Buenos días/tardes/noches a todos. Muchas gracias por haber seguido la historia hasta aquí, ha sido toda una aventura tanto dentro de la narración, como el escribirla (problemas personales de distinta índole).
Tras su larga espera, que estoy segura que se verá compensada con esté largo capítulo, llegamos al final de esta historia. Reitero de nuevo mis agradecimientos porque me han tenido mucha paciencia, he cumplido con mi palabra de que la terminaría.
Sin más preámbulos, se quedan con el capítulo. Pónganse cómodos y que disfruten leyéndola como yo al escribirla
CAPÍTULO 10: Vivos o muertos
Las lágrimas de Korra trajeron consigo esperanzas para Asami, quien luego de tiempos tan duros por fin tiene una razón de mucho peso para sonreír.
-Los vaqueros en la granja han vuelto a arreglárselas sin ti, como ya hacían antes- Comienza a pensar Asami –Bolin te quiere mucho, pero ya ha encontrado personas que también lo apoyan como tú lo hacías. Tus padres te adoran y nunca perdieron la esperanza de hallarte, aunque han podido vivir mucho tiempo sin ti-
Antes de seguir con sus reflexiones, abraza a Korra un poco más fuerte.
-Pero aún si el mundo entero pudiera prescindir de tu existencia por completo…- Se dijo Asami –Yo te necesito, Korra- Esto último brotó de sus labios en voz alta
Luego la mira a los ojos con inmenso cariño, deseosa de que fuera la de antes, sin embargo, está muy satisfecha de que se encuentre con vida, dándole como puede una señal de que se va a recuperar.
-A… sa… mi…- Logra articular Korra casi inaudiblemente y con dificultad.
El corazón de la joven Sato se estremece de alegría, ya que la morena parece estar pasando por una segunda infancia y la primera palabra que pronuncia es su nombre… qué hermoso se oyó esta vez. Sus labios, repentinamente sintió una necesidad de ellos que ya no quiso contenerse más y procedió a acercarse como la primera vez que los besó, entonces Korra también estaba convaleciente.
-Señorita Sato…- Se oyó inesperadamente la voz de una joven que veía desde la puerta e inmediatamente retrocede avergonzada al ver lo que estaba pasando -…disculpe, me retiro…-
-No, no te vayas- Responde Asami resignada, pues ella misma dejó la puerta abierta - ¿qué venías a decirme?
-El joven Mako la busca…- Indica la doncella -…la está esperando en la sala principal-
-De acuerdo- Asiente la joven Sato –Iré con él ahora. Gracias, Yumi. Por favor quédate con Korra mientras regreso, no quiero que se sienta sola-
Bolin seguía viviendo en la granja aún tras haberse recuperado, ya que, si bien Mako es su hermano, necesitan conocerse mejor antes de optar por compartir techo, además considera que trabajar junto a los otros vaqueros es lo mejor para su condición. De todas maneras, aunque el oficial seguía pendiente del bienestar del único pariente vivo que le queda, hay un tema del que debe hablar con Asami que ya no requiere de más espera y que es el que lo llevó a la granja Sato ese día en particular.
-Hola, Mako-
-Asami…-
Las cosas no eran en absoluto como antes entre ellos, el beso entusiasta con el que la de ojos verdes saludaba al joven oficial nunca llegó, hacía mucho que no se daba, pero tampoco surgió uno ni siquiera por costumbre. Asami estaba ahí en la misma sala con él, aunque en ese momento se sintió como si hubiera entre ellos una abismal distancia.
-Uno de nosotros tendrá que hablar antes de que termine este siglo- Dice Asami con cierta ironía ante un Mako más callado que de costumbre
-Tienes razón… y de todas maneras seré breve en lo que vine a decirte- Responde el joven mientras cierra los ojos por un par de instantes y toma aire como para coger impulso –Después de mucho pensarlo, he decidido liberarte de nuestro compromiso-
Aquello toma por sorpresa a Asami, ya que ella eventualmente pensaba cancelar el compromiso de todas formas una vez Korra se recobrara. Sin embargo, resulta inesperado que sea el propio Mako quien haya tomado la iniciativa, él no parece tener razones para tomar esa determinación.
-Te seré honesta, Mako, yo decidí eso desde hace tiempo, eventualmente te lo iba a decir, sólo que no sabía cómo hacerlo- Reconoce Asami –Dime ¿qué te llevó a hablar de eso justo ahora? -
-Antes de responderte eso quiero hacerte una pregunta y quiero que continúes siendo honesta- Dice él mientras desvía un poco la mirada -¿quién es Korra realmente para ti?-
Ya Asami estaba cansada de que le preguntaran lo mismo, aunque estaba aún más harta de evadirse. Admitió que ya pensaba deshacer el compromiso, sus acciones pasadas y presentes han demostrado la naturaleza de sus sentimientos ¿subordinada? ¿Compañera de casa? ¿Amiga? No, nada de eso, Korra es la persona que ella ama
-Comprendo…- Acepta Mako antes de que fuera respondida su pregunta -…soy muy distraído, pero me di cuenta-
Tras pronunciar esas palabras simplemente salió de la casa, posiblemente para ir a las caballerizas a ver a su hermano antes de marcharse. Asami pensó en detenerlo, pero ¿para decirle qué? Mako siempre ha sido una persona de pocas palabras y las cosas entre ellos quedaron lo suficientemente claras como para que no sea necesario hablar más de ese tema.
Bolin ve a Mako aproximarse a él algo cabizbajo y suspirando levemente. No era difícil adivinar a qué se debía, pero prefirió no asumir nada y esperar a ver si su hermano decidía compartir con él el motivo que lo tenía así. El oficial de policía inició la conversación como suele hacerlo en cada una de sus visitas: preguntando cómo está y sobre sus avances en la relación con Opal, sin embargo, esta vez prosiguió con un tema distinto.
-Eres la persona que mejor conoce a Korra ¿verdad? - Cuestiona Mako –Dime ¿cómo es ella?-
-Es una terca sin remedio- Responde Bolin tras haber esperado ese tipo de pregunta -…pero si ella no fuera así, ahora yo ya no estaría-
- ¿Por qué lo dices?-
-Cada día al lado de ese tipo, Amón, era como pasar un mes en el infierno, yo estaba seguro de que los espíritus nos habían abandonado y llegué a contemplar la idea de que sería mejor morir lo antes posible- Recuerda el joven vaquero -…no obstante ella no se rindió, decía constantemente que de ninguna manera iba a aceptar la vida de la delincuencia como destino y me convenció de que no podíamos conocer la muerte antes que a nuestros padres-
-He escuchado de los otros vaqueros que esa chica tiene más pantalones que cerebro-
-Así es y por ese motivo yo le debo la vida-
Bolin le contó a su hermano algunas de las anécdotas que vivió con Korra mientras pasaba por un durísimo adiestramiento como criminal de parte de Amón. Aunque constantemente era como estar pagando un karma, se buscaban sus propias oportunidades de crear recuerdos de infancia que valiera la pena conservar para cuando fueran libres. El chico trataba de permanecer firme en eso, pero tenía sus reservas, mientras la morena habitualmente decía con gran seguridad que tras la conquista de su libertad hallaría a su familia.
Mako sonrió completamente derrotado, pensaba que en algún momento escucharía algo que le disgustara lo suficiente para no creer que Korra era una buena persona. Sin embargo, sucedió todo lo contrario, creía que era sólo una temeraria a la que le gusta demostrar su fuerza comparándose con los hombres en cuestión de valor, pero no, la morena tenía un coraje auténtico que compartía con aquellas personas a quienes apreciaba. Aun así, ese era sólo un aspecto de su personalidad, de ese modo era como la amiga de Bolin ¿quién es la mujer que ama Asami?
-Llegaste vivo a Little Republic y eso es algo en lo que siento que estoy en deuda con Korra- Admite Mako –Pero aún hay una duda que me carcome-
- ¿De qué se trata? - Cuestiona Bolin
- ¿Sabes qué siente ella por Asami? - Pregunta el policía
No era inesperado ese interrogante, pero aun así Bolin tragó en seco. De todas maneras, no iba a responder con una mentira piadosa, tampoco podía negar que lo sabía, no se trataba de cualquier persona sino de su hermano, con quien está comenzando una relación desde cero y no va a iniciarla con falsedades. Mako le habló con la verdad desde el principio por muy dura que fuera para él decirla, así que lo menos que le debe es responderle del mismo modo, aunque no sea un asunto que directamente le concierna.
-Antes que nada, tienes que saber que Korra no llegó aquí queriendo herir a nadie- Anticipa Bolin -…pero se enamoró de Asami desde el día que la vio, no pudo evitarlo, creo que se habría podido acabar el mundo ese día y eso no habría podido evitarlo-
El oficial de policía se sorprendió a sí mismo, pensó que escuchar esa verdad le rompería el corazón, pero realmente no sintió nada. La emoción que percibió fue semejante a la que lo invadió cuando supo que Bolin estaba enamorado de Opal y esta le correspondía. Entonces comprendió la verdadera naturaleza de sus sentimientos, realmente no le preocupaba perder a Asami porque la amara, sino porque su orgullo como hombre se vería afectado. Descubrirlo lo hizo verse a sí mismo como un miserable.
Afortunadamente para su conciencia, Korra estaba allí para amar a Asami como se lo merecía, alguien que no buscó conquistarla por ser una de las mujeres más poderosas del país o por ser una de las más hermosas de todo Little Republic, sino que simplemente deseaba cambiar de vida y encontró antes de lograrlo a la dueña de su corazón.
Pasaron algunos días más, la relación entre Bolin y Opal se formalizó, así que la casa de Suyin Beifong se convirtió en un segundo hogar para el muchacho, ya que su suegra estaba encantada con la idea de que fuera la pareja de su hija por la fama que él y Korra ganaron debido a la participación que tuvieron en la captura del Loto Rojo y sus cabecillas.
Mako se encontraba muy bien, el trato con su hermano era tan cercano como si no hubieran sido nunca separados y su sueño de convertirse en el Sheriff de Little Republic se acercaba, conforme eran más claras las intenciones de Lin Beifong de dejar la fuerza policial para dedicarse por completo a su esposa Kya.
Lin Beifong estaba cerrando con broche de oro su carrera por haber tenido una participación de tanta importancia en la persecución y captura de los cabecillas del Loto Rojo, ya que esto llevó a la desmantelación de un gremio criminal que las autoridades habían tratado de desenmascarar y penalizar por décadas. La dedicación de la Sheriff a la justicia era sólo superada por el inmenso amor que siente por su esposa y debido a eso prometió que una vez Kya se decidiera a dejar de viajar, ella resolvería sus asuntos en la policía y se retiraría.
Los padres de Korra regresaron a Little Republic, la principal razón era volver a ver a su hija, sin embargo, también traían noticias para Eska y Desna: su padre estaba en espera de ellos en los territorios del norte. Resulta que Tonraq había establecido una relación pacífica con Unalaq, líder de la tribu Aoi'Yue del norte con el objetivo de dar fin a una absurda rivalidad que hubo entre ambos clanes por décadas. Era una total ironía que el hecho de que los herederos al trono de esos dos pueblos hubieran sido secuestrados y esto los ayudara a unirse.
En un principio, Tonraq y Senna pasaron por grandes tensiones emocionales luego de su encuentro con Korra, así que no habían atado cabos antes. Sin embargo, cuando se marcharon de Little Republic, analizaron mejor la situación y recordaron que Unalaq en varias ocasiones les comentó que viajó varias veces por el mundo intentando hallar a sus gemelos. Viendo la relación de Eska y Desna con el Loto Rojo y habiendo descubierto el modo de operar del gremio, no cupo duda, ellos tenían que ser los herederos de los que le habló el líder del clan Aoi'Yue del norte.
Recién los gemelos de Unalaq y la niña de Tonraq desaparecieron, el líder del norte culpó al del sur pues estaba seguro de que buscaba darle fin a su linaje eliminando a sus hijos. La tribu Aoi'Yue del sur por su parte, enfureció pensando que su clan hermano buscaba entrar en guerra y el secuestro de la heredera al trono era la provocación ideal para que sucediera. Cuando cada uno se enteró que la progenie del otro parecía haberse esfumado de la faz de la tierra, se unieron debido a que pasaban por la misma tragedia y en vez de un conflicto armado entre las tribus, pusieron fin a la rivalidad iniciada por sus ancestros.
Comprendiendo Tonraq los sentimientos de Unalaq, decidió que iría primero a hacerle una visita para contarle de su descubrimiento. Senna entonces partió hacia el sur para compartir con su tribu las buenas noticias.
Unalaq se encontraba mal de salud, quería partir de inmediato a Little Republic pero estaba totalmente impedido de viajar, así que le pidió a Tonraq que se comunicara de algún modo con sus hijos para que supieran que todavía les esperaba.
Tonraq cumplió primero con su responsabilidad como líder, así que volvió con su tribu y les explicó la situación. Luego sin más demora partió de nuevo hacia Little Republic. Todo aquello le llevó algún tiempo, especialmente porque se quedó con Unalaq unos días para estar seguro de que su vida no corría peligro y que podrá recuperarse lo suficiente para reencontrarse con los gemelos.
