Bueno aquí presento mi nuevo fic, comparado con el último va ser algo más lento para el Caskett pero denle una oportunidad, creo que es el más serio que he hecho. Espero que cuando lo terminéis os haya valido la pena leerlo. Bueno sin más quiero agradeceros a todos pro seguirme todos los anteriores fic ha sido increíble.

Los personajes no me pertenecen…

Capítulo 1

POV RICK

Me sentía como en una nube. Estaba algo mareado y sentí como el cuerpo me fallaba hasta que sentí como tropezaba y caía en el suelo frío y duro en un fuerte golpe. Sentí como mi mirada estaba nublada no podía centrarla en nada, parecía como si estuviera dormido pero no se parecía en nada a eso. Veía como una niebla a mi alrededor me sentía mareado todo me daba vueltas, hasta que supongo que me deje llevar por el sueño, ese que llevaba días sin poder conseguir porque de repente cerré los ojos y ya todo desapareció.

Me desperté algo desorientado no recordaba donde estaba ni porque. Poco a poco fui abriendo los ojos, tenía un fuerte dolor de cabeza, tan fuerte que sentía como la cabeza estaba apunto de estallarme.

-Rick, hijo…-escuché la voz de mi madre demasiado fuerte para mi gusto.

Abrí los ojos poco a poco y vi una luz que me estaba cegando por completo por lo tanto volví a cerrar los ojos.

-Señor Castle intenta abrir los ojos, tengo que ver si se encuentra bien.

Abrí los ojos lentamente y tras varios segundos mirándome, atendiéndome se metió la dichosa luz en el bolsillo y se aparto un poco para ver a Gina y mi madre allí de pie ambas con cara de preocupación.

-¿Qué…qué me ha pasado?

-Eso deberías decírnoslo tú a nosotros Rick. Tu madre y yo estábamos muy preocupados por ti.

-No deberíais estarlo. No sé cómo he llegado aquí estaba durmiendo y de repente me despierto aquí yo…

-Rick cariño, no vuelvas a hacerme esto de nuevo.

-Hacer que madre.

-Señor Castle, creo que deberías hablar con el psicólogo.

-Con el psicólogo.

-Bueno en casos como este.

-¿qué casos?

-Bueno entró con una gran mezcla de alcohol y pastillas para la depresión y según su familia…

-Me da igual lo que ellos digan. Había bebido es verdad pero lo de las pastillas…solo no podía dormir. No he intentado suicidarme ni nada por el estilo.

-Rick necesitas ayuda-dijo Gina.

-Tú no eres nadie para decírmelo.

-Rick-me regaño mi madre.

-No Martha déjalo tiene razón. Pero no quiero que te pase nada Rick. Yo me voy pero de verdad deberías replantearte tu vida-no pude evitar soltar una risa sarcástica ante ese comentario.

-Qué vida. Yo…

-Rick cariño. Por favor…hazlo por mí. Yo también he sufrido con todo esto, no puedo perderte a ti también hijo. Por favor…solo tienes que hablar con ellos.

-Madre…

-Por favor.

-Está bien, pero que quede claro que aunque no disfrute de esta vida no significa que me haya intentado suicidar eso quiero que quede claro.

-Bien cariño-dijo mi madre acariciándome la mano y sosteniéndomela.

-Bien, enseguida vendrá a hablar contigo señor Castle.

Me sentía todavía cansado así que cerré los ojos ante el contacto de mi madre y me relajé, me relajé tanto hasta que volví a quedarme dormido.

Me desperté de nuevo sin estar muy seguro del tiempo que había pasado. Las manos me temblaban necesitaba una copa urgentemente. Estaba solo en la habitación me levanté y busque por la habitación a ver si al menos había un cigarrillo que calmara mis nervios. No me gustaban los hospitales, la última vez que estuve en uno…la última vez que estuve en uno me ha llevado hasta aquí. Desde ese día no he vuelto a dormir, desde ese día…dios necesito algo una copa un cigarro cualquier cosa. De repente se abrió la puerta e intente hacerme el inocente. Entró una mujer con una bata y una carpeta en la mano y con un gesto me animo a sentarme.

-Perdón no tendrá por ahí algún cigarrillo ¿no?-dije con mi mejor sonrisa, con esa que antes solía conquistar a todas las mujeres que se me pusieran por delante.

-Lo siento Señor Castle pero aquí no se puede fumar. Soy la doctora Lanie Parish creo que me estaba esperando.

-Oh, la psicóloga-dije haciendo una mueca-verás no la necesito solo lo hago para que mi madre me deje en paz.

-Bueno eso deje que yo lo evalué. Cuéntame porque estás aquí.

-Bueno ya se lo habrán dicho así que más da lo que diga.

-Quiero escucharlo de su boca señor Castle.

-Solo tome una pastilla para poder dormir, solo eso…

-Señor Castle sabe que no se pueden tomar pastillas cuando has bebido tanto ¿no?

-Lo sé, solo necesitaba dormir.

-Y sabes que no puedes tomar….-hizo una pausa mirando la carpeta-tres…tres pastillas para la depresión.

-Bueno no funcionaban.

-Ya. Señor Castle su madre dice que últimamente lo suele hacer mucho.

-¿Lo de beber?

-Y lo de no poder dormir y usar estas pastillas, para las cuales no tiene receta.

