antes que nada agradeceros franchiulla XD gracias por tu comentario ya ves que te sigo, y si emma es una de las que a acabado metida sin tener muchas culpas en ello, love girl temo decirte que estas medio acertada pero no del todo solo te lo adelanto na mas para hacer sufrir jaja, begobeni ya sabes que cora un personaje sumamente interesante y si emma es la que esta pillada por todos lados, le ha tocado de todo a la muchacha, kykyo, efectivamente Regina tiene sus propios ase, yara sosa espero sea de tu agrado. En fin muchas gracias a todas las que comentáis, espero este capitulo sea de vuestro agrado.


Capitulo 13


La venganza saca nuestra faceta más macabra, meditamos detenidamente como moveremos a nuestros peones, como haremos la ele del caballo y como la torre protegerá nuestro frente, y finalmente nos plantemos la pregunta del millón, "¿Por qué el rey es el que debe ser derrocado acaso no es la reina la que posee todas las armas a su favor para gobernar?" una simple pregunta sin contestar. Regina respondió inconscientemente "para algo existen los golpes de estado" pensó con una sonrisa.

Había dormido bastante bien. Neal no había aparecido en la vivienda Swan. El patriarca por el contrario se había dejado ver, con suma furia, Regina ya estaba preparada con su disfraz de Keres, en la cocina tomando un té que le había servido antes de irse la cocinera.

-¡veo que no te has enterado!-grito el hombre de unos sesenta y pocos años, aun con su cabello rubio y ojos claros, con una barba bien cuidada y vestido de etiqueta. -¿Cómo es posible?-cuestionaba más para sí mismo que para la futura esposa de su hijo.

-señor Swan cálmense y explíqueme que le sucede… ¿un té?- dijo señalando la tetera.

-lo que sucede es que el estúpido de Neal ha sido detenido y encima con bastante droga encima, ¡es un imbécil!-decía el hombre mientras golpeaba una de las sillas de la cocina.

Keres puso su cara de sorpresa y una voz afligida.

-pero él me prometió que jamás volvería a eso…-sollozaba la mujer que rápidamente comenzó a llorar.

-corazón ya no llores… veré que puedo hacer… tu eres una gran influencia para el.-termino el hombre.- hare un par de llamadas.- dijo agarrando su taza con el té.

Keres lo siguió con la mirada, justo ante de meterse en su cuarto, agarro un auricular. Había metido un micro en el cuarto del señor Swan, aunque también tenía cámaras pero la imagen y audio se enviaba directamente a su ordenador que evidentemente no estaba en la casa.

La instalación había sido reciente, tuvo que esperar el viaje de David, y cuando finalmente ocurrió, pudo preparar todo.

-Jefferson soy David Swan- la conversación había empezado de forma bastante lenta- ¡no me importa a lo que creas tener derecho!- espero unos minutos a la respuesta del hombre al otro lado – ya te he dicho que no será nada tan grave como la otra vez…deja de hablar de algo que sucedió hace tantos años… es hora de que lo superes- dijo con severidad –si no lo superas hare que lo hagas, así que deja de quejarte-

Finalmente le explico que tenía que sacar del lio a su hijo, además de recordarle al otro hombre que seguía conservando su puesto de policía por él. Poco después Keres se preparó para ver a David.

-¿puedo pasar?- pregunto con voz infantil.

-claro Keres tu siempre eres bienvenida.-dijo el hombre sentándose en su silla de escritorio.

-¿que pasara con Neal?... sé que es un imprudente pero…trata de cambiar…- decía la mujer tomando asiento.

- no se…a estas alturas no sé qué hacer para que entienda…-confiaba el hombre profundamente preocupado.-sin su madre esta mucho peor-confeso con un suspiro.

-¿la echas de menos?-el hombre asintió con rostro compungido. – Pues búsquela-dijo como si fuera una obviedad.

-lo he intentado pero parece haberse escondido muy bien-declaro el hombre con un tono dolido.

-quizás solo tenga que ver lo que ha dejado atrás-pronuncio como consuelo.

-puede…-iba a contar algo mas pero finalmente se paró.

Keres salió rápidamente del lugar luego de despedirse de su suegro, quien la calmo diciéndole que todo se resolvería.

Regina acabo llegando a toda velocidad a uno de los lugares que solía transitar asiduamente esta vez con su disfraz de Eris. Fue a una cabina telefónica y llamo a Gold.

Jefferson, investiga que hace, donde vive, y sobre todo si realizo un viaje hace cuatro años, lo acaba de llamar eso servirá además de que esta en un cargo de policía-

- De acuerdo, ¿crees que sea el su vasallo?- pregunto con cierta intriga.

-tengo una corazonada, él solo llamaría a alguien de confianza, por la conversación parecía que se habían distanciado, tengo la impresión de que es él.- confeso con total claridad.

-dame un par de horas, ¿a qué numero te llamo?- cuestiono el hombre.

-a ninguno, yo te llamare en dos horas, espero que te sea suficiente, si aún no lo tienes, volveré a llamarte en otras dos.- contesto antes de colgar.

Camino por la calle con sus gafas que eran la característica de ese disfraz y entro en una cafetería, pidió un sándwich de jamón y queso, seguido de un vaso de agua. Veinte minutos más tarde apareció un hombre de cabello rubio oscuro y ojos azules, que se posaron de inmediato en ella.

-veo que has pedido sin mi, mi amor-dijo el hombre con una sonrisa.

-sabes bien que si sigues diciéndome amor vomitare-dijo la mujer con una mueca.

-definitivamente ese psiquiátrico te ha vuelto áspera-contesto antes de levantar la mano para llamar la atención de la camarera.

-veo que te has atrevido a seguirme.-dijo la mujer levantando una ceja tras su gafas.

