Hola, soy Goku… Ya quisiera. En fin, lamento un poco mi inactividad pero me han pasado cosas que creí que sólo sucedían en películas y series, no les voy a contar porque sé que les importa un carajo mi vida, y lo más probable es que ni siquiera vayan a creer. Ahora, hay varias cosas que sí quiero decir. Para empezar, me enteré de que una persona sin escrúpulos (tal vez sí los tenga, no lo sé) ha publicado mi fanfic en wattpad, con todo y el mismo nombre, algunos de ustedes lo conocerán como Antoni0390, le di una mirada a sus capítulos y son prácticamente un "copia y pega" de Naruto, un ninja audaz, digo, incluso copió letra por letra mis mensajes de autor (existe la posibilidad de que los capítulos sean ligeramente diferentes ya que sólo leí algunas partes por flojo, pero lo que leí eran mis mismas palabras, mis mismos errores ortográficos, etc., hasta los capítulos tenían los mismos nombres). También, un usuario me avisó de alguien más que estaba haciendo lo mismo, pero ahí la cosa no es tan mala porque en su fanfic sí tiene diferencias notables. Antoni0390, no sé si estás leyendo esto ahora mismo pero te pediré amablemente que dejes de "robar" capítulos de mi fanfic, sé lo que se siente, yo he querido robarme capítulos también, y seamos sinceros, la mayoría aquí ha hecho plagio en sus tareas escolares, pero no es genial amigo, usa la misma trama si quieres pero escribe tu propio historia y crea tus propios Oc´s.
Bien, ahora que saqué eso de mi pecho, les quiero preguntar a cualquier fanático de Elsword entre los usuarios; ¿Conocen fanfic´s donde emparejen a Elsword con Ara o Rena, o Elsword x harem?, todo lo que puedo encontrar es Elsword x Aisha y Elsword x Eve, no tengo nada en contra de esas parejas pero… Heroínas que golpean al protagonista sólo porque no pueden ser honestas con sus sentimientos no son muy agradables. ¡Oh! Y tal vez comience a responder preguntas de los reviews al igual que Seky (sus fanfic´s están a otro nivel, denle un vistazo a su perfil si son fanáticos de Elsword, Pokemon y High School DxD)
Por último, este capítulo no es lo que esperaba, ya que lo usé de trampolín para retomar el fanfic lo antes posible, claro, la trama en sí la tengo definida desde el capítulo 1, y es por eso que me siento un poco vacío al tener que desechar "escenas" que me hubiese gustado escribir, como cuando adaptan un manga o novela ligera a anime. En fin, sin más preámbulos, disfruten de la historia.
Capítulo 26.-Bruja egoísta.
(Escape mental, Naruto)
Kyuubi miraba el interior de la gran caverna que conectaba los escapes mentales de Menma y Naruto, podía sentir que algo le estaba pasando a su jinchuriki, algo malo. Pero aun así, el sello de cinco puntos le impedía hacer cualquier cosa, por lo que decidió ignorar esa sensación y seguir practicando su caligrafía en la arena.
Todo iba bien hasta que una sombra cubrió sus trazos, la kitsune levantó su mirada, encontrándose con el Naruto de ojos rojos quien la veía con curiosidad.
— ¿Qué?—preguntó el Kyuubi, extrañada por el repentino interés en ella.
—Tú... Tienes cuatro orejas—dijo Naruto, señalando a la bijuu.
En efecto, la hermosa kitsune tenía un par de oídos humanos además de sus orejas de zorro.
—Y tú tienes ojos extraños.
— ¿En serió? Has visto el sharingan, el byakugan ¿y dices que mis ojos son extraños?
—Se nota que no eres una entidad sellada como yo, pero tampoco parece que seas el hermano de mi carcelero, ¿Qué eres?—preguntó la pelirroja. El Naruto que se encontraba frente a ella era humano, no era un espíritu ni nada parecido, no obstante, estaba segura de que tampoco era el hermano de su jinchuriki.
—Soy un bijuu—respondió el rubio.
—No, no lo eres.
—La paliza que te di en los exámenes chunnin dice todo lo contrario—la kitsune frunció el ceño al escuchar esas palabras. Claramente, el Naruto de ojos rojos la había dominado en aquella ocasión.
—No seas arrogante, mocoso. Recuerda que sólo peleaste con una parte de mi ser, de haber estado completa te habría derrotado.
—Jajaja. Tal vez tengas razón. A diferencia de ti mi cuerpo tiene límites, debo resolver ese problema.