-Ya…yo…supongo que estoy teniendo una mala racha-dije bajando la mirada.

-Puedes decirme cual fue el causante, quizás podamos trabajar sobre ello.

-No creo que pueda.

-Señor Castle, deje que sea yo la que decida.

-¿Bien quiere saberlo?-dijo elevando la voz- hace un año tuve un accidente, un maldito accidente que se llevó a la persona más importante de mi vida. Tuve un accidente donde murió mi hija y cada día desde ese maldito día no dejo de pensar en porque ella y no yo-dije enfadado, elevando la voz y con las lágrimas amenazando con caer.

-Lo siento señor Castle. Sé que es normal que pienses eso…pero no se puede hacer nada. Su hija se ha ido y tú te has quedado aquí, tienes que seguir viviendo, aun tienes a gente en este mundo que se preocupan por ti-solté una risita-¿Qué le hace tanta gracia?

-No sé de quién hablas.

-Su madre está ahí fuera destrozada y ahí otra mujer que…

-Hablas de una madre que apenas estaba conmigo cuando era un niño, hablas de la mujer que no me aguanto tras perder a la persona que más quería en el mundo….

-Señor Castle tienes que dejar el pasado atrás, ahora están aquí y quieren ayudarle. Lo siento pero tendremos que seguir viéndonos.

-Pero…

-Soy su médica y yo decido. Le aconsejo señor Castle que escuche a su madre, ella también perdió a su nieta y tiene miedo a perder a su hijo también. No puede pensar solo en usted, sus decisiones afectan a todos los que le rodean. Le aconsejo que entre en una clínica de desintoxicación, lo dijo por la sequedad de su boca y por cómo le tiemblen las manos. Tiene un problema señor Castle pero solo usted le puede darle solución. Aunque puede apoyarse en profesionales para que le ayuden y por supuesto en su familia. No lo olvide que todavía dispone de una vida, y piensa en su hija y en si le gustaría que te viera así, no serías un buen ejemplo para ella.

-Yo…

-Señor Castle, hazme caso…todo el mundo puede salir de ese pozo solo tiene que querer y ser una persona fuerte y valiente. También necesita apoyos y, créeme cuando le digo que ahí fuera los tiene solo tiene que querer… nos vemos en un par de días. Si decide entrar yo iré a visitarlo. Encantada de conocerlo señor Castle-dijo levantándose y ofreciéndome la mano, se la estreche con la boca abierta por todo lo que me había dicho.

En cuanto salió por la puerta no dejaba de darle vueltas a todo lo que me había dicho yo…no quería vivir sin ella pero luego pensaba en mi pequeña y… ¿ella que hubiera querido?...dios yo sin duda que estuviera aquí…aquí conmigo.

-Cariño-dijo mi madre acercándose a donde me encontraba-yo…lo siento mucho…yo solo quiero recuperar a mi pequeño.

-Y yo a la mía-dije tragando saliva.

-Cariño eso es imposible.

-A lo mejor lo que tu pides también lo es-dije mirando hacia el suelo.

-No-dijo gritándome-no eso no es imposible, y sabes porque…porque estas vivo, oigo tu corazón herido latir cariño, estás vivo y mientras así siga es posible…por favor…necesito recuperar a mi hijo…por favor…

La vi como estaba destrozada, hacía tanto que no la veía así…bueno no tanto desde que Alexis se fue…ella también ha sufrido y yo…dios he sido un egoísta. Me levanté y la abracé fuerte…no podía, no quería verla así.

-Dios hijo-dijo mi madre envolviéndome entre sus brazos y no pude evitar ponerme a llorar como cuando era un crío…ahora estaba aquí recordé las palabras de la psicóloga y lo decidí.

-Mama yo…voy a intentarlo…yo…

-No, no quiero que lo intentes. Quiero que lo logres. Tu nunca te has rendido hijo…nunca, eres un ganador, un luchador nunca te olvides de eso.

-Entraré-dije mirando a Gina que estaba allí de pie observando todo-pero yo decido en donde, cuando y como.

-Bien-dijo Gina-aunque hay una en la que va todos los famosos que…

-No, no quiero alejarme de aquí, quiero que sea una normalita, nada de esas carísima de los famosos. Quiero entrar como Richard Rodgers, no como Richard Castle. Y además…no quiero que se entere nadie…

-Rick no puedo…

-Si se entera la prensa date por despedida.

-Bien, haré lo que quieras.

-Bien-dije apartando la mirada de ella y centrándola en mi madre que me acariciaba con ternura la mejilla como tantas veces había hecho yo con mi pequeña para calmarla, mi pequeña…por ti sobre todo lo hago…por ti para que te vuelvas a sentirte orgullosa de mi.

CONTINUARÁ…

El viernes si no hay problemas habrá un nuevo capítulo de la historia y mañana tenemos el epílogo de simplemente porque me haces feliz, gracias a los que lo hayan leído y espero que me sigáis en este. Prometo subir con la misma rapidez que he hecho en los anteriores aunque tenga que liarla. Bueno sin más gracias y como siempre espero vuestros comentarios para ver si os ha gustado. Os pido perdón de antemano porque no tengo mucha idea sobre el tema y a lo mejor pongo algunas burradas pero recordar que esto es ficción y que no soy médica.

XXOO

Twitter: tamyalways