Mientras todo eso había ocurrido, Korra recupera su capacidad para hablar y Asami no puede estar más feliz, aunque ninguna de las dos toca para nada el tema de su relación y vuelven a tratarse como cuando apenas se estaban conociendo. Aquello fue un total retroceso, ya se habían besado, los acontecimientos permitieron que las cosas se aclararan y el compromiso con Mako se deshizo; de modo que ese retraimiento no tenía explicación.
-No lo sé, Korra- Dice Bolin mientras toma una pieza de pan como acostumbra en su descanso de la tarde en la sala de la casa –Se supone que el tonto era yo y mírame: conozco a Opal desde hace menos tiempo que tú a Asami y ya aceptamos que nos queremos. ¿Tú qué es lo que estás esperando? -
-Para ti es fácil decirlo- Espeta Korra –No eres una persona incompleta-
- ¿Qué quieres decir? - Pregunta el muchacho
-Quiero decir que tú no estás atado a una maldita silla de ruedas- Afirma la morena - ¿Te crees tú que quiero ser una carga para Asami? Yo… la amo demasiado como para convertirme en una condena-
-Me duele que hables así sobre ti misma- Expresa Bolin muy serio –Cuando Mako me preguntó qué tipo de persona eres, le respondí que tu coraje nos salvó la vida a ambos. Eres muy fuerte, Korra, no dejes que esa silla te convierta en alguien que no eres-
-Él tiene razón- Agrega Tenzin quien recién se presenta como lo había venido haciendo de vez en cuando –Si has de cambiar que sea para volverte mejor, no para convertirte en una persona autocompasiva que se resigna-
Korra recuerda entonces su infancia y como el amor por sus padres fue la motivación que le dio el valor para seguir resistiendo. Ahora que tiene más por que vivir es absurdo que se rinda, sabe que, si piensa en sí misma como un estorbo, es exactamente en lo que se convertirá.
-Perdónenme- Dice apenada –Es que no poder hacer casi nada por mí misma me tiene un poco alterada-
-Pues guarda tu ira, jovencita- Contesta una anciana ciega que Korra conoce hace muy poco -…la vas a necesitar para la siguiente fase de tu tratamiento-
- ¿A qué se refiere? - Pregunta la morena
Toph Beifong estaba con Asami quien tenía un semblante algo triste, parecía saber muy bien lo que se avecinaba y eso terminó con la racha de buen ánimo que había tenido durante los recientes días pasados.
FLASHBACK
La anciana ciega se acercó a la granja Sato cuando se enteró por Katara que Korra había recuperado el habla. La sanadora, quien conocía la naturaleza del tratamiento, le avisó a su amiga para que esta se ocupara de continuar el procedimiento del que dependía de que la vaquera volviera a ser la de antes. A Toph le sorprendió, ya que no esperaba que aquello sucediera hasta algunas semanas más adelante, pero resultó estar lista para lo que seguía con anticipación.
-Tengo buenas noticias para ti, muchacha- Le dice Toph a Asami –Tu amiga es más fuerte de lo que esperaba y podemos pasar a la siguiente fase de su tratamiento-
- ¡Fantástico! - Responde Sato emocionada -¿En qué consiste?-
-Entrenamiento físico- Afirma la anciana sin rodeos –Partiremos lo antes posible-
-Espere un momento…- Cuestiona la chica -… ¿partirán? ¿A dónde? -
-A Green Palace- Contesta Beifong y la joven palidece
El lugar llamado Green Palace, que por su reputación se le conoce como Bosque Negro, es un sitio lejano en relación con Little Republic, ubicado en las cordilleras hacia el sur. El modo más rápido de llegar es en barco, ya que hay que atravesar un mar. Pese a que el territorio de los Aoi'Yue del sur es mucho más apartado, aquellos bosques son más peligrosos tanto por los depredadores como por la flora tóxica, sin mencionar los accidentados caminos. Aquellos parajes son evitados por la mayoría de los viajeros y pocos de los que se han adentrado allí han sobrevivido.
Toph le explica a Asami brevemente las razones por las que es necesario que vayan precisamente a Green Palace y es que el entrenamiento físico debe ser intenso para garantizar los resultados del tratamiento. La joven Sato no quiere que Korra vaya, pero sabe de antemano que no va a poder detenerla.
FIN DEL FLASBACK
-Empaca tus cosas- Ordena Toph a Korra –Nos iremos-
Cuando Korra se entera de su lugar de destino en este viaje no puede evitar tragar saliva, pues incluso para alguien con su valor es de pensarse dos veces antes de decidir partir a un sitio con semejante reputación. Green Palace es tan conocido que hasta Amón y los chicos a su cuidado sabían sobre él y ni siquiera el propio Zaheer se atrevía a ir allí. Lo que muy pocas personas sabían, entre ellas Toph Beifong, es que quienes han estado en el Bosque Negro y sobrevivido se volvieron mucho más fuertes.
- ¿Y qué, muchacha? - Pregunta la anciana ciega interrumpiendo los pensamientos de la morena - ¿Vas a ir o no? -
-Si- Responde Korra pese a que se sienta completamente aterrada
Toph piensa por un momento en cómo se siente la joven, ella nunca puso un pie en el Bosque Negro cuando estaba en su mejor forma y le toca hacerlo por obligación justo en esa ocasión que es cuando más indefensa se encuentra.
-Bueno, debemos comenzar lo antes posible, pero tampoco es de tanta urgencia como para partir ya mismo- Dice Toph –Partiremos mañana a mediodía-
Luego de esas palabras, la anciana ciega se retiró y tanto Bolin como Asami se encontraban visiblemente preocupados, de hecho, faltó muy poco para que intentaran detenerla. La joven Sato quería decirle a Korra que no se arriesgara, que se ocuparía de sus necesidades por el resto de sus vidas y que a su lado nunca iba a faltarle nada.
-Perdonen, chicos- Escuchan decir a Korra –Pero debo hacer esto-
-Korra, es demasiado peligroso- Replica Bolin –No vayas, debe haber otra manera- La aludida se decepciona ante esas palabras
Korra, quien ya se había recuperado de todas las otras heridas no relacionadas con el veneno, pudo mover sus brazos y se retiró hacia el área cercana al pozo que es donde acostumbraba a ir a meditar cuando era de día y contaba con la facultad de usar sus piernas. Aceptó las recientes palabras de Bolin y las de Tenzin sobre su verdadero ser, además se rehusó a convertirse en una carga para Asami; si en el tiempo que lleva de recuperación le ha avergonzado tanto recibir constante atención a sus necesidades, no puede ni imaginar si tuviera que vivirlo el resto de su existencia y no sería muy diferente si sus padres fueran quienes se encargaran.
-Tengo que volver a ser la de antes- Se dice a sí misma –No… seré de hecho mejor que la de antes-
Llegó a esa resolución por todos aquellos que le importan, pero principalmente por ella misma. Ser cada vez más fuerte ha sido siempre una de sus filosofías de vida y, ya que tanto ella como Bolin habían sido absueltos de todos los cargos criminales en su contra, no tenía que esconderse más y por primera vez en muchos años podía dedicarse sólo a su persona, además de ello dependía el poder llevar una vida normal.
Eska y Desna se encontraban trabajando en el proyecto del ferrocarril para el gobierno que, si bien Hiroshi Sato y Suyin Beifong lo financiaban en parte, el beneficio sería para todo el país. Como un modo de redimirse de todo lo que pasó, pensaron que sumarse a un esfuerzo conjunto que llevará a un bien común era lo ideal, además querían cambiar de vida antes de partir a encontrar a su familia.
Tonraq y Senna fueron a ver a los gemelos a la construcción, ya que debían pasar por allí antes de llegar a la granja Sato. Cuando los gemelos se enteraron de la noticia sobre su padre no podían creerlo, es decir, sabían que pertenecían a la realeza de la tribu Aoi'Yue del norte, pero estaban seguros de que Unalaq ya no esperaría que ellos se encontrasen todavía con vida.
Preocupados de que algo le pase a su padre antes de que logren ir a verlo, Eska y Desna van a hablar con Suyin Beifong para que les permita dejar la construcción un tiempo. Opal estaba allí con su madre y, contrario a lo que los gemelos esperaban, se puso de su parte para ayudarlos a convencerla de que es un caso especial y que pueden conseguir otros obreros que los reemplace durante su ausencia si es necesario. La mujer no sólo les otorga el permiso, también decide financiar el viaje y facilitarles el transporte que necesitarán.
Korra seguía junto al pozo en sus cavilaciones sabiendo que este podría significar su último viaje, ya que las únicas opciones son la mejoría o la muerte. Ni siquiera una vida de trabajos forzados y riesgos con Amón la preparó para pasar una temporada de indefinida duración en el Bosque Negro. Mientras pensaba en ello, una voz masculina que dijo su nombre se oyó a sus espaldas.
- ¿Papá? ¿Mamá? - Pregunta Korra al verlos
Aquella pareja descubre con gran felicidad que su hija los reconoce y recuerda, así que se acercan de inmediato y la abrazan. Después de varias conversaciones que tuvieron anteriormente con Asami y Bolin, Tonraq y Senna se sentían orgullosos de que Korra se hubiera convertido en una excelente persona pese a los golpes que le dio la vida.
Los tres entraron a la casa a hablar, Korra les contó a sus padres la parte amable de lo que fue su vida lejos de ellos. Sin embargo, quiso ser ella misma quien les diga lo siguiente que sucederá.
-Mamá, papá, hay algo que tienen que saber- Dijo con mucha seriedad –Mañana partiré con Toph Beifong a Green Palace-
- ¿Al Bosque Negro? - Preguntó Senna muy preocupada –Pero hija mía ¿no sabes que podrías morir?
-Desde que era niña he oído muchas cosas sobre ese lugar, ninguna buena- Afirma Korra –Pero Toph dice que para que me recupere debo hacer un entrenamiento físico muy intenso y por eso eligió ese sitio-
- ¡Es una vieja loca! - Espeta alterado Tonraq –Lograste sobrevivir al veneno ¿y ahora quiere ponerte de nuevo en peligro?-
Asami observó la conversación en silencio, estaba de acuerdo con los padres de Korra, pero la conocía un poco mejor que ellos, sabía que la morena no desistiría de ir porque estaba determinada completamente a no ser una carga para nadie.
-Ya basta… por favor, mamá y papá- Dijo Korra al borde de las lágrimas –Entiendan que tengo que ir… pero no crean que es porque quiero-
-Comprendo, hija mía- Se resigna Tonraq –Te apoyaremos-
-Iremos entonces a conseguirte unos víveres- Agrega Senna –Nos aseguraremos de que al menos en el viaje hasta allí no te falte nada-
Los padres de Korra se retiran para volver más tarde, así que ella y Asami se quedan solas en la sala evitando mirarse mutuamente. La de ojos verdes es la primera en hablar.
-No voy a ser yo una más que te diga que no vayas- Dice –Porque vas a ir de todas formas-
-Así es- Responde la morena –Por eso agradezco que no intentes detenerme… me lo haría más difícil de lo que ya es-
-Ya veo…- Acepta Asami esta vez mirando a Korra –Pero quiero que sepas que de ninguna manera serías nunca una carga para mí-
-Es por eso exactamente que debo hacerlo- Contesta devolviendo la mirada –Porque ustedes no lo verán así, pero yo no podría vivir con mi conciencia-
Continúan viéndose a los ojos contemplándose igual que el día en el que se conocieron y mutuamente se admiraron, sólo que esta vez se amaban y seguían sin reconocerlo abiertamente
- ¿Sabes una cosa, Asami? - Dice Korra –Hay algo que necesito que hagas algo por mí antes de que me vaya-
- ¿Y qué sería? - Pregunta la aludida extrañada –Haré lo que pueda… más si es necesario-
-Dime que todo estará bien…- Responde –…Por favor-
-Pero Korra- Replica Asami quien se acerca a la morena y la abraza - ¿Por qué dices eso? Por supuesto que todo estará bien-
Un abrazo es más de lo que esperaba Korra y responde a él con una urgentísima necesidad, ya que desde que supo que su partida a Green Palace sólo ha recibido muestras de desaprobación de casi todos los que la rodean, incluso Bolin ya le dijo que no se fuera.
-Asami… necesito que me lo repitas de nuevo- Admite Korra –Estoy completamente aterrada… no quiero morir-
La aludida se siente conmovida casi al punto del llanto, se enamoró de Korra por su fuerza y valentía, pero en esa ocasión sintió que la amaba más por haberse mostrado como un ser humano en su momento más vulnerable, no por estar en una silla de ruedas, sino por reconocer que siente miedo. La morena prácticamente ha revelado que esa es ella misma en sus instantes de mayor flaqueza, una parte que ha enseñado a Asami y únicamente a ella.
-Escucha- Dice la joven Sato mientras mira esos profundos ojos celestes –Vas a estar más que bien, irás a ese bosque maldito, lo vencerás y regresarás a mí andando por tu propio pie-
Esas palabras sonaron como a una orden, pero enciende en gran medida el corazón de Korra quien parece recobrar el valor que estaba perdiendo como agua entre los dedos. La primera reacción de todos fue intentar detenerla, incluso Bolin que tanto la conocía en serio contempló la idea de que su amiga pudiera intentar tomar una vía más fácil para resolver su problema. Sin embargo, no fue el caso de Asami, ya que no sólo no intenta detenerla, sino que le dice que vaya y se recupere completamente.