Naruto regresó a la hamaca, Kyuubi siguió con su caligrafía mientras pensaba en su situación actual. Recordando el pasado, todos sus carceleros siempre parecen tener almas complejas, el vacío de Mito, el bosque de Madara, el jardín de Kushina y la cloaca de Menma. Ninguno de esos escapes mentales era un paraíso para la kitsune, luego estaba el de Naruto, que un día podía ser una playa y al otro podía ser la superficie lunar, estaba feliz de poder visitarlo siempre que quisiera. La pelirroja cerró sus ojos para disfrutar el sonido del océano, su cuerpo desnudo era acariciado por el aire del mar, las gotas de lluvia caían suavemente sobre su cabeza... ¿Lluvia?
— ¡¿Pero qué...?!—el Naruto de ojos rojos se quejó por el fuerte aguacero que azotó su playa.
— ¿Tú no estás haciendo esto?—preguntó la kitsune, sorprendida por el cambio tan repentino del ambiente.
— ¡Por supuesto que no!
La oscuridad no tardó en apoderarse de la zona, el sol desapareció, el mar comenzó a agitarse con fuerza, poderosos relámpagos eran visibles cayendo más allá del horizonte. Los truenos eran molestos, tanto que el Kyuubi se vio obligada a tapar sus oídos, era extraño, a ella jamás le habían molestado las tormentas.
—Un majestuoso rugido, ¿No lo crees?—dijo Naruto, acercándose casualmente a la kitsune.
— ¿Rugido?—la pelirroja se mostró confundida.
—Bueno, si no estuviéramos en mi mente tampoco lo habría notado.
— ¿A qué te refieres?
—Poniéndolo simple, alguien o algo ha invadido mi escape mental. Podría ser un espíritu o podría ser otra cosa, ¿Tú qué piensas?
El Kyuubi se puso de pie, concentró su mirada en los relámpagos lejanos, varios de ellos comenzaban a cambiar su color de azul a verde. Fue entonces cuando ella pudo sentir una presencia similar a la suya, pero no era un bijuu, tampoco un espíritu.
—"Así que es por eso, los truenos me molestaron no por ser ruidosos sino por el rugido que encubren"—pensó la kitsune.
—Pues nada, será mejor que te vayas—dijo el rubio, acercándose a la costa.
— ¿Le harás frente tú solo?
—Lo dices como si pensaras ayudarme, ¿sientes el instinto de proteger a tu futuro rey?
—No seas tonto, sólo me interesa saber qué es esa cosa.
Ciertamente, el Kyuubi tenía sus razones para actuar, ella no odiaba a Naruto, pero tampoco guardaba ningún tipo de afecto hacia él. Si tuviera que describir sus sentimientos respecto al rubio entonces diría que sólo lo ve como una existencia con la que puede distraerse mientras espera la muerte de su jinchuriki. Tan simple como eso.
—Créeme, estaría dispuesto a unir fuerzas contigo para pelear contra este invasor, pero parece que sólo viene a hablar—dijo Naruto, sin quitar su mirada del horizonte.
— ¿Qué te hace pensar eso?
—Es difícil decirlo por la marea, pero... Parece que nos está saludando.
(Algún lugar del país del fuego)
Naruto despertó abruptamente de su siesta, lo primero que vio fue el techo del establecimiento de baños termales, se supone que había ido a ahí con la intención de relajarse un rato, pero al parecer, las cosas no funcionaron como él esperaba.
—"¿Qué demonios...?"—pensó el rubio con una gran confusión en su mente—. "Siento que estuve en una tormenta".
Naruto volvió a intentar relajarse, miró con atención el resto del lugar notando que mientras dormía alguien más había entrado a los baños. A unos cuantos metros de distancia, recargando su espalda contra una gran roca, se encontraba un chico que aparentaba tener la misma edad que el rubio. Aquel muchacho tenía el cabello negro azabache, parecía estar ligeramente chamuscado, su cuerpo estaba en muy buena forma y sus ojos verdes no reflejaban ningún brillo, haciendo que su mirada fuese igual a la de un pez muerto. En otras palabras, parecía un zombie.
—"Ese tipo me recuerda a alguien... ¿Pero a quién?"—pensó Naruto con intriga.
El rubio volvió a cerrar los ojos al mismo tiempo que escuchaba la puerta de los baños abrirse, segundos después pudo escuchar a alguien sumergiéndose a unos cuantos metros de distancia en el estanque. El silencio volvió a reinar trayendo paz y tranquilidad a los baños.
—Disculpa—habló el chico zombie, Naruto abrió los ojos para verificar si le estaba hablando a él—. Este es el baño de hombres.
Aquella afirmación confundió un poco al rubio, pero de inmediato se dio cuenta del porqué de esas palabras.
—Lo sé, ¿Y?—dijo una voz femenina.
Naruto volteó hacia su derecha encontrándose con una mujer, pero eso no era todo.
— ¿Akari?—murmuró Naruto, mirándola con sorpresa.
— ¿Perdón?—dijo ella, volteando a ver al rubio—. ¿Cómo me llamaste?
