Por fin termino con aquella jornada de trabajo.

El juez del purgatorio y angel de la tierra deseaba poder ir al fin a descansar.

Comenzó su andar una vez que sello la ultima alma, luego tomo su enorme abrigo y después comenzó con esa caminata de regreso.

Durante el trayecto, se tomo la molestia de detenerse y mimar a todas y cada una de las plantas que habitan el purgatorio (al menos las que están en su camino), desde la pequeña raíz, hasta el gran sauce que cuida de la entrada ( alguien recuerda el termino sauce boxeador?).

- Doll, ya he regresado!...

Dejo su abrigo en el perchero y con ansias llamo a Dolly, pero esta jamas contesto...

- Que extraño, recuerdo que aun tiene energíade sobra para el resto de la semana...

Preocupado de que su pequeña doll no contestara comenso a buscarla por todo el castillo.

De arriba a abajo, de derecha a izquierda; busco en todas y cada una de las habitaciones que tiene su castillo, hasta que recordó que no paso por una en especifico...

-La Casina!

Recordó algo alarmado, corrió con todas sus fuerzas, entonces la vio ahí de pie, sirviendo el platillo tan extravagante que hoy preparo, maleas con salsa de hojas secas, luego la pequeña voltea y con gesto amigable dice...

- Buenas tardes Uriel-sama, ya esta lista la cena...

Como si fuera una cruel historia de terror, Uriel lanza un terrible grito de angustia...

- Ho! No es para tanto, solo es mi especial de hoy...

(Creo que alguien debe de enseñarle a cocinar a la pequeña Dolly)

Mas tarde...

- Lo siento Gibrille, dile a Raphael que no podre ir a nuestra reunión semanal... Doll cocino el especia de nuevo...

E hizo que me lo terminara todo - dice con un dolor de panza horrendo...