Disclaimer: Percy Jackson no me pertenece.

Esto es una secuela de "Valiente" aunque puede leerse independientemente, se entiende mejor si has leído ese.

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Never alone again

Nico odiaba las recaídas.

Después de que las cosas con Gea acabarán, decidió escuchar el consejo de Will y empezar a ver más allá de sus propias ideas preconcebidas. Dejo que la gente se acercará y le hablara, solo frunciéndole el ceño cuando notaba que iban a hacer un comentario malicioso; curiosamente eso no pasó demasiado. Conoció a personas que en realidad parecían no importarle su linaje y querían conocerlo a él; Cecil, Lou, Will, y como olvidar al persistente Jason.

Jason más que nadie, había estado allí. Tenía que admitir para sí que la razón por la que dejo que se acercará un poco más que los demás era porque demostró ser buena persona, sin contar que luego de todos los malos ratos que le hizo pasar cuando dudaba de su aparente bondad, se lo merecía. De sus cuatro mejores amigos en el campamento Mestizo-que aún no podía creer que tuviera-él siempre fue el más preocupado, atento y vigilante; incluso llegó cuando tuvo una pesadilla con el tártaro y lo llevo más allá de las nubes para que olvidará todo-aunque se seguía preguntando como es que llegó tan rápido-.

Poco a poco, dejo de ser tan huraño y solitario; claro, no es como si se la viviera abrazando a todo el mundo y haciendo como si todo fuera felicidad, pero al menos la gente no se asustaba al verle.

Por supuesto, él no estuvo tanto tiempo en las sombras como para poder librarse totalmente de ellas.

Las pesadillas seguían, los temores persistían, y las cicatrices quedaban. En ese momento, casi podía sentir que el pasado regresaba a él.

No podía asegurar como fue que paso, quizás sencillamente no era un buen día para su humor. No obstante, antes de salir de la cabaña el reflexiono; sobre su hermana, Percy, como fue su vida antes de que la gigantomaquia terminara.

Los sentimientos negativos regresaron a él, como serpientes que con seguridad se cernía sobre su presa. ¿Por qué es que tenía amigos? ¿Por qué es que Reyna y Hazel, querían protegerlo tanto? Más allá de ser hijo de Hades, de pertenecer a otro tiempo, ¿qué es lo que tenía de bueno? ¿Por qué, que metió tanta la pata y lastimo a otros-como por semanas actuó como si esperaba que Hazel se volviera Bianca, el enojo contra Jason, la desconfía que tuvo con Will y Lou-tenía interés en él?

El aun podía sentir dentro de él el enojo, el rencor, todo lo que había tratado de olvidar más seguía allí. Su hermana prefirió tener su propia vida, lo que significaba tener que abandonarle y aun así acepto; Percy no fue solo que no lo quisiera de la forma en que lo hacía él, realmente lo dejo olvidado al punto que tuvo que disculparse por eso; los insultos de su padre, tal y como cualquier cosa dicha por el progenitor a un niño, eran frases cosidas en su alma. Enojo, tristeza, desesperanza y más estaban dentro de él; estaba roto, y no encontraba la forma de repararlo.

No se consideraba emo o depresivo, ni siquiera en ese momento; sin embargo la verdad venía a explotarle en la cara: él podía fingir que todo estaba bien, tener gente a su alrededor; mas no cambiaba la realidad de lo que realmente era él.

Después de eso, decidió quedarse en su cabaña.

Will le había dejado comida al frente y le dio un discurso sobre su salud-era una especie de mamá gallina, la verdad-, Lou despotrico contra él y fue necesario sacar esqueletos para que se fuera-lo lamentaba por su amiga, no obstante no tenía ganas de que con magia derribara la puerta-, Cecil echo chistes malos hasta que se rindió hacia poco rato.

Creyó que ese sería el fin de la armada de amigos preocupados. Se olvidaba de uno.

