Disclaimer. Pokemon no me pertenece a mí, sino a Satoshi Tajiri.
Leer notas del autor al final, por favor
Espero sus reviews... =)
Dilemas de Campeón: Amor
Prólogo
Meses después del campeonato en la región de Sinnoh. Pueblo Paleta
Ha pasado, relativamente, un tiempo desde que Ash perdiese en las semifinales del campeonato frente a Tobías y sus pokemon legendarios, Darkrai y Latios. Para el joven, de unos 15 años recién cumplidos, esta pérdida si significó mucho, debido a que se había preparado como se debía, pero no contaba con que existiera alguien más fuerte que Paul. Se echaba la culpa a sí mismo, debido a su incapacidad de no prever las cosas a su debido tiempo y siempre le pedía disculpas a todos por ser un fracaso como entrenador, aunque su familia, sus amigos y las personas que el realmente aprecia no le dirían nunca eso, ya que siempre sabían que el joven dueño de Pikachu daba lo mejor de sí. Justo, en ese instante, estaba conversando con todos sus pokemon, incluso con los que se habían ido, debido a que, mientras estaba ausente, regresaron de sus labores, como en el caso de Squirtle, Pidgeot y Butterfree.
- Saben chicos, no me arrepiento de haber entrado en la liga de Sinnoh, a pesar de ser un nuevo fracaso – esto lo dijo con un poco de pesar. Pikachu le extendió la pata en señal de apoyo – Hice nuevos amigos como ustedes y los que deje en esa región. Y al final, Paul demostró tener sentimientos –susurró con un toque de ironía. Hubo un pequeño silencio incómodo en el lugar – Pero esta vez será distinto. Me prepararé más, hasta que me sienta seguro y demostraré lo que soy capaz – habló con firmeza y sus pokemon reaccionaron al ver la determinación que lo caracterizaba y asintieron junto con él.
A lo lejos, Delia y el profesor Oak estaban observando con una sonrisa, ya que les había afectado el ver a un Ash deprimido. Sabían que tendría algo en mente y que, si algo bueno llegase a suceder, lo apoyarían hasta el fin del mundo.
Desde ese momento, empezó un duro entrenamiento por parte del joven. Gary y Tracey decidieron apoyarlo en ello, hasta la medida en que podían. May, Max y Dawn siempre lo venían a visitar y también lo apoyaban, brindándole la confianza que había perdido y dándole nuevos aires, aunque las chicas, antes mencionadas, sentían algo por el joven, pero no querían decírselo por pena y, también, por la concentración y el empeño que le ponía a los entrenamientos.
Un año después. En la región de Unova
En uno de los pueblos fronterizos de esa región, una chica de unos 16 años, piel blanca, pelo castaño oscuro y ojos azules, que tenía por vestimenta unos shorts amarillos, buzo negro muy ceñido a su cuerpo, una camiseta de colores claros (en medio de esta, un símbolo de una pokebola color rosa), una gorra de media visera blanca y rosa, y unos moños en cada lado de su cabeza, dejando dos largas coletas en cada lado, se encontraba regando las flores, al lado de su fiel amigo Snivy. Ese pokemon siempre estaba con ella desde hace unos cuatro años, desde que la chica protegiera a este pokemon del ataque de unos rufianes que trataban de secuestrarlo.
- Perior – llamó la joven a su pokemon- tráeme un poco más de agua para limpiarlas – le dijo mientras observaba las flores. Este le hizo caso, con una sonrisa. Sin embargo, una voz, desde la casa en que vivía, llamó su atención.
- Rosa, necesito que vayas a la tienda a recoger algunas cosas para el almuerzo – le habló una señora.
- ¡Si, tía! – le respondió con una sonrisa – Perior, quiero que las riegues, como ya sabes – le dijo mientras le acariciaba la cabeza con cariño. Este aceptó. Rosa se fue a toda prisa en su bicicleta.
