Hola gente, acá su amigo Anonimol, el cual regresa con otro capitulo del fanifc: Estacion Equestria.
Esta vez he actualizado gracias a los buenos reviews que me han dejado, en serio, no tienen idea de cuan feliz me hace el verlos y leerlos. Ayuda a escribir cada capitulo mas de lo que creen.
Cambiando de tema. Demore un poco mas esta vez, debido a que el capitulo se hizo mas largo de lo que pensé. De todas maneras, acá esta, que lo disfruten.
Decimoquinta Estación: Entrevista.
Seguir a Happy fate por los pasillos se vuelve cada vez más un habito, es extraño sentirse constantemente un extranjero. Un extranjero de otro mundo, pero uno al fin y al cabo.
Supongo que pensar en este tipo de cosas me tranquiliza. Me hace olvidar que voy a hablar hacia un gran público.
"De por si es difícil hablar con una pony sin que me desmaye. No tengo idea que puede hacerme una multitud de ellos a mi mente" Me digo esas palabras en mi mente mientras veo y sigo a la pony de pelaje color crema y melena café con traje de mucama.
Un montón de preguntas imaginarias comenzaron a aparecer frente a mis ojos. Cosas como "como es tu mundo", "tu vida es realmente tan mala", "tu especie es peligrosa". Una y otra vez pasaban por mi cabeza.
"¿Que se supone que responda a ese tipo de cosas?" Comienzo a sentir tensa mi garganta, me detengo un segundo, por un momento pienso en una excusa para no ir hacia la entrevista y luego quedarme en mi habitación.
Sin embargo al detenerme, Happy también lo hace. Me mira con una sutil sonrisa en sus labios, sus ojos claros y marrones me miran como si trataran de quitar mis miedos.
"-Todo saldrá bien, solo tiene que tranquilizarse, ¿vale?-"Aquellas palabras que Happy fate me había dicho antes por estos pasillos cuando me alarme, volvieron a aparecer.
Siento como mi boca se mueve en un ademan de felicidad, con una sonrisa cerrada de oreja a oreja. Al verme Happy fate sigue caminando.
"A lo mejor me estoy preocupando de más" Me digo nuevamente mientras camino más tranquilo hacia la pony.
Seguimos caminando lado a lado por los pasillos. Happy parecía algo emocionada por verme hablar de nuevo, cuando le pregunte el porqué de esto simplemente dijo: "el señor Zero es bastante genial, la última vez que hablo en público su discurso me hizo sentir muy emocionada". Al parecer hablaba de aquella vez que me autonombre Zero en el jardín, aunque no sé qué tenía eso de genial. Además de que no era mucho público dos mucamas y dos guardias emocionalmente muertos. Al final de todo, me dije a mi mismo "simplemente está siendo Happy fate".
Entre más hablábamos más avanzábamos, la charla se volvió agradable en el transcurso del camino. Tanto fue así que no me había dado cuenta que ya habíamos llegado a el lugar.
Nos detuvimos frente a dos puertas cerradas doradas increíblemente grandes, con suma facilidad podían llegar a los siete metros, casi tocaban el techo.
-A veces olvido lo grande que es este castillo- Hable con la mandíbula ligeramente abierta mientras me quedaba anonadado por aquellas imponentes puertas.
-Sí, Yo también, aunque eso lo hace divertido- Hablo la pony a mi lado con su característico tono alto y alegre, cosa que me dejo regreso a la realidad.
- Tu reacción me hace pensar que en tu mundo no habían construcciones iguales pequeño Zero- Al oír aquella voz suave y maternal, tal cual la de un arrullo. No puedo evitar girar en dirección a ella.
-P-Princesa Celestia- Frente a mí la yegua de color blanco, con su característica melena ondulante multicolor, la cual le tapaba un ojo. Celestia me miraba con este mientras una sutil sonrisa yacía en su boca.
-Hola pequeño- Celestia se acercó un poco hacia mí, estando a poco menos de un metro. Teniendo en cuenta lo que había pasado anoche no podía mirarla bien a la cara, no ayudaba el hecho de que fuera la única creatura hasta ahora que llegaba a mi altura.
-Princesa Celestia- Una voz interrumpe el silencio que se estaba formando poco a poco en el pasillo.
Celestia deja de mirarme para fijar su vista hacia la pony mucama que me acompañaba, con un paso suave y lento se aleja de mi para tener a Happy fate más cerca, al tenerla más cerca Celestia baja su cuello para verla cara a cara.
-Gracias por traerlo Happy fate, aun que han llegado algo tarde- Celestia levanta el cuello y mira hacia las enormes puertas cerradas.
-Los reporteros llegaran en unos cuantos minutos será mejor que ya estemos listos-
Segundos después de decir esto, el cuerno de Celestia comienza a brillar. Las grandes puertas se abren de par en par dándonos acceso al siguiente cuarto. Al ver la habitación que había aparecido frente a mis ojos, una sonrisa de oreja a oreja aparece en mi rostro sin que yo me dé cuenta.
Un salón aún más grande que los pasillos en los que me encontraba o que cualquier parte del castillo que allá visto, apareció del otro lado de las puertas. Unos vitrales de fácilmente tres metros se encontraban en ambos lados del salón, son figuras que se me hacían familiares. La luz del sol que los atravesaba iluminaba todo el cuarto con distintos colores, casi como una iglesia. En dirección hacia donde apuntaba la luz, en el suelo. Se encontraba una alfombra roja que recorría desde la puerta en donde yo me encontraba hasta el final del salón, donde al final de este se encontraba una silla extremadamente grande, sin patas que a decir verdad parecía un tipo de cojín con un espaldar de gran tamaño el cual le daba un aire de importancia.
