El cielo de la Primavera Chapter 11: Finale, a katekyo hitman reborn! fanfic

Disclaimer: los personajes de Katekyo Hitman Reborn no me pertenecen, son propiedad de Amano Akira-sama cuanto quisiera yo que me pertenecieran pero que se le va hacer y los nuevos personajes que aparezcan son de mi autoría. Este fanfiction es sin fines de lucro y exclusivamente para la diversión de la autora y posibles lectores espero que los disfruten

Aclaraciones

Letra cursiva – conversación

"Letra cursiva" – puede ser muchas cosas como sarcasmo, sueños, etc.

‹‹Letra cursiva›› – pensamientos

Letra negrita – recuerdos del pasado.

() Ciertas aclaraciones

El cielo de la primavera

Capítulo Final

Viaggio in Italia

No pasó mucho tiempo desde que habían llegado, se sentía inquieto, le preocupaba como estaban ocurriendo las cosas en Japón, miro por la ventana de su despacho y sin que pudiera evitarlo las lágrimas empezaron a cubrir sus mejillas, se llevó una mano al pecho sintiendo un dolor tremendo — ¡Kyle! — grito un pelirrojo que entro de inmediato a la oficina sosteniendo a su líder.

— ¿Por qué son esos gritos? — detrás suyo entro una joven pelirroja idéntica a él — ¡Kyle! — también dio un grito de susto al ver a su líder con muecas de dolor por lo que se acercó rápidamente a ellos.

— Y-Ya no puedo sentirlo — empezaba a hiperventilar parecía como si el aire no deseara entrar a sus pulmones, sentía como si estos quemaran sus entrañas — sus llamas se extinguieron — susurro con dolor los gemelos se vieron, comprendiendo a que se refería su jefe — ellos… — y más lágrimas salían, no podía creerlo, era imposible su voz se quebró.

— Kai Lan, comunícate con Masaru y que te explique cómo está la situación en Nanimori — le ordeno a su hermana, la cual asintió antes de marcharse aún preocupada — Kyle debes tranquilizarte, el hecho que ya no puedas sentirlo solo significaría una cosa, y lo sabes bien — se detuvo mirando como su jefe se apretaba el pecho, como si algo en su interior lo desgarrara — lo más importante ahora es llevarte con nuestros médicos tu salud es nuestra prioridad — y sin esperar ninguna respuesta ayudo a su amigo a ponerse de pie y llevarlo a la enfermería.

Pero no pudo dar ni dos pasos cuando sintió como su amigo se desmayaba, por suerte su hermana había tenido la misma idea logrando que algunos de sus médicos acudieran en su ayuda. Apretó los puños sintiendo una rabia crecer dentro — Vongola pagara por lo que hizo — se juró a si mismo que no descansaría hasta acabar con la décima Generación no solo por el bienestar de su líder, sino también para vengar la muerte de sus amigos.

— Kuan Yin ¿Qué sucedió? — un hombre de cabellos castaño se acercó, a la vez que no dejaba de ver como trasladaban a Kyle por lo que seguía sus pasos.

— Las cosas en Japón no salieron como se tenía previsto, ¿Cómo va la situación en Vongola? — pregunto el pelirrojo sin detenerse en ningún momento.

— Las personas que envió aquel hombre fueron derrotadas, tal parece que Varia salió al rescate del Noveno Vongola y no solo eso también están involucrados el clan Estrella.

— ¿El clan estrella? No se suponía que ese clan era solo una invención — él tenía el recuerdo de como en china sus padres le hablaban de aquel clan fantasma, uno que no se involucraba en la mafia ya que se encargaba de que existiera un orden desde las sombras.

— No lo es, mi información es cien por ciento confiable tal parece que un grupo se fue a Japón para también ayudar al Decimo — le confirmo el castaño recordando todos los datos que pudo recolectar — Masaru tenía razón al decir que una invasión a Vongola fracasaría.

— No importa, ahora que nuestra unidad de asesinos se extinguió nosotros mismos debemos encargarnos de matar a la décima generación.

— ¿Extinguió? ¿A qué te refieres? — la mirada seria del pelirrojo le dio a entender sus palabras, bajo la mirada recordando a Enrichetta, tal parecía que su la cita que tenían no se iba a realizar, así que era el turno de ellos de realizar un movimiento — Si es para salvarlo hare lo que sea necesario — entraron a la enfermería donde empezaron a ponerle varios aparatos a su líder, esperaban que su tiempo de vida no se hubiera acortado.

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El campo que los encerraba empezaba a desaparecer poco a poco, toda aquella ilusión de esa ciudad desaparecía dando paso la vista de un bosque, se puso de pie debía buscar a los demás, le hubiera gustado hallar una forma sin que hubiera pasado aquello, él sabía que ese mundo era cruel y traicionero, aunque lo sabía bien no podía dejar de sentirse mal, vio por última vez el cuerpo de la chica la cual estaba apoyada en un tronco, volvería por ella, de eso estaba seguro, no podría dejarla ahí. Su mano sangraba y tampoco podía caminar muy bien, pero lo que más le importaba en esos momentos era encontrara a Juudaime.

Con dificultad empezó su camino, no se encontraba en el mismo punto en el cual fueron separados por lo que la búsqueda sería más difícil y más estando en ese estado se apoyó en uno de los árboles para tomar un poco de oxígeno, la vista se le empezaba a ser nublosa por la pérdida de sangre además de que se encontraba cansado, había usado demasiado sus llamas.

— ¡Gokudera! — por una vez en su vida estaba agradecido de escuchar aquella irritante voz — ¿Te encuentras bien?

— Si claro solo me estoy apoyando en el árbol por gusto ¡MALDITO FRIKI DEL BEISBOL! ¡SOLO PREGUNTAS COSAS ESTUPIDAS! — soltó un quejido ante su arrebato — no creí que serias capaz de acabar con alguien.

— Te equivocas, Aizawa-san se sacrificó — su mirada se tornó seria al recordar los eventos en aquel subterráneo — tal parece que fueron engañados por una persona.

— Lo notaste — sintió como su brazo era pasado por los hombros del azabache estaba muy cansado para quejarse — debemos buscar a Juudaime.

— Primero debemos llevarte a un médico — antes de que pudiera quejarse nuevamente le interrumpió — Tsuna no estaría muy feliz si descuidas tu salud por él.

Chasqueo la lengua al saber que estaba en lo cierto, pero jamás se lo diría, prefería morir antes de decirle que tenía la razón, ambos empezaron a caminar despacio y fue dándose cuenta que el azabache también se encontraba herido, aunque no parecía darle importancia — tenía que ser un verdadero idiota del béisbol

El sonido de unos sollozos llamo su atención por lo que ambos apresuraron el paso dándose cuenta de una mata de pelos negros se encontraba no muy lejos de donde estaban ellos. Al irse acercando pudieron distinguir a una figura enfrente del pequeño Lambo.

Lambo al escuchar unos pasos volteo la mirada encontrándose con sus amigos, su rostro bañado en lágrimas a la vez que su nariz no dejaba de escurrir mucosidades, se puso de pie para correr hacia ellos.

— Ayúdenla, Lambo-sama les ordena que la salven — les exigió al mismo tiempo que les jalaba del pantalón para que apresuraran sus pasos, Yamamoto soltó con cuidado a Gokudera antes de dirigirse hacia la joven, pero al no ver ningún brillo en sus ojos, espero lo peor, sujeto su muñeca tratando de detectar su pulso sin ningún resultado se agacho hasta su pecho esperando escuchar los latidos de su corazón, pero de igual manera sin ningún éxito.

El pequeño azabache miraba con atención los movimientos de Yamamoto esperando buenas noticias, pero al ver su mirada triste, nuevamente las lágrimas no dejaron de salir, negó con la cabeza repetidas veces. No pudo salvar a su amiga.

— Lo siento Lambo, ella ya no está con nosotros — apretó los puños al decir aquello, sintiendo una impotencia al recordar como Aizawa se había sacrificado, supuso que la joven a su lado hizo lo mismo al ver como llora desconsoladamente el pequeño.

— ¡Mientes! ¡Ella no puede estar muerta!

— ¡DEJA DE DAR PROBLEMAS VACA ESTUPIDA! No sé cómo habrá sido ella, pero te salvo no es así, entonces para respetar su memoria no la olvides, recuerda este dolor para hacerte más fuerte y que en un futuro no vuelva a pasar lo mismo.

Lambo lo observo unos momentos antes de asentir y limpiarse las lágrimas — Lambo-sama se hará fuerte — dijo con convicción sintiendo como sus cabellos eran despeinados.

— Y lo serás — trato de animarlo Yamamoto con una sonrisa.

— Ahora dejen de perder el tiempo y sigamos buscando a Juudaime — cambio de tema a la vez que avanzaba lentamente, estaba furioso por los acontecimientos que pasaron con Enrichetta

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Desaparecía.

Aquella barrera empezaba a desaparecer.