-Y más te vale que vuelvas, Korra- Agrega –Porque voy a aguardar tu regreso-
-Pero Asami- Responde la aludida -…no puedo hacer que me esperes, ni siquiera sé cuánto me tomará-
-Entonces hazlo rápido- Espeta la de ojos verdes con suficiencia –Ya que no me quieres hacer esperar, pues regresa pronto. No tengo toda la vida-
Lejos de sentir otra cosa, Korra se emociona y Asami piensa en que podría esperar toda la vida si hiciera falta, pero no quiere hacerlo, la idea es que puedan estar juntas por muchos años y estar unidas por un vínculo muchísimo mayor que una promesa.
Al día siguiente, Toph ve llegar a Korra a las afueras de Little Rebublic en compañía de sus padres, Bolin y Asami. Tonraq y Senna deciden que irán a ese viaje hasta cierto punto en el camino en el que se separarán de su hija para ir al territorio Aoi'Yue del Sur donde los espera la tribu.
Por otro lado, Eska y Desna se marchan hacia el norte en un largo viaje para conocer a su padre. Para ir por el camino correcto, Tonraq pidió a un amigo suyo que lo suele acompañar cuando va a ver a Unalaq que vaya con los gemelos. Para llegar a la tribu Aoi'Yue del norte no tienen que atravesar un mar, pero si el desierto, el pueblo de Salt Bottle y otros parajes más por tierra. Tenzin les facilitó los caballos que necesitarían y Suyin Beifong les dio los víveres, equipaje y el dinero suficiente para que no pasen necesidades.
La despedida llega, Tonraq y Senna le dan las gracias a Asami y un gran abrazo por haber cuidado con tanto esmero a su hija desde que llegó a Little Republic. A la de ojos verdes le pareció que más bien había sido al contrario, pero calla emocionada cuando le dijeron que es ahora parte de su familia. Toph le pide a la pareja de morenos que le ayude a verificar el equipaje en el carruaje, así que en ese momento la joven Sato y Korra se quedan solas.
-Ten en cuenta lo que te dije, Korra- Dice Asami
-Y tú ten en cuenta que te amo, Asami Sato- Responde Korra
El corazón de Asami da un salto en su pecho y reconoce el mismo sentimiento con mayor claridad que nunca. Estuvo sin aceptarlo tanto tiempo, ni siquiera cuando Korra estuvo al borde de la muerte fue capaz y ahora mismo tiene que ser ella quien lo diga primero para poder admitirlo.
-Y yo te amo a ti, Korra- Dice finalmente Asami
La joven Sato se inclina un poco para que su rostro esté frente a frente con el de la morena y mutuamente se sonríen como niñas. Luego se besan como si fuera la primera vez que lo hacen, también como si fuera la última. Pareció que se besaron por una eternidad y al mismo tiempo sólo un instante, pero en lo que se resume todo es que se despedían. Korra habría querido dejarle más a Asami para que la recordara y haberse llevado un poco más de ella para no echarla tanto de menos, pues tenía el presentimiento de que su ausencia duraría mucho más de lo que tenía contemplado.
-Antes de que me lo digan…- Se dirige Toph a los padres de Korra -…me ocuparé bien de ella-
-Sé que no puede darnos garantías…- Dijo Senna -…pero me siento más segura si está con usted en vez de ir sola-
-No les mentiré…- Acepta la anciana ciega -…yo sólo la voy a guiar, pero todo depende de ella-
La pareja se preocupa, pero de todas maneras comprende que la anciana ha hecho todo lo que puede y lo sigue haciendo aun cuando ellos y su hija son prácticamente unos desconocidos.
-Agradecemos toda su ayuda, pero ¿por qué? - Cuestiona Tonraq
-Ella me recuerda mucho a un viejo amigo, también era tonto y valiente- Respondió Toph sin entrar en detalles
Luego los que van a viajar van tomando sus lugares, Tonraq sube a Korra al carruaje y esta se despide por última vez de Asami mientras inicia la marcha. La de ojos verdes no aborda su caballo para volver a su granja hasta que la morena está demasiado lejos de su vista en el camino como para distinguirla. Llegar al siguiente pueblo no llevaría mucho tiempo a la pequeña comitiva, pero era importante que estuvieran en los muelles antes del transcurso de 24 horas.
Unos meses después, una alarmante noticia recorre toda Little Republic: la ciudad capital del país fue tomada por un ejército tan poderoso que no pudo ser detenido por las fuerzas militares que tenían a su disposición. Capturaron a todos los jefes políticos que pudieron y algunos otros perdieron la vida tratando de escapar. Todos los habitantes del lugar se convirtieron en cautivos y un reducido número se escabulló hacia otros pueblos, entre ellos un par de vaqueros que pudieron llegar a Horse Temple, donde tuvieron que ser auxiliados por Katara debido a que estaban heridos de gravedad.
Mientras Little Republic perdía la paz que había recuperado, en la capital, Zaofu, los principales cabecillas del ejército que tomó la ciudad por la fuerza discutían acerca de lo que debió haberse hecho.
-Debimos comenzar por Little Republic- Dijo un hombre joven de cabello castaño, ojos verdes asistidos por un par de lentes -…sabemos por experiencia que es el pueblo más próspero de este país-
-No seas tonto, Junior- Responde una hermosa mujer de tez blanca, ojos verdes y un largo y trenzado cabello negro –Podrían todos los pueblos de este país ser mejores que la ciudad capital y aun así el poder político se concentra es aquí-
-Lo sé, pero nuestra llegada habría causado menos revuelo- Insiste el hombre –No pasará mucho para que las tropas militares en otros pueblos sepan que estamos aquí, así que nos atacarán desde todos los flancos-
-Ahí es donde entran estos políticos inútiles- Afirma ella con suficiencia –Detesto la idea de tener rehenes, pero me temo que es lo único que nos dará la ventaja que necesitamos-
En Little Republic se organiza una asamblea en el pueblo y, pese a que la opinión está muy dividida, formarán una fuerza de defensa. Si pudieran contar con la milicia de lugares cercanos, podrían pensar en la idea de un contraataque para liberar la capital, pero no sólo no se les une nadie, sino que es demasiado tarde, para cuando les llegó la noticia ya Zaofu estaba bajo el total control del misterioso ejército y sus jefes.
Debido al peligro, Hiroshi Sato se vio en la obligación de revelar la parte oculta de su negocio: armamento militar. Realmente prefería que se supiera que parte de su tiempo lo dedicaba al desarrollo en tecnología bélica a que el país cayera en manos extranjeras o, en este caso, un ejército rebelde de desconocida procedencia. No había tiempo para que la gente se decepcionara de aquel hombre respetable, pues necesitaban sus artefactos para defender a Little Republic, pues sería un seguro blanco de quienes tomaron Zaofu.
El general Iroh y Bumi sospechan del abrumador poder del misterioso ejército, pues no habrían podido llegar tan lejos, así que hacen una investigación a sus países vecinos y descubren algo que no se habrían imaginado: se unificaron como un solo Estado y por consiguiente sus fuerzas militares se volvieron mucho más poderosas. Necesitaban saber mucho más, de modo que enviaron a un pequeño grupo espía a la capital para ver qué podían averiguar, pues aquellos sucesos no podían ser simple coincidencia.
Asami y sus hombres se unieron a la milicia, así que estaban pasando por el entrenamiento básico que requiere un soldado para estar en el campo de batalla. La joven Sato quería proteger su ciudad, pero más allá de eso, nunca se imaginó que luego de días y noches de anhelar el regreso de Korra, pasara a no querer que volviera. El ambiente era demasiado pesado y antes de ser invadidos ya comenzaba a desatarse el caos debido al pánico generalizado en la gente.
Bolin, quien también se unió a los militares, comenzaba a presentirse una desgracia, pues los rumores de que el misterioso ejército no se iba a conformar con la capital y llegaría a Little Republic no se hicieron esperar. El muchacho temía también por su hermano y por Opal, pues sabía que no se quedarían de brazos cruzados y también se sumarían a la recién formada fuerza defensiva para frenar la invasión.
Kya suspiraba preocupada, sabía que Lin pospondría su retiro debido a este problema. Si la situación no fuera tan grave, podía contar con que tendría a su esposa en casa, ya que la fuerza policial podría ocuparse de cualquier otro inconveniente. Entendiendo que no va a poder detenerla, prepara todo lo que puede en cuestión de medicinas, ungüentos y vendajes para el tratamiento de los heridos que van a llegar necesitando ayuda.
Lejos de ahí, algún tiempo antes de que Kuvira arribara a Zaofu, en Green Palace Korra pone una rodilla en tierra agotada por el entrenamiento, pero antes de recuperar el aliento se incorpora y continúa con la rutina. Logró recuperar el movimiento de sus piernas poco después de que llegaron allí, pero sin aquella rigurosa terapia los efectos secundarios del veneno no habrían tardado en aparecer; además el aire en el Bosque Negro es único, sus componentes son la segunda parte del antídoto. Aparte de la parte física, aquel es el lugar ideal para fortalecer la mente.
-Sin duda aquí hay muchas fieras peligrosas y plantas venenosas que son muy semejantes a las que podemos consumir- Afirmó Toph al poco tiempo de su llegada –Pero lo que hallarás es algo muy desafiante que eso, pues este lugar te revelará el lado opuesto de ti misma y tus temores mejor guardados-
Más que el entrenamiento físico, han sido los fantasmas de sus seres queridos en peligro los que han atormentado más a Korra, quien seguía pasando por extenuantes jornadas y duras pruebas y aún le faltaba la última.
De los espías que enviaron a la capital sólo uno pudo regresar, el resto fueron descubiertos y apresados. Resulta que quienes dirigen ese ejército son una mujer llamada Kuvira y un hombre conocido como Junior, quien es, al parecer, su mano derecha. Aquella fuerza no es ningún grupo de rebeldes sino militares del recientemente formado Estado que en el pasado eran tres distintos países, mismos que en el pasado fracasaron en el intento de tomar aquellas tierras en la guerra que tuvo como participantes a Bumi, Hiroshi Sato, Lin Beifong, entre otros.
Kuvira aparte de la descripción que ya se dio, es de complexión fuerte como Korra y tiene un pequeño lunar debajo de su ojo derecho. Tiene el rango de General, pese a ser todavía muy joven y se le conoce como "La Unificadora" pues fue quien consiguió que aquellos tres países se unieran bajo una misma bandera y pretende que este último que acaba de invadir se sume al mismo nuevo Estado. Su principal objetivo no es tan desconocido como su pasado: la unión del mundo entero en un solo imperio. Ella sostiene que la anterior guerra fracasó debido a la fragmentación en naciones y que el orden y la paz sólo pueden conseguirse si toda la Tierra tiene un único gobierno principal.
De Junior no se sabe demasiado, es un ingeniero de profesión que se convirtió en el principal asesor estratégico de Kuvira. No es un combatiente militar, pero su gran inteligencia compensa que no esté al frente en el campo de batalla. Sirve con gran devoción a su General, apoya todas sus decisiones, le aconseja lo mejor que puede y permanece siempre a su lado, por lo que es visto como un oficial de alto rango por el ejército.
-Deberíamos atacar las regiones del este que son las más vulnerables en este momento- Dijo un suboficial cuando discutían sobre el siguiente blanco
-No solicité tu incompetente opinión en este asunto- Le responde Kuvira –Cuando te dije a ti y a tus hombres que fueran por Ghazan, dije expresamente que lo trajeran vivo ¡vivo! ¿Qué información supusiste que iba a poder sacarle a un cadáver? -
La captura de Ghazan vivo era la clave principal de un plan brillante que tenían Kuvira y Junior que, de haber podido ejecutarlo perfectamente, se habrían ganado la simpatía de toda la población civil que los habría recibido con los brazos abiertos sin necesidad de tomar la capital.
Aquel plan era simple, teniendo a Ghazan con ellos le harían una oferta que no pudiera rechazar, cualquier cosa con tal de que aceptara aliarse con Kuvira y finalmente sacarle toda la información que él tuviera relacionada con el gremio criminal para ocuparse de la captura de sus jefes y posterior desmantelación total. Al librar al país de semejante enemigo, estarían en deuda y podrían presentarse como héroes.
Cuando supieron que Ghazan había sido capturado y estaba en una cárcel en Little Republic, Kuvira envió a un grupo de hombres comandado por un suboficial con el fin de rescatarlo y traerlo a su presencia para negociar. El miembro del Loto Rojo sólo le mostraba lealtad a Zaheer, así que, en vez de cooperar, hizo perder la paciencia a los soldados al punto que los enfureció y lo mataron. La general estaba tan iracunda que casi los manda fusilar, ya que aquello echaba por tierra sus planes y le obligó a cambiar completamente de estrategia, teniendo que volver a empezar desde cero.
