¡Hola a todos! Este es mi primer fic largo de Inuyasha (Puesto que ya había publicado un par de one-shots antes) y espero logre a ser del agrado de quien lo lea.

Primero que nada, quiero aclarar que se trata de una historia alterna en la trama, es decir, un What if del momento en el cual Kagome estaba atrapada en la perla, y por supuesto, una que otra sorpresita no incluida en el manga/anime.

Me gustaría hacerles varias aclaratorias pero sería equivalente a un Spoiler y prefiero que todo se vaya descubriendo a su debido tiempo, sin embargo, si tienen alguna duda pueden preguntarme sin problema.

Sin mas que decir, los dejo disfrutar de la lectura y de corazón, espero les guste.

Disclaimer: Inuyasha es propiedad de Rumiko Takahashi.


1. Prologo.

Japón feudal, 500 años en el pasado.

Oscuridad. Kagome abrió los ojos, estaba muy asustada y no parecía haber otra señal de vida cerca de ella.

-¿Inuyasha? ¿Muchachos? ¡Ayúdenme! –Gritó en medio del llanto, pero no hubo respuesta.

De pronto, un potente rayo de luz comenzó a resplandecer en la lejanía. Ella lo reconoció de inmediato, era la Perla de Shikon, en su totalidad, llamándola. El arco que llevaba en la mano palpitaba con fuerza, como si estuviera pidiéndole que disparara la ultima flecha que le quedaba.

-Destrúyela –Resonó sombría aquella voz –Destruye la perla y acaba con esto.

-Des… destruir a la perla –Balbuceó con debilidad, mientras observaba el arco.

-¿No es eso lo que quieres? –La voz continuaba asustándola –Dispárale y toda esta pesadilla se terminará.

El resplandor de Shikon brillaba frente ella, solo le bastaba con extender el brazo y realizar el tiro, se destruiría en menos de un segundo. ¿Pero dónde estaban sus amigos? Necesitaba saber que ellos estaban bien, ¿Se enojaría Inuyasha si lo hacía? ¿Y Naraku? Bueno, se suponía que él ya estaba muerto… ¿Qué haría entonces?

-¡Destruye la perla! –Incitó nuevamente la voz.

En un movimiento robótico, Kagome colocó el arco en posición. Sabía que intentar destruir la perla se convertiría en otro intento fallido, como el de Kikyo, pero una fuerza superior a ella la controlaba.

-No… no puedo destruir la perla –Pensaba desesperada, pero su brazo se movía por sí solo.

-¡Dispara! –La voz era cada vez más sombría.

-Inuyasha, necesito verte… ¡Inuyasha! –Gritó antes de disparar el arco.

La flecha llegó veloz hasta su objetivo, atravesándolo justo a la mitad. Shikon comenzó a resplandecer con mayor claridad, iluminando todo a su alrededor.

La miko tragó en secó al observar la escena que la rodeaba –I… Inuyasha.

La imagen del Hanyou apareció en el lugar de la perla, sellado en el Goshinboku como la primera vez que lo conoció. A los pies del árbol, sus amigos yacían inconscientes, y por lo que su sentido espiritual le indicaba, el resto los aldeanos también lo estaban.

-¡No! –Gruesas lágrimas rodaron por sus mejillas.

-Tu deseo fue cumplido, Kagome –Se burló la voz, mientras el brillo de la perla se incrustaba en el cuerpo de la Miko.

-No, esto no puede estar pasando –Lamentó mientras se tocaba el pecho con una mano y con la otra, su vientre –¡Esto no terminará aquí!

El cuerpo de la estudiante se vio envuelto por la luz de color rosa, tenía un objetivo: Enviarla de nuevo al Pozo. Mientras la perla la arrastraba de regreso, apretó con cuidado el arco contra su vientre, necesitaba que su poder de purificación protegiera a la inocente vida que allí crecía.

Lo siguiente que vio fue la oscuridad del pozo, y luego de unos segundos, estaba en casa.


Japón actual, 580 años en el futuro.

-¡Yumiko! ¿Vas a salir?

-¡Sí!

La joven de dieciséis años puso ambos pies fuera de su hogar. La luz del sol iluminó su piel blanca y su cabello oscuro; también cegó un poco sus hermosos ojos dorados, rasgo particular de la familia Higurashi desde hace varias generaciones, causando que se cubriera la frente con el dorso de su mano.

-Yumiko, no vayas a quedarte mucho tiempo fuera. Recuerda que es peligroso –Pidió la mujer adulta de vestimenta tradicional.

