¡Hola! ;D Esta historia está especialmente dedicada a mi amada ChickenBrown uvu con mucho amor -corazonesgays-
Espero que te guste xD (?)
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Disclaimer: Shingeki no kyojin no es mío, su respectivo dueña es Isa la Llama, digo Hajime Isayama
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Apariencia.
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"Todos son unos hijos de puta" Pensó Levi saliendo del salón de clases.
Aquel había sido su primer día en esa escuela, pero, como siempre, le costaba relacionarse con otras personas. Algunos de sus familiares lo atribuían a que nunca se quedaba demasiado tiempo en un solo lugar, desde que su madre muriera cuando él tenía tres años se la habían pasado viajando de un lado a otro, poco le importaba a su padre lo que pasara con él, era un viejo alcohólico que se marchaba antes de acostumbrarse, como si desechara cualquier lazo que un nuevo espacio pudiera ofrecerle.
Levi, al observarlo, pensaba que era un perdedor, una mierda de persona, un inútil. Quizá lo único que había impedido que fuera como él era su madrina Hanji, desde siempre lo visitaba en cualquier lugar que estuviera, era fácil para ella que era científica y viajaba por sus investigaciones. Tenía que admitir que a veces le enfadaba su presencia, pero cuando se marchaba terminaba extrañándola. Qué cosa.
Bien. Nueva escuela, penúltimo año de la primaria… ¿Acaso no era muy joven como para saber todas esas palabrotas? Todo se lo debía a su padre, por supuesto.
Miró alrededor una vez que salió del plantel y vio las hojas de los árboles esparcidas por el suelo, claro, el otoño estaba a un paso. Ja, como siempre era de los más altos de su escuela, así que mirar a los mocosos más bajos que él era excelente, no pudo evitar soltar una risita.
—Hola —le dijo un niño de cabellos cafés y ojos verdes, no eran como las hojas de los árboles antes de marchitarse, eran… como esmeraldas. El chico era más bajo que él y tenía la cara de un angelito, incluida la estúpida sonrisa.
Levi lo miró como si de un perro se tratase, y sólo siguió caminando, aunque en realidad no tenía un lugar a donde ir, su casa no era una opción porque allí estaría su padre y bueno…
—¡Espera! —dijo el chico castaño y lo siguió arreglándose la mochila
—¿Qué quieres, tonto? —dijo Levi unos metros más tarde al ver que lo seguía.
—Mi nombre es Eren Jaeger y voy en tu clase —dijo extendiéndole una mano, Levi lo miró, como sintiéndose más grande y maduro que de costumbre.
—¿Y qué? —respondió Levi, cruzándose de brazos
—¿Cómo te llamas? —dijo él sin desanimarse, bajando su mano.
—Soy Levi —dijo sin quitar la fría mirada de él.
—¿Estás enojado? ¿No te ha gustado la escuela?
—¿Te importa? —dijo girándose para seguir su camino
—Vamos, Levi, deberías animarte un poco… —respondió tomando su brazo, impidiéndole seguir. Ah, vaya que ese mocoso sí que era una molestia.
—Déjame
—No
—¡Qué me sueltes, dije!
—No lo haré
—Hijo de…
Entonces Eren lo soltó mientras medio se caía de risa. Levi lo miro un tanto asombrado, tal vez ese chico sería tolerable.
—¿Qué es tan gracioso?
—¡Dijiste una mala palabra! Mi mamá no me deja decirlas, dice que parecería pandillero —dijo y volvió a reírse
—¡Yo no soy pandillero!
—No, pero hablas como uno —y dejó de reírse por fin, Levi relajó un poco su gesto. Generalmente las personas le tenían algo de respeto y no lo provocaban porque sí al ver su mirada y sus argumentos, pero él, ese estúpido chico sólo creía que era divertido. De seguro estaba falto de un tornillo.
—¿Por dónde vives, Levi? —preguntó Eren mientras ambos caminaban hacia la salida, pisando las hojas color miel.
—Ah, no tan lejos de aquí… ¿Y tú?
—Igual, oh, mira, allí está mi mamá. ¡No vemos mañana! —le dijo acercándose para darle un abrazo, Levi se estremeció un poco ante tal gesto, no acostumbraba que las personas fueran así con él… Ni siquiera Hanji…
—Sí… Nos vemos —respondió, haciendo un ademán con la mano para despedirlo, mientras esperaba a que se alejara lo suficiente de la mano de su madre como para tomar su propio camino, solo.
