Re-edición.

Primera parte.

Nombre del fic y la historia en general: Mi mejor juego.


Capítulo 1. "En la boca del lobo"

Las risas y gritos resonaban en los pasillos y aulas del instituto Sweet Amoris. Si, como siempre, en ese instituto los rumores corrían demasiado rápido; aunque esta vez no aparecia Peggy como la principal sospechosa.

—No lo puedo creer, estás mintiendo.—Recriminó Amber, demasiado molesta.

—¿Estás de mentirosa de nuevo, virgen?.—Le siguió Charlotte a la vez que se miraba en el espejo, echándose lápiz labial.

Lyn, por supuesto, se sintió más que ofendida. ¿Por qué tenían que echarle en cara que era virgen? De todas formas, aun no se sentía preparada. En cuanto dejaron sus insultos de lado, comenzó a defenderse.

—¡No estoy mintiendo! Mi novio es Castiel, y punto.—Se cruzó de brazos en una pose orgullosa.

Amber y Charlotte se cruzaron miradas de incredulidad, estallando a carcajadas. Breves segundos después, Amber recuperó la compostura. Jamás permitiría que SU Castiel anduviese de novio con su peor enemiga.

—Ajá, ¿Y cómo puedes probarlo? A ver, dime, ¿Qué hacen en las tardes después de la escuela?.—Se acercó más a ella, comenzando con su típico interrogatorio. Lyn se sentía intimidada.

—Pues…—Titubeó, casi dudando.—Vamos al centro comercial, al parque, tomamos un helado, vamos al parque de diversiones….—Sonrió felizmente, esperando a que le creyesen.

Sin embargo, lo siguiente pronunciado le cayó como una cubeta de agua helada.

—Qué aburrido.—Bostezó la rubia a forma de broma, esbozando una sonrisa maliciosa de lado.—¿Estás de novia con un chico rudo y hacen ese tipo de actividades?

—Estoy de acuerdo con Amber.—Intervino Li agarrando el cuaderno de notas en manos, simulando no prestarle atención al asunto.—Castiel es atrevido y rudo, ¿Por qué se comportaría todo un caballero contigo? Eso me huele a mentira podrida.

—Mary Sue.—Dijeron las tres al unísono, esbozando sonrisas maliciosas a la par.

Demonios! La habían cachado en la mentira. Vamos, una táctica rápida. En ese momento resonó en su mente un coro de ángeles. Había sonado su celular así que lo sacó del bolsillo. Contestó con aires de grandeza. El trío de brujas escuchaban, atentas.

—¿Si?—Amplió su sonrisa, simulando sonrojarse.—¡Oh, Castiel! Mi Adorable Tsundere, ¿Cómo has estado?.—Se relamó los labios al notar las expresiones faciales de sus enemigas.—Si, discúlpame un momento.—Desvió el rostro a ellas.—Perdón, debo atender. Háblamos luego. Adiós!—Dicho esto, se fue corriendo de allí.

…..

Se adentró rápidamente en el baño de mujeres, sintiendo que su corazón daba un vuelco. Rosalya suspiró, colgando de inmediato; guardando su celular en su bolso de hombro. Estaba harta.

—Lyn, no podemos seguir con esto.—Le murmuró, mostrándose molesta.

—Perdón, lo sé.—Suplicó, casi llorándole de rodillas.

Rosalya la ayudó a levantarse. Algo le preocupaba.

—¿Cuándo le dirás la verdad a Castiel? Comenzaste con esto del noviazgo falso ayer.—Le recalcó.

—¡Es que no puedo! ¿Si? ¿Has visto sus expresiones? Él da miedo, Rosa.—Tembló, dándole un leve escalofrío por la espalda.

—Lyn…. Castiel siempre se muestra serio. Es más, es raro que se sonroje. Debes enfrentarlo y comentarle el asunto.—Le aconsejó, colocando una mano sobre su hombro.

En ese momento entra Nina junto con Karla. Nina, aparentemente, estaba demasiado molesta y con el ceño fruncido. Karla la miraba con recelo igualmente.

Lyn arqueó una ceja ante ese extraño comportamiento.

—Sí que eres falsa.—Argumentó Karla de sopetón, profanándole esas hirientes palabras.

—¿Falsa yo?—Se señaló Lyn a sí misma, comenzando a apretar los dientes.

—Dices ser novia de Castiel y ni una foto tienes.—Le siguió Nina, apoyando el argumento de su socia.

—Dinos, ¿Tan urgida estás de conseguir amistades?—Le inquirió la Lolita gótica. No mostraba ni una pizca de humor o tono infantil en su oración.

