De nuevo llego con una nueva obra (aun con los fanfics que tengo pendientes) pero que les puedo decir ¡No lo pude evitar!
Espero que sea de su agrado, aunque quiero admitir que fui inspirada por una hermosa novela nipona que al final de este fanfic dare el nombre y de un art de KNB que me gusto mucho.
Sin nada mas que aportar les dejo disfrutar.
CAPITULO 1.- El otro yo
Ningún personaje de esta serie me pertenece.
Como cada mañana ese día Kagami taiga se levantó apoyándose de la cabecera de la cama para poder mover su cuello de forma circular y escuchar tronar sus huesos de forma tranquilizante, limpio sus ojos con sus dedos para poder quitar las lagañas que ahí se encontraban, dirigiéndose en calzoncillos al baño para tomar un ducha.
La hora no era temprana, pero el hambre fue lo que lo levanto y lo saco de sus sueños, después de poner pasta en su cepillo de dientes y comenzar el movimiento en su boca, su cuerpo se calentaba por el agua caliente que le gustaba tomar en sus duchas mañaneras. Después salió con una toalla tapando sus zonas íntimas para cambiarse rápidamente y empezar a cocinar el desayuno.
Miro la hora en el reloj de la sala, ese día tenía el compromiso de ir a pintar una de las canchas donde niños salían a jugar, la zona era muy concurrida, era un tipo de labor social que les había mandado hacer un maestro a cada club y Seirin tenía que cumplirlo.
Pero para hacer las cosas más divertidas Riko y Kuroko habían invitado a los otros equipos cosa que solo le pareció fastidiosa la idea a Kagami y el capitán. Tomó una de las maletas donde guardaba su cambio de ropa, poniendo una muda de ropa y 3 botellas de agua que bien le calmaban la sed en cualquier momento, se cambió poniéndose una bata azul obscuro que solo amarro las mangas de esta en su cadera dejándose una camisa sin mangas y salió aun no muy seguro de ir a ese lugar.
Era un sábado muy diferente, no tanto por el cambio de actividad de aprovechar el fin de semana para salir, sino porque hacía años que no tenía sueños mientras dormía, y el día de ayer no había sido uno de ellos.
Recordar el sueño era el problema, solo recordaba plumas tan blancas como la nieve y el cargo de estrés con el que amaneció un tanto incomodo, pero en verdad la trama del sueño o quizás una posible pesadilla no estaba en su mente, bueno si estaba, pero por más que quisiera no podía recordarlo.
Cuando llego al lugar pudo notar como ya estaban todo el equipo de Seirin, el de Kaijou y Yosen, así que corrió entrando a la cancha.
—Buenos días, llego algo tarde— Kuroko apareció de repente al frente de el con su mirada inexpresiva mientras Riko apenas se les acercaba.
—Buenos días Kagami-kun— Comentaron los más pequeños al mismo tiempo algo impresionados.
—La verdad es que llegaste temprano— Hyuga miro el reloj que tenía en su mano mirando la hora.
—¿Eh? ¿Entonces ustedes llegaron antes?— El pelirrojo los miro confundidos, por lo cual todos tuvieron una risita traviesa.
—Es normal, teníamos que preparar las pinturas, por ahí están las brochas ¡Nada de charlas y a trabajar! — La luz y la sombra fueron regañados al estar parados hablando. Kagami se acercó a la montaña de maletas para dejar la suya y tomar una de las brochas, agarrando la pintura roja.
—¡Taiga!— Era la voz de su hermano Himuro que cuando lo vio, sus sonrisas se iluminaron al mismo tiempo.
—Tatsuya ¿también estas aquí?— El otro solo le guiño un ojo travieso, mientras movía la brocha morada.
—Eres mi hermano, claro te apoyare en cosas como estas y no está mal salir a hacer trabajo comunitario, ¿Verdad Atsushi? Nuestra escuela lo hace todo el tiempo— El gigante solo esquivo la mirada poniendo la brocha en la pared.
—Oh ya veo, por favor esfuérzate— Se despidió de su hermano, buscando con la mirada al pequeño de Kuroko que tenía un boceto de las zonas que se encargarían cada uno en la pared, miro por un momento, y después agarro la cubeta roja obscura para subirse a las escaleras.
—¿Ya sabes que vas a dibujar Kagami-kun?— Preguntó el curioso de Kuroko mientras lo miraba desde abajo moviendo la pintura con un pala de madera.
—Se supone que es algo que atraiga la atención de los niños ¿No?— Contestó algo curioso mientras el también movía la pintura de su cubeta.
