Minutos luego de que se fuera Kurapika a su cita con Neon, el teléfono de Leorio sonó insistentemente, hasta que se sacó fuerzas para contestar. Era su ex novia. Lo llamaba para disculparse, ya que en realidad no lo había dejado plantado, sino que la habían asaltado, y le habían quitado todo, incluyendo su teléfono, por lo que no pudo avisarle. Leorio se preocupó, y le preguntó si necesitaba que la fuera a buscar. Después de todo, a pesar de que habían terminado hace tiempo, era una amiga de la infancia, y le tenía mucho aprecio. Ella le dijo que estaba bien, que no la habían herido, pero aun así él insistió en ir a verla.
Pasó a buscarla a la comisaría, donde aún estaba declarando. Cuando la vio se sorprendió, pues no se habían visto hacía más de 3 años, y había cambiado mucho. Había dejado de teñir su pelo y alisarlo, y ya no vestía con minifaldas y tacos como en la adolescencia. Ahora había dejado crecer su cabello negro y rizado natural, recogido en un moño, como lo recordaba Leorio en su infancia. Luego de que terminaran los trámites, y de ponerse al día un poco con sus vidas, Leorio la invitó a un bar a tomar algo para animarla.
Conversaron entusiasmados, contando viejas anécdotas de amigos en común. Luego Leorio la invitó a que conociera su departamento, donde siguieron conversando, y él le contó sobre su mejor amigo, con quién vivía. Ella lo conocía hace tantos años que notó de inmediato que algo andaba mal con Leorio. A pesar de que lo veía alegre, sabía que algo le estaba preocupando.
-no es nada, en serio- Leorio respondió poco convincente cuando ella le preguntó
-puedes contarme, sabes que no le diré a nadie. Siempre he guardado tus secretos-
-agh, lo estábamos pasando tan bien, ni siquiera me había acordado del problema todo el tiempo que conversaba contigo, tenías que arruinarlo-
-no necesitas hacerte el fuerte conmigo Leorio, te conozco- ella sabía que a pesar de que lo estaban pasando bien, en realidad su mente estaba en otro lado a veces.
Leorio dudó un momento, y luego le contó todo lo ocurrido. Desde que conoció a Kurapika en el examen del cazador, y cómo se detestaban en un principio, hasta cómo se hicieron amigos con Gon y Killua, y cómo las experiencias cercanas a la muerte con el Genei Ryodan los habían acercado aún más a todos, siendo para él sus amigos lo más importante en el mundo, sobre todo Kurapika. Sintió como a medida que hablaba las palabras brotaban solas de su boca, y cómo su pecho hinchado de tantos sentimientos se desbordaba de emoción. Le contó cómo se había enamorado de él, y como lo había escondido todo este tiempo, que no podía evitar haberse sentido feliz cuando lo besó a pesar de sentirse culpable, y que no se arrepentía, y que ahora no podía olvidar la tristeza de no estar con él, pues creía que sus sentimientos no eran correspondidos, más que por un gran cariño y una gran amistad. En este punto, las lágrimas se desbordaron de sus ojos sin que él si quiera se diera cuenta, dejando salir todos los sentimientos que tenía guardados por tanto tiempo. Ella lo escuchó atentamente, abrazándolo a ratos, y otros dejándolo llorar sobre su regazo.
-¿Qué debo hacer si no puedo estar con él? ¿cómo puedo sacarlo de mi mente?-
-lamentablemente, no queda más que olvidarte de él- Le respondió, secando con una de sus manos las últimas lágrimas de sus ojos. Leorio la miraba, pero su mirada parecía estar en otro lugar. Esa imagen de Leorio le partió el alma, pues ella aún tenía algunos sentimientos hacia él. Decidió que solo había una cosa que podía hacer para ayudarlo.
-Leorio, ¿necesitas que te ayude a olvidarlo?-
-pero ¿cómo?- había dejado de sollozar, y comenzaba a calmarse. Se sentía mejor de haber dejado salir toda esa tristeza, aunque el dolor aún no se hubiera ido.
