Disfraz
Disclamer: Saint Seiya pertenece a Kurumada. Los dioses griegos tampoco son míos.
Disfraz
En algún lugar de Atenas
-¡Precios bajos, bajos, bajos!
Los gritos llamaron la atención de Camus, Hyoga e Isaak, que recorrían el pueblo haciendo las compras para el cumpleaños del Mago de los Hielos.
Iban acompañados de Zeus, que había aparecido en el Santuario e insistido en acompañar a su hermoso Ganimedes (aunque todos le repitieron hasta el cansancio que Camus no era Ganimedes sin importar que su armadura lo representara) en su búsqueda de objetos y decoración para celebrar su nacimiento.
Los 3 guerreros, más el Rey del Olimpo, se acercaron al lugar y se cruzaron con una imagen que no habrían imaginado ni en sus más locas fantasías.
Zeus fue el único en soltar la carcajada, los demás no lo hacían por respeto (aunque ganas no les faltaban).
Parado frente a una pescadería estaba Julián Solo, vestido de sardina y entregando folletos.
-¿Qué haces?- preguntó Zeus entre risas.
Isaak se golpeó la frente con la mano. Su jefe no podía caer más bajo. Y él había dejado la cámara de fotos en su pilar.
-Ayudo a estos hombres a vender su mercadería- contestó el peli azul con toda la dignidad que era posible dentro de un traje de pez. Del dios solo se veían los ojos por la boca del disfraz y algunos mechones de cabello. La única razón por la que lo reconocieron fue el cosmos.
Zeus se revolcaba en el piso. Hyoga e Isaak ocultaban la risa tras sus manos. Camus, se limitó a levantar una ceja.
Cuando Zeus logró controlar su risa, pasó su brazo por los hombros de su hermano y llamó a Hades vía cosmos. Esto era algo que su hermano mayor no se podía perder.
-¡Pero si hace poco estabas salvando ballenas en el ártico!
-¿Y?
Camus masculló algo en francés y empezó a caminar.
-Maestro, espere- los menores lo siguieron cual patitos a mamá pata.
-¿A dónde vas, Ganimedes?
-A seguir con las compras- Todos se habían dado por vencidos en corregir al Dios y le seguían la corriente. -Usted no se preocupe y siga con su hermano. Lo vemos en el Santuario.
-Está bien. Yo acá me quedo haciéndole compañía a Pose.
Los tres guerreros se retiraron dejando solas a las divinidades.
Zeus miró a su hermano con una sonrisa que pasó desapercibida para el otro porque la máscara del disfraz le tapaba los ojos.
Hades apareció en ese momento y no pudo contener la carcajada.
-¡¿Pero, qué llevas puesto?!
-Ja. Ja.- Poseidón intentó cruzarse de aletas, digo brazos, pero no pudo por culpa del disfraz. –Son muy graciosos. Para que sepan estoy haciendo una buena obra.
La pose digna y altanera del peli azul sirvió, únicamente, para que los otros se rieran hasta que les dolieran los estómagos y los músculos de la cara.
-¡Eres una sardina!- gritó Hades.
-¡Sardina!- se sumó Zeus.
-¡Sardina! ¡Sardina! ¡Sardina!- corearon los dos.
-¡Son unos niños! ¡¿Y Se supone que tú eres el mayor, Hades?!
-Pero es que… ¡eres una sardina!
Cuestiones de importancia
1. Camus logró festejar su cumpleaños sin contratiempos. Milo y Aioria emborracharon a Shaka que acabó invitando a salir a una muy sonrojada… pared.
2. Camus declinó por millonésima vez la oferta de Zeus para ir al Olimpo.
3. Zeus sigue sin entender que el Santo de Acuario no es Ganimedes.
4. Athena no puede creer que su padre sea tan tonto.
5. La noticia de Pose-sardina se dispersó por todos los reinos gracias a Hermes, que se enteró "accidentalmente" por su padre.
6. El tema de la siguiente fiesta de cumpleaños de Julian Solo serán las sardinas.
7. Poseidón sería conocido como Sardina de ahí en adelante.
8. Cada vez que visita el Olimpo se escuchan gritos de ¡Sardina! ¡Sardina! ¡Sardina!
9. Isaak nunca volverá a salir sin su cámara.
Lo de las ballenas en el ártico se verá en el próximo capítulo. Hasta entonces!