La cara en mi rostro me lo confirmaba, incluso inconscientemente mi cuerpo lo reconoció, este lugar era sin duda alguna.
"¡L-LA SALA DEL TRONO!" Por un momento mi mente olvida a Happy fate y a la mismísima Celestia, ignoro que estas comienzan a caminar y a hablar mientras que mi cuerpo parece seguirlas por reflejo.
Estoy seguro que si alguien me estuviera viendo, pensaría que tengo una sonrisa de imbécil, sin embargo no podía evitarlo, este era un lugar mágico para mí. No es que este lugar lo mostraran mucho en la serie sin embargo, lo había visto tantas veces dentro de mi pantalla que me emocionaba el hecho de pensar que estaba ahí dentro.
Ha decir verdad no tenía ida cuantas veces habría visto este lugar en la intro del show de MLP, siempre lo mostraban al final del mismo. Celestia abría un reporte de la armonía de twilight el cual al abrirlo era una fotografía de ella y sus amigas.
Mi atención se concentra al ver los vitrales que se encontraban en el salón, dejo de seguir a las acompañantes equinas que tenía a mi lado. Para que casi de una manera automática me pusiera frente a los vitrales.
Aquello vitrales eran exactamente los mismo que había visto en la serie. Twilight y el resto de sus amigas se encontraban en muchos de ellos; venciendo a Discord, derrotando a Nightmare Moon, incluso había uno de Spike sonriendo con el corazón de cristal encima de su cabeza.
Aun con mi ataque compulsivo de fanatismo en mi cuerpo. Siento como algo se pone a mi lado. Al girar mi cabeza en dirección a ese algo, veo a la princesa Celestia, la cual me miro con una leve sonrisa y con una ceja levantada, como si estuviera extrañada, seguramente mi cara de idiota que tenía marcada por todas partes tenía algo que ver.
-¿Pasa algo pequeño?-
-S-son los vitrales- Dije con mi voz algo forzada. Trataba lo más que podía no gritar de la emoción.
-¿Qué pasa con ellos?- Celestia miro los vitrales y luego me miro a mi.
Mientras que Celestia me miraba yo seguía mirando cada vitral no pude resistir mas y con una energía casi explosiva que recorria mi cuerpo tomo el cuello de Celestia y la acerco a mi hombro.
-Este esté- Dije con un tono alto y acelerado, mientras señalaba el vitral de las ponies con el espíritu del caos.
- ¡Este fue cuando vencieron a Discord ¿verdad?, Dios ese capítulo fue increíble, Discord estaba a punto de acabar con Twilight y sus amigas cuando! ¡PUM! Magia de la amistad en tu cara amigo- Al cabo de decir esto con una energía y velocidad que enorgullecería a Happy fate. Señalo otro cuadro aun con Celestia a mi lado.
- Oh acá fue cuando La princesa Cadence y Shining Armor derrotaron a la reina Chrysalis- Dije mientras apuntaba a un ventanal con el dibujo de ambos ponies.
- Oh y este cuando Twilight y su- Antes de poder seguir hablando más que un loro, siento como algo me tapa la boca. Cuando me doy que es la pesuña de la princesa Celestia, miro en dirección a ella.
-Creo pequeño que no es el lugar apropiado de hablar sin preocupaciones- Celestia hablo con un tono bajo y aun que conservaba su usual tono amable, esta parecía seria.
Al oír su voz con de aquella manera me di cuenta que es lo que estaba haciendo. Con la mayor rapidez que puedo quito mi brazo del cuello de Celestia y me alejo de ella más rojo que una manzana.
-L-Lo siento princesa no era mi intención propasarme solo que…- No encontraba las palabras para poder disculparme frente a aquella pony maternal que me había acogido. Por un momento había olvidado con quien trataba. Ella una princesa y yo la tome del cuello como si fuera un amigo o alguien de mucha confianza.
-No sabía que el señor Zero conocía a los elementos de la harmonía – Dijo Happy fate la cual aparecía detrás de Celestia. Al verla me di cuenta el por qué Celestia me había callado, ella me pidió el favor de no contar a nadie sobre mi conocimiento de la serie.
-E-Em, bueno, tu sabes…- Nuevamente mi mente se queda en blanco. Creo que me he dado cuenta que soy el peor mentiroso del mundo con lo que se respecta a Happy fate. Antes de que me arruinara la vida a mí mismo, Celestia mira a Happy fate y con una sonrisa comienza a hablar.
-Bueno, oí que Zero tomo unos libros de historia y muchos temas más de la biblioteca de Canterlot, lo más seguro es que haya leído las historias de mi querida Twilight y sus amigas- Al terminar de decir esto Celestia me miro con ojos entrecerrados pero amables.
-¿En serio?- Hablo Happy fate con un tono calmado e inocente.
-P-Pues claro tú sabes, Eso es lo que suelo hacer yo. Leo mucho y bueno emm soy un fanático de la historia por eso estaba tan feliz al ver esto… j-je je je- Una risilla nerviosa es lo último que libera mi insegura boca. Celestia y yo nos quedamos mirando a Happy fate en silencio la cual solo se nos quedó mirando un rato, un silencio incómodo y tenso comenzó a adueñarse del momento.
-Vaya, el señor Zero es muy listo- Una sonrisa era lo que se mostraba en la pony de pelaje color crema que estaba frente a nosotros, sus ojos se cerraron mientras lo hacía como si fuera de una manera desinteresada. Al parecer se lo había creído totalmente.