— ¿Nico? ¿Estás allí? —cuando oyó esa voz, se preguntó cómo olvido a su mejor amigo-el que destacaba entre ellos-.

En parte era debido al hecho de que supuestamente había ido a Nueva York para hablar sobre la estructura de unos templos, y dado que Jason era de los que prefería salir de eso de una vez y Annabeth era meticulosa, juraba que le tomaría todo el día. Al ver por la ventana, notó que efectivamente ya estaba anocheciendo.

— Vete, Jason—fue su respuesta, que era más o menos la misma que le dio a todo el que había venido antes.

Claro, sabía perfectamente que el chico era horriblemente terco-esa fue la misma razón por la que eran amigos en vez de perder la paciencia en el Argo II- por lo cual necesitaría más que eso.

Lo oyó resoplar del otro lado—Por favor Nico, Will me llamó preocupado; no necesitamos decirle a Hazel y a Reyna que vengan para acá.

Sin poder evitarlo, trago en seco; ellas dos eran prácticamente sus hermanas, estaba seguro que con un mensaje iris las dos llegarían en Arión y Guido en poco tiempo. Ya podía imaginarse a Hazel suplicando por abrirle la puerta o a Reyna rompiendo la misma-la verdad, dudaba que cosa cediera antes; si él o sus bisagras-.

De todas formas, no iba a ser tan fácil. Se limitó a suspirar.

— Jason, solo quiero pasar un tiempo a solas, ¿es tan difícil de entender?

— Nadie dice que no puedas estar solo, pero no has salido de allí ni para comer—podía oír la irritabilidad en su voz. Hizo una mueca, dudoso, ¿sería que Will lo obligo a venir? ¿Solo estaba allí por qué le habían obligado? Un recuerdo amargo se asomó por su cabeza; la vez que Jason trato de persuadirlo de que dijera la verdad, cuando le llamó cobarde, había estado enojado con él porque no entendía, ¿Qué iba a entender? Tenía amigos, una novia genial, todos le veían como si fuera una estrella; el jamás entendería lo que era ser rechazado por tu hermana, insultado por tu padre, dejado de lado por la persona de la que estabas enamorada— Por favor Nico, déjame comprender.

Esa fue la gota que colmó el vaso.

Con la furia bullendo dentro de él, salió de la cama y abrió la puerta ante un muy sorprendido Jason.

— Ese es el maldito problema, tu no entiendes—le recrimino. Jason se veía confundido, probablemente porque hace tiempo no veía a Nico de esa forma: tan enojado, con rabia. Nico hubiera querido desear que esa parte se fuera de él, pero las cosas no desaparecían con solo ignorarlas; y al hacerlo a veces simplemente te explotaban en la cara, o en la de las personas que más querías— Tu eres un niño bonito, el hijo de Júpiter, tu nunca te has tenido que preocupar porque no te aceptaran, porque alguien te trate mal. Tú no tienes idea de lo que es estar roto.

Literalmente, Nico pudo ver el golpe que recibió Jason. Primero fue incredulidad, luego fue una mueca de dolor y finalmente, decepción; le veía como si le hubiera roto el corazón. El hijo de Hades dudo un momento, casi olvidándose de su propio estado de ánimo; no tenía idea de lo que había dicho, pero nunca antes vio a Jason tan lastimado, y era su culpa.

Se quedaron así unos momentos, el griego manteniendo su temple aunque faltándole poco para dudar, mientras el romano le veía como si le hubiera atravesado el pecho con su espada.

— ¿Y si no lo fuera? —susurro, tan bajo que de no ser por el silencio entre ellos no lo hubiera oído. El chico tenía la mirada en el suelo— ¿Y si todo este tiempo fue una fachada por qué estoy tan roto como tú?

En esta ocasión, Nico dejo que su aspecto enojado decayera para ser él el que no entendía. De no ser su amigo, alguien en quién confiaba, hubiera creído que simplemente estaba mintiendo; porque no había forma que un chico que lo tenía todo se sintiera así. Pero él conocía a Jason, al menos lo suficiente para saber que era demasiado honesto; sin contar que nunca lo había visto tan dolido.