—Ah...—no pasaron más de dos segundos para que Naruto se diera cuenta de que se había equivocado, aquella chica sin duda tenía un rostro idéntico al de su amiga, pero su cabello largo y negro junto con esos ojos azules hacían notar que era alguien diferente—. Perdón, te confundí con alguien más... ¡Espera un segundo! ¡¿Qué demonios haces aquí?!
—Tomando un baño.
— ¡Pero esta es el área de hombres!
— ¿Cuál es tu punto?
—El punto es que debes respetar las reglas de este establecimiento—dijo el chico zombie, recuperando la atención de todos—. Por favor, retírate.
—Oblígame—respondió la chica, el tono de su voz era desafiante, aunque parecía estarse divirtiendo también.
—"Mejor me voy de aquí"—pensó Naruto mientras se levantaba, pero antes de salir del estanque se dio cuenta de que la chica no dejaba de mirarlo—. ¿Podrías voltear hacia otra parte?—preguntó el rubio, con algo de incomodidad.
—No—respondió la pelinegra, de forma divertida—. Jamás había visto a alguien con tantos trofeos de guerra en su cuerpo.
— ¿Trofeos de guerra?—dijo el chico zombie, mostrándose confundido.
—Me refiero a sus cicatrices, y por lo forma en que suprimes tu chakra ¿he de suponer que te las hiciste en combate?
— ¿Cómo supiste que estoy suprimiendo mi chakra?—preguntó el rubio.
—Me lo acabas de decir—respondió la chica, haciendo sentir tonto a Naruto—. Cicatrices como las tuyas suelen tener tres explicaciones; fuiste torturado, tuviste un horrible accidente o tuviste combates que marcaron tu cuerpo.
—Hablas como una veterana experta, ¿No vas a presentarte?
—Mi nombre es... Se-cre-to~—respondió la chica, poniendo un dedo frente a sus labios y cerrando un ojo—. Si lo deseas puedes referirte a mí con el nombre de esa amiga tuya, Akari-chan. Debe ser muy linda para que la confundas conmigo.
Mientras Naruto pasaba por aquella extraña situación en los baños termales, Jiraiya se encontraba en un bar tratando de reunir información sobre el paradero de su compañera sannin. Si bien, Tsunade no era particularmente difícil de rastrear gracias a su vicio por las apuestas (y su muy mala suerte en ellas), el problema sería qué hacer una vez que la encontraran. Jiraiya sabía que podía contar con ella siempre que la situación fuera lo suficientemente importante, pero ese es el punto.
Tsunade curaría a su ahijado, él no lo dudaba, pero llevarla de regreso a Konoha sería difícil, la sannin tenía sus razones para no volver a su pueblo natal y Jiraiya siempre ha preferido no molestarla demasiado con ese asunto o terminaba horriblemente golpeado... Pero tampoco podía fallarle al Hokage.
—"Ahora que lo pienso, debí traer a Kushina, con su carácter hubiese podido ayudar"—pensó Jiraiya, imaginando a las dos mujeres discutir—. "Mejor no".
El sannin acabó rápidamente con su bebida, tenía que buscar a Naruto e irse del pueblo en cuanto antes, con el tiempo en contra ni siquiera podía darse el lujo de hacer un poco de "investigación" para sus novelas. Sin embargo, antes de que pudiera irse del bar, escuchó un par de voces, una de ellas conocida.
— ¡¿Lo perdiste?!—gritó un hombre de piel oscura y cabello blanco mientras golpeaba una mesa, su cuerpo era musculoso, la banda en su frente daba a entender que era un ninja de Kumo, parecía estar enojado.
—No lo perdí, sé exactamente en dónde está—dijo un joven con las mismas características que el hombre anterior, aunque su cuerpo tenía menos de volumen y su cabello cubría uno de sus ojos.
—Vayamos por él entonces—dijo el hombre, levantándose de la mesa.
—Te recuerdo que no es nuestro prisionero, sólo fue a dar una vuelta por la zona.
—Tal vez tenga que recordarte lo que pasó en el pueblo anterior.
—Está bien, el Raikage le ordenó obedecernos y yo le dije que nos buscara al primer indicio de problemas. Fui muy específico.
— (Suspiro) De acuerdo, pero serás responsable si algo sucede.
—Como digas.
—Y... ¿Vas a irte de una vez o continuaras escuchando nuestra conversación, Jiraiya?—dijo el hombre musculoso, volteando a ver al sannin.
—A—dijo Jiraiya acercándose, una burlona sonrisa se formó en su rostro—. ¿Puedo preguntar qué haces tan lejos de tu aldea?
—Eso no te incumbe—respondió el ahora conocido como A, mirando con rudeza al sabio. Su acompañante parecía no querer entrar en la conversación y se mantenía al margen mientras disfrutaba de su bebida.