Sus ojos se abrieron en sorpresa — Tsunayoshi — sin decir más se colocó de pie corriendo a la dirección en el cual había sentido la presencia del castaño, por lo que no le tomo importancia a la persona que le estaba acompañando.

— ¡Tsukigane! ¡Espera! — gritaba a todo pulmón el joven rubio sin perder de vista a la joven, se encontraba confundido de un momento a otro la joven bicolor había despertado de su trance para empezar a correr, y por lo que sabía solo haría eso por una cosa — ¿Encontraste a Tsuna?

Al escuchar su voz por unos momentos la joven volteo el rostro hacia atrás observando aquel joven que le había ayudado desde su llegada a ese lugar, solo asintió a sus palabras sin dejar de correr — su energía se debilita, algo terrible debió pasar.

Con solo esas palabras Dino también empezó apresurar el paso, debían encontrar a su hermano.

Ante la adrenalina que corría por su sangre no se daba cuenta de que cada vez sus pasos se volvían más lentos, pero no podía permitirse detenerse. Hasta que vio como delante suyo una especie de cúpula empezaba a desaparecer — Ahí se encuentra — no dudo en sobre exigir a su cuerpo a seguir avanzando.

Poco a poco sus pasos se detenían, observando a su alrededor tratando de localizar a la persona que estaba buscando por mucho tiempo, su mirada heterocromática se ilumino al divisar su cuerpo no muy lejos de su ubicación — ¡Cavallone lo encontré! — le aviso rápido corriendo hacia el castaño, no dudo en agacharse y primero checar su pulso, los latidos de su corazón a un seguían, pero cada vez eran más lentos, entonces se percató de la cantidad de sangre que lo rodeaba asustándola de sobremanera.

Coloco sus manos en la herida mientras trasmitía su energía en ese punto — esto no servirá de mucho, pero por lo menos evitaremos que siga perdiendo sangre — ante sus palabras el rubio no tardo en levantar con cuidado al castaño.

— Entonces debemos apresurarnos — la joven asintió siguiéndole los pasos.

— Espera hay una persona más — lo detuvo acercándose a la otra persona y tomando sus signos vitales antes de que negara con la cabeza y volviera a su lado — volveremos por su cuerpo, lo más importante por ahora es que atiendan a Tsunayoshi — Dino le dio la razón, mandaría a sus hombres por aquella persona, hasta mientras lo más importante para él era salvar a su hermano.

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— Es una muestra muy interesante, tuve la suerte de poder tomar un poco antes de que desapareciera por completo — empezó a examinarla, el hecho de que su color fuera más oscura era algo que llamaba su atención, nunca había visto algo similar.

— No me interesan tus experimentos, necesito saber porque su color es distinto — miraba a su alrededor esperando encontrar a su alumno sin ningún resultado por lo que chasqueo la lengua.

— Es el pequeño que acompaña siempre a Sawada — frente suyo se encontraba el guardián de sol, al ver el estado en que se encontraba supuso que al lugar al que llegaron era el mismo en el que peleo el albino.

— Ciaossu — le saludo antes de posicionarse en su hombro — parece que tuviste una pelea — sintió como el cuerpo del joven se tensaba ante sus palabras dándole una idea de lo que pudo haber pasado.

— Tu sabes dónde podríamos encontrar a Sawada y los demás — esa expresión tan seria le recordaba al Ryohei del futuro.

— Estarán aquí pronto — al terminar de decir aquello de entre los arboles hacían la aparición tres personas más.

— Yo — saludo un azabache — encontramos al pequeñín y a sempai, no es genial Gokudera.

— ¡De qué demonios hablas! Encontrarnos con el cabeza de césped no es nada genial — reprocho el peli plateado mirando con el ceño fruncido al azabache, antes de hacer una pequeña reverencia hacia el Hitman.

— A quien llamas cabeza de césped, cabeza de pulpo — dos venitas se formaron en la cien de Gokudera ante aquel apodo, empezando una nueva pelea con su compañero.

— Así que ustedes también lograron salir, incluso me sorprende que la vaca estúpida saliera — Reborn se posiciono en el hombro de Yamamoto, ignorando los berrinches del bovino.

— Salimos pagando un precio alto — sus palabras confirmaban sus sospechas, tal parecía que todos pasaron por la misma prueba, cambio de tema — pequeñín ¿sabes dónde podría estar Tsuna?

— Tal parece que mi dame-alumno es el único que aún no sale del lugar en que lo aprisionaron — sintió como uno de sus bolsillos vibraba, al ver de qué se trataba el número de su otro alumno está impreso en la pantalla, al contestar la llamada simplemente se dedicó a escuchar — Tsuna fue llevado al refugio de Vongola.

Tanto Gokudera como Ryohei detuvieron su pelea, prestando atención al azabache, de esa manera todos decidieron emprender su viaje hacia las instalaciones de Vongola, cada uno con un diferente sentimiento, solo esperaban que su amigo se encontrara bien.

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A pesar de estar bastante apurada tuvo que detenerse varias veces para esperar que la joven de cabellera anaranjada, no podía dejar que algo le ocurriera a ella, se sentía un poco frustrada al no poder encontrar a la primavera, sentía que era como buscar una aguja en un pajal. Imposible.

— ¿Te encuentras bien? Lo siento si camino rápido, pero enserio es importante que encontremos a tu amiga — le pregunto al verla llegar a su lado, para Kyoko el ver velocidad con la que corría la joven le recordaba los momentos en que seguía a su hermano en su entrenamiento, aunque debía admitir que era muy rápida.

— ¿Sabes dónde podría encontrarse Haru-chan? — le pregunto tratando de recuperar el aire.

— Si te soy sincera, no, pero en estos momentos nos encontraremos con mis compañeros ellas podrán ayudarnos a encontrarla — y eso realmente esperaba, Krishna aún se encontraba herida y Sakurai estaba en un trance — no te preocupes la encontrare.

Kyoko asintió a sus palabras, a pesar de recién conocerla confiaba en ella, miro a su alrededor buscando alguna pista que pudiera indicarles donde pudo ir Haru, entonces fue cuando lo vio no muy lejos de donde se encontraban una especie de burbuja empezaba a desintegrarse, forzó su vista pudiendo distinguir una cabellera de color índigo.

— ¡Chrome-chan! — grito su nombre, sin duda empezó a correr en esa dirección, pero se detuvo unos pasos al darse cuenta de que no se trataba de su amiga sino de un joven con el mismo peinado, su mejilla tenía unas cuantas manchas rojas. Por un momento sintió miedo ante su presencia.

— Kufufufu~ no esperaba que las cosas terminaran de esta manera — observo a la joven de mirada miel — tal parece que llegaste en el mejor momento — al terminar de decir aquello una niebla empezó a rodearlo dando paso a la figura de Chrome, quien estaba a punto de desmayarse, Nadesha corrió rápidamente sujetando el cuerpo de la peli morado.

Kyoko reacciono unos segundos después acercándose a ambas jóvenes — Chrome-chan — sintió un alivio al ver a su amiga sin ningún daño, pero al ver a unos cuantos pasos de ellos el cuerpo de otra persona cubierta de sangre se llevó la mano a la boca tratando de reprimir un grito de terror.

La peli naranja sintió una mano en su hombro llamando su atención — tu amiga se encuentra bien, debió gastar muchas energías por lo que dormirá un buen rato, yo… veré como esta esa persona — sin decir más se acercó a aquel cuerpo comprobando sus signos vitales, como lo sospechaba, ese chico ya no estaba en el mundo de los vivos — según los datos de Rintarou-kun, el décimo Vongola tiene dos guardianes de la niebla, debo suponer que aquel sujeto es uno de ellos, lo que no comprendo es porque acabo con la vida de su oponente

— ¿E-esa persona se encuentra bien?

Respiro profundo antes de dirigir su mirada azulada hacia Kyoko — por el momento debo llevarlas a un lugar seguro, aún podría haber enemigos rondando — le regalo una sonrisa, antes de volver su mirada aquel joven, coloco su mano en su pecho antes de cubrirlo con agua encerrando todo su cuerpo, de esa manera le será más sencillo poder encontrarlo.

Kyoko solo asintió, por el momento no quería conocer la respuesta a su pregunta — lo que más importa es el bienestar de Chrome-chan ¿Qué pasara con Haru-chan? — una nueva preocupación la invadió.

— Te lo dije no es así, mi familia la buscara — su sonrisa era más brillante, porque con el solo recuerdo de su familia ella podía sonreír de esa manera — lo mejor es volver a las instalaciones de Vongola.

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El momento en que todos se encontraron un pudieron evitar sentirse felices de saber que se encontraban a salvo, aunque algunos tenían preguntas como el guardián del sol ¿Por qué motivo su hermana se encontraba fuera del refugio? ¿Quién era la persona que la acompañaba? ¿Por qué motivo sentía que algo le ocurría?

Gokudera no dudo en preguntar por Tsunayoshi, todos negaron con la cabeza al no saber dónde se podría encontrar el cielo de Vongola, todos sus guardianes estaban planeando en salir en su búsqueda sino fuera que de una de las habitaciones salía un azabache.

— Ya llegaron todos — encendió un cigarrillo, exhalando un poco de humo — el Vongola se encuentra estable, pero por el momento no recibirá visitas — ante sus palabras Gokudera no dudo en acercarse y sujetarlo de las solapas de su ropa preguntándole por la salud del castaño, de cómo lo había encontrado y muchas más preguntas — Cavallone y una chica lo trajeron — respondió un poco fastidiado por el comportamiento del peli plateado.

— ¿Una chica? — esta vez fue Kyoko quien se acercó a ellos — ¿es Haru-chan?

— Que tiene que ver la mujer estúpida en esto — pregunto con confusión Gokudera esta vez observando a la peli naranja, la joven se puso nerviosa ante su atenta mirada esmeralda, apretó los labios sin saber que responder, desvió un poco la mirada antes de cerrar los ojos por unos momentos y volver a mirarlo.

— Haru-chan salió del refugio… ella fue a buscar a Tsuna-kun — todos abrieron sus ojos sorprendidos por sus palabras, Kyoko volvió su vista hacia el mayor — ¿Haru-chan fue quien trajo a Tsuna-kun?

Shamal se despeino sus cabellos, odiaba tratar con adolecentes, como podría decirle que la chica que menciono no se trataba de quien buscaban — ¿Ocurre alguna cosa? — un joven de cabellera rubia se asomó por la puerta de donde salió el azabache observando a todos, antes de sonreírles, estaba alegre de que se encontraran a salvo, volvió a dirigir su mirada al interior de la habitación viendo como Tsukigane se mantenía al lado de su hermanito sin ninguna intención de separarse.

Gokudera no espero más tiempo y sin importarle las quejas entro a la habitación dándose cuenta de aquella joven no era Haru, por lo que al salir y sin importarle sus heridas se dirigió a la salida siendo detenido por Yamamoto.

— Estás herido.

— La mujer estúpida no está, debemos ir a buscarla — el azabache sabía que diría aquello por lo que le sonrió antes de ponerse a su lado.

— Si somos más podremos encontrarla más rápido.

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Se acercó a la joven, para entregarle una taza de té, la joven de mirada heterocromática lo tomo dándole una mirada de agradecimiento — Tsukigane-san debería descansar un poco.

— Estoy bien no te preocupes Sasagawa-san, hasta que no despierte no me gustaría apartarme de su lado, supongo que sientes lo mismo — le confeso la joven antes de soplar un poco el contenido de la taza y llevárselo a los labios sintiendo como el líquido pasaba por su garganta dándole un poco de tranquilidad y calidez.

La peli naranja abrió sus ojos en sorpresa, trato de sonreírle pero no demostraba ninguna alegría sino más preocupación por lo que pasaba, observo al joven castaño aun durmiendo, ya habían pasado algunas horas desde que lo trajeron y no había abierto los ojos en todo ese tiempo, estaba preocupada — solo me gustaría que Tsuna-kun despertara — apretó con fuerza su falda, evitando que las lágrimas salieran a flote pero no pudo contenerse por más tiempo — los chicos no volvieron me preocupa que no pudieran encontrara a Haru-chan.

— Mis estrellas fueron con ellos, estoy segura que ellas podrán encontrar a Miura Haru, me gustaría que ella estuviera aquí antes de que Tsunayoshi despertara.

— ¿Porque?

— De lo poco que se, estoy segura de saber cuáles son los sentimientos que tiene Tsunayoshi hacia aquella joven — porque a pesar de no haberlo visto en persona, ella supo sobre la competencia y también podía descifrar quien era la que se había ganado el corazón de su amigo. El sonido de su teléfono llamo su atención y pidiendo una disculpa salió de ahí, Subaru le informaba sobre las cosas que sucedieron en Italia, frunció el ceño al darse cuenta de que aquello era una trampa solo estaban probándolos — buscare a Miura Haru, así que dejo a tu cuidado a Tsunayoshi — y sin decir más se marchó.

Kyoko no entendía que es lo que pudo haber pasado para que su acompañante tomara aquella decisión, unos minutos después su teléfono empezó a sonar, al ver el nombre de su hermano no dudo en contestar, con cada palabra que escuchaba sus fuerzas se iban perdiendo, las lágrimas no dejaban de salir de sus luceros mieles, la primera pregunta que rondaba por su mente era el cómo se lo dirían.

Un quejido llamo su atención, y al observar como el castaño empezaba a moverse supo que estaba por despertar.

Al abrir los ojos lo primero que pudo visualizar fue una habitación desconocida para él, no podía recordar nada de lo que había ocurrido ¿Dónde se encontraba? ¿Dónde estaban los demás? Trato de levantarse, pero sintió un pequeño peso en su mano, al ver de quien se trataba vio a una joven de cabellera naranja dormida a su lado mientras sujetaba su mano, la miro por unos minutos sin saber qué hacer, hasta que la vio moverse logrando despertarse, parpadeo por unos segundos antes de mirarlo, provocando que un brillo apareciera en sus ojos mieles — Tsuna-kun — pronuncio antes de levantarse y abrazarlo con fuerza, se encontraba tan asustada de verlo en aquel estado.

— ¿K-Kyoko-chan? — no correspondió el abrazo ya que estaba confundido y en solo unos segundos se encontraba en aquel lugar, su rostro se tornó pálido ante el recuerdo de todos los sucesos que pasaron, la alejo de manera rápida de él.

— ¿D-Donde esta Haru? — pregunto con nerviosismo ante la respuesta, tenía miedo de lo que le respondiera, sin darse cuenta empezó a ejercer presión en sus dedos provocando una mueca de dolor en el rostro de la peli naranja.

— M-Me lastimas Tsuna-kun — dijo entre un quejido, el castaño al darse cuenta la soltó de inmediato antes de repetir varias disculpas por su comportamiento — no te preocupes Tsuna-kun yo lo entiendo, estas preocupado por Haru-chan… — se mordió los labios decidiéndose si debía decirle o no — perdió mucha sangre — al ver como su rostro se deformaba por la preocupación continuo inmediatamente — pero Shamal-san logro estabilizarla por el momento se encuentra en terapia intensiva, solo que aún no despierta — murmuro apretando sus manos.

El cansancio volvió a él por lo que se acostó en su cama un poco más aliviado por sus palabras, Haru se encontraba bien era lo único que le importaba en ese momento, no la había perdido.

Con lentitud se levantó listo para ir a verla, pero ante sus acciones la peli naranja trato de detenerlo diciéndole que su amiga aun no podía recibir visitas a parte de que él aún estaba herido y debía seguir en reposo.

Una vez logro convencerlo le comunico que ira a comunicarle a los demás de su despertar y que estarían felices ante esa noticia, el simplemente le sonrió. Sintió un pequeño dolor en la cabeza estaba seguro que se trataba por los movimientos que realizo si Reborn se enteraba de lo que trato de hacer recibiría un castigo.

Observo por la ventana de su habitación, el atardecer se estaba haciendo presente se preguntaba cuanto tiempo había estado inconsciente, incluso deseaba saber cómo se encontraba la persona con la que había peleado. Sus recuerdos aun eran muy borrosos, provocando que tenga lagunas mentales.

Decidió que lo mejor era descansar por el momento, estaba seguro que sus amigos le contarían lo que había pasado, nuevamente se sentó preocupado por el bienestar de sus amigos, no sabía cómo se encontraban ellos, tenía la tentación de ir en su búsqueda, pero en cualquier momento su amiga peli naranja volvería, tendría que esperar para preguntarle a ella como estaban las cosas.

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Después de unos días aun en el hospital se extrañó que no recibiera la visita de Reborn en esos días, tenía miedo de que estuviera tramando algo además de que, al estar ahí solo, los recuerdos de aquella batalla se repetían en su mente una y otra vez, como si se tratase de una película.

— ¿Se encuentra bien Juudaime? — dejo de observar la ventana encontrándose con la mira esmeralda de su amigo, impregnada de preocupación, le sonrió para tratar de calmarlo notando la presencia de otro de sus amigos, aquel que siempre con una sonrisa lograba trasmitirle una tranquilidad.

— Gokudera-kun, Yamamoto — pronuncio sus nombres con gran alivio, el hecho de verlos ahí a su lado le traía cierta paz, después de los acontecimientos que se habían dado estaba preocupado por cómo se encontraban todos sus amigos — ¿se encuentran bien?

— ¡Juudaime! Siempre preocupándose por nuestro bienestar — él peli plateado se tapó los ojos tratando de que las lágrimas no aparecieran de la emoción que estaba sintiendo.

— Con algunos golpes, pero fue una experiencia única, no pensé que nos separarían para tener una pelea individual — comento el azabache con una sonrisa, Tsuna se dio cuenta que tenía la mano vendada al igual que la cabeza, se sentía culpable de siempre involucrar a sus amigos en disputas de familias que no les concernía — me alegra que pudieras salir de aquel lugar.

— Bueno yo… — no podía decirlo, apretó las sabanas de su cama, cerró los ojos con fuerza — lo mate, yo lo mate — confeso, sintiendo un toque en su hombro al levantar la mirada observo a sus amigos quienes lo miraban con comprensión.

— No debe culparse Juudaime, sabemos que no lo hizo intencionalmente usted nunca le haría daño a alguien incluso si se lo merecía — a pesar de sus palabras no podía dejar de sentirse culpable.

— ¿Haru? — decidió cambiar de tema.

— Lamentablemente aun no puede recibir visitas, pero Shamal nos informó que se está recuperando favorablemente, podrás verla una vez despierte ¿no es genial Tsuna?

— Eh… si — ya no estaba seguro de ir a verla, por su culpa ella había salido lastimada — no pude protegerla — pero necesitaba saber que se encontraba bien, las palabras de su amigo solo lo aliviaron un poco el hecho de que ella se esté recuperando era algo que le tranquilizaba.

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Ya habían pasado algunos días desde que salió del hospital, en ningún momento se atrevió a visitar a Haru, gracias a sus amigos pudo informarse de cómo se encontraba por lo que Shamal decía que en un principio se encontraba confundida al no saber dónde se encontraba, pero después de unos días pudieron determinar que tenía una ligera amnesia, y con el pasar de los días iría recuperando sus memorias.

Aun con los días que pasaban ella no pudo recordar nada, por ese motivo no tuvo el valor de visitarla, a pesar de la insistencia de Kyoko que siempre le pedía que fuera a verla ya que de esa forma tal vez podría recuperar su memoria, pero Tsunayoshi siempre se preguntaba si era correcto hacerlo, Haru podría vivir una vida tranquila alejada de los peligros que lo rodean.

Porque gracias a esto se dio cuenta que sin importar si decide ser o no el Décimo Vongola solo por llevar la sangre del fundador siempre estaría en constante peligro.

Caminaba a pasos lentos, no estaba seguro si debía ir a visitarla ahora que ya había vuelto a su casa, detuvo sus pasos cuando la miro ahí hablando con unos pequeños niños, tenía aquella sonrisa que lo había enamorado, apretó los puños él no podía involucrarla a su vida, incluso sus manos se encontraban manchadas.

Levanto el rostro con una decisión ya tomada, emprendió su caminata mirando siempre al frente la veía despedirse de los pequeños mientras corría en su dirección, ella paso por su lado sin siquiera mirarlo, Tsuna no se detuvo y siguió avanzando mientras en su mente solo había una frase — ‹‹adiós Haru›› — y una sonrisa de tristeza se plantaba en su rostro, sin darse cuenta como Haru se detenía y lo observaba con curiosidad.

Lo mejor era que ella olvidara todo.

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Le dio una sonrisa a su madre antes de subir a su habitación, parecía que todo había vuelto a la normalidad como si lo que hubiera pasado no existiese, aunque era algo imposible de olvidar, observo sus manos sintiendo aquella sensación, se tapó los ojos con su antebrazo ante sus recuerdos logrando que sus sentimientos volvieran a confundirse.

Sintió un pequeño golpe en la cabeza logrando llamar su atención — Tsuna estás seguro de la decisión que elegiste — aquello lo tomo por sorpresa, ya que desde que lo conoció siempre estuvo molestándolo por el que aceptara sobre ser el Décimo Vongola y ahora que había decidido serlo, el azabache le hacia aquel cuestionamiento.

— Haru siempre me dio su amor sin importar las circunstancias y me di cuenta muy tarde de eso, pero sin importar que yo siempre la elegiría a ella por eso deseo que tenga una vida normal lejos de todo lo que sea relacionado con la mafia y para lograrlo es siendo el líder de Vongola — declaro con tranquilidad, estuvo muchos días pensando en cuál sería su decisión, y solo llego a una solución.

— Parece que maduraste un poco dame-Tsuna — le dio un golpe en la espalda mientras este caía al suelo — pero aún te falta mucho para ser un verdadero líder — se burló el Hitman, el joven se sobo la parte afectada antes de sonreír sinceramente, él sabía que esa era la manera del azabache de decirle que lo apoyaba o eso quería creer.

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¿La decisión que estaba tomando era la correcta?, por supuesto que lo era, no quería que más personas sufrieran por su culpa y si aceptando el título del Décimo Vongola podría proteger a todos, lo aceptaría, protegería a sus amigos, a su madre, a los miembros de Vongola que pronto formarían parte de su familia; lo único que lamentaba era dejar atrás a la persona que amaba, al final no pudo decirle cuales eran sus verdaderos sentimientos, pero sabía que era lo mejor; ella no los recordaba, no podrían vincularla con él no estaría en peligro, ella lograría tener una vida normal, estaba haciendo lo correcto, era la mejor decisión que había tomado en toda su vida, entonces sabiendo todo esto porque aún le dolía incluso al recordar como ella paso por su lado ignorándolo.

— ¡AHH! ¡Al final Reborn si consiguió lo que quería! — levanto ambos brazos, para después despeinarse los cabellos mientras cerraba por unos momentos sus ojos, respiro profundamente había llegado el momento para abordar aquel jet que lo llevaría hacia Italia, dirigió su mirada hacia aquella puerta, una sonrisa triste se formó en su rostro, dio unos pasos y fue en ese momento que le pareció escuchar su voz — ‹‹debo estar imaginando su voz››— trataba de convencerse pero aquel llamado era cada vez más fuerte, fue que decidió detenerse y voltear.

— ¡Tsuna-san! — fue cuando vio como una joven de cabellera castaña, era la persona que lo había estado llamando, la vio correr a su dirección y detenerse frente a él, su vista estaba hacia el suelo mientras respiraba entrecortadamente por la carrera, levanto la vista para sonreírle.

— ¿H-Haru? — el joven castaño estaba sorprendido por la llegada de la joven, su cuerpo estaba paralizado, su mente trataba de entender del porque motivo ella se encontraba ahí, quería entender que es lo que estaba sucediendo, su mente cada vez se llenaba de más preguntas.

— Tsuna-san… no puede irse-desu~ — dijo la joven captando la atención de Tsuna.

— D-de que… — no comprendía lo que le estaba diciendo, pero se quedó callado al escuchar su nombre salir de la boca de la joven.

— Haru lo recuerda todo — lo interrumpió antes de que le preguntara alguna cosa — Haru recuerda… todos los momentos que vivió junto a Tsuna-san, cuando se conocieron, cuando salvaste a Haru, el viaje las citas, Haru recuerda todo — las lágrimas empezaban acumularse en sus ojos a medida que pronunciaba cada palabra — Haru… aún no pudo decirte correctamente sus sentimientos — se detuvo unos momentos para respirar profundamente — Haru lo ama, Tsuna-san — agrego mirándolo con ternura.

Tsuna camino unos pasos apresuradamente así borrando aquel espacio que los separaba, para después abrazarla sorprendiendo a la joven que no sabía cómo reaccionar, escuchar aquellas palabras fue la noticia más hermosa que pudieron darle, se separó un poco de ella, coloco ambas manos en los hombros de la joven — Haru, no pude decírtelo antes por todo lo que había pasado y yo realmente creía que jamás volverías a recordarme — una sonrisa cálida apareció en su rostro — Yo también te amo Haru.

La joven castaña abrió los ojos en sorpresa, mientras más lagrimas se apoderaban de sus mejillas, le sonrió mientras se abalanzaba sobre él, rodeando con sus manos el cuello del joven formando un abrazo, aquel acto fue tan repentino que provoco que ambos se cayeran al suelo, Haru se levantó de encima del joven, sonrojada — Haru lo siente Tsuna-san — se disculpó avergonzada.

Tsuna la vio para después empezar a reír, estaba feliz, sujeto una de las manos de la joven — Te amo, realmente te amo Haru — volvió a repetir, pero algo paso que lo desconcertó la sonrisa que antes estaba en el rostro de la castaña empezaba a desaparecer.

— Gracias, por eso Haru tiene algo que pedirle a Tsuna-san — apretó sus manos antes de que las lágrimas aparecieran en sus luceros chocolates, el joven aun confundido por sus reacciones asintió un poco dudoso — Tsuna-san debe despertar.

— ¿Eh?

— Encuentra a Haru.

— ¿Encontrar? — susurro y fue en ese momento que se dio cuenta de las lágrimas que empezaban a salir porque fue tarde en que se dio cuenta de todo, la sonrisa de Haru fue desapareciendo entre una niebla y todo a su alrededor empezaba a oscurecerse.

La luz empezó a molestarlo, no tenía muchas ganas de despertar, solamente quería olvidarse de todo, pero el brillo del lugar no dejaba de incomodarlo, poco a poco fue abriendo los ojos y lo primero que logro ver fue el techo de un color blanquecino, le dolía todo el cuerpo ¿Dónde estoy? ¿Qué fue lo que sucedido? ¿Cómo fue que llegué aquí?Eran las preguntas que estaban rondando por su cabeza — Tsuna-kun — sus pensamientos fueron interrumpidos al escuchar una voz suave, volteo el rostro a su lado derecho muy despacio, encontrándose con el rostro sonriente y aliviado de su amiga, sus ojos empezando a empañarse al observarlo despierto.

— K-Kyoko-chan — su voz sonaba ronca aun asíle sonrió por un momento, estaba feliz de poder verla a salvo, deseaba preguntarle si los demás se encontraban bien, pero una serie de imágenes empezaron a inundar su cabeza atormentándolo, fue cuando recordó que es lo que había sucedido, se levantó de manera brusca — ¡AHH! — aquel movimiento le había lastimado, se percató que estaba vendado — Kyoko-chan… ¿Donde?… ¿Dónde está Haru? — le pregunto con desesperación, la joven solamente bajo la mirada para evitar verlo a los ojos, ese acto lo asusto, lo que había sucedido en ese lugar, no podía ser cierto. Este tenía que ser un sueño.

— Tsuna-kun… lo siento.

Que podrían significar aquellas palabras, que es lo que realmente quería decirle con aquello, todo eso debía ser una broma, una cruel broma — D-de que te disculpas Kyoko-chan… ¿Solo dime dónde está Haru? ella se encuentra bien ¿no es así? Solo perdió la memoria ¿verdad? — su voz estaba temblorosa, sus manos apretaban cada vez más fuerte las sabanas al no recibir ninguna respuesta, empezaba a desesperarse, sin importarle nada empezó a quitarse los aparatos que median su pulso, no podía quedarse en ese lugar, tenía que ir a buscarla por su cuenta si no le decían nada, se levantó lentamente de la cama, pero apenas dio unos pasos se cayó al piso, grito de dolor por el golpe.

— ¡Tsuna-kun! — la joven se espantó al verlo caer, estaba por acercase a él para ayudarlo, pero el sonido de un disparo la detuvo.

— Que es lo que haces Dame-Tsuna, regresa a la cama — le ordeno de manera amenazante el Hitman que apareció de repente.

El joven castaño levanto la mirada del suelo para verlo — Reborn… ¿Dónde está Haru? — le pregunto, mientras trataba de levantarse, estaba débil, le dolía todo el cuerpo, pero eso no impidió que se pudiera levantar completamente, su mirada era seria.

— Por el momento descansa, sigues débil, después hablaremos sobre lo que sucedió — sentencio el pequeño.

— ¿¡PORQUE NO ME QUIERES DECIR DONDE ESTA HARU!? — le grito a la vez que su llama de la última voluntad aparecía en su frente, sus ojos anaranjados demostraban determinación a la vez que eran fríos, estaba decidido a buscar a la joven castaña si ellos no le decían nada. Viendo que su tutor no le diría nada estaba listo para marcharse, pero sintió un golpe y noqueándolo por lo que cayó al suelo.

— Estúpido herbívoro — un joven azabache lo había golpeado por el hecho de estar haciendo demasiado escándalo para su gusto, había accedido a ir a ese lugar solo para obtener información sobre la persona que los había encerrado.

Afuera de la habitación se empezaron a escuchar pasos acercándose, en la marco de la puerta hicieron su aparición los guardines del Decimo Vongola, se encontraban sorprendidos al ver aquella escena — ¡JUUDAIME! — el primero en reaccionar fue la fiel mano derecha de Tsuna; este se dirigió donde su querido jefe — ¿¡QUE ES LO QUE LE HISCISTE, MALDITO HIBARI!? — miro con odio puro al joven azabache, el cual le ignoro olímpicamente, no le importaba lo que digieran, salió de la habitación de la misma manera en que había entrado, por la ventana.

— Gokudera coloca a Tsuna en su cama — le ordeno Reborn, el joven peli plateado obedeció y con mucho cuidado acomodo a su jefe en la cama.

— ¿Kyoko qué es lo que sucedió? — pregunto con preocupación en su voz Yamamoto a la peli naranja.

— Tsuna-kun despertó — escuchar aquello les alegro a todos, felices de que su amigo despertara, mientras Reborn tenía la mirada seria — el… pregunto por Haru-chan y yo… yo no supe que decirle — la alegría que antes tenían sus amigos poco a poco se fue borrando, ellos sabían que cuando Tsuna fuera a despertar volvería a preguntar por Haru, entonces que es lo que le dirían.

— Reborn-san que es lo que le diremos a Juudaime.

— Le diremos todo — Gokudera no estaba de acuerdo, pero justo antes de que pudiera decirle algo el pequeño se había marchado.

— No te preocupes Gokudera, estoy seguro que el pequeñín sabe lo que hace — coloco una mano sobre el hombro del peli pateado para poder tranquilizarlo — además no creo que podamos ocultarle la verdad, no seriamos capaces de mentirle a Tsuna y lo sabes — quería reclamarle por esa actitud tan calmada que tenía, pero al verlo, su mirada seria, esa mirada demostraba preocupación por su amigo incluso pudo darse cuenta de que la sonrisa que tenía era completamente forzada, chasqueo la lengua odiaba que tuviera razón.

— ¿Boss despertó? — todos dirigieron su mirada hacia la joven de cabellera azulada — Mukuro-sama dijo que el efecto de la niebla en la que estaba encerrado Boss desaparecería pronto.

— Eso explica porque Tsuna despertó.

— Tsk, y porque el idiota de Mukuro no libro a Juudaime de aquella ilusión — reclamo Gokudera enojado porque uno de los guardianes no apareciera en esos días en los que trataron de todas las maneras en despertar al castaño.

— Mukuro-sama no podía intervenir, Boss era el único que podía librarse de esas ilusiones sin causarse algún daño — argumento la joven acercándose a su jefe, colocando con cuidado su mano en la frente del castaño, como lo sospechaba aquellas llamas negras habían desaparecido por completo.

— Chrome-chan hay alguna noticia de Haru-chan — la joven negó con la cabeza antes de dirigirse nuevamente hacia la puerta.

— El clan estrella sigue con su búsqueda por el bosque, ellas creen que Haru-chan ya no podría encontrarse en ese lugar — su tono de voz cada vez era más bajo, se sentía un poco culpable si ella se hubiera quedado con sus amigas tal vez en esos momentos una de ellas no estaría desaparecida.

— Nosotros también continuaremos con la búsqueda por eso no debes preocuparte Chrome — sintió como sus cabellos eran despeinados por el guardián de la lluvia a la vez que le daba una sonrisa brillante, no pudo evitar avergonzarse por lo que solo bajo la mirada antes de alejarse un poco.

De esa manera los tres guardianes salieron nuevamente de la habitación de su amigo, esperaban tener noticias antes de que este volviera a despertar.

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Se agacho justo en el lugar donde se suponía que se encontraba aquella persona, ella lo había visto en el momento que encontraron a Tsunayoshi por lo que se encontraba desconcertada, observo a su alrededor tratando de encontrar alguna pista que les diera sobre lo que ocurrió sin ningún resultado, pero el brillo de un objeto llamo su atención, por lo que lo tomo.

— Los cuerpos de todos con los que peleo la décima generación desapareció, sin dejar ningún rastro, además de que aún no encontramos rastro de Miura Haru, no es muy sospechoso eso Sakurai — la voz de su estrella del viento llamo su atención, para ella también le parecía sospechoso todo aquello.

— Lo siento, si hubiera sido más rápida hubiera evitado que Miura Haru saliera de las instalaciones de Vongola — se acercó a estrella del agua dándole unas pequeñas caricias en su cabellera castaña, Sakurai a pesar de haber estado en trance la mayor parte del tiempo fue consiente de todo lo que trataron de hacer sus estrellas, cuando vio llegar a Krishna lastimada, se preocupó de sobremanera. Nadesha igualmente había hecho su parte protegiendo a Sasagawa Kyoko y Chrome.

— No te disculpes, no fue tu culpa que Miura Haru desapareciera, así que concentrémonos en encontrarla.

La castaña la abrazo con fuerza tratando de trasmitirle el apoyo que le daban — estoy de acuerdo con Sakurai-chan, pero… — volteo la mirada para mirar atentamente a la joven de cabello cenizo — opino que Krishna-chan debe descansar, uso mucho de su elemento.

La aludida estaba por contradecirla, porque a pesar de cómo se viera eso no le impediría seguir con sus funciones — esta vez apoyo a Nadesha — la voz de su líder borro cualquier reclamo que pudiera decir, jamás podría contradecirla.

— Tú también debes estar agotada no solo porque usaste las dos partes de tu poder, sino que en todo este tiempo te mantuviste al lado de Vongola, y no trates de negarlo Dino me lo confirmo.

Levanto su mirada hacia su maestra antes de fruncir el ceño — Dino-kun menciono que no descansaste en todo este tiempo, a pesar de saber cuándo despertara Sawada-san, según me dijo parece que fue envuelto en llamas de la niebla bloqueando su mente, aunque sería fácil librarlo, pero parece que Sawada-san no desea despertar.

— Sonríe, aun estando en ese estado podía distinguir una sonrisa debe estar soñando algo que desea — comento Sakurai elevando la mirada al cielo, rogaba para que su amigo despertara, pero antes de que eso ocurriera debía encontrar a Haru, estaba más que segura que él aun en su estado iría a buscarla debía evitar ese escenario y dejar que descansara.

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Se llevó el brazo al rostro tapándolo — despierta, despierta — se susurraba continuamente, todo debía tratarse de un sueño.

— Hermanito — su cuerpo se tensó, apartando poco a poco su brazo para encontrarse con la mirada castaña de la persona que se auto proclamaba su hermano mayor — me alegra que por fin pudieras despertar, no sabíamos cuánto tiempo durarías en aquella ilusión.

— ¿Ilusión? Todo lo que paso fue una alucinación — el joven de cabellera rubia se acercó a su lado antes de despeinarle sus cabellos castaños a la vez que le sonreía con verdadera alegría, por unos segundos Tsuna se sintió paz al tenerlo a su lado, pero este desapareció cuando la imagen de Haru volvía a su mente.

— Dino-san tú me dirás donde esta Haru — le pidió con suplica, la mirada castaña del rubio se desvió antes de colocar su mano detrás de su nuca en señal de nerviosismo, era cierto que habían decidido que el seria quien le diría la verdad, pero no estaba preparado como lo pensó en un principio.

— Antes de responderte me gustaría saber que es lo último que recuerdas.

Tsunayoshi dejo de mirarlo para poner más atención a las sabanas con la que se encontraba tapado, ¿Qué era lo que recordaba? Si todo ese tiempo estuvo en una ilusión desde que parte no lo era — nos separaron, me encontraba en un edificio abandonado en un galpón talvez… — la silueta de un joven de cabellos castaños y mirada afilada de un color aguamarina apareció en su mente — el líder de Baccioni, no él su líder — observo sus manos recordando como uno de ellas atravesaba a su oponente — debía esquivarlo, pero no lo hizo y lo mate — se llevó ambas manos a su cabeza, era cierto había acabado con la vida de una persona el remordimiento empezó a invadirlo.

Sintió como sus brazos eran sujetados para llamar su atención, las lágrimas ya estaban por sus mejillas — no fue tu culpa Tsuna, todos pasaron por lo mismo parece que alguien traiciono a Baccioni provocando que se auto destruyeran.

— ¿Todos pasaron por lo mismo? — el hecho de que sus amigos pasaran por la misma experiencia solo provocaron que se sintiera más culpable, él era el causante de que se vieran involucrados en esos problemas, incluso en aquella ilusión él era el único que había acabado con su enemigo — esa persona menciono que una persona estaba utilizándolos desde las sombras.

— Debe ser la misma que provoco que todos ellos perecieran.

— Haru… ella apareció en medio de la pelea, me protegió, recibió aquellos disparos en mi lugar.

— ¿Haru? Entonces ella si logro encontrarte.

— Que quieres decir Dino-san.

— te diré toda la verdad, pero necesito que no te alteres que lo tomes con calma, aunque sea imposible — con duda el castaño asintió, para después prestarle toda la atención.

La mirada determinada de su hermano solo le daba a entender que sería imposible mentirle, respiro profundamente — Haru y Kyoko fueron llevadas a las instalaciones de Vongola para ser más protegidas por si algo pasara, pero parece que Haru sintió que algo te pasaba por lo que decidió salir de aquí, y parece que estaba en lo cierto ya que pudo salvarte — en cada momento los luceros castaños de Tsunayoshi mostraban preocupación — Haru está desaparecida, y ahora que me confirmaste que estaba encerrada contigo en ese lugar al momento de encontrarte no había rastros de ellas.

— Desaparecida — murmuro dejo de verlo y repetir aquella palabra, se llevó una mano a sus cabellos y una sonrisa deforme se apodero de sus labios, nuevamente las lágrimas se reagrupaban en sus ojos castaños, no podía creerlo, cerró los ojos apretando con fuerza las sabanas — no pude protegerla, yo necesito buscarla — y antes de que pudiera levantarse o realizar algún movimiento sintió como era aprisionado por unas cuerdas, no, era un látigo — ¿Dino-san?

— Lo siento Tsuna, pero no puedo dejarte ir, tus heridas no están recuperadas además de que recién saliste de una especie de coma, por lo que te pido que sigas descansando.

— ¡Como puede pedirme eso! ¡Haru está desaparecida! ¡Tengo que buscarla! — Dino se daba cuenta como de su frente trataba de aparecer las llamas de la última voluntad.

— Parece que el enojo puede activarlo — esperaba que su látigo soportara — Todos están buscándola — aun sabiendo aquello le era imposible mantenerse en ese lugar sin hacer nada por lo que empezó a forcejear — lo siento — fue lo último que escucho antes de sentir como algo le era inyectado.

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— No esperaba su llamada Nono — contesto el azabache antes de recoger un pasador que se encontraba entre las hierbas.

— "Vongola sufrió un ataque de la familia Baccioni, me informaron que Tsunayoshi y sus guardianes tuvieron el mismo problema" — él ya era consciente de aquel ataque gracias a los informes que le dio Sakurai.

— A pesar de no tratarse de la familia principal, Tsuna y los demás salieron victoriosos.

— "Me alegra escuchar eso, tengo planeado llegar a Nanimori" — no negaría que aquello lo sorprendió, pero aun así sospechaba cuales eran sus intenciones para venir a Nanimori, solo esperaba que su dame-alumno eligiera sabiamente cuando llegara el momento.

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Se llevó la mano a la boca sintiendo como un líquido lo empapaba, había utilizado una gran cantidad de sus llamas, esperaba que con aquellas píldoras Kyle no estuviera sufriendo aquello, ahora comprendía el malestar de su "amigo", por suerte había actuado demasiado rápido como para recuperar los cuerpos de la unidad de asesinos sin que el Hitman Reborn se diera cuenta.

— Además de que llevo un regalo para Kyle — se acercó al único lugar del avión en que existían varias personas caminando de un lado a otro, una sonrisa se formó en sus labios porque a pesar de todos sus planes salieron como lo tenía planeado.

Cerro las cortinas que los separaban antes de ver siete camillas — Enrichetta, Dimitry, Gael, Kenji, Shizuka, Yakumo — nombro a cada uno, antes de detenerse en una en especial — Jian Feng, todos ustedes cumplieron con su parte, no se preocupen nosotros los vengaremos no dejaremos que sus muertes fueran en vano — frunció el ceño, el recuerdo que tenía al lado de cada uno de ellos llego a su mente, las peleas tontas que tuvo con Shizuka y Yakumo, a pesar de parecer que no le preocupara nada, estaba molesto por los acontecimientos — Sawada Tsunayoshi tengo en mis manos lo que más te importa, veremos qué decisión tomaras.

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Las lágrimas empezaron a inundar su rostro ante el recuerdo, Haru se había atravesado en un ataque que era para él, la sangre y el como ella sus luceros chocolates se apagaban poco a poco, entonces recuerda que despertó, pero en ese lugar Haru solo había perdido la memoria — entonces todo lo que viví en ese lugar solo fue un sueño, el confesarle mis sentimientos no existió — apretó las sabanas empapándolas con las lágrimas que se liberaron.

Volvía a despertar, para su suerte esta vez se encontraba solo, nadie evitaría que saliera, pero el sonido de la puerta arruinó sus intenciones. Sintió un alivio al distinguir aquella cabellera anaranjada, la joven abrió sus ojos en sorpresa al verlo despierto no pudiendo evitar que unas cuantas lagrimas se asomaran por su mirada miel.

— Y-yo te traje flores — le mostro el ramo de flores que llevaba consigo, acercándose a su lado antes de depositarlo en la mesita que se encontraba aun lado de su cama, acerco un poco la silla que tenía para estar a su lado.

— Gracias Kyoko-chan — le sonrió, descubriendo como sus mejillas se pintaban de un color rojizo, un silencio se formó entre ellos — disculpa Kyoko-chan cuando desperté no actué de la mejor manera.

— Así que ya lo sabes, no te preocupes Tsuna-kun, yo entiendo porque de la misma manera estoy preocupada por Haru-chan — dijo con tristeza — pero confió en que onii-chan y los demás la traerán de regreso.

Sus ojos se abrieron en sorpresa, era cierto Dino le menciono que todos estaban buscándola, debía confiar en que sus amigos la encontrarían — tienes razón, gracias Kyoko-chan.

— Tsuna-kun sé que no es el momento, pero yo quería decirte que mis sentimientos por ti son realmente verdaderos — se detuvo unos segundos mientras respiraba profundamente— me gustas Tsuna-kun y sin importar que eso no cambiara.

El castaño la escucho atentamente sin saber cómo responderle, pero la imagen de esa persona aclaró sus pensamientos — lo siento — dijo mientras la miraba a los ojos — yo no… — no pudo continuar cuando la peli naranja coloco su mano en sus labios, evitando que pudiera decir alguna palabra más.

— Lo se Tsuna-kun no es necesario que me lo digas — su flequillo tapaba sus ojos — solamente quería que conocieras mis sentimientos a pesar de saber que sería rechazada — levanto el rostro para poder mirarlo mientras las lágrimas salían cada vez más — yo ya sabía que tú amas a Haru-chan, en todo este tiempo siempre lo supe.

Tsuna abrió los ojos al escuchar esas palabras, agarro delicadamente la mano de la joven para retirarlo de sus labios — yo… me gustabas Kyoko-chan — le confeso — pero…

— Pero ahora ya no ¿verdad? — el castaño la miro con tristeza — fue mi culpa por tardar en darme cuenta de mis sentimientos.

— Lo siento Kyoko-chan, pero yo realmente amo a Haru — dijo mientras el recuerdo de la joven aparecía en sus pensamientos — por eso sé que entenderá que debo ir a buscarla.

— Lo sé, por eso te ayudare a salir de aquí — declaro mientras se limpiaba el rastro de algunas lágrimas, colocando una gorra en su cabeza ocultando sus cabellos castaños, le extendió un barbijo para que se cubriera la boca y le extendió un cambio de ropa — es de onii-chan, Dino-san es el único que se encuentra en el hospital, los demás fueron a ese bosque.

Tsuna estaba impresionado por la rapidez de su amiga tomo todo antes de dirigirse al baño, dejando la bata de hospital y colocándose la ropa que le había entregado le quedaba un poco grande pero no podía pedir nada más, la joven lo se acercó a él al verlo salir, arreglándole un poco.

— Tsuna-kun ¿Dónde dejaste tu bata? — le pregunto antes de adentrase al baño — espera un poco — le solicito, el castaño haciéndole caso espero pacientemente, se preguntaba qué es lo que trataba de hacer, hasta que la vio salir vestida con su bata, no pudo evitar sonrojarse — cuando alguien entre pensaran que soy tu y no sospecharan nada — una gotita resbalo por la cien de Tsunayoshi, estaba seguro que se darían cuenta de que no era él, pero agradecía las acciones de su amiga.

— Gracias.

— No me agradezcas Tsuna-kun solo vuelve con Haru-chan — le pidió, el asintió antes de emprender su marcha vio por la puerta de que no hubiera alguna persona vigilando para su suerte no había nadie, era momento de que buscara a Haru.

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— ¿Qué harás? Acompañaras a Nono Vongola a Nanimori o te quedaras en Italia para obtener más información de las personas que fueron capturadas en la invasión a Vongola — pregunto sin dejar de teclear y poniendo más atención a la pantalla frente suyo, esperaba que el azabache decidiera quedarse, le seria molesto tener que interactuar con Vongola directamente.

— Mi presencia no es requerida en Nanimori, Sakurai y las demás vendrán pronto a Italia por lo que tenemos que tener todo preparado para su llegada.

— Tal parece que la prometida de Decimo desapareció ¿tus sueños no te dicen nada?

— Sabes que no es así como funciona, lo único que podría decirte es que ella también vendrá a Italia, por el momento debo reunirme con Varia, me gustaría estar en el momento en que empiecen a interrogar a aquellas personas — de esa manera se despidió de su compañero sabiendo que se quedaría por unas cuantas horas más en sus cosas, deseaba comunicarse con Sakurai pero era consciente de que estaba ocupándose de la búsqueda de aquella joven, si deseaba que el futuro en el que estaban no cambiase no podría intervenir por el momento, soltó un suspiro tratar con Varia no era nada grato en especial al estar rodeado de risas y gritos de parte de aquel grupo.

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Estaba perdido, bueno llego al lugar en donde fue separado de sus amigos, pero eso no le confirmaba que una vez finalizo la pelea llegaran al mismo lugar, era un verdadero dame al no darse cuenta de aquello deberé buscar por todo el bosque estaba seguro que de esa manera tardaría más, pero era un riesgo que deseaba tomar, no podía pedir ayuda de sus amigos sin que estos no se enterrasen de que huyo del hospital.

— ¿Tsunayoshi? — detuvo cualquier movimiento que estaba por realizar al escuchar una voz desconocida en su espalda, lo habían atrapo, se trataría del enemigo — ¿Qué haces aquí? Deberías en el hospital descansando.

Escuchar aquel reproche provoco que voltear la mirada encontrándose con una joven de mirada violeta, quien le observaba atentamente, trago un poco de saliva aún no estaba recuperado sería capaz de luchar con ella.

— Es cierto tu no me recuerdas — murmuro, antes de dar dos pasos para acercarse y hacer una pequeña reverencia — Tsukigane Sakurai, Onmyouji del clan Estrella es un gusto poder verlo Decimo Vongola — se presentó esperando que el castaño pudiera confiar en ella — no somos enemigos venimos ayudarlo, en este momento nos encontramos buscando a Miura Haru.

— Haru, porque la buscan — a pesar de que su intuición no le alertara ningún peligro no deseaba confiarse — ¿ayudarnos? A que te refieres.

— A vencer a la familia Baccioni, ellos tienen en su poder un elemento importante para mi clan, me gustaría forma una alianza contigo.

Sus luceros se abrieron en sorpresa no se esperaba aquella proposición — pero… yo no soy el líder de Vongola — los recuerdos de aquella ilusión llegaron a su mente — es cierto yo había aceptado mi destino de convertirme en el Décimo, yo no sé qué hacer ahora — la sonrisa que le daba la joven de cierta manera le recordaba aquella sonrisa que le daba Haru cuando deseaba animarlo — haremos una alianza.

La sonrisa de la chica de cabello bicolor se ensancho ante sus palabras — gracias — su mirada se endureció, se acercó más al castaño — buscamos por toda el área a Miura-san, no hay ningún rastro de ella excepto — de sus bolsillos saco una pulsera — igualmente la desaparición de los cuerpos con las personas con las que lucharon me hacen sospechar que ella también fue llevada a Italia.

Tomo con cuidado aquella pulsera antes de llevarlo a su pecho, ya no había escuchado nada más, realmente Haru había estado encerrado junto a él en aquel lugar y esa pulsera se lo confirmaba ya que era la misma que ella utilizaba en sus citas, quería creer que nada de eso hubiera ocurrido, pero eso se lo confirmaba y solo al escuchar las últimas palabras de aquella joven fueron lo que llamo su atención.

— ¿Italia? Eso significa que se la llevaron.

— Es lo más probable — afirmo la joven.

— Ella está en lo cierto Tsuna — el castaño abrió más sus ojos al ver a su tutor en el hombro de aquella chica, sintió pánico cuando vio convertir a león en un arma — fuiste muy valiente para escaparte del hospital dame-Tsuna.

— ¡Reborn! ¿Qué haces aquí?

— Sospechaba que harías algo tonto como huir del hospital y venir sin compañía a este lugar sin estar seguro de que los enemigos podrían estar aún por los alrededores — el hecho que lo amenazara con aquella arma no lograba que se tranquilizara — Nono acaba de llegar a Nanimori, desea reunirse contigo, así que camina al menos que desees recibir un disparo.

— ¡Hiee! — dio un grito de susto antes de sentir como su mano era sujetada.

— Lo escoltare Decimo — propuso la joven sin dejar que el castaño se negara, de esa manera los tres emprendieron su camino hacia donde se encontraba el actual líder de Vongola, Tsunayoshi, se puso nervioso porque sospechaba de que se trataría todo aquel encuentro incluso en sus ilusiones pasaba algo parecido.

Todo el viaje fue en silencio ninguno tenía que decir ninguna palabra o eso es lo que creían, Sakurai se encontraba nerviosa, aunque no lo demostrara el hecho de estar con la persona que quería le causaba una alegría a pesar de cómo se encontraba la situación, se alegraba de verlo despierto había sido una sorpresa verlo en medio del bosque y a pesar de haber querido abrazarlo se contuvo a sí misma.

Su abuelo estaría decepcionado de ella cuando se enterará de la alianza que acababa de hacer con Tsuna, todo tu clan no se involucraba y gracias a ella aquella regla se rompía, no podía evitarlo solo de esa manera podían recuperar aquel elemento que se le fue arrebatado, incluso Reborn estaba de acuerdo con ella.

— Reborn, necesito saberlo — tanto el Hitman como la joven prestaron atención a sus palabras — Haru ¿realmente se encuentra en Italia? ¿Por qué se la llevaron?

— La única respuesta que yo te daría es que ellos quieren presionarte, de seguro utilizaran a Miura-san para atraerte y de esa manera poder acabar contigo — la persona que le respondió fue la joven de mirada violeta.

Tsuna sintió una opresión dentro suyo, por su culpa Haru había sido capturada, además no sabía cómo se encontraba, los últimos recuerdos que tenia de ella era verla rodeada de sangre. Tan perdido estaba en sus pensamientos que no se dio cuenta de que ya habían llegado al hotel donde se quedaría su abuelo.

— Me alegra ver que te encuentras bien Tsunayoshi-kun — lo saludo con un abrazo el cual correspondió con gusto, se alegraba de poder volver a verlo — sabes porque me encuentro aquí ¿no es así?

— Vienes a saber mi decisión sobre Vongola — le respondió con un poco de nervios, tanto Tsukigane como Reborn se habían quedado afuera de la habitación ya que parecía que tenían que tratar de ciertos asuntos.

— Aceptar o no, es tu decisión Tsunayoshi-kun, eres tu quien decide tu propio camino — le dijo su abuelo, el Nono Vongola, quien le sonrió, Tsuna se levantó de su asiento para dirigirse hacia aquellas enormes ventanas, veía los jardines de aquel hotel para después mirar aquella resplandeciente luna, pensando en la decisión que tomaría.

— Y-yo realmente no deseo pertenecer a la mafia — dijo sin dejar de ver el cielo nocturno, no podía permitir que sucediera los mismos eventos que paso con Jian Feng y sus guardianes, tomo una decisión — pero deseo proteger a mis amigos y a mi familia, y si para hacerlo debo aceptar esto, lo aceptare, los protegeré a todos yo… ¡LA PROTEGERE! — volteo para mirar de frente a su abuelo y con una decisión en sus ojos dijo aquello, Timoteo Vongola sonrió al escucharlo, sabía que Vongola estaría en buenas manos.

— Entonces esta decidió, te esperare en Italia para poder iniciar con la ceremonia de sucesión y seas oficialmente el Décimo Vongola.

Tsuna sólo asintió dándole una pequeña sonrisa a su abuelo, para después mirar el cielo — haré lo posible para poder proteger a Haru incluso si deba dejarla cuando sea el momento.

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Al día siguiente tenía una reunión con sus guardianes, no dejaría que ellos siguieran su camino de manera obligada haría que ellos eligieran lo que más querían.

— Iré con usted Juudaime — la respuesta de su amigo peli plateado no le sorprendió sospechaba que le diría aquello y a pesar de no querer involucrarlos saber que estarían a su lado le causaba una alegría.

— También los acompañare Tsuna — estaba por explicarle que aquello no se trataba de un juego como todo ese tiempo ha ido pensando, que dejaría a su padre solo y que su vida ya no sería la misma, pero ser rodeado por los hombros hizo que se detuviera — se lo que estás pensando, es una decisión que tome pensando en cuáles serían las consecuencias y también estoy consciente de que no se trata de un juego, aun así, me gustaría acompañarlos porque son mis amigos.

— No es necesario que nos acompañes friki del béisbol — contradijo Gokudera con enojo al ver como abrazaba con tanta confianza su querido Juudaime.

— Y-Yo iré a donde usted vaya Boss — la voz de Chrome lo distrajo de la "discusión" de sus amigos, a pesar de haberlo dicho casi como un susurro él pudo escucharlo, se acercó a ella observando su mirada decidida a pesar de mostrarse tímida — también me gustaría ayudarlo a encontrar a Haru-chan.

— Gracias Chrome — le agradeció a la vez que colocaba su mano en su hombro logrando que la joven le sonriera.

— Y que es lo que harás Hibari — intervino Reborn observando a la única persona que se encontraba alejados de ellos.

— Iré, después de todo Sawada Tsunayoshi es una presa interesante — declaró antes de marcharse, el aludido solo sonrió de manera nerviosa no creía que el prefecto lo acompañaría, aunque si lo pensaba en el futuro Hibari aún se encontraba a su lado.

— el gran Lambo-sama te hará el honor de acompañarte — observo al pequeño, se sintió mal al no haber estado a su lado después de lo que había pasado, pero aun así se mostró lo bastante maduro al contarle su batalla y las palabras que le dijo aquella chica.

— parece que todos te acompañaremos Sawada, será un viaje ¡extremo!

— Onii-san — el castaño creía que el albino se quedaría por Kyoko por lo que sus palabras lo sorprendieron más de lo que ya estaba, sus amigos no pensaban dejarlo solo — muchas gracias chicos.

— Esta decidido, mañana partimos hacia Italia — ante las palabras de Reborn, el castaño solo asintió antes de alejarse un poco de donde se encontraban sus amigos quienes charlaban de lo que sucedería una vez estuvieran en Italia además de planear la búsqueda de su amiga.

Se acercó a la ventana observando el exterior, observando el cielo sin ningún rastro de nubes, las flores mostraban su belleza demostrando que se encontraban en primavera, sonrió ante aquello ya que el nombre de su persona querida era el mismo.

También estaba Baccioni, por algún motivo no creía que ellos fueran los malos de la historia, según sus amigos ellos estaban siendo utilizados, aquello le molesto por eso trataría de razonar con ellos.

— Solo espera un poco más Haru, prometo que te encontrare sin importar que — haría lo que sea por encontrarla, apretó los puños prometiéndose a sí mismo de tráela de regreso con ellos. Por el momento habían podido engañar a su padre haciéndole gracias a Reborn aún no comprende como lo hizo, pero le estaba agradecido. En los momentos en que pudo analizar todo lo que paso se dio cuenta de que realmente era un dame al no haberse dado cuenta antes de tiempo lo que sentía, porque antes de las competencias su corazón había cambiado y solo le pertenecía a una persona, aquella que siempre se preocupaba por el y sus amigos, la única persona que se mantenía a su lado apoyándolo en todo lo necesaria, dándole animos cuando mas lo necesitaba.

— El cielo de la primavera — sonrió ante sus palabras porque aquello era verdad, su corazón le pertenecía a Haru — cumpliré con mi palabra.

— Me gustas Haru.

Notas del autor

¡Saludos!

Y de esta manera llegamos al final de esta historia, saben aún no puedo creerlo que termine de escribirla, es mi primera historia dentro de este fandom por lo que me trae nostalgia, como verán es el capítulo más largo dentro de la historia.

¿Qué opinan del capítulo?

¿Los confundí con dos distintos finales?

¿Se esperaban este final?

¿Les gusto la historia?

Quiero agradecer a las personas que apoyaron la historia desde su principio con sus comentarios, en especial quiero agradecer a:

Tsukiyomi Sora, mary-animeangel, Suno-Andrew, hitomi62, Kanade Miniwa, Sayaneko-chan, Nanami, angelacorus, Liridetti, Ktvicky, okita kagura, Gersus, DarkinocensDLT por dejar varios o solo un comentario en lo que duro mi historia muchas gracias chicos y chicas por su apoyo siempre que leía lo que escribían fue lo que me motivo a continuar con esta historia, son los mejores y los quiero mucho.

Curiosidades de la historia:

1.- La historia fue publicada primeramente en fanfiction el 17 de marzo del 2015 lo que significa que ya tiene cinco años.

2.- Es mi primera historia dentro del fandom KHR.

3.- Kyle es el primer OCs que cree y al cual le tengo mucho cariño además de aparecer en otra historia.

4.- En un principio solo se trataría meramente de romance, pero por algún motivo le coloque batallas y un enemigo.

5.- Desde un principio las muertes de la unidad de asesinos de Baccioni estaba decidido.

6.- Haru realmente iba a perder la memoria, pero al final de la historia recordaría, pero lo cambien como una ilusión.

7.- Las peleas que más me costaron fueron la de Hibari y Mukuro mas la del primero es difícil poder manejar su personalidad.

8.- la parte que más me gusto hacer fueron las citas de Haru y Kyoko.

9.- Esta historia la realice gracias a mi amiga Suno-chan una gran escritora que me inspiro con sus historias y me animo a escribir.

Sin más que decir.

Hiyori se despide.

— ¿Cómo se encuentra? — le pregunto el azabache al ver salir a su guardiana de aquella habitación, la joven de cabellos rojizos se acercó a su lado antes de darle un pequeño golpe en el hombro.

— Esa debería ser mi pregunta, sabes que debes descansar — suspiro al darse cuenta que sus palabras eran ignoradas — se encuentra estable el idiota de Masaru hizo un gran trabajo con mantenerla viva — le informo observando dentro de la habitación, el sonido de las maquinas era lo que predominaba además de ser lo que indicaba que aquella persona seguía con vida — perdió buena cantidad de sangre, pero se recuperara, puedes verla, pero recuerda que debes descansar.

Solo asintió, ingresando a la habitación con pasos lentos se acercó hacia donde se encontraba aquella persona que conoció en su estancia en Nanimori, la única persona que fue capaz de llamar su atención por su manera de ser.

— No te preocupes Haru, nunca dejare que nada malo te ocurra — acariciaba sus cabellos mirándola con ternura, solo debía esperar a que despertara y saber si se encontraba bien — Vongola no podrá encontrarte.

¿Fin?