-Creo que lo más prudente ahora sería aprovechar que tenemos a los líderes del país bajo nuestro poder- Dijo Junior –Si no acceden a cedernos el Estado pacíficamente, iremos tomando cada pueblo por la fuerza. Sabrán que no mentimos, pues ya la capital es nuestra-
-Tienes razón- Responde Kuvira –Si podemos hacer que estos ancianos nos cedan el poder, ahorraremos mucho tiempo y balas yendo a las ciudades. Pero no esperaremos toda la vida, si se rehúsan a cooperar, Little Republic será nuestro primer blanco-
- ¿Qué les decimos a nuestros hombres? - Pregunta un oficial
-Que se preparen- Contesta la general –Estos imbéciles no accederán a nuestras demandas de inmediato, si no lo hacen partiremos en dos días. Si ven caer a Little Republic, su pueblo más próspero, eso podría hacerlos compartir nuestro punto de vista-
La sentencia, estaba hecha, de la capital a Little Republic sólo hay 6 horas de camino, así que tendrían dos días para estar listos en el pueblo. Kuvira no quiere que haya muertes innecesarias, pero no vacilará en atacar si eso la acerca a cumplir con el objetivo al que está dedicando su vida.
Korra por su parte había vivido una absoluta pesadilla, soñar despierta con todo Little Republic devastado y sus seres queridos muertos es algo que por poco le hace perder la razón, de no haber tenido la suficiente fortaleza mental para resistirlo, le esperaba la locura permanente o un prematuro fallecimiento. Sin embargo, el resultado fue muy diferente, la de ojos celestes salió airosa, terminó su entrenamiento y es más poderosa que nunca. Toph vio superadas sus expectativas con esta chica, aunque tenía un fuerte presentimiento de que algo muy malo estaba por pasar.
Asami por su parte estaba asumiendo la situación con mucha entereza, pero mientras por fuera estaba mostrando una templanza insuperable, por dentro dos preocupaciones la atormentaban: la posibilidad de que Little Republic caiga junto a todo lo que más quiere en el mundo y el ignorar cómo se encuentra su amada.
Durante un tiempo pudieron arreglárselas Asami y Korra para comunicarse por carta, ya que Toph no permanecía todo el tiempo en el Bosque Negro, a veces iba a un pequeño pueblo relativamente cercano para abastecerse y llevaba o recibía los mensajes allí. Sin embargo, por razones desconocidas, la anciana ciega no había vuelto a salir de Green Palace y la joven Sato tiene algún tiempo sin recibir noticias de la de ojos celestes.
Los líderes capturados en Zaofu no se dejan amedrentar con amenazas, aseguraron que darán sus vidas si es necesario, pero no entregaran el país ni pueblo alguno a Kuvira. Sin embargo, ellos esperan que Little Republic no oponga resistencia para que no haya muertes, pues cuentan con que los militares se reagruparán para combatir al ejército que tomó la capital y ya con el control recuperado se ocuparían de salvar ese territorio.
La general dobla el plazo, siendo este de cuatro días, pero de todas maneras se termina, al igual que su paciencia. Quería evitar a toda costa una confrontación en Little Republic porque conoce a sus habitantes y sabe que nadie va a rendirse sin pelear, no obstante, será inevitable. Unificará el mundo en un solo imperio a toda costa sin importar quien se ponga delante; no esperaba tener que reencontrarse con su pasado tan pronto, aunque sabía que sucedería tarde o temprano.
- ¿Estás listo para esto, Junior? - Pregunta Kuvira a su asesor estratégico –Sabes lo que nos espera en Little Republic-
-Si te soy honesto…- Responde el aludido -…habría preferido no tener que regresar en estas circunstancias-
Sabiendo que no serán atacados por los militares del país todavía, Kuvira deja algunos oficiales encargados de mantener el control en la capital, mientras realiza el plan de invasión en Little Republic.
Asami tiene con sus vaqueros un plan de contención que puede llevarse a cabo en cualquier momento, todos en la granja conocen sus posiciones y están listos para coordinarse con los demás hombres del pueblo que estén en condiciones de combatir. Toda la nómina de la fuerza policial del pueblo se mantiene en servicio al igual que los militares que protegían el proyecto del ferrocarril, el cual se suspendió desde que ocurrió la toma de la capital.
Al amanecer del quinto día después de haber establecido el plazo, Kuvira, Junior y sus tropas llegan a Little Republic. Se encuentran con una gran sorpresa, pues esperaban como resistencia a un puñado de agitadores y en lugar de eso hallan un grupo armado bien organizado dispuesto a frenar su ataque. Sin embargo, no se dejan amedrentar, el ejército inicia la confrontación y los habitantes del pueblo responden, hombres y mujeres que no se rendirán.
Ninguno de los bandos está dispuesto a tirar a matar, pero mucha gente está resultando herida. El ideal de Kuvira no es gobernar una tierra llena de cadáveres, así que ordena la retirada porque sus fuerzas están demasiado parejas. Sin embargo, como buena líder militar, ya había previsto una posible contrariedad como esa y tenía un plan de respaldo.
En Little Republic el ambiente pasó a tornarse más optimista porque estaban muy seguros de que estaban ganando. Sin embargo, los líderes de la recientemente formada resistencia militar contra los invasores no se convencían de la victoria tan fácilmente. Los escépticos respecto a la presunta victoria confirmaron sus sospechas al enterarse de que el ejército de Kuvira estaba aguardando en un enorme campamento a unos pocos kilómetros del pueblo, cosa que claramente indicaba que aún no se terminaba.
Asami estaba preocupada por su padre, él sirvió como soldado, pero de eso hace muchos años y debía de haber perdido la facultad de lidiar con las presiones de la guerra. Aparte de aquello, hacía tiempo que no sabía nada de Korra, esos mensajes que le habrían ayudado a mantenerse en calma no llegaron más. La joven Sato de todas maneras no se desanimaba, era vista como uno de los líderes principales de la resistencia y su capacidad para seguir en pie ha inspirado a sus hombres
Noticias desalentadoras llegan a los líderes de la resistencia cuando se enteran de que el apoyo para el ejército de Kuvira está cerca. Los combatientes de Little Republic se equipan y reagrupan para encarar la amenaza que ahora los supera diez a uno, aunque pese a la diferencia en número ninguno da un paso atrás.
Bumi y Iroh tienen sus reservas, no es la primera vez que se hallan en tal desventaja numérica, pero en el pasado sus compañeros eran todos soldados que llevaban al menos un año de entrenamiento diario en combate con y sin armas. Asami y Lin veían las cosas de un modo mucho más positivo, confiaban en los bravos vaqueros y las valientes mujeres, eran personas que en su mayoría habían lidiado toda su vida con el trabajo duro bajo el sol en distintas áreas.
La batalla comienza, inicia muy pareja, ya que la gente de Little Republic hace frente con mucho aplomo a sus adversarios, están convencidos de que no dejarán que su pueblo caiga en manos extranjeras. Sin embargo, la convicción no es suficiente para vencer al experimentado ejército de la Unificadora, quien por su tranquila mirada de satisfacción parece predecir una victoria a su favor.
En otras circunstancias, el ejército de Kuvira habría tenido una rápida y aplastante conquista de sus adversarios de haberse tratado de un pueblo cualquiera, pero conocía Little Republic, tenía prácticamente el estatus de una gran ciudad y los principios de su gente son defendidos fuertemente por cada uno de sus habitantes, así que el bélico encuentro se ha extendido más de lo esperado por la armada extranjera.
La Unificadora estaba ganando, su ejército ya había avanzado casi hasta la última línea de defensa que es donde estaban los vaqueros de la granja Sato, los jinetes de Horse Temple y los herreros de Suyin Beifong, junto a los mejores soldados que quedaban de Iroh y los más destacados oficiales de la policía del pueblo. Asami, Bumi, Lin, Tenzin, Hiroshi y el general se igualaron a sus hombres incluyéndose en la lucha al ponerse codo a codo con ellos, pero la moral ya estaba muy baja y no contaban demasiado con vencer.
Justamente cuando la última línea estaba por caer, un grupo tan desconocido como numeroso llega a Little Republic a reforzar las fuerzas de la resistencia. Nadie sabía quiénes eran, pero tomaron nuevos bríos y se repusieron para reanudar el ataque. El ejército de Kuvira fue rodeado antes de que ella se diera cuenta, los vaqueros que capturaron durante la batalla fueron liberados y estos retomaron tanto las armas como sus posiciones en la contienda.
Kuvira y Junior no podían creerlo, más que el factor sorpresa, el grupo desconocido de encapuchados era mucho más numeroso que su armada y los estaba atacando por todos los flancos, por lo que no había manera alguna de que un soldado escapara para pedir refuerzos ni era posible una victoria. Aquellas personas no eran sólo mayores en cantidad, su habilidad en combate era notable, casi tanto como su fuerza muscular y portaban sofisticadas armas. Había una razón por la que la Unificadora y su estratega principal no pudieron anticipar aquel suceso: Aquellos hombres y mujeres recién llegados no eran de Little Republic.
La gente del pueblo no tuvo tiempo de sorprenderse ni preguntarse quienes los estaban ayudando, viendo que estaba por terminar la batalla el nuevo objetivo era capturar a los cabecillas del ejército extranjero. Kuvira no se rendiría sin pelear, se las arregló para llegar hasta los líderes de la resistencia, hizo un intento de conseguir un rehén para lograr una ventaja que le permitiera volver a su cuartel y regresar con más hombres. Se llevó por delante a todo el que pudo, pero fue frenada por uno de los encapuchados justo cuando estaba por alcanzar a Asami.
-Les dije a todos que no me rescataran y tú me rescatas- Dice Asami con cierta ofuscación mientras derrota a otro par de adversarios - ¿Qué van a pensar de mí? -
-No te estoy rescatando…- Dijo una voz tanto conocida como anhelada de que volviera a oírse -…te estoy ayudando. Hay una diferencia-
El corazón de Asami se estremece por un instante, bajo la capucha de aquella persona unos ojos celestes brillaron y una sonrisa llena de confianza brotó. De manera formidable esta persona igualaba la habilidad de combate de Kuvira y de hecho pudo desarmarla, obligándola a irse a los puños. La joven Sato vio los sucesos como en cámara lenta, así que pudo reconocer a esa mujer tan fuerte.
- ¡Korra!- Dijo como si lo pronunciara por primera vez
La capucha cayó tras ser cortada por un gran cuchillo que tenía Kuvira para defenderse. El ataque no tuvo el efecto deseado, pero la identidad de la guerrera quedó al descubierto ante la comunidad, que ya la conocía. Ojos celestes, cabello castaño, más corto que en el pasado, piel morena y cuerpo atlético de músculos marcados... sin duda era Korra.
Junto a los líderes de la resistencia, dos figuras más aparecieron, Tonraq y Senna se despojan de sus capuchas para sumarse a la lucha. Los demás combatientes compartían rasgos con ellos, eran miembros de la tribu Aoi'Yue del sur quienes se caracterizaban por ser unos guerreros tanto bravos como eficaces. Muchos ojos azules llenos de valor y cuerpos tan atléticos como fuertes fueron demasiado aun para un ejército experimentado como el de Kuvira, así que su derrota junto con la destrucción de su objetivo era inminente.
Yendo en contra de su naturaleza, Junior corrió a auxiliar a Kuvira, pero no logró llegar a ella, los hijos de Suyin Beifong incluyendo a Opal, lo detuvieron. Los chicos no daban crédito a sus ojos al descubrir quién estaba dirigiendo aquella fuerza armada contra el pueblo.
- ¡¿Junior?!- Dijeron unos al unísono, otros ni pudieron pronunciar palabra
El aludido no se dio por enterado, sólo le importaba Kuvira y se lanzó contra Korra, pero un oportuno golpe de parte de Bolin lo detuvo. Opal y sus hermanos se lanzaron sobre él y lo apresaron, su incredulidad todavía era notable y pronto se revelaría por qué.
El combate terminó, el ejército de la Unificadora fue derrotado y los que quedaron en pie se rindieron. Kuvira no se resignó al resultado, pero tras una contienda un tanto prolongada, Korra la venció dejándola inconsciente, fue la única manera de arrestar a la comandante. Lin casi no podía con su asombro y Suyin comenzó a llorar... al ver que quienes pusieron en peligro Little Republic fueron sus hijos.
Resulta ser que los padres de Junior eran Suyin Beifong y Baatar, el chico era el hijo mayor y compartía nombre con su progenitor. Kuvira, por su parte, había sido adoptada por la ya numerosa familia, no tenían la misma sangre, pero recibía el mismo trato que los demás hermanos.
Kuvira durante sus primeros años vivió en la completa miseria, mientras que luego de ser adoptada vio lo que era la prosperidad y reflexionó sobre lo injusta que era la vida, llegó a pensar que tenía que hacer algo para que las cosas fueran diferentes. Desde bastante joven descubrió su interés en la milicia, así que realizó por su cuenta un riguroso y disciplinado entrenamiento. Viendo como objetivo la unificación del mundo y sabiendo que su familia no lo aprobaría, decidió dejar Little Republic una madrugada. Baatar Junior, quien estaba secretamente enamorado de ella, había seguido cada uno de sus pasos, le hizo ver que la apoyaría en sus objetivos y sin mirar atrás se fue con ella.