—De acuerdo, no preguntaré más... Pero escúchame bien—la expresión de Jiraiya se endureció tanto como la de A. La gente del bar comenzaba a ponerles más atención, incluso algunos decidieron hacer apuestas en caso de que se pelearan—. Me enteré de lo que pasó hace 9 años, tal vez tú no lo sepas o no te importe pero si viniste aquí con la intención de hacer algo parecido te arrojaré al estómago del sapo de la montaña, ¿Entendiste?
—Me gustaría verte intentarlo—dijo A, sonriendo con arrogancia. Poco después comenzó a alejarse del sannin—. Nos vamos, Darui.
El joven, ahora conocido como Darui, terminó su bebida, dejó algo de dinero sobre la mesa y siguió a su compañero hacia la salida del bar.
—"Será mejor que encuentre rápido a Naruto, no hay razón para que conozca a ese bastardo"—pensó Jiraiya, dirigiéndose a la posada en la que tenían pensando pasar la noche pero que ya no utilizarían, que desperdicio de dinero.
Aunque el sannin tenía prisa por encontrarse con su ahijado, al destino le gusta joder a las personas con sus malditas casualidades. Un buen ejemplo de eso es el "efecto mariposa" y el hecho de que Naruto se encontraba en un restaurante literalmente a espaldas del bar que Jiraiya recién había abandonado. El rubio no tenía ni la más mínima idea de cómo fue que terminó ahí, y sospechaba que uno de sus acompañantes tampoco.
—En serio, mi padre es tan estricto, nunca me deja hacer nada. Mi vida consiste en entrenar, comer, dormir, incluso me ordenó conservarme pura hasta el matrimonio, ¿Pueden creerlo?—la falsa Akari no dejaba de hablarle sobre sus problemas al chico zombie y a Naruto, ella los había arrastrado al bar desde los baños termales. El rubio en verdad quería saber su verdadero nombre ya que eso haría más fácil la conversación, pero ella se negaba a decírselo.
— ¿A qué te refieres con "conservarte pura"?—preguntó el chico zombie. Naruto pensó que por lo menos él le diría cómo se llamaba, pero también se negó, afirmando que necesitaba permiso, era un tipo extraño.
—Me refiero a que no puedo dormir con ningún hombre que él no apruebe. Sólo piénsenlo, soy una guerrera, puedo morir en cualquier momento
—Wow, como shinobi siempre estoy listo para perder mi vida en una batalla, pero jamás lo había visto de la misma forma que tú—dijo el rubio, pensando en todas las oportunidades que ha tenido de subir las escaleras de la madurez.
—Sí, bueno. Aunque mi padre tampoco es tan malo, me permite hacerlo con mujeres hasta que me encuentre un marido—las palabras de la falsa Akari hicieron que Naruto se atragantara con su comida, ella le golpeó su espalda tratando de ayudarlo.
— ¿Las mujeres pueden procrear entre ellas?—preguntó el chico zombie.
—Por supuesto que no.
— ¿Entonces por qué lo haces?
—Es divertido. De hecho, me gustaría casarme con un polígamo para seguir disfrutando con otras chicas.
—Tú sí que tienes un espíritu libre—dijo Naruto.
— ¿Me puedes culpar? Dime que nunca has fantaseado con tener dos mujeres a la vez.
—Creo que sería difícil amar a más de una persona.
— ¡Oh! Eres de esos chicos a los que les importa más el interior que el exterior.
—Supongo que sí.
— ¿Por qué te interesarían más los órganos internos que la apariencia del cuerpo?—preguntó el chico zombie.
—Amigo, estás comenzando a asustarme—respondió Naruto, con una complicada expresión en su cara.
—Yo creo que es divertido que se lo tome tan literal—dijo la falsa Akari—. Ustedes son geniales, deberían ir a mi pueblo y conocer a mi familia. ¿Tienen estatus o algo así? Con suerte le darán mi mano en matrimonio a uno de los dos.
—No entiendo, ¿Por qué...?
—Ella habla de casarse, no de cortar su mano y dárnosla.
—Oh... Eso tiene más sentido.
— ¡Jajajajaja!
La conversación continuó. Naruto se sentía extraño, había conocido gente rara en su aldea pero el chico zombie y la falsa Akari le hicieron notar que el mundo es mucho más grande de lo que había imaginado. Hablaron de muchas cosas, sus comidas favoritas, sus ídolos, la inmortalidad del cangrejo, etc.
(Mientras tanto en Konoha)
— ¡KYAAAAAAAAAAAAAAA!
Un femenino grito pudo escucharse con claridad en la casa de los últimos Uchiha de la aldea, tanto Satsuki como Mikoto corrieron rápidamente hacia la puerta de la entrada.
