¿Es un pájaro? ¿Es un avión? ¿Es Superman?

Bien, sé que han pasado 84 años pero puedo decir que finalmente pude escribir el capítulo. La verdad tuve que revisar los capítulos anteriores para ver que había hecho con este fic y encontré tantos errores que me causan tanta vergüenza pero ahora no puedo corregirlos.

Aun así, quiero agradecerles a todos aquellos que leen mi fic y disfrutaron leyéndolo. Espero que disfruten también este capítulo que está lleno de más incoherencias, posibles errores, más dramas y también comedia.

Advertencias: Lenguaje grosero y accidentes.

Disclaimer: Bleach no es mío, solo gozo pedir prestados a sus personajes.

Empecemos...


Escena 5: "Guerra con el destino"

"Señora le suplico le diga a mi padre y señor que no quiero casarme todavía, y que, de hacerlo, lo juro, será con Romeo, a quien usted sabe que odio, antes que con Paris"

Julieta Capuleto


-Ashido… -respondió.

Ichigo, de un salto se enfrentó cara a cara a Rukia, mirándolo molesto.

-¿Es enserio? –preguntó en un susurro.

-Ichigo…

-Es decir, sé que nos odiamos pero… pero, no puedes hacerme esto, enana. No me vas a hacer padre soltero a la edad de 17 –empezó a caminar en círculos.

-Ichigo…

-Además, ahora tenemos una hija, temporal, pero hija al fin y al cabo ¿Qué crees que está pensando en estos momentos que sus tutores se están separando? ¿Eh?

-Ichigo –elevó la voz.

El chico siguió ignorándola.

-Por otro lado, no quiero que seamos como esa canción del grupo que le gusta a Grimmjow sobre con quien se va a quedar el perro, porque déjame decirte que no seré yo –la apuntó con el dedo.

-¡Ichigo!

-¿Qué?

Rukia miró a la familia de ambos, expresándoles con la mirada la necesidad de hablar a solas con el prometido número 1, pero ellos solo se encogieron de hombros mirándolos divertidos esperando el desenlace de esa escena.

-Escúchame bien, zanahoria parlante ¿Desde cuándo tomaste el papel de esposo celoso y traicionado? –Negó con la cabeza –en primera, no eres padre, de hecho ninguno de nosotros lo es, lo que nos lleva al segundo punto: no nos estamos separando porque ni siquiera estábamos juntos para empezar. Y ya que estamos, Kon es tuyo.

Se cruzó de brazos y se giró enfrentando a su familia, quienes seguían divirtiéndose de lo lindo con lo que veían.

-Ahora, como dije, eh tomado mi decisión sobre con quien estaré comprometida y es…

Una mano sobre su boca y antes de poder siquiera decir "Bankai", fue elevada y llevada como equipaje por Ichigo, quien solo dio una leve reverencia, miro mal a Ashido y se fue corriendo como alma que lleva el diablo.

-¿Alguien entendió lo que acaba de pasar? –fue la pregunta de Yuzu Kurosaki.

-Vamos, Yuzu. Tenemos que preparar la comida ¿No ayudaras, Rurichiyo-chan? –Rurichiyo asintió y Karin salió por la puerta sonriendo levemente.

-¿Karin-chan? –la siguió.

En la casa de la Comedia solo quedaban los abuelos, los patriarcas y las esposas de ambos, además de Ashido, todos, con una pequeña sonrisa gravada en el rostro. Aun así, Masaki se acercó a su sobrino, posando una mano sobre su hombro.

-¿Estas bien, Ashido?

-Sí, gracias, Masaki-san –sonrió –ellos son el uno para el otro. Nadie podría negar eso, ni siquiera yo con mis sentimientos. Pero, no me arrepiento. Es bueno amar a alguien más, preocuparse por alguien más, y que otra persona ocupe tus sentimientos. Yo quiero volver a sentir eso, y espero que la próxima vez esa persona también piense lo mismo sobre mí.

-Te aseguro que encontraras a esa persona, Ashido-kun –comentó Hisana.

-Por ahora, creo que solo nos queda esperar que Kurosaki haga lo correcto con Rukia esta vez, o sacare mi vieja katana para entrenar con el –terminó Byakuya con aire sombrío.

-Dices eso pero, también te preocupas por ellos ¿Verdad, Byakuya-boy? –lo abrazo por los hombros sin perder su sonrisa gigante.

-Aléjate de mí, Kurosaki Isshin

El Kurosaki mayor ignoro las amenazas de su futuro con-suegro y siguió celebrando a los cuatro vientos sobre como su OTP seria cannon, mientras sus mujeres intentaban relajar el ambiente cada vez más caótico. Los abuelos, hacía tiempo que se habían ido a jugar ajedrez y Ashido aprovechó la distracción para salir de la casa sin que nadie lo notara.

Sin embargo, afuera sucedía una historia algo diferente.

-Espera ¡Oye! ¿Qué es lo que te pasa? ¡Oye! –gritó Rukia.

Sin embargo, fue ignorada y, a pesar de que pateó y se revolvió, el chico era más fuerte por lo que sus intentos fueron inútiles. Suspirando se dejó guiar por Ichigo pues, tampoco era que pudiera hacer mucho sin siquiera poder tocar el piso.

-Oye pervertido, al menos quisiera saber ¿A dónde planeas a secuestrarme? –Aún nada –Contéstame, idiota.

