Los personajes están sujetos al juego Amour Sucré, le pertenecen a Chinomiko - Beemoov. La historia de mi total propiedad.
Empezar una nueva vida en otra ciudad, en otro país... hay problema... el problema es que no será la última vez.
Mi padre consiguió que me aceptaran en el mejor instituto cerca de mi nuevo hogar… a unas calles de nuestra nueva casa, llamado Sweett Amoris. Ya que mencioné a mi padre les hablare un poco sobre él.
Se llama Ricardo Evans, solíamos querernos mucho, pero poco a poco todo ese cariño fue muriendo. Es abogado, con muchas especialidades, y según puedo notar un abogado muy exitoso, aunque ya saben lo que dicen de los abogados exitosos "Le vendió el alma al Diablo" lo importante para él es la imagen.
Mi madre, Jessica le tocaba soportar muchísimas cosas, no recuerdo muchos momentos felices que logramos tener los tres juntos; a mi mente acuden escasas situaciones donde estábamos riendo los tres, cuando acompañamos a mi padre en sus viajes de trabajo, el poco tiempo que tenía lo dedicaba a nosotras, luego todo cambió, era niña no entendía, no sabía que preguntar... simplemente papá casi no llegaba a la casa, Jessica lloraba... muchas veces intenté abrazarla, para tranquilizarla, pero me rechazaba…
Un día simplemente desperté y ella ya no estaba, papá estaba en casa, me veía sin ningún sentimiento. "Se fué con otro" lo dijo de manera fría. Lloré, sufrí y olvidé... a tan solo 7 años. Desde entonces, nunca más supimos de ella y papá, nunca la buscó.
Pasamos una larga temporada en Madrid, conocí a tantas personas que en realidad me duele dejarlos atrás. Ahí conocí a Víctor Arteaga, en una reunión que hizo papá con sus amigos, es hijo de un socio de mi padre... Razón por la cual le permitió llegar con frecuencia a casa para conversar conmigo.
Era un muchacho agradable. Cabellera oscura, estilo despeinado, ojos café, poseía un perforación en la oreja izquierda que le quedaba bien. Los primeros meses de tratar con él fueron un poco incómodos para mí, era la primera vez que un chico 5 años mayor que yo me cortejaba, tomando en cuenta que yo tenía 17, me hacía sentir una niñita. Con el tiempo fue demostrando mucho, con detalles, salidas al parque, al teatro. Cuando estuve segura de lo que en verdad sentía él por mí y viceversa acepté ser su novia.
Cuando Ricardo me da la noticia que nos iremos a Francia exploté, discutimos tan fuerte que llegó a golpearme, por primera vez. Le dejé en claro a Víctor que no funcionaría... insistió al principio, luego simplemente aceptó la decisión.
Tomamos el avión, vuelo en primera categoría. Los lujos que me venían valiendo una mierda desde pequeña. Nuestra nueva casa era inmensa y a decir verdad era súper estúpido, tanto espacio para 2 personas...
Después de terminar de instalarme, revisé los mensajes de mis antiguos amigos, de Víctor... ninguno. Fui a la cama a intentar descansar para mañana, mi primer día en el instituto.
7:00 AM
-¡Diablos! Me dormí y tengo clases en una hora - inmediatamente me metí a la ducha, dejando que el agua caliente me relajará. Tomé un par de Blue Jeans, unas zapatillas blancas y una blusa roja de tirantes.
- ¿Podrías ser un poquito más responsable por una vez? - Lo dijo leyendo el periódico.
-Me dormí ¿Si?, A cualquiera le pasa… Ya me voy se me hace tarde - Típicas conversaciones matutinas, llenas de amor...
-¿Qué acaso no piensas desayunar?
-No, no tengo hambre - faltaban 10 min para las 8 y yo aquí perdiendo mi tiempo.
-¡Espera!... -Por un momento lo dudó, pero lo dijo - yo también ya me voy, de paso te dejo en el instituto - créanme, no es así todo el tiempo.
Fuimos directo al coche, inmediatamente tomé mi reproductor… me puse los cascos e imagine como sería este día. Finalmente llegamos, el instituto era elegante, 4 pisos de alto, con un arboreto a la vista.
-¿Qué, también quieres que te vaya a dejar a tu aula o qué?