— ¡¿Estás bien, Satsuki-chan/Okaa-san?!—se dijeron madre e hija al encontrarse, sujetando los hombros la una a la otra con fuerza y preocupación, aunque dicho sentimiento se esfumó de inmediato.
— ¿No gritaste tú, Satsuki-chan?—preguntó Mikoto confundida.
—Creí que habías sido tú—respondió Satsuki del mismo modo.
Las dos decidieron ir a ver el frente de la casa ya que de ahí parecía haber venido el grito. Al llegar, se encontraron con Sasuke quien tenía sus manos sobre su cabeza, al parecer tenía una especie de crisis.
— ¿Él gritó?—preguntó Satsuki, susurrándole a su madre en el oído.
—Mejor no lo mencionemos, no quiero lastimar su orgullo—respondió Mikoto, susurrándole a su hija también—. *¡cof!* ¿Sasuke?
El Uchiha se tensó al escuchar que lo llamaban, lentamente volteó mostrando que tenía el sharingan activado, eso sorprendió un poco a su familia.
— ¿Okaa-san? ¿Satsuki?, ¿Qué hacen aquí?—preguntó chico.
—Oímos un femenino grito-¡Ufff!—dijo Satsuki, recibiendo un codazo por parte de su madre.
Mikoto estaba por preguntar también hasta que se dio cuenta de algo, Sasuke sujetaba una correa, la misma con la que había llevado a pasear a Tēru, la perra de Naruto (no sean mal pensados). Lo curioso es que el animal no se veía por ninguna parte.
—Sasuke... ¿Dónde está Tēru-chan?—preguntó Mikoto sonriendo, aunque sus ojos no lo hacían.
—P-pues...—Sasuke se puso nervioso.
—Sí, Sasuke, ¿Dónde está Tēru-chan?—preguntó Satsuki, habiendo notado lo mismo que su madre.
—B-bueno, jajaja, la perra... La perra...—y en un parpadeo, Sasuke se postró de rodillas—. Por favor, no me maten.
(Tiempo después)
Jiraiya y Naruto habían llegado a un nuevo pueblo, se separaron para buscar Tsunade. Por supuesto, el rubio no tenía forma de saber que su padrino ya sabía con exactitud a donde ir.
—Mierda, volví a fallar—murmuró Naruto, mirando los restos del globo que recién había explotado en sus manos—. Bueno, Menma tardó un año en aprender el rasengan, debo tomar las cosas calma.
Naruto se detuvo a mirar un puesto de máscaras, una en particular le llamó mucho la atención, su diseño era el de una cara demoniaca de color púrpura, se le hacía bastante familiar, pero era imposible que haya conocido a alguien con un rostro así.
— ¿Te interesa la máscara del Shinigami?—preguntó el dueño del puesto.
— ¿Shinigami?
—Sí, dicen que existe de verdad, que algunos ninjas pueden invocarlo con alguna especie de jutsu. Aunque nadie lo ha visto y vivido para contarlo, Jejeje.
El rubio conocía a alguien que sí había logrado tal hazaña, su padre biológico, Minato Namikaze. Tenía que admitir que el rubio mayor era alguien grandioso, al menos como shinobi, Naruto sabía que invocar al Shinigami significaba la muerte del invocador, pero de alguna forma el Yondaime logró sobrevivir a eso, ¿Cómo fue que lo hizo?
— ¿Cuánto por la máscara?
El tiempo pasó y al caer la noche Naruto decidió regresar con Jiraiya, antes de separarse habían acordado un punto de reunión por lo que sería relativamente fácil reunirse con el sabio. Naruto llegó a una especie de restaurante, buscó con la mirada a su padrino y al encontrarlo pudo notar que no estaba sólo, un par de mujeres lo acompañaban.
—Naruto, por aquí—dijo Jiraiya, indicándole que se acercara a su mesa.
—Jiraiya-san... Veo que encontraste a Tsunade—dijo el rubio, viendo a su madrina.
Tsunade Senju, una de los tres legendarios sannin. Naruto se sorprendió al ver que no había cambiado en lo más mínimo, ella se veía joven, sus pechos eran incluso más grandes que los de su amiga Hinata.
—Has crecido—dijo Tsunade, mirando con aburrimiento al rubio.
— ¡Ah! Mucho gusto—habló una mujer sentada a lado de la sannin—Mi nombre es Shizune, soy aprendiz de Tsunade-sama, tú debes ser su ahijado, Naruto-kun, ¿Cierto?
—Sí, el gusto es mío—Naruto volteó a ver a Jiraiya—Entonces, ¿Ella va a venir o qué?
—No—dijo Tsunade, contestando la pregunta del rubio—No volveré a Konoha.
Jiraiya suspiró, Shizune agachó su mirada, y Naruto... Él siguió hablando.