-¡Cállate! Eres muy ruidosa –por fin habló.

-No sería así, si al menos me explicaras –replicó.

Otra vez silencio y esta vez, Rukia decidió callar también. Total, nada podría ser peor que ser cargada por uno de los chicos con los que estas obligada a casarte, al menos en su lista personal.

"Tal vez, no sea tan malo" se dijo "Sí, probablemente se entendería con él y en algún momento se enamoraría. Sí, y luego Nii-sama va a sonreír" se contradijo con sarcasmo al tiempo que suspiraba.

Antes de poder soltar un comentario mordaz fue liberada del cálido cautiverio entre los brazos del más alto.

-Eso fue un gran suspiro –empezó Ichigo metiendo sus manos en los bolsillos del pantalón.

-Es solo que estoy contando hasta el 100 para escuchar tu explicación antes de golpearte –contestó de manera dulce.

-Creo que solo… -rasco su cabello –entre en pánico.

-Esa no es una explicación, Ichigo. Ahora empieza a hablar porque te juro que lo que pase después de que llegue al 100 no será bonito.

-Es verdad, Rukia. Entre en pánico.

-50, 51, 52…

-Había mucha presión –murmuró de manera acelerada.

-63, 64, 65…

-Yo… no sabía que más hacer que eso… -definitivamente Ichigo se estaba quedando sin ideas.

Miró a la chica pelinegra que no había dejado de contar y la verdad es que más que temer el intento de asesinato que seguramente Rukia intentaría sobre él, estaba más asustado sobre el hecho de que escogiera a Ashido como su futuro marido. Sabía que la relación entre ellos no era la mejor, era más probable que ambos fueran felices separados, y sin embargo, el…

-96, 97, 98, 99…

-No podía dejar que escogieras a Ashido –eso detuvo el inminente conteo.

-¿Qué?

"Además de enana, sorda" pensó más para sí.

-Me oíste, no podía dejar que escogieras a Ashido.

-Eso no te incumbe…

-Claro que me incumbe –la interrumpió bruscamente tomándola por los hombros –me incumbe todo de ti. Quieras o no, estés enamorada de Ashido o no, siempre voy a estar ahí para ti…

Un sonrojo nació en la cara de ambos jóvenes.

-¿Qué clase de declaración es esa? ¿Vas a ignorar lo que yo sienta? –Rukia tartamudeo sin querer mirar al de cabello anaranjado a los ojos.

-La mejor que encontraras en toda tu pobre existencia –determinó –Así que dame tu respuesta ahora.

-¿Respuesta? No hiciste ninguna pregunta, tarado.

Ichigo pasó de zanahoria a fresa en un segundo.

-La haría si me dieras la oportunidad –se apartó de Rukia tratando de bajar su sonrojo -Pero ahora ya no quiero hacerla.

-¿Qué? Ichigo…

-En su lugar –dijo como si tal la cosa –Hare algo que siempre debí haber hecho –la atmosfera era tensa de repente.

Rukia brinco por la sorpresa al sentir como las manos masculinas tomaban suave pero firmemente sus mejillas, conectando la mirada entre ambos.

-Prepárate, Rukia Kuchiki porque yo, Ichigo Kurosaki, te juro que haré todo lo posible para ser el mejor pretendiente para ti y no tendrás otra opción que aceptar tu destino junto a mi ¿Escuchaste?

Antes de poder decir nada más, Ichigo se dio la vuelta y se fue caminando tranquilamente mientras Rukia solo lo miraba irse en estado de shock a la vez que, varios curiosos, observaban la escena y murmuraban entre ellos sobre el "Amor joven" y también una mujer mayor que golpeó a su marido en la nuca diciendo: "¿Por qué tu nunca fuiste así?" lo cual solo la hizo sonrojarse más, si es que eso era posible.

Después de varios minutos de quedarse mirando hacia la nada, la pelinegra decidió dar media vuelta y mascullar para sí misma todo el camino hacia su casa… casa que no estaba sola.

-Amada tercera hija ¿Mi tonto hijo no te llevó a un hotel de amor, verdad? –fue el lindo recibimiento de Isshin, quien quedo como adorno en la pared, cortesía de un buen golpe por parte de Byakuya.

-No, nada de eso –se apresuró a decir –Solo que hubo un pequeño gran malentendido –suspiró.

-Entonces –Masaki se acercó a ella -¿Ashido, eh?

Rukia se sonrojó levemente, la situación se estaba saliendo de sus manos y eso que solo había dicho una palabra. Incluso Rurichiyo la había mirado de manera acusatoria desde el sofá. A punto de tener una migraña decidió explicar las cosas antes de que las dos familias crearan más teorías conspirativas.

-En realidad lo contrario.

-¿Cómo?

Y ver las caras sorprendidas de sus familiares alivió un poco su ánimo, lo único malo es que no tuvo el celular en su mano lo suficientemente rápido para tener evidencia.

-Yo quería disculparme con Ashido, porque… porque yo… -estaba tratando muy duro de ignorar el constante "dilo, dilo" de los presentes –escogí – ¿Por qué era tan difícil decirlo? –escogí a Ichigo…

-Te lo dije, Byakuya-boy, ahora paga –dijo Isshin despegándose de la pared.

-Mi OTP es cannon y la tuya no, mi OTP es cannon y la tuya no –bailó Masaki.

