Nota: Digimon no me pertenece y escribo esto sin fines de lucro. Las Pastillas del Abuelo tampoco.

Miralos a ellos dos


"Y si vos me preguntas hoy que carajo es el amor, yo te contesto: miralos a ellos dos."

Qué carajo es el amor, Las Pastillas del Abuelo


Summary: Hikari no puede más que sonreír al mirar a su familia ampliada. [Sorato. Kenyako. Takari]

Imagen: 15. Chicas sujetando bolsa. Propuesta por Carrie Summertime.

Para HikariCaelum, por haber estado de aquel lado desde el día uno de esta colección.


Miralos a ellos seis


Hikari y Sora caminan de lado, balanceando entre ellas una bolsa de compras. La mira de reojo, ligeramente hacia arriba, porque Sora es tan solo un poquito más alta que ella. Ambas son bajitas, pero mientras Hikari es menuda y, según ella, poca cosa, su amiga es más llamativa, más formada, aunque sin ser robusta.

Hikari la mira y sonríe, porque está calma, está tranquila: está cómoda.

Llegan al departamento en silencio y en paz. Las recibe una mesa de comedor armada, ordenada, familiar. Takeru ordena las bebidas y Yamato se mueve en la cocina, impaciente por la bolsa que ellas llevan en sus manos.

Marchan juntas, a la cocina, porque juntas salieron y juntas llegaron. Y mientras Sora vacía la bolsa y ella distribuye los productos entre Yamato y la heladera, la sorprende notar que su cuerpo ubica casi sin pensar los huevos en la puerta y las verduras, sin su bolsa, en el recipiente correspondiente.

El sonido del timbre le informa la llegada de Ken y Miyako (con gran panza de embarazo). Y que Takeru abra la puerta, sin avisar ni pedir permiso a su hermano, le pinta una sonrisa.

Regresa al living, porque la cocina le queda chica a tres personas. Y mientras Takeru le habla a la panza de Miyako, a la que quiere leerle cuentos, Ken regresa del baño con un florero listo para ubicar las flores que trajeron. Y al ubicarlas en el centro de la mesa, Hikari siente que la enternece que Sora y Yamato sigan en la cocina, ignorando que sus amigos ya han revolucionado el comedor.

O desentendidos, tal vez, porque esos cuatro ya son algo más que amigos.

A Hikari no le entra tanta alegría en su pequeño cuerpo y siente que debe pararse de puntillas y respirar aire puro por la ventana para evitar que la alegría se desparrame en carcajadas incontrolables y sin sentido.

Ya con los seis sentados, almorzando otro domingo al mediodía, no puede más que esperar a que llegue la niña de Miyako y Ken. Porque esta bebé, Kurumi, además de sus padres y abuelos y toda la extensa familia Inoue, tendrá a esta familia despareja, a este subgrupo de casados de almuerzos de domingo, reunidos cada quince días. Para malcriarla, arroparla, cantarla y hacerla sentir en casa.

Como se siente ella. Porque más que amigos, está con su familia ampliada.

FIN


Notas: ¡Mi último drabble! Con esto me despido de una colección que me trajo mil millones de alegrías, personas preciosísimas, reviews espectaculares y que me enseñó que se puede escribir cortito.

No tengo un motivo para cerrarla: siento que toda historia debe terminar. Amé tanto esta colección que me focalicé más en ella que en mis otras historias, y quiero hacerles honor a todas. No descarto en el futuro armar una nueva colección basada en estas imágenes (ya hay cien para elegir).

GRACIAS, thank you, shukran, grazie y merci. Me alegraron mis días y más días y más días y así.

¡Adiós!