PREPARACIÓN. ARMADA REVOLUCIONARIA VS ESDEATH

Golpes, disparos, gritos, explosiones y muerte. Todo eso cubría la capital, y solo se podía ver polvo y destrucción en los alrededores. Akame y Leone habían impedido que Esdeath pudiese ayudar al monarca , se interpusieron y comenzaron un fiero combate con ella; la Jefa Najenda y Susanoo no tardaron mucho más en acabar con aquella monstruosidad, pero el precio fue demasiado alto y la Jefa tuvo que ofrecer su energía vital por tercera vez antes de que Susanoo pudiese acertar el golpe final, aunque estábamos a los pies de la enorme Teigu, hasta mis oídos llegaron los gritos desgarradores de la Jefa mientras ofrecía su energía, también se escuchó un grito más ronco proveniente de Susanoo, seguido entonces de un gran estruendo y temblor en el momento que la Teigu suprema cayó de lleno sobre cientos de casas o restos que habían sido casas alguna vez. Fui incapaz de ver más allá, se levantó una enorme nube de polvo y viento que impactó en mis ojos sacándome un par de lagrimas, era imposible saber que había sucedido con la Jefa y su Teigu, pero por el momento, tenían algo más de que preocuparse. Aunque el Monarca hubiese caído, mientras Esdeath se mantenga de pie luchando, la guerra aún no había finalizado y yo lo sabía mejor que nadie. Escondido detrás de los escombros, pude observar el rostro de sorpresa de ella en cuanto vio que la Teigu había caído.

Akame se mantuvo frente a Esdeath mirándose cara a cara, mientras Leone ya habiendo tomado su característico porte de su Teigu y se mantuvo a una distancia ligeramente mayor mientras comenzaba a dar vueltas alrededor de Esdeath colocándose a su espalda, la temible General apenas la miró de reojo, sabía cómo sería su plan de ataque. Con la espada de ambas desenvainadas, comenzaron su batalla, Esdeath lucia fervorosa y contenta mientras contrarrestaba todos los ataques de Akame y al mismo tiempo esquivaba y contratacaba a Leone. Incluso después de darse cuenta de que la batalla estaba perdida en el momento en que el joven Monarca había sido derrotado, Esdeath simplemente parecía no estar cerca de darse por vencida.

—¿Dónde está Tatsumi, cuándo se unirá a la pelea? —preguntó mientras su espada chocaba con la de Akame, podía ver la tensión en el rosto de ella—. Aún tengo muchos asuntos pendientes con él.

—El vendrá pronto —dijo Leone mientras daba un gran salto con el objetivo de aterrizar sus garras en el rostro de Esdeath, pero incluso antes de que pudiese tocarla, ella creó múltiples carámbanos de hielo puntiagudos que iban en dirección de ellas.

Akame logró esquivar algunas, otras las destruyó con su espada y algunas rozaron su cuerpo hiriéndola. Leone por su parte, cruzo sus brazos frente a su rostro, con varios carámbanos clavándose en su cuerpo, de no ser por su habilidad para regenerarse probablemente hubiese quedado fuera de combate. Mientras seguía observando a mis compañeras me concentré en mi tarea, saqué la otra Teigu de mi bolsillo y comencé a concentrar mi energía en ella, en cierta ocasión Esdeath fue quien dijo que poder usarla con llevaría un gran desgaste, pero solo tendría que usarla una vez, con una sola vez sería suficiente para salvarlos a todos.

Me había costado mucho tiempo y esfuerzo poder entrenar mi cuerpo y mente para ser capaz de usar a Incursio, poder aprovechar su fuerza, pero aun así mi cuerpo había comenzado a sufrir un desgaste debido a la aun inmadurez de mi cuerpo; así que el hecho de usar una segunda Teigu probablemente se llevaría consigo la mayor parte de mi ser, pero todo valdría la pena mientras fuese capaz de sacar a Esdeath del juego. No había usado demasiado a Incursio salvo al inicio de la batalla cuando tuvo que retener a Esdeath, ahora sentía mi cuerpo descansado y listo para todo lo que seguía, pero aun necesitaba concentrarme; podía sentir como la energía de la segunda Teigu luchaba y se oponía levemente a mi energía, pero tenía que doblegarla, debía hacerlo antes de que pudiese salir y enfrentar a Esdeath.