—Sí, yo dibujare a Kagami-kun haciendo Meteor Jam Le sonrió, mirando como el pelirrojo se cabreaba desde lo alto, dando un pequeño grito.
—¡Kuroko! ¡Maldito! No te atrevas…— Le regaño apretando la brocha mientras la movía de un lado para el otro.
—Pero eso llamara la atención de los niños— Se rió volteando a un lado mientras que el pelirrojo le aventaba un par de palabras en inglés que el pequeño no pudo entender.
—¡TETSU-KUN!— Una voz espanto a los demás con la llegada de una pelirosada corriendo para atrapar en sus brazos a Kuroko quien soltó la pintura a lo cual después sintió como fue estrujado fuertemente pidiendo ayuda con sus ojos al pelirrojo que solo se impresiono.
"Allí esta"
Kagami escucho una voz gruesa, volteando a su lado aun sabiendo que nadie estaría, pero la impresión de que casi fue un susurro en su oreja fue algo impresionante.
—Momoi, buenas— Le respondió Kuroko a la pelirosada, sacando del momento confuso al pelirrojo para enfocarse en la invitada.
—Tetsu-kun perdona por llegar tan tarde pero Dai-chan no quería levantarse— Sonó de repente enfada mirando a la entrada de la cancha después de soltar al peliazul.
Aomine entró por la puerta con las manos dentro de los bolsillos de la bata azul obscura que estaba amarrada con las mangas en su cintura, con una camisa sin mangas blanca, algo muy parecido a Kagami.
—Que molesta Satsuki— La miro de reojo, y luego fijo su mirada en Kagami, frunciendo el ceño.
—Aomine ¿Qué demonios haces aquí?— El impulso de preguntar una pregunta demasiada obvia no se pudo aguardar de la boca del pelirrojo.
—¿Ah? ¿Kagami? Que molesto verte tan temprano— El pelirrojo solo le contesto chocando sus dientes como si fuera a rugir, pero los dos fueron interrumpidos por el rubio que decidió unirse a la conversación.
—¡Aominecchi si a esta hora ya no es temprano! — El moreno volteó a ver al rubio que se acercó poniendo su brazo sobre el hombro de Kuroko que rápidamente le miro la cara.
—Es mejor ponernos a trabajar— Comento el peliceleste que pudo sentir la mirada enojada del capitán de Seirin sobre el grupo.
Aomine se acercó al pequeño gracias a que fue jalado por la pelirosada, en cambio el pelirrojo se enfocó de nuevo en su cubeta roja sacando la pala, y mojando un poco la brocha blanca en la pintura.
"Estas oportunidades no se dan dos veces ¿Eh?"
De nuevo el pelirrojo aturdido por la voz gruesa, volteo a los lados para buscar de donde provenía, encontrándose con otra escalera a lado de la suya y el que subía a esta era Aomine con una cubeta, cosa que le hizo olvidarse de tremenda voz rápidamente.
—Que molesto, ¿Por qué a lado de Bakagami?— Empezó a mojar la brocha que era color azul rey mientras le miraba algo irritado.
—Aomine… tu… maldito— Volteó a ver a Kuroko y el otro solo le enseño el papel donde estaban los lugares, chasqueando de enojo como respuesta.
—No voy a pelear con un maldito como tú— Mojó un poco más la brocha mirando la pared y deteniéndose al mismo momento que estaba a punto de tocarla.
—¡Ja!— Se burló el otro que rápidamente empezó a hacer unos círculos en la pared. –Ni siquiera sabes que dibujar— La piel se le hirvió a Kagami, al saber que la boca la tenía llena de razón, curioseando su dibujo.
—Al menos, no dibujo lo primero que se viene a la cabeza— Miro el primer círculo sin encontrarle forma.
—Lo mío será una obra de arte— Comentó alzando su ego, mientras mojaba la pared y alzaba una ceja que no le gustaba para nada al pelirrojo que bien odiaba ese modo engreído de él.
—¿Qué se supone que es eso?— Señalo su dibujo criticándolo.
—Pechos— Dijo sin censura el más moreno, casi orgulloso de lo que dibujaba ladeando su brocha.
—¡¿Ahhhh?! Eso lo verán los niños ¿Sabes idiota?— Grito el pelirrojo que miro la cara de fastidio del otro al ser cuestionado.
—A los niños le gustan los pechos— De nuevo siguió dibujando, sin ninguna preocupación por el cuestionamiento del pelirrojo.
—¡No todos los niños son unos pervertidos como tú! ¡Aomine!— Le regaño casi gritándole, a lo que el moreno solo chasqueo su lengua quedándose en silencio.
El pelirrojo se volvió a concentrar de nuevo en su parte, pensando en que rayos él podía plasmar que a los niños les gustara.