Lyn abrió la boca, lista para defenderse. Sin embargó, sintió que algo dentro de ella había muerto, así que agachó la cabeza cuan perro arrepentido. Rosalya notó esto y apretó los puños, dando un paso adelante hacia ellas.

—¿Ustedes qué saben? ¡Váyanse! O… O les juro que les distorsiono el rostro a puñetazos, aunque esté en contra de mis principios.—Refunfuñó.

Ambas rodaron los ojos, yéndose de allí. Nina le sacó la lengua a Rosa antes de retirarse. Lyn suspiró, evitando derramar lágrimas; saliendo del baño. Debía enfrentar la realidad. Debía enfrentar a Castiel, aunque le asustase por dentro.

…..

Armin y Alexy estaban recorriendo el pasillo a la vez que se murmuraban cosas cuan viejas chismosas de vecindad.

—¿De verdad crees que Lyn esté de novia con Castiel? O sea, ¿Con Castiel?—Preguntó Armin, aun sin poder creérselo del todo. Debía ser por el día de los inocentes.

—¿Por qué? ¿Estás celoso? Si Castiel es musculoso, no tanto como Kentin, claro.—Rio Alexy en tono suspicaz. Cualquier momento era bueno para sacar a su hermano de casillas.

—No estoy celoso. Es más, en la tarde jugaré videojuegos para distraerme.—Lo último lo dijo en voz alta. En realidad, quería decirlo para sus adentros.

—Te compraría un Xbox, pero creo que con descargarlos del computador, ya tienes.—Sonrió a forma de burla.

Iris se topa con ellos y un rubor en sus mejillas aparece al ver el rostro de Armin. Hoy lucía diferente. Bueno, para ella, Armin siempre luce diferente y con rayo de luz alrededor.

—Armin….—Sus palabras murieron en su boca, logrando reaccionar de inmediato.—Eh… ¿Has visto a Lyn? La estoy buscando...

—Está en el baño.—Respondió Armin a lo seco.

—Está en el aula.—Contestó Alexy sin que ella se lo hubiese preguntado a él directamente.

Ambos gemelos se intercambiaron miradas de impresión. ¿Telepatía en desacuerdo?

—Ooookey….—Murmuró la chica, retrocediendo y observando todo.

Debía encontrarla para confirmar los rumores.

…..

Mientras Lyn caminaba cabizbaja rumbo al patio de la escuela para poder mirar a los ojos a Castiel directamente, escuchó risas provenientes del Aula B. Rosalya también la seguía así que igual escuchó. Ambas acercaron el oído a la puerta. Escucharon las voces de Amber, Li y Charlotte.

—No sé si miente porque es virgen o porque quiere hacerse la guapa.—Comentó Amber, estallando en carcajada.

—Para mí, esa llamada sólo era un plan.—Apoyó Charlotte.

—¿Y si tiene una foto con él?—Opinó Li en tono indiferente.

—Pues entonces la someteremos a que nos la muestre. Sino, es mentira.—Comentó la líder de la manada. Todas asintieron con la cabeza.

Lyn suspiró, ya comenzando a hartarse de lo mismo. Más que miedo, sentía vergüenza de sí misma. De su cuerpo, de su personalidad, de querer cuidar una reputación que ni existe. Sólo una fachada creada por ella misma. Quizá… no había sido bueno involucrar a Castiel en sus delirios de grandeza. Él tenía una vida.

Pero el enorme error ya lo había cometido y no había vuelta atrás. Abrió la puerta, rumbo dirección al patio. Rosalya no la siguió esta vez. Sonrió, comprendiendo la situación. Sólo esperaba que ninguna de las chicas Team Amber, arruinasen el momento.

Ambos estaban en el patio trasero del instituto. Castiel se hallaba sentado en la banca, revisando unos mensajes de texto. De repente ve de soslayo a la joven de cabello castaño y ojos verdes. Sonríe, levantándose y acercándose hacia ella.

—¿Qué quieres tabla? ¿Qué te enseñe a cómo ser ruda en la cama?.—Se le acercó lo suficiente a los labios, agarrándole el brazo como defensa. Le encantaba hacerla enojar.

—Eh… yo… necesito que me hagas un favor, muy importante.—Suplicó la fémina, separándose de él. Estaba demasiado angustiada.

—¿Qué estupidez cometiste ahora?—El pelirrojo se cruzó de brazos, chasqueando la lengua. Ya tenía suficiente con la despedida de Debrah. No quería recordar esa dolorosa experiencia.

—Bueno… te diré que estás involucrado.—Murmuró, mordiéndose el labio inferior.—Verás… le conté a Amber y a su grupo que….—Estaba dudando, ¿Debía contarle ahora o después?

—Escúpelo.—Le hizo reaccionar, comenzando a impacientarse.

—Bueno, que tú y yo somos novios.—Lo último lo dijo tan rápido que cerró los ojos con fuerza, esperando el golpe.

Castiel suspiró, llevándose una mano a la frente. De hecho, ya estaba acostumbrado a las estupideces que pudiese salir de los labios de Lyn. De todos modos, debía soportarla, aunque no se la pondría tan fácil.

—De acuerdo…—Suspiró el chico con su típico semblante serio y frio.

—¡Muchas gracias, de verdad! No sé cómo….

—Ven conmigo.—Le agarró del brazo con fuerza, haciendo que dejase escapar un gemido de dolor y aturdimiento. ¿Qué le pasaba de repente?

Sin decir ni una sola palabra, recorrió los pasillos, topándose con Nathaniel; desafortunadamente.

—¿Por qué tienes a Lyn llevada a la fuerza contigo?—Nath frunció el ceño, enfrentándolo; observando la situación.

—No es nada que te importe, delegaducho de mierda.—Escupió Castiel, haciéndolo de lado con un leve empujón. No tenía tiempo para obstáculos y peleas de niños.

Lyn, por su parte, se quedó observando al rubio a la vez que caminaba entre pasos lentos y rápidos. Aun le dolía el brazo aunque no hallaba la forma de zafarse del agarre. ¿Acaso había sido un reflejo?

—Oye…. Castiel…. ¿A dónde piensas llevarme?—Intentó sonreir, preguntándole con dulzura. Su técnica debía funcionar. Odiaba que la pusieran en suspenso.

—Silencio.—Le cortó de repente sin ni siquiera mirarla a los ojos.—Debes obedecerme de ahora en adelante.

—¡¿Obedecerte?!—Exclamó la chica, casi en estado de Shock.

Ya imaginándose todo tipo de tratos sadomasoquismo combinado con las órdenes de un amo hacia su mascota, tragó saliva; suplicando salir ilesa de esta situación.

…..

Sin ni siquiera habérselo imaginado, se encerraron juntos en el armario del conserje. Lyn se sobó el brazo, aun adolorida; estando a punto de replicarle a Castiel, queriendo abofetearlo en ese momento. Sin embargo, él colocó su dedo índice sobre sus labios; acallando sus gritos.

—De ahora en adelante este será nuestro lugar secreto.—Le susurró sobre sus labios, esbozando una sonrisa sádica.

—¿N-nuestro lugar secreto?—Arqueó una ceja, bastante confundida. ¿Esa había sido su respuesta? ¿Afirmativa o negativa?.—"Oh no, seguro planea violarme aquí mismo… ni siquiera hay una llave. ¡Ahora qué haré!"—Gritó en sus adentros, temblando de nuevo.

—A ver si entendí…—Recapituló, llevándose una de sus manos a su cabello.—¿Quieres que finja ser tu novio delante de tus enemigas?—Le había sonado como una propuesta demasiado infantil de parte de la chica.

—Eh…. Sí…—Sonrió, orgullosa.—Quiero que se traguen sus palabras.

Castiel, sin embargo, se sentó en una de las sillas pequeñas, observándola de arriba abajo cuan figura de exhibición de museo. La chica ya se estaba comenzando a asustar sobremanera, chocando su espalda contra la puerta.

—No te la pondré tan fácil, tabla. Serás mi perro faldero, ¿De acuerdo?—Esbozó su típica sonrisa sádica, usándola a su favor.—

Lyn abrió la boca, impresionada. ¿En serio ese era su plan? ¿Debía cumplir requisitos?

—Oh, no puede ser, ¿En serio? No quiero firmar nada.—Hizo un puchero, quejándose.

—No seas tan cabezota, no hay ningún contrato de por medio.—Le gritó, haciéndolo impacientar más de la cuenta.

Lyn agarró una escoba, respetando su espacio personal. Debía mantener a Castiel un poco alejado de ella –Literalmente- para no salir abusada de forma sexual. Aunque el pelirrojo tomó aquello como un insulto.

—Entonces…. ¿Seré como tipo tu secretaria?

—Mhmm… Algo así.—Sonríe de forma arrogante. Si, la mejor forma era torturarla mentalmente.

—¿Debo cargar tus maletas?—Preguntó con obviedad. El chico asintió.—¿Ir al parque contigo cuando me lo ordenes? ¿Agarrarte de la mano en frente de Amber?

A cada pregunta obvia que realizaba, el pelirrojo asentía cuan Rey en su trono. La chica emitió un prolongado suspiro. No le quedaba más de otra que aceptar. Sólo esperaba a que este show terminase pronto.

—Se te caerá la nariz de tanto mentir.—Dicho esto, le dio un zape en el puente de su nariz; riéndose.

—No puedo creer que me humilles de esta forma.—Refunfuñó la chica, tapándose la nariz; sintiendo sus mejillas arder. ¿Cuándo había quedado en el papel de Cenicienta?

—Y acostúmbrate porque lo seguiré haciendo.—Le sacó la lengua de forma infantil y bromista.—Por cierto, debo buscarte un apodo…—Dijo en su pose pensativa.

—Piénsalo mejor afuera. Sospecharán que no estamos y nos buscarán.—Lo agarró del cuello de su camisa, arrastrándolo fuera del armario del conserje. Haría las cosas a su manera.

…..

Todos estaban reunidos en los pasillos del colegio. Sobre todo Amber y su grupo de amigas cabeza huecas y superficiales. Las tres quedaron impresionadas al ver a Castiel saliendo del armario del conserje junto con Lyn. ¿Había sido cierto?

—Oh…. Oh, Lyn.—Le llamó la atención la rubia, colocando su mano en sus caderas.—Así que era verdad…—Observó a Castiel.—Castiel es tu novio…. Y….—Dirige su mirada hacia el armario del conserje.—¿Qué hacían allá dentro?.—Le sonrió con suspicacia.

—Nada que te importe….. Perra…..—Le susurró Castiel con una fría mirada y seriedad en sus palabras, caminando junto con Lyn, agarrándola de la mano.

Eran las cuatro de la tarde y habían planeado una cita aunque debían ser cautelosos. Lyn se hallaba de pie en frente de un centro comercial, afanándose; observando la hora en su reloj. ¿Cuánto tardaba los hombres en alistarse? Los papeles se invertían.

—Tsk… nuestra supuesta primera cita y decide llegar tarde.—Suspiró con molestia.—Creo que desistió de mi ridículo plan y me dejará plantada.—De repente se imaginó a ella misma de pie lloriqueando a la vez que todos del instituto Sweet Amoris se burlaban de ella.

—¿Por quién me tomas?—Se volteó al escuchar la voz de Castiel. Él lucia diferente. No, era un detalle menos.—Terminemos con esto.—

Lyn asintió, sonrojándose un poco. Ambos comenzaron a caminar por el parque sin decir ni una sola palabra. La chica miraba a demasiadas parejas agarrándose de la mano o regalándose obsequios seguido de un beso en los labios. Lyn dirigió su mirada hacia Castiel con ojos de cachorrito.

—Ni lo pienses, no seré cursi como esos bobos enamorados.—Recriminó el pelirrojo con el ceño fruncido. Segundos después habló, meditándolo.—Está bien, pero sólo un agarre de manos para que no sospechen nada.—Se sonrojó levemente, agarrándola con delicadeza de la mano.

El corazón de la chica dio un vuelco de nuevo, pero de felicidad. Quizá…. ¿Esta podría ser una señal? Amplió su sonrisa, aprovechando de abrazarse con él; recostando su cabeza sobre su hombro a la vez que caminaban. Nada mal para ser su primera cita, aunque falsa.

—¡Hey! Vengan todos.—Escuchó la voz de Amber. Sus ilusiones habían caído al suelo, y en pedazos.—No lo podrán creer. Los rumores eran ciertos.

Solo escucharon silbidos y bullicios. Los chicos y chicas del instituto comenzaron a rodear a la supuesta "parejita" feliz. Karla y Nina miraban a Lyn con desprecio mientras que Iris seguía en su estado de shock al igual que Violetta y Kim, aunque estas dos últimas no tanto. Armin y Alexy se mostraban un poco decepcionados. Nathaniel había llegado junto con Melody, observándolos como estatuas. Rosalya y Lysandro habían hecho compras ese día e igual observaron a la pareja.

—Así que era verdad.—Entre todas las risas y murmullos, resaltó una voz en especial. Abrieron paso. Se trataba de Kentin, quien observaba a Lyn con expresión de enojo y decepción.—Eres novia de Castiel…—Su voz parecía a punto de quebrarse. Ya todos se habían enterado de la feliz "pareja".


Bueno, como ya vieron. Comencé a editar un poco esta historia pues quiero llevarla pa' largo.

Nyny-chan Out.