— ¿A qué te refieres? —pregunto, sin poder evitarlo.

Aunque no lo pensará, esto era muestra de los avances que el propio Nico había hecho-aunque este no lo notará-de haber sido el mismo chico oscuro de antes, hubiera sido demasiado egoísta y desconfiado como para pensar en el dolor de otros. No obstante, él había aprendido que a pesar de todo, apegarse a las personas no siempre era algo malo, y lo mismo preocuparse por ellas; incluso para olvidar su propio sufrimiento.

— ¿Puedo pasar? —interrogó nuevamente el pontífice, a lo que el hijo de Hades se movió para que pudiera entrar. Con un poco de melancolía, suspiro; una parte de sí mismo deseaba que le hubiera cerrado la puerta en la cara.

Jason no pensó que era de esta manera que le confesaría sus problemas.

En parte sabía que él mismo se lo buscó; conocía a Nico, era su amigo desde hace meses, había tenido tiempo de sobra para decirle que él no estaba bien. Incluso pudo haberlo hecho en el mismo barco, lo que hubiera acelerado su confianza mucho más. Solo había un percance.

Y es que tenía miedo.

Nunca antes había tocado esos temas con nadie, jamás dejo que nadie entreviera entre sus grietas y notará que bajo el chico que todos querían como líder, había heridas que nunca sanaron.

Heridas como su propia madre le abandono, creyendo por mucho tiempo que Thalia igualmente lo había hecho ¿cómo podría confiar en alguien cuando su propia madre le dejo? ¿Cuánto esta le mintió y renunció a él? Incluso cuando supo que su hermana nunca quiso dejarlo, eso no quitaba el hecho de que la mujer que más tenía que haberlo querido eligió el culpar a otros en lugar de luchar por su hijo.

Cumplía órdenes, no faltaba a sus promesas y mientras no se tratará de sí mismo, era sincero; ¿y por qué? Porque no quería fallarle a nadie como le fallaron a él.

Durante toda su vida, espero que hubiera alguien que en vez de verle como el hijo del rey de los dioses, esperando que fuera su líder y los guiara, quisiera conocerlo a él; pensando que era posible que se abriera con esa persona. Nadie en la legión pareció interesarse, la mayoría solo esperaba órdenes y que no le frieran; no importará lo agradable que se portará.

La desconfianza siguió creciendo dentro de él. Así como la envidia.

El veía a los demás, ellos sonreían, confiaban, hacían amigos; mientras él se quedaba en su pedestal dorado observando, totalmente solo. ¿Por qué no era capaz de eso? ¿Qué era lo que le impedía tener eso con alguien? ¿Qué nadie veía más allá de él? ¿Qué nunca veía a alguien a quién confiar? ¿Acaso simplemente, era su destino estar solo?

Por mucho tiempo, él lo aguanto; incluso cuando estuvo sin sus memorias no fue capaz de ser él mismo. Leo bromas aparte, siempre veía como si empujando demasiado en él creyera que lo electrocutaría; incluso Piper que sabía que nunca le lastimaría, parecía que por mucho tiempo solo veía esa aura brillante que le rodeaba, como si no se pudiera despegar el ser Jason Grace que ser el hijo de Júpiter; simplemente como si no pudiera aspirar a ser más que eso.

Entonces conoció a Nico, el verdadero y no el chico terrorífico.

Vio sus memorias, sus sentimientos, y por fin luego de todos estos años encontró a alguien que sabía lo que era estar roto. En su momento, significo todo para él; quiso estar cerca de él, ayudarle, le defendió con su novia y mejor amigo aunque este hasta ese momento solo le había rechazado.

