¿Tiene que ser él?


Las huellas que dejaron en la arena, el agua salada del mar que bañaban sus pies, los cálidos rayos solares del atardecer y la brisa salada que besaba sus cuerpos; eran los elementos que atestiguarían el primer beso entre Miyuki y Sawamura: dos almas que desde el principio chocaron en discusiones tontas.

¿Cómo llegaron a estar en esa posición, en una playa mientras se miraban a los ojos, sujetándose de las manos a punto de que sus labios se encontrasen a medida que sus rostros se acercaban?

Flashback

Después del día en que volvieron a Seido de aquel partido de práctica contra Yakushi, Sawamura estaba seguro de aceptar por completo su destino, de confesarle a Kazuya que cambiaría como pareja, por mucho que estuviera decepcionado de las palabras de Kazuya de conquistarlo a su manera. En cierta forma pensaba que eso era ridículo, pues las almas predestinadas no necesitarían de eso pues ya de por sí sus marcas los unían. No obstante, en algún momento cuando platicó con Raichi, reflexionó que eso de 'conquistar' o de 'esforzarse por la otra persona' no sería mala idea; pero esa idea se vino abajo ya que si la 'conquista' se prolongaba mucho tiempo, causaría problemas a Kazuya por la mera espera. No quería perderlo, Miyuki es tan distinto a él en muchos aspectos, lo complementaba en las partes que carecía o no eran su fortaleza como humano y esa conclusión llegó a su mente después de tanto analizar su situación.

Ahora el joven moreno se encontraba pensando demasiado en su cama, apenas eran pasadas las seis de la mañana. El viaje de vuelta a la escuela lo había dejado exhausto, por lo que se fue a dormir de inmediato, y como resultado se despertó temprano al día siguiente. Los malestares como el dolor de cabeza o ganas de vomitar habían desaparecido, pero como no estaba acostumbrado a tener largos viajes, se sentía un poco cansado, sobre todo por que mantener las piernas en una misma posición en un asiento era algo doloroso después de levantarse.

Sin duda estaba nervioso por tener que hablar con Miyuki, podría parecer fácil abordarlo dada a su personalidad alegre, pero no cuando se trataba de Sawamura.

Daba vueltas en la cama, se tapaba con la colcha y luego se la quitaba, estaba en constantes movimientos que eran acompañados con sus gruñidos, a esto había alguien que ya estaba a punto de tirarle una patada si no se detenía: Kuramochi Yoichi, quien desde temprano había estado sufriendo de la desesperación por que Eijun se calmase, pues parecía un novio en el día de su boda: nervioso hasta los huesos.

"¡Ah, ya cálmate, idiota!". Se quejó desde su lugar. "¿Qué diablos te pasa? Te patearé el culo si continúas." gruñó, sentándose en su cama. Sólo porque era muy temprano y estaba perezoso, no iba directamente a la cama de Sawamura para torturarlo y estrenar las nuevas cuatro llaves que había aprendido de una revista de lucha que Kanemaru le había regalado.

Eijun tragó saliva deteniéndose en seco, esa palabras lograron atemorizarlo. "S-sí, Kuramochi. Lo siento." Masculló con nerviosismo. No quería una gran paliza desde temprano. No soportaría una llave a sabiendas que las rodillas lo torturaban del dolor.

Kuramochi frunció profundamente el cejo, tenía el presentimiento de que el menor estaba ansioso respecto a Miyuki, pues recordaba que aquel día en la enfermería Eijun le había dejado claro al joven de lentes que hablaría con él. No se necesitaba ser un genio para leer las intenciones o pensamientos de Sawamura, quizás sólo por ser su superior debería hablar un poco con él; ya que a él le sucedió algo similar aunque al revés: Ryosuke no lo aceptó fácilmente, y por eso de alguna forma se veía en él y sentía que era su deber aconsejarle, o decirle algo para ayudarlo. Después de todo, también es su compañero de cuarto y equipo; pero más importante, su amigo.

Gruñó bajo su aliento, esto de ser mayor era un dolor en el trasero.

"Tsk, mejor escupe, tontomura. Agradece que soy amigo de ese idiota y que puedo ayudarte en algo".

"¿Eh?" Sawamura reaccionó, inseguro de si era una trampa de Yoichi para sorprenderlo con una técnica de lucha. Eran contadas las veces de que el peliverde le ofrecía consejo, sin embargo todos esos consejos realmente lo ayudaron de alguna forma. El problema no era recibir consejos provenientes de él, sino la forma en cómo los daba.

"¡Mierda! No tienes por qué ser tímido conmigo, ni temer. En serio, no te haré nada, mocoso." Añadió al no escuchar una respuesta afirmativa.

El pitcher se sintió ofendido, no era ningún mocoso -según él- aunque sí tenía un poco de miedo. Carraspeó antes de articular la primera palabra, moviéndose hacia un costado para sacar un poco el rostro a la orilla de la cama, notó que Kuramochi miraba directamente hacia su cama con brazos cruzados y con un semblante de asesino. Esa expresión provocaba miedo, pero igual lo haría.

"Bueno... Tú conoces muy bien a Miyuki, y pues yo pensaba en aceptarlo completamente como pareja a pesar de que me mintió, no quiero verlo morir y pensaba que no sé cómo decírselo y...y..."

