Buscando el perdón

Los personajes no me pertenecen, son obra de Masashi Kishimoto.

Uzumaki Naruto, el chico rubio de ojos azules de apenas 17 años de edad, siempre alegre, divertido, y protector, siempre al pendiente de la única mujer qué le había robado suspiros desde niño.
Era hijo de Namikaze Minato y Namikaze Kushina dos empresarios exitosos y socios de la empresa Hyuga, la más importante empresa de innovación electrónica en Japón.
Ambas familias, trabajaban juntas desde hacía 10 años y los hijos de ellos habían crecido juntos, siendo amigos desde pequeños hasta volverse novios en su adolescencia.

Para Hiashi Hyuga no había mejor partido en el mundo para su hija Hinata, qué Naruto, el chico siempre fue bien recibido en la familia, incluso la noticia de una próxima boda se escuchaba.
No había mayor felicidad qué la que ambos jóvenes le regalaban a sus padres al estar juntos.

Este es el prólogo de una tragedia…

-Toneri, escuché que Hinata y Naruto se casaran para la siguiente primavera…no piensas hacer nada al respecto? Creí que sentías algo por esa chica…-dijo con una sonrisa el chico de lentes.

-Kabuto, cierra la boca, todo está resuelto, Hinata Hyuga es lo que necesito para mantener mi liderazgo en el mercado. Teniéndola a ella, tengo poder sobre la empresa de su padre, y no dejaré que el idiota de Naruto me la quite…haaa y para que estés enterado, esa chica no me atrae en lo más mínimo!

-entonces, qué harás para quedarte con ella? Incluso su padre aprueba su relación y futuro matrimonio…

-es sencillo, lo único que hay que hacer es… hacerles ver, quien es Uzumaki Naruto en verdad…cómo está involucrado en ciertos negocios ilícitos y que Hinata lo desprecie

-qué ella lo desprecie?

-ya verás Kabuto…

Desde niños iban juntos al mismo lugar, un sitio del cual se enamoraron, la paz qué aquel paisaje transmitía, les hacía sentir seguros. Caminaron de la mano hasta llegar a la colina, donde un frondoso árbol los esperaba, como cada primavera…

-éste viejo roble es taaaaaan feo jajaja, pero…da buena sombra…

-no digas eso Naruto, es después de todo…"nuestro árbol"

-asi es Hinata…

-Naruto…hasme una promesa…

-una promesa?...cual?

-que, no importa lo que pase, vendremos aquí, cada año…en estas fechas, para pasar tiempo juntos bajo nuestro viejo roble!

-dices cosas raras! Pero está bien Hinata, lo prometo…

Varios días habían pasado ya desde ésa vez y las cosas no podían estar mejor entre ellos…Naruto amaba con el alma a Hinata, tanto, que no importaba si el mundo se acababa en ese instante…mientras estuvieran juntos todo estaba bien.

Pero una tormentosa noche de julio, las cosas cambiarían…

-Heeeey Narutoooo!

-Sasuke! Hola chicos cómo están?

-bien aunque algo raros de saber que te casas…-decía Uchiha Sasuke

-si, se siente extraño, digo, son tan jóvenes!...comentaba Nara Shikamaru, ambos mejores amigos del rubio

-jejeje vamos chicos, sé que somos jóvenes pero, mientras más rápido unamos ambas compañías mejor para las dos familias, además, no me molesta casarme, saben cuánto la amo!-dijo con una gran sonrisa

-bueno, si no hay más remedio!

-oye idiota, queríamos invitarte a una fiesta, en unos meses dejaras de ir a ellas y no sería malo que te divirtieras un poco antes de amarrarte

-fiesta? Mmm y donde será eso?

-pues no lo conocemos muy bien pero será con ése chico pálido…mmm Otsusuki Toneri

-Toneri?, el serio? No pensé que fuera a los que les gustan las fiestas…

-ya sabemos pero insistió en que fuéramos, dice que será la fiesta del siglo hay que ver..

-bien, entonces hoy en la noche….pasen por mi quieren?

-es cierto aun eres un nene jajajajaja

-cállate Sasuke, en unos meses cumplo los 18

-si, ya podrás ir a prisión jajajajaja

-ja ja ja ja…Shikamaru!

-bueno nos vemos ésta noche…

Pasadas unas horas, los tres chicos se encontraban en aquella singular fiesta, era todo una locura, alcohol en cada rincón, chicas medio desnudas paseándose por toda la mansión.

-ammm esto es una locura chicos…chicos? Dónde están?

-Uzumaki Naruto, bienvenido!

-m? tú eres?

-Toneri, el anfitrión claro

-valla fiesta he?