Si no fuera porque estaba frente a mi juraría que mi quijada se hubiera caído al suelo. Estaba impresionado ¿cómo es que era posible que se creyera ese tipo de mentiras de esta manera? ¿Acaso era tan inocente?, si fuera una persona de mi mundo hubiera jurado que estaba mintiendo y que lo más probable es que sabía que estaba pasando. Pero veía aquel rostro tan feliz y desinteresado que de una manera u otra no podía creer que nos mintiera a la princesa y a mí.
-Bueno Zero, mi pequeña pony. Creo que estamos perdiendo tiempo aquí, será mejor que nos apresuremos- Celestia comenzó a caminar y se fue en dirección al trono, el cual aún se encontraba lejos debido a el tamaño tan descomunal de la habitación. De hecho fue hasta que vi más de cerca y me di cuenta que habían dos guardias al lado del trono, estos eran de color blanco y su melena era azul, similares a los que cuidaban mi habitación, sin embargo estos parecían proteger el trono.
"espero que no nos hayan escuchado, dudo que ellos se crean esta mentira"
Al llegar al trono Celestia se sentó en aquel cojín de gran tamaño que estaba en el mismo. Se nos quedó mirando a Happy y a mí y luego de un rato en silencio ella habla.
-Happy fate, puedes retirarte. Muchos ponies comenzaran a entrar en cualquier momento y creo que no sería muy cómodo para ti estar en esa multitud-
-Como desee princesa- Poco después de decir esto Happy hizo una reverencia y se dirigió a la salida. No sin antes darme un pequeño golpe en la pierna y decirme "suerte Señor Zero". Después de eso se fue mientras sacaba de un bolsillo de su traje aquel reloj de bolsillo que había visto antes.
Al irse Happy. Celestia, los guardias y yo nos quedamos en silencio por un momento. Ella vuelve a romperlo cuando le habla a uno de ellos y le pregunta si los demás guardias estaban listos. Este le respondió afirmativamente con un tono fuerte y cortante. Ha decir verdad me sorprendió el hecho de oírlo hablar, creo que era el primero de esos guardias clones que le había oído la voz.
Al terminar esa corta conversación todo vuelve a la calma otra vez. Al ver que nada pasaba me quedo mirando a Celestia, con una duda en mi cabeza y con varias cosas que le quería decir en el momento.
-Si quieres preguntar algo, dímelo pequeño Zero- Celestia me habla con sus ojos cerrados y con su habitual tono amable, al ver que esta se da cuenta de mis necesidades me sorprendo.
-¿Acaso usted puede leer mi mente princesa?- dije con un tono bajo y extrañado mientras la miraba, al ver mi pregunta esta soltó una ligera risilla.
-Ja, ja, ja, claro que no pequeño. No puedo hacer ese tipo de cosas, menos a un habitante de otro universo, y aun si pudiera hacerlo no me atrevería a invadir tu espacio personal-
-¿En serio?-
-En serio- Dijo la princesa con una sonrisa aun en su rostro.
-Bueno, quisiera saber… ¿por qué estamos haciendo la entrevista aquí?, esta es la sala del trono ¿no es así?, me parece algo extraño-
-Supongo que sí, es normal que en las ciudades de Equestria las entrevistas públicas se hagan en lugares más especializados para ello. Sin embargo, tu eres el invitado dorado y llevas pocos días aquí, aun debes tener algo de privacidad. Pronto llegaran varios ponies a hacerte muchas preguntas. Aun asi, este es el castillo de Canterlot y no muchos ponies llegan acá con facilidad, así que aunque sea una entrevista publica, será un poco más privado. Es para tu comodidad - Celestia hablo de forma mas seria de lo usual mientras estaba explicándome aquel asunto, al terminar de hablar volvió a aparecer otra duda.
-Se que tal vez no debería preguntar pero….¿por que una entrevista tan de repente no podía atrasarla o algo princesa?, tal vez ahora estoy mas calmado, pero cuando Happy me lo dijo hace un par de horas me puse nervioso, muy nervioso en realidad. No estoy acostumbrado a hablar frente a tantas personas….digo, ponies- Cuando termino de hacer mi pregunta Celestia cambia su usual sonrisa, sus labios se pusieron hacia abajo dejando un poco de preocupación en su rostro.
- Ha decir verdad… la entrevista ya estaba lista. El objeto dorado puede avisarme cuando es que alguien acepto la invitación, así que se planeó para unas semanas después, para cuando ya estuvieras más acostumbrado a este mundo…..sin embargo, mi hermana quiso apresurar todo. Al parecer no quería darte tiempo para "pensar en una gran mentira" como dijo ella, es por eso que fue tan repentino, lo lamento-
Al oir la mención de la hermana de la princesa, una sensación molesta y llena de rencor aparece en mi pecho, no olvidaba lo de aquella noche y al ver que esta ya tenía algo contra mi incluso antes de mi llegada, solo aumentaba este rencor.
-Ya veo…- Me quedo callado por un momento, miro al suelo evitando la mirada de Celestia, a decir verdad no quería más problemas con luna.
Un aire tenso se formó en la atmosfera, quería decir algo con respecto a lo que había pasado anoche, quería pedir respuestas. Pero simplemente no podía, no quería seguir con eso, solo quería ignorar el hecho de que una parte de este mundo me quería fuera de él.
-Sé que quieres decir algo más mi pequeño- Cuando oigo la voz de Celestia me sorprendo ¿realmente no leía mi mente? Porque a decir verdad lo parecía. Ignorando eso, no quitaba el hecho de que tenía razón en lo que dijo.
