Bueno…

Este fic le pertenece a una amiga, yo solo me di a la tarea de subirla (no pongo su nombre porque le da pena xD) en si la idea fue mia, pero ella la desarrollo.

En fin…

Pasen y lean.

~~~ Naruto, su historia y personajes son propiedad de Masashi Kishimoto~~~ este fic solo esta creado para fines pervertidos xDDDDDDDDDD

LA PERVERSIÓN DEL UZUMAKI

La nieve caía lentamente como una cortina blanca sobre las calles de Konoha, todas las personas disfrutaban de la aldea disfrutaban su pequeño día de descanso; más allá de las ruidosas calles del centro, se encontraba la mansión Hyuga de donde se podían escuchar las risas de un par de niños que eran mimados por un ya no tan serio Hiashi.

-Hiashi-sama, el almuerzo está servido- Interrumpió uno de los sirvientes del clan.

-En un momento vamos- Le hizo una señal al hombre para que se retirara y levantándose de donde se encontraba camino hasta donde estaba Himawari y la cargo entre sus brazos –Tienen que comer-

-Pero abuelito, yo quiero seguir jugando- Se quejo Boruto haciendo un puchero.

-Sus padres se molestaran si no se alimentan correctamente-

-Onii-chan, vamos, yo tengo hambre-

-hmp, está bien- Contesto apenado al sentir que su estomago rugía –Abuelito ¿A dónde fueron mamá y el viejo?-

El líder de los Hyuga rodo los ojos con molestia, odiaba escuchar como su nieto se refería a su padre, porque, aunque Hiashi no apreciara "demasiado" al Uzumaki, sentía respeto por él.

-Están ocupados, tienen algunas cosas que hacer, pero por la tarde vendrán por ustedes-

-El viejo quiere que mamá sea solo para él- Un nuevo puchero aun más fuerte apareció en el rostro del primogénito Uzumaki, el pequeño rubio amaba demasiado a su madre, y, Naruto al pasar poco tiempo con ellos a causa de su trabajo, su hijo pensaba que no lo queria lo suficiente, y solo se preocupaba por Hinata.

-No… Naruto-kun….- La peliazul temblaba ante las carias de su esposo, el cual solo se dedicaba a recorrer su cuerpo con su boca.

-Hinata… no te resistas- Le contesto burlonamente al sentir como su mujer arrugaba con sus manos la cobija bajo ella.

-Te… Tenemos que…-

-No… ha pasado mucho tiempo-

-No Naru… ¡Ahh si!- Gimió fuertemente al sentir la boca de Naruto lamer su muslo derecho.

-Je, estás más sensible de lo normal, Hinata-chan-

Ese día, Naruto y Hinata habían encargado a sus hijos con Hiashi, ya que, tenían que buscar en el almacén algunos pergaminos que Minato había recolectado en su juventud, y, algunos de ellos contenían información que explicaban en mayor detalle cómo funcionaban los jutsus de espacio y tiempo, que iban a ser de utilidad para el nuevo escuadrón de reconocimiento que se había creado un par de años después de la cuarta guerra ninja.

Pero, al empezar a buscarlo, un pequeño contratiempo los separo de su "misión".

Quince minutos antes:

-La abuela Tsunade me dijo que aquí deberían de estar- Se quejo el rubio con molestia, tenían casi tres horas de estar buscando los pergaminos, pero no encontraban rastro alguno de ellos, además de que el almacén era enorme y tenía muchas cajas, estantes, pequeños compartimientos, tres bóvedas y uno que otro espacio oculto -¿Dónde metió papá los pergaminos?-

-Naruto-kun, aun hay más cajas por revisar, no te desesperes-

-Esto es demasiado aburrido, debí de haber aceptado la ayuda de Konohamaru- Se volvió a quejar pero esta vez con mayor molestia- Jamás los encontraremos-

-Buscare arriba-

La peliazul jalo una péquela escalera y subió hasta estar a la altura del estante más alto.

-Ten cuidado-

-¡Kiaaaaaaaah!-

-¡Hinata! ¿Qué…?-

Al rubio casi se le sale el corazón al escuchar el grito de su esposa, pero al ver que nada malo había ocurrido, la ayudo a bajar de la escalera.

-Ese frasco estaba roto, todo el liquido cayó sobre mi- Dijo mientras trataba de quitarse los restos de la sustancia viscosa.