-después de nuestra noche juntos se me hizo imposible no hacerlo-comento antes de callarse debido a la llegada de la camarera.

-¿que nos hayamos acostado una vez te da derecho a seguirme?-pregunto con una sonrisa burlona.

-por supuesto, tu eres mía, mi amor-agrego el hombre en tono posesivo, antes de llevarse su bebida a los labios.

-supongo que eso se lo dirás a todas, sobre todo a tu esposa, y a ese niño tan hermoso que tienes.-acuso bebiéndose lentamente el agua.

Robín abrió mucho sus ojos al saber que la mujer también lo había seguido y el no había notado nada, más siendo quien era, un ex militar que acabo trabajando de guardia de seguridad.

-veo amor, que eres muy desconfiada- dijo tomando nuevamente.

-siempre lo soy, espero así aprendas a nunca más decir que soy tuya.-dijo con una sonrisa antes de comer el ultimo bocado de su sándwich.

-vale…vale, siempre tan arisca…- se resignó antes de comerse unas galletas.

-¿tienes amigos en la morgue?- cuestiono sin ningún reparo, el hombre casi se atraganto con la última de sus galletas.

- Si ¿por qué?- la mujer negó con uno de sus dedos – de acuerdo como siempre será una sorpresa.- suspiro resignado.

-te llamare cuando sepa si hará falta.-contesto justo antes de levantarse, cuando paso por su lado el hombre la agarro por el brazo haciendo que se parara.

-¿no olvidas algo?- pregunto el hombre con los ojos entrecerrados.

-nada-dijo con una sonrisa satisfecha.

-tengo que rogar por un beso ¿eh?- agrego a modo de crítica.

- no tendrás que rogarle a tu mujer-comento con ironía.

-¿sientes algo por mí al menos? –pregunto el hombre con confusión.

-no siento lo mismo que tu… pero menos sería nada ¿verdad?-contesto de manera fría.

-eres un enigma…-reflexiono el hombre.

Eris se agacho hasta el oído del hombre.

-los enigmas como yo, son mejor dejarlos sin resolver- pronuncio antes de desaparecer.

Enigmas un concepto lleno de misterio que nos vuelve humanos y a algunos bestias, y esa segunda posibilidad es la que nos interesa pues es ahí cuando nos convertimos en nuestra propia quimera.

Inventamos la fábula perfecta que proteja lo poco que queda de nuestro yo pasado, y lo trasforma en una leyenda, en un mito exagerado de lo que un día fue una realidad.

Como ocurre cuando leemos un buen libro, no sabemos la verdad desde el principio sino que esta se nos muestra de diferentes puntos de vista. Esto se hace de tal modo, que a medida que avancemos dicho contenido, hagamos una interpretación y saquemos una única verdad, que puede variar dependiendo del receptor del mismo. Lo hermoso es precisamente que no existe la verdad inmutable sino un conjunto de verdades que crean acciones, buenas o malas. Eso no es lo importante, lo relevante son los sucesos que quieres sacar, vislumbramos un poco de esa claridad, encontramos algo cierto en todo aquel conjunto de palabras que se esconden tras la finura del papel. Buscamos un hecho o varios, que nos lleven al final de la historia.

Horas después recibió una llamada de David calmándola, hablaron durante un periodo corto de tiempo y quedaron en que el iría a por su hijo a la comisaria. Ya habían dado las dos horas así que llamo a Gold, como había acordado.

- ¿y bien?-

-no ha sido nada fácil, con tan pocos datos, por suerte han rastreado la llamada pinchar el teléfono da sus frutos, menos mal que no es tan obsesiva como tú con las cabinas.-comento con cierta ironía.

-ve al grano y déjate de tonterías.-

-su nombre es Jefferson Crazy, y efectivamente realizo un viaje a la zona cuando sucedió todo, creo que tu palpito puede ser…correcto-dijo con la voz algo descontrolada.

-¿qué más sabemos de él?- pregunto con un toque severo.

-pues tiene treinta y cinco años, es policía, rango de detective, rechazo un ascenso al parecer tomo una baja por depresión. Está casado desde hace diez años, su esposa es periodista, tiene una hija de ocho años, su nombre es Alicia al igual que el de su madre.

- ¿cuál es su relación con los Swan?-

-eso es lo que no logro ver…-fue cortado por Regina.

-quiero una foto de él y su dirección tanto de su casa como de su trabajo, quiero que lo sigas, necesito saber todos sus pasos, si es él lo sabremos cuando vea su rostro.- aclaro con agresividad.

-si fuera el… ¿qué harás?-pregunto más con rabia que con preocupación.

-la pregunta no es que haré sino que no haré…-dijo la morena con cierta satisfacción.

-si es el, quiero saberlo y también querré saber que le harás.-declaro con un odio mal disimulado.

-lo sabrás, mándame su foto a mi email, lo quiero en quince minutos díselo a tu amigo…-hizo una pausa antes de agradecerle a su cuñado.

Ponerles caras a tus enemigos es una forma de afrontar nuestros propios miedos, lo malo de ello es cuando estos temores en realidad se han apoderado de nosotros tantas noches, que aun causan unas cuchilladas intensas en nuestras entrañas.

El email llego, más tarde de lo que Regina hubiera deseado, allí había parte de su sendero, de su vendetta personal, de una lucha interna que la ha desvelado por tantos años que ha olvidado si alguna vez fue una persona normal.

-es él-dijo al ver la foto que había llegado a su correo. –"Cuando estas en una guerra el mensajero suele morir."- dijo para sí misma, mientras seguía caminando, mientras tecleaba un "sí" que no solo perturbo a la mujer de múltiples caras sino al propio Gold.


Continuara…