Invierno

Primer fic de Elsanna, espero que les guste el primer capitulo.

Ninguno de los personajes de Disney me pertenecen

Capitulo 1: Cambio

- ¡Elsa! ¡Despierta! ¡Llegarás tarde al colegio!

- Voy…

Una chica de pelo rubio dijo sin ganas, se levanto de su cama, sin muchos ánimos comenzó a colocarse el uniforme, apenas era la segunda semana de clases y ya odiaba todo, nunca le gustó la idea de despertarse temprano por la mañana, o usar uniforme, o ir al colegio.

16 años de edad, le faltaba muy poco para irse, irse de su casa, alejarse de ese lugar odioso llamado colegio, poder estar lejos…

- ¡Elsa! – Volvió a gritar su madre desde abajo

- ¡Ya escuché! – Le grito a su madre

Todos los días era la misma cosa, rutina, no sabia por qué su madre se molestaba en despertarle o gritarle, de todas formas llegaba tarde a clases por mas que saliera antes de su casa, se iba a otro lado antes del colegio.

Terminó de arreglarse, miró su reloj

- 7:12, desperté mucho antes hoy

- ¡Hija! ¡Baja a desayunar!

De verdad que odiaba la rutina y aún peor que eso, los gritos, ella pensaba que era demasiado ruido para ser tan temprano, tomó su mochila y bajo a desayunar.

- Que bien que estés lista

- Si…

El desayuno con su madre fue callado, como siempre, desde hace tres años…

- Terminé – dijo levantándose de su lugar

- Espera, hija. Ya pasaron tres años, dime…

- Mamá, ya te lo dije antes, ni yo misma se, porque soy ahora así, solo pasó y ya. Ahora debo irme, se me hace tarde – antes de que su madre le respondiera, se fue, dando un portazo

Era mentira, recién eran las 7:30, todavía tenia media hora para llegar al colegio, la verdad era que no soportaba hablar sobre ese tema con su madre, no soportaba cuando lo mencionaba.

Como siempre, tomó otro camino, totalmente distinto al del colegio, irse lejos por almenos unos momentos, eso le gustaba, estar sola. Se fue a un parque que tenia cerca de su casa, en la tarde había muchas personas, pero en la mañana, nadie.

Se sentó en el césped mirando al cielo, le encantaba la brisa en su rostro, pero tarde o temprano tenía que irse, se quedó cerca de 40 minutos.

Llegó al colegio a las 8:15, se sorprendió, por lo general llegaba más tarde, como a las 9:00. Caminaba a su salón, le tocaba matemática, algo fácil para ella, si bien llegaba tarde a clase o se faltaba, tenía notas muy altas, siempre las tuvo.

Antes de llegar vio a una chica pelirroja corriendo hacia la cancha de futbol que tenían, la conocía, quien en ese colegio no la conocía, era Anna Banner, una de las chicas más codiciadas por todos los chicos, Elsa se preguntaba si Anna sabia que todos los chicos, tenían segundas intenciones con ella, parecía que no, si lo supiera, no andaría con tan poca ropa, aun estando con el uniforme.

Giró al otro lado para seguir su camino, pero se chocó con algo frío y duro, se golpeo su nariz, cerró ambos ojos con fuerza a causa del dolor, por suerte no estaba sangrando, aunque le dolía mucho, abrió los ojos y delante de ella había un pilar, no lo vio antes, hizo el ridículo, al menos no había nadie ahí, sino se estarían riendo de ella. Pasó la primera clase normalmente.

Sonó la campana, indicando el cambio de materia, era la pero parte del día para Elsa, ese momento donde todos salen del salón en bola, se empujan, gritan, y muchos se caían al suelo. Elsa aprendió a esquivarlos hace años, pero hoy, no podía hacerlo bien, su vista le estaba fallando, chocó con muchas personas, recibiendo insultos por parte de ellos.

Llegó a su otra clase, era literatura, su profesor ya se encontraba ahí, recorrió una silla para poder sentarse, pero, se cayó al suelo sentada, miró hacia atrás para ver si alguien le quitó el asiento, nadie le hizo eso, el asiento estaba al lado de ella, no vio donde lo puso, su vista otra vez, para hacerlo peor, se empezaron a reír de ella.

- Señorita Cold, ¿esta todo bien? – preguntó el profesor

- Si, disculpe, es que no vi el asiento

- Bueno, tenga cuidado. Y ¡ustedes! ¡Dejen de reírse!

La clase continuo normal, a Elsa le costaba ver lo que el profesor escribía en la pizarra y lo que apuntaba en su cuaderno, sus ojos estaban realmente muy mal, volviendo a su casa iría al oftalmólogo.

La campana sonó indicando el receso, hora de comer algo para no desmayarse en las otras clases, Elsa fue al comedor para comprar algo, pero...

- ¡Ah! – Gritó la rubia

Algo viscoso recorría su cabeza y bajaba por todo su cuerpo, se rieron de ella…

- Elsa, no era para ti, era para Eugene, pero creo que fue más gracioso verlo en ti – le dijo un muchacho rubio riéndose entre palabras

Estaba humillada, ese torpe de Kristoff, siempre con sus estúpidas bromas, "Era para Eugene" pensó Elsa. A otro perro con ese hueso, claro que era para ella, siempre era así desde que entró en esa escuela hace tres años, desde siempre Kristoff la molestaba y ella no decía nada.

- ¡Ahora si te pasaste Kristoff!

