La Reina de Arendelle se encontraba en su oficina, ocupada con sus asuntos como siempre.
La Princesa se había levantado desde muy temprano para alcanzar a Elsa antes de que comenzara a trabajar, pero como de costumbre, siempre llegaba tarde.
—¿Cómo lo haces? Nunca te encuentro desocupada. Cada día te levantas más temprano, ¿no?
—No es eso, simplemente que aunque no lo notes, cada vez tú te levantas más tarde.
—Sí, quizá tengas razón. Oye, oye, oye, oye. —Molestaba Anna a su hermana mayor.
— ¿Qué sucede Anna? Estoy un poco ocupada.
—Prometiste que ahora pasarías más tiempo conmigo y no lo haz cumplido, así que me lo debes.
Elsa no le dio mucha importancia al asunto, pero luego reflexionó y se dio cuenta de que las palabras de su hermana eran ciertas: Nunca tenía tiempo para ella. Se paró y la tomó de la mano dirigiéndola al salón donde había sucedido el incidente. Anna solo reía y demostraba con una sonrisa lo feliz que se encontraba.
Elsa llenó de nieve todo el piso y las dos, a pesar de su edad, jugaban haciendo ángeles y muñecos de nieve. Luego comenzó una guerra de bolas de nieve en la cual Elsa claramente tenía ventaja ya que la nieve no se le acababa y no tenía que darle forma para lanzarla.
—Su alteza, una persona solicita verla, dice que es muy importante.
Las hermanas se percataron de la presencia de Kai, uno de los sirvientes. De inmediato Elsa deshizo todo y se preparó para recibir a "la persona".
—Me informaron que solicita mi presencia, ¿hay algún inconveniente?
—De hecho sí majestad, quiero que me devuelva lo que es mío.
La Reina lo miró confundido. El joven traía una capa con una capucha que cubría la mayor parte de su cara, por lo cual no podía distinguirlo correctamente.
—Soy el verdadero heredero de Arendelle, príncipe Elliot a sus órdenes. —Dijo quitándose su capucha y mostrando su cabello color rubio platino y sus ojos color azul hielo. Ella no podía creerlo, era exactamente igual a ella solo que claro, en masculino.
—Perdón, no sé a qué se refiere—Dijo la Reina intentando ocultar su impacto.
—Soy el hijo mayor de los reyes Adgar e Idun, nuestros padres.
Ella lo miraba incrédula, aunque rápidamente se puso a pensar en los parecidos que tenían ambos.
—No le creo, así que será mejor que se retire.
—No vas a correrme de mi propio reino, hermana.
—No me llames así, tú y yo no somos absolutamente nada.
— ¿Quieres comprobar? —Diciendo esto, el supuesto heredero hizo una rosa de hielo con su mano y se la obsequió a su hermana.
Elsa se quedó sin habla. Además del parentesco, tenía poderes igual que ella.
—E-Esto debe ser un mal entendido, retírate por favor…—Dijo ella poniéndose un poco nerviosa.
—Ya te dije que este reino debería ser mío, no puedes echarme.
—… Está bien, ya sé cómo averiguar la verdad, acompáñame.
Elsa lo dirigió hacia el valle de las rocas, lugar donde él sabía había estado antes.
—Heh, conozco este lugar—Dijo el chico mirando atentamenta a su alrededor
—¿Si?
Cuando los trolls notaron la presencia de la reina, rápidamente se hicieron presentes. Al ver que a su lado se encontraba un chico, no dudaron en intentar hacer el mismo número que con Anna y Kristoff, sólo que Elsa los detuvo.
—No es para nada lo que ustedes creen, lo único que tienen que saber por ahora es que debo ver a Gran Pabbie, por favor.
Un grupo de trolls obedecieron y lo llamaron rápidamente.
—Esperaba que vinieran...—Dijo el mencionado entrando.
—¿Sabías que vendríamos? —Preguntó la reina poniéndose a la altura del troll.
—Claro que sí, y conozco sus dudas, de ambos. —Entonces hizo una esfera mágica con sus manos, la cual mostraba a sus padres, cada uno con un bebé en los brazos.
Hola uwu es el primer fanfic que me animo a subir, sé que no escribo de lo mejor y así pero me esfuerzo
Tal vez nadie lo lea, pero me arriesgaré! ~