-¡Baile de 5 segundos! –exclamó Hisana subiéndose a la mesa.

-¿Qué sigue después, Rukia? ¿Robar autos? ¿Nadar con vagabundos? –La verdad es que Rukia sentía una especie de dejavu con esa frase.

Por otro lado, también estaba abrumada con la cantidad de reacciones que veía, y fue cuando solo una pregunta logro calmar el buen humor de la casa.

-¿Entonces ya son novios? –fue la tierna pregunta de Hisana.

Y fue el detonador para que 4 pares de ojos se posaran insistentemente sobre ella

-¿No…? –Entonces, los 4 "adultos" se sentaron en las sillas del comedor y apoyaron la cabeza sobre sus manos.

"Demonios" pensó la pelinegra.

-Escuchen –llamó la atención de su familia –agradezco todo lo que hacen por nosotros pero quiero pedirles un favor –tragó saliva al tiempo que se volvía a sonrojar –Dejen que Ichigo y yo resolvamos esta situación por nuestra cuenta ¿Si?

Los adultos, en contra de su predicción, sonrieron.

-De acuerdo, Rukia-chan. Sé que podrán resolver sus diferencias –Masaki la abrazó fuertemente.

Sobra decir que fue un día extenuante para todos y decidieron volver a su casa temprano, más que nada para que, cuando Ichigo volviera de quien sabe dónde, tuvieran la oportunidad de hablar y resolver las cosas.

En algún momento del día, Yuzu y Karin volvieron junto a Rurichiyo justo a tiempo para explicarles la situación de La Comedia. Después de las despedidas y buenos deseos, solo quedaron Rukia y Rurichiyo en la casa.

Las dos se dedicaron a hacer de comer, arreglar la casa, intentar bañar a Kon y, finalmente, sentarse a ver una película en la sala, aunque unos minutos después, la pequeña rubia se quedó dormida con su cabeza apoyada en el regazo de la Kuchiki.

Aun así, Rukia no se movió de su lugar en el sofá, incluso cuando, un poco antes del atardecer, fue el momento que marco el regreso del Kurosaki, quien ahora portaba un enorme chichón en su frente.

-¿Te metiste en una pelea?

-Nell se enojó con nosotros por culpa de Grimmjow y nos golpeó a todos… -hizo un puchero y se dejó caer en el sofá, a un lado de Rukia después de acariciar suavemente el cabello de Rurichiyo.

-Pobre bebé –arrullo burlonamente Rukia, sin embargo, las caricias a la nuca de Ichigo fueron totalmente sinceras y reconfortantes.

Ambos se quedaron en un cómodo silencio por unos minutos con el ruido de la película de fondo e Ichigo ya estaba a punto de quedarse dormido si no fuera por algo que era necesario decirle a Rukia.

-Oye, sobre lo de esta mañana… cuando ibas a escoger a Ashido –se mordió el labio inferior –Lo siento, tenías razón cuando dijiste que no pensé en tus sentimientos.

-No te preocupes por ello –Rukia se encogió de hombros –lo cierto es que no estoy tan enojada…

-Es bueno escucharlo… -el silencio que siguió fue verdaderamente incómodo e Ichigo estaba a punto de rendirse pero ya había decidido no ser un cobarde –Rukia…

-¿Si?

El Kurosaki tragó saliva cuando observó fijamente el rostro de Rukia.

-Yo…

-¿Qué pasa?

-Solo quiero decir que… que… -el enserio estaba a punto de explotar –no hagas planes para el fin de semana ¿Escuchaste, enana?

"Idiota" exclamó su conciencia.

-¿Qué?

-Te veo en la mañana –y escapó como todo un héroe.

Por su parte, Rukia se quedó de nuevo sin palabras pero la verdad es que no halló en sí misma la energía para atosigar a Ichigo por respuestas. Solo aceptaría lo que Ichigo había planeado, total, ya lo había elegido ¿No?


.

.

.

Ichigo estaba frustrado, y eso se podía notar claramente en la manera que revolvía la sopa en su plato. Era claro como el día y la noche que toda su familia esperaba que actuara de una buena vez, pero sus amigos no habían sido de ninguna ayuda, sino todo lo contrario, incluso lograron que Nell los amenazara con un cucharon de madera.

El consejo general de todos es que llevara a Rukia a una cita, que no fuera solo una competencia entre él y Ashido, para que ambos tuvieran la oportunidad de aclarar las cosas entre ellos con un ambiente romántico (Palabras de Renji, no suyas).

Así que solo le quedó una opción:

Internet.

Claro que no sería fácil, más cuando encontró más de 2000 posibles resultados en su búsqueda. Con temor, abrió el primer enlace de "50 ideas de citas románticas y originales", encontrándose con las ideas que no eran nada originales pero sí bastante cursis.

¿Picnic?

¿Clases de baile?

¿Noche en un hotel o motel?

Cada vez tenía más miedo de seguir leyendo porque las ideas solo subían en nivel de "Lujuria", así que rogando a todo Dios que conocía, decidió hacerlo al azar… lo que lo llevó a…

-¿Enserio?


Intento de cita 1:

-Entonces ¿Qué hacemos aquí? –era una pregunta valida siendo que nunca, al menos voluntariamente, habrían venido a ese lugar. Sin embargo, situaciones desesperadas y requieren medidas desesperadas.