La joven le sonrió –No te preocupes, tía.

-Procura estar aquí para cuando tu tío llegue y cenemos en familia –Dijo mientras su sobrina se alejaba.

-¡Seguro! –Respondió, siguiendo su camino.

Ese día había quedado en reunirse con su grupo de amigos para ver una película en el centro comercial, estaban de vacaciones y por lo tanto les gustaba divertirse. Una energía desconocida la atrajo al pasar frente al Goshinboku, no era la primera vez que sucedía, ese árbol era sumamente extraño.

Lo observó detenidamente mientras trataba de recordar las anécdotas que su abuelo y su padre le contaban acerca de aquel árbol, nunca les había prestado atención, lo único que tenía entendido era que su bisabuela y su bisabuelo se conocieron en ese mismo lugar.

Suspiro, deseaba más que nunca haberles prestado atención. Su padre, su madre y su abuelo murieron un año atrás por un accidente automovilístico, desde entonces, vivía con sus tíos y sus dos primos en el templo de la familia.

Unos gritos provenientes del pozo de huesos llamaron su atención. Corrió rápidamente hasta allí, sospechando a que se debía el escándalo.

-¿Qué están haciendo aquí? –Regañó, bajando las escaleras.

Los dos niños su asustaron al ver a su prima, tenían prohibido jugar cerca del pozo.

-¡Yumiko! –Se abrazaron mutuamente.

La chica irguió una ceja –¡Mei! ¡Kai! Ustedes saben que no pueden estar aquí, ¿Quieren tener problemas?

Los gemelos hicieron un puchero, y con sus ojos dorados brillando, intentaron excusarse.

-Estábamos buscando nuestra pelota –Dijo Mei –Se cayó.

-Solo queríamos tomarla de regreso, pero la tonta de Mei se tropezó y comenzó a gritar –Kai se cruzó de brazos.

-¿A quién le dices tonta? –La niña se molestó por el comentario de su hermano.

-¡Basta! ¡Basta! –La adolescente se agachó a la altura de ambos –Yo buscaré la pelota para que salgan. Si los descubren aquí, los van a castigar.

Los pequeños tragaron en seco y aceptaron.

Yumiko inspeccionó los alrededores del pozo pero no parecía haber señal del juguete –¿Están seguros de que cayó aquí?

Los dos asintieron –¡Sí!

Buscó por segunda vez, y de nuevo, no la encontró –Lo siento, pero no está aquí –Informó, recostándose en el borde del pozo.

-¡No puede ser! –El niño apretó los puños.

-¡Es tu culpa por tirarla tan lejos, Kai! –Culpó la chiquilla.

Yumiko rió ante la pelea de sus primos, era algo típico en ellos a pesar de su corta edad. El apellido Higurashi era conocido no solo por la fama de su templo, sino también por sus peculiares características (como el color de ojos, el carácter y la fuerza) que no desaparecían en el tiempo.

Un escalofrío recorrió su espina dorsal. Una misteriosa fuerza estaba despertando en el pozo y ella podía sentirla. Los dos niños se espantaron al observar un potente resplandor surgir del mismo y arropar a su prima.

La pelinegra no podía moverse, sentía como aquella energía se mezclaba con su cuerpo y la jalaba hasta el interior del pozo de huesos.

-¡Yumiko! –Gritaron Mei y Kai con lagrimas en los ojos –¡Mamá, ayuda!

Mientras ella caía, una visión familiar invadió su cabeza: En ese mismo lugar, una joven bastante parecida a ella era arrastrada por una mujer ciempiés al fondo del pozo. Luego de eso, pudo estar consciente de lo que parecía ser una luz transportándola.

Continuara…


Para aquellos que tienen buen ojo, y además de eso son tan fanáticos de Ranma ½ como yo, habrán notado que la chica de la foto es nada más y nada menos que Akari Unryū, el interés romántico de Ryoga. Akari y Kagome comparten una similitud física impresionante (Bueno, ni tanto considerando que son de la misma mangaka xD) y fue por ello que la escogí para representar el aspecto de Yumiko Higurashi. Basta imaginársela con el cabello negro de Kagome y los ojos dorados de… Bueno, ya saben.

El nombre Yumiko se interpreta como "Niña arquera" y creo que el motivo de este nombre es bastante obvio… ¿verdad? xD

Estaré esperando sus Reviews y si ustedes lo deciden, nos leeremos nuevamente en el segundo capítulo.

¡Besos a todos y Feliz Navidad!

Peace out! #PrayForVenezuela.