- Yo…- Miro a los ponies guardias que se encontraban a ambos lados frente a mi entre Celestia y mi persona. Si hablara mal de su princesa, solo les dará razones para detestarme también.
-No tienes que preocuparte por mis guardias personales. Confió en ellos tanto como en mi antigua alumna twilight, puedes hablar sin miedo. Así que por favor, habla pequeño- Veo a Celestia por un momento, miro sus ojos. Recuerdo entonces que cuando llegue a este mundo por primera vez, casi como si estuviera agonizando, lo primero que vi fue la figura de Celestia. En ese momento me pareció una especie de ángel y es que puedo decir sin dudas que ella ha sido tan amable conmigo que no hay algo que me haga dudar de ella dentro de mi corazón.
-¿Por qué…? , ¿Por qué Luna me odia?, anoche cuando la vi, estaba emocionado por conocerla, la princesa de la noche, hermana de Celestia la cual ha sido tan amable conmigo, seguro podre ser su amigo, fue lo que pensé esa noche. Desde el momento que ella aprecio…parecía que simplemente viera a un monstruo frente a ella- Agache mi cabeza con resignación al recordar la mirada que tuvo conmigo aquella noche. Es cierto, estaba enojado con luna por su rencor injustificado. Pero en realidad era más tristeza por ser despreciado de esa manera que ira a lo que sentía en mi pecho.
-¿Acaso lo soy?, ¿acaso me equivoque y llegue a un lugar que no pertenecía?- Miro mis pies, apretó los puños y mis dientes. El no saber porque pasaba esto solo me llenaba de impotencia.
-Claro que no lo eres- Al oír una voz tan amable y tan delicada. Me hizo mirar al frente, Celestia solo me veía con una sonrisa cerrada en su cara, con unos ojos que expresaban lastima y comprensión por mí.
-Mi hermana… Ha sido una pony que ha sufrido mucho mi pequeño Zero- Celestia giro sus ojos hacia el suelo.
-Yo soy causante en parte de ese sufrimiento pues nunca me di la tarea de comprenderla. Ella fue una pony tan solitaria, solo busca el amor de sus súbditos, de su gente. Lo que hace no es por odio a ti, es porque quiere protegerlos de lo que ella cree que es peligroso- Celestia volvió a mirarme después de decir esto sin embargo ya no tenía una sonrisa en su rostro.
-Por favor, trata de entenderla. No la desprecies o la ignores pues eso solo empeorara las cosas-
-Pero…- Mientras miro a Celestia recuerdo el cómo Luna me había tratado la noche anterior. Su cara llena de desprecio hacia mí no podía entenderlo.
-¿Por qué? ¿Por qué ella cree que yo soy peligroso?, no lo entiendo- Cuando pregunto esto, Celestia abre sutilmente los ojos como si se sorprendiera. Algo que es casi imperceptible pues vuelve a su calma con gran rapidez.
- Equestria… ha tenido muchos enemigos en el pasado. Unos incluso fueron amigos con los que creíamos que podíamos contar pero que al final del día, terminaron haciendo daño a ponies inocentes. Luna teme que resultes ser uno de ellos pues lo que ella más busca es el amor de sus ponies no su dolor- Al terminar de oír sus palabras Celestia cierra sus ojos con fuerza como si le doliera el solo pensar en ese tema.
Lo que Celestia dijo se quedó retumbando en mi cabeza como el eco de una voz en las cavernas de un bosque. Me quedo quieto durante unos segundos pensando en aquellas palabras, tal vez solo he incomprendido a luna, tal vez ella no fue la única que malentendió la situación anoche. Después de todo, yo también actué de manera impulsiva.
Miro a Celestia, ella aún tiene sus ojos cerrados, pero parecía estar más tranquila, como si estuviera meditando lo que dijo. No puedo evitar querer preguntar algo más sobre el asunto pero antes de si quiera hablar, escucho un estruendo detrás de mí. Celestia abre los ojos al momento, yo por otra parte miro detrás de mi espalda. Comienzo a ver como alrededor de unos seis o siete guardias entran de manera fuerte y desenfrenada al salón, seguido de ellos otro grupo más grande de por lo menos unos sesenta ponies que aparece los siguen.
-Supongo que nuestro tiempo para hablar se acabó pequeño- Fue lo que dijo Celestia mientras la muchedumbre de ponies se acercaba a nosotros.
A cada paso que oía que se acercaban sentía como mi corazón se aceleraban. Ha decir verdad imaginaba una cantidad un poco más grande de ponies aun así, eso no quitaba el hecho de que era un público al que le tenía que dar respuestas. Subo la mano hacia mi cuello, tomo el colmillo de jabalí que colgaba de él y lo aprieto con fuerza.
"padre, madre donde quieran que estén, denme fuerzas"
Los ponies por fin llegan al trono, los guardias se pusieron entre los periodistas y yo, como si fueran algún tipo de barrera.
Los entrevistadores, antes de que si quiera pudiera verlos, sacan reflectores bastantes grandes y de apariencia antigua de los cuales había visto solo en películas muy viejas en mi mundo.
Antes de poder distinguir a todos los ponies que me rodeaban y decir un nervioso hola. Veo como uno de estos reflectores brilla con gran intensidad por unos segundos, lo cual me deja cegado temporalmente. Antes de si quiera poder ver, otro par de flashs me vuelven a cegar.