-Es extracto de…- Las palabras quedaron atoradas en la garganta del rubio al ver como la blusa de su esposa se transparentaba hasta el grado de poder ver sus pechos.

-Hi... Hi… Hinata-chan… ¿No traes sostén?- Balbuceó mientras un hilillo de sangre salía por su nariz.

-¡No veas!-

Naruto trago fuerte al ver como la tela de la delgada blusa de Hinata se pegaba a su cuerpo acentuando los blancos pechos de la Hyuga, que, a vista de Naruto se veían absolutamente deliciosos.

-Na... Naruto-kun- Hinata retrocedió unos cuantos pasos hacia atrás al ver el rostro de su esposo oscurecerse de deseo.

-¿Cuánto tiempo ha pasado?- Pregunto acercándose a ella, como si fuera de una presa se tratase.

-Naruto-kun… debemos encontrar esos pergaminos-

-Sera solo un rato- Le dijo antes de pegarla contra la pared –Una hora bastara-

-Na… ¡Naruto-kun!-

De regreso al tiempo actual.

-Hinata-chan, no te resistas más-

La peliazul trataba de reprimir sus gemidos ante el enorme placer que sentía por la carias de Naruto, y no es que no quisiera estar con su esposo, pero pensó que era más importante encontrar los pergaminos que aplacar sus más bajas pasiones; tres semanas habían pasado desde la última vez, la cual, en palabras de la Hyuga, había sido espectacular. Ambos disfrutaban del sexo, hacía mucho tiempo que ella había perdido la vergüenza al tener sexo, pero, en ocasiones ese sentimiento de "timidez" resurgía en ella.

-¡Por los dioses! ¡Hinata-chan me matas cuando te pones así!-

Y para la suerte de la Hyuga, Naruto se ponía demasiado "caliente" cuando entraba en ese modo.

-Esto me estorba- De manera casi instantánea el rubio le quito la blusa mandándola a volar a otro lado.

-¡Naruto-kun! ¡Debemos seguir buscando los pergaminos!- Le regaño alzando un poco la voz.

-¡Al demonio con eso, ahora solo quiero pasar un buen rato con "MI" esposa!-

-¡Pero…!-

Naruto no le dio tiempo de volver a protestar al apoderarse de sus labios.

-Ahg- Un gemido pequeño dejo salir la Hyuga al sentir como las callosas manos del rubio viajaban por sus muslos, le encantaba esa sensación, amaba como Naruto la acariciaba con ternura pero a la vez con posesión y pasión desmedida, parecía como si desde la primera vez que se habían dado su primer beso su amor no se redujera ni un poco, al contrario, ambos parecían amarse aun más.

No supo cuando habían acabado en el suelo, ella arriba de él, y, a pesar de eso sus besos se hicieron más intensos hasta el punto donde ambos se quedaron sin aire en los pulmones; se separaron un momento para recuperar el aliento y seguir con lo suyo, pero Naruto no quería perder tiempo y comenzó a tocar los pechos desnudos de su mujer.

-Ahh, no así- Hinata trato de controlar sus gemidos, pero la forma en que el rubio la tocaba era demasiado provocativa, y antes de que su esposo se "emocionara" más se levanto y se sento a lado de él.

-Je- Sonrió bravuconamente al ocurrírsele una idea -Kage Bunshin no Jutsu-

Hinata abrió los ojos con sorpresa al ver que su querido y pervertido esposo había convocado a dos clones.

-¿Qué…Qué piensas hacer? Naruto-kun-

-Es algo que tenía planeado hace mucho tiempo, te va a agradar… MUCHO-

-¡No! Ni lo pienses, es demasiado vergonzoso-

-Cambiaras de opinión-

Uno de sus clones se acerco a ella y lentamente le retiro el pantalón, dejándola solo en pantis, pero, al sentir sus piernas desnudas las junto para evitar lo que venía a continuación.

-Hinata-chan, no te niegues, tus pezones están duros y tu respiración es muy caliente- Le dijo con su voz cargada de erotismo.

Hinata sintió un leve escalofrió en su vientre al ver la mirada pervertida de los tres Narutos.

El rubio original la jalo del brazo hasta hacer que ella se sentara en su regazo.

