Hola lectores de fanficton adivinen quien va a empezar un nuevo fic, sip yo mera y como lo dice la reseña va a ser un fic lemon, sé que hay muchas personas que no les gusta el lemon (sexo explícito) pero si no es de su agrado les recomiendo que mejor no lo lean, así evitamos problemas desde el principio y los que se queden a leer… ¡pervertidos! Hahahaha no se crean yo soy peor ya que yo lo escribí. En fin me había estado rondando la idea de escribir lemon desde hacía ya algún tiempo y ahora me inspiré y dije ¿Por qué no? y decidí hacerlo de mi OTP ¡Hirogo! Así que sin más preámbulos aquí el primer capítulo de "Diario de Amor y Pasiones".


"Diario de Amor y Pasiones"

Capítulo 1. Mi primera vez.

-¡Feliz cumpleaños Hiro! –Dijo Fred abrazando al pelinegro que había crecido bastante-, 18 años, pero que rápido has crecido viejo.

-Si amigo, recuerdo cuando aún eras un niño de 14 –dijo Wasabi palmeando la espalda de Hiro.

-Si es verdad, ya no soy un niño muchas cosas han cambiado –dijo Hiro sonriéndole a sus amigos.

-Si muchas cosas –dijo Honey Lemon dándole una pequeña sonrisa insinuante, Hiro ya sabía a lo que Honey se refería pues desde hacía ya algún tiempo él y Gogo habían empezado a salir como pareja oficialmente, al principio tuvieron miedo de que esto causara problemas en el equipo pero las cosas había ido muy bien hasta ahora así que su relación había durado.

-Si bastantes –dijo Wasabi uniéndose a Honey Lemon en la carrilla.

-Seeee… no tengo idea de que están hablando –dijo Fred sacándole una carcajada a todos.

-Por cierto ¿Dónde está Gogo? –Preguntó Wasabi viendo la hora en su reloj-, hace más de una hora que debía estar aquí.

-Tal vez se le hizo tarde –sugirió Honey Lemon.

-Bromeas ¿cierto? ¿Recuerdas la última vez que condujo mi Van? –dijo Wasabi a Honey Lemon con cara de escéptico.

-Oh sí estuvo súper loca esa persecución –dijo Fred con cara ensoñadora como si estuviera recordando.

-Chicos tal vez simplemente hay tráfico –dijo Hiro cuando de repente la campanilla del "Lucky Cat Café" se abrió mostrando a una pelinegra de cabello corto y con mechones morados en el fleco.

-Hola ¿Qué hay? –Saludó Gogo para luego dirigirse directamente a Hiro y besarlo en los labios-, Feliz Cumpleaños.

-Oigan quieren privacidad –bromeó Honey Lemon provocándole un sonrojo a los pelinegros.

-O mejor aún, quizá quieran un cuarto –continuo Wasabi bromeando.

-Seeee un cuarto… lo siento chicos otra vez no sé de qué hablan –dijo Fred a lo que todos rieron aunque Gogo un poco más distraídamente.

La tarde fue divertida, la tía Cass preparó sus famosas alitas de pollo con esa salsa picante que las caracterizaba, al poco rato después de que oscureciera casi todos se fueron quedando la tía Cass, Hiro y Gogo solos en la residencia de los Hamada.

-¿Esatas bien Cass? –preguntó Gogo viendo como la tía de su novio se llevaba las manos a la cabeza como si le doliera.

-Estoy muy cansada Gogo–le contestó la tía Cass sentándose en una silla. Gogo vio su oportunidad era ahora o nunca.

-Tengo unas pastillas relajantes –dijo Gogo sacando unas pastillas de un bolso negro que había traido-, tal vez te sirvan.

-¿Por qué traes esto contigo? –preguntó la tía Cass viendo las pastillas.

-A veces las uso cuando estoy estresada por trabajos o proyectos –le contestó Gogo sonriéndole, Cass inmediatamente se las tomó, en eso Hiro llegó y abrazo a su chica por la cintura poniéndola cerca y besándola.

-Debo irme –dice Gogo rompiendo el beso.

-¿No puedes quedarte más tiempo? –preguntó Hiro poniendo una de sus caras de cachorrito que tanto la derretían, la adicta a la adrenalina se mordió el labio.

-No lo siento, pero esto es para ti –dijo Gogo dándole una cajita morada a Hiro y luego susurrándole al oído-, no la abras hasta que estés solo.

Dicho esto Gogo salió del establecimiento mientras Hiro se preguntaba que había en esa cajita, Hiro recogió la cocina ya que la tía Cass había caído rendida en un profundo sueño, había pasado cerca de media hora así que viendo su soledad Hiro vio la oportunidad y abrió el regalo de Gogo.

Dentro de la caja había una nota con la caligrafía de Gogo que decía "sube a tu habitación" confundido Hiro tomo la caja y lentamente subió hasta su cuarto. Cuando abrió la puerta la penumbra dominaba todo, pero había algo más, una presencia ahí, Hiro encendió la luz y vio a Gogo sentada en su cama solamente con unos shorts negros y la parte superior de un babydoll morado, Hiro sintió su ritmo cardiaco subir.

-Feliz cumpleaños Hiro –dijo Gogo levantándose y yendo hacia él.

-Go-gogo pen-pensé que ya te…te habías marchado –tartamudeo el pelinegro poniéndose nervioso ante la presencia de su novia en tan poca ropa.

-Entré por la ventana –dijo Gogo besando al chico que correspondió al beso que poco subía de tono. Hiro se separó y trató de pensar claramente.

-Gogo ¿Qué significa todo esto? –preguntó Hiro viendo a su novia a los ojos, Gogo primero se confundió y luego puso una cara de decepción.

-Que tonta, yo… yo lo siento Hiro, yo pensé que estábamos listos –dijo Gogo separándose repentinamente de Hiro y dirigiéndose a la puerta con un rostro ahora algo molesto.

-Whoa espera –dijo Hiro tomándola y atrayéndola hacia él-, necesitó una mejor explicación que eso.

-Yo pensé que tú y yo ya estábamos listos para dar el siguiente paso –dijo Gogo cruzándose de brazos y evitando la mirada de Hiro-, pensé que querías… ya sabes, tener relaciones conmigo, pero ya veo que no es el caso –terminó Gogo intentando salir de la habitación, pero Hiro se lo impidió.

-Gogo no tienes que sentirte obligada a hacer esto por mí –le dijo Hiro sonriéndole-, claro que quiero estar contigo de todas las formas posibles, pero no hagas esto solo porque es algo que yo quiero.

Gogo frunció el ceño y cruzo sus brazos.

-¿Enserio crees que solo se trata de ti? –Dijo Gogo enojándose-, ¡mira lo que traigo puesto! –y vaya que Hiro lo veía, se veía tan sexy en especial así enojada, Hiro la observo de pies a cabeza deteniéndose en cada curva del cuerpo de la pelinegra-, ¡¿enserio crees que me pondría esto si no quisiera hacer lo que quiero hacer?!

-Baja la voz, mi tía Cass está en el piso de abajo durmiendo –le dijo Hiro con una sonrisa disfrutando de la rabieta de su novia, que de alguna manera la hacía ver muy sensual.

-Le di una pastilla para relajarse, créeme no se despertaría aunque callera una bomba.

-¿Drogaste a mi tía? –preguntó Hiro incrédulo.

-No, solo le di una pastilla para dormir –dijo Gogo-, Hiro mira olvidemos esto e imaginemos que nunca paso ¿de acuerdo?

-No –contestó Hiro acercándose a Gogo y besándola de forma pasional provocando que la chica reaccionara y correspondiera gustosa al beso, poco a poco el beso fue subiendo de tono. Hiro posaba las manos en los glúteos de la pelinegra provocándole gruñidos a esta mientras que ella en un arrebato poso sus piernas alrededor de la cintura de Hiro haciendo que ambos quedarán contra la pared, Gogo tenía sus dedos entrelazados entre el desordenado cabello de Hiro. Ambos se separaron para respirar el aire que tanto les hacía falta.

-¿Estas segura de esto? –preguntó Hiro a Gogo quién solo asintió con la cabeza respirando agitadamente, Hiro la cargo y la poso sobre su cama con él encima besando su cuello y bajando poco a poco hasta su busto, Gogo gruñía ante los masajes que le daba Hiro con sus manos mientras que ella, sin quedarse atrás, empezaba a quitar la camisa de su novio dejando su trabajado torso de héroe al descubierto.

Pronto Hiro se deshizo del babydoll dejando el torso de la chica de ojos castaños desnudo, el pelinegro empezó a estimular uno de los pechos con su boca mientras al otro lo masajeaba con su mano, haciendo gemir a Gogo. Ambos empezaron a besarse de nuevo mientras las manos de Gogo se disponían a eliminar el pantalón del pelinegro, cuando por fin lo logro pudo ver el gran bulto que crecía dentro de los boxers negros de su novio.

Gogo empujo a Hiro hacia la cama provocando que el quedara abajo, pronto ella empezó a recorrer el torso de su amado con caricias y besos que le provocaban pequeñas cosquillas a su novio, cuando llego los boxers de este, los arrebato de un solo tirón haciendo que quedara al descubierto en gran miembro de Hiro. Gogo lujuriosamente comenzó a torturar a su novio, primero lamiéndolo, luego dándole suaves mordiscos en la punta y al final dándole algo de trabajo oral, Hiro gemía sin control arrugando las sabanas con sus puños cerrados

–Gogo, oh... Go-go –, Gemía Hiro mientras Gogo lo hacía elevarse al paraíso, cuando por fin se vino en medio de un completo éxtasis tomo a Gogo y la empujo otra vez hacia la cama, Hiro retiro la última prenda que tenía Gogo, aquellas pequeñas bragas negras en forma de short, para dejar al descubierto la total desnudez.

-Eres hermosa –dijo Hiro admirando a la pelinegra, su piel blanca y pálida, suave como una perla que cubría las marcadas curvas de su cuerpo junto con aquella cara de ángel que desde la primera vez que la vio lo había capturado, todo eso junto lo estaban volviendo loco. Hiro empezó a trabajar con sus dedos dentro de los pliegues de Gogo, primero uno, luego el segundo.

-Es tu turno de disfrutar –dijo Hiro lujuriosamente hacia su Gogo quién se mordía el labio en un intento de no gritar de placer.

-Hiro, Hiro, oh rayos Hi-hiro- murmuraba Gogo entre gemido y gemido, sintiendo la mano de su novio trabajar dentro de ella, Hiro aumento otro dedo y con esto aumento el éxtasis en Gogo. Finalmente Gogo gritó llegando al éxtasis, pero eso no era suficiente, no para ella. Ella lo necesitaba a él dentro y Hiro lo sabía.

Hiro se posiciono encima de Gogo, la miro a los ojos preguntando en silencio "¿puedo?" ella sonrío en aprobación, así que Hiro tomó la mano de su novia y la entrelazó con la propia y de una estocada entró en ella. Gogo gritó más de dolor que de placer, Hiro no lo sabía pero ella era virgen.

-¿Estas bien? ¿Te hice daño? –preguntó Hiro preocupado

-Estoy bien solo que… duele más de lo que creí –contestó Gogo

-¿Tú… eres virgen? –preguntó Hiro

-Obvio que lo soy… era, ¡no estamos aquí para hablar de mi virginidad! –gritó Gogo moviendo la cadera en señal de que quería más, Hiro no se hizo esperar y volvió penetrarla, provocando otro gritó pero ahora más de placer que dolor.

De forma lenta Hiro empezó a tomar ritmo, primero lento y suave haciendo todo torturadoramente duradero y placentero, luego un poco más rápido haciendo que los gemidos se coordinarán como si se tratarán de una melodía y al final rápido cayendo en los bajos instintos del placer y la lujuria que solo Gogo podía provocar en él.

Gogo lo disfrutaba, al principio con una punzada de dolor que se desvanecía con cada nueva estocada, luego al ir aumentando el ritmo el dolor quedo en otro plano casi inexistente lo único que existía eran ella y Hiro en una danza coordinada de placer.

-Hi-Hiro, no pares, por favor no te de-detengas –pedía Gogo entre gemidos.

-Gogo, oh por to-todos los cielos… Go-go –decía Hiro moviéndose más rápido cada vez, ambos sabían que pronto culminarían, enviciados por el placer gritaban cada uno el nombre de su amante.

Finalmente en un gemido/grito ambos llegaron al orgasmo, el primero de muchos que tendrían juntos. Hiro se deslizo a un lado para recostarse en la cama y Gogo se recostó a su lado envuelta entre las sabanas, ambos jadeando pesadamente se miraron a los ojos y se dieron un pequeño beso en los labios.

-Feliz cumpleaños Hiro –le dijo Gogo a su amado acariciando su cabello con dulzura.

-El mejor de todos –respondió Hiro atrayéndola más cerca de él para abrazarla, al final ambos se quedaron profundamente dormidos, Gogo sobre el pecho de Hiro y el pelinegro con ella entre sus brazos, aunque muy temprano por la mañana, antes de que la tía Cass despertará, Gogo tuvo que dejar la casa aunque no sin antes prometerle a su novio otra sesión pronto.


Mi estar rojita. ¡Rayos! Fue increíblemente fácil escribirlo (creo que soy más pervertida de lo que creía), la verdad no se que tan seguido subiré capitulo en este fic ya que tengo otro también en curso trataré de subir con regularidad ok, dejen sus reviews si porfaaaaa realmente quiero saber que les pareció. Nos leemos luego bye.