Cierro mis ojos y me aparto un poco de los ponies en un intento de recuperar mi visión pero antes de que pudiera hacerlo, una multitud de voces comienzan a aparecer de la nada, no puedo lograr entender ninguna palabra de lo que decían. No podía verlos y apenas podía oír mis pensamientos debido al ruido que generaban.
-U-Uno a la vez- Fue lo que dije mientras ponía una mano delante de mi cara para que los flashs no me dejaran ciego. Al parecer parecía que no pudieron oírme a causa de su propio ruido pues no se detenían.
-¡Mis queridos ponies, por favor, si hablan todos a la misma vez nuestro invitado no podrá responder sus preguntas!- Al instante en el que se oye la voz de Celestia, todo queda en silencio. Los ataques de luz se detuvieron por un momento, dejando que pudiera recuperar mi vista.
-G-gracias princesa- Dije mientras giraba y la veía en su trono, esta solo asintió con su cabeza.
- ¡Invitado dorado, invitado dorado!- Oigo una voz femenina frente a mí, me cuesta un poco ver de dónde venía por tantos ponies que tenía en frente, sin embargo de entre ellos, una pata roja sobresalía casi en el fondo. Esta se adelantó hasta llegar a la primera fila.
Era una pony de pelaje y cuerno rojos pálidos, casi rosas, su melena era de color negro y sus ojos de color naranja. Esta vestía un traje de secretaria o eso era lo que me parecía a mí.
Ella hace brillar su cuerno, el cual tenía una aura naranja, pronto de su traje sale un pequeño bloc de notas amarillo junto a un lápiz.
-Pecil Curious de Filly Delphia, Trabajo para el diario Equestria Today. Tengo una pregunta que hacerle, ¿qué opina sobre Equestria hasta ahora? - La pony se quedó mirándome mientras hacía levitar aquella libreta.
Pocos segundos después de dicha pregunta, todos los ponies de diversos colores, se quedaron mirándome en silencio, esperando la respuesta a dicha pregunta. El ver tantos ojos posándose sobre mí, hizo que me sintiera incómodo. Sentí como mi garganta se cerraba evitando que pudiera hablar.
-¿Dije algo malo?- Al ver como los ojos y boca de la pony se acomodaban en una expresión de preocupación, hace que espabilara.
-N-No, para nada. Ha decir verdad, me gusta este lugar, es realmente tranquilo. No sé cómo será el resto de Equestria por que no he salido del castillo, pero hasta ahora me agrada este lugar…- Al terminar esto último veo como la pony está anotando lo que había mencionado.
"Bueno, en realidad conozco bastante de este mundo"
-Otra cosa, ¿cuál es su nombre, invitado dorado?- Una sensación eléctrica paso por mi espalda al escuchar esta pregunta. Este era mi "debut".
-Bueno, supongo que ese sería Zero, Zero de la tierra- De inmediato, todos los ponies a excepción de los que tenían cámaras y reflectores, comenzaron a tomar nota en sus propias libretas.
Mientras todos los ponies anotaban. Me doy cuenta que uno de ellos comienza a volar, un Pegaso con un sombrero café oscuro para ser más precisos. Se eleva entre la multitud mientras alzaba su pata.
-¿Pasa algo emm…?-
-Gray Paper, vengo de Cloudsdale- Dijo el pony con una voz genérica, ni aguda ni grave.
-¿Que sucede Señor Paper?- Hable un poco fuerte para que lograra oírme. El miro su libreta y luego alzo levemente su pata
-¿Cuándo se refiere a "de la tierra"?, ¿se refiere a su mundo?- Los ponies giraron sus ojos hacia mí de nuevo, me miraron en silencio y comenzaron a preparar sus lápices y plumas.
-Bueno…. ¿Sí?- Antes de si quiera dar un respiro, todos los ponies en silencio comenzaron a hablar una vez más, haciendo preguntas que no entendía.
"Otra vez…" Miro a los ponies que preguntaban un sinfín de cosas acerca del tema. Ya sabía que uno de los primeros temas que hablaría acá seria sobre mi mundo. La última vez que alguien me pregunto sobre él, las cosas no salieron para nada bien. Pero esta vez sería diferente, esta vez estaba más preparado.
-¡Por favor, Por favor!, ¡Si no hacen silencio y me hablan de uno a uno, no podre responderles!- Dije mientras levantaba ambos brazos los más alto que podía. Al ver dicha acción los ponies volvieron a guardar silencio.
-Bueno, vamos a ver…- Mire a la multitud de ponies y luego señale al primero que vi. Una pony de tierra de pelaje rosado y melena bastante larga de color rojo vino tinto. La cual llevaba lentes tan redondos y grandes como uno par de platos redondos.
-¡Tu! ¿Qué quieres saber sobre mi mundo? – Al momento de señalarla esta pareció sorprenderse, intento sacar su libreta lo más rápido que pudo, sin embargo debido a esto, su libreta se terminó cayendo al suelo.
-¡E-EH!…- Al ver lo que pasaba, esta intento tomar la liberta del suelo y aun que pareció lograrlo, cuando se levantó. Esta parecía ya no tener sus enormes anteojos en su cara, dejando sus ojos violetas al descubierto.
"Debes estar bromeando…" Pensé mientras me daba un facepalm en mi mente.
-Y-yo pues, e-eem…- Pronto todos los ponies a su alrededor comenzaron a mirarla, lo que pareció ponerla aún más nerviosa. Me quedo impresionado al ver que la pony no parecía moverse más, su cuerpo parecía una roca y sus ojos iban de lado a lado como si estuviera rogando por ayuda.
