Disclaimer:
Digimon no me pertenece. Escribo sin fines de lucro, por el puro gusto de emparejar los personajes que me gustan con quien yo quiero.
—Sora, ¿estás despierta?
—Sí madre.
Todas las mañanas son iguales. A pesar de que nunca se queda dormida, su madre insiste en ir a despertarla. Por alguna razón le molesta, pero de todos modos lo consiente. Pensándolo bien, no vale la pena discutir por algo así.
—El desayuno estará listo en un momento.
—Está bien.
Escucha los pasos de su madre alejarse por el pasillo. Dobla su futón y lo guarda en el armario, y sale de su cuarto en dirección al baño.
Se mira en el espejo y se horroriza al fijarse en las oscuras aureolas alrededor de sus ojos y en las marcadas bolsas de sus párpados. Tiene los ojos hinchados y enrojecidos, el semblante de alguien que necesita desesperadamente muchas horas de sueño. Pero ella no puede dormir, porque cada vez que se acuesta y cierra los ojos por las noches, su cuerpo se pone rígido y todo el cansancio acumulado por el día se esfuma, y entonces comienza a pensar, a recordar, y los rostros de todos ellos acuden a su mente de forma automática. Así han sido todas sus noches del último mes. Se tortura a sí misma pensando en sus amigos, evoca una y otra vez el ruido de la explosión, la visión del fuego sobre el agua y los trozos ardientes del avión cayendo.
Para distraerse hace muchas cosas. Se mantiene muy ocupada con actividades de la universidad y su trabajo. Entre el tenis, los arreglos florales, la caligrafía y las exposiciones de arte en la galería donde trabaja, pocas veces al día tiene tiempo libre y a solas, y los evita a toda costa, porque en momentos así la melancolía se hace presente en ella.
Su rostro cansado le devuelve la mirada, una mirada castaño rojiza cargada de tristeza, de angustia y de desesperación. Odia verse en el espejo, ver la imagen de sí misma que se empeña en ocultarle a todos mediante actividades y sonrisas falsas. Pero a sí misma no puede mentirse ni siquiera con maquillaje. Para ella es demasiado evidente.
Deja escapar un breve sollozo sin querer e inmediatamente se cubre la boca con ambas manos para intentar acallar el llanto que amenaza con salir.
—Sora —la voz de su madre se escucha muy clara desde el otro lado de la puerta. —Sora, ¿estás bien?
Sora se obliga a respirar una bocanada de aire antes de decir:
—Estoy bien, madre. —Su voz no tiembla ni un ápice; es la costumbre de evitar no sonar triste.
—¿Estás segura?
—Sí —dice. —Enseguida salgo.
Abre el grifo hasta el tope y el baño se llena del sonido del chorro de agua que sale de él.
Sora se deja caer junto al lavamanos, apoyando la espalda en la fría pared. Necesita dejar salir un poco, sólo un poco, del veneno en su pecho. Sólo un poco, y podrá funcionar correctamente el resto del día. Entierra el rostro entre sus brazos y solloza, le arde terriblemente como si alguien le hubiese obligado a tragar una barra de hierro al rojo vivo. Pero al cabo de segundos, calla, se pone de pie, se lava bien el rostro y los dientes y espera un poco hasta que su rostro se ve ligeramente normal. Sale del baño y va a su habitación. Allí se viste y se maquilla meticulosamente, nada extravagante, sólo utiliza matices naturales que disimulen el mal estado de sus ojos.
—Sora —dice su madre, abriendo la puerta de improviso. Sora siente una leve punzada de irritación, pero la entierra en lo más recóndito de su conciencia mientras intercambia una mirada con su madre. —El desayuno está listo.
—Enseguida voy —sonríe la pelirroja.
Su madre le dedica un gesto pensativo antes de dejarla sola.
Sora se mira por última vez en el espejo antes de salir. Perfecta. Una máscara perfecta.
Hola! He decidido publicar este pequeño fic sin pies ni cabeza, porque lo tengo escrito desde hace mucho y no tiene sentido que no vea la luz (?).
De a poco se irán revelando más detalles de lo que sucedió. Me pareció interesante narrarlo así.
Estoy un poco ansiosa porque hace tanto que no publico nada xD. Espero que el fic tenga buena acogida, no es tan malo como puede parecer con este pequeño primer extracto haha.
Nos leemos pronto :)
Lyls