Decidí esconderme tras una gran pared destruida dándole la espalda a la batalla frente a mí, debía concentrarme lo mejor posible. Me pegue a la pared y me deslice por ella hasta sentarme en el suelo, respiré profundamente y comencé nuevamente a concentrar mi energía hacia la Teigu. Hacer aquello fue el único consejo útil que pudo darme el científico de la Armada Revolucionaria, así que debía hacerlo lo mejor posible, impidiendo que lo que ocurría a mi alrededor me distrajera, ya que de ello dependería mi éxito.

ESDEATH

Entre las personas en el Reino que más deseaba enfrentarse y asesinar estaba incluida Najenda, Tatsumi y la famosa Akame con su espada cuyo único rasguño sería suficiente para asesinar a alguien, así que mientras pudiera evitar su espada todo estaría bajo control. Tener que enfrentarse también a Leone solo era una pequeña molestia más que agregar a su lista, aunque tenía buenos instintos y movimientos, aquella joven no sería suficiente para resultar un problema para ella; incluso Tatsumi en su batalla de antes había sido más entretenido, pero aun así, quería disfrutar del encuentro, ahora peleaba para si misma, así que no había ninguna orden que tuviera que seguir por lo que podría disfrutar sin problema del derramamiento de sangre, pero no podía confiarse demasiado, con el veneno en su cuerpo y el no poder utilizar tan libremente su Teigu como le gustaría resultaba de un problema.

—¿Hay algo más que sepan hacer? —les dijo con una sonrisa sádica en su rostro, mientras llevaba su espada hacia si.

Akame y Leone se miraron y asintieron al mismo tiempo.

Leone atacó directamente a Esdeath con sus poderosas garras apuntando a su cuello, pero la comandante solo tuvo que levantar su espada y ponerla firme para detener aquel inútil intento, parecía incluso que había sido una broma. En cuando la detuvo y el cuerpo de Leone comenzó a ser vencido por la gravedad y antes de que aterrizara, Esdeath le propinó una poderosa patada en el estomago enviándola a volar lejos de si; su cuerpo viajó varios metros antes de aterrizar en unos escombros liberando otra nube de polvo. Cuando volvió a fijar su atención hacia Akame la miró quitándose un pequeño recipiente de los labios para luego arrojarlo lejos de ella, preparándose para un nuevo ataque.

—¿Qué has tomado? —le preguntó llevándose una mano a su cintura totalmente despreocupada.

—¡Algo que me permitirá derrotarte! —gritó Akame, volviendo a enfrentarse a ella, ésta vez con mayor velocidad.

Esdeath se sorprendió ligeramente por el repentino cambio en velocidad y potencia de sus ataques, observando como conforme la pelea avanzaba los potenciales de Akame lo hacían con ella, debido a eso, la comandante no tuvo otra opción que hacer lo mismo y adaptarse a la nueva batalla que se estaba suscitando. Definitivamente debía tratarse de una especie de droga que le hubiese ayudado a mejorar todas sus características, pero ni eso sería suficiente para representar un problema para Esdeath, quien teniendo un talento innato era capaz de hacer lo mismo sin tener que tomar ninguna droga.

Aun con aquella potenciación de Akame, su cuerpo estaba ensangrentado por todas partes, algunas heridas provenían de los carámbanos de hielo que minutos antes le habían arrojado, pero muchas de sus heridas mas recientes por sus brazos, rostro, abdomen y piernas provenían de la espada de Esdeath. Incluso con la droga se le estaba complicando demasiado hacerle frente. Pronto y una vez recuperada, Leone pudo volver a unirse a la batalla, pero probablemente volvería a ser sacada de juego, los ataques físicos de la mujer frente a ellas eran incluso más letales que su espada, pero lo que era aun peor de todo, es que ella aun no había decido usar el poder de su Teigu, al parecer como Tatsumi había dicho, una parte de su cuerpo no estaba completamente sano, posiblemente debido al veneno que le habían administrado.