"Creo que debería hacer algo" Intento levantar la voz, para que los ponies fijen su atención hacia mí. Sin embargo alguien más parece tomar la iniciativa.
-Disculpe a mi aprendiz, invitado dorado- Una voz masculina, grave y rasposa rompió el silencio incomodo que comenzaba a invadir a el salón.
Mis ojos y los de los demás ponies se giran en dirección a la voz que se había escuchado, esta parecía encontrarse a unos cuantos ponies atrás de la que le dio el ataque de pánico. Al moverse los ponies que se encontraban allí dejaron ver al que había roto el silencio.
-Book Bright es una excelente investigadora y periodista, pero cuando es el centro de atención, simplemente termina haciendo alguna que otra tontería- Un pony de pelaje amarillo mostaza y melena gris, bastante corta pero aun conservando su estilo equino, comienza a caminar entre los demás ponies.
Este se acerca a la pony rosada y le pone su pata en su cabeza. Lo cual parece sacarla del pánico en el que se encontraba. Esta miro al pony en cuestión y mientras que demora en reconocerlo por su falta de anteojos, este los levante del suelo y se los coloca a la pony.
-¿M-Maestro?, y-yo…- La pony pareció decir algo más, sin embargo no alcanzo a oírla. Veo como el pony de pelaje amarillo le sonríe a lo que parecía ser su compañera o como él dijo "aprendiz". Al terminar de hacer esto, el me mira.
Al ya no estar tan lejos de mí, sino a solo unos seis metros de distancia, podía verlo mejor. Aquel pony de pelaje amarillo tenía una corbata oscura en su cuello. Y en su cara parecía tener una cicatriz bastante notoria en el lado derecho de su labio, la cual recorría desde poco más arriba de su barbilla hasta la base de su nariz. Al tratar de verla mejor, me doy cuenta que es una cicatriz hecha por algo filoso.
-Mi nombre es Armor Strange soy el editor ejecutivo del periódico The Times of Equestria, vengo de Manehattan, Esta de aquí es mi aprendiz Book Bright…-
Después de decir esto, el pony cerró los ojos y se quedó en silencio por unos segundos. Parecía estar meditando algo o eso es lo que me pareció a mí. Me sorprendió el hecho de que nadie dijo nada mientras este hizo su pequeña pausa, ni siquiera un tosido o estornudo. De alguna manera parecían respetar su presencia.
-Ha decir verdad… quería tener una entrevista un poco más personal con usted, pero supongo que no se puede evitar, Hmm…. Respecto a su mundo… ¿Cómo son las cosas por allá?- Por alguna razón, el pony parecía hacer una pausa cada cierto tiempo. Por otro lado, su pregunta fue lo que me dejo desconcertado.
-¿Cómo son?-
-Si… El último invitado, Onísase M., su mundo no fue agradable, o al menos eso era lo poco que sabíamos de él…. Onisase M. era bastante reservado al respecto…. Tendría sus razones y lo respeto, pero si usted es más abierto al tema, lo agradeceríamos. No todos los días tenemos un visitante de otro mundo- El pony no dijo nada más después de esto, se quedó mirándome con aquel aura de tranquilidad y pasividad que lo rodeaba. Sin embargo sus preguntas me dejaron un poco intranquilo.
-No me molesta hablar del lugar de donde vengo…. Mi mundo no es algo que me avergüence pero…- Desvió mi mirada al techo. Otra vez aquellas preguntas difíciles eran dichas, debía tener cuidado esta vez.
-¿Pero...?- Siento la mirada del pony sobre mí. Eso solo me ponía más tenso.
"Todo saldrá bien, solo tiene que tranquilizarse, ¿vale?" La voz de Happy fate vuelve a aparecer en mi mente. Gracias a esto logro calarme un poco, tomo aire y dejo de mirar al techo, para volver a ver a los ponies.
-No es nada. Es solo que bueno, deben saber… Que mi mundo, no es muy parecido a este. Creo que no tienen que pensar mucho para darse cuenta ¿no es así?, solo mírenme- Extendí mis brazos a ambos lados y mire a los ponies. Ante esta reacción muchos de ellos comenzaron a hablar entre murmullos.
- Lo sé, raro, ¿cierto?...Así como yo soy tan distinto a ustedes, con mi mundo es la misma historia-Me quedo en silencio mirando las reacciones de los ponies, estos seguían hablando entre sí, sin que yo pudiera escuchar mucho.
- ¿Qué tipo de diferencias hay entre ambos mundos?- Oigo de una voz femenina a lo lejos entre la multitud, trato de localizar a la pony, pero no lo encuentro.
-Bueno, primero que todo, en mi mundo no hay ponies multicolores parlantes- Cuando digo esto, la mayoría de los ponies parecen sorprenderse. Comienzan a hablar entre ellos en un mar de palabras que no alcanzo a oír. Aprovechando que ninguno parecía querer decir algo más, me preparo para ir con todo.
- Y no solo eso, en mi mundo los únicos seres con inteligencia son los mi especie, los humanos. Existen más creaturas, pero solo son animales que no pueden razonar ni hablar, su inteligencia racional es por mucho la de un recién nacido de mi especie, tal vez menos…- Al terminar de hablar mucho ponies se quedaron en silencio, la mayoría de las caras de estos eran de duda o incomprensión, supuse que era algo de esperar.
-¿Quiere decir que los ponies no existimos en su mundo?- Pregunto un pony a lo lejos.