Porque todos esos años, él había estado solo, pensando que nadie más podía saber lo que era sentir que algo dentro de ti no sanaba. Entonces conoció a alguien que sabía lo que era, y por una vez sintió que tenía a alguien más.

Por eso fue insistente sobre ser su amigo, sobre ayudarle y que dejará ver detrás de todo ese dolor. No fue un camino fácil, pero poco a poco vio a Nico mejor; ya no era tan solitario ni malhumorado, ya no te gritaba en la cara y hasta lo había visto reír por algo tan simple como un chiste. Quizás fuera estúpido, más el ver como mejoraba le hizo sentir que él podía hacerlo.

El problema, es que era demasiado cobarde.

Ya lo había visto en di Angelo, el primer paso era reconocer que había problema. De acuerdo, se tardó su tiempo-por no decir que en ningún momento durante la guerra, por obvio que fuera, jamás lo reconoció-sin embargo ya lo había aceptado, en lugar de pensar en ello en el fondo de su mente sin decir para sí mismo "estoy mal". El segundo paso era decírselo a alguien, y en ese…estaba a punto de darlo.

De acuerdo, pudo haber escogido un mejor momento; uno donde Nico no estuviera enojado y si no le dio una patada fue probablemente porque estaba demasiado ocupado por la sorpresa. No pudo evitar mostrarse dolido, porque de todas las personas, espero más que nadie de que él entendiera lo que era ocultarse tras apariencias.

Por otro lado, no podía culparlo; jamás le dijo sus problemas, su amabilidad no parecía menos genuina que con la falsa-por incongruente que sonara-en todo caso si le decía la verdad, tendría suerte si Nico no se sentía herido por haberle mentido durante meses; y lo entendería, porque era su culpa el ser un cobarde.

Se sentó en su cama-luego de las veces que habían ido a la cabina del otro, Jason ya ni le sorprendía encontrar a Nico en la azotea-con un poco de pesades; aunque fueran cercanos incluso normalmente preguntaba, sin embargo en este momento no es como si tuviera cabeza para modales.

— ¿Sabes cómo fui a parar al campamento Júpiter? —pregunto con voz de queda. Nico había cerrado la puerta, mas permaneció de pie y lo observaba; el notaba como aunque hablaba miraba a otro lado, muy lejos de esa cabaña.

Sin pensar demasiado en eso, el semidiós asintió— Si, estabas en la casa del lobo y tu madre te dejo allí; después vino Lupa, te enlisto y terminaste en el ejército romano.

Jason sonrió en ese momento, no obstante Nico sabía que había algo mal con esa sonrisa; esta era una rota, tan rota como la luz languideciente en sus ojos, y por primera vez fue que medito que todo este tiempo hubo algo sobre ese chico de lo que se perdió.

— Si, eso es la versión de Thalia y la lógica que se sacó cuando supieron quién era, aunque técnicamente es la verdad—Jason agradeció que ni Annabeth ni Piper dijeran nada sobre lo sucedido con su madre en la casa de Odiseo, aunque tenía sus dudas sobre cuantas conclusiones sacaran de allí. Dejando el momento en que lo admitió ante una turba de zombies, nunca había tocado ese tema; ni siquiera consideraba válido cuando hablo un poco con Piper, ¿con tantos problemas, y le dice solo la punta del iceberg? Se justificó en su momento, creyendo que no era tiempo para ponerse psicológico; más en su interior sabía que no había querido hablarlo con alguien que pensará no entendería— Pero yo recuerdo lo que paso, yo recuerdo como mi madre me abrazo y me dijo…me dijo que volvería por mí. Estuve horas llorando, llamando a ella y a Thalia. Nunca llegaron.

Nico tragó en seco, algo sorprendida. Él sabía que Jason recordaba un poco de esa época-no entendía como porque era tan joven, pero sabía que lo hacía—no es que el recordará mucho de su propia madre, sin embargo sabía que esta se había rehusado a dejarlos a él y a su hermana. Mientras ella protesto con Hades aún bajo amenaza de muerte por estar con ellos, se negó a dejarlos; y la mamá de Jason tuvo la misma opción.

Solo que ella tomo un camino diferente.

— Nunca olvide esa promesa, ¿sabes? —la mirada del romano seguía distante; con algo de pena que ahora que reflexionaba, siempre estuvo presente en el rubio, ¿Cómo no lo había notado hasta ahora? — Yo era solo un niño, pero estaba seguro que ella me abandono; ni siquiera me pare a pensar que quizás le paso algo, porque estaba seguro por su expresión que ella lo hizo adrede. Todo lo que soy, todo lo que he sido y lo que seré…ha girado en torno a eso.

El griego ya empezaba a ver hacia donde iba todo esto. Él sabía lo que una promesa rota podía hacer; Percy rompió su promesa y apenas se estaba recuperando de eso luego de cuatro años; Jason, ¿Por cuánto tiempo había guardado todo eso? ¿No podía ser la primera persona que lo escuchaba cierto? Él tendría que haber tenido algún amigo, alguien a quién decírselo, alguna persona.

Así como Jason había sido el que saco a Nico de sus tinieblas, el debió de tener a alguien que lo hiciera por él, ¿cierto?

— En la legión, Lupa me presentó como hijo de Júpiter, yo recuerdo como me sentía como me sentí abrumado al ver que todos se inclinaron ante mí, como si fuera alguna clase de príncipe—siguió su relato, absteniéndose de los pensamientos del otro chico— No se lo he dicho a nadie, pero hice de todo para alterar mi futuro; me uní a la peor cohorte, me hice amigo de las personas con mala reputación, tome toda misión que nadie quiso. Pero nada altero mi destino.

» Incluso los pretores me trataran como un miembro de la realeza, incluso muchos me tuvieron miedo, como si pensaran que yo los iba a freír por irrespetarme—se rió un poco, mas era una risa hueca y desolada. Nico conocía lo suficiente a Jason para saber que nunca en su vida lanzaría un rayo a alguien-también es que le costaba lanzarlos, sin embargo no era solo por eso-¿en la legión no deberían saber eso? — Creo que Leo pensaba lo mismo. Todos los que me conocieron, incluso Piper; parecían que lo único que veían era al hijo de Júpiter, como tú dijiste, al chico de oro.

El líder de la cabina de Hades se encogió un poco, como si alguien le hubiera dado un golpe en la cabeza. Él ya le había llamado así, en concreto dos veces; la primera vez no contaba, apenas había conocido a Jason y juraba que solo lo hacía porque el chico era estúpidamente noble; la segunda, oh vamos, ¡no podían tomarle en serio! Estaba enfadado, nunca pensaba con claridad cuando se molestaba, aunque apenas se estaba enterando de esto, él ya sabía que Jason era más que el hijo de Júpiter.

Un hijo de Júpiter nunca se hubiera molestado con estar ahí para él, no habría tenido que preocuparse por un estúpido hijo del inframundo teniendo todo; no le habría llevado haca más allá de las nubes con el propósito de hacer que olvidará sus pesadillas.

Ahora caía en cuenta, que al verlo ya no se trataba del pretor romano; sino de una persona, alguien en el que creía lo suficiente como para oírlo en lugar de haber hecho que se marchara.

"La verdad, hubiera sido útil darme cuenta antes de que le llamara como más le dolía" pensó para sí, siguiendo de todas formas lo que seguía diciendo su amigo.

— Después, te conocí—sobresalto un poco cuando este volteó a verle a él, con una ligera sonrisa nostálgica—todas las personas que conocí, los que veía…parecían estar enteros, nunca supe de nadie que estuviera roto o que por lo menos lo admitiera conmigo; yo me había vuelto una persona envidiosa sin querer admitirlo, porque todo lo que yo quería era poder curar mis heridas, alguien que me viera por quién era, y nunca obtuve eso. No creí que nadie que no supiera lo que era estar mal, tener tales heridas, supiera lo que se sentía.

» Admito que esa fue la razón por la que insistí tanto en que fuéramos amigos en un principio, y entiendo si te molesta que fuera tan egoísta—Nico sabía que rara vez Jason le había mentido, y había estado lo suficiente en situaciones cruciales como para saber cuándo le mentían. Sospechaba que el rubio nunca había sido más sincero en toda su vida— Pero yo nunca me había encontrado con alguien como yo, solo podía pensar en que si tu sanabas, quizás yo pudiera hacerlo.

» Sé que tendría que haberte dicho; quizás no en el barco, sin embargo sí en algún punto y no porque localizaste mi punto de quiebre— Nico volvió a tragar duro, nunca había visto que él-o en sí, ningún hombre-admitiera que habían tocado la fibra sensible— No te culpo si estas molesto conmigo, por nunca haber sido sincero en todo este tiempo, aunque yo me hubiera enterado de tus propios problemas y ser tan hipócrita como para decirte que salieras de las sombras cuando yo no me atrevía a salir de la idea del chico perfecto. Es solo que tenía tanto miedo…más sabemos que eso no me justifica, aunque sintiera que no podía confiar porque mi madre traiciono mi confianza; no quita el hecho de que tú me diste la tuya y lo justo hubiera sido el que confiara en ti como para decírtelo. Yo soy un cobarde, y entiendo si me odias por eso.

Muchas emociones pasaron por el sistema del griego, uno de esos era el hecho de que de no haber estado tan sorprendido, se hubiera golpeado así mismo.

Se había portado como un idiota, ¿no había utilizado todos ese tiempo el pretexto de que por ser hijo de Hades, nadie iba a quererlo? Pues era cierto lo que Jason había dicho, por ser hijo de Júpiter nadie se tomó la molestia de pensar en él como algo más que eso; ni siquiera él lo hizo y creyó que todo este tiempo era un chico con la vida fácil. En cierta, forma, la tuvo más difícil.

Sí, él se había sentido solo y se había aislado, por miedo al rechazo; sin embargo tuvo una linda infancia con una madre amorosa y una hermana que le quería, incluso algunas veces su padre les había visitado y recientemente le dijo que estaba orgulloso de él. ¿Jason que había obtenido? Una madre alcohólica que decidió abandonarle, un padre demasiado "ocupado" como para siquiera mandarle una señal, y una hermana que para cuando pudo volver a verla tenía que mantener su distancia por ser un chico.

Si el paso los últimos cuatro años de su vida con desconfianza y despesperación, ¿Cómo había podido su amigo aguantar tanto? Le había confesado que toda su vida había estado solo, sin poder creer en la gente y con unas heridas que aun luego de una década seguían allí. ¿Cómo había podido aguantar tanto tiempo?

Y ahí es cuando caía en cuenta, no lo había hecho. Como había dicho, él estaba roto por dentro; con envidia y tal miedo que apenas le había podido decirle, aunque fue la primera persona con la que se sintió comprendida y por la que decidió arriesgarse aunque se hubiera comportado como un imbécil-que recientemente, se había vuelto a portar-.

Fue tan egoísta durante todo este tiempo que apenas se había tomado la molestia en ver por Jason; en los últimos meses lo comenzó a ver como un amigo, dejando de lado la idea de que era un hijo del rey de los dioses, mas nunca pensó en el hecho de que él también podía tener heridas, cosas que no sanaron y seguían sangrando dentro de él. Ahora se dejaba al descubierto, dejando ver todo lo que había tenido que pasar; aunque no le hubiera podido reprochar si deseaba no volver a hablarle porque le juzgo sin conocerlo como todo el mundo había hecho.