-shhh- suavemente, ella cerró los ojos de Leorio con sus manos, echándolo lentamente hacia atrás para que se recostara en el sillón- relájate, y de a poco dejarás tu mente en blanco-
Aun con los ojos cerrados, ella lo acarició, desatando el nudo de su corbata. Lentamente comenzó a desbotonar su camisa, besando su cuello. Leorio, yacía inmóvil, inerte, como si su alma hubiese abandonado su cuerpo. Estaba tan desgastado emocionalmente, que ya no se creía capaz de sentir nada más. Aún así, sintió como ella comenzaba a acariciarlo por todo su cuerpo, quitándole la camisa. Leorio se estremeció un poco, abriendo sus ojos.
-shhh- ella posó su dedo incide en sus labios- concéntrate solo en el placer- acercó sus labios a los de él, separados apenas por su dedo, y comenzó a bajar por su cuello. Leorio solo se mantenía quieto, con la mirada perdida en algún lugar de la habitación, incapaz de hacer, sentir, ni pensar.
Fue entonces cuando la puerta se abrió, y Kurapika entró, gritandole a Leorio, para luego salir corriendo…
-Kurapika…-
- ve por él- solo cuando Kurapika se fue, ella se movió de su posición. Leorio la miró con incertidumbre- sé que es él, lo puedo ver en tus ojos. Y también en los de él. También puedo ver lo tontos que son ambos. Solo ve.
Leorio fue recobrando de a poco la consciencia de sí mismo, tratando de entender las palabras de su amiga. Recorrió con la mirada toda la habitación, como tratando de encontrar respuestas. Luego se puso de pie, se vistió rápidamente y corrió hacia la puerta, pero se detuvo justo antes de salir y se devolvió.
-toma, hace frío afuera- su amiga le pasó una bufanda grande que estaba en el suelo de la sala.
-gracias- Leorio tomó su rostro entre sus manos, y la besó en la frente. Luego corrió tras su amigo
"¿que acabo de hacer? Quedé como un imbécil" pensaba Kurapika mientras corría escaleras abajo. No se detuvo hasta unas 10 cuadras más allá, cuando llegó a una plaza. "es el departamento de Leorio, el puede hacer lo que quiera ahí. De hecho… él puede hacer lo que quiera, con quien quiera, donde quiera. No tiene por qué darme excusas" aún así, su instinto fue salir corriendo, por temor a enfrentarlo. Se había decidido a contarle algún día sobre sus sentimiento que ya no podía retener más, y justo se encuentra con una escena entre él y otra persona… simplemente iba a quedar en ridículo. Era obvio que Leorio lo iría a rechazar "simplemente no puedo vivir así, no puedo soportar verlo con otra persona. La única solución es que me vaya, y vuelva a trabajar. Y tendré que contarle por qué, ya no puedo ocultarlo más…aunque me odie después". Todo el tiempo daba vueltas en su cabeza la imagen de la mujer encima de Leorio, y su mente era un caos lleno de rabia, tristeza y resignación. Quería abrazar a Leorio, más que nada en el mundo, pero también quería golpearlo "por lo menos podría haberme avisado, o tener la dignidad de hacerlo en el cuarto. Se supone que los amigos se cuentan ese tipo de cosas". Pero al pensar en eso, solo sintió más rabia, e intentó controlarla tapando su rostro con sus manos. Comenzó a sentir frío, y entonces se dio cuenta que en el apuro, había olvidado su chaqueta en el piso en la entrada del departamento. "Tendré que devolverme…pero ¿cómo voy a verlo a la cara? ¿Y si sigue con la mujer ahí? Qué puedo hacer…" Sumido en sus pensamientos, de pronto escuchó la voz de Leorio
-estás un poco desabrigado-
Kurapika no tuvo tiempo de pensar que hacer ni que decir. No se sentía listo para hablar con él, estaba aterrado, por lo que volteó dándole la espalda, dispuesto a correr de nuevo. Sin embargo, Leorio lo detuvo tomándolo por el brazo. Kurapika apartó su mano bruscamente, sin poder aun controlar su rabia, pero Leorio insistió agarrándolo firmemente
-¡Leorio suéltame!-
-¡no pienso dejarte ir!- Kurapika vio en su rostro tal determinación y seriedad que dejó de luchar y se quedó quieto, aunque mirando fijamente al suelo