-No exactamente. Los ponies si existen, la verdad es que no solo ellos. Caballos, cebras, mulas y otros tipos de equinos habitan mi mundo…- Me detengo un momento para ver a los ponies. Juro que si estos estuvieran en una silla estarían al borde de ella, ninguno parecía ignorar lo que decía y era por esta razón que debía tener cuidado con lo que decía.
-Sin embargo, como dije antes. No son creaturas inteligentes, no pueden hablar como ustedes, no tienen esa habilidad, tampoco son de tantos colores, son cafés o negros, colores como rosados, verde o morado no son algo que ellos tengan-
Muchos ponies no parecen entender o creer lo que les decía, las expresiones en sus rostros lo demostraban. Algunos otros solo anotaban en sus libretas y uno que otro con cámara me tomaba fotografías mientras hablaba.
-Sé que es extraño y tal vez difícil de creer, pero es así. Debo decir que los pegasos o unicornios tampoco existen. A decir verdad….la magia, cosa que veo que muchos de ustedes usan. Tampoco es real en mi mundo, todo esto que hacen aquí, pareciera cosas que solo un niño de mundo hubiera imaginado…- Vuelvo a dar una pausa y miro a los ponies y lo que veo no es algo que me agrada realmente.
Poco a poco muchos de ellos dejan de escribir en sus libretas, para seguir mirándome. Algunos parecen molestarse con lo que digo, por lo que veo como se alejan de mí y se dirigen a la salida.
"Supongo que era de esperar" Me digo en mi cabeza con una voz pesimista al ver como al menos diez ponies están abandonando la sala.
-¡Creo es una falta de respeto hacia nuestro invitado el que se vayan en este momento!- Todos los ponies que se estaban alejando del lugar, se quedan quietos al instante. Giro mi cabeza hacia atrás y veo como Celestia se levanta de su trono, se dirige hacia mí y se pone a mi lado.
-¡Opino lo mismo!- Otra voz aparece, esta vez entre el público. Para mi sorpresa, aquel pony amarillo, de melena corta y gris es el que hablaba. El miro a los ponies periodistas y luego tomo una bocanada de aire.
-¡Es un habitante de otro mundo! ¡Hace mucho que no recibimos a uno y creo que por eso ya han olvidado que criaturas tan extrañas como Sora Ryujin, Joris Kerubin o el codicioso Verschlinger caminaron entre nosotros!- Después de decir esto el pony me miro con una sonrisa y unos ojos afilados que perforaban mi alma.
-Así que venga, dejen hablar al muchacho- El pony se quedó en silencio nuevamente. Veo a los ponies que estaban dirigiéndose a la salida y me sorprendo al ver que regresan para escucharme.
-Gracias princesa, Gracias señor Strange…- Suelto un poco de aire de mi boca y siguiente a eso inhalo el oxígeno suficiente para reincorporarme.
-Ahora…. Sobre aquellos ponies-
Comienzo a hablar sobre el tema de mi mundo, gracias al apoyo de la princesa y de aquel pony amarillo, se me hizo más fácil hablar. Los ponies no volvieron a irse y eso me dejo más tranquilo. Aun así eso no evito el hecho de que muchas preguntas fueron lanzadas respecto al tema, cosas como "el trato que se le daba a los ponies" o "que quiere decir con que su luna y sol no son movidos por alguien" aparecieron una y otra vez. Pese a la ayuda que me habían dado, debo admitir que no creo que me creyeran del todo los demás ponies. Pero lo bueno de todo esto es que nunca se volvieron a ir.
-Con respecto a la tecnología, admito que mi mundo parece estar mucho más avanzado que el de ustedes en ese aspecto. Solo basta con mirar sus cámaras y la falta de micrófonos u otros aparatos electrónicos para saber que estamos más desarrollados tecnológicamente…- Un pony morado con una bata blanca y anteojos escribía la respuesta a aquella pregunta que el mismo me había dado.
Mientras termino de explicar un poco sobre el tema tecnológico, me doy cuenta que estoy exhausto pero para mi suerte, aun habían muchos ponies con patas levantadas y a cada pregunta que daba parecían aparecer más.
-Ahora que sabemos más sobre su civilización y su mundo, quisiéramos saber, ¿quiénes eran los líderes de su mundo?, ¿también eran princesas y reinas?- Es lo que pregunta aquella pony de pelaje rojo y melena oscura con traje de secretaria. Había sido la primera en preguntarme algo y debido al agotamiento que tenía, deseaba que fuera la última.
-Bueno, eso es un tema complicado, verán, en mi mun- Mientras hablaba, un fuerte estruendo a lo lejos, cerca de la entrada, como un golpe fuerte a la pared interrumpe la conversación.
Todos en el salón volteamos para ver qué es lo que había liberado aquel sonido ensordecedor. Para mi sorpresa, había sido ambas puertas de la entrada las cuales se habían estrellado contra la pared. Miro los que abrieron las puertas con tal fuerza y me doy cuenta que son un grupo de cuatro ponies machos. Incluso a lo lejos me podía dar cuenta que eran de un tamaño bastante grande para los que ya había conocido, me doy cuenta que estos visten atuendos a cuerpo completo pegados a su pelaje, bastante coloridos y brillantes. Estos se pusieron en dos filas, dos a cada lado de las puertas
-¡No puedo creerlo, simplemente, es inaudito!- Una voz femenina se oía al otro lado de las puertas, sin embargo debido a lo lejos que se encontraba, no se podía ver a la pony que hablaba.
-¡El invitado dorado ha llegado y nadie me aviso de esto!- La voz se escuchaba más cerca esta vez. Vi a Celestia en busca de respuestas, pero esta tenía una pata en su frente mientras cerraba los ojos.