Al principio no le dio mucho cuidado, y es que no sabía lo importante que se volvería ese chico en su vida.
Nunca lo hubiera imaginado.
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—No es el momento —le decía Levi a Eren, que no dejaba de besarle el cuello
—Lo siento, no quiero presionarte, Levi —respondía él, relajando sus gestos a tan sólo un abrazo para su amado
—Ya, él que estemos solos en la casa no te da el derecho de aprovecharte
—¿Aprovecharme?
—Suéltame
—Pero si eres tan abrazable
—Eren…
—Sólo un poco más…
Levi gruñó un poco y en un brusco movimiento se liberó de sus manos, parecía que le molestaba que Eren fuera tan meloso. O eso pensó Eren hasta que este lo empujó al sofá, para luego montarse encima de él.
—¿Levi? —dijo con una sonrisa maliciosa, lascivamente, él otro sólo se frotó un poco contra su entrepierna mientras lo besaba. Eren no tardó en rodearlo con los brazos para profundizar ese beso y cambiar de lugares, poco a poco…
Mmm… Le encantaba besarlo, la sensación era indescriptible, sentía choques eléctricos por todo su cuerpo y el corazón le latía a mil por hora.
¿Escuchas ese sonido? En este silencio es lo único que quiero que escuches…
Ahora Levi estaba debajo de él, ligeramente sonrojado y con los labios rojos, por las mordidas que él le había dado.
—¿Qué miras? —le dijo golpeándolo con una almohada
—Soy yo o estás duro Levi, ¿eh?
Eso pareció sacarlo de sus casillas por los segundos suficientes para que Eren se inclinara y lo besara, él otro se perdió en el beso y dejó que las manos ajenas comenzaran a recorrerlo completo, al igual que los labios de Eren, que, deshaciéndose de las prendas dejaban una nueva marca en cada centímetro de piel que veía. Luego se detuvo en los pezones, aprovechando para lamerlos y morderlos un poco, logrando así que Levi gimiera sin poder evitarlo.
—Hijo de…
—Levi, ¿se siente bien?
—Ahg… Cállate…
—¿Y esto? —decía Eren colando unas de sus manos dentro de su pantalón, sintiendo el miembro por encima de la ropa, masajeándolo un poco. Levi sólo miro hacia otro lado, mordiéndose los labios.
Entonces desabrochó el pantalón y lo bajó lentamente por sus piernas, besando su abdomen marcado, también se deshizo de los boxers y en un momento tanteó la entrada con los dedos.
—Levi, eres hermoso —susurró a su oído, para luego lamer el camino de la oreja hasta el cuello, donde se dispuso a dejar otra marca rojiza.
Los dedos entraron uno a uno en la entrada del pelinegro mientras Eren se deleitaba con sus reacciones, sintiendo su propio miembro apretarse en sus pantalones, cuando estuvo listo se quitó la propia ropa y encaminó su miembro hacia la entrada. Levi se había cubierto el rostro con un brazo.
—Levi —lo llamó, este lo miró de reojo
Entonces entró en él lentamente, Levi no tardó en hacer sus brazos a un lado para apoyarse en el sofá, mientras Eren esperaba a que se acostumbrase para poder embestirlo un poco… Se sentía tan bien que no podía evitar gruñir de placer apenas yendo con un vaivén lento…
El sonido de una música lo sacó de sus pensamientos sobre Levi, parecía ser un timbre, ¿alguien había llegado a la casa o…?
No, parecía más una alarma…
¿Qué? ¿Dónde estaba Levi? Si apenas hace un segundo lo estaban haciendo… ¿Pero qué…?
La alarma seguía sonando…
Despierta. Despierta. Despierta. Decía alguna voz en su cabeza…
¡Despierta!
Entonces abrió los ojos y se encontró en su habitación de siempre, con los libros, y el poco desorden acostumbrado.
Había sido un sueño… Sólo un sueño…
Aunque no dejaba de ser extraño soñar con su mejor amigo, especialmente haciendo eso… ¿Qué diablos le estaba pasando?
¿De verdad estaba enamorado?
¿Escuchas ese sonido? En este silencio es lo único que quiero que escuches…
Sólo quiero que lo escuches…
Respiró profundamente antes de ver la foto de él y Levi al lado de su cama, en el buro…
Bien, tenía que averiguar de una vez por todas si sólo eran pesadillas o si de verdad le atraía…
Qué locura, ¿cómo no se dio cuenta antes?