E Ichigo estaba desesperado. Muy desesperado.

Así que decidió poner su fe en lo que decía ese artículo de dudosa procedencia.

"Minigolf: La típica primera cita es más divertida de lo que todos creen. Pasar un día en el minigolf es sumamente divertido y seguramente por tratarse de un cliché no lo han hecho. Se sentirán parte de una comedia romántica."

Bueno, al mal paso darle prisa. No tenían nada que perder.

-Lo que hacemos aquí es divertirnos un poco. Tener tiempo libre de los trabajos y de ser padres –se rascó la mejilla.

Rukia por su parte sonrió con diversión.

-¿Kurosaki-kun esta avergonzado de decir que es una cita?

-Por supuesto que no, enana –tropezó con sus palabras al mismo tiempo que un enorme sonrojo abordaba sus mejillas –Es una compensación por la escena que cause el otro día.

-Olvídalo, fresa. Pero acepto tu oferta de buena paz –sonrieron un poco y entraron al establecimiento, encontrándose con una enorme sorpresa.

-¿¡Urahara!?

-Kuchiki-san, Kurosaki-kun. Que sorpresa –escondió su rostro detrás del abanico –No esperaba verlos aquí a los dos.

Ambos sabían que mentía con esa declaración.

-¿Qué haces aquí, Urahara? –pregunto Ichigo.

-Soy dueño de este lugar, el ser maestro no cubre todas las cuentas. Necesito dinero, así que traje a mis sobrinos: Ururu y Jinta para que trabajaran –se abanicó el rostro con una sonrisa lobuna.

"Explotador" fue lo que pensaron los adolescentes en su fuero interno.

-¿Qué puedo hacer por ustedes hoy? Tengo paquetes especiales para los enamorados…

-¡No!

-¿No?

-¡Sí!

-¿Si qué?

-Solo danos los palos para jugar, gorrón –termino Ichigo con el rostro arrebolado.

-No es necesario ser tan grosero, Kurosaki-kun –hizo un ademán con las manos llamando la atención de dos niños. –Jinta, Ururu, estos jóvenes jugaran en la arena 3.

La chica, bastante callada, asintió mientras que el otro niño chisto y con una mueca, siguió a la otra para traerles los palos.

Una vez equipados, ambos se encaminaron a la arena que les correspondía para comenzar su "inocente competencia", que de inocente no tenía ni la primera letra. Desde el momento que entraron, la competitividad nació en sus ojos.

Con lo que no conto ninguno de ellos, es que aquellos materiales fueran de dudosa calidad y que se rompieran tan fácilmente como el si quiera intentar darle a una pelota. Más de una vez, uno de los pedazos de los palos de golf estuvo cerca de darles en el rostro.

"Sería más probable que el juego se ganara decidiendo quien había recibido menos daño que con los hoyos en uno". Ese era el pensamiento en común hasta que pasó lo inevitable: una de las pelotas, la cual fue lanzada con fuerza por la pelinegra, regresara directo hacia ellos… más específicamente, a la cara petulante de Ichigo cuando vio el horrible intento de Rukia por hacer un hoyo en uno.

Sobra decir, que quien ríe al último ríe mejor. Y vaya que Rukia si rió.

Más, en la visita al hospital para verificar que el anaranjado no tuviera alguna contusión… en medio de todo ello, Ichigo se juró nunca volver al mini golf mientras Urahara estuviera ahí, no importa que no fuera su culpa enteramente.

Por otro lado, mientras ambos recibían un sermón por parte del doctor del hospital, Ichigo tuvo que aceptar la realidad: aquella primera cita fue un completo fracaso.

Pero aún no se daba por vencido, no señor.


Intento de cita 3:

La tercera era la vencida. No se rendiría solo porque habían ocurrido algunas pequeñas desgracias como el golpearse con una pelota o quedarse atrapado durante horas, esperando a los bomberos, en una rueda de la fortuna con una chica que le teme a las alturas (todo gracias a Urahara). El destino no podía ser tan cruel con el… pobre tonto.

"Camping: En caso de quieran ser eco-friendy en esta fecha y aun así tener una experiencia romántica, consideren buscar un bosque en dónde acampar por una o dos noches. No olviden ver la estrellas en la noche y disfrutar de un espectáculo del que no gozamos en las ciudades".

Fue un domingo que decidieron irse a un corto campamento en los bosques de Karakura. Se alistaron con todo lo necesario después de dejar a su pequeña hija temporal con los Kuchiki e iniciaron su caminata. El paisaje era hermoso y había un clima agradable a pesar de que fuera pleno invierno, según los meteorólogos la nieve podría no llegar este año, así que no habría tanto problema con que fueran al bosque un día.

Paso a paso, se adentraron más en el bosque hasta que se toparon con el claro al que iban en sus días de infancia con su familia. Escogieron un lugar y empezaron a preparar su pequeño campamento sin imaginar lo que se avecinaba. Parecía que habían caído sobre ellos las 10 plagas de Egipto.

Todo inició con la lluvia, la cual no previeron los meteorólogos, que azoto la ciudad y, por ende, el bosque, lo que los obligó a entrar en su tienda de campaña.

Por aquella lluvia no podía hacer una fogata así que se limitarían a sus abrigos y al calor corporal dentro de la tienda. Claro, dado que era el único lugar que no estaba lleno de agua, fue el lugar elegido para que todos los insectos entraran en el… en este caso los mosquitos.

