El chico eternamente desorientado por estar tan sumido en sus recuerdos no notó que alguien había entrado a la habitación, observó confuso a aquel individuo que caminaba en dirección a donde él se encontraba maniatado, no podía distinguir su rostro, el individuo continuó caminando hasta desaparecer en alguna parte y de pronto la luz iluminó la estancia...

- No tengo idea de qué es lo que habrás hecho esta vez para que Ranma te encerrara aquí, pero debo suponer que lo hiciste enfurecer - dijo el individuo caminando de regreso, el chico de la banda amarilla reconoció la voz, para su desconcierto, sabía perfectamente quién era

- ¿Mousse?... tu, tu qué... - balbuceaba el chico maniatado, aún no podía ver al aludido, pero estaba totalmente sorprendido

- ¿Qué hago aquí? bueno, eso es bastante simple, soy un "nacido para perder" - contestó el ojiverde con cínica simpleza, mostrándose finalmente ante el impactado Ryoga

- Pero tú...

- Deja de balbucear - le ordenó - los detalles no son de tu incumbencia... estoy aquí porque tú concertaste una cita para hablar conmigo esta noche, pero por otras razones de fuerza mayor tengo que adelantarla, por lo que ahora es el momento ¿qué querías hablar conmigo?

- Yo, yo... ¿De verdad? ¿Tú también? ¿Desde cuándo eres un yakuza? - el ojiverde rodó los ojos ante las preguntas entrometidas e indiscretas (a su parecer)

- Hibiki, mi tiempo es valioso y mi paciencia no es infinita ¿vas a decirme o no? - dijo comenzando a impacientarse

- ¿Eh? es que bueno yo no tenía idea de que... y bueno tu no parecías... pero lo eres - dijo un poco abatido

- Dices puras incoherencias y no tengo tiempo para esto, así que tienes una última oportunidad... ... lo que necesitas es trabajo ¿cierto? - se contestó así mismo el ojiverde pues el chico de la banda amarilla no parecía reaccionar, Mousse estaba atravesándolo con la mirada, el chico la única respuesta que pudo emitir como afirmación fue un simple asentimiento de cabeza - de acuerdo, trabajo en mi restaurante no voy a darte, no hay vacantes y tengo a mucha gente metida ahí (refiriéndose a los del Gumi), con conocidos no puedo recomendarte pues lo que de momento necesitan son ingenieros, abogados... A menos que seas un político, y que nos lo hayas ocultado, no puedo serte de mucha ayuda, pero, si te urge, en el Gumi hay una vacante y estarías muy bien ahí...

- Yo no quiero meterme en problemas de esos - contestó tajante el chico de la banda amarilla

- Que lástima - dijo con falsa expresión de pena - entonces no tiene ningún caso que continúe aquí - dijo el ojiverde dando por terminado el asunto, comenzó a andar con dirección a la salida, pero se detuvo un momento antes de salir - por cierto, como consejo, si no vas a ayudar será mejor que tampoco estorbes, has tenido la mala fortuna de meterte con quién no debes, por lo que siempre supiste no era tuyo, hacer enojar a Ranma jamás será una buena idea, por lo que te digo, al menos si pretendes continuar en el mundo de los vivos por un tiempo más, que te alejes lo más que puedas y nunca regreses, ni te atravieses por casualidad en el camino - dijo seriamente el ojiverde, Ryoga estaba un poco desubicado, pero le contestó

- No le tengo miedo - dijo airado el chico de la banda amarilla

- Bueno, considerando lo "fácil" que fue para Ranma traerte y mantenerte cautivo, no estás en posición de hablar así, además hasta donde tengo conocimiento, ustedes ya sobrepasaron límites, Ranma ya no tiene intensiones de contenerse y tú ya no tienes nada que perder, por otro lado, y a diferencia tuya, Ranma... - decía el ojiverde reflexivo, cuando uno de los hombres que custodiaban el lugar lo interrumpió

- Jefe, Kumicho está aquí - avisó un hiphopero al ojiverde, dejando al aire lo que estaba diciéndole al chico desorientado

- Está bien, ya voy - el hiphopero asintió y los dejó de nuevo a solas, el ojiverde miró a Ryoga penetrantemente - supongo que si sales entero de esta, serás inteligente y seguirás mi consejo, y si no, pues entonces... les das mis saludos a tus difuntos padres - dijo con cinismo, retomó su camino hacia la salida, dejando a un afectado Ryoga que lo miraba con los ojos desorbitados por la cínica afirmación...

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- No esperaba encontrarlos aquí, pensé que eran más difíciles de ubicar - decía monocorde el Oyabun, Ranma y Mousse estaban un poco sorprendidos de verlo ahí (bodega de ensamblaje) - pero tampoco vamos a desaprovechar el encuentro... - los dos jóvenes lo miraban un poco confundidos - Matsumoto y yo hablamos y surgieron nuevos planes...