-Oh, Pensé que no se había enterado…- Al ver la reacción de Celestia solo quedo más intrigado.
-¡Pero está bien, Cosas como estas se pueden perdonar!- De las puertas veo que aparecen otro par de ponies, con trajes y peinados igual de extraños a los anteriores, estos cargaban en sus lomos algo parecido a una silla, había visto de estos antes, en películas, creo que se llamaban palanquines. Sin embargo le tome poca importancia a eso al ver a quien cargaban dichos ponies en sus lomos.
-¡Esa es…!- Mis ojos se abren a mas no poder, mi boca se queda tan abierta que juro que mi quijada iba a terminar en el suelo.
Una pony con vestido a rayas de colores blanco y negro. Usando una bufanda rosa, se encontraba encima de aquel palanquín. Su vestido tapaba la mayor parte de su cuerpo, sin embargo se podía ver que su pelaje era azul celeste y su melena era tan blanca como las nubes del cielo. Sus ojos por otro lado no eran visibles pues eran cubiertos por un par de anteojos de marco oscuro y de lentes rosados.
-¡Porque yo, PHOTO FINISH, he llegado a tiempo!- Dice la pony de melena blanca mientras los ponies que la cargaban caminaban hacia el trono. Atrás de estos iban los primeros cuatro que entraron, y luego de ellos venían más ponies femeninas.
-¡ ¿P-PHOTO FINISH?!- Digo con la boca abierta mientras mis manos sostenían mi cabeza.
-¿La conoces?- Es lo que dice Celestia a mi lado mientras me mira.
-N-no, bueno, sí, ella era parte de…- Miro a Celestia y esta me devuelve la mirada con preocupación.
-Entiendo… -
-¡ ¿Pero que hace ella aquí?!- Digo mientras veo como la pony se acerca cada vez más hacia nosotros.
-Bueno, si la conoces, sabrás que ella es algo….excéntrica, y puede que te intimide. Es por eso que trate de que tu llegada no llegara a sus oídos, pero parece que falle- Mientras Celestia dice esto. La pony fashionista, llega a nosotros, atravesando la multitud con la ayuda de sus asistentes.
-¡Así que este es el invitado dorado!- La pony se queda mirándome por unos segundos, luego de esto golpea el palanquín con sus cascos dos veces. En respuesta de ello, ambos ponies que la cargaban, bajan el extraño equipo de transporte. La pony se levanta de su asiento y se dirige a la princesa y a mí.
-oh, princesa Celestia. Tan magnifica como siempre- Photo Finish hace una sutil reverencia al decir esto. Tras unos segundos vuelve a mirarme a mí.
-Pero que creatura tan peculiar- La pony se acerca a mí, luego de esto comienza a mirarme de arriba abajo, lo cual me hacía sentir tenso. Era como si juzgara cada parte de lo que veía.
-Y-Yo, e-emm me llamo Zero- Dije nervioso mientras me alejaba un poco de la extraña pony, como si no fuera complicado para mí el tratar con aquellos personajes de caricatura, me toco conocer a uno que había aparecido en el show y no una muy normal exactamente.
La pony siguió mirándome, al parecer ignorando mi presentación, comenzó a rodearme y mirarme de lado a lado, incluso paso a lado de Celestia como si esta no fuera la gran cosa. Después de un rato de rodearme como alguna especie de depredador acechando a su presa, esta se detiene justo enfrente de mí con una expresión sumamente seria.
-¡Esto es fantástico! Al parecer yo ¡PHOTO FINISH! He descubierto una nueva maravilla- La pony dio media vuelta y se dirigió a su medio de transporte.
- Tengo un excelente par de ideas, pero primero salgamos de este lugar, muchos ponies para poder capturar la… ¡Belleza!- Es lo que dijo la pony mientras se subía al palanquín.
-¿Belleza?- Dije con una ceja levantada mientras me rascaba la cabeza.
Mientras me quedo pensando en lo que había dicho aquella pony. Una inesperada sensación de empuje rodea mi cuerpo, veo a mi espalda y veo que dos ponies grandes me estaban empujando, antes de decir algo. Veo como estos con una fuerza que no esperaba me levantan en sus lomos.
-O-Oigan, e-esperen- Es lo único que puedo decir al ver como estos me toman como si fuera alguna clase de objeto extraño que compraron en una subasta.
-Princesa- Giro mi cabeza y veo a la princesa Celestia, esta solo se queda callada con su boca cerrada y torcida. Mirando hacia otra parte.
-¡Princesa, ¿no va a hacer nada?!- Dije mientras los ponies me comenzaban a llevar en sus lomos para luego lanzarme hacia otro palanquín.
-Ten cuidado...- La princesa me sonríe de una forma que solo puedo deducir como forzada o nerviosa, algo que me pareció extraño en ella.
Los ponies que cargaban aquella litera en la que me encontraba comenzaron a caminar. Veo como comenzamos a pasar entre los ponies reporteros, yo solo veo hacia el trono, a Celestia con una sonrisa que se encontraba entre burla y nerviosismo.
-Esperen, ¿adónde me llevan?- Es lo que le digo a los ponies que me cargaban pero estos no respondieron a mis dudas, cuando menos me di cuenta, estábamos saliendo de la sala del trono.
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Fin del capítulo.
Bueno, ¿que tal les pareció el capitulo?, espero ansioso sus opiniones en la caja de comentarios (ni que fuera YouTube, weon).
Buenas noches a todos y nos vemos en el siguiente capitulo y como siempre, gracias por sus reviews.
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Anonimol,fuera.