-si, pensé que estarías acostumbrado a éste tipo de cosas

-pues no, de hecho no, yo soy bastante tranquilo

-ho ya veo…(maldito kabuto me mintió) si éste ambiente no te agrada puedes acompañarme a un lugar mas tranquilo, tus amigos están ahí ya

-de verdad? –dijo incrédulo el rubio, y dejándose guiar por Toneri llegó hasta una habitación…y lo siguiente que supo fue qué se encontraba en casa de Hinata, abrió los ojos y vio a su novia tumbada en la cama junto a él, por un segundo no creyó en lo que veía, pero, por desgracia, era verdad, la joven se encontraba desmayada, desnuda y llena de moretones, la sangre en la cama, entre sus piernas y su rostro lo dejó en shok.

Su cuerpo comenzó a temblar sin control y el pánico lo inundó

-Hi-Hinata?...HINATAAAAAAA!

La sujetó entre sus brazos saliendo del shok para entrar en la total desesperación, no había notado que él también se encontraba desnudo, la llamaba, la movía presionándola contra su pecho, pero simplemente la chica estaba inconciente, aquellos desgarradores gritos fueron escuchados por Neji, el hermano mayor de Hinata, entró sin permiso a la habitación, todo era extraño, Naruto a ésas horas de la mañana en el cuarto de Hinata y gritando?

Al entrar se encontró con la escena más horrible de su vida, detrás de Neji, entró Hiashi, ambos con una expresión de horror corrieron hasta la cama, Hiashi envolvió a su hija con una sábana y salió con ella en brazos, corriendo sin detenerse, mientras tanto Neji se abalanzó sobre el perturbado rubio y le propinó tremenda golpiza, Naruto al estar en ese estado no pudo ni defenderse, lo único que repetía entre golpes era el nombre de Hinata.

Una semana más tarde, Hinata seguía en el hospital, había sufrido una contusión, dos costillas rotas, hematomas en el 80% de su cuerpo, la habían atado por el cuello, dejando marcas en él, y lo peor, habían encontrado semen dentro de ella qué, según los análisis pertenecía a su novio, al igual que el rastro de uñas en sus heridas.

Una llamada anónima había dado pista a la policía de qué, en su apartamento se encontraban paquetes de droga, cosa que efectivamente fue encontrada por los uniformados, sacando 90 kilos de una droga, 50 de otra, parecía todo un laboratorio.

Naruto permanecía detenido…Kushina y Minato qué creían ciegamente en su hijo, lo defendían a muerte ante todos, desde prensa, hasta sus familiares y amigos, pero nadie les creía salvo unos pocos, por su parte Hiashi Hyuga, no se quedó con la manos atadas y con todo el poder qué poseía se dedicó a hacer "justicia" para su hija y, arremetió contra el chico con todo.

Los meses pasaron mientras el joven moría de soledad y tristeza, con el corazón roto…

-Papá…mamá…yo…yo no lo hice, lo juro! –decía entre lágrimas el joven detrás del cristal

-Hijo, lo sabemos y no vamos a permitir que Hiashi te encierre, estamos haciendo todo lo que está en nuestras manos -Minato se encontraba devastado pero trataba de ser fuerte pues sabía que su hijo sufría, pero más sufría su madre a un lado suyo.

-mi niño…cómo?... cómo pueden hacerte esto?... Hiashi…es un completo idiota…está ciego! –derramando un mar de dolorosas lágrimas.

-mamá no llores por favor…

-papá…Hinata…como está ella? –sin importar nada, el chico la amaba y más qué por él estaba preocupado por ella.

-hijo… ella…ella está bien, se repondrá…pero… -dijo bajando la mirada –Hinata…no quiere verte…por ahora…

-yo…yo jamás…le haría daño…ella es mi vida papá….

-el tiempo de visita acabó.

-Naruto…escúchame, se fuerte, no te rindas, porqué nosotros tampoco lo haremos, ya después, trataremos de areglar las cosas con Hinata y Hiashi bien? –decía Minato tratando de calmar el corazón de su hijo.

-si papá… mamá ya no llores…

Ambos contrataron al mejor abogado qué conocían, Shikaku Nara, el hombre estaba haciendo lo mejor qué podía, pero cuando llegó la hora del juicio y se argumentó todo el caso… Hiashi y sus abogados no mostraron piedad hacia los que fueron sus mejores amigos, el dictamen final, fueron 40 años en prisión, Kushina se desmayó en pleno juicio y Naruto sólo pudo ver con impotencia a su madre en el suelo sujeta de su padre y los ojos llenos de odio de Hiashi y Neji, antes de ser llevado a prisión por aquel crimen que jamás cometió.