¡Hola gente! :D ¿Cómo han estado? Veo que les a gustado mucho el capítulo anterior xD

Se los hice con amor, comprensión y ternura :v

En fin. Bueno disculpen por haberme demorado tanto, pero es que la inspiración no nace de los árboles. Pos ni modo, mejor algo que demore que algo malo (Aún así no sé si me quedó bien esta cosa :'c) Es más, toda está semana me estaba consumiendo de sueño por pensar el jodido capítulo, pero buano. Ya se los tengo, recién salido del horno. Como buena samaritana, les tengo una pequeña sorpresita en el capítulo, presiento que unos me amarán, y otros me odiarán.

Responderé Reviews cómo mi religión me lo pide (Aykmocion):

Hikari Jeager: Púes...Gracias por reírte (?) XD Me agrada mucho que mi fic les esté causando bastante gracia, es más, ese era mi objetivo inicial. Siento que gané la 2 guerra mundial :')

Asuna Blanca: Disculpa si exploté tu paciencia, pero es que la inspiración no es fácil de conseguir, y sobre los capítulos largos...Trataré de esforzarme en eso, pero te digo que me demoraré más.

Valeri12 Riffin: Oh...¿Degollarme? Eso me gustaría verte inténtandolo. Si me cambio de país y de nombre...No lo creo :v

MayStark: ¡Gracias por seguir mi fic! Y si no te molesta el Yuri...Te espera una sorpresita en la historia, GGG. (XD) Y el Kirito celoso también era otro de mis objetivos. ¡Conseguir un charmander también era un objetivo! D:

Aquí les dejo el deformado tercer capítulo:


Típicas Situaciones

Los huéspedes en la casa Kirigaya estaban bastante cómodos. La película que se estaba reproduciendo, era bastante interesante y con muy buena trama. Yuuki, que se había dormido a la mitad de la película y a la mitad de terminar sus palomitas quemadas, tenía toda la cara rayada con un un marcador negro. ¿Saben quién fue el ser del mal que hizo aquella travesura, hijos no míos? Pués nada más ni nada menos que Kirigaya Kazuto, que estaba muy satisfecho. Asuna estaba al lado él, recostada en su hombro, mientras que el peli-negro le rodeaba la cintura con un brazo sobreprotectoramemte. Shinon estaba dormida boca abajo en la alfombra, encima de Klein. Bueno, quizá la película no fuese tan interesante...

-Fue lo más interesantemente aburrido que he visto en todos mis años de experiencia contando dientes de dinosaurio.-Suguha dió su opinión.

-¿Qué día, mes y año es hoy?-Shinon se levantó perezosamente.

-Estamos en la segunda guerra mundial.-Respondió Rika, sin más.

-Ay Dios mío, Hitler me debe estar esperando. ¡Judíos allá voy!-Corrió a cualquier lugar aleatorio de la casa, chocando con una puerta.

-¿Ya se acabó rápidos y furiosos 7?-Preguntó Yuuki, levantándose.

-Estabamos viéndonos Bananas en Pijama, la película.-La corrigió Silica, tratando de callar su risa. Pero era inevitable, no reírse con la cara manchada de Yuuki, y todos explotaron en risas, y Zekken no fue la excepción.

-¿De qué nos estamos riéndo?-Preguntó confusa.

-De tu cara de policía gordo sin donas.-Sonrió burlescamente Kirito.

-Yuuki, tu cara está...llena de marcador negro.-Rió Asuna. La aludida volteó a ver a Kirito, sabiéndo con todo su riñón que había sido él.

-Esto no se quedará así.-Susurró, diabólicamente, haciendo temblar un poco al de ojos grises. Automáticamente ella se fue al baño, topándose con Shinon que seguía golpeandose con una puerta como si quisiera suicidarse.

-¿Estará molesta?-Se levantó Asuna, dirigiéndose a buscarla.

-No te demores, empezaremos a vernos la película de My Little Pony.-Advirtió Kirito, recibiendo un asentimiento de ella.

Rápidamente buscó a Yuuki con la mirada pasando de largo a Shinon. Llegando al baño, la vió lavandose la cara.

-¿Te presto una toalla Yuuki?-Preguntó. Ella levantó la vista, y parecía una mujer petróleo derritiéndose.

-Por favor.-Contestó, siguiéndola.-Se ve que conoces mucho la casa de Kirigaya...-Susurró.

-¡No malentiendas las cosas!-Su cara se puso roja en un instante. Entraron al cuarto de su novio, mientras que ls pelirroja buscaba alguna toalla debajo de la cama.

-Ten. Límpiate.-Sonrió, y ella asintió.-¿Esto es un desastre no crees?-Suspiró pateando unos zapatos.