- ¿Qué clase de planes Oyaji? - preguntó cauteloso el ojiazul

- En realidad es muy sencillo - en esos momentos Kotaro y Kenshin entraban en la bodega silenciosamente, saludaron al Oyabun con un a respetuosa reverencia y después se pararon detrás de sus respectivos jefes - Mousse ya que estás tan entusiasmado con tu proyecto de restaurantes, te doy la oportunidad de que lo hagas y ese será el medio perfecto para la expansión. Ranma, no soy tan desconsiderado para mantenerte trabajando en tu luna miel, los recién casados necesitan tiempo para... compartir, por lo que durante cuatro meses nos vamos a mantener pasivos, vamos a dejar que todo caiga por su peso y entonces actuaremos implacables... - Ranma y Mousse estaban sorprendidos, no se esperaban eso, de hecho creían que se haría todo lo contrario, pero como siempre, Oyaji les sacaba del camino trazado a última hora, "factor sorpresa" diría el Turco

- Oyaji, yo bueno, no sé que tan pasivo sea sacar de Japón 500 toneladas de cargamento del armisticio nacional - el Oyabun frunció el ceño y le pidió una explicación al ojiverde, haciendo un ademán con la mano - ... a la hora de la comida - comenzó a relatar el ojiverde capturando la atención de los presentes - el Consejero Kimura me localizó y concertó una cita conmigo, nos reunimos inmediatamente en el hotel donde hizo hoy su campaña, ya saben está con eso de las elecciones, bueno, me pidió que sacáramos todo el armamento que los rusos le vendieron hace unos 7 meses porque el Inspector Akimaru Igashida le está pisando los talones, entonces pretende quitarse al Inspector de encima y mantener limpia e intacta su "maravillosa" campaña - tanto el Oyabun como Ranma rodaron los ojos - acordé que el 20% sería nuestro y el muy codicioso, quiere un 5% para él - finalizó el ojiverde, Ranma resopló y el Oyabun tenía el fastidio marcado en su rostro

- Ese hombre no entiende, solo está cavando su propia tumba, deshacerse del armamento no le quitará todos los problemas que trae a cuestas, pero no es nuestro asunto, entonces ¿cuándo pretendes sacar todo? - preguntó el Oyabun a Mousse

- Estaba viendo si puedo arreglar que el miércoles siguiente se efectué la operación, no puedo apresurar más

- Eso es rápido, asegúrate de conseguir más - el ojiverde asintió - después no más trabajitos... - dijo el Oyabun seriamente

- Oyaji ¿cuánto tiempo se me permitirá estar ausente? - preguntó un poquito ansioso el ojiazul

- Puedes irte dos meses, eso es más que suficiente - el ojiazul asintió con una sonrisa en el rostro, Mousse frunció el ceño - Mousse, tú solo un mes, ya será tu turno cuando contraigas nupcias - el joven aludido rodó los ojos y Ranma palmeó el hombro

- Ahora, díganme ¿qué están haciendo aquí? - preguntó inquisitivamente el Oyabun a los dos jóvenes

- Tenemos a Hibiki Ryoga - contestó el ojiverde, el Oyabun miró interrogante a un muy tenso Ranma - el hombre simplemente no sabe lo que es la prudencia - finalizó, el Oyabun no quitaba la mirada del aún más tenso Ranma

- ¿Por qué continua vivo? ¿no se supone que ya debería estar acompañando a sus ancestros? - preguntó letalmente serio el Oyabun a un claramente ansioso y tenso Ranma

- Lo sé Oyaji, estaba por finiquitar su orden, he tenido muchas dificultades por no haberlo hecho a tiempo. Le pido una disculpa - decía muy solemne el ojiazul, al mismo tiempo que hacía una reverencia a su Oyaji

- Y... ¿qué es lo que estás esperando? termina de una vez lo que empezaste - ordenó el mayor. Mousse estaba realmente sorprendido, no sabía que el chico de la banda amarilla ya estuviera con la tacha marcada desde hace tiempo, entonces fue que entendió un par de cosas

- Sí, lo haré ahora Oyaji - contestó decidido el ojiazul - ¡Kenshin! - llamó a su ayudante y estiró una mano, el aludido, que estaba claramente distraído se sobresaltó ante el abrupto llamado, miró el brazo extendido de su jefe y después miró que sus manos estaban vacías, regresó una mirada cargada de angustia y disculpa a Ranma - ¡no puede ser! ¿dónde está mi Katana? - estaba realmente molesto el ojiazul

- Voy por ella jefe - dijo pero ya estaba dando la carrera de su vida, en dirección al auto, el chico de las vestimentas coloridas iba maldiciéndose una y otra vez por su descuido 'Joder, todo el tiempo cargaba con la dichosa Katana, no quería decir que el Kumicho la ocupara, en realidad no lo hacía, pero hoy, precisamente ése día y en el momento menos indicado, va y se le ocurre dejarla en el auto... ¡bien Kenshin, bien hecho! ¡maravilloso!... sería realmente un acto de pura bondad y misericordia, un verdadero milagro que Kumicho no te pida el meñique...'