Los sueños de la Unificadora y su estratega principal se hicieron pedazos, aunque puede que haya sido más doloroso el golpe a su orgullo ver luego de varios años a su familia en semejantes circunstancias, encadenados y derrotados. Estaban tan convencidos de que conquistarían Little Republic que estaban confiados en encontrarse con sus padres y hermanos cubiertos de gloria en calidad de victoriosos. Agacharon la mirada, no pudieron mirar a los ojos a ninguno, pero Kuvira mantuvo erguida su figura con la dignidad que le quedaba.
En Zaifu las cosas cambiaron también, un grupo armado semejante al que ayudó en Little Republic atacó y expulsó a los hombres de Kuvira de la capital, liberó a los agentes del gobierno y capturó a los militares que se resistieron. Quienes dirigieron aquella maniobra no fueron otros que Eska y Desna con sus guerreros de la tribu Aoi'Yue del norte. La nación estaba en deuda con aquellos clanes
Para Asami en ese momento no importaba demasiado en ese momento, Little Republic sobrevivió a la invasión, su padre se encontraba bien, las bajas fueron mínimas y todos sus vaqueros estaban con vida. Sin embargo, por sobre todas las cosas, Korra había vuelto, ella regresó justamente cuando más se le necesitaba. No eran las circunstancias apropiadas, no era el momento indicado, no quería que la viera en un momento tan difícil, pero allí estaba.
-Me encanta tu cabello- Dice Asami al notar un cambio de aspecto
-Gracias... el tuyo se ve elegante- Responde Korra con sinceridad
Asami abrazó a Korra y tomó sus labios con los suyos, había imaginado un encuentro en el que le reprochara su tardanza y no haber vuelto a manifestarse con cartas. La morena respondió a aquellos gestos con toda su alma, tenía la misma urgencia de sentirla ¿Aire? ¿Quién lo necesita? Tras separarse, la de ojos verdes hizo un ademán como si fuera a abofetear a su compañera, quien al ver el gesto sólo espera, sin disposición de defenderse, el impacto.
- ¿Por qué? - Preguntó Asami, quien, en vez de la bofetada, acaricia la mejilla lastimada de su amada - ¿Por qué no volviste a enviarme mensajes? -
-Lo siento- Responde Korra mientras pone su mano sobre la de la joven Sato -Tendría que haberte escrito en la última carta que te envié que mi entrenamiento había terminado y que estaría viajando al sur a resolver unos asuntos-
FLASHBACK
Little Republic es un infierno, las cosechas están siendo incineradas, el ganado muerto, los caballos atados y la población capturada formando una fila. La gente es obligada a dirigirse hacia las afueras del pueblo por una fuerza militar de desconocido uniforme y cuyo propósito es ignorado por los ahora prisioneros.
Entre los capturados hay caras conocidas, como Suyin Beifong y su familia, pero el resto del paisaje es aún más desolador. En el centro de las ruinas de Little Republic, Tenzin se encuentra gravemente herido, Katara lo sujeta bañada en lágrimas como sabiendo que no hay nada que pueda hacer por él, mientras al lado de ellos yace el cadáver de Bumi con los ojos abiertos, el condecorado general Iroh se unió a él siendo uno de los caídos. Kya está sentada, suspirando débilmente, su vida la abandona y sobre su regazo está Lin, quien con sus ojos sin brillo la miran, en una mano sujeta una de las de su esposa y en la otra su arma de fuego. Bolin y Mako están abatidos sobre un charco de sangre, sus manos unidas, sus cuerpos una vez fuertes, llenos de balas estaban.
Asami estaba entre los brazos de su padre como cuando era una niña y con ese mismo cariño él la mira. Ella le responde a él de igual modo, mientras con su mano en el abdomen intenta detener la sangre e ignorar el dolor.
-Tuve una vida afortunada al ser tú mi padre- Le decía -habría querido ver a Korra por última vez-
La escena es contemplada por algunos hombres de aquel ejército, aparentemente sus líderes, quienes responden sólo a una mujer...
-Mi intención nunca fue esta, arrasar Little Republic no era parte del plan...- Dijo -...Pero servirá como un excelente ejemplo ante quienes se opongan a mí-
Al verla más de cerca, es una persona completamente desconocida. Sin embargo, su rostro se transforma poco a poco en el de Korra...
- ¡NOOOOO! - Grita la de ojos azules
Korra despierta en el interior de una cueva oscura, se encuentra cubierta de sudor y su corazón completamente acelerado. Afuera de aquel sitio llueve, todavía faltan al menos un par de horas para que oscurezca y la anciana ciega no se encuentra allí.
Aquel había sido un sueño recurrente y Toph se negaba a decirle qué significaba
- ¿Recuerdas lo que te dije al venir aquí? - Piensa Korra en las palabras de la anciana -En enfrentamiento a ti misma sería el más difícil de sobrevivir-
La morena en esos casos, lo que hacía era salir a correr intentando despejar su mente, aunque resultaba evidente que eso no le haría responder a sus interrogantes para conquistarse a sí misma y tener de nuevo una noche tranquila. Esta vez partió hacia lo profundo del bosque donde se ubicaba una imponente cascada. Instintivamente se acercó y se puso de pie bajo sus aguas, allí adoptó la posición de meditación y su cuerpo se relajaba mientras interiormente se ponía en calma.
Cuando Toph volvió, no encontró a Korra en la cueva ni en sus alrededores, así que siguió su rastro que la llevó a la cascada que queda en lo más interno del bosque. De allí salió la morena, quien había experimentado varios cambios durante el tiempo que han estado en Green Palace, sin embargo, este parecía mucho más trascendental, la chica tenía un aire muy distinto y hasta la anciana ciega pudo notarlo sin necesidad de verla.
- ¿Qué quieres hacer, muchacha? - Pregunta Toph
-Ir al sur- Respondió Korra -Little Republic me necesita-
-Tu entrenamiento ha terminado- Acepta satisfecha la anciana
-Así es- Afirma la morena -Descubrí la respuesta, soy una líder. Ellos no dependen de mí, pero hay algo en lo que me necesitan-
Los que fueron a Green Palace antes y no salieron con vida, habían sido atraídos allí debido a la codicia de una gran fuerza. Algunos pretendían utilizarla para impresionar gente, otros para conseguir fama y estuvieron los que querían obtener poder e influencia mediante la intimidación. Fueron egocéntricos, no pensaron en nadie más que en sí mismos y no buscaron el crecimiento espiritual.
Korra estuvo cerca de caer en ese pecado, restauró su amor propio, pero estaba comenzando a desviarse hacia la idea de volverse más poderosa para hacer del mundo un lugar ideal sólo según su punto de vista sin considerar la voluntad de los demás. Por estar pensando así, sus pesadillas iniciaron.
Finalmente entendió todo, el poder no es bueno ni malo, es la forma de utilizarlo y las metas a las que se le dirija lo que cuenta. Había estado con personas que la cuidaron y ella las ayudó como pudo, no tenía que dejar de ser así, ni siquiera cuando se convierta en la cabeza de su tribu. Buscar su propio crecimiento está bien, pero cambiar el mundo sin tener en cuenta a todas las personas, especialmente aquellos que le importan, no.
Como una forma de ritual por el nuevo capítulo que iniciaba en su vida y dando fin a su entrenamiento, Korra se cortó el cabello. Fue una manera simple de sentir que pasaba por un cambio grande
Tomando lo visto en esas pesadillas como una premonición, Korra se separó de la anciana ciega y se dirigió al sur, necesitaba la ayuda de sus padres y su tribu para proteger a Little Republic. Toph, por su parte, tomó un rumbo desconocido y sin avisar, como es su costumbre desde siempre.
Tonraq al principio no está seguro de llevar a sus guerreros a Little Republic sólo por un sueño que tuvo su hija, hasta que se enteró por unos nómadas amigos suyos que una fuerza militar extranjera se dirigía a Zaofu. Sabiendo que un ejército entero no iría a una ciudad con intenciones amistosas, el actual líder de la tribu Aoi'Yue del sur comienza a hacer un plan.
Debido a que no podrían ayudar solos a Little Republic y liberar a Zaofu al mismo tiempo, lo primero que hicieron fue enviar a un grupo de sus emisarios más rápidos al norte a solicitar la ayuda de su tribu hermana para hacer un ataque coordinado para combatir a la fuerza militar en ambos lugares. Korra aceptó con reservas el plan, supo lo que había sido de Eska y Desna, pero a falta de más aliados con tal poder, no es posible exigir otra cosa.
FIN DEL FLASHBACK
Korra se había visto reflejada en Kuvira, quien aparentemente quería unificar a las naciones para acabar con la desigualdad y la guerra, pero estuvo dispuesta a pasar por encima de la familia que la sacó de la miseria para conseguirlo. Las dos tenían una fuerza física muy pareja y se dieron buena pelea, aunque quizá el objetivo de cada una fue la que marcó la principal diferencia.
Kya y Katara se encargaron de dirigir los procedimientos médicos para curar a todos los heridos, incluyendo a los hombres de Kuvira. Hubo muchas bajas, era normal en un enfrentamiento bélico como ese, así que Tenzin y Bumi decidieron con algunos voluntarios ocuparse de los caídos. Lin y Iroh partieron a Zaofu con los prisioneros Baatar Jr y la Unificadora para comparecer ante la justicia del país, pues supieron que la capital fue liberada. Mako fue puesto al frente de la comisaría mientras la Sheriff regresa.
Asami se ocupó personalmente de Korra, atendió sus lesiones, aunque estas no eran de gravedad. Sin embargo, aprovechó el momento para rozar con sus dedos la piel morena de su amada, quien ante el contacto se estremecía levemente. La joven Sato notó que los músculos de la de ojos celestes, que ya de por sí eran firmes, estaban más fuertes que antes, además de haberla visto en acción contra Kuvira, lo que la hizo ver que en definitiva se había vuelto tanto hábil como poderosa.
-Tu cuerpo...- Murmura Asami -...se ve más fuerte-
-Me propuse no ser la misma de antes...- Responde Korra en el mismo tono -...sino mejor. Por mí... y por ti-
En ese momento Korra levanta a su compañera tomándola de los muslos y la pone en el mueble más cercano, al mismo tiempo que la besa. Asami responde abrazándola por el cuello, su boca parecía estar ardiendo como si sus labios fueran de fuego, esa misma sensación daba la lengua de la morena. Por un momento la de ojos verdes tiene un momento de lucidez, ya que se encontraban en un área común.
-Korra, Korra, espera...- Susurra -...vámonos para mi cuarto-
Como una buena chica, Korra obedece y hace algo que excita aún más a su compañera: la toma de las nalgas y la levanta. En respuesta Asami le rodea la cadera con sus piernas sin parar de besarla, yéndose así hacia las escaleras, suben por estas y recorren el pasillo hasta la habitación. Durante el trayecto no les importa si alguien las ve, aunque escuchan una voz que las paraliza.
- ¿Asami? ¿Korra? ¿Dónde están? - Pregunta Hiroshi desde la puerta de entrada
Rápidamente las aludidas regresan por el camino que se habían ido y se recomponían la ropa de la que estuvieron a punto de despojarse. Al llegar al encuentro con el Sato mayor, Tonraq y Senna se encontraban con él, ambas jóvenes logran disimular los nervios y respiran de un modo casi normal.
-Llegan ustedes a tiempo- Dice Korra aprovechando el momento -Tenemos algo muy importante que decirles-
Por un momento Asami se pregunta al igual que los demás de qué puede tratarse, hasta que Korra le toma la mano entrelazándola con la suya. Se desplazan hacia la sala donde todos toman asiento y las más jóvenes recuperan el aliento.
-Queríamos manifestarles...- Comienza diciendo Korra -...nuestra intención de casarnos-
-De hecho...- Agrega Asami -...es una decisión tomada. Pretendíamos reunirlos para que fueran los primeros en saberlo-
Los mayores no pensaban protestar, pero aun si así fuera, vieron en la pareja una mirada llena de determinación que compartían y mostraban con seguridad lo seria que era su resolución. Korra no lo sabía, pero Asami tenía el mismo deseo que ella y la sincronización fue perfecta, ni siquiera tuvieron que tratar el tema previamente.
- ¿lo has pensado bien, hija mía? - Pregunta Hiroshi mientras se toma de la barbilla como si lo meditara
-Si, papá...- Responde Asami determinada -...Lo he pensado durante el tiempo que Korra no estuvo aquí y decidí que la haría mi esposa cuando regresara-
Tonraq y Senna miraron a su hija, tenían muchos años de no verla y no sabían con certeza cómo se desarrolló su personalidad, pero en el tiempo que estuvo con ellos cuando era niña, descubrieron rápidamente que, más que impulsiva, era voluntariosa y desde entonces se percataron que sus decisiones no tolerarían cuestionamientos.
-Tenemos que hacer los preparativos- Dijo Senna
- ¿Ya fijaron la fecha? - Preguntó Tonraq
Las jóvenes estrechan un poco más sus manos entre sí, y se miran sonriéndose mutuamente.
