UN DÍA CUALQUIERA DESPUÉS DE UN DOBLAMIENTO DEL ESPACIO/TIEMPO

.

.

Actualizando... Introduciendo personajes... Aceitando trajes metálicos... Horneando pizzas...

Decidida cual leona en safari, dejé que mis piernas me guiaran para atravesar las puertas de aquel local. Al encontrarme allí, apoyé una mano en mi cadera y contemplé el panorama a mi alrededor. La constante y pululante alarma en mi cabeza, me incitaba a indagar sobre aquello a lo que no le estaba prestando la suficiente atención, era palpable incluso lo sentía murmurar a mi lado; era tan evidente que incluso comenzó a bostezar… ¿bostezar?

Allí estaba, observando fijamente el producto de aquel bostezo. Sintiendo como con cada segundo las piezas del rompecabezas encajaban y esclarecía la respuesta a toda mi incertidumbre. Por lo que había entrado a la Pizzeria sin dudas, pero tampoco sin objetivo fijo.

- ¿Y qué se supone que haces TÚ dormidote en medio del comedor, saco de papas?

No recibí respuestas.

El saco de papas seguía farfullando incoherencias mientras que los empleados de la tarde empezaban a desalojar sus puestos de trabajo. Reconocí a unos pocos.

- Epa, tú ¿perdiste cabello? - el adulto joven me dedicó un gesto ofensivo -. No ha pasado tanto tiempo.

- Y tú, te suscribiste a una caja sorpresa de korea, ¿no? Porque tu cutis deslumbra como la cabeza calva de ese chico.

Al que me había dirigido antes regresó sobre sus pasos, con el dedo levantado, tomó de la mano a la chica de la linda tez y se marcharon. Indicando que estaban en una relación.

- Me alegra ver que no han perdido el tiempo, chiques. ¡PERO APRESUREN QUE USTEDES SON SÓLO MATERIAL DE RELLENO PARA QUE LA HISTORIA PAREZCA PENOSAMENTE MÁS REALISTA! - alcé los brazos insistiendo a los pocos que quedaban a que corrieran, y cuando las puertas se cerraron tras las espaldas del último extra, me enfoqué en la persona dormida.

Acercándome mientras me agazapaba, miré la pantalla de mi celular.

11:54 pm

Tenía tiempo para esto: acerqué mis labios a la oreja descubierta del encargado, tomé aire y exhalé en un grito.

- ¡DESPIERTAAAA!

El pobre chico saltó bruscamente haciendo un destrozo de gorritos de fiestas, cubiertos, la silla y la mesa. Cuando pudo incorporarse tras zafarse del mantel colorido que cayó sobre él, me escudriñó los ojos con mirada pasmosa.

- ¿Quién eres? - inquirió.

- Ruth, y trabajo para ti.

- ¿Para mí?

- Soy esclava de los deseos más profundos que habitan en los recodos de tu mente.

- ¿Y quién soy yo? - no podía asegurar que escuchara mi respuesta anterior.

- Si te soy sincera, eres un trabajador apasionado pero algo retraído de esta pizzería del coñazo. A los únicos que consideras amigos o incluso merecedores de tus sentimientos son unos robots poseídos que viven y gozan de movilidad en este lugar, obvio, tú consintiendo este comportamiento. Ya que sabes, y muy bien, que estos son una amenaza para la sociedad. Y aun así, contratas a inmigrantes desesperados para cubrir el puesto de guardia de seguridad para que las susodichas marionetas metálicas tengan un cebo y no intenten salir de los límites de este establecimiento culinario; en el que incluso nunca he visto servir ninguna pinche pizza.

- Uh… pero eso no explica…

- Te pongo en contexto, porque toda tu vida y toda tu existencia parece tornar alrededor de este lugar, y eres sólo un personaje unidimensional en una aventura plana y poco planificada, un suspiro etéreo en un enorme abismo. - las luces cedieron hasta que los faros proyectaron luz blanca sobre mí, dejando por fuera del halo al encargado, con su cara descompuesta sin comprender nada -. No somos más que meros entretenimiento para espectadores sin caras y con nombre falsos sacados de caricaturas japonesas. Y ahora te preguntarás, ¿qué ha pasado en estos cuatro largos años…?

Su boca se abrió al ritmo en que sus ojos se esclarecía la verdad y cuando estuvo a punto de vocalizar sus pensamientos, lo frené con el índice en sus labios.

- Sh Sh Sh – le silencié, cerrando los ojos dramáticamente -. No puedes responder, ¿sabes por qué? Porque no ha pasado, en cuatro años, absolutamente NADA. Y también a ocurrido TODO.

- Espera, ¿cómo? ¿Qué cosa? ¿Han pasado CUATRO AÑOS? - sus ojos se tornaron redondos cual faros de auto marca Volkswagen, y cuando me percaté por qué se me ocurría aquella referencia, ya me había atropellado mientras que seguía exclamando: - ¡No pueden haber pasado cuatro años! Sólo cabeceé para tomar un descanso, yo hace unos minutos estaba… estaba hablando con… yo estaba haciendo algo… hacía algo importante…

Me acerqué a su lado y lo tomé del brazo.

- No lo fuerces, ya llegarán los recuerdos a su debido tiempo, pero eso sí. Nada de lo que pretendías hacer tiene sentido de ser ahora. - dije con voz apesadumbrada.

- ¿A qué te refieres? - insistió él, con sus pupilas gris-cielo-nublado, buscando respuestas en mis ojos que pretendían ser más sabios.

- Porque nada de lo que pretendíamos hacer, o nada de nuestros motivos, está ahora a la disposición de "eso". - disminuí el volumen hasta hacerlo un diminuto murmuro.

El encargado se agazapó conmigo, sin saber de quién nos escondíamos.

- ¿Pero y quién rayos es "eso"?

- Eso a lo que dispone de nosotros para crear, eso a lo que recurrimos cuando pensamos en lo más elevado o en los hilos del titiritero. Por lo que se crean religiones y grupos de debate, eso es…

Benjamin (sí, sé como se llama), miró al rededor en un último intento de comprender la situación, sin poder juntar el rompecabezas cómo yo lo había hecho al entrar a la pizzería. Porque aunque haya pasado tanto tiempo, él y yo teníamos historia. Él y yo podíamos edificar un pequeños refugio dentro de aquel escalofriante bosque lleno de bestias, podíamos formar el mejor equipo de Guardia y Encargado nunca antes visto. Y así completar las cinco noches en Freddy's Fazbear Pizza. Porque, aunque él nunca lo comprenda, así es como lo requiere:

-… la autora.

Rompieron truenos y relámpagos, y los búhos alzaron el vuelo. Haciendo hincapié, en el inicio de lo que puede ser una total locura.


N.A: jajajaja Henos aquí después de 4 años, a quién está aun por estos lares. Hace unas horas estuve pensando en esta historia, y me dije "no hará daño divertirme un rato". Así que esto va dirigido a quien esté leyendo. Tú, ¡sí, TÚ! Si me dejas un comentario sobre tu existencia publicaré un nuevo cap, veremos qué podrá pasar con estos personajes tras 4 años de nuevas aventuras y un humor (quiero creer) más maduro. No quise editar los caps anteriores, porque así fueron y así serán, lo que importa es que se perciba la diferencia de tiempo.

24/07/2020

Cambio y Fuera