Los personajes de Naruto son de Kishimoto.

Este fic participa en el topic Escuela Shinobi: Creacion de fics del foro La Aldea Oculta Entre Las hojas.

Advertencia: OoC, Semi AU.

La idea original es de RinneRikkudo cuyo contenido textual es el siguiente: Un fic ShisuHinaIta, en donde la pareja inicial sea ItaHina pero, oh sorpresa, Shisui regresa a la aldea ya que resultó ser que nunca murió, sino que sobrevivió por circunstancias que las dejo a la imaginación de quien tome el pedido. Después, Itachi le presenta su mejor amigo a Hinata, y en ese preciso instante comienza la química entre ellos. El final también lo deja a la imaginación del autor, pero de preferencia que termine como ShisuHina. Puede ser un short-fic o un long-fic.

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Prólogo

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La tenue luz de la vela parpadeaba a medida que la fresca brisa pasaba por la mullida ventana apenas cubierta con un trapo viejo y a punto de romperse como producto del paso del tiempo.

Sus ojos levemente abiertos trataban de pasearse por la habitación pero solo veía sombras, bultos pero no podía diferenciar claramente las figuras. Intentaba moverme pero su cuerpo no cooperaba ¿Cómo llego hasta ahí? ¿Porqué su cuerpo se negaba a moverse? ¿Porqué estaba tan cansado? Y mas importante aun ¿Quién era? Por más que intentaba enfocar su mente en un punto exacto no podía recordar.

Solo las vagas imágenes de una batalla pasaban por su mente pero nada mas. Impotencia, esa era la palabra que podría usar para describirse en ese momento. No se movía, ni hablaba y su visión era casi nula, el sentido más desarrollado en ese momento era el oído y lo sentía casi inútil considerando que estaba paralizado a merced de esa persona que lo ¿cuidaba?

En su mente sabía que no había peligro sin embargo deseaba saber muchas cosas que de solo pensarlo se sentía agotado.

Cerró sus párpados tratando de hacer volver alguno de sus recuerdos pero se encontró sumiéndose en un profundo sueño. Estaba mas cansado de lo que estaba dispuesto a admitir.

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Cuando despertó plenamente sentía la garganta reseca, sus fuerzas aun menguadas pero podía moverse, levantó una mano y lo primero que hizo fue quitar la venda que cubría sus ojos ¿Cuando había llegado ahí? La primera vez sus ojos no estaban cubiertos y ¡Por todos los cielos! ¿Qué era ese olor? La venda que antes cubría sus ojos estaba impregnada en un liquido que olía a... no tenía idea a que pero era completamente desagradable.

Observó a su alrededor y de a poco la vista se aclaraba, una tenue sonrisa se formó en sus labios antes de tratar de levantarse e ir por un poco de agua.

Solo colocar un pie fuera de la pequeña e incomoda cama escuchó el sonido de la oxidada puerta al abrirse. Enfocó sus oscuros ojos hacia el recién llegado encontrándose con la suave sonrisa de una anciana.

—Has despertado querido, ya pensaba que no lo harías— dijo mientras caminaba con parsimonia hacia él.

El joven de azabaches cabellos la observó un momento mas antes de finalmente asentir con la cabeza ¿Quién era ella? ¿Lo conocía?

—Disculpe— su voz aun sonaba ronca, no recordaba ni siquiera quien era pero tenia esa extraña sensación de que su voz no sonaba así — ¿Usted me conoce? ¿Sabe mi nombre? ¿Dónde estoy? ¿Cómo llegué? — Una leve punzada en la cabeza le obligó a pasar su dedo indice y pulgar en la cien.

La anciana levanto su vista hacia él y sonrió, era normal que quisiera expresar sus dudas pero ella no tenia respuesta mas que el hecho de saber donde estaban.

—Querido, quisiera tener las respuestas que buscas, desafortunadamente no es así, te encontré a las orillas del rio. Estabas moribundo, tus heridas eran bastante fuertes y el golpe en la cabeza solo empeoraba la situación de tu cuerpo— respondió mientras comenzaba a calentar agua en una vieja tetera.