"Tch, ya ni sabes hablar. Ordena tus ideas antes de hacerlo." Suspiró Yoichi. "Pero bien, primero es lo primero... Eres un grandisimo idiota. ¿Dices que piensas aceptarlo porque no quieres verlo morir? Pft, escucha lo que dices, TÚ ya lo has aceptado desde el primer día que lo viste, que te haya disgustado algunos comentarios de él, es otra cosa. No pongas excusas que no vienen al caso. Es obvio que no lo querrás ver morir, aunque es algo fatalista, ¿sabes? Eso sólo hubiera pasado si en verdad Miyuki te hubiera importado una mierda, pero no y eso de morir por el rechazo toma tiempo. No morimos de la noche a la mañana. Y, al contrario, deseas ver que él se tome el tiempo en 'conquistarte' porque quieres ver cuánto es capaz de hacer por ti. Claro, tampoco espero que se lo hagas ridículamente difícil. No sé si te mintió, o si simplemente se está tomando el tiempo para pensar en cómo tratarte como 'princesa', o qué sé yo. Sin embargo, no creo que sea un hombre que falte a su palabra." Tuvo que detenerse para aspirar un poco de aire, Eijun lo había escuchado con atención, se preguntaba si realmente había sido tan inconsciente u orgulloso para no aceptar su mal comportamiento. Realmente Kuramochi tenía razón en el punto de que estaba muy interesado en Miyuki, algo que le hacía hervir la sangre y sonrojarlo hasta las orejas. Kuramochi notó ese rubor y rodó los ojos, Eijun lucía totalmente ridículo.

"Tsk, ¿y entonces se lo dirás? De todas formas no estés nervioso, es él el que debería estarlo porque fue él el rechazado, no tú, idiota."

Sawamura hizo un gran puchero, en ese punto el joven mayor tenía razón también y odiaba que la tuviera.

"No contestes con caritas, y ya basta de charlas. Cambiate de ropa y ve si quieres. "

Sawamura asintió con timidez, Kuramochi sí que sabía dar ánimos, aunque muy a su manera. "Claro, pero tengo curiosidad: ¿será que me has aconsejado porque te pasó igual con Ryosuke? Es que Haruichi me contó..." no pudo terminar la oración, pues Yoichi le había lanzado una almohada a la cara. Ese Haruichi era un chambroso. No pudo evitar sonrojarse aunque por su piel bronceada apenas era visible su rubor.

"¡Ni de cerca! Ryosuke es un poco complicado y yo era un gran idiota en esa época, aunque no como tú." Gruñó. "Además, no te diré nada. Ya déjame dormir y la próxima vez que tengan una cita o encuentro, tengan sentido común y haganlo después de las diez de la mañana. Quién carajos va a un encuentro a plena seis de la mañana " Añadió, lanzándole una mirada retadora. Sawamura asintió sin mediar más palabras. Salió de la cama para alistarse, debía ser cauteloso para no seguir perturbando a su compañero.


X.X


Si bien Sawamura estaba muy bien vestido y hasta se había perfumado -algo que usualmente no hace- para encontrarse con Miyuki desde temprano en la azotea de la escuela, se había retrasado por el mero nerviosismo y sobre todo por la duda.

Miyuki ya se encontraba en el lugar establecido, Eijun se lo había hecho saber por mensaje telefónico, así como también por otro mensaje de texto sabía que Eijun estaba decidido a confesarsele gracias a Yoichi; éste era el primer cómplice de su amigo y desde el momento en que Sawamura dejó la habitación, no dudó en hacérselo saber al catcher.

El castaño se encontraba apoyado en la malla protectora de la azotea, viendo de reojo el patio principal de la escuela, desde allí podía observar a un Sawamura caminando en círculos al rodear uno de los arboles; le causaba gracia verlo así, inclusive hasta tierno. Parecía tan indeciso que tenía ganas de ir hacia abajo y traerlo de la oreja, pero la vista era espléndida y no quería forzarlo. Inclusive se tomó el tiempo de grabarlo en su teléfono celular como material de respaldo para futuras jugarretas.

Finalmente Eijun se detuvo, diciéndose a sí mismo 'yo puedo' en voz alta. El chico de lentes bufó, no mentiría si dijese que también estaba nervioso, sólo que no actuaba como idiota.

El moreno tardó un promedio de cinco minutos para llegar a la azotea, seguro por el mismo nerviosismo había caminado con la lentitud de un robot, ya se lo estaba imaginando.

"Sawamura." Masculló Miyuki al verlo entrar.

El otro desvió la mirada momentáneamente después de que sus miradas se encontrasen, luego volvió a verlo con el cejo ligeramente fruncido.

"Yo-"

"Sawamura..." interrumpió Kazuya. "Escucha." Escupió, rascándose la nuca.

Eijun pestañeó, profundizando más su arrugado ceño. Se suponía que él hablaría antes, el que lo había citado, y ahora era interrumpido. Miyuki definitivamente no sabía del gran esfuerzo que empeñaba para poder confesarse con tanto nerviosismo que corre por cada vaso sanguíneo de su cuerpo. Incluso sudaba y podía escuchar los latidos de su corazón con gran intensidad. Sin embargo, pondría atención, tal vez si dejase pasar más el tiempo, probablemente tomaría mas confianza para hablar.