-Lo haríamos de inmediato, si pudiéramos- Respondió Korra -Lo único que estábamos esperando era anunciárselo a ustedes-
-Papá ¿podrías arreglarlo? - Pregunta Asami a su padre
-Me parece bastante apresurado...- Puntualiza el hombre -...Pero dame al menos un par de días-
-Ayudaremos en lo que podamos- Interviene Senna -...también nos corresponde-
-Las dejaremos solas, deben tener mucho de qué hablar- Dice Hiroshi -Síganme por favor a mi despacho- Se dirige en este caso a la pareja mayor.
Hiroshi no era un hombre que se mostrara demasiado emocional, pero desde la muerte de su esposa, es su hija es la depositaria de sus sentimientos más fuertes. Vio los años pasar y con ellos la transformación de Asami de una tierna e inteligente infante a una mujer tanto hermosa como de gran carácter. Se convirtió en una ingeniera como él, se ganó su lugar como la cabeza principal en el manejo de la granja y ahora la entregaría en matrimonio a una persona que es una influencia positiva en todos los que conoce.
Cuando Asami se comprometió con Mako, el hombre se hizo la ilusión en su cabeza de una gran ceremonia y su hija resplandeciendo vestida de novia. Sin embargo, aún si no es como lo imaginó, la mirada en esos ojos verdes cuando tiene delante a Korra es más bella que en sus sueños, le recordó tanto a la manera en la que su esposa lo miraba a él, que lo supo entonces con total certeza, era la persona correcta.
-Creo que todos estaremos de acuerdo en que queremos lo mejor para nuestras hijas...- Dijo Hiroshi a la pareja de morenos cuando estaban ya en el despacho -...Sin embargo ya no se trata de lo que nosotros queramos para ellas, sino de lo que quieren sus corazones-
-Es algo que supe desde el primer momento que las vi juntas- Respondió Senna -Nuestra hija habría dado su vida por Asami de ser preciso y se notó claramente que es un sentimiento correspondido-
-Llevamos más de diez años buscando a Korra...- Agregó Tonraq -...Y nos alegra de corazón que mientras no estuvimos, alguien que la ama tanto la cuidó devotamente. Apoyamos la unión y haremos lo que podamos para que tenga lugar la ceremonia-
-También cuentan con mi respaldo- Contesta el ingeniero -Nosotros nos ocuparemos de lo que necesiten-
Mientras los mayores tenían esa conversación, las jóvenes siguieron a solas sin saber bien qué decirse.
-Eventualmente te habría pedido que fueras mi esposa...- Dijo la morena -...de hecho era la primera conversación que quería tener contigo-
-Si tú no lo dices, lo habría hecho yo- Responde la joven Sato -...no esperé a que volvieras de Green Palace para prolongar la agonía de que no seas mía-
-Cierra los ojos un instante- Solicita Korra
Asami acepta de buena gana, ya sabía que finalmente al abrir sus ojos no sería un sueño en el que abraza a una almohada estando sola en su habitación. Sintió que algo de textura suave rodeaba su níveo cuello con algo que era seguramente una piedra preciosa colgando de él.
-Ya puedes abrirlos, hermosa- Indica la morena
Asami totalmente emocionada se dirige a un espejo grande que queda cerca de la sala y se queda sin palabras al ver una sencilla pero preciosa gargantilla prendida en su cuello de la que cuelga un rubí perfectamente pulido. Korra había averiguado que, a diferencia de la cultura de Little Republic en la que usan anillos, en su tribu el símbolo de compromiso matrimonial es una especie de collar hecho a mano, así que se puso en la tarea de conseguir la piedra preciosa indicada para su amada. Las mujeres Aoi'Yue casadas suelen llevar un zafiro que se asemeja mucho a sus ojos, pero la morena quiso algo que fuera acorde al apasionado espíritu de la joven Sato.
Luego de haber visto como le queda el collar desde varios ángulos, Asami se gira hacia su prometida y la besa demostrándole cuán emocionada está. Korra estrecha el cuerpo de su amada contra sí para estar segura de que no alucina, pero aquella calidez y la dulce humedad sobre sus labios es completamente real.
La primera persona a la que Korra le anuncia del acontecimiento es Bolin, ya que el muchacho es lo más cercano que tuvo a un hermano desde el día que lo conoció. El de ojos verdes está tan contento que toma entre sus brazos a su amiga y la levanta mientras gira y ríe alegremente.
-También serás uno de nuestros testigos- Demanda Korra -No te querría en un lugar menos importante-
- ¡S.… será un honor! - Responde Bolin entre sorprendido y emocionado
Asami, por su parte, recurre a Kya para que sea su testigo. Si bien entre ellas el vínculo no es tan cercano como el que tienen Korra y Bolin, la joven Sato no olvida que en su momento fue la sanadora quien salvó la vida de su ahora prometida, así que lo que menos puede hacer es darle un lugar importante en la ceremonia de unión.
Hiroshi, siendo amigo de Lin, supo que quien ofició su matrimonio fue Katara, así que decide solicitarle a ella que se ocupe de la unión de su hija con la morena. Tenzin es invitado también a que esté presente, junto con su esposa e hijos, en la ceremonia, ya que ambas miembros de la pareja lo tienen en una muy alta estima. Bumi, el general Iroh, la familia Beifong, el personal de la granja Sato y los guerreros de la tribu Aoi'Yue que siguen en Little Republic harán acto de presencia acompañando a Korra y Asami.
Al día siguiente, por orden de Asami, las actividades normales de la granja continuaron porque, si bien la ocasión que se tendría lugar era única e importante para ella y Korra, no querían nada demasiado extravagante, sólo se estaban tomando el tiempo necesario para lo fundamental: eligieron la persona que oficiará la ceremonia, los testigos y se aseguraron de que contarán con la presencia de los padres de ambas además de los amigos.
Alrededor del mediodía, Hiroshi hizo llamar a su hija para que lo viera en el desván. Era muy extraño, ya que se trataba de un cuarto que casi no recibía ningún tipo de atención y sólo contenía cosas viejas. Cuando Asami se encontró con su padre, este estaba de pie al lado de un maniquí que portaba un antiguo vestido de novia, que era sencillo, pero era muy bello y fue muy bien protegido y cuidado del paso de los años.
-Tu madre portó este vestido el día en el que se convirtió en mi esposa...- Recuerda con una sonrisa el hombre mayor -...estoy completamente seguro de que querría que lo usaras el día de tu boda...-
A Asami no le salen palabras, se pone las manos en la boca y sus ojos se cunden de lágrimas, sus emociones se enfrentan unas a otras, recuerda la imagen que vio de sus padres del día de su matrimonio y la hermosura de su madre. Ese vestido representa mucho más que la indumentaria principal para una boda y no sabiendo más que decir, pregunta algo.
- ¿Cómo lograste mantenerlo así? Parece... nuevo-
-Lo puse en manos de las doncellas mayores para que lo cuidaran- Respondió él -...son las personas en quienes Yasuko más confiaba y ellas aceptaron con gusto la tarea, sabían que muy probablemente un día sería tuyo-
El resto del día Asami decidió pasarlo con Tonraq y Senna, ya que para ella era muy importante conocer lo máximo posible sobre la cultura de la que procedía su amada, además estaría emparentada con ellos muy pronto. Korra por su parte, fue al despacho de la granja a tener una conversación con Hiroshi
-Sabes que Asami es la persona que más me importa en el mundo ¿verdad? - Dice el hombre mayor -...y no le permitiría casarse con una persona que yo no considerara digna-
-Por supuesto, señor...- Responde Korra con la espalda erguida mostrando seguridad -... y quiero que sepa que amo a Asami con todo mi ser-
-Te voy a decir una cosa, muchacha...- continúa Hiroshi -...cuando los conocí a ti y a tu amigo supe de inmediato que eran un par de forajidos pobres diablos, pero preferí mantenerlos vigilados porque estaba convencido de que habían llegado aquí con algún propósito-
-Señor, Bolin y yo...- Trató de explicarse la morena
-Déjame terminar- Interrumpió él -Sus ojos me dijeron que nunca quitaron una vida humana, pero te atreviste a robar el corazón de mi hija. Sin embargo, ustedes nos salvaron a todos del Loto Rojo-
-Tiene usted razón, señor Sato- Afirma Korra -Nosotros llegamos aquí como fugitivos con una fuerte suma de dinero ofrecida por nuestras cabezas. Sin embargo, sin importar bajo qué condiciones, recibimos el trato de seres humanos aquí y por eso preferimos arriesgar nuestros cuellos que traicionarlos. Éramos ladrones, pero con principios-
El hombre sonríe cerrando los ojos satisfecho, sabía que Asami podía llegar a cancelar su compromiso con el joven oficial de policía, pero nunca se imaginó que sería por haberse enamorado de una persona tan íntegra y llena de coraje. Mako nunca había llegado a sostenerle la mirada de esa forma y mucho menos para reconocer que tenía razón en ese juicio tan negativo, aunque lo confrontó con mucho valor y entereza. Hiroshi se rindió, tuvo que darse cuenta de que aún si Korra no perteneciera a la realeza de una gran tribu, es digna de su hija, así que se quitó el anillo que llevaba en su dedo anular y a su vez sacó una pequeña caja de un cajón del escritorio.
-Observa esto, muchacha...- dijo mientras le mostraba el anillo -...lo he llevado desde el día que me desposé con la madre de Asami. Ha sido el vínculo matrimonial de mi familia por generaciones.
-Es muy hermoso, señor- Observa Korra -...Distintivo y fuerte de presencia-
-Así como tú, Korra- Afirma mientras le entrega el anillo y abre la cajita que contiene otra argolla -...y por eso quiero que lo portes junto a este que ha de llevar mi hija. Es con el que se casó mi abuela, lo heredó mi madre y lo llevó mi esposa hasta el infortunado día en el que falleció. Ahora corresponde a Asami usarlo como vínculo contigo-
Korra duda un poco de recibir aquellos símbolos matrimoniales tan importantes, pero ya Asami se comprometió con ella según la costumbre de la tribu, así que quiso honrarla aceptando los anillos. Su emoción es tan grande que casi se le salen las lágrimas, pero pudo contenerse y abrazó al hombre mayor agradecida.
-Muchas gracias, señor- Dice Korra -Me siento honrada-
-Hija...- Responde Hiroshi -...pronto estaremos emparentados, trátame de padre-
A Bolin le fue permitido tomarse el día libre, así que fue a la casa de Suyin Beifong para recoger un traje que ella había quedado de prestarle. La mujer mandó hacer el atuendo especialmente para él desde hacía unos días con otro propósito, pero le dijo que ya había sido usado por uno de sus hijos para que lo aceptara porque de lo contrario él no lo habría recibido. De todas maneras, no fue lo único que llevó al muchacho a la casa de aquella familia, también necesitaba ver a Opal, ya que el tema de la boda entre sus amigas lo tenía pensativo con respecto a la seriedad de su propia relación.
Mientras eso sucedía, Tonraq y Senna también le daban a Asami la bienvenida a la familia. Reconocieron el collar que Korra le dio como un símbolo legítimo de la unión, aunque no sea del color tradicional que caracteriza a los Aoi'Yue del norte y del sur.
-Para nosotros ha sido toda una sorpresa...- Dice Tonraq -...Korra fue apartada de nosotros siendo muy pequeña y hemos tenido que aceptar que los años pasaron, ella ya es adulta y aprendió a valerse por sí misma-
-Además ya había encontrado al amor de su vida...- Agrega Senna -...en lugar de una hija, encontramos a dos-
- ¿Cómo lo supieron? - Rio nerviosamente Asami mientras preguntaba
-Yo sospeché algo al principio...- Respondió la mujer -...pero me lo confirmó tu manera de mirarla, la preocupación era cosa de todos los que la rodeábamos, aunque tú en particular estabas mucho más interesada-
-Hoy en día aún te debemos su vida- Dice el hombre
-Es todo lo contario a eso, yo le debo la vida a Korra y ella logró recuperarse con su propio esfuerzo- Afirma la de ojos verdes
-Y con la motivación de tu amor- Indica el moreno
-Mas tu incansable dedicación- Agrega su esposa
-Eso es cierto, pero no lo digo únicamente por el asunto con el Loto Rojo...- Explica la joven Sato -...me refiero a que, si ella no hubiera llegado a mí, yo me habría casado con Mako y con certeza tendría estabilidad, pero no felicidad, así que de esa vida fue que Korra me salvó-
Al tiempo que decía esas palabras lucía radiante, hermosa y con una mirada resplandeciente. Tonraq y Senna no eran sólo los padres de Korra, también los de una gran tribu que son su familia y saben reconocer muy bien cuando una persona está realmente enamorada de alguien más, así que les alegra que su hija sea amada tan incondicionalmente por una mujer de carácter y dedicación.
-Como persona elegida por Korra para compartir su vida...- Dice Tonraq -...Bienvenida a la familia, hija-
Cuando estaba atardeciendo regresaron al pueblo los que habían partido a Zaofu a llevar a Kuvira y su gente a responder por la invasión cometida. Cada uno supo por su parte del acontecimiento que tendría lugar al día siguiente, pero concordaron en que estarían allí. Lin Beifong no lo dice, pero piensa en ello con cierta añoranza porque recuerda cuando se casó con Kya, no se dieron ningún tiempo de preparación, se presentaron con ropa común y corriente a la ceremonia y no hubo luna de miel, aunque nada de eso hizo falta, su apasionado amor mantuvo intacta la unión ante las muchas adversidades.