La batalla continuó por un par de minutos antes de que nuevos escuadrones de la Armada Revolucionara se unieran para enfrentarse a la guerrera de hielo, aun con todas las bajas que habían sufrido quedaban muchos hombres que estaban dispuestos a detenerla. Cuando Esdeath se dio cuenta de que estaba rodeada no hizo otra cosa más que sonreír con felicidad siniestra.

—No importa cuántos sean, las hormigas seguirán siendo hormigas —dijo concentrándose especialmente en Akame y Leone, como si los soldados que hubiesen llegado no existieran.

Pronto los ataques contra Esdeath comenzaron a llegar de todos los ángulos, ataques simples, disparos simples hasta ataques provenientes de diferentes Teigus. No importaba si quiera que todos atacaran a la vez, ella siempre lograba esquivarlos, pararlos, congelarlos y contraatacar como si no significaran nada. La mayoría de las ocasiones solo tenía que usar su espada o esquivar los simples ataques con su propia fortaleza, algunos, especialmente los de la Teigu se veía obligada a usar su hielo, pero a diferencia de lo que les había contado Tatsumi, ella no mostraba señas de que algo le molestara, al contrario, lucia tan extasiada sin que nadie fuese capaz de ocasionarle el mínimo rasguño. Todo comenzaba a resultar inútil.

En algún punto de la batalla un usuario realizó una ilusión con su Teigu para hacerle creer a Esdeath que estaba enfrentándose cara a cara con Tatsumi, pero ella lo único que hizo fue cortarlo por la mitad, incluso si fuera el real ella no hubiese dudado en asesinarlo. Estaba preparada para ello.

—Tendrán que esforzarse más —dijo con una sonrisa enseñando todos sus dientes—. A éste paso jamás podrán detenerme y seré yo quien resulte ganadora en ésta guerra, nada me fascinaría más que poder matarlos a todos. Levantaré un nuevo imperio con la compañía de mis poderosos hijos.

Los ataques continuaban mientras Akame se centraba en seguir cada uno de los movimientos de Esdeath hasta ser capaz de encontrar el punto débil que necesitaba para acabar con ella y atacarla por sorpresa, pero aun así, por más que intentara buscar un punto débil o una apertura resultaba imposible, ya que Esdeath siempre estaba cubriéndose y al parecer aún no se había olvidado de ella. A pesar de la inmensidad de su poder, no parecía estar dispuesta bajar la guardia tan fácilmente, no mientras supiera de la existencia de la espada maldita de Akame, quizá en otras circunstancias podría luchar con mayor libertad, pero en estos momentos la general de hielo tenía cosas que perder además de su vida, y con el veneno afectándola, aunque sea mínimamente no podía correr ningún riesgo. Siempre había sido cuidadosa, capaz de saber de dónde vendrían los ataques, pero ahora era ridículamente precavida, no dejaba ningún hueco en su defensa y eso la volvía aun más aterradora. Los soldados comenzaban a perder la moral al ver que ni los mejores usuarios de las Teigus eran capaces de ponerle un alto.

—Es imposible… —rugió Leone yendo con Akame—. Incluso si estamos intentando reducir su resistencia, parece que no hay nada ni nadie que pueda hacerle frente, odio decirlo, pero no nos queda otra más que aguantar hasta que Tatsumi este listo.

Akame bajó la mirada, de ser posible, deseaba que él no se arriesgara de esa manera, no quería que aquel esfuerzo le costara demasiado a su compañero, tampoco Leone lo quería, pero había muchas vidas que se estaban perdiendo y aunque Esdeath no usaba adiestra y siniestra su Teigu como anteriormente solía hacerlo, el hecho de que fuese más consciente de sus propias limitantes la volvían aun peor. Ahora aquella mujer no solo peleaba con talento y fuerza bruta, sino que empleaba su talento, su sexto sentido, poder y mente para enfrentarse a tantos enemigos a la vez. Lograba acabar con la mayoría con un golpe certero, no era como tiempo antes en donde solía lanzar ataques para dejar a medio morir a sus enemigos y luego rematarlo dolorosamente, permitiendo que este se levantara para seguir dando pelea o para torturarlo, sino que ahora daba el golpe de gracia en cuanto lo tenía disponible; al no jugar con sus victimas era capaz de ahorrarse mucha fuerza, incluso sin usar su verdadero poder. El mero pensamiento de sus hijos era lo que estaba impulsándola, además de reservar su poder para acabar con Tatsumi.