Y otra cosa que también notó, es que no solo quería reconfortar a Jason porque se sentía culpable, es que le dolía verlo así. Habían sido amigos desde hacía tiempo, Jason le había apoyado en las buenas y en las malas y nunca se rindió; la idea de por primera vez verlo tan dolido, tan roto…le hacía hervir la sangre queriendo encontrar a su madre para gritarle que no tenía derecho a haberle alejado, a todo el mundo a juzgarlo, y así mismo por no haberse dado cuenta hasta que le hizo daño.

Jason era su mejor amigo, la primera persona que estaba a su lado; y en definitiva no pensaba abandonarlo ahora que lo sabía.

Sabía que podía haber hecho muchas cosas en ese momento, cosas que se suponían eran lo correcto; decir unas palabras de disculpa, un abrazo, algo que indicara que lamentaba lo que hizo.

Pero como él seguía siendo él, inició con un golpe en la nuca.

— ¡Au! —se quejó el romano, que con el golpe había salido un poco de esa nube de melancolía para despertarse, viendo como el que le golpeo se sentaba a su lado.

— Eso fue por no decirme antes, juraría que llevamos suficiente tiempo juntos para que me hubieras dicho sin tener que gritarte en la cara—Nico suspiro mientras se acomodaba; admitía que no fue su mejor idea para empezar, mas Jason sabía suficiente de él como para saber que es como él hacía las cosas.

El mismo le miro unos momentos, dudoso; de acuerdo, le había golpeado, pero de haber estado realmente molesto le hubiera gritado que saliera de su habitación quizás con una escolta de esqueletos y el comentario de "no te me acerques de nuevo en esta vida". Y él estaba a su lado no solo sin un comentario de reproche a la vista, sino totalmente calmado.

— Tu… ¿no estas enfadado?

El hijo de Hades resoplo— Insisto, no me conoces lo suficiente—protesto, aunque otra cosa que Jason sabía es que era su típico comentario de tapadera por no gustarle hablar de lo que sentía— En todo caso estoy molesto conmigo, cuando nos conocimos te grite que todo el mundo me juzgaba y lo único que hice fue hacer lo mismo contigo. Lo que me sorprende más es que no me hayas mandado a la mierda.

Nico paso una mano por su cabello; tártaro, en serio no era su idea, no había empezado bien y el hecho de que se sintiera tan culpable no hacía que mejorara. Pero no podía dejar las cosas así, Jason se merecía más que eso; merecía una disculpa.

— Mira…lo siento, de verdad—dijo con sinceridad, dejando que Jason viera que sí que se sentía culpable— me comporte como un bastardo egoísta; sí, me molesta que no me dijeras antes, pero por cómo me he portado tampoco es que te culpo por no haberlo hecho. Estaba tan ensimismado en mí mismo que nunca note que tú también tenías tus problemas.

Agarro su mano; quería que se notara que le apoyaba sin importar que, el contacto físico no era lo suyo y se sentía raro hacer eso, sin embargo era lo de menos. A pesar de todo había acudido a él, le había dicho como se sentía; y esto se trataba de que su amigo se sintiera mejor, tenía que empezar a pensar en otros.

— No hiciste todo bien, tienes razón en que todo sería más fácil si me lo hubieras dicho antes; y tampoco justifica el hecho de que fueras envidioso y desconfiado—prosiguió; él ya tenía experiencia en esas cosas y algo que ayudaba a mejorar, era aceptar no solo lo sucedido, sino tú error en ello— Pero dado como están las cosas, tampoco te culpo.

Jason no había podido decir nada, de hecho veía completamente congelado a Nico. Sabía que su mejor amigo no era muy bueno con los sentimientos, ya le costaba mucho los suyos como para venir encima con un discurso como este, de la misma forma conocía que no le gustaba tocar a las personas; y aun así estaba agarrando su mano, tratando de que viera que estaba allí para ver, y no tratándole como si fuera un pobrecito ni nada por el estilo, diciéndole sus verdades a la cara y siendo honesto…porque quería estar allí para él, incluso sino era bueno en ello quería que supiera que le apoyaba.

Y eso significaba más para él de lo que las palabras pudieran expresar.

— Yo…soy un desastre, ¿lo sabes, verdad? Todo lo que paso este día comenzó por eso, porque no es que yo esté bien y tenga derecho a recriminarte algo—continuo, con la mirada en él; siendo tan seria e intensa como sus palabras— No es que sea el mejor ejemplo, pero he estado mejorando poco a poco; y aunque admito que tu caso es aún más serio que él mío, creo que tú también puedes mejorar. Podemos avanzar, juntos.

Jason sintió muchas cosas en ese momento, alegría, alivio, el sentimiento de que por primera vez en su vida, no estaba solo. Por años, había tenido miedo de admitir su dolor, pensando que nadie lo comprendería; hasta que encontró a Nico y vio que también estaba solo, y por su propia cobardía no se atrevió a decirle todo el dolor que guardaba dentro de su pecho. Y ahora por fin, después de tomar el riesgo tenía la certeza de que mientras tuviera al hijo de Hades, nunca volvería a estar solo.

Quiso abrazar a Nico para que supiera lo importante que era para él, pero sabía que eso no le iba mucho; así que se le limito a sonreír.

— Si, juntos—repitió, apretando un poco más el agarre en sus manos.

Luego de lo que habían pasado, ninguno de los dos tenía ganas de ver a alguien; por lo cual Jason agarro un poco de comida para ambos-más para Nico que para sí mismo, todavía no olvidaba el hecho de que no había comido en todo el día-queriendo volver el peso del día algo más ligero; Jason le conto algunas anécdotas de cuando vivía con su madre y de la legión, Nico también le dijo un poco de cómo había sido su infancia, revelando que al final del día ninguno tenía un pasado tan malo.

Había sido un día bastante intenso, muy emocional para el gusto de ambos; por lo cual antes de que alguno lo notará ambos habían caído dormidos en la cama del mestizo, con Nico buscando calor mientras Jason lo apretaba contra sí mismo.

Los dos habían pasado en la oscuridad, ocultándose detrás de las máscaras y aparentando que las cosas no eran como fueron. Pero al estar juntos, teniendo el uno al otro; sabían que no estarían solos nunca más.

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Awww no fue perfecto, pero me no me disgusto como quedo.

Nuevamente, lo inicie en otro momento y no lo hice corrido. También si soy honesta, parte de lo de este capítulo no fue solamente con mis propias teorías de Jason, también fue por el hecho de que me veo reflejada en él.

Perdón si por eso lo hice parecer muy Ooc pero creo que la verdad, nunca fue muy sincero con sus emociones; él dijo que en el centro de lo que fue, lo que él era, giraba en torno al hecho de la promesa rota de su madre. Por como lo hizo sonar, el nunca logró recuperarse de eso; siempre sentía que era muy distante con todos menos Nico, y ahora veo el porqué.

Honestamente, creo que la mayoría de ellos necesita un psicólogo, sin ofender. Rick es un magnifico escritor, de hecho es mi escritor favorito; pero no puede ser posible que algunos quedaran con cicatrices tan grandes y apenas hablen de ello. La madre de Hazel el trato mal por años; Leo toda la saga se sintió solo; Percy fue abusado por Gabe en muchas formas. Eso deja secuelas graves que no desaparecen porque sí.

Pero, por el momento me limitare a Jason.

Otra cosa que quiero aclara es que yo trato de hacer un romance creíble y real; no creo que Rick sea bueno en el romance, y la verdad pocas veces son las que algo me convence, el hecho de ser de padres divorciados no me ha ayudado. Por lo mismo, yo busco hacer algo real, que se sienta; es por eso que Nico se comportó como un imbécil al juzgarlo en vez de que al pasar los meses se diera cuenta, me parece real el hecho de que no lo notara, así como el que ambos estén rotos y mutuamente, puedan curarse.

Bueno, gracias por leer, se despide;

Lira.