No conforme el destino con eso, también provoco que una araña gigante entrara en la tienda lo que llevó a Rukia gritar como niña y correr hacia unos arbustos siendo seguida con Ichigo, quien insistía que no era una araña gigante y que no quería comerla.

Unos segundos después, la encontró agazapada en los arbustos y no quiso salir de ahí sino hasta que Ichigo le prometió que "La bestia peluda y gigante" había desaparecido. Sin embargo, sus desgracias no acabaron ahí.

Cuando caminaban de nuevo a su tienda, Ichigo se golpeó la cabeza con una rama, tambaleándose dio unos cuantos pasos antes de chocar con una roca con la cual tropezó y lo hizo resbalar colina abajo hasta un charco de lodo.

-Ichigo ¿Estas bien? –pregunto Rukia en la cima.

-No. Quiero volver a casa…

-Gracias a Dios. Sube entonces, fresa con chocolate –rió la pelinegra.

Siguió su comando y empezó a escalar la ladera donde lo esperaba Rukia con su mano extendida. Solo que el universo aún no había terminado su día de travesuras, porque en cuanto tomo la mano de su prometida, volvió a resbalar enviándolos a ambos de vuelta al charco.

-Te odio –dijo Rukia.

-Lo sé –susurró.

Con lentitud, esta vez ambos pudieron escalar la colina sin mayores incidentes. Llegaron a su improvisado campamento y empacaron de nuevo todas sus cosas. Tal vez no eran ni las 3 de la tarde pero ya no querían seguir jugando con el destino.

Lamentablemente el destino si quiera seguir jugando.

En su caminata de regreso, sin darse cuenta habían atravesado un arbusto lleno de hiedra venenosa (¿Cómo es que no habían pasado por ahí antes? Misterios de la vida), produciéndoles más salpullido en su piel de la que ya habían causado los mosquitos.

Así que si, ellos solo querían volver a casa y nunca más salir de su nido de seguridad, muchas gracias.

Destino x1000 Ichiruki 0

A su vez, en otro lugar, Byakuya estaba en una competencia de miradas con la pequeña mocosa. Entrecerraron los ojos, fruncieron el ceño, arrugaron la nariz, pero ninguno se disponía a perder.

Esta situación empezó en el momento que Hisana había propuesto jugar a las cartas para pasar el tiempo en lo que volvían los chicos. Lo que ella no se imaginó es que la vena competitiva de Byakuya saliera a flote y, que además, Rurichiyo poseyera una también.

Por eso es que se encontró en medio de un duelo de miradas sobre un juego de "Pesca" que decidiría al "Eterno campeón de las cartas"… título que ambos habían elegido. Sin embargo, antes de que Byakuya pudiera ver la carta que había elegido del maso de Rurichiyo, la puerta se abrió dejando que el aire helado volara todas las cartas.

Rurichiyo profirió un grito de enojo pues ella estaba segura que Byakuya había elegido la carta con el joker pero ahora no tenía pruebas, su título se había perdido para siempre y todo gracias a sus queridos tutores. Claro, el enojo se evaporo tan rápido como pudo echarles un vistazo a la comedia.

Enlodados y llenos de hojas secas; además parecía que habían tocado hiedra venenosa y los mosquitos se habían dado un festín con su sangre, dado que los dos estaban llenos de erupciones en la piel.

-¿Qué…? –la pregunta quedo al aire.

-No pregunten –sentenciaron ambos.

Era obvio que esta cita también había sido un enorme y rotundo fracaso.


Intento de cita 8:

Ok, tal vez ninguna de sus otras ideas funcionaron e incluso sufrieron algunos accidentes, pero era casi imposible que sufrieran un accidente por la siguiente idea:

"Helado y caminar: ¿Cuándo fue la última vez que tuvieron una cita tan sencilla como ir por un helado y caminar mientras platican de sus secretos más íntimos y disfrutan de su helado favorito? Vuelvan a lo básico y enamórense una vez más".

Claro, no contó con que su nombre era Ichigo "El destino me odia" Kurosaki, y que incluso él podría arruinar una simple caminata comiendo helado.

¿Cómo?

Digamos que todo empezó cuando se despertó esa mañana y vio que el lindo día soleado que le habían prometido se había vuelto un nostálgico día nublado con probabilidad de lluvia… otra vez. Más eso no lo detuvo.

No señor.

Aun en contra de las quejas de Rukia, ambos abandonaron su casa, dejando a Rurichiyo al cuidado de Masaki, y se encaminaron al parque. El lugar estaba bastante vacío dadas las condiciones climáticas, pero aun así y contra todo pronóstico, el señor de los helados se encontraba ahí.

Minutos después, ambos con su helado en mano, se dedicaron a simplemente caminar por el lugar, sin que ninguno supiera como iniciar la conversación… una que era muy necesaria. El ambiente en si no era incomodo, mas no por ello menos tenso.

Ichigo miro alrededor buscando alguna distracción que eliminara el silencio pero antes de poder siquiera abrir la boca, pequeñas pero constantes gotas de agua cayeron del cielo.

"Jodido universo" murmuró entre dientes.

-Ichigo, salgamos de aquí antes que… -y como si el universo leyera sus pensamientos no dichos, Ichigo resbaló y patinó por el camino hasta que se topó con la fuente central del parque donde cayó… no sin antes arrastrar a Rukia con él.