Tendría que haber alguna otra forma. Sin poder pensar en otro plan y con la motivación de querer impedir que Tatsumi se arriesgara demasiado, Akame buscó la manera definitiva para poder hacer frente a el inmenso poder del rival frente a ella. Miró su espada, y recordó la poderosa maldición de la misma, solo necesitaba un rasguño, solo uno para acabar con esto. Un rasguño. Sin pensarlo demasiado, Akame llevó la punta de su espada a su mano dejándose llevar por sus propios instintos y antes de que siquiera Leone se lo impidiera, Akame se causó un rasguño con su propia Teigu.

—¿¡Qué haces!? —gritó Leone en cuanto la vio, separando su palma de la punta de su espada, pero ya había sido demasiado tarde— ¿Estás loca?

La maldición comenzó a recorrer su cuerpo, pero el dolor fue insignificante en comparación a la determinación de Akame. Varios tatuajes comenzaron a cubrir su cuerpo, pero tan solo del lado donde se había herido, su rostro también se cubrió de dichas imágenes y pronto fue capaz de sentir todo ese poder proveniente de su ser. Ahora estaba lista para enfrentarse a Esdeath una vez más.

Mientras Esdeath despedazaba a varios soldados, y le cortada la cabeza a un usuario de una Teigu, Akame la embistió con gran velocidad, tanta que apenas fue capaz de detener su ataque mientras lograba moverla de su lugar unos centímetros. La general de hielo quedo fascinada con el nuevo poder que su contrincante había obtenido, no hubo necesidad de palabras cuando el resto de soldados se alejó de ellas para permitirles el espacio suficiente para su batalla, esta vez ni siquiera Leone intervendría.

Las estocadas de ambas partes comenzaron a hacerse presentes, cada vez más rápidas y más poderosas de ambos lados. Aun con la nueva fortaleza que Akame había obtenido solo había sido suficiente para lograr luchar de igual a igual con Esdeath, aunque ella siguiera sin sacar todo su potencial, pero solo había un objetivo para ella, tan solo era cortarla por más insignificante que fuese la herida. Solo necesitaba un pequeño descuido de ésta, el cual llegó mientras levantaba una mano, Akame aprovechó la abertura en sus defensas y con un giro de todo su cuerpo logró ocasionarle un pequeño corte en el dedo meñique, de no ser porque su contrincante se percató de ella a tiempo, hubiese podido herirle la mano entera, sin embargo había ocasionado el rasguño que había estado esperando, pero en ese momento y antes de que la maldición comenzara a hacer efecto, Esdeath congeló el tiempo y cortó su dedo creándose al mismo tiempo uno nuevo a base de hielo; sin embargo, el precio fue demasiado alto, el veneno en su cuerpo reaccionó furiosamente causando que se paralizara por un momento y cayese de rodillas al suelo sudorosa, con un potente dolor recorriéndola la mancha negra de apenas un centímetro que había tenido en el cuello se extendió hacia su espalda. Cuando el efecto de congelar el tiempo se acabó, ella aún estaba en suelo, nadie supo realmente que había sucedido, pero verla de esa manera les dio esperanza.

—Cortaste tu dedo a tiempo —dijo Akame con seriedad, acercándose a ella—. Aun así, parece ser que el veneno ha cumplido al menos parte de su cometido.

—¡Malditos sean, Night Raid! —escupió Esdeath tratando de recuperar el control de su cuerpo.

Akame no perdió más el tiempo y saltó a ella con gran velocidad para darle el golpe final mientras yacía aun en el suelo, supuso que Esdeath trataría de bloquearla, pero puso todo su poder en ese ataque aprovechando su actual debilidad. Justo antes de que su espada maldita la alcanzara fue otra espada la que se interpuso bloqueando el ataque y lanzando un contraataque que apenas fue capaz de esquivar con un salto hacia atrás.

—Lo siento, Akame —alcanzó a oír el susurro antes de que sus espadas se separaran.

—Tatsumi… ¿Qué estás...?

No sé cuantos capítulos escribiré luego de ésto, si 1 o 2, depende que tan inspirada éste para hacerlos. Lo cierto es que queda capítulos para el final, y un epilogo claro.