-está bien, no voy a correr. Pero por favor suéltame- Leorio pudo ver que su amigo estaba herido emocionalmente, y ahora que podía ver todo de forma más clara, comprendió que gran parte era su culpa. No supo que decir
-Kurapika…-
-no… no tienes que decir nada- Kurapika estaba aterrado de lo que Leorio le pudiera decir por la reacción que tuvo. Al verse obligado, prefirió hablar él primero- soy yo el que debe pedirte disculpas
Leorio se quedó en silencio, mirándolo con seriedad, mientras Kurapika siguió hablando incapaz de mirarlo a los ojos
-te pido disculpas… porque es tu casa y puedes hacer lo que quieras con quien quieras. Sin embargo no puedo evitar estar enojado, lo siento. Se supone que somos amigos, no quiero que me ignores, quiero que me cuentes esas cosas-
-no es lo que tú crees…-
-¡no! Déjame hablar… por una única vez déjame decir lo que verdaderamente pienso- Kurapika se veía muy alterado- estoy harto de tener que verte todos los días traer al departamento a distintas mujeres, que todos los días tengas una cita mientras yo estoy todo el día pendiente de ti…
-tranquilizate…- Leorio lo tomó por los brazos, y pudo sentir como Kurapika tiritaba, no sabía si de frío o por algo más, pero él lo ignoró.
- el único que está mal acá soy yo, y para que no sigas teniendo estas discusiones conmigo, lo única solución es que me vaya. Ya lo decidí, no puedo soportar verte con alguien así como te vi hoy…- su voz se quebró en ese momento, y no pudo aguantar las lágrimas- Me siento tan avergonzado y patético al decirte esto, no sé por qué siento tanta rabia... contigo y conmigo mismo- cerró sus ojos con fuerza, evitando mirarlo a los ojos mientras lloraba
-es por la misma razón por la cual yo debo salir todos los días con una mujer distinta…- Leorio lo abrazó con fuerza, tranquilizándolo y acariciando su cabello con ternura. Kurapika abrió los ojos sorprendido por esa respuesta, tratando de entender lo que quería decir. Cuando lo comprendió, dejo de sollozar, y sintió como latía con fuerza y rápidamente el corazón de su amigo. Leorio lo soltó un momento, y Kurapika volvió a cerrar los ojos, aun con miedo a mirarlo, y sin saber que hacer o decir. Se separaron un poco, Leorio acercó lentamente sus labios a su frente, acariciando su cabello. Kurapika aun con los ojos cerrados y cabizbajo, sintió como Leorio acariciaba su rostro suavemente, besando su frente, luego sus mejillas, la punta de su nariz, hasta la esquina de su boca. Kurapika separó un poco sus labios, dejando escapar un suspiro. Leorio con su mano levantó un poco su mentón para acortar la distancia entre sus labios, besándolo con ternura, mientras Kurapika rodeó con sus brazos su cuello. Permanecieron unos instantes así, y luego Kurapika se separó, mirándolo fijamente con la respiración aun agitada
- b-bueno… y entonces… ¿qué significa…?- preguntó sonrojado. Leorio aún abrazándolo por la cintura lo miró sin entender su pregunta. Kurapika lo miró a los ojos con determinación- sabes a que me refiero…
-significa que te amo- Leorio lo miró con seriedad, posando un dedo sobre sus labios. Kurapika se quedó perplejo y sintió que su corazón se aceleraba aun más, ya no podía aguantar más emociones por un día, pero después de dudar unos segundos se armó de valor
-y yo te amo a ti desde mucho antes, tonto- dijo casi gritando. Tan fuerte que la gente pasando por la calle volteó a mirarlos, pero no le importó
Leorio lo miró y sonrió con ternura, pues sabía que para él hablar de sus sentimientos era un gran esfuerzo. De pronto recordó que había traído la bufanda, y en volvió a los dos con ella –olvidaste tu chaqueta-
Kurapika intentaba no demostrarse incómodo ni avergonzado, pero la verdad es que era muy vergonzoso para esas cosas, después de todo, nunca había tenido una relación con alguien. De pronto la incertidumbre lo invadió… "¿relación?"