Pero por si eso no fuera poco, tuvieron que pasar por la vergüenza de que alguien, seguramente con buenas intenciones, llamara a una ambulancia que tratara a los jóvenes heridos.

Lo que dio como resultado otra cita fracasada y otra visita al hospital. ¿Les firmarían su boleta de cliente frecuente?


Intento de cita: 15:

Después de pedir disculpas a las enfermeras del hospital y que Ishida, quien fue a recogerlos, se sonrojara de la actitud entusiasta de una de ellas, la cual se proclamó su enfermera personal, ambos pudieron salir del hospital.

Pese a todos los eventos desafortunados que sufrieron, Ichigo aún no se daba por vencido, y una vez que reviso su celular, tomo una decisión para su primera cita (las competencias y los fracasos no contaban como una cita).

"Boliche: Dejen salir su lado más competitivo y armen un torneo de bolos. Coman pizza, pidan botana e incluso unas bebidas, diviértanse como niños y tengan una cita memorable".

Le contó sus planes a la pelinegra y ella solo pudo suspirar en derrota. No podía negarse cuando Ichigo hacia todo esto para agradarle (Por mucho que ella ya lo hubiera escogido, no que fuera decírselo, pero aun así) y se esforzaba por hacer de su primera cita un éxito. Por lo que ambos decidieron que su cita seria el próximo sábado, tiempo suficiente para recuperarse de sus heridas recientes.

Esos días, fueron de anticipación y también de dedicación a la pequeña de la familia, pues con el pasar de los días, se acercaba más el momento donde deberían separarse definitivamente y querían disfrutar un poco más de su tiempo juntos. Sin embargo, el día esperado llegó, y después de despedirse de su hija temporal, ambos se encaminaron en cómodo silencio a la sala de bolos de la ciudad.

Pero, después de ver quién era el dueño solo se quedaron de piedra. Era Lucifer en persona, es decir, Urahara, por lo que ambos dieron la media vuelta y abandonaron el lugar para nunca volver.

No volverían al hospital gracias a ese lunático y su mercancía defectuosa, muchas gracias.

Y ese fue puesto como otro intento fallido


Intento de cita 27:

El destino podría ser perseverante, pero Ichigo también lo era, además de terco. Por eso no se doblegaría ante el por nada del mundo.

Eso es lo que lo llevo a la siguiente idea:

"Go karts: Liberen al corredor que carreras frustrado que llevan dentro y ya sea que compitan, o compartan un carrito para los dos, diviértanse como si fueran niños una vez más".

Panfleto en mano, plan en mente y una prometida dispuesta a darte más oportunidades de las que se merecía, Ichigo hizo precisamente así.

Hasta que los dueños del lugar los echaron de sus instalaciones por ser demasiado competitivos y provocar el desorden en el lugar. Pero vamos, no había sido su culpa, sino de esos chicos que se metieron en su carrera solo de dos.

Tampoco fue su culpa que algunos tuvieran algunos accidentes y que la ambulancia tuviera que llegar al lugar para tratar a los heridos. Sobra decir que los paramédicos solo suspiraron y negaron con la cabeza cuando los vieron en el centro del desastre.

Si, otra cita fallida.


Intento de cita: 32:

Ichigo ya tenía miedo de lo que se avecinaba, más porque Rukia lo amenazó con demandarlo por daños, aunque la verdad no era culpa, el universo simplemente lo odiaba, tal como si él fuera el personaje de un anime shonen que termina medio calvo y todavía viviendo en la casa de su padre… ja, como si esas cosas pasaran.

Ichigo tomó una respiración profunda y miro la lista de ideas para citas, dispuesto a darles una última oportunidad. Su vida amorosa estaba en juego.

Así que decidió cumplir con lo siguiente en la línea.

"Caminen hasta encontrar un restaurante romántico y acogedor que ninguno conozca: En Karakura hay muchas colonias que se prestan para caminar durante horas bajo hermosas vistas, altos árboles y entre tiendas increíbles. Entren a todas las que llamen su atención y una vez que tengan hambre escojan un lugar nuevo para los dos en donde puedan cenar. Tip: ordenen la especialidad de la casa, nada habla mejor de un restaurante que su platillo estrella".

No había nada que perder… ¿Cierto?

A las 2 de la tarde, la Comedia salió de su hogar siendo despedidos por su familia y sus sonrisas forzadas… en su interior rogaban que no hubiera otra visita al médico porque las facturas de este se hacían cada vez más altas.

Pero volviendo al punto, Ichigo le explico a Rukia su plan y, después de que ella valorara el nivel de peligro, acepto la idea y se encamino con su prometido a caminar por la ciudad de Karakura.

No se dejarían vencer, el destino podía irse a freír espárragos…

La comedia se dejó caer con pesadez en una banca del parque central de Karakura. Habían pasado horas caminando para encontrar un restaurante pero dado que eran las vacaciones de invierno y que estaban cerca las fiestas, todos los restaurantes estaban llenos.

Ichigo temía el tachar otro plan, pues eso significaría un nuevo fracaso en su lista de fracasos.

Estaba a punto de disculparse con Rukia por todos los problemas causados cuando lo vió a lo lejos. Habían abierto una nueva pista de patinaje.