Tal vez ya había pasado demasiado tiempo desde que se habían conocido, tal vez eso arruinaría completamente su amistad, pero lo amaba, no sólo por su cuerpo, en verdad lo amaba…
¿Cómo decirle a tu mejor a amigo que lo amas, más allá de la amistad, de lo convencional…?
Se pasó una mano por el cabello y miro la hora, entonces se levantó.
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Un montón de gente se amontonaba en la entrada de la preparatoria Sina, y en los alrededores se veían llegar a más y más que hacían esa multitud más grande. Era el primer día de clases y todos estaban ansiosos. Los árboles y jardines cercanos a la entrada se veían llenos de chicos y chicas que conversaban sobre el verano, ¿qué habían hecho? Viajar, ir a conciertos, cine, televisión, internet, Facebook, libros… Levi llegó justo a tiempo para alcanzar un lugar bajo la sombra de un árbol, vio algunos rostros familiares pero no se molestó en saludar, sólo noto que habían cambiado bastante… El seguía siendo el mismo de siempre, con su peinado estilo militar y ropa casual, quizá lo único que le molestaba era su estatura. Sí, al entrar en la secundaria se había conservado como uno de los más altos pero al salir todo cambio, no sobrepasaba el metro sesenta… Chasqueó la lengua y se sentó en el pasto, haciendo la mochila a un lado para sacar unas fotos que había revelado para mostrárselas a su mejor amigo Eren.
En la primera se podía apreciar a él y Eren en la graduación de la primaria, allí ya eran casi de la misma estatura. Luego seguían unas más de toda la secundaria: en la escuela, el cine, el parque, fiestas, cumpleaños, Halloween, navidad, independencia… Y en la última en la graduación de la secundaria, Eren sonriendo, como siempre y Levi con su característico ceño fruncido. Con esas imágenes podía apreciar perfectamente como Eren había crecido hasta ser lo que era entonces, no quería verlo… Estaría más jodidamente alto el muy idiota. Pero era su mejor amigo, tenía que verlo. Después de todo no se habían frecuentado en todas las vacaciones porque Eren se había marchado a Inglaterra con su amigo Armin.
Qué cosa, podía decir que lo había extrañado.
Guardó las fotos de vuelta a su mochila y notó que una se había volado con el aire, así que se estiró para recogerla. Qué raro, no recordaba que le hubieran tomado esa foto… Estaba Eren rodeándole el cuello con un brazo y un vaso desechable en la otra mano, parecía que estaban en una fiesta porque Mikasa —su prima— y Armin también estaban allí, pero más lejos, hablando con otras personas. Y él estaba muriendo se risa. De toda la foto ellos dos destacaban como una estrella, una luz imposible de ignorar.
Entonces recordó que la había tomado Jean en la fiesta de fin de cursos de la secundaria, y por alguna razón no le pareció raro el que estuviera sonriendo y no con el ceño fruncido como siempre. Eren siempre lo hacía sonreír de alguna u otra forma.
—Hola, Levi —le dijo Eren acercándose hacia él, sonriendo
—Hola —respondió Levi, despegando la vista de la foto y guardándola inmediatamente.
—¿Qué es eso?
—Una foto
—¡Quiero verla!
—No
—¡¿Por qué no?! Estoy seguro de que salía yo
—Ya, cállate, mejor dime cómo te fue en tu estúpido viaje
—Ja, ¿de verdad quieres saber? Pensé que se te había olvidado que me marchaba
—Tú dijiste que te ibas, así que lo recuerdo
—¿Me extrañaste?
—Mira, ya están entrando
—¡Levi!
Bien, sabía que con él no servía discutir, siempre terminaba ganándole. Por un momento dudó de si en verdad él era la persona de la que estaba enamorado, pero apenas lo vio mirar hacia atrás buscándolo no lo dudó más: lo amaba.
¿Escuchas ese sonido? En este silencio es lo único que quiero que escuches…
Sólo quiero que lo escuches…
Lamentablemente no había esperanza en que Levi sintiera lo mismo, claro que no…
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Pensaba continuar esta historia, pero debo terminar otras, así que no prometo nada xD
¡Gracias por leer!
Un abrazo.
Katherine.