-Es más ordenado un perro con rabia.-Rió, con sus mejillas un poco rojas. Asuna se acostó en la cama, con cansancio.-Auch.-Perdió el equilibrio por unos zapatos.

-¡Yuuki cuidado!-Chilló la de pelo naranja. Konno cayó encima de ella, colocando sus brazo derecho al lado de Asuna y su izquierdo entre sus piernas.

-¿Q-qué?-Se sonrojó fuertemente la Yūkki, sintiendo esa pequeña mano entre sus piernas. Ella puso su mano en el pecho de la pelimorada, tratando de alejarla. Oh, todo un problema.

-Ah...No haga-s eso... Asuna.-Se sonrojó y su brazo se movió más arriba. ¿Saben que brazo era mis niños? El izquierdo.

-¿No crees que se están tardando?-Preguntó Suguha, alertando a Kirito, mientras el asentía.

-Iré a ver.-Se levantó con flojera. Dirigiéndose a su cuarto, que era el lugar que Asuna más conocía*.

En su recorrido, se topó con Shinon, que aún seguía chocando con la puerta. El un poco confundido, le guiñó el ojo asustado. Se detuvo en su cuarto, pegando el ojo en la puerta por inercia.

-¡AH! ¡Yuuki espe-ra...! Ahí no...Ah...-Escuchó, un gemido de ambas, pero el más recalcado fue el de Asuna.

Su corazón empezó a palpitar rápidamente, mientras ese mal presentimiemto que le decía el porque Yuuki le había dicho:

"Esto no se quedará así..."

Embistió la puerta, furioso. Nadie podía atreverse a tocarle un pelo a su novia, y mucho menos de esta forma.

Debía hacerle comprender a esa mujer que Asuna era solamente de él.

Observó que, Yuuki estaba encima de Asuna. Ambas estaban con la cara muy roja. Yuuki volteó a verlo, aun que se sentía extraña con ese toque, le sonrió con burla al de pelo negro y susurró. "Esto no se iba a quedar así..."

Kazuto le devolvió la mirada, con los ojos más fríos que había visto. Aquellos orbes le estaban mandado ira, enojo, furia, y hasta un unicornio.

-Te lo advertí, Konno.-Cerró los ojos acércandose a ella, que ya se había levantado del cuerpo de la pelirroja.

Al final del día, Yuuki tenía muchos chichones en la cabeza, Asuna tenía la cara muy roja, y Kirito aún seguía con esa cara fría e impasible.

Era de suponer que los super poderes de la amistad de las Ponys no ayudaron en nada.

-Bueno, Onii-chan. Mejora esa cara de perro no estaré en casa, iré de pijamada con Rika, Silica y Asada-san. Suerte.-Cerró la puerta. Todos se habían ido, hasta Sinon que estaba como drogada partiéndose el cerebro con la puerta, y Yuuki, que lo miraba con burla. Pero Asuna aún seguía a su lado, y sinceramente eso le provocaba bastante ternura, pero no podía perdonarla así de fácil, no señor.

-Aún sigues...¿Enojado?-Preguntó con la voz más tierna del mundo.

-La verdad, sí.-No quería admitirlo, pero el rostro de Asuna cuando era "abusada sexualmente" por Yuuki no iba a ser olvidado jamás.

-¿Cómo puedo ganar tu perdón?-Se puso de rodillas. El lo pensó un poco.

-Bésame.-Dijo sin más.

-¿EH? ¿Y-ya?-Preguntó sonrojada, y él asintió. Asuna se sentó en las piernas de él, uniendo sus labios en un tierno beso, que se había transformado en el plazo de unos minutos en uno brusco, ya que el de orbes grises ya tenía su lengua adentro de la boca de ella, explorándola otra vez.

La falta de oxígeno los hizo separarse infortunadamente. Asuna se levantó de sus piernas, un poco agitada de lo pervertido que era su novio.

-Haré que te olvides de los sucesos de esta tarde.-La cargó al estilo nupcial.

-¿De qué forma?-Preguntó Asuna, teniendo el presentimiento de que mañana no podría caminar bien.

-Ya verás.-Susurró, con una sonrisa pervertida. La llevó a su habitación, depositándola en su cama con cuidado como si de una muñeca de porcelana se tratáse. Ella simplemente abrió los brazos, recibiéndolo con ternura y cariño.

Sí. Aquella noche Kirigaya Kazuto hizo que Yūkki Asuna gimiera, jadeara, y gritara su nombre múltiples veces.


¡Odiénme! Ocno. No podía evitarlo, el Yuri nacía de mi cocoro. En fin, que tengan buen día flanes y recuerden, "Si pesa más que un pollo, me la follo" :v Ah espera, soy mujer. Rayos.

¡Buen día xD!