Los personajes no me pertenecen. Son propiedad de Hiro Mashima, únicamente la trama es mía.

Advertencias: Post tártaros, posible cambio de Raiting más adelante.

Aclaraciones:

Texto en cursiva – Recuerdos, algunas frases

Texto normal – Narración general

Letra en negritas – título, notas de autor.

Sin más, les dejo con la lectura.


Titanium

Capítulo IV – Compañerismo y dos semanas después


...

Se detuvo unos pasos esperando recomponer el ritmo de su respiración. Natsu le seguía de cerca aun respirando contra el cuello sin hacer movimiento alguno y Lucy pensó que había hablado de más nuevamente. El enfado podía haber sido el culpable en primer lugar al verse enfrascada en una decisión que no les correspondía, empezando con el asunto de la paternidad de Jellal. Si bien había dicho no era simple favoritismo hacia el mago celestial, algunas cosas no eran del todo verdad. Para Lucy, el Fernandes merecía al menos ser parte del proceso y estaba segura que ellos podrían salir adelante; el problema eran esos pecados los cuales el mago trataba de pagar alejándose de su amiga y los cuales Erza estaba dispuesta en aceptar con tal de que Jellal fuera un hombre libre de culpa sin contar que aún era un prófugo de la justicia aunque quitando esos detalles, sus sentimientos los unían y nadie, ni siquiera Natsu podría alejarlos.

– No te entiendo Lucy – Natsu parpadeó un par de veces aun sujetando a la rubia por la espalda. – Ya sabes que solo intento proteger a nuestra amiga ¿No te importa Erza?

El mago aplicó un poco más de presión en sus brazos.

– Por supuesto, todo miembro de Fairy Tail es importante para mí – Reconoció dejando caer la cabeza contra el pecho del chico, rendida – Es solo…. Tu manera de actuar la que me pone a pensar muchas cosas.

El hijo de Ingeel apoyó la cabeza contra la cabellera de Lucy extrañado.

– Lo piensas demasiado Luce, aunque yo también pensé mucho esto – Aspiró aire buscando las palabras adecuadas. – Mira, no se me dan esas cuestiones de racionamiento, eso te lo dejo a ti y al nudista de cuarta, pero enserio, necesito hacerlo.

Su comentario se escuchó serio, pocas veces Lucy lograba verlo en ese estado de protección que Natsu tenía hacia sus amigos. Ella sonrió, cerrando los ojos. Natsu no podía verla pero le relajaba tenerlo así, hacía su amistad más sencilla y admitía, ella no podría molestarse nunca con él demasiado tiempo.

– Te prometí no decir nada – Susurró suavemente – Y cumplo mis promesas siempre.

El Slayer sonrió contra el cuello femenino. Eso le agradaba de Lucy, la manera fácil que se volvía interactuar a su lado, aunque anteriormente habían peleado, justo como cuando él se había marchado un año dejándola atrás, dudaba que Lucy pudiera dejarlo de hablar ya que solo duró muy poco la pelea y le había costado ganarse su confianza nuevamente, por eso no eran tan tonto para ir tirando a la basura los años de amistad, pero Erza Scarlet estaba primero al ser más antigua su relación.

–Gracias…

La maga decidió, lo hacía por su amigo, ya vería cómo batallaría contra sus demonios internos cuando Jellal y Erza decidieran despertar con su nivel y pensamientos claros. Siguió sin mirar a Natsu llevando las manos hasta su cintura, donde descansaban las del mago.

Hacía un buen clima, el sol brillaba en el cielo, quedarse encerrados en el gremio solo lograría poner de mal humor a Natsu nuevamente si entraban, por eso quería ser Lucy quien diera el primer paso esta vez.

– Ahora, vayamos por Happy – Le recomendó la rubia sin soltarse – Charle ya debe haberle ignorado y seguro andará llorando de do…

Tac.