Dentro de la bodega, Mousse, Ranma, Tatsuya y un extremadamente silencioso, casi fantasmal, Matsumoto, tenían una gotita de sudor en la sien, de verdad que ese chico de las vestimentas coloridas, era todo un caso...

- Ranma, en serio, tu ayudante es muy gracioso - dijo con diversión el joven ojiverde, Ranma lo fulminó con la mirada - bueno, tampoco te pongas así, yo nada más comentaba - dijo ya más serio

- Pues guárdate esos comentarios - contestó tajante el ojiazul

Kenshin ya estaba de regreso, había dado una carrera digna de atleta olímpico (en la categoría infantil, tal vez), jadeante le extendió la Katana a Ranma, el ojiazul la tomó fulminando con la mirada a su acelerado y avergonzado ayudante; sacó la Katana de su funda bajo la atenta mirada de los demás, regresó la funda a Kenshin y después caminó hacia donde se encontraba el cautivo Ryoga, el resto de los hombres decidió seguirle en total silencio querían presenciar la ejecución, si tenían que ser honestos, la curiosidad los carcomía, nadie había visto al ojiazul hacer una (bueno solo su ayudante, en ese entonces fue Toshiro y ahora estaba muerto, pero solo fue una vez), puesto que sólo en contadas ocasiones lo hizo, sin testigos, en pocas palabras era una ocasión única... Ranma a grandes zancadas caminó el corto recorrido, entró en el lugar donde estaba el chico de la banda amarilla, iluminó la estancia y se acercó al cautivo, Ryoga al reconocerlo, automáticamente le lanzó una mirada cargada de odio puro y el ojiazul ni se inmutó, no había expresión alguna en él

- ¡¿Qué quieres maldito?! ¿Vienes a jugar al matón? - espetó con sorna el chico eternamente desorientado, como respuesta el ojiazul sonrió con arrogancia

- ¿Tanto como jugar? no, pero sí soy un matón - dijo cínico, el chico de la banda amarilla lo miró incrédulo - sí, tus padres me miraron igual - Ryoga no pudo esconder la sorpresa ante tal declaración - a ellos los deje completitos, fue lento y tortuoso para ellos, pero eso pasó por que disponía de todo el tiempo del mundo, en cambio ahora no se puede decir lo mismo, confórmate con saber que para ti será rápido... Una disculpa por tener que mandarte sin cabeza con tus antepasados - dijo con falsa pena, era desconcertante y perturbador escucharlo hablar así, hablar como si se tratara del clima y no de crímenes, el público espectador escuchaba y miraba con atención la interacción entre los dos jóvenes, Ryoga ni los notó, estaba muy abstraído en la impactante noticia, que el mismo perpetrador había confesado, no podía creerlo, sí, pensaba que Ranma era un maldito, un desgraciado, muchas cosas, pero no un asesino... y esa verdad le cayó como un yunque, fue ahí que entendió el miedo que años antes sintió después de ese supuesto viaje de entrenamiento, bueno ahora sabía que sí fue entrenamiento, pero para ser un asesino, después de todo su miedo y angustia constante estaban fundamentadas...

'Todo estaba saliendo como lo había planeado, incluso fue más fácil; todavía no amanecía, entró en la propiedad, vio que la señora Hibiki empezaba a preparar el desayuno, momentos antes de entrar, había visto a Ryoga salir de la casa por lo que no supondría mayor dificultad, caminó silenciosamente hacia la cocina y sin más preámbulos se acercó por detrás de la señora Hibiki, la golpeó en la nuca y la dejó totalmente inconsciente, una gota de sangre escurrió de una fosa nasal de la señora que cayó en el suelo, Ranma cargó a la señora Hibiki como costal sobre su hombro y después la dejó en la puerta de salida hacia el patio trasero de la casa, cuando hubo hecho eso fue hacia las escaleras, subió y fue directamente al lugar donde vio luz, silenciosamente abrió la puerta, era el baño y vio que el señor Hibiki estaba terminando de acicalarse... "Bien" pensó el ojiazul "ya no tendré que problemas con eso del pudor", entró completamente en la estancia y el señor Hibiki pudo verlo a través del espejo, pero inmediatamente procedió a dejarlo noqueado tal como había hecho con la señora Hibiki, de nuevo escurrió una gota de sangre al suelo, pues era lo único que dejaría como rastro de lo sucedido, cargó al señor sobre su hombro y bajó a la primera planta, caminó hasta la cocina donde yacía la mujer inconsciente, abrió la puerta para salir por el jardín trasero, cargó a la mujer en su otro hombro y después salió, brincó un par de bardas hasta llegar a un auto (negro, totalmente polarizado) que previamente había estacionado, se aseguró que nadie lo viera, después metió a la pareja de desmayados al auto, una vez se aseguro que no olvidó nada él también subió, encendió el auto y comenzó a conducir con dirección al Este, después de un buen rato de estar conduciendo llegó al lugar que había elegido para llevar a cabo su plan, se estacionó verificando de nueva cuenta que nadie lo viera o estuviera por ahí, pero estaba desierto, ni un alma estaba a los alrededores, apagó el auto y después bajó, se encargó de sacar a la pareja de desmayados, los cargó en sus hombros y fue directo hacia el canal que atravesaba el lugar, había un puente pequeño, buscó un tramo sin cercar para poder pasar, una vez lo encontró, lo atravesó y fue debajo del puente, dejó en el suelo y a orillas del canal a los señores Hibiki, tocó puntos de presión en cada uno para que despertaran pero que no pudieran moverse.

Confundidos y desorientados los señores Hibiki contemplaban a su captor, ninguno de los dos parecía conocerlo. Ranma se plantó frente a ellos,los miró con aburrimiento y después empezó a hablarles

- Sé que no me conocen, pero tal vez si conozcan al Oyabun Tatsuya - la pareja lo miró horrorizada - sé también que ustedes están perfectamente conscientes de que su tiempo para saldar su deuda expiró, tuvieron exactamente un año y cuatro meses de plazos y ni un abonito dieron, ahora el Oyabun exige una remuneración... pero con el conocimiento de que no será con dinero, entonces será con lo que sí tienen... - explicaba el ojiazul sin afectarse, en cambio, los señores Hibiki palidecieron - sus vidas - finalizó el ojiazul, el terror se reflejó en la pareja inmóvil

- No, no, por favor, no tienes que hacer eso, nosotros podemos irnos y no regresar jamás y tú puedes decir que cumpliste con tu orden de matarnos - trataba de convencerlo el señor Hibiki

- Tal vez, pero no puedo fallarle de esa forma al Oyabun, sería traicionarme a mí mismo y yo no voy a hacer eso, además a mí me gusta hacer las cosas bien hechas - dijo inflexible el chico

- Por favor pequeño, tienes la misma edad que mi hijo, incluso puede que lo conozcas, por favor no dejes desamparado a un pobre chico que necesita de su familia - trataba ahora de convencerlo la señora Hibiki, el ojiazul levantó una ceja - podemos dejarte las escrituras de la casa para que la vendas y así saldar la deuda, pero por favor, déjanos ir... por favor

- Sí, eso es precisamente lo que va a pasar... mire señora la deuda de honor que ustedes contrajeron con el Oyabun fue rota y ahora hay que pagar; en cuanto a Ryoga, sí, lo conozco, lo consideraba un compañero, un amigo, desgraciadamente eso no era una realidad, esa amistad nunca existió, así que por su hijo no se preocupen, él muy pronto se unirá a ustedes - explicó calmada y pacientemente el ojiazul, sacó un Kodachi ante la mirada horrorizada de los señores Hibiki e hizo cortes pequeños y de mediana profundidad, de forma que enterraba un poco más de la punta del Kodachi en las áreas: parte interna de ambos muslos, parte interna de ambos brazos y mesogastrio (parte central del abdomen), en ambos señores

- Jamás vivirás en paz - le amenazó el señor Hibiki - vivirás atormentado el resto de tus días - el ojiazul lo miraba impasible pero no le contestó

- ¿Por qué? no hemos hecho nada malo, mi hijo tampoco ¿por qué nos castigas así Kami? - decía en agonía la señora Hibiki

- Ryoga se enterará de esto y te hará pagar muchacho - dicho esto, los señores Hibiki perecieron.

El ojiazul inmediatamente mojó a ambos cadáveres y aplicó la técnica de corazón de hielo, logrando congelar a ambos cuerpos, una vez se aseguró que estuvieron bajo al menos ocho capas de hielo grueso (lo que le llevó un buen rato), se fue, asegurándose de que no olvidaba nada; condujo de regreso a Nerima, dejó el auto en un lugar acordado para que alguien más se lo llevara y después fue al dojo a cambiarse de ropa e ir al Instituto, estaba sobre el tiempo...'

El recuerdo le vino a su mente instantes antes de decir lo siguiente:

- Hubo algo que tu padre dijo antes de morir - Ryoga lívido del coraje, derramaba lágrimas y trataba a toda costa de librarse de las ataduras, mientras el ojiazul continuaba diciendo - y ésta es mi contestación: nací con mala fortuna, viviré y moriré así, por lo que no me arrepiento de nada - al escuchar eso, el chico eternamente desorientado, miró con odio, temor y desafío a Ranma - Adiós Ryoga - Ranma blandió la katana y decapitó al chico de la banda amarilla en un movimiento rápido y limpio, cabeza y cuerpo cayeron al suelo con ruido sordo

- Ni yo lo hubiera hecho mejor - dijo Mousse asombrado, el resto del público espectador asintió de acuerdo con el joven ojiverde

Ranma extendió de nuevo el brazo hacia su ayudante, Kenshin se acercó inmediatamente y le entregó un paño limpio con el que el ojiazul limpió la hoja de la katana, una vez terminó, Kenshin le entregó la funda de la katana, el ojiazul la guardó y la entregó de nueva cuenta a su ayudante. Todo el ritual se efectuó en completo silencio, los demás veían cada movimiento del ojiazul en búsqueda de algún signo de afectación: remordimiento, culpa, algo, pero no se veía perturbado de alguna forma, actuaba como si hubiera cortado a un pollo, en cambio, el público espectador tal vez se veía un poco... impresionado, tampoco es que no hubieran hecho o visto algo parecido pero ser un simple espectador a veces cambia la perspectiva de los hechos, aunque decidieron no darle mayor importancia al asunto...

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Akane estaba caminando tranquilamente por el centro comercial, estaba decidida a encontrar el vestido perfecto, a decir verdad, también era una excusa para librarse un poco de toda la locura que era su casa en esos momentos, quedó realmente afectada con lo que vio y escuchó en lo que llevaba del día, primero la planificadora de eventos, esa mujer era exasperante y luego todo lo que pasó con Ryoga, el loco se atrevió a destruir el Dojo ¡el Dojo! y no sabía si contaban con el dinero suficiente para repararlo y además pagar la boda, esto estaba tan fuera de control. Suspiró, mientras miraba las tiendas a su alrededor, escogió una y se adentró para poder ver sus opciones, aparte seguía inquieta por Ranma, le había dicho que tenía que hablar con ella largo y tendido esa noche ¿al fin le diría lo que estaba ocurriendo: los cambios, las cosas extrañas, ¿todo? porque ella estaba encantada con que al fin el muy cabezota aclarara sus sentimientos con ella y pudieran al fin tener lo que ella siempre quiso: un hombre decidido a expresarle lo que siente, porque después de pasar por todo lo que Ranma y compañía le obligaron a pasar pues su visión de amor romántico cambió, fue algo como de princesas y príncipes azules con magia por todas partes (que era con lo que soñaba antes de conocer a su prometido) a locos dementes y ogros con problemas por todas partes, sí, eso fue difícil, ella no tenía idea de cómo lidiar con todo eso y aún así lo hizo por él, y si ¡por fin! su necio prometido había despertado y le estaba dando lo que ella quería pues ¡gracias a Kami-sama! ya necesitaba comenzar a ser feliz y a tener su tan anhelado amor correspondido, haría sus plegarías para que nadie fracturara su felicidad. Observó mejor un par de vestidos que le llamaron la atención, claro que eso no quitaba la posibilidad de que lo que sea que Ranma fuera a decirle afectara, fue al probador para medirse los vestidos y saber cuál de sus 5 opciones era la mejor...

- ¡Akane! - escuchó el grito agudo de Yuka, por supuesto que se sobresaltó, pero así era su amiga - Akane, amigaa - la chica corrió y se abrazó a Akane efusivamente

- Hola Yuka - dijo con una sonrisa Akane - que bueno verte aquí

- ¡Oh Akane, tienes que contármelo todo! - decía emocionada Yuka, tenía la mirada brillante - cuando Kasumi me habló ésta mañana para decirme la noticia, me emocioné mucho - Akane frunció el ceño, ella quería decírselo primero a sus amigas - ¿por qué no nos lo contaste antes Akane? que mala amiga eres - decía con un puchero en el rostro - nosotras que te apoyamos tanto y tú que no...

- No Yuka yo iba a contárselos, pero éste día ha sido de locos, tenía planeado que después de comprar un vestido para el día de mañana ir a buscarlas y contarles... aún no me lo puedo creer - le explicó con disculpa Akane a su amiga, que le sonrió

- No Akane, no te preocupes, entonces mejor te ayudo a escoger ese vestido para ir con Sayuri... ¡Qué emoción!

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- Ranma - llamó seriamente el Oyabun al ojiazul, el aludido lo miró con atención, el mayor le hizo una seña con la cabeza para que hablaran aparte, Ranma asintió y ambos hombres se apartaron del resto (entiéndase por Matsumoto, Kenshin, Mousse y Kotaro), una vez estuvieron a una distancia prudencial para que nadie más escuchara lo que iban a platicar, el Oyabun comenzó a decir - Matsumoto acaba de informarme que Naoko Tendo está en Hokkaido - soltó y el ojiazul no pudo reprimir la sorpresa en su rostro, el Oyabun observó la reacción de Ranma por unos segundos y después continuó - tal parece, que si lo que supusiste es cierto, Soun Tendo tiene mucho que explicar... - el ojiazul respiró profundamente, frotó su frente y después pasó la mano despeinando su cabello - voy a encontrarme con ella, pero después de que contraigas nupcias, no puede ser antes - Ranma asintió a lo que dijo su padre

- No esperaba que lo que había descubierto al respecto fuera tan... real - después guardó silencio por un momento, trataba de asimilar la noticia reciente - No voy a oponerme a sus decisiones Oyaji, hará lo que usted crea conveniente - el Oyabun escuchó al ojiazul y asintió

- Bueno, ese era uno de los asuntos a tratar, los demás están relacionados con el Inspector Igashida - el ojiazul soltó el aire cansino - ese hombre sigue metiéndose en donde no debe, no tardará en ir a casa de tu novia y armar un desastre innecesario

- Estaré pendiente Oyaji

- No es que debas estar pendiente Ranma, escucha y entiende, te lo digo porque debes hacer arreglos, sacar a los que tengas que sacar y vivir en otra parte

- Oyaji, ya habíamos hablado sobre eso, en que iba a cederle lo demás pero no el Dojo

- No escuchas, prefieres entonces que el Inspector se la viva en tu casa interrogando a tu mujer, cuñadas y vecinos

- No

- Entonces, empieza con los arreglos necesarios, me informaron que el chico Hibiki armó un revuelo en casa de tu novia, que destruyó el Dojo, toma entonces eso como aliciente para remodelar, haces completramente la propiedad en un Dojo, Gimnasio de artes marciales mixtas o algo parecido, compras otra casa para tener a la familia... asunto resuelto - el ojiazul rasco su nuca y el Oyabun lo miraba serio

- Bien - contestó el ojiazul pensativo

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Genma Saotome, era un hombre que desde que nació tuvo una historia trágica, estaba más que acostumbrado a no tener nada, pero casi lo había olvidado, estos años en la casa de su amigo Soun Tendo, hicieron que todo por lo que había tenido que pasar a lo largo de su vida se esfumara (al menos por un tiempo), pero tenía el presentimiento que con el regreso de Nodoka y su hermanastro Tatsuya, todo se fuera al demonio, Ranma había dado el anuncio de que su querida cuñada iba a ir para hacer el compromiso oficial y para la boda, y él mismo no cabía en la angustia, no sabía que era lo que les esperaba, Tatsuya definitivamente no tenía la mejor ocupación del mundo y él temía por su vida

'Había estado muy pendiente de todo lo que había ocurrido después de que Nodoka lo abandonara para irse a la casa de sus padres, supo todo lo que había ocurrido después de eso, también estuvo por ahí el día que nació el bebé y del día en que por fin se había dignado Tatsuya a aparecer, claro que tuvo que mantenerse al margen como observador, cuando estuvo seguro de que Tatsuya había arreglado la situación con su esposa se fue de entrenamiento (deambular por ahí) y un año después se vio en la necesidad de regresar (estaba huyendo de unos cocineros de comida tradicional, porque a todos y cada uno los había estafado y les debía dinero y por supuesto querían su cabeza, cosa que él no iba a permitir), entonces buscó a su hermanastro, y cuando lo encontró le pidió perdón (con la técnica del tigre caído, en todo su esplendor), Tatsuya obviamente no le creyó pero tampoco le iba a dejar en las condiciones en las que se encontraba (en verdad daba lástima verlo), Nodoka mantuvo sus reservas, después de todo lo que pasó no quería repetir la historia, su hermanastro le permitió quedarse ahí por un corto período de tiempo, pero después fueron surgiendo más y más situaciones que le impedían irse y pasó un año y cuatro meses en casa de Tatsuya, convivía con el pequeño Ranma y se encariñó mucho con su sobrino, se parecía mucho a sus abuelos tanto paterno como materno, puesto que había sacado el carácter de el padre de Nodoka y el físico del padre de Tatsuya.

Un día, todo se convirtió en caos, gente de dudosa procedencia entraba y salía de la residencia, Tatsuya estaba muy enojado y daba órdenes a diestra y siniestra a los hombres que estaban ahí, Nodoka estaba confinada a su habitación pero escuchaba claramente su llanto, ella estaba con Ranma y trataba por todos los medios de serenarse por el bien de su hijo, la gente que era del servicio también iba y venía con cosas, ropa y demás pertenencias, un camión de mudanzas estaba fuera y mientras lo llenaban él se preguntaba qué pasaba. Ese mismo día por la noche, el trajineteo continuó, Tatsuya le ordenó que lo siguiera y se encerraron en la habitación donde Nodoka y el pequeño Ranma se la pasaron todo el día, una vez ahí, Tatsuya miró fijamente a su hijo y a su esposa, después fijó su mirada en Genma

- Hay problemas y debemos irnos, será dentro de unas horas

- Pero ¿por qué? no entiendo

- No necesito que entiendas, mi familia está en peligro y nos iremos de aquí, no voy a exponerlos, tú iras con ellos a otro lugar y en unos días yo los iré a buscar, toma Nodoka - Tatsuya le entregó una bolsa con 6 fajos gruesos de dinero - guárdalos, necesitaran ese dinero, y no dudes en huir con el niño si sientes amenaza - Nodoka asintió temerosa - Genma cuídalos, por favor, cuídalos mucho

- Lo haré Tatsuya - contestó Genma muy solemne, su hermano asintió

- Hay un auto que los llevará a una pista privada y tomarán un avión que los llevará a Sapporo, cuando lleguen, Matsumoto los va a llevar a un sitio seguro, cuando los deje instalados él va a regresar conmigo ¿de acuerdo? - dijo mirando a Nodoka, que estaba al borde de un colapso nervioso aún así asintió, dando a entender a su esposo que había escuchado y que haría exactamente lo que él les había indicado

Por supuesto, cada que uno planea cosas no hay garantía de que ocurra tal y como pensábamos o de acuerdo al plan, mientras se hacía lo que Tatsuya les había indicado, ocurrieron cosas inesperadas, por ejemplo, el que el piloto que se supone los iba a llevar a Sapporo, estuviera muerto y que ya les estuvieran esperando un grupo de más o menos 20 hombres de dudosa procedencia y de mala vibra con armas y katanas en mano y bueno contra la guardia que ellos llevaban de diez hombres, pues no tenían muchas esperanzas, en algún momento los tres estaban separados, la guardia hacía lo que podía pero los contrarios era más, alguien había matado al guardia que llevaba al pequeño Ranma y Genma logró recuperarlo pero era muy tarde, un hombre con un arma le apuntó a la cabeza y le dijo que caminara, lo hizo subir a un auto, desde ahí logró ver que tres guardias se llevaban a Nodoka, no estaba seguro de que sería de ella pero él trataría al menos de proteger al pequeño, el auto en que les hicieron subir pronto estuvo lejos y después de mucho tiempo se detuvo, los cuatro hombres que los iban custodiando, les hicieron bajar y Genma haciendo la primera plegaria a Kami-sama después de muchos años y en serio confiando en sus habilidades de artista marcial, noqueó a dos de los hombres y corrió por su vida, llevándose al pequeño Ranma con él, corrió como si el mismísimo demonio lo persiguiera y cuando vio un lugar para poder ocultarse rápidamente se introdujo ahí y esperó, increíblemente, los dos hombres que iban persiguiéndolos los perdieron de vista dándoles esa oportunidad de esconderse y pasaron de largo. Genma al fin pudo tranquilizarse un poco y después de asegurarse como veinte veces que ya no había peligro salió de su pequeño escondite con el pequeño Ranma en brazos (ya estaba dormido), afortunadamente llevaba un poco de dinero con él, así que se hospedaron en un pequeño hotel y pasaron ahí la noche.

Por la mañana, Genma decidió irse, mera precaución por si los hombres regresaban a buscarlos por la zona, desayunaron y Genma pidió instrucciones para salir del lugar, descubrió que habían sigo llevados a Nagoya y decidió que lo mejor sería conseguir llegar a Sapporo, convencido de eso, puesto que no tenía otra forma de comunicarse con Tatsuya, se dispuso a comenzar el recorrido, les llevaría tiempo, bastante a decir verdad, y es que llevaba a un pequeño de dos años y medio, no era cualquier cosa, eso haría mas lento el viaje, además comenzaba a estar inquieto pues no estaba con su madre, otro problema...

Cuando lograron llegar a Sapporo, habían pasado 92 días, muchas y muy diversas situaciones se les presentaron en el camino y Genma siendo el hombre que era, lo afrontó como solo él podía hacerlo: sacar al pequeño Ranma por delante para poder sobrevivir, bien había escuchado a un anciano decir que "el fin justificaba los medios" y él se lo tomó muy en serio. Buscó al dichoso Matsumoto, lo que le tomó dos semanas más en encontrarlo pero no lo vio personalmente, "cuestiones de seguridad" había dicho el hombre, y en el momento del encuentro, por supuesto Tatsuya había sido informado de la aparición de Ranma y Genma, otra vez todo fue un desastre: de la nada salieron hombres vestidos totalmente de negro, encapuchados y armados (con shuriken, ninjato, bombas, etc) y pronto tuvieron que huir.

Hicieron el intento dos veces más pero siempre había un ataque sorpresa que evitaba que Genma le entregara el niño a sus padres, un poco resignado a que eso no ocurriría, comenzó a entrenar a su pequeño sobrino, le enseñaría todo acerca de las artes marciales estilo libre, de paso, lo distraería de la ausencia de su madre, que ahora sabía había logrado escapar esa vez y estaba junto a Tatsuya, por supuesto Genma no era tonto, sabía que su hermanastro no era un simple empresario con vastos recursos, no, y el hecho de que ahora su sobrino estuviera con él, obligado por las circunstancias, confirmaba sus sospechas: Tatsuya estaba envuelto en asuntos de la mafia japonesa, no tenía muy claro hasta qué punto, pero era peligroso y trataría en lo posible de alejar a Ranma de ese mundo de perdición...'

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- Moshi, moshi - contestó el celular

- Creo que acabo de arruinarlo - dijo un dubitativo Shota, Kenshin bufó con fastidio

- ¿Qué hiciste? - preguntó amenazante

- Puede ser que se me haya pasado un poquito la mano con Nabiki

- ¡¿Qué?! - espetó alterado el chico de las vestimentas coloridas, no levantó la voz, tampoco pretendía llamar la atención

- Discutimos, ya te había dicho que no la soporto... Tan simple como que quiso de nuevo someterme a sus abusos y no se lo permití y la mande al demonio - explicó con simpleza el castaño, a Kenshin estaba a punto de explotarle la cabeza y la garganta de todo lo que quería gritarle al castaño

- ¡La jodiste! La acabas de joder en grande, te lo advertí... ¡Aghhh!... ¿sabes qué?... tu te arreglas con Kumicho, yo no sé nada

- ¡No! ¡no me puedes hacer eso! - contestó asustado el castaño

- No sé nada - y Kenshin cortó la llamada sin esperar más respuesta - Es un completo estúpido - murmuró para sí mismo, debía prepararse mentalmente para cuando el Kumicho se enterara y el haber visto la sensibilidad de piedra que tenía su jefe y presenciarla momentos antes no le ayudaba en nada a calmar su ansiedad, se suponía que debían mantener al margen de todo y bien distraída a la cuñada del demonio, pero el inútil de Shota lo había arruinado todo...'

Kenshin pasaba distraídamente de una mano a otra la Katana de Ranma, Kotaro y Mousse le observaban con una ceja levantada, Matsumoto lo observaba impasible

- No deberías jugar con la Katana de Ranma - le dijo serio Mousse a Kenshin, este último lo miró confuso - no es un juguete - Kenshin negó con la cabeza - pareces niño chiquito - le reprendió

Después de ese comentario, el silencio reinó otra vez, cuando Ranma y Tatsuya regresaron, fue entonces que se dieron las últimas indicaciones y cada quien se fue por su lado

- Jefe - llamó Kenshin a Ranma, iban camino al auto de Ranma, el ojiazul le miró como señal de que le estaba poniendo atención y que continuara - hace unos minutos hablé con Shota

- ¿Y? - instó el ojiazul impaciente

- Dejó con la señorita Tendo en términos no muy amistosos - Kenshin resumió expectante, lo cierto era que esperaba que en cualquier momento el ojiazul comenzara a gritarle y en el peor de los casos, que le pidiera el meñique, pero nada le preparó para la impasibilidad e indiferencia que su jefe estaba mostrando hacia la muy reciente noticia, se suponía que por ningún motivo debía dejarse vía libre para que su avariciosa cuñada tuviera acceso a información, que tuviera tiempo o disponibilidad para interponerse en los asuntos del ojiazul y evitar a toda costa que lo estafara o chantajeara, sonaba sencillo pero no lo era ni de cerca, Kenshin no tenía idea de qué hacer

- Supongo que Shota ya estaba en su límite, de cualquier forma aguantó, no debió pelear con ella - dijo el ojiazul inexpresivo, Kenshin desencajó el rostro estaba muy sorprendido, de nada le sirvió toda su angustia y estrés para que al final de todo su jefe se comportara como el hombre más comprensivo, de verdad que en ocasiones como esa creía más que nunca que su jefe era de temperamento tripolar - deja de mirarme como tonto... ¿quién va a reemplazar a Shota? - preguntó a Kenshin, que inmediatamente se tensó, ya había pensado en algunas opciones pero no había aterrizado nada, el ojiazul levantó una ceja

- Jefe, yo había pensado en algunos candidatos... ehh bueno está... eh ¿el Turco? y ¿Murimoto? - el ojiazul frunció el ceño

- ¿Quién es Murimoto?

- Ah él es... es el que se encarga de la bodega de ensamblaje

- Bien, entonces encárgate de que Murimoto haga bien su trabajo, no puedo meter al Turco en eso, él tiene otros asuntos que hacer y es peligroso que Nabiki esté cerca de él - Kenshin asintió un poco descolocado, después de eso estuvieron un rato en silencio, mientras Kenshin conducía y Ranma coordinaba asuntos desde su celular... - Sawai tenía una reunión conmigo, vas a ir tú en mi lugar, es a las 8 pm en el hotel Shibuya Jingumae, yo tengo asuntos más importantes que arreglar... - decía el ojiazul sin apartar la mirada de la pantalla de su celular

- Sí jefe

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Ahora sí, terminé peor que peregrino que va de rodillas y cargando peso en el lomo, pido una disculpa enorme por tardar tanto es un subir el capítulo (por demás perturbador), la verdad es que no encontré una forma más... sutil, pero no sé ustedes me escriben si les pareció o no, es que creo que la inspiración se me fue un poquito, tengo toda la idea, pero hay ciertos detalles en el desarrollo que todavía andan volando.

Gracias por la crítica constructiva, arreglé algunos aspectos que sacaban del contexto japonés a la historia, voy a fijarme más en eso a la hora de escribir; contestando a una pregunta, no, Ranma nunca se metió con Shampoo, fue con Ukyo y otras tres chicas que conoció por ahí, pero tampoco fueron la gran cosa y ya no va a repetirlo, ya sabrán por qué; lo siento pero este Ranma no es santo, puro, casto y prístino, tiene unos defectotes del tamaño de la galaxia, que repito, necesito para esta historia, que otra cosilla, no es que los demás sean despistados o faltos de percepción a la realidad pero en verdad Ranma ha invertido tiempo, dinero y personal para mantenerlos al margen, al menos hasta que su conveniencia se lo permita, a la familia y allegados, creo que son todas las aclaraciones por el momento.

Les agradezco mucho por sus Reviews, favoritos y alertas, me ponen bien eufórica, una vez más una disculpa por la tardanza, ya estoy en labor del próximo capítulo y espero subirlo a la brevedad.

Un saludo a todos y nos leemos

ani-sempai