La Sheriff se encontraba en sus cavilaciones sentada en un sofá de su sala bebiendo un trago de ron. Se levantó, fue hacia la ventana que seguía abierta, era luna llena y su luz entraba clara iluminando el recinto; miró al cielo que se veía muy pacífico, luego a los alrededores porque quizá no haya nadie que quiera a Little Republic más que ella. De repente unos morenos brazos rodearon su cintura por detrás y sintió un agradable calor corporal a sus espaldas mientras una barbilla femenina se apoyaba suavemente sobre uno de sus hombros.
-Kya...- dijo Lin casi como suspirando
-Te extrañé en la cama, amor...- Le responde la aludida al oído -...me gustaría saber por qué tu cuerpo no está debajo o sobre el mío demostrándome cuánto me ha extrañado-
Lin no pronunció palabra, cerró la ventana, se giró sobre sí, abrazó a su esposa y la besó profundamente, de la manera que sabe que les gusta a ambas. Demostrando su todavía impresionante fortaleza física, levantó a Kya y la llevó a la habitación para hacer que sus pieles se unan como si recién se conocieran y compartir una pasión acalorada como si fueran un par de jovencitas.
La pareja de líderes de la tribu Aoi'Yue del sur fueron invitados a quedarse en la granja Sato, así que se encontraban en una de las habitaciones principales de la casa abrazados en la cama. Senna hacía trazos imaginarios delicadamente sobre los fuertes y grandes pectorales desnudos de su marido, mientras lo miraba a los ojos amorosamente. Tonraq tenía el precioso y esbelto cuerpo de su esposa envuelto entre sus poderosos brazos, correspondiendo los sentimientos transmitidos por la mirada azul de ella.
- ¿Te trae recuerdos este momento, querida? - Pregunta Tonraq en voz baja
-Si, cielo, es como nuestra noche de bodas...- Responde ella -...y cuando concebimos a nuestra hija-
Tras esas palabras se besan con armonía y júbilo, han pasado por un matrimonio feliz, aunque no carente de adversidades. Cuando Korra desapareció, pasaron por una crisis emocional tan extrema que apenas soportaban estar el uno cerca del otro y casi llegan a separarse. Afortunadamente comprendieron que sólo apoyándose mutuamente lograrían superar la pena para pasar a la acción de buscar a su hija sabiendo que los necesitaría a ambos.
- ¿Crees que les irá bien? - Cuestionó Senna
-Sobrevivieron a situaciones muy difíciles...- Contestó él -...y a una prolongada separación, así que están más que preparadas-
Hiroshi enfrentaba una sensación agridulce de emociones, estaba contento de ver a su hija tan feliz, se casaría con la persona que amaba; no obstante, sentía como si la perdiera un poco. Durante años se preparó para entregarla en el altar, pero no era lo mismo que estar tan cerca de enfrentar el momento, que suele ser satisfactorio y difícil para cualquier padre.
-Debes estar muy orgullosa de ella, amada esposa...- Le habló a un cuadro con la imagen de Yasuko Sato que mantenía en su habitación -...eligió con sabiduría y se casará por amor, como nosotros antes de mi alistamiento-
Korra se encontraba en otra habitación en la granja, ya no en la de Asami ni en la de la casa de servicio sino en una de las principales. Mientras trataba de conciliar el sueño sus pensamientos moraban con su amada, quien no salía nunca de su cabeza.
-Ya es tan difícil no estar contigo...- Pensó -...pero a partir de mañana no volveremos a dormir separadas-
Ese mismo pensamiento era compartido por Asami, quien apenas podía tolerar no compartir la cama con la que será su mujer. Recordó la primera y única vez que vio el cuerpo desnudo de Korra accidentalmente el día que se conocieron, poco después, aunque tardó en reconocerlo, comenzó a querer perderse en sus ojos y a soñar con su piel.
Finalmente amaneció, el sol anunciaba que la hora de la ceremonia estaba cerca. Sorpresivamente, como siempre, se presentó Toph Beifong en la granja Sato, apenas saludó a quienes estaban en la sala y fue a la habitación de Korra de inmediato con una mochila.
-Eres muy descuidada, muchacha, no voy a estar ayudándote toda la vida- Dijo inmediatamente -...olvida el absurdo atuendo que vayas a usar y ponte esto-
Korra no alcanzó a decir palabra cuando vio a la mujer poner un traje matrimonial tradicional de la tribu Aoi'Yue sobre la cama. La morena lo conocía porque fue de las primeras cosas que aprendió de su cultura antes de ser raptada por Amón.
-Gracias, anciana... digo, señora Beifong- Dijo Korra intentando mantener la firmeza en su voz, pero casi se le quiebra de la emoción
-Déjate de estúpidas formalidades conmigo y apresúrate- Respondió Toph con fingida ofuscación
FLASHBACK
Resulta que Toph había llegado primero a la tribu Aoi'Yue del norte a informar de la situación y pedir ayuda antes de que los emisarios enviados por Tonraq arribaran, aunque luego la presencia de estos confirmó la veracidad de la situación. De todas formas, ya Eska y Desna habían preparado a sus guerreros porque ellos, aunque fue por poco tiempo, conocieron a la anciana ciega.
Luego de estar allí, Toph visitó los Aoi'Yue del sur y cuando llegó ya Korra y sus padres habían partido con los guerreros hacia Little Republic. De todas maneras, no los buscaba a ellos, ya había hecho investigación sobre esa cultura y todo lo que necesitaba era conseguir un traje de matrimonio. Sin estar en el pueblo, ya había intuido el resultado de la batalla y tras ella el siguiente paso a seguir en la relación de Korra y Asami, también sabía que esa muchacha impulsiva no estaría preparada apropiadamente.
FIN DE FLASHBACK
La anciana ciega se fue de la granja al lugar de la ceremonia, sabía dónde sería sin que nadie tuviera que decírselo. Cuando estuvo donde resultaba obvio que nadie podía verla, sonrió, aquello que estaba sucediendo casi la hacía sentir joven otra vez y, al igual que su hija Lin, no pensaba reconocer en voz alta sus emociones, su aprecio por Korra, estuvo con esa muchacha impulsiva durante meses y desarrolló con ella un vínculo implícito
Asami estuvo lista, su vestido era de espalda descubierta, aunque sus hombros estaban provistos de un encaje delicado y clásico con sutiles formas de flores pequeñas en él. Un poco entallado en la cintura para resaltar su preciosa forma femenina y sus brazos eran acariciados sólo por el aire fresco de la mañana. Se recogió el cabello adornándolo con un discreto tocado de plata decorado con un par de lirios y dejando su hermoso cuello a la vista completamente. Cuando Hiroshi la vio, dejó salir sus lágrimas por primera vez en mucho tiempo, aunque en este caso era de la emoción.
La sensación no era menos intensa para los padres de Korra, quienes no se imaginaron que poco después de encontrarla la verían vestida de novia, es más, no se esperaban que llevara el atuendo tradicional de su tribu. La parte de la blusa era de cuello alto con una pequeña abertura, carecía de mangas y era relativamente ajustada al cuerpo, resaltando su atlética figura. La falda tenía una hendidura de la longitud de la pierna derecha desde la que sobresalía una fracción de tela azul y un trozo discreto de velo blanco cubría y rodeaba la cadera. Todo el conjunto tenía algunos detalles azules en él: cinturón, encajes en el cuello y el borde de todo el vestido. La sección posterior del cabello estaba recogida en una coleta alta atada con un listón azul.
Debido a que el personal de la granja era numeroso y la cantidad de guerreros de la tribu Aoi'Yue considerable, Hiroshi habló con el alcalde para que permitiera que la ceremonia se llevara a cabo en la plaza por el área más cercana al templo. El acontecimiento sería mucho más grande de lo que Korra y Asami deseaban, pero no podían prescindir de la presencia de su gente.
Asami fue la primera en llegar, un sencillo carruaje la llevó allí, aunque ella decidió no caminar hasta el altar sin que Korra estuviera a su lado. No mucho después la morena llegó, su yegua Naga fue la que la transportó hasta el lugar designado. Las novias se contemplaron mutuamente, pues nunca se habían visto tan hermosas y radiantes, eso las hizo desear más estar juntas.
Se tomaron de la mano y recorrieron el corto sendero hacia el altar, donde estaba Katara, acompañadas de sus padres y de sus testigos Bolin y Kya. La ceremonia realmente no duró mucho, aunque para ellas fue como una eternidad y casi al final hicieron sus votos:
-Yo te prometo ser tu compañera...- Dice Korra -...no estar delante de ti para obstruirte ni detrás de ti para ser tu carga. Estaré a tu lado como tu apoyo, cercana como amante y feroz como espina para protegerte, mi flor de cactus. Te deseo como la luna a la luz del sol y te adoro como a una diosa-
-Yo te prometo ser tu compañera...- Responde Asami -...el lugar al que pertenezco es a tu lado y tus brazos son mi hogar. Seré tu respaldo, el escudo de tu espada, la solución a tus problemas y la alegría de tus tristezas. Así como tus ojos son mi cielo, los míos serán tu sol para que tu luna brille y me fascinas como un paraíso-
Jinora, hija de Tenzin, se acercó con los anillos y Asami casi no puede creer que se trate de los que portaron sus padres. El intercambio tiene lugar en medio de un extraordinario encuentro de emociones y finalmente Katara las declara esposas ante los ojos de todos los dioses y con la bendición de Raava. El último sello de la unión fue cuando juntaron sus labios en un beso tierno celebrado con un aplauso de parte de todos los asistentes.
Un reciente invento conocido como fotografía inmortalizó varias imágenes en las que las novias aparecen acompañadas de las distintas personas que han sido importantes para ellas quienes también las felicitaron, incluso Mako quien llevaba puesto su uniforme policial de gala.
Las recién casadas subieron sobre el lomo de Naga y volvieron a la granja para recoger sus equipajes que habían dejado listos en sus habitaciones. Se despojaron de sus vestidos, se pusieron ropa de su estilo habitual y salieron a buscar el carruaje que las llevaría al lugar designado. En las afueras del pueblo las despidieron y Asami, segura de quién sería la siguiente en desposarse, le dio su tocado de plata con lirios a Opal como si este fuera el tradicional ramo de flores.
El lugar al que se dirigían era un paradisiaco sitio llamado Flowers Camp en donde estaba una cabaña propiedad de la familia Sato. No tardaron más que unas pocas horas en llegar, ya que se ubicaba en el mismo país y entraron a la vivienda como chicas normales llevando su equipaje al interior. El carruaje se fue de regreso a la granja en Little Republic llevándose consigo a la pareja encargada de cuidar la residencia para que las recién casadas se quedaran solas y Korra llevó en brazos a Asami hasta la habitación principal donde ingresaron de inmediato.
-No veía la hora de que fueras mi esposa...- Dice Asami como suspirando mientras comienza a desabotonar la camisa de Korra -...y tenerte sin que nos interrumpan-
-Me adivinaste el pensamiento, cariño...- responde la morena del mismo modo que su compañera y quitándole la blusa -...mi cuerpo anhela sentir tu piel-
Como si continuaran exactamente en el punto en el que se quedaron antes de ser interrumpidas por sus padres en la granja, se desnudaron mutuamente quitándose prenda por prenda y suspendiendo sus besos durante escasos segundos para recuperar el aliento por un instante. Nunca habían hecho ese tipo de cosa con nadie, pero sus cuerpos parecieron entenderse perfectamente el uno al otro desde antes de estar en la cama.
La lujuria se había apoderado de ellas, era demasiada pasión contenida, llevaban mucho tiempo deseándose y ya se estaban entregando a esa poderosa sensación, era tan intensa que no soportaron demasiado de pie y se dejaron caer sobre la cama, Asami quedó debajo de su esposa sin poder creerse lo que veía: los ojos de una fiera desencadenada a punto de devorarla. En lugar de oponer resistencia, se concentró en sentir el aliento cálido de Korra en su cuello mientras le mordía un poco y le acariciaba con la lengua. Aprovechando la posición, la de ojos verdes pronuncia una sola palabra...
-...Destrúyeme...-
Eso es como un detonante para Korra, quien continuó mordiendo en el camino que siguió hacia los pechos de su amada, sintiendo la satisfacción de percibir sus leves temblores como reacción ante sus avances. Asami mantenía una de sus manos entre los castaños cabellos de su amante, como insistiéndole en que continuara, y la otra empuñando con fuerza las sábanas. Sus senos, cuyas puntas eran decoradas por unas preciosas areolas de un rosado suave, estaban recibiendo una placentera y húmeda atención.
Estaban en medio de un claro flórido de un bosque, nadie en kilómetros, aunque la presencia de personas en los alrededores no habría sido suficiente para que Asami contuviera sus gemidos, los tortuosos mordisqueos, húmedas lamidas e intensas succiones en sus pezones causaban sensaciones demasiado poderosas y placenteras como para quedarse callada. Su zona más íntima, que hasta ese día había estado celosamente resguardada, se calentaba y palpitaba como suplicando recibir algún estímulo, pero esta nueva Korra que devoraba su cuerpo como un animal, no seguía orden alguno como si jugara con su presa, sólo que, en vez de causarle temor, ocasionaba un tremendo gozo.