-emm… Leorio- dijo mirando hacia el suelo, haciendo una pausa
-mhh?- Leorio se percató de que se sentía un poco incómodo, pero aun así no podía evitar querer estar cerca suyo. De hecho, le provocaba gracia y ternura verlo avergonzado- no te preocupes, no te voy a echar de la casa. Puedes quedarte- dijo bromeando
-¡no es eso! No me hagas decirlo… ¿qué se supone que somos ahora?-
-¿a qué te refieres?-
-bueno, tu sabes… seguimos siendo amigos, o somos… n-nov…novios- su rostro se tornó totalmente rojo cuando dijo esa palabra
-No tiene por qué ser una de las dos... sigues siendo mi mejor amigo. Somos amigos, y algo más…- Leorio le sonrió, Kurapika subió la mirada, y le sonrió de vuelta con ternura, asintiendo con la cabeza- bueno, parece que ya te decidiste por irte, pero si no tienes donde quedarte hoy…-
- ¡no, no! Me gustaría quedarme un tiempo más… emmm, si es que se puede, claro… y si quieres-
-por supuesto que me encantaría… es decir, no me molestaría. Si tú quieres quedarte, claro-
-no me molestaría- de pronto el rostro de Kurapika volvía a su natural estado de enojo con Leorio- siempre y cuando no hallan otras personas durmiendo también en el departamento…-
-ah, sí lo dices por mi amiga, ella ya se fue. Me dejó las llaves y volvió a su casa- dijo Leorio un poco incómodo. Pues a pesar de la situación, Kurapika la había visto casi desnuda besándolo
-amiga… si claro- Kurapika se cruzó de brazos
-¿te han dicho que te ves muy sexy cuando estas celoso?- Leorio lo abrazó atrayéndolo hacia él, pero Kurapika le dio un codazo y se separó
-no es divertido. Aun estoy esperando que me expliques qué fue eso-
Leorio entonces lo miró con seriedad- ¿qué quieres que te diga… la verdad? ¿Que no podía dormir pensando en ti, que me pasé el día llorando porque creía que no era correspondido, que busqué todas las formas posibles de olvidarme de ti pero no pude, porque te amo desde que te conocí, que intenté sacarte de mi mente con otras mujeres porque me estabas volviendo loco? ¿Qué más quieres escuchar?- Leorio se había acercado tan imponentemente que hizo que Kurapika retrocediera sentándose en la banca que estaba a su lado, sin poder apartar la vista de él
-Leorio…-
-dime, ¿qué más quieres saber? ¿Qué no pudo dormir contigo sin pensar en tocarte, que pienso todo el tiempo en que quiero terminar lo que no terminamos en el hotel, que…-
-ya suficiente- Kurapika tapó su boca con ambas manos para impedirle seguir hablando. Estaba demasiado avergonzado como para seguir escuchándolo -Además tú no eres el único que ha sufrido-
-bien. Vamos a casa- Leorio miró con dulzura, y le sonrió tendiendo su mano para ayudarlo a levantarse
Cuando iban caminando de vuelta al departamento, Kurapika fue ahora quien se envolvió junto a Leorio con la bufanda, entumido por el frío. Leorio tomó su mano, y fueron caminando así hasta una cuadra antes del edificio. Podía ver como su amigo se sonrojaba y se intimidaba cuando la gente los miraba al pasar, y para incomodarlo más jugaba de vez en cuando con sus dedos, acariciándolos. Un poco antes de entrar Kurapika se detuvo
-Leorio…dices que no es necesario que seamos solo amigos o…novios- titubeó solo un poco al decir esa palabra- ¿pero es necesario que hagas esas cosas en frente de todo el mundo?
-no sé de qué hablas- Leorio escondió sus manos en los bolsillos mientras silbaba
-¡Leorio!- Kurapika lo miraba serio.
