La historia es mía pero los personajes pertenecen a ouat.

Hace mucho tiempo que no hago un fic mucho, creo que ya hará un años o dos, había perdido la inspiración espero poder recuperarla, espero os guste.

El Destino de lo innombrable

Capítulo 1

Después de casi diez años me encuentro con la persona menos esperada.

-Emma Swan- dije sorprendida

Ella volteo y me miro de arriba abajo y sonrió.

-vaya vaya ¿Qué ven mis ojos? Es Regina Mills-

En ese momento un niño fue corriendo hacia Emma.

-¡Mama! Puedo coger las galletas ¡por favor!- dijo el niño suplicando

-De acuerdo pero solo un paquete ni uno más, sabes bien que luego te pones hiperactivo luego se viro hacia Regina Regina este es mi hijo Herry, Henrry esta es Regina Mills fue mi mejor amiga hace mucho muchos años-

-Encantado de conocerla, mi madre me ha hablado de usted, ¿es cierto que mandaron a dos chicos al hospital?-

-Lo es, fueron buenos tiempos, aunque lo hicimos para defender nuestro honor- respondió finalmente Regina sonriendo por la idea de que Emma no la hubiese olvidado.

-ya ves tu madre nunca te miente al menos no en peleas- rio Emma

Hacia tanto tiempo que no escuchaba esa risa que casi sintió deseos de salir corriendo. Emma había sido la persona en la que más había confiado de pronto un flash back del pasado vino a su memoria.

-Regina ¿por qué lloras?- pregunto Daniel

-disculpa Daniel es solo que… Emma esta… esta…- no podía decirlo si quiera.

-Embarazada- termino rápidamente.

-de un palurdo que no la merece y que le hará daño y yo no sé qué pinto en esta historia-

-Regina eres mi novia, pero algo no va a bien, ¿que sientes por Emma?-

-Emma es como una hermana- afirmo Regina atónita ante la pregunta

-ya tienes una hermana y nunca te he visto llorar porque salga con hombres que no le convienen, respóndeme a esta pregunta ¿si Emma hubiese sido un hombre que sentirías?-

-Daniel me ofendes somos novios desde hace tres años, es que te he parecido alguna vez les…bi… lo que sea maldita sea…-

-no, no me has parecido pero cuando hablas de Emma hay amor en tus ojos, yo sé que no puedo ocupar su lugar, y sé que lo sientes por ella va más allá de que sea una mujer, no te reprocho en absoluto nuestra intimidad-

-pero ¡Daniel! Es una mujer que encima está embarazada y enamorada de otro, quien en su sano juicio se enamoraría… con tal situación…-

-Tu, eres Regina Mills hace cuatro años me dijiste que conseguirías ganarte mi amor y tenias ¿que? Catorce años y lo lograste… pero se que algo falla Regina lo se, mira puedo afrontar que sientas algo por Emma, vámonos, ven conmigo ya vamos a terminar el bachillerato, ven conmigo a la universidad que habíamos planeado y deja a Emma atrás, olvídala, y yo te prometo que intentare esta vez ganarme yo tu amor-

-¿Por qué puedes aceptarlo tan fácilmente? y yo ni si quiera… puedo ni.. decir si siento o no algo más allá que una amistad…-

-soy tu amigo además de tu novio he aprendido a leerte como un libro y se perfectamente que estas sufriendo he visto tu cara cuando emma besaba a Neal hace seis meses y en ese instante supe que tu habías sentido celos-

-Daniel no sigas yo…. No se lo que siento… no puedo admitir tal cosa… una Mills…sigue la lógica-

Daniel comenzó a reír, y su sonrisa parecía encantadora y triste a la vez.

-Pero que dices de lógica soy un pobre diablo que consiguió que lo voltearas a ver a pesar de que tu madre me odia de una forma sobrehumana- dijo Daniel finalmente.

Cuando termino el flash back Regina volvió su vista a esos ojos azules que la habían enamorado, ahora después de diez años Regina sabía que el tiempo había sacado a Emma de su corazón o al menos eso pensaba, para ella solo quedaba un recuerdo de haber sentido algo insólito en ella, pues ni por Daniel cuando se había enamorado de él, que lo llego a amar eso si de una manera más controlada, nunca llego a sentir por él el descontrol que sintio por Emma Swan .

Henrry desapareció de pronto y fue corriendo a por su botín de cara de cordero, y Emma aprovecho para seguir hablando con Regina.

-Mills ¿Por qué desapareciste así? Entiendo que Neal no te gustara pero ni adiós dijiste y te fuiste con Daniel sin contarle a tus padres algo muy raro en ti.-

Regina no podía creer que esta pregunta saliera así sin anestesia de Emma, lo que le pareció algo propio de ella, parece que la edad no la volvió más sutil, como siempre swan con sutileza cero.

-Swan simplemente quería correr aventuras supongo…quizás huir de mi vida-

-¿Aventuras? ¿Huir? dime la verdad ya han pasado diez años quiero saber la razón al menos, quizás este no es el mejor lugar pero que te parece si quedamos mañana a comer, por la cafetería de siempre Granny´s-

-bueno no sé si sea el mejor sitio, llevo mucho sin estar en Maine y solo estoy de manera provisional- se excusos pensando precisamente en la razón por la que ponía tantas escusas para estar con Emma.

-Vaya parece que no quieres hablar conmigo- dijo Emma muy irritada, como si de pronto le hubieran golpeado en el pecho.

Emma volvió a tomar la palabra poco después y la convenció de quedar en el lugar que las había visto crecer, se despidieron cordialmente con un gesto aunque Regina y Emma hubieran deseado abrazarse, pero decidieron que era muy incómodo.

-mama, mama, mira ya traje lo que quiero- dijo henrry sonriendo y volviendo a poner ojitos a su madre.

-oh dios pero si te has traído una cesta llena, pero que ¡carajos! Henrry por el amor de dios deja la mitad de todo eso-

Henrry se puso muy feliz al ver que había logrado mínimo la mitad de su tesoro, después de dejarlo volvió a dirigirse a Emma.

-mama, era cierto que Regina era muy guapa-

-no era, lo es y creo que más que antes- dijo Emma tocándose los risos rubios, y haciendo una mueca que dejo a henrry desconcertado.

-¿estas preocupada? Se que ella fue tu mejor amiga, y que la querías mucho, abuela me dijo que no os separabais y que de niñas decíais que viviríais al lado de la otra-

-por desgracia no fue asi Henrry, parece que ella no se ha acordado de mí en todos estos años- respondió Emma muy decaída y con la mirada perdida para luego mirar a su hijo.

-¡Mama! Tu eres inolvidable ¿lo sabes?-

Emma comenzó a reír, y respondió una vez más a su pequeño.

-Deja de mirar el refresco porque no tendrás esa suerte, y si admito que soy inolvidable sobre todo para ti-

Continuara…