—Por favor
—No.
—Por favor.
—No.
—Por favor.
—No.
—Por...
— ¡Maldita sea! ¡Ya te dije que no!—gritó Tsunade, golpeando fuertemente la mesa
— ¿Jiraiya-san te contó lo de mi amiga?—preguntó Naruto, manteniéndose tranquilo.
—Sí.
— ¿Y no te importa?
—Todos mueren, niño.
—Bueno, sabía desde un principio que no ibas a ayudarme, pero valió la pena intentarlo. Regresemos a Konoha, Jiraiya-san—Naruto se dirigió hacia la salida del restaurante, sus palabras sorprendieron un poco a su madrina.
—Espera Naruto—las palabras de Jiraiya lo hicieron detenerse—Tsunade, el chico tiene problemas con su sistema nervioso, ¿Podrías al menos ayudarlo a él?
— (Suspiro) Supongo que podría—Tsunade se levantó de su asiento, se acercó al rubio para revisarlo, pero él dio un paso atrás.
—No necesito la ayuda de una bruja egoísta—dijo Naruto, haciendo que tanto Shizune como Jiraiya se tensaran.
— ¿Cómo me llamaste?—preguntó la sannin, obviamente enfadada por el comentario.
—Desconozco tus razones, pero si tuvieras algún tipo amor hacia mí como tu ahijado entonces salvarías a mi compañera. No soy lo bastante fuerte como para obligarte a volver a Konoha, y Jiraiya-san te quiere demasiado como para hacerlo. Perdí tiempo valioso buscándote, espero no volver a verte en mi vida, bruja.
Naruto se alejó, dirigiéndose tranquilamente hacia la salida del restaurante, estaba desesperado por Akari pero no había nada que pudiera hacer aquí, Tsunade era demasiado fuerte, y con sus puertas internas bloqueadas, ganarle en combate le sería imposible. De pronto, el rubio sintió peligro.
— ¡Naruto, cuidado!—la voz de Jiraiya le advirtió, pero aun así fue demasiado tarde.
El ahijado del sannin apenas tuvo tiempo de voltear y bloquear con sus brazos el poderoso golpe de Tsunade, salió disparado fuera del edificio, estrellándose con un puesto de coles que se destruyó al impacto. Naruto se levantó de entre los escombros, vio a su madrina salir caminando del restaurante mientras Jiraiya y Shizune trataban de detenerla.
— ¡Tsunade-sama! ¡¿Qué está haciendo?!—preguntó Shizune presa del pánico, en sus brazos cargaba un adorable cerdito que el rubio no había notado antes.
—T-Tsunade, entiendo que estés enojada pero no es razón para que ataques a Naruto de esa forma—dijo Jiraiya, listo para pelear contra la sannin si tenía que hacerlo.
—... Eres rápido—murmuró Tsunade, llevando su mano derecha hasta su cuello. Jiraiya y Shizune no entendieron lo que quiso decir, hasta que...
—Lindo collar—dijo Naruto, mostrando el accesorio que le había robado a su madrina.
— ¿C-cuándo fue qué...?—Shizune no podía creerlo, sabía que el padre de Naruto era el shinobi más rápido en la historia pero no esperaba que su hijo heredara esa cualidad. Claro, ella no tenía forma de saber que la velocidad de ambos era debido al esfuerzo y no a la sangre.
— ¿Por qué me golpeaste?—preguntó Naruto.
—Escuché que barriste el suelo con Menma en los exámenes chunnin, pero es difícil creerlo—respondió Tsunade.
—No me sorprende que pienses así. Siempre lo has favorecido a él después de todo.
—Sí, pero no tiene nada que ver—Tsunade caminó hasta el medio de la calle, tronó su cuello, sus nudillos y dirigió una fría mirada hacia su ahijado—. Te propongo algo, ven a mí con lo mejor que tengas e intenta moverme. Si lo logras no sólo te acompañaré de regreso a la aldea sino que también te daré mi collar.
— ¿Por qué querría tu collar?
—Le perteneció al Shodaime Hokage, seguro que lo puedes vender a buen precio.
—... Está bien—y sin decir más, Naruto se impulsó velozmente contra la sannin, bombardeándola con docenas y docenas de fuertes puñetazos... Pero...—. "¡¿Qué?!"
Para sorpresa del rubio, Tsunade estaba bloqueando todos y cada uno de sus golpes, utilizando únicamente un dedo de su mano derecha.
—Esperaba más—dijo la rubia, obligando a retroceder a su ahijado con un simple empujón. Y aunque fue simple para ella, para Naruto fue igual que ser golpeado por Tatsumi cuando se conocieron—. ¿Es lo mejor que puedes hacer?