"Tan lindo"
Kagami de nuevo miro a los lados, encontrándose con Aomine que remojaba su brocha.
—¿Qué?— Le pregunto por la mirada fija en el de repente.
—Ah n-nada…— El pelirrojo regreso su mirada al color rojo brillante de su cubeta, pensando que si se estaba volviendo loco por el olor.
Escucho de repente el ladrido de Nigou por lo que rápidamente lo busco con la mirada, encontrándolo en los brazos de Takao.
—Oh pero si eres tú, buenas~ perdón por llegar tarde, Shin-chan estaba buscando su amuleto de la suerte— Los dos aparecieron en la entrada, Takao agachándose para dejar que el perro corriera hacia Kuroko un poco asustado del pelinegro. Estaban vestidos de batas naranjas y Midorima cargaba en su mano una rosa roja que rápidamente todos notaron que ese era su amuleto.
—Deberías concentrarte en tu dibujo, Bakagami— De nuevo devolvió la mirada hacia enfrente encontrándose al moreno bajando las escaleras.
—Cállate— Le contesto el pelirrojo que rápidamente miro el dibujo de un niño de kínder enfrente de él, después de perder la mirada de Aomine sobre él, eran 3 círculos, uno simulaba la cabeza y los otros dos simulaban los pechos separados por una línea que parecía ser el cuerpo. Busco con la mirada al moreno para burlarse de la "gran obra de arte", pero en cambio se encontró con un sonriente Aomine que cargaba en sus brazos al perro que le ladraba de felicidad.
No pudo evitar sonreír por la escena, cosa que lo regreso a la realidad viniéndose una idea que rápido decidió plasmar en la pared.
Al terminar de pintar, miro el dibujo satisfecho por su trabajo, bajando de las escaleras para ponerse a lado de Aomine que jugaba con el perro sentado en el suelo.
—¡Listo!— Dijo orgulloso mientras dejaba la cubeta casi llena a un lado, y se ponía las manos en la cadera, el perro se soltó de los brazos del moreno para ponerse a lado de Kagami y ver el dibujo ladrando por la sonrisa del más alto.
—¿Verdad que quedaste bien Nigou? Nigou… ¡Ah Nigouuu!— Se asustó alejándose del pequeño perro, dando unos pasos hacia atrás, chocando con su espalda en el pecho del más alto, mirándolo a la cara.
—Bakagami— Se alejó del pelirrojo con una mirada agria en su cara dando unos pasos hacia adelante, mirando al perro que yacía abajo, para luego fijar su mirada en el dibujo.
—¿Ese es Nigou? ¡Ja! Parece una bestia— Se burló Aomine mientras cargaba al perro que movía la cola de felicidad por ser dibujado por uno de sus muchos dueños.
—Nigou no tiene esos colmillos Kagami-kun— De repente apareció la sombra azulada que bien se puso entre los dos para poder apreciar el dibujo.
—É-él los tiene— Hablo entre dientes mientras miraba al perro que no entendía la situación, pero le gustaba ver su versión por Kagami.
"Joder, demasiado lindo"
La voz gruesa tomo conciencia en la cabeza de Kagami esta vez reconociendo un poco el tono, fijando la mirada en los ojos azules que miraban su dibujo, hasta que sintió un brazo pasar por uno de sus hombros notando como unos cabellos dorados le rosaban la cara.
—¡Kagamicchi, Aominecchi y Kurokocchi hicieron uno dibujo! ¡Qué injusto!— Se restregó en el hombro sobrante del pelirrojo sacando su frustración.
—No te quejes Kise, a nosotros nos encargaron otra cosa— Le regaño su pequeño senpai que bien alejo al rubio de Kagami al sentir una mala aura grupal.
—Aún hay que terminar el diseño del mensaje, después de esto— Comento Kuroko mientras sacaba el papel que bien le enseñaba a Kasamatsu.
La mirada de Kagami regreso a la cara del moreno que bien jugaba con su peludo amigo hasta que pudo notar como un ceño fruncido estaba encima de él.
—¿Qué?— Kagami abrió la boca para intentar decir algo.
"No me mires de esa manera, maldición"
Pero la voz de nuevo surgió en su cabeza, ahora un tanto espantando al pelirrojo y sin entender la razón del porque estaba escuchando la voz de Aomine tan claramente dentro de su cabeza, cuando sus labios estaban cerrados y su mirada estaba fija en él.
—¿Kagami-kun te encuentras bien?— De pronto miro como su sombra se acercaba preocupado, bloqueando la vista al moreno.