- ¿Qué? Fue solo una broma

- No, fue demasiado

- Ay... por favor, no te pongas así Rapunzel

- ¡Ahg! Eres un idiota

Elsa estaba parada, tratando de pensar que hacer, sintió que alguien le sotenia el brazo, levantó la cabeza y vio a una chica de pelo castaño corto y ojos verdes

- Lo siento, sígueme, te ayudaré

Elsa no podía decir nada, solo dejó que la chica la guiara a donde sea, entraron al baño

- Ay no… mira como te dejó ese tonto

Elsa miró al espejo, una cosa de color azul bajaba por su cabeza, era asqueroso

La chica castaña la ayudó a lavarse el pelo, le dolía, sentía como si le lo jalaran y se estaba endureciendo, que diablos fue lo que le echaron, estuvieron todo lo que restaba del receso, pudieron quitar gran parte de esa cosa, pero aun se le veía algo de azul por los lados.

- Bueno, por lo menos ya no se nota tanto

- Mmm – bufó Elsa

- Disculpa, enserio…

- No tienes que disculparte – finalmente reaccionó – al menos me ayudaste… Gracias… em…

- Rapunzel, ese es mi nombre

- Gracias Rapunzel

- No te preocupes, hablaré con él para que deje de hacer eso

- Descuida, estoy acostumbrada

- No deberías… como… te…

- Elsa

- Elsa… no deberías estar acostumbrada, desde que estoy aquí, vi como Kristoff y los otros te molestaban, creí que ya habrías hecho algo

- No valen la pena

- Elsa… recién aprendo tu nombre, estamos en las misma clases por mas de dos años y apenas conozco tu nombre

- No importa, de todas formas nadie me conoce, gracias por haberme ayudado

Tocó la campana, fin del receso

- Bueno, Elsa, si es que algo te pasa, habla conmigo, quisiera que seamos amigas

- Em… yo… claro…

- Genial, te veo luego

Elsa se quedó en el baño un poco más para poder limpiar más su pelo, pero era inútil, pensó en lo que pasó, fue algo ¿malo? Lo de Kristoff, si, pero lo de Rapunzel… Al parecer tenía una amiga…

Terminó su día, al fin, hora de irse a casa, el resto de las clases pasaron normales, como dijo Rapunzel, se encargó de que nadie le molestara en lo que quedaba.

Mientras iba por los pasillos, sintió dolor en la cabeza, otra vez como si lo jalaran, paró un momento, ahora era insoportable el dolor, quería gritar, lo contuvo y continuo su camino yendo más rápido…

- ¡AH!

- ¡Maldita sea! ¡¿Qué no ves?! – Le grito una chica

Había chocado con otra, tenia que ir a ver sus ojos urgentemente, la chica con la que choco le grito otras cosas…

- ¡Oye te estoy hablando!

- P-perdóname, no te vi

- ¡Ahg! ¡Consíguete unos lentes!

Elsa se paró rápidamente, veía todo borroso, tenia que llegar a casa.


- Hija… ¡¿Qué te pasó?!

- Mamá, no puedo ver bien… me falla la vista

- ¡¿Tus ojos también?! ¿Qué te pasó?

- Mamá por favor, quiero ir al oftalmólogo, veo todo borroso

- Ay… Dios… Vamos


- Señora Cold

- ¿Si?

- Pase, le diré el diagnostico de su hija

- ¿Qué le ocurre?

- Señora, los ojos de su hija tienen una infección, parece que le entró una sustancia en los ojos, eso sería la causa de la vista borrosa

La señora Cold miró a su hija

- Mamá, te lo digo después

- Bueno, tendrá que usar lentes para que pueda ver mejor, le recetare unas gotas más para el dolor

- ¡¿Qué?! ¡¿Lentes?!

- Hija, cálmate

- ¡No! Como… por que…

Lllllll

Elsa y su madre iban en el auto, la joven rubia quien ahora tenia unos lentes tenia la vista en el suelo, ya podía ver bien, no le importaba, de seguro Kristoff la molestaría aun más

- Hija, no estés así

- ¿Como quieres que este? ¿Eh?

- ¡Tranquilízate! Cambia esa cara, iremos al salón para que te laven el pelo o algo, y después me dirás, quien te hizo eso.

-…

Elsa estuvo callada durante todo el viaje, pensando…

- Llegamos, baja

Entraron, no había casi nadie, mejor, asi no tendrían que esperar

Las trabajadoras vieron su pelo, lo lavaron, pero seguía duro además había azul que no salía

- Querida – le dijo- Siento decirte que tendremos que cortare el pelo, no se lo que te echaron en tu pelo, pero lo arruinó, lo mejor sería cortarlo

Se encontraba mal, este era su segundo peor día, ya ni siquiera tenia ganas de discutir, solo asintió y dejó que lo cortaran.


De regreso a su casa, no cenó, solo subió en silencio a su cuarto, su madre no le dijó nada, ya sufrió demasiado por un día.

Elsa en su cuarto no quería mirarse al espejo, aún no…

Tomó una ducha para poder relajarse, ahí no pudo evitar llorar, quiso hacerlo desde la mañana.

Salió del baño, se seco, se puso su piyama, era hora de verse al espejo

- ¿Qué... me… pasó…?

La chica que veía en el espejo, no era ella, se veía totalmente cambiada, se puso sus lentes para apreciar mejor.

Su pelo le llegaba al cuello, lo tenía de color negro, las trabajadoras le dijeron que se vería mejor, debió decir que no, no le gustaba, y con sus lentes, parecía otra persona. No podía asimilar verse a si misma con el pelo negro, le era muy extraño, todo lo que le quedaba eran sus ojos azules.

Apagó la luz, entro a su cama, mañana sería un día largo.