-sí, sí. Ya sé que eres vergonzoso. Podemos tomarnos las cosas con calma… si no quieres que todos sepan-
-gracias por entender- Kurapika sonrió y lo abrazó, haciendo que Leorio se sonrojara un poco por su ternura
Luego entraron al edificio y subieron al ascensor, donde estaban los dos solos. Cuando se cerró la puerta, Leorio abrazó súbitamente a Kurapika por la espalda
-también sabes que siendo tu amigo tengo derecho a molestarte y acosarte ¿verdad?-
-Leorio ¿qué haces? ¡Estamos en un ascensor!-
- yo no veo a nadie aquí- dijo mientras lo inmovilizaba son sus brazos con una sonrisa maliciosa mientras veía en el espejo el rostro avergonzado de Kurapika- puedo hacer cosas como esta- abrió un poco su camina con una mano, besando su cuello y luego lamiendo lentamente su oreja-
-¡¿te volviste loco?! En cualquier minuto puede entrar alguien-
-era una broma, no seas tan serio hahahaha - Dijo Leorio alejándose- ¿Qué creías que iba a hacer? ¿O es que querías que sí hiciera algo?- levantó una ceja mientras esquivaba un puñetazo de Kurapika
"¡siempre es lo mismo… siempre me deja en ridículo!". Kurapika aguantó toda su ira para vengarse de mejor forma. "pero ya me aburrí"
- bien, entonces estás dispuesto a que yo también te moleste- de pronto Kurapika lo empujó contra la pared del ascensor, y tomó su corbata para acercarlo hacia él
-oye qué ha…- Leorio no pudo terminar la frase porque Kurapika había comenzado a morder suavemente un labio. Cuando Leorio quiso responderle con un beso, él lo detuvo, besando su cuello y su oreja. Sin soltar la corbata, Kurapika volvió a morder sus labios, y sin concretar el beso volvió a alejarse, dejando a Leorio perplejo y agitado.
-si tu vas a molestarme así entonces yo también- dijo Kurapika riendo maliciosamente, y luego le enseñó la lengua.
Leorio aún sin moverse, cerró los ojos un instante antes de hablar. No le gustaba admitir que se habían invertido los papeles- ¿estás seguro que quieres hacer algo como eso?- ahora él lo acorraló contra la pared, besándolo mientras lo acariciaba por debajo de su camisa
-ya…basta…- Kurapika intentaba hablarle entre risas y tratando de ponerse serio, interrumpido constantemente por sus besos- ¡Leorio!... se va a detener el ascensor en el siguiente piso…ya…deja de…- Kurapika intentaba separarse pero Leorio tomó sus muñecas con fuerza mientras mordía su cuello- ¡Leorio, es en serio, la puerta de va a abrir!
El ascensor se detuvo en el piso 14, y una señora de edad estaba esperando subir. Cuando se abrieron las puertas vio a Leorio en una esquina con las manos en los bolsillos saludándola con una gran sonrisa, y a Kurapika en la otra esquina pegado a la pared y con cara de perturbado. Leorio conversaba con toda normalidad con la señora, mientras Kurapika aun rojo y con el corazón en la mano permanecía en silencio, hasta que se bajaron en su piso, y se despidieron de la señora. Una vez desaparecieron de su vista por el pasillo, se escuchó un golpe seco.
-¡ouch! ¿por qué me golpeas?-
-¡tú sabes por qué! ¿Quieres que nos echen del departamento? No podes hacer eso en lugares públicos-
-¡pero si no fue nada!-
-si fue-
-¿entonces prefieres esperar a que lleguemos a la habitación?-
-¡cállate!-
-pero por qué tienes que golpearme...
La señora podía escuchar la discusión hasta que se cerraron las puertas del ascensor, y riendo dijo: "que linda pareja, siempre supuse que estaban juntos"
Fin!
Espero les haya gustado. Ahora estoy trabajando sobre la traducción en inglés, y un nuevo fic GonxKillua
espero sus comentarios por favor, y si no, de todos modos gracias por leer!