Disclaimer: El Potterverso es propiedad de JK Rowling. Escribo sin fines de lucro.

Este fic participa en el minireto de febrero para "La Copa de las Casas 2014-15" del foro La Noble y Ancestral Casa de los Black.

¡ARRIBA RAVENCLAW!


DE DECLARACIONES DE AMOR Y ERRORES GARRAFALES

Por Azulz Friki


Anthony no estaba seguro cuándo empezó su amor por la misteriosa chica de Slytherin, Daphne Greengrass. Él nunca le había hablado, pero la había observado lo suficiente para sentir que era una buena persona.

La muchacha, de pelo castaño oscuro y ojos azules, tenía la apariencia de una joven de la realeza, una sangrepura típica, pero no actuaba como tal. Amable, siempre sonriendo; parecía humilde y tranquila. También había demostrado ser inteligente en las clases que compartía con los Ravenclaw.

Por lo que Anthony esperaba era que, al menos, le dijiese amablemente que no sentía lo mismo hacía él cuando se declaró.

El Ravenclaw era pésimo con esos temas, no se podía negar aquello. Se le daba muy, pero muy mal. No sabía como expresar sus sentimientos, y siempre metía la pata con ello. Pero creía que podía hacerlo bien, después de haberlo practicado un montón de veces frente al espejo. Lo tenía planeado.

No podía salir mal.

Pero claro, salió mal. Daphne no respondía igual que un espejo, que se quedaba en silencio mientras hablaba. Y tampoco era tan amable como había supuesto Anthony.

—Ah… hola —musitó él, acercándose en un pasillo. Daphne estaba hablando con su hermana, Astoria. Ella se dio vuelta y miró fijamente a Anthony.

— ¿Qué quieres? —dijo ella calmadamente.

—Bueno, es que desde hace un tiempo… yo…—El chico de pelo rubio corto y ojos café claro tragó saliva, con nerviosismo, y empezó a mirar al suelo en vez de a la chica.

— ¿Tú qué?

El nerviosismo no hizo más que aumentar.

—Yo…estoy enamorado de ti —confesó, ya rojo como un tomate. Volvió a mirar a Daphne, esperando cualquier cosa: una sonrisita tímida, una ceja alzada, sorpresa… cualquier cosa excepto eso.

Una risa. Una risa cruel, abierta y sincera.

Cuando la castaña recobró la compostura, miró a Anthony, sonriendo. Astoria también tenía una sonrisa débil trazada en su cara.

— ¿Quién eres, de todas formas? Nadie. Eres solo un Ravenclaw idiota y seguramente sabelotodo. ¡Nunca he hablado contigo, de todas formas!

La chica siguió riendo. El prefecto retrocedió unos pasos y terminó corriendo hacia su sala común, sintiendo como si acabasen de destrozarle todas sus esperanzas, haciéndolas añicos.


Notas: Lo sé, es un bodrio, pero al menos lo intenté.

No tenía inspiración para una historia de amor correspondido, así que aquí tenemos a Anthony siendo rechazado cruelmente por Daphne.