Sonido de algo los alertó. Lucy sintió la vibración del algo y empujó a su compañero tumbándolo en el piso de golpe. Nerviosa alzó el rostro encarando al individúo. Happy mantenía su mirada divertida al punto de risa, su mano cubría parte su rostro y la otra mantenía una cámara donde al parecer había tomado fotos de ellos sin permiso alguno. La mente de la rubia se nubló y un sonrojo apareció en sus mejillas, ¡Ese maldito gato los había tomado abrazándose!

– E- eso duele Lucy – Se quejó el mago tirado sobre el piso sobándose la cabeza. Miró hacia la dirección de la rubia y sonrió – ¡Oh, Happy ahí estas! Te estábamos buscando hace rato para ir a comernos la comida de Lucy.

El Exceed bajó la cámara que al parecer Natsu no había visto y caminó hacia él extendiendo los brazos. La rubia quería tomarlo por el cuello, o tal vez patearlo, justo cuando estaba haciendo las paces con su amigo venía a arruinarles el momento, más lo agradecía al quitar la atmosfera tensa entre los dos.

– Natsu, Charle me ha rechazado mi pescado otra vez – Murmuró el gato entre lágrimas dramáticas, abrazándole. – Y ustedes me abandonaron para venirse a dar abrazos, ¡Son muy malos! Seguro es culpa de Lucy ¡ya te está contagiando su maldad!

Lloriqueó un par de veces aguantando la risa. La rubia vio a Natsu acariciarle el cabello azulado y todo rencor hacia el Exceed desapareció cuando lo tomó en bazos. Esa amistad sí que era única, llegó a la conclusión.

– Luce no tiene la culpa de nada Happy, solo estábamos atendiendo unos asuntos sobre la salud de Erza – Le habló el mago a su amigo felino – Estábamos a punto de ir a buscarte ¿Qué te parece si en lugar de comernos la comida de Lucy vamos de pesca un rato?

Los ojos obscuros de Happy Brillaron emocionados, Lucy tembló, la última vez que habían salido de peca le había ido muy mal a ella. Quiso huir, Happy corrió hasta ella y le agarró la mano – ¡Aye! Vamos Lucy, seguro atrapamos un pescado delicioso para Charle, o mejor atraparás el mejor pescado si no quieres les muestre las fotos a todo el gremio.

– ¿Fotos?

La Heartfilia se tensó, maldiciendo la tenacidad del gato para conseguir sus propósitos. Natsu ladeó la cabeza analizando las palabras del azulado gato, ¿Cuáles eran esas fotos y por qué Happy las había tomado? ¿Estaría él? ¿O acaso Lucy y Happy se estaban tomando fotografías a escondías y creían que no se daría cuenta? Eso era tonto, no era tan estúpido para que alguien le tomara fotos y no se diera cuenta. Ahí había un complot.

La rubia ignoró la cara idiota del pelirrosa, concentrándose en el gato. Sintió sus mejillas arder de la impotencia, suspiró y cedió.

– Bien iremos, no le muestres nada a nadie.

– Claro Lucy, te lo prometo – Le respondió el gato sonriente – Aunque si Mirajane me las compra diré que fue un error al final – Susurró divertido.

– ¿Eh, Dijiste algo? – La rubia frunció las cejas – Olvídalo, vamos de una vez… ¿Natsu?

– Andando entonces – Natsu decidió olvidar el hecho. No había nada de malo de todas formas, ya le preguntaría personalmente a Lucy – Estoy encendido de solo pensar en una buena pesca.

– ¡Aye Sir, Charle no podrá resistirse esta vez!

Lucy rió divertida, luego cayó en cuenta, cuando Natsu tomara el papel de padre no podrían salir igual. Él le tomaría importancia al embarazo de Erza una vez fuera visible y ella no haría nada para impedirlo. Dolía separarse de ellos, entregar esos lazos estrechos a su buena causa. Pero lo haría, Erza era su amiga y la apoyaría aunque su estómago se revolviera un poco, odiaba estar sola, la sensación era terrible e incómoda y esperaba poder soportarla.