—No… n-no me pasa nada— Fue en busca de su maleta, para tomar un poco de agua y así su mente se aclaraba después de haber olido el químico de la pintura de aceite era posible que estuviera alucinando un par de cosas.
—Aomine-kun— Casi le miro regañándolo Kuroko a su antigua luz, que bien el otro bajo al perro para sobarse un poco la cabeza, bostezando.
—¿Ah?— Le contestó notando la expresión molesta del más pequeño.
—¿Estas molestando a Kagami-kun?— El otro le miro impresionado, debido a que estaba siendo acusado sin ninguna razón.
—¿De qué hablas Tetsu? Yo no le eh dicho nada a ese idiota— Nigou volteo a ver al moreno parpadeando un par de veces y luego miro como su amo de cabello rojizo que se sentaba a lo lejos con una botella de agua, a lo cual no dudo nada en darle unas caricias para hacerlo sentir bien, corriendo hacia él.
—Kagami-kun está muy distraído, más de lo normal— Kuroko decidió que era mejor ignorar a su luz y seguir con el trabajo antes de ser regañado, dejando al moreno solo.
Aomine en cambio se dirigió hacia donde estaba su rival, robando la mirada de este, asustándolo un poco cosa que se le hizo un poco extraño, sin decir nada se sentó a un lado y después se acostó, cerrando los ojos. Kagami tampoco hablo, estaba tanto preocupado por lo que había pasado hace rato y también preocupado de que Nigou estuviera en frente de él, con intenciones de estar más cerca de lo permitido.
"¿Qué pasa contigo Bakagami?"
De nuevo la voz de Aomine surgió en su cabeza, poniéndolo más frustrado y mirando de reojo al moreno que permanecía acostando sin hacer ningún movimiento.
¿Estaba escuchando lo que Aomine pensaba? Pero eso era algo ilógico, además ¿Por qué solo escuchaba lo que Aomine? ¿Por qué Aomine decía cosas como lindo? ¿Por qué se preocupaba por él? Y por más que pensaba en obtener el mismo una respuesta, más confundido estaba.
Pudo mirar como Aomine se irguió para quedar de nuevo sentado, fijando la mirada sobre él, el pelirrojo no pudo evitar ponerse nervioso y también suplicando a quién demonios que no volviera a escuchar esa voz dentro de su cabeza.
—¿Oye Kagami?— Esta vez la voz provenía de la boca del moreno, pero cuando este hablo, asusto al otro dando un pequeño salto, como si se tratara de Nigou.
—¡¿Q-que?!— Casi le grito después de haberse impresionado por ser llamado de repente.
"Lindo"
Volvió escuchar en su cabeza quitando su mirada fija en los ojos de Aomine para mirar a otro lado "¿Pero qué demonios?" Se preguntó el mismo, ¿Era a él a quien iban esas palabras?
—¿Qué dices de one vs one?— Al mismo tiempo que lo dijo se levantó, buscando la maleta de su amiga pelirosada, abriendo el cierre para sacar el balón.
—Me parece una…— Vacilo al contestar, mirando de una lado para el otro en el suelo –Esa es una terrible idea, Aomine.
—¿Ah?— Se acercó a Kagami agachándose en frente de él, mientras dejaba el balón en el suelo sin soltarlo, contemplando su cara.
—¿Estas enfermo Bakagami?— No pudo evitar la mirada azul en sus ojos rojos, con una expresión de superioridad nada que detonara que estaba preocupado por el, incluso las palabras se escucharon como sarcasmo.
"Quiero besarte"
La reacción de Kagami fue instantánea, se alejó hacia atrás por las palabras que resonaron en su cabeza, casi saliéndole sus ojos de sus orbitas, espantando a Aomine que igual quedo impresionado por la repentina acción, el pelirrojo incluso se alejó tanto para chocarse con la reja, hasta que se dio cuenta de lo que había hecho.
—Y-yo… lo siento— Se acomodó, tratando de sentarse más relajado mientras miraba hacia abajo algo apenado.
—Kagami…— Aomine casi susurro su nombre de una manera lenta que obtuvo la vista del pelirrojo quien le miro algo asustando por esa pequeña frase que aun resonaba en su cabeza.
—¿Qué están haciendo nanodayo?— Midorima apareció entre ellos acomodándose los lentes con una expresión algo molesta.
—¿Qué quieres?— Preguntó Aomine, que bien se levantó, cortando su conversación con Kagami de repente, dando un suspiro de alivio al que estaba sentado.
—Aún hay trabajo que hacer, para que estén con juegos— Le miro irritado, cosa que Aomine solo suspiro y miro de reojo al pelirrojo que se sobaba un poco los ojos.