Naruto rodó un par de veces por el suelo antes de poder reincorporarse. Era ridículo, hace tan sólo un par de meses él había podido combatir en igualdad a Orochimaru, y ahora, difícilmente se veía a sí mismo capaz de hacerle un mero rasguño a su madrina.
—Ya basta Naruto—dijo Jiraiya, atrayendo la atención del rubio—. Tsunade, el chico es poderoso, pero ahora...
—Si es tan impresionante como dices entonces esto debería ser fácil para él—dijo Tsunade, interrumpiendo a Jiraiya—. No pido mucho, sólo tiene que moverme de donde estoy mínimo 3... No... 2 pasos. Si puede hacerlo los acompañaré a la aldea.
—Te estoy diciendo que...
—Está bien, Jiraiya-san—dijo Naruto, interrumpiendo a su padrino.
—Naruto, sé que en condiciones normales serías capaz de lograr mucho más que eso pero ahora mismo tú no...
—Está bien, tengo un truco nuevo. Okaa-san y un amigo me ayudaron a desarrollar esta técnica después de los exámenes chunnin.
— ¿Ooohhh? Así que me atacaras con algo que aprendiste de Kushina, esto sin duda será interesante.
—Cuando dije "Okaa-san" me refería a alguien más, no a la esposa del Yondaime.
— ¿Ah? ¿De qué estás hablando?—Tsunade volteó a ver Jiraiya, esperando un rápida explicación de lo que el rubio quiso decir.
—Tsunade-sama, ¿No lo recuerda?—habló Shizune—. Jiraiya-sama nos lo explicó, Naruto-kun...
—Déjalo, si no lo recuerda es porque no le importa—dijo Naruto, cerrando sus ojos mientras concentraba una gran cantidad de chakra—. Kurogan—murmuró al abrirlos.
—"¿Kurogan?"—Tsunade se mostró confundida, y no sólo ella.
—"¿Sus ojos cambiaron? Él no me dijo que podía hacer eso"—pensó Jiraiya.
—"¿Los Namikaze tenían un doujutsu?, ¿Qué es lo que hará?"—se preguntó Shizune.
Naruto respiró con profundidad, inmediatamente después dio un fuerte pisotón, la energía cinética liberada desde su pie obligó al suelo a temblar por un par de segundos. Tsunade se vio impresionada por eso. El rubio comenzó a lanzar golpes al aire, no se diferenciaban mucho de las katas que suele practicar, gradualmente una nítida nube de polvo se levantó a su alrededor. Fue entonces cuando la realidad comenzó a ser distorsionada.
— ¿Q-qué?—Shizune no podía entenderlo.
Conforme los movimientos de Naruto se volvían más fluidos, también daban la sensación de ser más erráticos. Un zumbido comenzó a oírse en el lugar, volviéndose cada vez más fuerte.
La nube de polvo ganó más sustancia, ocultando a Naruto en su interior. El zumbido aumentó hasta volverse molesto, tanto así que varias personas decidieron dar un pequeño vistazo abriendo sólo un poco las ventanas de sus hogares... Grave error.
—"¡¿Qué?!"—Tsunade no podía creer lo que sus ojos veían. Con un poderoso impulso, desde el interior de la nube salió corriendo una gigantesca hormiga en su dirección. Tsunade extendió sus manos hacia adelante, atrapando las mandíbulas del insecto—. "¡No puede ser!"
Tsunade Senju era poderosa, gracias al jutsu fuerza de centenar, ella podía destruir de golpe una montaña si lo veía necesario. Alguien así de fuerte jamás iría en serio contra alguien mucho más débil. Y fue ese "pequeño" detalle le impidió ver la realidad de su situación.
Había atrapado a la hormiga, sí. La hormiga apareció en donde estaba Naruto, por lo tanto, la hormiga era parte de la técnica de Naruto, sí. Tsunade pensó que sería fácil, y es por eso que ser empujada hacia atrás una total sorpresa para ella.
La hormiga avanzó, obligando a los pies de Tsunade a trazar dos pares de líneas en el suelo, ella utilizó más chakra, aumentando su fuerza, pero aun así, continuó siendo abrumada.
Finalmente, la sannin chocó contra una pared, tuvo que cerrar los ojos un momento, y al abrirlos, la imagen de la hormiga fue reemplazada por la de su ahijado.
—Gané—dijo Naruto, con sus ojos volviendo a la normalidad tras desactivar el kurogan.
Tsunade pudo notar que las "mandíbulas" del insecto que ella sostenía eran en realidad los brazos del rubio. Lentamente los soltó, permitiéndole alejarse.
— ¿Qué fue eso?—preguntó la sannin.
—Pues...
— ¡Eso fue increíble!—dijo Jiraiya, acercándose al par junto con Shizune.