Solo algo tenia seguro, Natsu Drangeel no sentía nada hacia la pelirroja, Erza no sentía nada por él y ella, Lucy Heartfilia tampoco veía un interés romántico, así que estaba bien confiar en el juicio de Natsu mientras esa balanza estuviera así.

Los tres eran amigos ¿Verdad?

Mirajane Strauss se removió por el pasillo del cuarto donde Yuki Dreyar dormía plácidamente dentro del cunero. Había dejado el despacho de Makarov con la intensión de procesar los eventos que sucederían pronto. Faltaba una semana para que Erza despertara, por lo tanto, los síntomas del embarazo comenzarían a hacerse visibles en un nivel mínimo y nada riesgoso, aunque eso no era lo que le preocupaba en primer lugar, si no el cómo le diría a Erza la verdad. La pelirroja estaría estupefacta, la conocía desde muchos años para creer que no mostraría ninguna emoción. También le preocupaba el embarazo, pues Strauss ya había pasado por uno que le había debilitado el cuerpo, y era el motivo por el cual su hija tenía un sello de magia en el pecho ¿Cómo explicarle algo de esa magnitud?, pocas personas sabían la condición actual de Yuki, y no pensaba en contarlo ahora, más se veía necesario.

Suspiró deteniendo sus pasos un paso antes de la infante. Los cabellos rubios de su hija brillaban de un tono pálido a diferencia de Laxus, el amarillo tiraba casi al blanco y eso, a Mirajane le gradaba ya que se parecía demasiado a su padre, solo había sacado sus ojos azules, lo cual era injusto.

– Perdona esto pequeña, cuando pase todo estará bien – Estiró la mano acariciando el contenedor pequeño bajo la tela de su ropa. –Solo unos cuantos meses serás normal y yo volveré a tener mi magia.

Ese era el precio de concebir cuando se portaba una magia obscura. El hijo corría el riesgo de contraerla durante la gestación.

– Aguanta Yuki – La infante se despertó abriendo los ojos azules – Así la tía Erza verá que el camino que le espera.

La puerta se abrió suavemente, Laxus entró a la habitación y Mirajane dedujo, el mago de trueno estaba al borde. Portaba papeles en su mano izquierda, señal del trabajo forzoso por crear las cláusulas sobre la protección de Jellal que posiblemente ya eran válidas.

– Las terminaste – recalcó – Proteger a un criminal nos va poner en problema Laxus Dreyar.

El aludido asintió. Claro, estaba jugándose el pellejo cuando no había indicios todavia de lo ocurrido pero si no manejaba sus cartas con tiempo, el consejo mágico los demandaría sin piedad.

– Es precaución – Adjudicó en su defensa – No podremos ocultar a Jellal mucho tiempo y quebraremos muchas leyes, más necesitamos que se quede un buen tiempo, ¿Lo sabes verdad?

La señora Dreyar asintió sin dejar de ver a Yuki.

– Puede ser la cura en el futuro…

– Exacto, nada nos asegura que no será como tu caso. Tiene toda la apariencia de repetirse, pero esta vez, se ocuparán de extraerle el poder a Erza, es una teoría enferma aunque coincide con los hechos.

Mirajane boqueó, al parecer ese era el motivo principal del embarazo forzoso, aunque debían asegurarse de quien sería el que perdiera magia a nivel crítico, por eso entendía la insistencia de Laxus por dejar al prófugo. Estando en Fairy buscarían cualquier excusa con tal de no perderlo de vista.

– Esperemos estar equivocados, Laxus – Le apretó la mano a su esposo – Y que no se odien ante la mentira que le haremos creer.

– Es necesario Mirajane

– Lo sé.

Ahora, solo faltaba explicarles a los miembros de oración seis a su debido tiempo, sin saber que ellos ya estaban enterados.

La albina se giró posando los ojos azules en los verdes de su ahora esposo, quien diría que había terminado casándose con la persona a la cual había odiado cuando intentó matar a su maestro, quien también era su abuelo de él, pero no se arrepentía en nada.

– Te apoyaré, nuevo maestro – le susurró al oído –En las buenas y en las malas.

Él sonrió.

– Somos magos de Fairy Tail, esto no es nada.

….

Alzó con cuidado la caña meditando sus opciones. Según su olfato, los peces estaban cerca, en un rango no mayor a un metro pero no lograba ver nada, el agua no se movía y el viento creaba ondas suaves en el rio, camuflando a los objetos de caza, lo cual le estaba disgustando a Natsu Dragneel al llevar unas dos horas intentando cazar alguno. Happy a su lado lloriqueaba su mala suerte y Lucy maldecía, golpeando su propia red de pescar.

– Sabes, me rindo – Se tiró la rubia junto a él en el pasto – Es imposible que no consigamos nada ¿Estás seguro del lugar Natsu?

El Slayer aspiró aire. El aroma de la espacie invadió sus sentidos.

– Si, es el lugar correcto – Soltó, casi en seguida sintió una presión en el estómago y llevó sus manos a este. – el olor del agua me marea…

Estaban fuera del agua, justo en la orilla ¿Y Natsu se mareaba así de fácil? Lucy negó divertida, luego su mirada se posó en la venda del brazo de Natsu donde se escondía los secretos que lo delataban como un ser malvado. El pelirrosa conocía su condición, e intentaba no pensarlo siempre, y eso la motivaba a querer ayudarlo contra todo, pues el Dragneel también no merecía tener ese legado cuando era una buena persona.

– Tranquilo – Llevó una de sus manos hacia su amigo, acariciando sus cabellos rosados – Respira un par de veces Natsu, no hay movimiento para que te pase esto.

– Luce, entiende, el agua igual se mueve – medio habló el mago reteniendo una arcada – ¿P-podemos irnos a casa?

– Nunca conseguiré ese pescado para Charle – Oyó a Happy murmurar – Natsu ahora se puso de romántico ¡Esto me deprime!

Con la mano libre la rubia le propinó un golpe, abochornada. Lo único que tenían era una buena amistad sencilla y nada complicada. No lo negaba, el humor de Natsu era terrible, casi siempre destruía cosas y siempre salía mal parada o sin ropa, pero no cambiaría sus aventuras por nada del mundo.

– Nee Lucy, mejor vayamos a casa.

– ¿Quieres pasar antes al gremio? – Propuso ayudándolo a levantarse del pasto, el hijo de Ingeel negó, respirando con dificultad.

– Esta vez seamos solo nosotros tres, Lucy.

Antes de que ya no podamos serlo fue el pensamiento que atravesó a la maga celestial. Para Lucy Heartfilia separarse le costaría más de lo planeado.

– Lucy, me resbalo – Bromeó el gato empujando a la rubia sobre el mago de fuego, quedando uno sobre el otro.

– N-natsu - Tartamudeó con las mejillas rojas, el hijo de Ingeel se sorprendió pero luego cerró los ojos, enterrando la cabeza en su cuello.

– Se siente bien ¿Verdad?

Lucy avergonzada lo imitó

– Si…

– Regresemos al gremio en una semana, Luce.

– De acuerdo.

Sin saber que un felino seguía tomándoles fotos sin descaro.

.

Mientras tanto dentro del gremio la mayoría intentaba asimilar los sucedido.

– Ese estúpido de hielitos sí que sabe hacer alborotos – Habló Gray buscando romper la incomodidad del ambiente. Laxus y Mirajane se habían retirado por lo que solo quedaban unos cuantos en el despacho, aunque varias personas se había anexado, cosa que le aligeraba el mal humor.

– Me sorprenden sus acciones – Cana dio un trago a su cerveza –Parece que ya no es un chiquillo revoltoso y ahora parece de su edad.

– Yo creo que está aparentando serenidad, es un caso difícil – Opinó Levy encogiéndose de hombros – Natsu no es precisamente un buen modelo a imitar y que haya aceptado deja perplejos a más de uno.

– Bah, salamander busca hacerse el héroe con la Scarlet, el problema es que eligió al hombre equivocado para suplantar – Habló Gajeel apoyado contra el escritorio, Lily a su derecha asintió bebiendo jugo.

El resto calló ante las palabras de Slayer. Él estaba en lo cierto, si hubiera sido en otros tiempos nadie estuviera sorprendido de que Natsu lo intentara. Pero no había nada que temer, Jellal era la persona menos malvada que habían conocido y cuando lo fue, estaba siendo controlado, así que no era ningún peligro en la actualidad.

Juvia frunció el entrecejo – ¿A qué te refieres, Gajeel-kun?

El Redfox gruñó entre dientes. Gente inocente, para él estaba todo claro.

– Simple, Erza no necesita defenderse de ese hombre que está perdido, ella no lo apartará de su vida, fuera su violador o no.

Todos, a excepción de Gray le dieron la razón.

– Pero – Levy volvió a comentar - ¿Le querrá demasiado para soportar llevar en su vientre al hijo de un criminal?

Gray apretó los puños, ese imbécil llevaba su futuro asegurado pues Erza no le recriminaría nada, maldición.

La puerta de abrió de golpe. El mago elemental contuvo las ganas de matar a Jellal al ver aparecer al resto de su gremio. Crime Sorciere los miraba inquisitivamente y por la sonrisa mordaz en el rostro de Cobra, ellos ya estaban enterados de cada palabra. Maldijo al tipo.

–Apreciaría que dejaran de hablar sobre nuestro maestro – Intervino racer uniéndose a la conversación de los magos – Es tedioso escuchar las quejas de Cobra sobre sus acciones.

– Antiguo oración seis, ya se habían tardado en venir – Le respondió Gray apretando los dientes – SI lo saben, dejen de andar con estupideces.

El silencio se formó en el ambiente. Nadie hablaba, Angel frunció el ceño mientras que Meredy intentaba pensar claramente pues, según ella, era la única que no tenía la información completa sobre la actual situación de Jellal.

– Mocoso trata con más respeto, no querrás buscar pelea – El Slayer de veneno el cual estaba al margen crujió los nudillos – ¿O sí?

– Tu – Gray pegó la cabeza al mago – Voy a...

– Mantén tu distancia, Gray.

Una mano los separó de golpe, tirándolos. Rabioso, el mago de hielo levantó la mirada para encontrarse a Lyon Vastia estirarse la extremidad utilizada. Gray intentó pararse cuando otra más delgada lo detuvo, nuevamente él no necesitó saber a quién pertenecía esa mano blanca.

– Gray-sama, debería parar o armará un alboroto – Propuso Juvia – Juvia opina que no haga nada por ahora ¿Le hará caso a Juvia verdad?

La Loxar le miró sonriente, él la observó unos instantes mientras asentía.

– Demonios – Apartó la mirada de la maga, los bastardos comenzaban a mirarle divertidos, se giró hacia Lyon. – Tu imbécil, no tienes nada que ver con ellos.

– Eso es cierto – Opinó cana como si nada bebiendo del barril.

– Te equivocas Fullbuster – La voz de Hoyete se escuchó al fondo y la mayoría se preguntó quién era. – Es el novio rico de Meredy ¡Claro que tiene que ver! si tenemos a Lamia de nuestro lado nuestros intereses monetarios subirán.

Lyon dejó de sonreír, Meredy ignoró la revelación y medio grupo de personas abrió la boca incrédula ¿Acaso estaban soñando algo? Imposible, otra cosa no natural estaba haciéndose presente. Gray compuso una mueca de soberbia.

– Vaya Lyon, sí que das muchas sorpresas.

Aunque era bueno escuchar que ya no andaba tras de Juvia.

– ¡C-cállate bastardo!

– Felicidades Lyon-sama, Meredy – Pareció Juvia abrazándolos – Su relación nos llevará al futuro amor de Juvia y Gray-sama, solo falta Lucy-san y ya no habrá más rivales de amor para Juvia.

– Ne, Gray ¿No quieres ser el siguiente? – Propuso Cana empujándolo hacia el Juvia que seguía abrazando a los "Novios"

– ¡Pero que tonterías dices!

Crime Sorciere había llegado a la conclusión de que ese gremio estaba loco, hablando sobre romances e ignorando la situación. Pero sabían que era una fachada ante lo venidero, el ruido se escuchaba cada vez más cerca.

Y el reloj biológico lo demostraría.

– Dos semanas – Vociferó para él – Disfruten mientras el tiempo llega.


Qué es esto – Murmuró jalando sus brazos. Algo hacia presión en torno a su muñeca, la movió, comprobando la existencia de grilletes mágicos los cuales comenzaban a robar parte de su magia intentó removerlas sin éxito. – Rayos…

Se removió bruscamente y soltó un gemido de dolor, el grillete le lastimaba.

No te muevas demasiado o te harás más daño – Articuló una voz. Erza bajó el rostro comprobando una silueta enmascarada. Se dio cuenta, estaba a gran altura a comparación del hombre quien siguió su relato: – Erza Scarlet, es agradable contar con la presencia de la mujer que derrotó cien enemigos durante los juegos mágicos y acabó con una puerta demoníaca de gran prestigio como Kyouka.

Los vellos de la nuca se le erizaron ante la mención. Algo no andaba bien, forcejeó un par de veces más antes de darse por vencida. Imposible, cada vez apretaba el grillete.

Suéltame ¿Dónde están Levy y Juvia? Venían conmigo hacia Fairy Girls. Si les hiciste daño date por muerto. – Amenazó, pero recordó, se había separado al escuchar una explosión.

Recibió una risa seca en respuesta. Tembló de rabia.

Tengo algo mucho mejor – Caminó dos pasos delante de ella, justo al lado. No podía ver nada del todo, estaba obscuro y se podía oír el penetrante sonido de las gotas cayendo sobre algo metálico. Contra la obscuridad siguió con la vista a la figura que arrastró algo en el suelo. Un cuerpo masculino herido el cual reconoció al instante y el hombre pareció notarlo. – Te presento a ese hombre, se llama Jellal Fernandes y uno de los prófugos más buscados del mundo mágico, pero ya deberías saberlo, ¿Verdad?

Sus ojos se abrieron. No, de todas las personas él….

Qué le hiciste – Bramó furiosa – Contéstame.

Vaya, entonces es cierto que se conocen – Habló fascinado levantándole el rostro al Fernandes – Será más fácil de lo paneado. Bien hecho, Erza.

Su mente intentó buscar razones para las cuales Jellal estuviera a manos enemigas. Jellal no era torpe, era inútil pensar que lo habían atacado de improviso cuando tenía a los ex miembros de oración seis consigo y uno de ellos contaba con un excelente sentido de audición. No, debía haber algo más. Recordó la explosión cuando caminaba a Fairy Hills, entonces eso era, Jellal estaba cuando sucedió. Lo perseguían a los dos desde el comienzo.

El cuerpo de Jellal gimió de dolor, luego abrió los ojos. Con poca luz contempló el verde confundido de sus pupilas antes de ser cerrados por el enemigo que le metió algo en la boca que le pareció ser una especie de píldora rosa. Quien sabe, no lograba verlo bien.

Fase iniciada – Oyó al hombre hablar tomando al cuerpo del Fernandes. – Ahora solo faltas tú, Titania

El cuerpo le temblón nuevamente cuando desajustó el grillete mágico. Cayó al piso de golpe. Gritó y él le tomó la mandíbula. – Felicidades, has sido la escogida para el renacer del maestro.

Sacó lo mismo que le dio a su amigo y le empujó la otra píldora. Tragó duro e intentó devolverla, era demasiado tarde, había traspasado la barrera de su garganta hacia el estómago y parecía hacer efecto rápido después de media hora. Se sintió aturdida, con un ardor incontrolable en el cuerpo. Estaba débil, perdiendo la consciencia cada minuto que pasaba. Miró hacia Jellal que se había parado.

Volveré a reencontrarme con ustedes cuando este espectáculo termine – Soltó al hombre caminando hacia la salida. Abrió la puerta y pudo ver tenue las gotas de lluvia morirse contra el piso. Una vez solos, miró hacia su amigo de la infancia.

Jellal yo… - Sintió los labios masculinos posarse con los suyos con violencia. Mareada respondió al beso, dejándose llevar mientras se perdía al punto de desmayarse…

Deseaba esto, Erza desde hace mucho tiempo. – Le oyó antes de ver cómo su cuerpo, en especial sus manos recorrían los del mago sin su consentimiento.

Yo también Jellal – Rompió la camisa – No tienes idea…

Abrió los ojos suavemente, la luz le lastimó y parpadeó repetidas veces antes de enfocarse en un punto en particular. Lo había recordado, el momento cuando la habían secuestrado. Nunca llegó a reunirse con Juvia y Levy, la habían drogado con alguna especie de somnífero similar al que utilizaban para sedar a un gran número de personas cuando se dirigió hacia la explosión. También había recordado lo sucedido después, había visto a Jellal atrapado, con la ropa polvorienta, en un estado que le extrañó y le hizo olvidar que había estado en peligro. Por igual, los habían vuelto a drogar con alguna píldora poderosa que había sacado sus anhelos internos. Según el tipo, lo habían hecho mutuamente, evitando así la consideración de una violación aunque seguía siendo lo mismo, solo pintado para una mejor aceptación. Pensó en las probabilidades de que el Fernandes pasara de lo ocurrido más era inútil, Jellal nunca se perdonaría algo de inmensa magnitud. Esos bastardos habían cortado toda oportunidad de volver a recobrar su amistad.

– Despertaste, Mocosa – Habló una voz la cual identificó como Porlyuska. Intentó levantarse, más una ola de la nada le nubló la vista. – No hagas movimientos bruscos, llevas más de una semana dormida.

– ¿Una semana? – Preguntó confundida, no sentía haber dormido tanto. Contra todo su pronóstico la maga asintió.

– Llevas casi dos mocosa, les diste una gran susto a tus amigos, han estado molestando todo el día – Se quejó, monitoreando sus signos vitales – Tu contenedor todavía no está completo así que te quedarás al menos hasta que cumplas el mes, no es sano en tu estado.

¿El mes? ¿Estado?

– Donde está Jellal – Fue lo único que atinó a decir. La pelirrosa señaló hacia el costado derecho. El mago, a diferencia de ella seguía dormido y con un respirador mágico, lo cual sugería estaba más débil. – ¿Cuándo despertará?

– Según su contenedor, quizá cuando ya estés fuera del aquí. Los humanos son unos tontos, para ser el gran mago que dicen es, se llevó la peor paliza. Pero ahora preocúpate por ti mocosa, deberás seguir una dieta por unos cuantos meses, ya te lo dije, solo para moderar tu condición en este estado.

Bien, estaba cansada de esa palabra. No se sentía enferma, tal vez un poco mareada, pero no enferma y quería respuestas.

– A que te refieres con eso – Soltó de tajo – Explica eso del estado.

Porlyuska decidió decirle la verdad.

– Tendrás un hijo, ese de allá es el padre y uno de ustedes se pondrá en peligro de muerte.

El mundo de la gran Titánica se descolocó con esas simples palabras.

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¡Hola! He vuelto, de nuevo antes de lo esperado. Benditas vacaciones que te dejan pensar con claridad. Bien, con respecto al capítulo se vio un poco más la relación de Natsu y Lucy, esto para darse una referencia en cuanto valora el chico su amistad con la rubia. Son buenos amigos que nos les importa quedarse abrazados aunque la mayoría los malinterprete. Por ahora, la relación entre ellos es buena ¿Qué pasará cuando se enteren que Erza ha despertado? Quise avanzar su con su despertar ya que si lo explico paso a paso tomará más tiempo, vamos directo a lo bueno.

¿Qué les pareció este capítulo? ¿Cuándo creen que Jellal despierte?

Espero sus respuestas.

Fatty Rose Malfoy.