Rosa era una chica promedio como las de su edad, pero con un sueño: ser la mejor modista para personas y pokemon en su región. Su vida había perdido el sentido desde la muerte de sus padres desde que ella tuvo 7 años, pero recuperó parte de su ser con la ayuda de su querida tía. Ambos murieron en un accidente de avión, por lo que terminó viviendo con su tía, quien vivía en uno de los pueblos cercanos al pueblo Arcilla. La señora era muy buena persona, pero tenía un mal terminal, por lo que le quedaba poco tiempo de vida y no se sabría cuando iba a morir. Rosa no sabía de esto.
En esos mismos momentos, Pueblo Accumula
Pueblo Accumula, un lugar donde las casas y demás no están a un mismo nivel, ya que se encuentran en zonas elevadas y en zonas hundidas. En la zona elevada, exactamente en una de las casas de la entrada del pueblo, una chica de 16 años, pelo castaño claro, piel blanca y ojos azules como el cielo, dormía plácidamente en su dormitorio. Ella y su familia se habían mudado de Kalos hacia Unova, debido a que su padre trabajaba en esa región. En la cocina, la mama de la joven cocinaba alegremente el desayuno.
- Esta chica aún no despierta – se dijo con pesar mientras suspiraba de manera cansada – Fletchinder, anda despierta a Serena – le ordenó. Este le hizo caso y se fue volando hacia la habitación de la chica. La puerta, para su suerte, estaba semiabierta. Se dispuso a entrar y se posó en la cabecera. Pasaron unos segundos angustiantes (redobles de tambores por favor) y le picoteó en la cabeza como si no existiese un mañana, mismo pájaro carpintero. Un chillido inmenso se escuchó por todo el pueblo, el cual alejó a todos los Pidoves que estaban a 10 kilómetros a la redonda.
- ¡Fletchinder, ahora vas a ver! ¡Juro que te haré asado! – le gritó al pokemon, quien empezaba a reírse a su manera. Disfrutaba despertarla así desde que era un pequeño Fletching cuando aún vivían en Kalos.
- ¡Serena, el desayuno está servido! – le gritó su mama desde el comedor.
- ¡Ya voy! – y dicho esto, la chica, a regañadientes, se cambió y dispuso a irse a desayunar.
En esos mismos momentos. Ciudad Nimbasa
En un departamento alquilado, un grupo de chicos vivía allí. En esos momentos, se repartieron las labores y empezaron a realizar las labores del hogar, como preparar el desayuno, limpiar la casa, lavar los platos y dejar la ropa en la lavadora. Ellos se habían mudado hace unos meses atrás de Kanto, cada uno en busca de sus sueños.
- Milenan, ya terminaste el desayuno… ¡Tengo hambre! – chilló desesperada una hiperactiva rubia.
- Cálmate de una vez, Rita – le habló seriamente el único chico del grupo – Más tarde tengo que ir al Museo de ciudad Nacrene a reunirme con la señora Lenora – sentenció de manera seria.
- Está bien, amor - le dijo de manera melosa, mientras le plantó un beso. Este aceptó gustoso.
- Sigmund tiene razón, Rita. La comida no va a desaparecer – le respondió Milena mientras les daba sus platos. Todos se sentaron y empezaron a comer - ¿Crees que la señora Lenora te asesore para que estudies arqueología, Sigmund? - le preguntó. El asintió.
- ¿Y tú, Milena? ¿Empezarás con tu nueva agencia de modelos pokemon? – preguntó él.
- Si – le respondió mientras se llevaba un pedazo de pan a la boca – Empezaré mi viaje dentro de unos días desde pueblo Accumula. El equipo lo dejaré en el servicio de delivery para recogerlo en cualquier ciudad que necesite – finalizó. Para eso, Rita ya había terminado.
- Gracias Milenan ¡Ahora iré 120% activada al reallity! – chilló la rubia, mientras se despedía de todos. A ambos les sorprendió que ella fuese la jueza en diversos eventos, que consistían, más que todo, en descubrir talentos de la música, sea solo con personas o con pokemon. Ella había conseguido, en Kanto, el éxito, siendo una prodigiosa violinista. Eso le valía para ser jueza, buscando talento oculto. Después de unos momentos, Sigmund se retiró y la pelirroja estaba sola. Caminó por unos momentos en el departamento y se fijó en un pequeño cuadro, donde estaba ella, con unos 5 años, junto a Rita y Sigmund. Luego se fijó en otro, para ver con añoranza un cuadro donde estaba ella, junto a un niño de su misma edad. Ella sonreía radiante y el niño sonreía con los ojos cerrados mientras hacía una pose de victoria.
- Cuanto tiempo ha pasado desde que nos separamos, Ash – susurró para sí misma, perdiendo las esperanzas de algún encuentro, mientras se aferraba al pequeño cuadro con todas sus fuerzas.
En esos momentos. Ciudad Romantis - Región Kalos
Una rubia, de 17 años, de ojos esmeraldas y cuerpo entre voluptuoso y normal, estaba caminando tranquilamente, mientras observaba las obras de arte de la ciudad. Cuando pasaba, todos le saludaban con respeto, debido a que era una de las chicas prodigio en las pinturas, a nivel de regiones. Ella correspondía de forma vaga esto, debido a que era un poco monótona. Ultimadamente, estaba pensando en viajar, pero no sabía a donde, debido a que quería nuevas ideas y motivaciones para plasmarlo al arte.
Justo en eso, se encuentra con su tía. Ella va junto con la señora para almorzar.
- ¿Ya has decidido a qué región ir, Tiffany? – preguntó la señora, quien tenía los ojos miel como su sobrina, pero con pelo castaño.
- Aun no lo he pensado – respondió mientras dormitaba. Cabe decir que, a pesar de ser un genio, siempre realizaba sus labores hasta altas horas de la madrugada.
- Sabes que si quieres viajar, te puedo acompañar – sugirió.
- Esta vez quiero hacerlo sola – le dijo con seriedad.
- Bueno, entiendo. A veces necesitas encontrar tu inspiración por ti misma – habló resignada.
- ¿Qué región me recomiendas? – preguntó.
- Te diría Hoenn, pero mejor anda a Unova. Allí hay sitios hermosos, como para que te inspires – hizo una pausa – Además, podría haber nuevas aventuras – esto lo dijo con ánimos.
- Decidido. Iré para allá - afirmó con monotonía y mucho sueño.
- Antes de que vayas – le detuvo, para luego empezar a sacar una gran cantidad de piedras raras, además de 10 piedras pequeñas – Toma, te las entrego. La rubia se sorprendió.
- ¡Tantas megapiedras y piedras activadoras! ¿Para qué? – preguntó intrigada.
- Es para los amigos que harás en el futuro – habló con alegría – Como eres artista, miras el interior de las personas. Sabrás a quien darle en su respectivo momento – hizo una pausa – Además, hablaré con una vieja amiga, para ver en qué me puede ayudar – esto intrigó a la rubia – Ahora sí. Vamos a casa, para que descanses y, dentro de unas semanas, partas a Unova – finalizó, para luego llevar a Tiffany hacia su casa.
Unos días después. Pueblo Paleta
Ya era de noche en pueblo Paleta. Ash estaba cenando como si no existiera un mañana, debido a que entrenó como nunca. Ahora si se sentía más preparado para seguir con su meta de ser un maestro pokemon. El profesor Oak, Gary y Tracey estaban allí, junto a la familia Ketchum, como invitados, aunque cabe decir que los tres tenían una gota que les rebasaba por la cien al ver como el entrenador de Pikachu devoraba la comida.
- Sabes que existe una palabra llamada mesura ¿No, Ash-boy? - le dijo Gary en un tono un poco incómodo. El aludido no le tomó importancia y siguió comiendo. Una vez que terminó, recién pudo escuchar a los demás.
- Disculpen, pero cuando se trata de comida, no puedo hacer nada – les respondió mientras se rascaba en la nuca.
- Bueno, viniendo al asunto – el profesor Oak estaba tomando la palabra - Dentro de una semana viajaré a la región de Unova para reunirme con mi colega, la profesora Juniper – hizo una pausa – Ash, Delia, quiero que me acompañen para allá, como conocerla y ver qué clase de pokemon tiene. Será un viaje de ida y vuelta – al finalizar, ambos consultados aceptaron la propuesta del profesor, mientras que Gary y Tracey decidieron quedarse en los laboratorios para cuidarlos.
Al día siguiente. En la casa de Rosa- región Unova.
Rosa regresaba de realizar algunas compras para el almuerzo en su bicicleta. Atrás de ella, estaba su Snivy montado en su canasta con las cosas, como verduras, carne y comida pokemon para él. Después de unos momentos, llegó a su casa.
- ¡Tía, ya llegue! – y dicho esto, se disponía a entrar a la cocina – Las verduras estaban frescas, así que haré un rico caldo para que te sientas muy animada – lo dijo en tono alegre, pero no recibía respuesta alguna - ¿Tía? – preguntó. Ella se extrañó. Por ello, fue a su cuarto. Tal fue su sorpresa al verla sentada con los ojos cerrados y una pequeña lágrima en el ojo derecho, mientras sonreía de manera alegre, pero no se movía para nada. Rosa, a paso lento, con el mayor miedo del mundo, se acercó hacia ella, le tomó el pulso. Fue en ese momento que sintió que el mundo se le venía encima. Unas lágrimas salieron de ella, para luego empezarse a morder los labios, mientras que su Snivy, Perior, recién llegado, miraba de manera triste y afligida a su entrenadora.
Cinco horas después. En las calles del pueblo.
Todos se lamentaban por la muerte de la señora y daban su pésame a la joven Rosa. Los pobladores ayudaron a la joven con el sepelio y la enterraron en el jardín de flores. Colocaron una lápida de mármol y una imagen de ella, junto a su querida sobrina y Perior. Al terminar, varios de ellos le dijeron que si necesitaba cualquier cosa, que ellos estarían predispuestos a ayudar. Ella aceptó con una sonrisa fingida. Una vez que se fueron ella se echó encima de la tumba. Justo en eso, empezó a llover.
- Sabes tía, siempre me quedaba maravillada al escuchar los cuentos que siempre me leías cuando era una niña – le habló, esperando una respuesta – siempre escuchaba los actos heroicos, en donde la chica de condiciones pobres era asediada por todo, que siempre tenían todo en contra, siempre salían adelante y encontraban a su persona ideal – unas lágrimas salían de su bello rostro, maltratado por tanto llorar – Admiro a esas personas que salen adelante, pero que siempre tenían a alguien de quien apoyarse – en eso, sus lágrimas aumentaron - ¡Me dejaste sola! ¡Estoy sola en este mundo! – chilló mientras gritaba y lloraba. Su Snivy le abrazó y ella correspondió el abrazo. Ambos lloraban. Era un dolor compartido. Un ser querido los había dejado.
Pasaron los días y la joven no quería comer. La muerte de su tía le había dejado una profunda herida, más que de la muerte de sus padres. Los pobladores la visitaban y le llevaban comida, pero ella no comía nada. En parte, comprendían la situación de la chica.
En un momento determinado, Rosa empezó a desempolvar algunas fotos antiguas para recordar, pero en una de las páginas, encontró lo que parecía ser un CD de DVD con una pequeña nota: Para Rosa.
- ¿Qué será? – se preguntó. Ella lo colocó en un reproductor y, junto a su Perior, empezó a mirarlo. Fue tal su sorpresa al ver a su tía sentada.
- Bueno, ehhh…como debería de empezar… - se dijo su tía del video - ¡Hola, Rosa! – le saludó con una sonrisa – Si estás viendo esto es porque ya estoy muerta y he pasado a una mejor vida. Bueno, espero…. – esto lo dijo mientras chasqueaba la lengua. Rosa estaba con una gota en la cien – Conociéndote por lo llorona que eres, seguro que estarás desanimada. Es comprensible, pero tienes que superarlo de poco a poco, mi pequeña niña. Recuerdo esa ocasión cuando salvaste a Perior y tu preocupación de hacer el bien por los demás- hizo una pausa – Sé que tienes un sueño y no dejes que lo que me pasó, te afecte. Quiero que sigas siendo la misma chica alegre de siempre, la chica que da vida al pueblo y que salgas al mundo a cumplir lo que más anhelas. Es mi deseo – hizo otra pausa – si encuentras a alguien especial, siempre transmítele tu apoyo y tus sentimientos, pero sobre todo, amalo, que ambos sean un solo sentir, pero que ese alguien sea una buena persona, como tu padre – esto último lo dijo con una sonrisa pícara – Eso sería todo y recuerda que siempre estaré contigo, este donde este. Y este es un mensaje para Perior – el pokemon de hierba miró hacia el televisor – Cuida de Rosa hasta el final. Nos vemos en otra ocasión, Rosa y recuerda que mi videomisor está en mi gaveta. Adiós, aliméntate bien y vístete bien…. – y dicho esto, se apagó el video. Una solitaria lágrima rodo en la mejilla derecha de Rosa. Perior observaba a su entrenadora con un poco de tristeza, pero con más determinación, debido a que ahora tenía una responsabilidad: cuidar de Rosa hasta su muerte.
- Eso hare, querida tía – respondió mientras se limpiaba las lágrimas. Con determinación, se preparó una comida deliciosa con lo que había en la refrigeradora, le dio de comer a Perior, se bañó, lavó sus ropas, y, una vez secas, se cambió con estas – Perior, nos vamos de acá. Juro por mi misma y por la memoria de mi tía, que seré la mejor modista que hay en toda Unova – el pokemon asintió feliz por ver a su entrenadora animada. Cogió algo de dinero que había, el videomisor que su tía le había dejado, su bicicleta, encargó a algunas personas para que cuidaran de su jardín y su casa, para luego marcharse - ¡Primera parada, Ciudad Striaton! – y dicho esto, se fue a prisa a la espesura del bosque.
En esos momentos. Laboratorios de la profesora Juniper
Una tormenta extraña estaba rondando por los alrededores. Esto extrañó a todos. Pikachu salió corriendo, con un Ash un poco extrañado por la actitud de su mejor amigo. De la nada, salió un potente rayo azul, el cual chocó con Pikachu, quitándole la electricidad por completo. Ash pudo darse cuenta de que un pokemon le quitó la electricidad a su Pikachu: se trataba de Zekrom. Este, alarmado, fue con su pokemon en brazos y lo llevó para que lo inspeccionaran.
- Es raro – se decía a sí misma la profesora Juniper – Me dices que un pokemon negro le quitó sus poderes - Ash asintió.
- Juniper, si de un pokemon negro habla, tal vez se referirá a…. – le dijo su colega Oak.
- Si, tal vez sea Zekrom, pero ya estaríamos exagerando – le respondió – a menos de que haya sentido que un pokemon intruso de otra región haya venido y le haya puesto a prueba con esto – Oak asintió y ambos llegaron a esa conclusión. Delia miraba un poco preocupada a su hijo.
- Ash, por que mejor no van los dos afuera a relajarse un poco – le habló en tono de sugerencia. El joven asintió. Una vez afuera, se encontró con un joven, de nombre Trip, quien había escogido a un Snivy como su pokemon inicial. Trip, en un tono arrogante, le reta a una pelea, argumentando de que los pokemon de Kanto eran basuras, comparados con los de Unova. Ash aceptó. Fue una pelea pareja, a pesar de que Pikachu no tenía sus poderes de electricidad. Pudo dar pelea con técnicas con cola de hierro y ataque rápido. Al final, ambos quedaron empates, muy aparte de la ventaja de tipo que poseía Snivy.
- Quiero la revancha – le dijo Trip a Ash – pero eso será en la Liga de Unova – Ash aceptó el reto y dicho esto, Trip se marchó. Ahora tenía un motivo para poder seguir en su camino. Se quedaría para seguir su camino de maestro en la región Unova. Llevó a Pikachu para que se curara al laboratorio. Después de unas horas, la tormenta, nuevamente, empezó a manifestarse. Pikachu se sintió atraído y Zekrom le devolvió sus poderes eléctricos de la misma manera como se los quitó.
En la noche Ash le comentó de su decisión al profesor Oak y a su madre. Ambos estuvieron de acuerdo y fue, en esos momentos, que Delia le entregó nueva ropa (la misma que la temporada actual XY). Llegó la mañana y Ash se empezó a alistar para partir.
- Ash, recuerda siempre que debes de alimentarte como se debe y dormir a las horas correctas – le recomendaba su madre. El joven asintió.
- Si capturas pokemon frecuentemente, encárgate de enviármelos – le dijo la profesora, mientras le entregaba su nueva Pokedex y unas 20 pokebolas – Esta Pokedex no solo tiene la información de los pokemon de Unova, sino de las regiones a la que has ido antes y una nueva– finalizó. Esto intrigó a varios de ellos, pero decidieron dejarlo así, sin preguntar.
- Recuerda, muchacho, que siempre contarás con nuestro apoyo para lo que necesites y comunícate con nosotros – le sugirió el profesor.
- Claro profesor – respondió – Bueno mama, profesora Juniper. Nos vemos – y dicho esto, Ash y Pikachu se fueron con rumbo hacia el siguiente pueblo.
- Esfuérzate, dale con todo, hijo – susurró Delia al ver como Ash desaparecía en el horizonte.
Sin embargo, lo que no sabían ellos, mucho menos Ash, era que un Oshawott lo seguía de lejos, observando hacia donde iba el joven.
Opening 01
El mundo quiero ver, de Pueblo Paleta soy
Como no sé perder
Lo mejor de mi yo doy
Mucho que aprender
Batallas que ganar
Siempre al frente iré
Sin miedo a lo que irá a pasar
Abran paso al camino voy
De nuevo empezando hoy estoy
Yo quiero ser tu héroe
Es mi decisión
En camino voy
Yo quiero ser tu héroe
Esta es la ocasión
Y el futuro nos dirá
Ser héroe en mi interior resurgirá
Yo quiero ser tu héroe
Pokemon
"Blanco y Negro"
- Bueno, a empezar nuevamente de cero… - me dije.
- Espera, no querrás comenzar si nosotros ¿verdad? – me dijo cierta chica de cabellos castaños miel. Al lado de ella, estaba un joven azabache, una pelirroja, una rubia y una chica de dos grandes moños y coletas.
- Serena tiene razón, autor – me dijo el varón del grupo.
- Ya, cálmense chicos… Ahora voy a dirigirme a mi audiencia – les respondí no haciéndoles caso – Hola y como están, mis queridos lectores y lectoras. si están leyendo esto, se los agradezco desde el fondo de mi corazón. Quería decirles que esta será la nueva temática de mis fanfics. Al final del fanfic, haré un mini diálogo con los personajes de cada capítulo, dándoles las notas, actualizaciones y demás cosas, incluso algunos responderemos reviews. Además, en sus reviews, podrán preguntar al personaje que quieran, el cual solo debe pertenecer al capítulo correspondiente. El personaje con más votos o preguntas, aparecerá en esta sección – finalice.
- Esperamos sus reviews, favoritos y seguidores – les dijo Serena, con voz melodiosa, a todos los lectores.
- ¡Nos vemos en el siguiente capítulo!... – se despidieron todos, pero antes.
- PD: Lean mi otro fanfic de Pokemon, entrenamiento de Cuerpo y Alma… esta interesante y ya actualicé... Además ¿Les gustó el opening de Hoenn?... A mi me encanta... Chicos, sugieranme el ending para este arco en sus reviews – me despido de todos - ¡Éxitos en todo!...