Sawamura metió sus manos en sus bolsillos con los ojos puestos en las esferas marrones del hombre castaño; no tenía que demostrar su nerviosismo, sino lo contrario, o al menos lo intentaría.

"Bien." Carraspeó Miyuki, restándole importancia a la mirada fea de Sawamura. "Sé a lo que has venido y sí, me voy a anticipar-"

A esto, Eijun puso los ojos como platos, seguro Kuramochi lo había delatado de alguna forma. Eso era injusto y estuvo a punto de protestar cuando Kazuya puso su mano diestra sobre su boca. El ofendido hizo un visco al ver la superficie de la mano bloqueando su queja, desde ya quería morderla, pero el chico de lentes la apartó rápidamente -quizás instintivamente- .

"Tsk, que no digas nada."

Sawamura gruñó, desviando su mirada, claramente sus facciones delataban su inconformidad.

"Sé que dije al principio que haría que te fijaras en mí, pero al parecer eso ya estaba por sentado. Así que yo también lo di por sentado, no es que no quiera hacer algún esfuerzo por ti, y lo haré, pero no por medio de citas cursis. No es mi estilo, nunca lo ha sido. Entonces te preguntarás: ¿cómo llegaremos a conocernos? Pues por medio de citas, pero no de las que esperas, tú no eres mujer y yo prefiero hacer cosas distintas... Ambos somos hombres y creo que me entiendes, simplemente aun no podré ser tan dulce como esperas por el momento..." explicó, estaba un poco avergonzado porque quería confesarle un poco de su pasado antes de que lo conociera. Sawamura seguía abierto a más explicaciones pues gracias al comportamiento nervioso con tantos movimientos motrices por parte de Kazuya, le indicaban que quería agregar algo importante.

"...y es porque antes de ti salí con varias personas, personas que aún no tenían sus marcas, y todo lo solía tomar como un juego y esta vez no quiero arruinarlo. Hice cada idiotez, o cada cosa que, no quiero ser repetitivo. Si te llevo a esas cosas que esperas de mí, seguro recordaré cosas-
"

Miyuki fue interrumpido por parte de Eijun, el joven moreno lo miraba con reproche por no haber superado esas relaciones, o tal vez no se trataba de eso, pero le molestaba de sobre manera.

"Entonces tienes que superarlo-"

"¡Ja! Espera que no termino." Resopló por la nariz. "No es cuestión en sí de superar esas relaciones, hace tiempo que lo hice, pero lo único que quiero es que no esperes a que yo sea un príncipe-"

"Nah, tú detente. Tsk, tú y Kuramochi piensan lo mismo de mí. Esto no tiene que ver con citas o que me trates como princesa, caray. Esforzarte por el corazón de otra persona no es tan superficial como para basarlo en esas cosas. Más bien, bueno, tú lo dijiste; no me trataras 'dulcemente'. Solamente quería que... Cómo decirlo..." Eijun se rascó la cabeza fervientemente, tratando de ordenar las ideas en su mente tal y como se lo había dicho Kuramochi.

"No sé cómo explicarlo, pero lo resumo en lo siguiente: sólo quería tus disculpas."

Miyuki estrechó la mirada ante tal petición, ¿eso era todo? ¿Le estaba insinuando que es inmaduro y parte de esforzarte por alguien es retroceder un paso y ser el primero en pedir perdón aunque no fueses el culpable? Aunque en lo último sí fue culpable por haberlo iniciado, y para colmo, le resultaba muy tierno por parte de Sawamura no poder decirlo en una oración. ¡Vaya mocoso ese Sawamura Eijun!

Kazuya dejó escapar un bufido, cruzándose de brazos. "Maduraré después de los veintiuno, es casi una promesa, pero no dejaré de molestarte mientras tanto." Escupió de forma ladina.

El otro gruñó entre dientes, eso ya se lo imaginaba, en sí no le pedía que cambiara, aunque agradecería si lo hiciera un poco. El joven castaño rió bajo su puño, observando la cara graciosa de Eijun.

"Bien, bien, lo siento." Dijo Miyuki.

"Presiento que no lo dices con tanta seguridad."

"Ja ja ja ja, claro que sí, sólo que sonrío al disculparme. No tiene nada de malo, a menos que quieras que me disculpe como el villano en una telenovela."

"Tsk, tampoco exageres. Como sea, ya no me permitiste decirte nada." Gruñó bajo su aliento.

"Algo así como que ya vas a aceptarme, ¿no?"

"Al principio sí, y no es que haya cambiado de opinión, pero creo que-" Sawamura empezó a andar, yendo hacia la red protectora, observando el horizonte. "¿Miyuki? Supongo que hay cosas que no necesitan ser expresadas por palabras." Masculló, metiendo sus dedos entre los agujeros de la malla.

El joven castaño lo siguió con la mirada, en ese punto el chico tenía razón, ¿pero qué significaba eso? ¿Acaso ya no confesaría su atracción, o es que le insinuaba que ya lo aceptaba pero que no lo diría? Pero como sea, en ese momento iba a respetar la decisión de Sawamura. Ya de por sí creía firmemente que Eijun lo aceptaba a pesar de su personalidad, más allá de que las marcas los 'unieran'.