—Maldición, está bien— Comenzó a caminar dejando al peliverde, quien solo miro al pelirrojo y siguió por detrás al moreno.
Kagami en cambio prefirió quedarse sentado, no quería estar cerca de Aomine, ya que al parecer lo que estaba pasando si era en serio, y lo peor de todo, es que las palabras de Aomine, no concordaban con sus acciones, bueno, es que el moreno no era de esa manera con él. Siempre le decía "Idiota, maldito, o Bakagami", además de que siempre mostraba una cara de enfado.
Pero el Aomine que estaba escuchando dentro de su cabeza era totalmente diferente, y eso le confundía más. Además del no entendía él porque estaba escuchando los pensamientos de Aomine.
Suspiro resignado, rascándose la cabeza, mientras el perro que no le había quitado la mirada de encima le ladraba acercándose un poco para agarrar con sus patitas su tenis blanco con negro, que rápidamente le hizo recordar de donde habían provenido.
Pensó que cuando Aomine le dio los tenis lo hizo para no quedar mal con Kuroko, pero ahora las dudas le inundaban por todas partes, y las ganas con las que habían amanecido se habían esfumado.
—¿Kagami te encuentras bien?— Llegó Kiyoshi limpiándose un poco el sudor de su cara, mientras se sentaba a un lado del pelirrojo.
—¡Ah Kyoshi-senpai! Lo siento, es mejor que trabaje— Pero Kiyoshi le sonrió, moviendo sus manos en negación.
—¡Ah no Kagami! Si no te sientes bien, puedes descansar además ya hiciste tu parte tranquilo— Kagami estaba a punto de pararse, pero al oír las palabras del más grande, volvió a tomar asiento, sonriendo un poco.
"No sonrías como idiota con ese"
Su mirada busco el cabello azul rápidamente, notando como le miraba de reojo desde lejos, cosa que le hizo sentir un escalofrió por todo el cuerpo "¿Qué demonios?" Kagami no era tan idiota para no distinguir esas palabras como de alguien que tenía celos pero ¿Por qué?
—¿Kagami?— Pregunto curioso su senpai, que buscaba a donde se dirigía su mirada formándose en su cara una comisura en sus labios.
—Al parecer te llevas mejor con Aomine— El pelirrojo le volteo a ver algo espantado y colorado de su cara.
-Y-yo no… con Aomine, yo…- Tartamudeo por el nombre tan repentino en el tema.
—Ah… tranquilo, solo veo que ustedes ya son más cercanos— Kagami parpadeo de repente por el comentario sin sentido, bueno era cierto que cada vez que todos se reunían los dos terminaban discutiendo y jugando, pero eso no significaba que se llevaran bien, bueno no para él.
—No somos cercanos, ese idiota solo me ve como un rival— Movió un poco su pie para intentar soltar a Nigou de su tenis, mientras que escuchaba una pequeña risa del otro.
—Ah lo siento, pero yo realmente pienso que Aomine y tú se parecen mucho— El pelirrojo no dijo nada ya que hasta el mismo había descubierto que tenían gustos parecidos en algunas cosas.
—Bueno… pelear con el acaso ¿No es divertido para ti?— Kyoshi le mostro una sonrisa que le calmo un poco como buen senpai que era, además de lo que había dicho era cierto, es cierto que el moreno era molesto, pero pelear con él no era incomodo o aburrido.
—¡Hey Bakagami! Al parecer ya te sientes bien, así que mueve tu trasero— En unos instantes el rey de la conversación apareció enfrente de ellos dos, con una ceja arqueada y las manos posadas en su cintura.
—Tsk…— Kagami chasqueó su lengua ignorando las palabras del moreno, mientras Kyoshi solo los miraba sin ocultar su sonrisa traviesa. El pelirrojo se levantó pasando por un lado del más alto, no sin antes dedicarle una pequeña sonrisa al de cabello café como si fuera un "gracias".
—Que molesto eres— Le contesto al moreno, quien caminaba detrás de él.
"Que trasero tan mas grande"
Kagami no pudo evitar mirar rápido hacia atrás con la cara roja completamente y la boca entre abierta de lo tímido que eso le había puesto.
—¡Tú-ú…!— Le grito al muy sorprendido moreno que lo miraba perplejo por la reacción ¿Acaso lo había dicho en voz alta? ¿Lo había escuchado?
Nota final: Como siempre espero sus lindos reviews que me alegran mucho el día, y antes de irme quiero avisar que este fanfic sera corto, a lo mucho llegare a 4 capítulos.
Bueno esto no es un adiós, si no, nos vemos en la próxima actualización.
Bye~
