rencor y parecía que al otro no le importaba en lo absoluto pues miro el pasillo que llevaba a los cuartos.

— ¿Dónde voy a dormir yo?

— En la de huéspedes — Cuando el moreno tomo su maleta para ir al cuarto, Kise lo jalo del brazo para que volteara a verle. — No sé como rayos tienes cara para venir y pedirme asilo pero advierto una cosa, no he olvidado lo que me dijiste en la casa de Kagamicchi y si vuelves a decir algo así, te saco a patadas de mi casa.

Aomine lo miro un momento, ese era el verdadero Kise Ryota, no ese intento de niño que sonreía siempre y aceptaba las burlas de los demás con lágrimas falsas en los ojos, por primera vez tuvo esa sensación de querer disculparse, esa que sólo había tenido alguna vez con Tetsu.

— Ya no lo haré de nuevo — Soltándose del agarre, avanzó hasta la habitación que ocuparía, Ryota se relajo al menos un poco, esa había sido de parte de Daiki lo equivalente a un perdón.


Sentado viendo la televisión, estaba Kagami, hacían ya dos días desde que no veía a Kise. Aun recordaba aquellas palabras que le dijo, ¿El por qué?, no lo sabía.
Su celular sonó de repente y contesto de inmediato.

— ¿Kise? — No iba a negarlo, estaba esperando una llamada del rubio.
— No, soy Kuroko — Mierda. Estaba tan ocupado pensando en la última pelea que tuvo con Aomine.
— Lo siento Kuroko, ¿Necesitas algo?

Escucho un momento de silencio tras la línea y finalmente hablo.

— ¿No has visto a Aomine-kun?
— ¿Aomine? — No esperaba esa pregunta. — No lo sé, vive contigo.
— Ya no… — ¿Qué? —… Esta mañana nos separamos.

Kagami espero unos segundos antes de contestar.

— Lo siento… No sabía — Trato de sonar convincente, pero no podía, estaba feliz.

— No te preocupes, entonces te de-

— ¡Espera! — casi grito el pelirrojo para asegurarte de ser escuchado. — ¿Podemos… Salir a platicar? ... si tú quieres claro.

— No hay problema, Kagami-kun, ¿Te parece mañana?

— ¡Claro! — En ese momento el que era el 10 de Seirin se preguntó. ¿Por qué estoy feliz, si para él es un momento triste?

— Entonces… nos vemos mañana, a las 6, ¿Te parece?

Kagami asintió y colgó el teléfono, tal vez no tenía nada ganado pero si había algo que sabía era que lucharía por Kuroko Tetsuya, hasta el final.


Salió de bañarse y con la toalla enredada en la cintura, estaba buscando ropa para dormir.

— ¡Oe Kise! — Tal vez entrar a una habitación que no era suya sin permiso era mala idea, se que quedo callado un momento, observando la cara entre sorprendida y enojada del rubio.

— ¡¿No te enseñaron a tocar?! — Salió de su pequeño trance ignorando la molestia del rubio — ¿Qué necesitas?

— ¿Quién más a dormido en ese cuarto? — A decir verdad si había dormido otra persona en ese lugar.

— Midorimacchi, ¿Por qué?

— ¡Maldita sea! ¡Al menos se hubiera llevado esta cosa! — El As de Too tiro al piso una muñeca de porcelana de tamaño real, era pálida con una cara que sinceramente, daba miedo.
Kise recordó, Midorima trajo esa cosa una vez y nunca lo saco de ese cuarto según el peli verde era su objeto de la suerte, Aomine le tenía miedo a los fantasmas y de seguro casi se muere del susto al ver esa mirada espeluznante al entrar al cuarto, el sólo imaginarlo hizo que se empezará a reír lo que causo en el contrario un gran enojo

— ¡De que te ríes maldita rubia, no es gracioso! — Kise se rió a tal punto de tomarse la panza con ambas manos y caer en la cama, rodar y acabar en el piso.
Daiki harto, salió de la habitación dando un portazo.
Al escuchar en portazo Ryota rió más y se levanto del piso, acomodo su toalla para que no cayera al suelo.

— ¡Aominecchi! ¡No aguantas nada¡
— ¡Vete a la mierda! — escucho el grito del moreno que de seguro estaba más que enojado.


Después de media hora, entre risas Kise se puso su pijama y salió de nuevo a la cocina, para encontrarse a un Aomine semi-desnudo con solo bóxers buscando quien sabe que en su refrigerador.

Por un momento se alarmó y sus mejillas se tiñeron de un imperceptible rojo, como es posible que después de todo que lo había lastimado, seguía ahí sonrojándose por una cosa tan simple como un dorso desnudo.

Pero era así y nada podía cambiarlo, no podía cambiar que se había enamorado de una de las personas más estúpidas que existían en la tierra.

Se enamoró de aquel chico con miedo a los fantasmas y con un amor desvivido al básquet, el que estaba frente a él era un extraño, entonces, ¿Por qué sentía sus mejillas rojas? ¿Por qué su corazón se aceleraba?

— ¿Tienes cerveza? — preguntó el moreno volteando a verlo, Ryota solo avanzó y paso a su lado hasta llegar a la alacena.
— Te lo dije la otra vez… yo no bebo — "Mierda" pensó el moreno, eso le pasaba por no poner atención a lo que la rubia decía y no pasar a comprar cervezas a cualquier tienda.

— ¿Desde cuándo eres aburrido? — Desde que me detectaron esta estúpida enfermedad. Eso quiso contestar pero ninguna palabra salió de su boca.

Siguió con la mirada al moreno que tomo un vaso de agua helada y se fue a la sala a ver la televisión.