—Pensar que empujarías a Tsunade-sama de esa forma—comentó con sorpresa la aprendiz de la sannin—. Y ni siquiera usaste un jutsu.
— ¿De qué hablan? Él usó una especie de henge—dijo Tsunade.
— ¿Eh?—tanto Shizune como Jiraiya se mostraron confundidos.
—Tsunade-sama, Naruto-kun no se transformó en nada.
—No seas mala perdedora y admite que es más fuerte de lo que imaginaste.
Tsunade volteó a ver a Naruto, esperando una explicación.
—Ahora volverás a la aldea, ¿Verdad?—dijo el rubio, cambiando de tema.
—... No—dijo Tsunade, volviendo pesado el ambiente.
— ¿Qué?—Naruto endureció su mirada.
—No me malentiendas, un trato es un trato, por supuesto que los acompañaré a Konoha—dijo la sannin, restándole importancia al asunto con un gesto de su mano—. Pero nunca dije cuándo lo haría, ¿O sí?
—Maldita bruja—exclamó el rubio enojado—. Tendría más suerte pidiéndole ayuda a Orochimaru.
—Sólo hablas por hablar, niño—Tsunade comenzó a alejarse—. Vámonos Shizune.
— ¡S-sí!—la aprendiz le dio una última mirada al ahijado de su maestra—. Lo siento—le dijo, procediendo a seguir a la sannin.
Jiraiya se sentía decepcionado, cuando Naruto logró ganarle a Tsunade en su propio juego, pensó que en verdad los acompañaría, pero ella retorció los términos de su apuesta, algo que posiblemente aprendió después de tantos años de perder en los casinos.
— ¿No puedes obligarla?—preguntó Naruto, sacando a Jiraiya de sus pensamientos—. Sé que le puedes ganar, ¿Por qué no la noqueas para llevárnosla a Konoha?
—No es tan simple, ella tiene sus... Razones.
— ¿Razones?, ¿Qué podría ser más importante que salvar a mi compañera de equipo?
— (Suspiro) Pues verás...
Y así, el sannin procedió a contarle a su ahijado el por qué Tsunade tenía una personalidad tan horrible. No es una historia particularmente común ni tampoco especial, a cualquiera que se haga llamar shinobi podía ocurrirle lo mismo.
—Oh vaya...—murmuró Naruto, que tras haber escuchado la triste historia de su madrina, sólo tenía una cosa que decir—. Bruja egoísta.
— ¿N-Naruto?—Jiraiya se sorprendió al escucharlo.
— ¿Qué?, ¿Esperabas que sintiera lástima por ella?
—No, pero creí que al menos la entenderías.
— ¿Entender qué?, ¿Que va a dejar morir a mi amiga sólo porque ella perdió a alguien hace más de 20 malditos años?—dijo Naruto, dejando salir un poco de su frustración—. Conozco personas que han pasado por la misma desgracia. Maldición, vi a Itachi asesinar a Fugaku-san frente a mis ojos. ¿Pero sabes qué?, Lloré un par de días y seguí adelante. No me ves revolcándome en la miseria como lo está haciendo esa maldita bruja—el rubio apretó los puños—. Ella no le hace honor al título de sannin, pensar que alguien así está emparentada con el Shodaime Hokage es absurdo. ¿Por qué casi todos los poderosos son tan... Tan...?!... ¡AAAHHH!
Naruto miró hacia arriba, rugiendo un poderoso aliento de fuego para liberar su frustración. Aquellos que lo vieron desde otras partes de la ciudad pensaron que se trataba de fuegos artificiales.
—"Transformación elemental sin hacer una secuencia de sellos, impresionante"—pensó Jiraiya—. De momento, volvamos a la posada, ya se nos ocurrirá cómo convencer a Tsunade.
— ¿Eh?—el rubio dejó de rugir, poniendo toda su atención en su padrino—. Pero Akari...
—Tranquilo Naruto, ¿Nunca has escuchado el dicho: "vísteme despacio porque tengo prisa?"—dijo Jiraiya sonriendo.
—Es lo más estúpido que he escuchado.
—B-bueno, el punto es que de nada sirve desesperarnos. Tu amiga estará bien,
— (Suspiro) De acuerdo.
Mientras tanto, a cierta distancia de donde Naruto y Jiraiya tenían su conversación, podíamos ver a Tsunade hablando con Shizune mientras se dirigían a su propia posada.
—Naruto-kun es impresionante, ¿No lo cree?—comentó la aprendiz—. Ser tan poderoso a su edad es algo digno de respeto.
—Supongo—dijo Tsunade, mostrando poco interés en el tema—. Recuérdame una vez más, ¿A qué se refería el mocoso con eso de que Kushina no era su madre?
— (Suspiro) Tal y como Jiraiya-sama nos lo explicó, Naruto-kun fue adoptado por los Uchiha.
— ