CAPITULO 1

Me quedé acostada y calientita mirando a mi marido, próximo a ser papá, todo acurrucado apoyando la cabeza en mi estómago hinchado, que es donde termina cada noche. A veces el miedo en sus ojos es claro, sé que él está preocupado, pero no tiene por qué. Sé que será un padre fantástico; habla con el bebé todo el tiempo y se me derrite el corazón de amor cada vez que lo hace.

—Buenos días baby.- se despierta mientras besa mi estómago.

—¿A quién le estás hablando?—
Le pregunté sonriendo sabiendo que estaba hablando con blip que me hace sentir extraña y calientita en mi interior.

Giró la cabeza sonriendo, se deslizo hacia arriba y a lado de mí bocas susurro…

—Buenos días amor de mi vida— mordisqueando mi oído, haciendo que me derrita por dentro. Oh lo que hace en mí. Y antes de que pueda responder, sus labios están en los míos y él está empujando ese precioso pedazo de él en mi interior que nos lleva a nuestro lugar especial.

—Vaya señora Grey, usted es una mujer increíble que apenas se despierta y puedo hacerle el amor. Y es toda mía— dice mientras se levanta desnudo, dejando que me recupere.
Y tengo la oportunidad de observar el sexy trasero de mi marido a través del cuarto.

—Vamos señora Grey, hoy es un día muy ocupado. Trabajo... Cita con la Doctora y luego nuestro anuncio.-gritó desde el baño.

Sonreí, porque al fin podremos decirles, sé que Grace y Carrick ya están al tanto de nuestras noticias, de nuestro paquete de alegría ahora que los dos nos hemos acostumbrado a la idea y además hoy asistiremos a nuestra revisión de 12 semanas para asegurarnos de que todo está bien.

Vamos a anunciarles la noticia al resto de la familia, hemos comprado regalos para todos y así puedan abrirlos. No puedo negar que ha sido un largo proceso el tratar de evitar a Kate y Mía, especialmente cuando organizan las noches de chicas y yo no era capaz de beber, he usado excusa tras excusa. Me hago vieja usando las lesiones que me hizo Jack Hyde para no beber.

—Buenos días, Gail- le digo mientras camino alrededor de la barra de desayuno.

—Buenos días señora Gr... ..Ana— se corrigió y me sonrío, nada va a cambiar mi estado de ánimo para el día de hoy estoy en las nubes.

—¿Y el Sr. Grey?- le pregunto.

—En el Estudio- respondió ella.

Hemos llegado a un punto en el que estamos acostumbradas la una con la otra, que supongo que tenemos un conjunto de rutina entre nosotras dos.

—Me gustaría granola y yogurt, por favor Gail, estaré de vuelta en un momento.

Entro a su estudio haciendo una pausa en la puerta y valla sorpresa, está en el teléfono, otra vez! Niego con la cabeza hacia él, trabaja demasiado. Él se da vuelta me mira con preocupación y yo soy como una madre que regaña a su hijo... Oh, espera voy a ser madre! Me río de mis propios pensamientos.

—¿Algo le divierte señora Grey?- Me pregunta sonriendo mientras coloca su teléfono en su escritorio, le sonrío tocando mi estómago.

—Oh, nada, tenemos un día ocupado hoy. El desayuno es la comida más importante del día, bebé Grey y yo no podemos creer que aún no hayas comido. Tienes tres minutos para llegar a la cocina para el desayuno.- chasqueo los dedos riendo mientras cierro la puerta detrás de mí. ¡Dios mío voy a pagar caro por este atrevimiento después, estoy segura, sin embargo lo espero con ansias.

Me senté en el taburete mirando el reloj en la pared tic, tac... tic, tac… cuento atrás… le quedan 30 segundos, veinte segundos... Diez, nueve, ocho, siete, seis, cinco... Los pasos se escuchan cada vez más cerca.

—Dos, Uno— grita al entrar en la habitación.

Miro hacia arriba y veo su sonrisa radiante que se extiende de oreja a oreja.

—Justo a tiempo señor Grey, me estaba preocupando y me empezaba a picar la palma de la mano.- se ríe envolviendo sus brazos a mi alrededor, acaricia mi cuello y muerde tan seductoramente que la emoción se dispara a través de mí.

—Podría tomarte de nuevo aquí y ahora señora Grey, huele usted divino.- Miro a Gail sonriendo mientras le coloca a Christian pancakes en su lugar.

—No me tiente, señor Grey— susurro de vuelta en su oído muy suavemente. Sonríe, sacude la cabeza y se concentra en su comida.

—Que tengas un lindo día en el trabajo, te recogeré a la una – me dice y Besa mi mano.

—Hasta Luego, Nene.- le digo riendo.

Sawyer abre la puerta y me ayuda a salir de la camioneta, estoy segura que desde que supimos la noticia, Christian les ha indicado que deben tener un cuidado especial conmigo, todos me ayudan cuando estoy entrando o saliendo de los vehículos y nadie me deja llevar nada. Pongo los ojos en blanco al pensar en mi marido sobreprotector.

Al llegar al trabajo se me hace un nudo en el estómago, no me puedo calmar, estoy tan emocionada. Espero que todo esté bien con Blip. Toco mi vientre y me quedo pensando, me sobresalta el oír que llamaban a la puerta de mi oficina, levanto mi cabeza.

— Siento interrumpir Ana, pero todo el mundo está en la sala de conferencias esperando por ti—

—¿Por mí?- no era consciente de que tenía una reunión, me siento confundida.

—Señora Grey, es sobre la reunión para anunciar la sección Infantil que quiere introducir, ya sabe sobre la nueva dirección que quiere llevar la editorial, lo hablo con Roach y su marido la semana pasada.- Hannah me mira esperando mi respuesta, no puedo recordar esto, pero le miento.

—Oh, sí, ¿me puedes traer las notas de mi reunión con Roach y el señor Grey?-.

Ella me entrega una libreta y una pluma y mis notas de la reunión anterior, no tengo ni idea de lo que voy a decir, me pongo a leer las notas de las reuniones anteriores, mientras me dirijo a la sala de conferencias, pero me tropiezo al golpear algo o a alguien no estoy segura, todo pareciera suceder en cámara lenta. Fue un duro golpe, mi cuerpo golpea en el duro suelo debajo de mí. Eso duele.

—Señora Grey, señora Grey ¿está bien?- Una manada de gente viene a mi rescate, Hannah está en frente de mí ayudándome a levantarme.

Un dolor agudo me recorre desde mi estómago hasta mi abdomen, me coloco mis manos sobre mi vientre y me arrodillo por el dolor.

—Ana, ¿Qué pasa?- Hannah me pregunta con preocupación.

—Yo no sé por favor llévame a mi oficina.- tirando de mí misma en posición vertical me tambaleo hacia mi oficina con la ayuda y el apoyo de mi asistente, el dolor que no cede, me aferró a mi escritorio para no perder el equilibrio.

—¿Debo llamar señor Gray?- Pregunta Hannah.

—No, No hay ninguna necesidad de preocupar a mi marido con esto. Debe ser sólo mi momento del mes, ya sabes.-Ella sonrió

—Vamos Ana, te conozco mejor que eso, ¿crees que no lo sé? Todas las visitas a la Dra. Green y los malestares de la mañana, el olor del café que no puede soportar.- dijo con las manos en sus caderas.

—No, en verdad, estoy bien, por favor. No lo llames.- digo en tono severo, pero ¿cómo diablos sabe ella que estoy embarazada, se supone que ella debe organizar todo para mí y estamos en esta situación porque mi asistente canceló todas esas citas, pero no puedo le echar la culpa a ella, es culpa de los dos, sonrío bueno de tres ,mi blip.

Me siento con cuidado en mi silla y después de un rato decido llamar a Christian, tomo mi teléfono, lo sostengo a mi oído y escucho su voz, pero en el teléfono aun no responde.

—Hannah, ¿dónde está? ¿Qué pasó?- se abre la puerta y allí está todo lleno de preocupación, pasando sus manos por su pelo cobrizo. Oh, haciendo eso hace que quiera hacérselo y escucharlo gemir en mi oído, ALTO Ana mi subconsciente grita.

Empiezo a respirar relajada, él está aquí, mi caballero de brillante armadura.

—Te estaba llamando.- le informo.

Él se arrodilla al lado de mí tocando mi vientre, acariciando mi cara y comprueba mirándome de arriba hacia abajo asegurándose de que estoy bien.

—Christian, sólo tuvo una leve caída, Estoy bien.-no tenía nada de calma, estaba enfadado me odiaba incluso cuando le digo que estoy bien, él sabe que no es así, me conoce demasiado bien. Le toqué la cara y el dolor me atravesó, traté de contenerlo sin éxito, sin decir nada me sacó de mi oficina hasta la entrada donde el auto nos espera, me coloco cuidadosamente en el asiento tirando de mi cinturón para fijarme bien en mi sitio.

Saltó para el otro lado y antes de darme cuenta, ya estaba sentada en una cama de hospital en espera de la Dra. Green. Me tomo de la mano y el temor fluye a lo largo de su cara, por mí, por el bebé, por nuestra familia.

NellyHR