Disclaimer: The Legend of Korra es propiedad de Michael Dante DiMartino y Bryan Konietzko.

Alerta: Contiene Spoilers del final de LOK.


Lo había mandado a hacer algunos meses atrás. Demasiados meses atrás.

Quería algo que brillara, que se viera lindo en el dedo de su amada. Algo único, hermoso, irrepetible, justo como ella.

Era un anillo. No un collar de matrimonio. Era un perfecto anillo hecho a la medida, que simbolizaba todo su amor.

Todo este tiempo había estado guardándolo con recelo, cuidando de que nadie supiera de su existencia.

Sin embargo, lo llevaba a cualquier lugar que fuera, siempre descansando en la elegante cajita.

Fueron cientos las noches en las que se la pasó imaginando propuestas: En una puesta de sol, en el campo. Quizá en prisión. ¿Qué tal en su cumpleaños? ¿Invitarla a cenar y esconderle el anillo en un pedazo de pan?

Había imaginado mil y una formas de pedirle matrimonio, pero jamás en medio de una batalla.

Pero... ¿Por qué no lo hizo antes? Temor. Estaba aterrado. No por el compromiso, sino a ser rechazado. Una mujer, tan valiente, guapa y dulce como ella, ¿aceptándolo a él?

Claro que después se dio cuenta de lo ciego que estaba, pues ella siempre lo había amado. No sólo apreciado como a su jefe o querido como a un amigo. Zhu Li lo amaba como Oma había amado a Shu.

Así que se ponía nervioso. Arruinaba todos los momentos con ella y después se lamentaba horas en silencio.

¡Diablos! Ojalá pedir matrimonio fuera tan fácil como hacerse millonario...

Pero finalmente ocurrió. La adrenalina del momento, y ese miedo instalado en su pecho, que le gritaba que olía a muerte, y que si alguno de los dos moría, jamás se perdonaría a sí mismo el ser tan estúpido como para no haberse atrevido a hacer la cosa. Ese miedo le dio el empujón que necesitaba.

No encontró el momento perfecto. El momento perfecto lo encontró a él.

"Zhu Li, quiero que sepas que te amo, y que no existe persona en este mundo, con la que quisiera compartir mi vida, más que contigo. Porque me haces feliz, me siento vivo a tu lado y sólo puedo pensar en lo maravillosos que serán nuestros hijos, con tan maravillosos padres"

Y ella aceptó "hacer la cosa con él" por el resto de sus vidas, besándolo con emoción, llenándolo de calor y dicha en un momento como aquel.

Un pedazo de paz en medio de la guerra. Así se sentía con ella. No sólo porque realmente lo fuera: ella le traía emociones imposibles de definir, y cuando veía su sonrisa. Oh, cuando la veía sonreír, nada más importaba. El Universo podría derrumbarse en ese mismo instante y él estaría bien, si Zhu Li le sonreía.

Se tomaron de las manos y se dirigieron una mirada fugaz. Varrick la miró directo a los ojos susurrando un "te amo" en el lenguaje secreto de los amantes. Zhu Li le dedicó un "todo saldrá bien". Varrick lamentó no llevar una cámara consigo, para grabar lo perfecto que era todo esto. Una perfección, de la que sólo ellos fueron testigos y que atesorarían por toda la eternidad en sus memorias.

Y salieron a la batalla, dando lo mejor de sí, protegiéndose con sus vidas. Ayudaron en la Guerra, juntos.

Una anécdota que le contarían a sus nietos. O que tal vez sus nietos verían en el cine...

"Zhurrick: La historia de un amor trágico, loco y divertido. Próximamente"

Los finales felices no eran cosa sólo de las novelas. Ambos eran una prueba de ello. Porque quizá no existe el príncipe enamorado de la plebeya. Pero sí el jefe infinitamente enamorado de su asistente.


Gracias por leer.

La frase final no me convenció mucho xD. Pero bueno, de igual manera, no puedo estar más feliz con tremendo capítulo de LOK. Quería escribir algo, y me alegra haberlo terminado hoy, aunque sea corto :P.

Saludos n.n.