La morena dejó un húmedo sendero húmedo en el plano vientre de Asami como si trazara un desordenado camino sobre él. Korra se desplazó hacia las piernas de su amada, las consintió por completo comenzando por sus pies, pero rápidamente ascendió por la cara interna de los muslos sintiéndose inevitablemente atraída por el aroma inconfundible de aquella intimidad femenina. No perdió ni un segundo más y la tomó con su boca saboreándola como si fuera el más exquisito de los manjares.
Asami se sintió como en el paraíso, apenas se daba cuenta de que lo que pasaba era completamente real mientras se aferraba a la cabeza que estaba entre sus piernas. Korra no había dejado del todo en paz los pechos de su compañera, de hecho, se las arregló para sujetar uno de ellos con fuerza y alternarlos al mismo tiempo que se deleitaba explorando esos ocultos pliegues empapados de un indescriptible sabor, aunque todavía no estaba del todo conforme con los resultados que obtenía.
Como si a la morena le pareciera que no le causara suficiente placer a su amante, puso sus manos bajo los glúteos de ella para levantar su cadera y poder realizar así un estímulo más directo... se relamió los labios de un modo casi perverso, Asami que la miraba no pudo ignorarlo, y continuó. Nunca había hecho tales cosas antes, pero era como si ya supiera exactamente qué hacer, su instinto casi animal estaba guiando muy bien sus acciones.
La de ojos azules percibió una pequeña protuberancia endurecida y caliente bajo el punto en el que se unen aquellos pliegues húmedos y comienza a hacerle círculos alrededor con la lengua y a jugar con ella. Al ver que con esos estímulos Asami está perdiendo la cabeza, pasa a realizar una firme succión como si fuera un pequeño bocadillo, y como si intentara evitar que escape, sujeta sus glúteos más fuertemente.
- ¡Me estás matando! - Fue todo lo que pudo pensar Asami al tener su boca ocupada gimiendo -... ¡y me encanta! -
Korra notó que las caderas de su esposa, que habían seguido el compás de lo que ella hacía con su boca, estaban moviéndose más rápido, así que incrementó considerablemente su velocidad de acción hasta que esta no pudiera ser mayor. Todo el cuerpo de Asami se contrajo en un estremecimiento impresionante al sentir una especie de explosión de calor mezclado con una corriente eléctrica originada en su zona íntima y en consecuencia lanzó un largo grito.
La de ojos verdes tomó del cabello a su amante e hizo que ascendiera hasta que sus rostros estuvieran frente a frente y se besaron profundamente. Asami probó su propio gusto en la boca de su mujer, fue un poco extraño para ella sentir un sabor tan distinto en un beso de Korra, pero le resultó muy agradable. Luego la morena acarició con sus labios una de las mejillas, hasta que llegó a la oreja y le mordió el lóbulo.
-...Aún no terminamos...- Susurró Korra en un tono sensual -...quiero ver de cerca "esa" expresión...-
Una de las manos de la ojiazul siguió el camino que antes recorrió su boca sobre el vientre de Asami. Impidiéndole cerrar las piernas y con el cuerpo todavía encima del de ella, Korra toca su sexo y comienza a imitar con los dedos lo que hizo con la lengua en ese punto sagrado. No ha dejado su actitud de bestia feroz, mira el precioso rostro de su mujer como si fuera una presa y su toque es bastante firme y seguro, pero sólo es lo suficientemente ruda para su disfrute sin hacerle daño, sabiendo que está invadiendo la parte más sensible de su femenina anatomía.
Los dedos de Korra encuentran una abertura resguardada por esos pliegues suaves y palpitantes e inicia la invasión de esta, completamente decidida a hacer suya a Asami de esta manera. Al estar en el interior atraviesa una casi imperceptible barrera que estaba allí, acababa de hacerse con su virginidad, aquello que nadie más pudo tener. La de ojos verdes siente algo de dolor y sujeta la mano que tiene entre sus piernas, sólo la inmoviliza, no intenta sacarla de allí.
Abandonando por unos instantes su actitud ruda, Korra ve la expresión de su amada, pero esta sin decir palabra sólo le pone la mano que tenía libre en la nuca y la atrae con urgencia hacia sí para que sus bocas vuelvan a unirse en otro beso tan profundo como apasionado. Cuando Asami tuvo de nuevo la lengua de su compañera envolviendo la suya, pasó a succionarla con lujuria y cualquier sensación de dolor fue desapareciendo.
A medida que Korra sentía que el interior de su amante se relajaba, comenzó a moverse a un ritmo lento, aunque constante y fue incrementando paulatinamente la velocidad. Cuando supo que Asami se sentía absorta en el placer, pasó a mover su cadera al compás de sus dedos y lo hizo cada vez más vigorosamente, hasta estar embistiéndola como un toro, haciendo que incluso la cama se moviera y rechinara la madera.
Asami atrajo más hacia sí aquel moreno cuerpo si era posible, sujetándose a su espalda con toda la fuerza que podía, incluso llegó a clavarle las uñas. Korra, lejos de sentir dolor por aquellos rasguños, aceptaba ese acto con suma complacencia, lo correspondía embistiendo más salvajemente y mordiendo ese cuello pálido haciendo que adquiera color.
En cuanto fue evidente que el clímax estaba cerca nuevamente para Asami, Korra se dispuso a mirarle fijamente el rostro para asegurarse de no perderse la aparición de aquella expresión que tanto quería ver. La de ojos verdes no podía creerse lo que sentía, fue parecido a lo que experimentó hacía poco, pero intensificado por completo, duplicado y hasta la duración resultó prolongada. El grito esta vez surgió desde lo más profundo de sus entrañas.
Tras recuperar un poco el aliento, Asami decidió que era el momento de domar a esa fiera, ya que esa era la única manera en que sería totalmente suya. No fue necesario que dijera palabra alguna, tomó acción de inmediato haciendo que sus cuerpos giren para quedar sobre Korra, le sujetó la mano y le hizo lamer sus propios dedos, los mismos que estuvieron dentro de ella. A la morena le encantaba el sabor, pero hizo un leve gesto de protesta por no haber sido ella quien hizo aquello por su cuenta.
Korra se levantó un poco con Asami encima, pero esta de inmediato la hizo recostar de un empujón que fue como una orden y su mirada parecía muy autoritaria. La ojiazul se sintió muy excitada debido al juego de choque de voluntades, así que opuso algo de resistencia, pero su amante no lo permitió, la tomó de las muñecas y la inmovilizó. La morena habría tenido la fuerza física para librarse de ese agarre, pero no la determinación suficiente para negarse a los deseos de la dueña de esos ojos verdes, así que aceptó con gusto esos labios rojos sobre los suyos y recibió los favores de su lengua.
Asami al tener bajo sí a su amante comenzó a acariciar con mucha firmeza sus músculos, inició con los brazos, descendió por sus costados y pasó a su abdomen marcado que reaccionó contrayéndose involuntariamente por un instante, una reacción que le deleitó mucho causar. Le pasó los dedos por los labios como si pretendiera retirar de ellos los rastros de color que le había transferido de tanto besarla.
La morena lamió y chupó esos hermosos dedos antes de que estos pasaran a sus pechos, Asami realmente los tomó con fuerza, tanta que logró sacarle finalmente un gemido a Korra, uno que en definitiva era de placer. La de ojos verdes se mordió los labios complacida por esta pequeña victoria y prolongó sus acciones tanto como pudo, logrando el efecto deseado: esa mirada azul extasiada pero llena de impaciencia y esa expresión de "¿Qué estás esperando?". No la hará suplicar... aún, ya que también quiere divertirse.
Sintiendo la boca seca, besa nuevamente a Korra para calmar un poco la sed que la agobia, ya que la llama que tiene en su pecho no se apaga con nada y le ordena que la haga suya de una vez. Dejándose de más contemplaciones, Asami se dirige a la parte inferior del cuerpo de su compañera, acaricia sus piernas, las abre y ve brillar con la humedad su sexo, así que no la hace esperar más y lo explora con sus dedos atenta a lo que la morena demuestra que le gusta más.
Luego de conocer cada pliegue y descubrir cierta pequeña protuberancia que está erecta, sube de nuevo sobre la morena en el momento en el que empieza a introducirle los dedos. Korra relaja esa parte de su cuerpo tanto como puede hasta que siente a su amante completamente dentro de ella, haciéndole sentir una gran felicidad, algo que minimiza bastante el dolor, además estaba demasiado excitada.
Cuando Asami vio el cuerpo desnudo y mojado de Korra el día que se conocieron, nunca se imaginó que algún día lo haría suyo así. Siente las manos de la morena atraerla más hacia sí, aunque tiene la impresión de que se está conteniendo, así que aumenta la intensidad del estímulo para que no le quede más remedio que ceder. Una vez logra que el ritmo de las penetraciones alcance una aceleración considerable, las uñas de la ojiazul le rasguñan la espalda y sus gemidos salen de su boca sin control.
Como último acto de rebeldía, Korra había evitado gemir y no había usado las uñas, aunque en parte eso fue para no hacerle daño. Asami le demostró que era inútil resistirse a ella y que la domaría ocasionándole un gozo extraordinario, se movía enérgicamente sobre su cuerpo y la sujetaba del cabello para que no mirara a otra parte. Aun estando debajo de su amante, la morena se mueve, aunque lo hace al ritmo marcado por los dedos que siguen en su interior, era un tormento muy placentero, tanto que llega al clímax y se estremece varias veces, cosa que satisface mucho a la de ojos verdes.
Para Korra aquellas sensaciones también son completamente nuevas y no esperaba que su orgullo fuera a ser arrebatado por Asami de esa manera, aunque en el fondo le resultó muy excitante, no tenía que admitirlo con palabras, ya su cuerpo lo había hecho por ella. La de ojos verdes, sentada sobre el cuerpo de su compañera, se lame los dedos mientras contempla su expresión de éxtasis.
-Asami...- Trata de decir la ojiazul, pero Asami poniendo un dedo sobre sus labios le interrumpe
-No te dije que pudieras hablar- Responde con cierta sonrisa perversa la aludida
Asami realiza un cambio de posición en la que queda con el rostro frente a la intimidad de su amante al mismo tiempo que la suya se expone a los ojos de ella.
-Lame- Indica la de ojos verdes con autoridad.
Antes de que Korra terminara de entender lo que pasaba, ya su amante había suprimido la escasa distancia entre la parte íntima de ella y su boca. Aunque lo que le dijo le haya sonado claramente como una orden, le resultó demasiado sensual y no tenía más reparos ni remedio que obedecer, además esa posición tenía cierta ventaja: podía sujetar los firmes glúteos de Asami a su antojo, de hecho, cuando lo hizo tuvo un acceso más cómodo a su sexo, al que estaba encantada en demostrarle su apetito. La de ojos verdes disfrutó su victoria de lograr someter a su compañera, pero le gustó todavía más darse cuenta de que su naturaleza salvaje no dejaba de manifestarse.
Por primera vez Asami toma la esencia íntima de su mujer directamente de su fuente y le deleita hallarla en abundancia. Esta vez explora más, como si no la hubiera tocado previamente con los dedos, recorre hasta el más oculto rincón de sus pliegues y de vez en cuando besando un poco la cara interna de sus muslos para tomar un respiro, ya que estaba siendo estimulada muy intensamente también.
La morena apenas había conseguido concentrarse en dar y recibir al mismo tiempo, ya que ambas cosas le generaban mucho placer. Asami, al sentir que no iba a resistir demasiado tiempo, también incrementó el ritmo porque no se permitiría alcanzar el clímax antes que Korra, aunque de todas formas también estaba realmente ávida y la devoraba. Finalmente, ambas llegaron juntas a la cumbre del éxtasis como si sus almas hubieran logrado congraciarse.
Era aproximadamente medianoche, el cielo estaba lleno de estrellas y la clara luz de la luna atravesaba débilmente los cristales de las ventanas llegando con dificultades a un par de cuerpos desnudos cuya fina capa de sudor sobre ellos los hacía brillar un poco. Asami estaba sobre su mujer, acariciando con sus finos dedos esos labios que tan feliz la han hecho y su piel está tan unida a la de ella que puede sentir el relieve de algunas de las cicatrices que tiempo atrás fueron dolorosas heridas. Con la mano que tenía libre, la joven Sato roza aquella imperfección.
-Alto…- Dice en voz baja la morena -…me haces cosquillas-
Korra toma la mano que le acarició la cicatriz, la aproxima a la altura de su rostro y allí la besa. Se había apoderado de un bien ajeno por última vez: se robó el corazón de Asami, el tesoro más preciado que podría haber conseguido en toda su vida.
Asami reposa sintiendo una felicidad plena, casi entrecerrando los ojos por el cansancio de haber domado a semejante fiera, su respiración se va acompasando a la de ella. Nunca fue una cazarrecompensas, pero consiguió atrapar a Korra sin haberla buscado y ahora la tiene para sí, como la mayor de sus ganancias y bien viva, muy viva.