¿Esto debería ser un progreso en su relación; a pesar de no existir una confesión, a pesar de estar cerca sin discutir por algo sin sentido y sin hacer 'oficial' su noviazgo? Al menos era un principio, definitivamente el día de ambos no salió como lo esperaban. Después de un mes de espera, esto fue todo lo que obtuvieron, aunque quizás suficiente para Sawamura ya que recibió una disculpa por parte de Miyuki. Tal vez era un capricho suyo pedirlo, pero en verdad necesitaba escucharla.

Después de ese día, tanto Miyuki como Sawamura optaron por enfocarse en estudiar, sin hacer clara la confesión de Sawamura, poco a poco han ido hablando, mayormente temas relacionados al béisbol. Era como darse una segunda oportunidad de conocerse, sin tener alguna presión por decir algo. Al principio el resto de sus compañeros les resultó increíble ver que llevaban platicas civilizadas, de vez en cuando, porque Miyuki no dejaba de provocarlo. Sin embargo, no se sabía si Sawamura se había acostumbrado o le restaba importancia o tan sólo lo estaba dejando de ser...


X.X


Los días seguían corriendo, mes pasando tras otro. Ambos: Sawamura y Miyuki limpiando asperezas, y de paso Sawamura resolviendo su rivalidad con Furuya. De alguna manera el chico azabache cambió, notó ese gran cambio pues había dejado de ser tan prepotente como aquella vez en las piletas donde le había amenazado con 'quitarle' a Miyuki. Últimamente veía un brillo diferente en él, quizás la razón era Haruichi pues su relación se había tornado más cercana. Los envidiaba de alguna manera, ellos lograron resolver sus problemas a su manera, mientras tanto, Miyuki y él tan sólo lograban hablar de vez cuando. No era que le disgustase, después de todo fue lo que él o ambos decidieron. Sólo que deseaba que sus hazañas transcurrieran más rápido. El verano estaba a la vuelta de la esquina, y con él las vacaciones del fin del año escolar. Lo que significaba que no lo vería en ese lapso de tiempo, pues tenía planeado volver a su hogar en Nagano y para colmo, Miyuki vive en Tokio.

Sawamura estaba sentado en una de las ramas de los árboles muy cerca a la entrada de la escuela, suspirando y sumergiéndose otra vez en sus pensamientos. Sus ojos marrones se tornaban dorados a medida que los rayos dorados del atardecer atravesaban las hojas y caían en el iris de sus ojos, dándoles un brillo similar al del mismo atardecer. La brisa y el clima sólo lo envolvían en un hálito de nostalgia, se podría decir que a pesar de todo su relación con Miyuki no estaba mal, pero sentía que algo hacía falta y deseaba saberlo. A pesar de haber gastado un par de horas y de haberse saltado la parte final del entrenamiento, aún no había atrapado la razón que lo desconcentraba del mundo que lo rodeaba.

Ya no quería molestar a Kuramochi pidiéndole otro consejo, o a cualquier otro compañero. Debía de descubrir qué era lo que hacía falta por sí solo y gracias a ello, estaba empezando a acrecentarse su dolor de cabeza. Pensar demasiado no es uno de sus puntos fuertes, ni mucho menos imaginarse saber lo que otros piensan.

"¿Descansando?"

Una suave y firme voz se hizo escuchar, interrumpiendo los pensamientos y agonía de Eijun. Éste pestañeó sorprendido, dirigiendo su mirada hacia abajo. En su rostro se dibujó una pequeña sonrisa al ver quien estaba abajo, se trataba del primer sujeto que conoció el primer día en la escuela, y aunque esa vez fue indiferente, este tipo era quien lo había acompañado más tiempo que el propio Miyuki Kazuya en el equipo de béisbol:

Chris.

Tal sujeto se había convertido en una especie de amigo y mentor, hacía tiempo que no lo veía. Se suponía que Chris había regresado a Estados Unidos hace dos meses y medio para hacerse unos chequeos médicos, claro que Eijun era inconsciente de qué tipo de chequeos, ya que no se atrevía a preguntarle para no incomodarlo. Sin embargo, le agradaba mucho Chris y hasta el momento lo extrañaba, suponía entonces que ya estaba de vuelta al país. Por un instante, en un momento de debilidad, se preguntó si Chris podía ayudarlo a sentirse mejor; pero eso era egoísta, pues él apenas había vuelto de un viaje extenuante; además de que cargaba con sus propios problemas. De un momento a otro se sintió orgulloso de tener en consideración la situación de otros, seguro estaba madurando como persona, o al menos eso trataba de creer.

"Hola, Chris." Saludó antes de descender del árbol, bajó lo más rápido que pudo aunque ensuciando su ropa en el trayecto y desgarrando uno que otro hilo de su camisa y pantalón con las astillas que se atravesaban en su camino.

"¡Has vuelto! ¿Qué tal te fue? ¿A qué horas volviste? ¡Te hemos extrañado!" Dijo, entusiasmado. Sacudió sus ropas, hizo el intento de darle la mano, pero desistió al ver que estaba sucia gracias al polvo acumulado en el árbol. Inclusive su nostalgia había desaparecido de la emoción de ver a su superior favorito. No podía creer que lo atrapase en un momento donde tenía la guardia baja. Ahora sus mejillas se tornaron ligeramente rojas de la vergüenza.

"Calma, calma. Estoy bien, al contrario de ti al parecer. Lucías distante hace un momento." Chris ojeó la mano, desistiendo en devolver el gesto al ver que Sawamura se había retraído.