El joven suspiro antes de recostarse nuevamente para mirar el techo de la humilde choza.

—Tenias esto en tu poder— comento la amable mujer mientras sacaba de una bolsa una pequeña placa toda llena de sangre y destrozada la tela, aun así se veía la insignia que representaba una especie de ¿remolino? ¿hoja? O una combinación de ambas. Sus negras orbes se abrieron levemente antes que un dolor agudo lo traspasó y sumió en la inconsciencia nuevamente.

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Despertó todo lleno de sudor y con la sensación de haber dejado parte de su vida atrás. Las imágenes en su cabeza eran demasiado rápidas, no podía distinguir ni un solo rostro familiar. Ni un lugar siquiera. Solo estaba consciente de la terrible punzada de dolor cada vez que trataba de recordar.

Había pasado mas de un año y aunque actualmente se había acostumbrado a ese lugar, a esa amable anciana a quien cariñosamente llamaba abuela y a las personas que vivían en las inmediaciones. Solo que le faltaba alguien. ¿Tendría familia que lo buscaba? ¿Lo extrañarían? Pensar en una posible familia que lo buscaba traía a su corazón una sensación de vacío que ni las chicas con las que acostumbraba a salir podían llenar.

En medio de la noche estiró su mano y tomo la bolsa vieja donde tenía la placa que lo acompañaba cuando fue encontrado herido. La tomó entre sus dedos y la miraba fijamente, como si el trozo de metal le fuera a dar las respuestas necesarias. En mas de una ocasión quiso ir en busca de ese lugar pero no se sentía ben dejando sola a su salvadora.

Desde ese momento en que despertó la mujer quien desinteresadamente lo ayudó se convirtió en su responsabilidad. Y un ninja jamas olvida sus responsabilidades Shisui. Sus ojos se abrieron por una fracción de segundo y de inmediato volvió la cabeza. Nada, nada mas que la ventana moviéndose y aun así se levanto para ver los alrededores.

Caminó un poco y quiso detenerse pero no pudo. Parecía que sus pies cobraban vida propia. Era pasada la medianoche cuando comenzó a caminar, su cuerpo lleno de adrenalina comenzó a moverse con mayor rapidez y para cuando quiso darse cuenta corría por las copas de los arboles. Se sorprendió por la audacia y enseguida comprendió el porque era tan habilidoso. Solo un ninja podía moverse de esa forma.

Una sonrisa adornó sus labios mientras experimentaba el uso de sus habilidades Shinobi. No era presumido pero se percataba que era bastante habilidoso ademas de ser muy veloz.

Solo se detuvo cuando los primeros rayos del sol revestía la tierra con su manto dorado dando vida a la naturaleza. Pasó su mano por la frente limpiando el sudor de ella y emprendió su camino de regreso. Ciertamente no recordaba mucho pero era un pequeño avance.

—Oba chan he recordado algo—informo alegre el chico de cabellos azabache.

—Que bueno hijo, me alegro por ti. Espero que cuando vuelvas a casa te acuerdes de esta vieja que te cuidó.

Estaba feliz, si no estaba pero recordar solo significaba volver con los suyos y dejarla sola de nuevo. Un fuerte abrazo del chico y una sonrisa le dieron tranquilidad a su angustiado y viejo corazón.

—Oba chan, incluso si recordara toda mi vida jamas te dejaré sola, eres mi familia— comentó en voz baja transmitiendo calidez— Por cierto, mi nombre es Shisui, sin embargo puedes seguir llamándome Shiro.

Shiro, un nombre poco común y que tenia un gran significado. Ese chico no debía tener mas de 18 años cuando lo encontró y ciertamente no esperaba que se recuperara sin embargo demostró no solo que es fuerte, también ha demostrado su valía en el trascurso de ese año que la ha acompañado.


Bien, espero que haya sido del agrado de todos los lectores. Pido disculpas si encuentran errores de redacción y ortografía. Rinne, espero que cumpla con tus expectativas.