-Si en verdad no quieres ¿Por qué tiemblas y gimes?- Le pregunto al oído al mismo tiempo que estrujaba sus pechos.

-¡Hiiii!- Hinata ya no podía articular palabra alguna, su mente era una mezcla de perversión y vergüenza, pero, lo deseaba y mucho.

El rubio original se entretenía tocando indecentemente los pechos de su mujer mientras su boca se entretenía lamiendo y mordiendo su cuello.

-Oh vamos por aquí- Dijo el clon numero uno al empezar a besar los muslos de la pelinegra.

-Falto yo- Dijo la segunda copia.

-¡Noo…!- Trato de negarse inútilmente al ver que el clon numero dos tocaba su rostro y se acercaba peligrosamente a sus labios.

El clon en turno toco sus labios antes de besarlos… eran suaves y carnosos, pero lo que los hacían irresistibles esa ese color rosa brillante que tenían.

-Eres tan hermosa, y solo mía- Dijo con prepotencia el clon antes de besarla.

Hinata sintió que en ese momento su cuerpo estaba hecho solamente de hormonas sexuales… estaba caliente y en toda ella recorrían descargas electicas y escalofríos por el frio contacto del piso bajo ella más el calor apabullante de los tres Narutos.

-Ahhh umm- Gimió sonoramente en medio del beso al sentir la lengua del primer Naruto al apoderarse de su vagina.

-Te dije que te gustaría… Hinata-chan- Le susurro el original al dejar por un segundo su cuello.

El primer clon aprovecho el descuido de la peliazul y bajo hasta sus pechos.

-No ya no…-

Aunque rogara la Hyuga no podía impedir las acciones pervertidas de su esposo.

El clon se llevo un pecho a su boca y comenzó a morder lentamente, por su parte el original no paraba de sonreír, por supuesto que no, estaba cumpliendo una de sus más salvajes fantasías.

¿Y cómo no pensarlo y/u hacerlo? Si tenía a una hermosa y bella mujer como esposa a la cual quería complacer en todo y dejarla totalmente satisfecha, hacerla adicta a él y que en su mente no hubiera otro hombre en el que pensara como amante, solamente en él… bien, lo aceptaba era un estúpido posesivo incluso se atrevía a decir que era mucho más que Sasuke.

Hinata no paraba de gemir y pegar pequeños gritos de placer, su vagina, sus pechos y su cuello estaban siendo torturados de la forma más deliciosa posible.

Al ver que la peliazul empezaba a temblar aun más y a un ritmo inconstante, el clon numero dos mordió con más fuerza sus pechos, turnándose entre ellos cada cierto tiempo; el primer clon entendió la indirecta y aumento el ritmo con el que lamia la entrada húmeda de la mujer.

-No… yo… ahh ¡Naruto-kun!- Grito al momento de llegar al orgasmo.

-Ya estás lista- Susurró el clon número uno al ver que la vagina de Hinata pedía que Naruto entrara en ella.

Los dos clones se apartaron y desaparecieron, dejando vía libre al original.

-Hinata-chan ¿Qué es lo que quieres?- Le pregunto el original al acostarla con cuidado sobre el suelo.

-Yo… Naruto-kun… no… es tarde-

-¿Estás segura?- La sonrisa del rubio paso de ser divertida y pervertida a ser arrogante y lujuriosa.

-¡No bromes Naruto-kun!-

-Hinata-chan, yo no bromeo, solo quiero satisfacer a mi esposa-

Hinata miro a un lado tratando de esconder su sonrojo, ¿A quién engañaba? Claro que quería seguir, pero Naruto estaba siendo demasiado pervertido.

-Naruto-kun yo…-

-Dime, te escucho-

-Quiero… te quiero dentro-

-Je… como pidas-

Rápidamente el rubio se quito la ropa y la arrojo a donde no pudiera estorbarle, con relativa delicadeza abriolas piernas de Hinata y entro lentamente en ella, tratando de dar el mayor placer posible.

-Ahhhgggg ¡Sí!-

Música para los oídos de Naruto, amaba que ella rogara por él, porque era el único momento en que él se permitía ser arrogante

-Estás tan estrecha- Gimió guturalmente al salir de ella con un poco de esfuerzo.

Aunque hubiera tenido dos hijos, la estrechez de Hinata seguía siendo la misma, algunas mujeres del clan le habían explicado que las féminas de los Hyuga al tener una elasticidad mayor a las demás mujeres, cuando tenían hijos, esta característica les permitía recuperarse rápidamente de sus embarazos y regresar a su tamaño original.

-¿Cómo pudo pasar tanto tiempo?- Se quejo el rubio al entrar más rápidamente en ella.

-Naruto-kun… no tan rápido…-

- Kage Bunshin no Jutsu- Un clon salió en medio de una nube de humo lo que sorprendió a la Hyuga, pero, al mismo tiempo la excito aun más.

-Has lo tuyo- Le ordeno Naruto a su copia sin perder su sonrisa de medio lado.

El clon se hinco al lado derecho de la Hyuga y comenzó a besar cada rincón de su vientre hasta llegar a sus pechos, mientras el original no dejaba de embestirla con fuerza.

-AAhh ¡Naruto-kun!- Hinata sintió que pronto llegaría a su segundo orgasmo, pero el rubio no lo permitiría así que bajo el ritmo de sus embestidas.

-No… - Se quejo al ver la renuencia de su marido.

-¿No? ¿No qué?-

-Naruto-kun… yo…- Su cuerpo volvió a vibrar al sentir como el clon de su esposo mordía con fuerza su pezón derecho. –Ahh- Llevo su mano a la boca para reprimir un poco sus gemidos, pero era inútil.

-¿Te dolió?- Le pregunto el clon.

-No…-

-Je…- Los dos sonrieron al ver como la peliazul se sonrojaba aun más.

-Ahh si… más ¡Por favor más!- Rogo al sentir como el clon lamia el pezón antes mordido, la saliva de la copia le arrancaba gemidos enormes, el calor de su lengua le provocaba grandes escalofríos, y quería experimentar aun más esa sensación.

Naruto aumento el ritmo de sus caderas, estaba a punto de venirse, pero no lo haría antes de que su esposa llegara antes que él, no, su orgullo de hombre no se lo permitiría.

-Ammm ahhh Naruto-kun… si más fuerte-

Sin poder seguir manteniendo la concentración el clon desapareció, pero esa acción la aprovecho para jalar a su mujer hasta sentarla en su regazo.

-Hinata, muévete- Le ordeno mientras el entraba y salia con más furia dentro de ella.

La Hyuga al sentirse inmersa en el placer, lo abrazo por el cuello y acatando las ordenes de su marido comenzó a moverse siguiendo el ritmo de él.

-Ah Hinata ya no puedo más-

-Naruto, adentro no, estoy en mis días peli…-

-No me importa, quiero una familia grande-

-Pero…-

Inútil fue la petición de Hinata al sentir como la última embestida la subía directamente al cielo.

-Ahhhh ummm ¡Naruto!-

Una embestida más por parte del rubio hizo que ´terminara dentro de ella.

Los ojos de Hinata se abrieron hasta el punto que un par de lágrimas salieron de ellos.

-Oh sí… eso fue demasiado bueno-

-Naruto-kun, eres un tonto-

-Je, admite que te gusto-

La peliazul se sonrojo y miro al suelo para tratar de ocultarlo.

-Ah Hinata, eres la mejor-

El rubio con cuidado se recargo sobre el estante que estaba detrás de él, pero sin esperarlo una bolsa cayó sobre su cabeza.

-¡Eso dolió!- Se quejo al tomar la bolsa y tratar de arrojarla a un lado.

-Naruto-kun, ¿No son libros?-

El rubio alzo una ceja a modo de interrógate; abrió la bolsa y saco tres libros ligeros de ella.

-¡Son los que contienen la explicación de los jutsus! ¡La abuela Tsunade dijo que eran pergaminos y no libros!-

-Bueno, pero ya los encontramos-

Una nueva idea se formo en la pervertida mente del Hokage.

-Hinata-chan ¿Por qué no aprovechamos el tiempo en algo "productivo"?

-¡NARUTO-KUN! ¡ERES UN PERVERTIDO SIN CONTROL!-

….

¿CONTINUARA?...

Jajajajaja ok mátenme xDD

Bueno a mi amiga pervertida xDDD

No sé si habrá otro capítulo, así que lo dejo como incompleto, y si se anima a hacer otro lo subo tan pronto me lo pase.

Si tienen alguna sugerencia, déjenla y se la comunico a mi amiga.