Su rostro se tornó más rojo, ¿en serio lucía así? Y todo se lo debía a Miyuki. Estúpido cuatro ojos. Ese que se apodera de sus pensamientos, ese que lo hace pensar, ese que mató su ilusión de quedarse con su amiga de la infancia, pero ese mismo que hizo reverdecer un nuevo sentimiento como si fuese lluvia en el árido desierto.

Explotó en una carcajada nerviosa, rascándose la cabeza. "No, no estaba lejos...al menos no tanto. Y me alegra que te haya ido bien, pero yo también estoy bien. No hay de qué preocuparse." Trató sonar creíble a sabiendas de que Chris es muy bueno reconociendo sus pequeñas mentiras.

Chris entrelazó sus brazos sobre su pecho, no creyendo ninguna palabra de su compañero. Era consciente de la situación de Sawamura, pues Yuki lo había puesto al tanto. Sin embargo, no se inmiscuiría ya que él no creía que fuese un gran problema, más bien Eijun lo percibía de esa manera, así que dejaría que el moreno lo descubriese por sí mismo.

"Muy bien entonces, te buscaba porque necesito saber si irás a la despedida en la playa el primer día de las vacaciones de verano. Es algo que se hace anualmente entre todos los bachilleratos, así que tú eres el último que hace falta que confirme su participación."

"¿E-Eh? No sé..." masculló, rascándose la parte trasera de la cabeza. Era una gran oportunidad para ver un día más a Miyuki, y otra oportunidad más para marearse y vomitar dentro del autobús. Mentiría si dijera que no odia los viajes largos, pero quería pasar un poco más de tiempo con la compañía del joven castaño. No importaba si lo poco que estuviesen juntos fuese para hablar de temas triviales, aprovecharía ese momento para contemplar una vez más sus ojos, sin importar si están llenos de reproche o de calidez. No obstante, había hablado con anticipación con su abuelo que estaría allí desde el primer día de vacación, obviamente sin mencionarle que al inicio del año escolar había encontrado a su alma gemela, pues seguro lo obligarían a que llevase a Miyuki y seguramente heriría a Wakana, aunque eso era inevitable. Tarde o temprano lo haría, y si llevase a Miyuki consigo, sería aún más difícil e incómodo.

Otra vez empezaba a divagar, estaba tan lleno de emociones que creía que en cualquier momento explotaría. Sin embargo, tal vez Miyuki no iría a la playa, no creía que se tomase el tiempo para esas cosas, después de todo sabe que Kazuya no puede nadar. Entonces, seguro no habría culpa al no ir a la despedida escolar...

"Miyuki irá."

Eijun dio un paso hacia atrás, sonriendo con nerviosismo. ¿Tan evidente era su comportamiento extraño por Miyuki? Seguro no sólo era evidente para Kuramochi y Chris, tal vez lo era para todos. Y para colmo Miyuki si irá a la despedida, ¿entonces debería ir él también?

Chris suspiró, terminando por bufar. "No te pongas así, más o menos sé de tu situación. Es probable de que la mitad de la escuela lo sepa." Bromeó, aunque sí era evidente para todos los compañeros del equipo de béisbol.

Sawamura tragó saliva con dificultad, eso no podía ser cierto, ¿o sí? No obstante, el punto era de que Miyuki también estaría allí. Y si al menos no podía descubrir lo que hacía falta, cabía la posibilidad de estar un día más con él antes de volver a Nagano. Sí, debía de hablar otra vez con su abuelo y retrasar su fecha de llegada, porque sino; tardaría en volver a ver al catcher. Ya no debía divagar, era ahora o nunca.

"Entonces iré." Dijo firmemente.

"Ya veo, no lo dudaste. Ahora eres distinto al chico torpe que conocí en tu primer día de clases."

El pitcher no sabía qué pensar sobre ese comentario, y si realmente era así, pues estaba satisfecho. Antes solía tener un poco de vergüenza, pero al parecer todo eso se estaba volviendo un tema del pasado ya que estaba aprendiendo a tomar decisiones. Aunque sí se sentía ofendido de que lo llamasen torpe, esa era la percepción del mundo, no la de él, bueno; quizás sólo un poco.


X.X


"¡Todos hagan filas antes de entrar en el autobús! A todos se les ha dado un único ticket para ser identificados, así que no lo pierdan." Exclamó Rei a través del megáfono.

Sí, finalmente el primer día de vacaciones de verano ya estaba aquí. El reloj principal de la escuela marcaba las cuatro de la madrugada con diecisiete minutos. Todos los alumnos de los diferentes bachilleratos en Seido estaban levantados desde temprano para emprender el largo recorrido. La escuela había preparado un viaje a una de las playas cercanas, donde además había un hotel con aguas termales.

Cada estudiante abordaba el bus con tranquilidad y hablando sobre sus planes para hacer cuando estuvieran allí. Ni siquiera el sueño les quitaba la emoción, y como es verano, el clima es relativamente fresco en la madrugada, un alivio para ellos pues los veranos en Tokio son insoportables.

Cada sección de bachillerato abordaba un sólo bus para mantener el orden, por lo que Sawamura al ser de primer año no podía ir en el bus donde se encontraba Kazuya. Al contrario, los dioses lo habían bendecido con la fascinante compañía de Furuya. ¿Por qué diablos tomó un ticket donde lo colocarían a la par de su compañero dormilón? Hubiera preferido a Haruichi, o inclusive Kanemaru aunque lo molestasen; pero no, exactamente Kanemaru y Haruichi estaban sentados en el mismo asiento.

Lo único que lo motivaba a no chillar por la presencia de Furuya era que, si vomitaba, ya sabía quien iba a ser su baño personal. Sawamura no es del tipo de persona que se mantiene callado, es una tarea difícil y con Furuya a su lado seguro se le secaría la cavidad bucal, a menos que tocara el tema de animalitos invernales, pero no era su fuerte y al otro pitcher no le interesaban los escarabajos.

Gruñó bajo su aliento, cruzándose de brazos mientras se hundía en su asiento. Sería un largo día y lo único que quería, por muy extraño que ahora pareciese, era estar con Miyuki. Últimamente el sutil cambio del castaño respecto a él desde aquella platica, había hecho que mejorara su 'relación' con él por lo que ya no habría necesidad de ir a un hospital por si le explotase la bilis. Muy a pesar de hablar poco, al menos eran charlas -relativamente- cómodas aunque cortas. Si tan sólo pudiera quitarle ese pésimo sentido del humor al catcher, sería perfecto. Por que no lo iba a negar, Miyuki Kazuya es insoportablemente atractivo, adictivo y sobre todo muy inteligente.

Demasiado para él, y agregado su aura misteriosa, su perspicacia, el timbre de su voz, su sonrisa... No. El viaje no había ni empezado y ya estaba divagando en tonterías. Se jaló el pelo, tratando de sacudir esos indecentes pensamientos. Así no es Sawamura Eijun.

El joven azabache que, desde ya lo ojeaba con una expresión entre estoica y extrañada; trataba de ignorar el comportamiento de chango idiota por parte de eijun. Ciertamente todos sus compañeros en Seido son únicos, por no decir raros. Afortunadamente Haruichi es distinto.

Sawamura apretó la dentadura al sentir que su compañero le miraba sin ningún disimulo. Dejó tranquila su cabellera, seguro lucía muy idiota.

"Ugh... Ah, el teléfono." Masculló para sí. Tanteó la bolsa de su pantalón, sacando el aparato móvil para distraerse y disimular que nada había pasado. En primer lugar, escribió en el navegador: 'Lista reciente de los próximos lanzamientos de manga shojo 2016'. Al menos debía de entretenerse con algo de su gusto, hasta que su teléfono dio aviso de un mensaje nuevo: era de Kuramochi Yoichi. ¿Acaso no es muy temprano para molestarlo?

Chasqueó la lengua, deslizando su dedo a la siguiente ventana.

Kuramochi Yoichi - 04: 22 a.m.

Hey, le he pintado un bigote y ojeras a tu novio ya que está dormido. Hyahyahya! ( ̄ω ̄)

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Sawamura no pudo evitar tener curiosidad, aunque no estaba bien lo que había hecho el peliverde con su 'novio'. Abrió el archivo y estalló en una carcajada, el resto de compañeros le observaron confundidos y molestos al mismo tiempo. Se mordió el labio, tratando de contenerse. Miyuki lucía como... Un mapache. Era tan gracioso y por alguna razón, tierno también. Trató de esfumar el último pensamiento, Miyuki Kazuya era todo menos tierno.

Sawamura Eijun - 04:24 a.m.

Reply: Eso no se hace, a los verdaderos amigos se respetan. (`^´)ノ

Kuramochi Yoichi - 04:25 a.m.

Reply: Toma tu respeto, hyahyahyahya! (ノ`□´)ノ⌒┻━┻

Sawamura gruñó, de nada serviría responder otra vez. Sin embargo, ahora tenía una una foto de Miyuki Kazuya en su celular, a pesar de lucir gracioso; también lucía tranquilo y angelical, razón por la cual debería de ir al psicólogo, por llegar a tal estrafalaria conclusión.

Ahora tenía algo qué observar en su camino, seguro se gastaría la batería del celular antes de llegar a la playa, pero valía la pena por verlo así; sin esa sonrisa soslaya.


X.X


6:46 a.m.

Finalmente el viaje de ida ya había concluido, todos los estudiantes se dispersaban a las distintas habitaciones del hotel: a Sawamura le había tocado como compañeros de habitación a Haruichi, Kanemaru y Furuya. Con los cuatros reunidos en el mismo lugar, desempacando sus pertenencias, alguien tocó la puerta. Haruichi se encargó de atender, encontrándose con Miyuki quien hizo la petición de llamar a Eijun, sin embargo no hubo necesidad de que Haruichi lo llamase, pues el joven moreno había escuchado desde el lugar donde estaba. Salió del cuarto, cerrando la puerta tras él. "¿Necesitas algo?" Preguntó sin enfatizar algún tono de voz. Notó que Miyuki había limpiado su rostro, ya no era el de un mapache, rió bajo su puño pero rápidamente trató de mantener compostura.

El joven catcher inmediatamente se percató de que Eijun sabía de la travesura de Kuramochi, Sawamura era muy fácil de leer.

"Hm, seguro tienes una foto mía, ¿verdad? Cuestionó, arqueando una ceja. "L-lo siento, no lo pude evitar." replicó rápidamente el pitcher.

"Nah, no hay problema. Incluso yo pienso que fue gracioso. Como sea, yo estaré encargado de cocinar con algunos compañeros y pensaba que tal vez pudiéramos encontrarnos en la tarde, ya que estaré un poco ocupado."

"¿Ah? Pero vinimos a un hotel, ¿no tendríamos que comer lo local?"

"Bueno, el dinero sólo alcanzo para el viaje y hospedaje, la comida aquí es muy cara, así que compramos previamente algunos ingredientes."

Sawamura chasqueó la lengua, eso era totalmente injusto. Muy en el fondo hubiese querido tener un tiempo extra junto a Miyuki.

"Bueno, no se le puede hacer nada." Suspiró. "Está bien." gruñó.

"Ja, me atrevería a decir que querías estar todo el día conmigo, ¿no es así?" Kazuya bufó, provocando al menor.

"¿Y qué si así hubiese sido?" Inquirió Eijun, frunciendo el cejo.

Miyuki pestañeó varias veces, no creyendo lo que escuchaba. Sawamura estaba admitiendo que quería pasar un tiempo con él, y no sólo eso, también lucía molesto por la misma frustración. Prácticamente recibió una cachetada por parte del menor. Quizás lo estuvo subestimando, y no debería de extrañarle, después de todo desde el día de mañana ya no lo podría ver con regularidad. Al principio no supo cómo reaccionar ante tal sinceridad, y tan sólo rascó la parte trasera de su nuca. Sawamura notó ese atisbo de pena por parte de Miyuki, generalmente suele esconder y proteger esa fachada de niño troll con sus sonrisas mezquinas, pero esta vez lo había tomado por sorpresa; no creía haberlo desarmado, pero definitivamente había hecho un logro: una pequeña victoria y si no fuese por la situación, sonreiría triunfante.

"Tan sólo ten cuidado si te adentras al mar."

"¿Acaso todo el día te la pasaras cocinando?"

"¿Y ahora me reclamas?"

"Tsk... Lo siento. Entonces nos veremos al atardecer. Supongo que también querrás pasar tiempo con tus amigos. No quise ser egoísta..."

"Oh, tengo la mejor media naranja de todas."

"Tch, no te burles." Sawamura hizo un mohín.

"Je je, está bien. Nos vemos por la gran roca."

Con esa despedida, Sawamura volvió a su cuarto. Estuvo a punto de comportarse como un novio celoso y posesivo, casi metía la pata. Suspiró al cerrar la puerta tras él. Los otros compañeros de cuarto sonrieron al verlo, inclusive Furuya había esbozado una pequeña sonrisa. Seguro se burlaban de él por dentro. Optó por ignorar ese detalle casi bizarro, ya que Furuya no suele sonreír.

El día transcurría entre risas y algo de dolor, sobre todo para Sawamura, quien era la piñata de Kuramochi en el juego de voleibol. Así también mas tarde con el juego de la sandía, y también con los juegos de sumo entre los círculos que dibujaban en la arena; pero a pesar de todo, Sawamura lo disfrutaba e inclusive en algún momento del día, Miyuki se había unido, sobre todo para las luchas con dedos. El juego lo tenían prohibido al ser béisbolistas y sobre todo los pitchers, pero lo hicieron a escondidas y afortunadamente nadie salió con un dedo lastimado. De otra manera, hubieran sido castigados.

Después de todo ese ajetreo: jugar, chapotear en el agua y de comer; la hora acordada entre Miyuki y Sawamura ya estaba a la vuelta de la esquina.

Sawamura Eijun ya se encontraba muy cerca de la gran roca que se encontraba a la orilla de la playa, mientras esperaba a Miyuki, iba recordando todo lo sucedido en el día y de cuánto extrañaría a sus compañeros. Y pensar que en algún momento flanqueó en no querer venir, hubiera sido una decisión estúpida. Afortunadamente esta vez no habría arrepentimientos, tomó una buena decisión.

Miró hacia el horizonte, el sol apenas empezaba a dormirse, parecía una moneda de oro rodeada de nubes púrpuras como estandartes. El oleaje era tranquilo y la brisa salada era suave, acariciando sus mejillas con su calidez. Estaba sumiso en el panorama cuando una mano ajena se posó en su hombro derecho. No se sobresaltó, sabía a quien le pertenecía esa mano. Esta vez no quería cometer tonterías como alejarlo, al contrario, ladeó su cabeza hacia el costado donde se encontraba esa mano y frotó con suavidad su mejilla contra ella. Le pareció escuchar un bufido en el acto, pero bien pudo haber sido una ola golpeando la roca que estaba tras él o una gaviota rodeando su espacio aéreo.

"¿Te sientes bien?" masculló Miyuki.

Sawamura se dio la media vuelta, asintiendo con una pequeña sonrisa pintada en su rostro. "Al contrario de ti, seguro estás cansado de tanto cocinar."

"Hm, pero lo disfruté mucho."

"No me esperaba menos de quien tiene como pasatiempo cocinar deliciosa comida."

Kazuya negó con la cabeza mientras frotaba la parte trasera de su cuello, un poco avergonzado. La sinceridad de Eijun a veces podía ponerlo en aprietos.

El joven menor se preguntaba si realmente había podido avergonzarlo, o si tan solo Miyuki estaba siendo modesto. Prefería creer en la primera opción pues eso le daría más confianza.

"Ven, caminemos." Propuso el catcher.

Sawamura no objetó, y así, los dos jugadores empezaron a andar, ambos andaban descalzos, sintiendo la arena húmeda y pesada entre sus pies.

Tanto Miyuki como Sawamura no articulaban ni una palabra, lo único que se escuchaba entre ellos era el sonido de las olas, el canto de las gaviotas y uno que otro sonido de un barco a la distancia, dando aviso a la llegada del puerto.

Sus miradas se encontraban tímidamente de vez en cuando, intercalándose entre el paisaje y ellos. Ambos, al parecer, no tenían un tema para hablar; algo que en cierta forma le extrañó a Eijun de sí mismo, pues lo que más quería era hablar con Miyuki; pero al parecer sus planes nunca salían como los planeaba. De ese mismo pensamiento nació su curiosidad por saber si también a Miyuki le sucedía lo mismo, o tal vez todo era parte de su plan y por eso mismo saboteaba los suyos. No obstante, su cerebro empezó a maquinar una idea: seguro el momento en el que estaban sumergidos: caminando a la puesta del sol, lucía como una escena romántica de manga shojo, como esas que tanto le gusta. Sus pómulos se tornaron rojos por el sólo hecho de pensarlo.

Kazuya lo ojeaba, resopló con la nariz por la enternecedora escena. Se supone que los hombres no son tiernos ni mucho menos se comportan así, pero seguro Sawamura es la excepción a la regla.

Ese sonido sólo causó que el sonrojo de Eijun se elevara hasta las puntas de sus orejas, desvió su mirada, avergonzado de su propio comportamiento. No quería parecer la protagonista de una manga shojo.

De repente sintió una mano tomar la suya, fue entonces que corrió su mirada hacia esa mano y luego al rostro de Miyuki, parpadeando. Kazuya detuvo su andar y Eijun también lo hizo.

"¿Hm? ¿Ya te cansaste?" preguntó el chico moreno.

Miyuki negó con la cabeza, se limitó a atraerlo de la cintura con la otra mano. Sawamura apenas pudo reaccionar, casi trastabillaba en su intento de no caerse de lado.

No, no podía creer que Miyuki tuviese planeado 'eso', ¿verdad? Eijun no tiene experiencia en besar ni tiene idea de qué hacer exactamente. A pesar de leer tantas mangas shojos, no ha aprendido nada de ellas. La realidad excedía a la fantasía. Moriría de vergüenza si hace algo incorrecto en el proceso.

Sus orbes marrones, que inmediatamente tomaron un color dorado gracias a los reflejos solares, se encontraron con los de Miyuki. Tragó saliva, ya los había visto, pero no tan de cerca. El joven castaño posee pestañas cortas y gruesas, su mirada es más afilada de lo acostumbrado y jamás había sentido su aroma tan cercano.

¿En verdad iba a suceder? Aunque la mirada de Miyuki es embelesadora, no podía apartar los ojos, se veía reflejado en los de Miyuki y podía notar como el viento desordenaba sus cabellos del frente.

¿Por qué rayos Miyuki no se inmutaba? Aunque al menos también estaba ligeramente sonrojado, cosas inusual...

Las huellas que dejaron en la arena, el agua salada del mar que bañaban sus pies, los cálidos rayos solares del atardecer y la brisa salada que besaba sus cuerpos; eran los elementos que atestiguarían el primer beso entre Miyuki y Sawamura: dos almas que desde el principio chocaron en discusiones tontas.

¿Cómo llegaron a estar en esa posición, en una playa mientras se miraban a los ojos, sujetándose de las manos a punto de que sus labios se encontrasen a medida que sus rostros se acercaban?

¡No, él no es la heroína o princesa de una manga shojo!

Muy apenado apartó el rostro, por mucho que quisiera besarlo, no quería que fuese un beso así, no era nada masculino y él es muy masculino.

Miyuki rió entre dientes, soltando el cuerpo del otro. "Vaya que eres experto en romper momentos románticos, ¿no?"

"Tsk, calla." Empujó a Miyuki con un tacleo sobre la arena, rodó al menos unas ocho veces junto a Miyuki entre carcajadas, cada uno buscando imponer su fuerza, tanto así que ambos terminaron desgarrando sus camisas.

Cuando se detuvieron, Eijun quedó boca abajo, sintiendo la arena fría en su mejilla con vista en dirección al castaño; mientras que Miyuki quedó boca arriba, mirando al cielo. El panorama se había tornado rojo de un momento para otro, podía respirar a sus anchas e inclusive sentía que también podría respirar y consumir todo el paisaje estando al lado de Sawamura.

No podía creer que gastó tiempo en puras tonterías, alejándose de su alma gemela en su 'misión' de atraerlo, pero sólo consiguió alejarlo. Si no hubiese sido por la decisión de Eijun, tal vez seguirían en las mismas. Si bien la otra mitad del año no fue tan afectiva, al menos pudo conservarlo a su lado.

"¿Sawamura?"

"¿Hm?

Miyuki no añadió nada por el momento, se dio la media vuelta, alcanzando la espalda de Eijun.

Allí estaba lo que quería ver, gracias a la camisa que estaba rota, la marca de Eijun estaba visible. Esa marca que los unía como pareja destinada. Se inclinó y la besó con suavidad. "La próxima vez no escaparás." Susurró en su piel.

Sawamura cerró los ojos, asintiendo con un 'hm'.

Fin.