-No hace falta, me voy.
Caminaba por los pasillos y algunos me veían con curiosidad. ¡oh claro! ¿haber entrado a mediados del semestre tendrá mucho que ver? En fin… Fui a la sala de delegados para saber mi horario ya que no tenía idea de cuál era. Abrí la puerta.
-Hola buenos días, necesito saber mi nuevo horario. - Le lancé la pregunta al joven rubio que había encontrado en la habitación.
-Buenos días, ¡Mucho gusto! Mi nombre es Nathaniel & soy el delegado principal, ¿En qué puedo ayudarte? - cabello rubio, ojos miel, alto y simpático, parece haber sido tallado por ángeles.
-Me llamo Lynn Evans, mi padre se encargó del papeleo y olvidó darme el horario y el pensum.
-Tranquila, dame un segundo ya te los traigo -Fue hacia un escritorio & empezó a revisar unas carpetas hasta que volvió a mí con una sonrisa.
-Al parecer tendremos algunas clases juntos, será un placer estudiar contigo - inmediatamente un leve sonrojo vino a mis mejillas.
-¡Muchas gracias! Eres muy amable - Mire que la primera clase era Química, tenía que ir hacia el laboratorio - Ya se me hace tarde tengo que irme
-¿Nos vemos en el almuerzo en la cafetería? - ¿Cómo negarme?
-Por supuesto, ahí nos vemos - Le di un beso en la mejía - Hasta luego Nathaniel
-Nos vemos Lynn fue un placer…
Iba tan distraída leyendo las demás clases del horario, que no estaba prestando atención de mi alrededor, solo sentí el choque con el pecho de un joven… los dos caímos, era pelirrojo con un semblante de enfado, ojos grises pestañas largas, vestimenta algo punk… Jesús, ¿así de buenos estarán todos aquí?
-¿Pero qué carajos te pasa, porque no te fijas por dónde vas? - Pero que chico más imbécil.
-¡Hey! Discúlpame, No me fije… iba muy deprisa - me levanté tomando los papeles torpemente.
-Pues para empezar puedes llegar más temprano ¿no? - hay pero que sarcástico el muchachito, ¡bravo!.
-!Que te importa!- Me las pagaras.
-¡Oh sí! Mucho, bueno como sea enana.
El idiota pelirrojo subió las escaleras a la velocidad de la luz, el mal humor que llevaba se detectaba a kilómetros…. Hice lo mismo, ya que tenía que ir al laboratorio, al entrar el profesor estaba ausente… ¿Tanta maldita suerte? No lo creo, caminé lo más rápido posible hacia un asiento vacío. Mi sorpresa fue, que el idiota pelirrojo estaba ahí.
-¿Te guste tanto que andas persiguiéndome? -Una sonrisa burlona & coqueta de su parte, vaya que cambio de ánimo.
-¡En tus sueños! - si estaba bien bueno, pero admitirlo, JAMAS.
-Déjate de tonterías enana.
-Cállate baboso
-Oblígame, tabla de planchar - !Qué hijo de puta!.
-¿Cómo me dijiste?
Soltó una sonrisa, al igual que me miraba fijamente con esos orbes grises... o sea, ¿soy yo o me está coqueteando? llego el profesor…
-¡Buenos días alumnos!, disculpen el retraso… tenía unos asuntos por resolver, por otro lado quiero darle la bienvenida al instituto a la Señorita Lynn Evans soy el Profesor Farrés, es un placer.
¡Vergüenza! Si… el que todos se me quedasen viendo como un bicho raro… Preferiría que me ignoraran por un instante. La media hora de clase fue aburrida, lo típico del profesor explicando cosas que había impartido en la clase anterior, algunos platicando, los pocos sabelotodo poniendo atención y participando… Yo estaba tan lejos de eso que solo quería que terminara la clase… En eso sentí como una bolita de papel golpeó mi cabeza y cayó en mi regazo.
-¡Auhh! - Exclamé, volteé a ver al pelirrojo… y en efecto, había sido el -¿Qué quieres?
-Mira la hoja niña lenta - Comencé a abrirla y al leer supe que esto estaría bueno para quitarme el aburrimiento.
-Tabla de planchar xd, si así te llame