Sin pensarlo mucho y decidiendo mandar de paseo a los planes. Tomo la mano de Rukia e ignorando todas sus quejas y amenazas, se formaron en la larga fila a esperar su turno hasta que este llego.

Rukia, por su parte tenía un problema.

-No se patinar, Ichigo –se aferró a la barda de la pista.

-Te ayudare, enana –tomó una de sus manos para jalarla.

La pelinegra se aferró a su brazo sintiendo como sus pies bailaban en el hielo impidiéndole mantener el equilibrio.

-Bien, te soltare por ahora –fue lo que dijo Ichigo unos minutos después liberando su mano del férreo agarre.

-¡Espera un momento! –agitó sus manos al tiempo que mantenía su equilibrio. Al ver que nada pasaba se permitió reír – ¿Viste eso?

Entonces tambaleo y estuvo a punto de estrellarse en el hielo sino fuera porque Ichigo tenía buenos reflejos y la pudo atrapar a escasos centímetros del suelo.

-Tranquila, te tengo –declaró el anaranjado.

-Gracias…

Así, se quedaron patinando hasta que el atardecer dió pasó una noche bastante estrellada e iluminada por un gran árbol de navidad en el centro del parque.

Cuando pensaban irse, un ruido los distrajo. Al parecer eran fuegos artificiales por la feria en la que habían tenido su cita desastre #2, pero ahora, en ese lugar, todos sus desastres habían valido la pena, más cuando Ichigo pudo observar con detenimiento el rostro de Rukia.

Varios colores brillaban en su rostro pero nunca podía pasar por alto el violeta de sus ojos ni el sonrojo alegre en las mejillas de la chica. El pelearía por mantener siempre esa sonrisa.

-¿Qué? –fue la pregunta de Rukia.

Ichigo no se había dado cuenta que había hablado en voz alta hasta que la pelinegra hizo esa pregunta y lo miro con los ojos muy abiertos.

-Dije que… que hay nieve… ¡Sí! Nieve –fue una excusa tonta pero que se volvió realidad gracias a la compasión de Dios por su mala suerte.

Todos los presentes jadearon al observar los delicados copos de nieve cayendo del cielo y que ahora lucían diversos colores gracias a los fuegos artificiales que aún continuaban. Gracias a esa distracción, Rukia dejó pasar la pregunta sobre lo que había escuchado claramente y en lugar, se dedicó a elevar sus manos para atrapar un copo de nieve a pesar de que se derritieran casi instantáneamente.

-No has cambiado en nada. Sigues atrapando toda la nieve con tu cabello –menciono Rukia después de un momento, cuando giro en dirección a su prometido.

Ichigo estaba de pie, incómodo, mientras la nieve se seguía acumulando en su anaranjado cabello como si tuviera un imán. Entonces, la chica se acercó a su compañero e indicándole que se agachara a su altura, se puso a sacar la sustancia blanca de su cabello, y no pudo evitar aprovechar la situación un poco.

Rukia acarició sus mejillas con parsimonia e Ichigo no sintió pena al recargarse sobre ese cálido contacto. Era como encontrar agua después de pasar días en un desierto. Ichigo no recordaba cuanto extrañaba esta cercanía hasta que sintió una vez más.

No quería que terminara.

Pero como siempre, todo lo bueno tiene que acabar tarde o temprano, y su momento ya había acabado a causa de la pelinegra.

-Ichigo, tengo que hablar contigo…

Era hora de aclarar algunas cosas.


*Omake: Sentarse en el inodoro*

¿Cómo podían caber 8 hombres en una sola habitación? Eso era un gran misterio, pero volviendo al punto: estaban en el cuarto de Ishida, Ichigo, Renji, Grimmjow, Ulquiorra, Chad, Mizuiro y Asano en una reunión secreta no tan secreta.

Era una operación llamada: "Como hacer que el Ichiruki deje de ser un idiota y arreglen sus problemas para que estén juntos y tengan muchos, muchos hijos"; era claro que el nombre aún estaba bajo votación.

Sin embargo, ya estaba anotado en una cartulina junto a varios dibujitos que casi cubrían el objetivo de su misión, el cual era el mismo que el nombre de la operación. Al menos los dibujos eran mucho mejores que los de Rukia… quien diría que Keigo sabía dibujar.

¿Y quién diría que Grimmjow era alguien "sabio" en los asuntos del corazón?

Es una duda que no dejaba dormir a muchos por las noches, sin embargo, por ahora no se distraerían con dudas, solo aprenderían del maestro.

-Bien, ahora escuchen. He investigado tanto que tengo ojeras sobre mis ojeras –y vaya que no mentía, Grimmjow lucia horrible –Me adentre al lado oscuro solo por ti Ichigo y por eso, si tú quieres ser feliz entonces tienes que… ¡Pagar!

Todos en la habitación se quedaron, literalmente, de piedra.

-Esa fue una terrible imitación de La Sirenita y aun peor que la del fic de la autora

-Ulquiorra, idiota –gritó Ishida tapando la boca del mencionado –No rompas la cuarta pared. No sabes qué consecuencias nos traerás.

Grimmjow carraspeó trayendo de nuevo la atención de los presentes antes de que empezaran a preguntarse qué demonios era la cuarta pared.

-Cómo iba diciendo antes de ser groseramente interrumpido. Ichigo, si quieres la información que tengo en mis manos tu castigo será… 1. Que me dejes ser el padrino en la boda, y 2. Quiero mi pelea a muerte contigo.

-¿Cómo sé que la información que tienes es confiable? –Ichigo se cruzó de brazos, poco dispuesto a aceptar las condiciones de Grimmjow, aunque él no tenía que saberlo ¿Verdad?

-¿Estas dudando de mí, pelos de estropajo? ¿Cómo osas deshonrarme así? –Le gruñó –De acuerdo, Sr. Mal amigo, te daré una muestra de mis conocimientos.

Dicho esto, quitó la cartulina con el nombre ridículo, revelando un mapa de Karakura con varias imágenes, listones y post-it de colores.

-He aquí una de mis más grandes creaciones y el famoso paso No. 1 según la revista "Mimosa". Si quieres impresionar a Rukia solo tienes que saber lo que le gusta y este bebe te ayudara a lograrlo –si estuvieran en un auditorio, seguramente habría muchos aplausos. Hasta Ulquiorra estaba impresionado… aunque su cara no lo demostrara.

-Tiene lugares, horarios y situaciones que serán tu mayor aliado. Todo lo que le gusta y disgusta a la enana.

Paseo por la habitación como toda una reina, sacó la cartulina para dejar ver una nueva imagen en la que se leían las palabras: Paso 1: Haz un plan.

-Estas son las ideas para citas más populares según la revista eighteen. Solo tienes que elegir alguno –el tono de orgullo parecía elevarse con cada palabra pronunciada.

Otra nueva cartulina. Esta vez tenia escrito: Paso 2: Pídele una cita. Ahora tenía el dibujo de un Ichigo, de rodillas y suplicando al dibujo de Rukia (que tenía una etiqueta que decía: mi hermosa reina)… Ichigo golpeo a Keigo por eso.

Grimmjow lo ignoró y siguió hablando sobre su plan, pasando de cartulina en cartulina hasta que…

-Llegara un momento clave donde ambos se miraran a los ojos. Es muy importante que no lo pases por alto y que no sufras del síndrome de la cobardía porque te mato –lo señalo con un dedo –Parecerá que no hay nada más que ustedes, se acercaran –otra cartulina más y…-y cuando este sentado en el inodoro… Espera, ¿Qué?

La risa estalló cual bomba dentro de la habitación al observar la imagen de un Grimmjow mal hecho sentado sobre un inodoro y haciendo cara de esfuerzo. Incluso Ulquiorra reía cubriendo su rostro con la mano pero era claro el sonido de su burla.

-¿Quién de ustedes, malditos, lo hizo? Respondan cobardes –el sonrojo aumentó la burla.

Después de 20 minutos, un dolor de estómago y recuperar el aliento perdido, se empezó el juicio de quien había hecho el "Gran dibujo de la deshonra, el cual debía ser quemado y olvidado para siempre" (Nombre que también seguía en votación). El culpable parecía ser Asano, quien fuera el encargado de la parte visual de la exposición, sin embargo, pronto quedo claro el culpable cuando éste apareció con una sonrisa de suficiencia pintado en su rostro infantil.

-¿Te gustó mi regalo, Onii-chan? –preguntó Nnoitra mientras sostenía un marcador.

-Tu, pequeño renacuajo –Grimmjow portaba una sonrisa histérica al tiempo que movía sus manos como si tuviera apretado el cuello del menor entre ellas.

Los chicos sentían que estaban viendo un duelo entre vaqueros, pero en este caso sabían quién sería el ganador. Como si fuera un baile coordinado, Grimmjow corrió hacia el menor y Nnoitra corrió, huyendo de él. Segundos después escucharon como ollas, sartenes y maldiciones se dejaban caer en la casa hasta que Nelliel, quien nunca había salido de la casa, impuso el orden con golpes certeros y regaños.

Era claro quien, dentro de la familia Jaegerjaques/Tu Odelschwanck, era la persona que llevaba los pantalones… aunque nunca, ni dentro de un millón de años, alguien olvidaría a Grimmjow sentado en el inodoro.

Así como tampoco sería fácil olvidar que tan aterradora podía ser Nell.


Y esto fue todo.

Quiero agradecerles a todos por sus lindos comentarios (que no pude contestarlos de nuevo) y también a algunos me mandaron mensajes por privado para animarme a escribir esto. Son las mejores Ichirukis.

También un agradecimiento especial a mis locas del chat porque siempre me hacen reír y me alimentan con ideas para seguir con este fic. Las amodoro.

Ahora sí:

Curiosidades.

1. La canción de la que habla Ichigo es: ¿Con quién se queda el perro? De Jesse & Joy.

2. La frase de: ¿Qué sigue? ¿Robar autos? ¿Nadar con vagabundos?" Es del programa y meme de I Carly.

3. La enfermera de Ishida de la página de CAO, hace una aparición (Porque la adoro)

4. Ichigo hace referencia al final de Bleach (calvo y viviendo en la casa de su padre… tómenlo con humor plis)

5. La página con ideas de citas, si existe.

6. La escena del patinaje es del capítulo "Relleno" de la despedida en el anime.

7. El omake surgió por la película de "Mi villano favorito"

8. Las revistas cambiaron de nombre por derechos de autor XD

Nos vemos en el siguiente capítulo (el cual espero que sea pronto)

Ja ne!