Saco del microondas una hamburguesa que estaba guarda y fue hasta donde se encontraba el moreno a comérsela, de repente sintió como sus patas fritas eran hurtadas una por una por el "Humano" que tenía al lado.

— Eran mías…— Trato de protestar.

— Y ahora son mías — Termino la frase el ratero de papas fritas, llevándose la última a la boca.

A Kise le gustaba esa faceta de Aomine, de hecho, no había una que lo le gustara y aun cuando llego a odiarlo con su alma usando la excusa de que el moreno mismo era el culpable del amor que le tenía. Al final todo era inútil, no podía odiarlo del todo y ahí está, dándole asilo en su casa; sin hacer ninguna pregunta y sin cobrarle nada a cambio.

Un sonido lo sacó de sus pensamientos, el teléfono, con pereza se levanto a contestarlo.

Hola…

— Apúrate, va a comenzar un partido interesante, ¿Con quién hablas? — El moreno interrumpió abruptamente la plática que tenía con…

— Es Midorimacchi — Al escuchar ese nombre, dio un respingo en el sillón y empezó a gritar:

— ¡Midorima bastardo! ¡Más te vale llevarte esa mierda de muñeca que tienes aquí! ¡Hijo de puta!

Kise comenzó a reír recordando la cara asustada de su ex-compañero asustado. Pero su cara cambio a seriedad en un segundo tras escuchar la respuesta del otro lado del teléfono.

¿Qué hace el ahí?

Midorima era como su hermano, su confidente y el sentimiento era recíproco pero el peli verde lo demostraba a su manera.

No te preocupes Midorimacchi, el no está haciendo nada malo.

Más le vale Kise porque le rompo la cara si te hace algo.

Es era, la primera vez que a Midorima Shintaro le importaba un carajo mostrar sus sentimientos sin importar lo demás.

Eso no va a pasar —emite una sonrisa al teléfono para que el contrario la escuche y ahí está de nuevo, defendiéndolo.

Shintaro suspira, por última vez va a creerle, quiere creerle y antes de terminar la llamada dice.

Te espero mañana, no faltes.

El rubio colgó con un animado "¡Claro!" y regreso al lugar donde el moreno lo esperaba, viendo un partido de la NBA.

— ¿Qué quería?

— Recordarme algo, solo eso. — se quedo viendo el partido, hasta que se dio cuenta de algo. — ¿Aominecchi?

— ¿Qué? — Kise estaba a punto de morir de un paro cardiaco –bueno tal vez exageraba- pero eso no quitaba que casi se desmaya cuando se dio cuenta.

— ¡ESO ES PAGO POR EVENTO! — Mierda que ya no era modelo y tenía que ahorrar todo lo que pudiera.

— ¿Y qué? Tú eres modelo.

—…Ya no.

El rostro del rubio se oscureció un poco y Aomine se dio cuenta que no debía presionarlo demasiado, si no quería hablar.

Cambió la tv a un canal normal y con una mano meneo los cabellos de Kise, eso era lo único que tenía para demostrar su cariño.

— Gracias — Dijo con una sonrisa. Ryota Sintió todo paralizarse y su corazón, ¿ese era el mismo Aomine Daiki que le había dicho que era un cualquiera?

No.

Ese era el Aomine del que se había enamorado.

— ¿Por qué me das las gracias? — alcanzo el rubio a susurrar.

— Por dejar que me quede aquí, por supuesto — y los que menos se espero Aomine sucedió, fue capaz de ver una sonrisa.

No esas sonrisas que últimamente Kise Ryota dedicaba, si no una de verdad. Una hermosa.

"Y tú que Aomine-kun, ¿Me vas a negar que te gusta Kise-kun"

Las palabras de Kuroko retumbaron en su cabeza y se levanto de manera abrupta del sillón.

— Es hora de dormir — Kise se quedo en el sillón pensando en el repentino cambio de Aomine pero termino por seguir su consejo y se fue a acostar.

Dando vueltas por la cocina, sentado en el sillón o arreglándose los lentes cada cinco segundos.

Midorima llevaba media ahora haciendo lo mismo y Takao no tenía ni idea de que le había picado a su novio.

— Shin-chan, ¿Qué tienes?

El peliverde se quedo un momento viendo la tele en negro del televisor apagado y volteo a ver a Takao.

— Aomine, está viviendo con Kise.

— Ahh, así que ahí se quedo — Midorima lo miro con seriedad y su pareja siguió su relato. — ¿Sabías que él y Kuroko terminaron?

El peliverde abrió los ojos de la impresión y eso sólo le trajo un mal presentimiento.

— ¿Te molesta que estén juntos? — Una pregunta de doble sentido por parte de su pareja, lo que le faltaba.

— No me importa…— Takao pudo notar que su pareja decía la verdad. — Es por Kuroko.

La cara de Midorima era más que sería y Kazunari no entendía nada.

— Aun no te lo he dicho… porque Kuroko me desagrada.

—…Por qué no puedes admitir que una persona que reconoces se haya hundido en-

— Eso era sólo una parte.

Takao se quedo paciente a que su pareja empezara a contarle.

¿Por qué a Midorima Shintaro le desagrada tanto Kuroko?


Efectivamente, se que me van a matar pero me lo merezco así que los dejo.

Los amo Pitufi-lectores a ustedes que están tras una pantalla de un portátil o un celular o cualquier medio de comunicación con conexión a Internet.

Hacen que mi vida sea un poco menos mierda y hablando de ello, si quieren agregarme a mi nuevo facebook pues me eliminaron el que tenía son libres de hacerlo.

Búsquenme como: Aoki Jenny Nozomi.

Este capitulo no tiene beta y no tuve la oportunidad de revisarlo, lo siento si tiene errores.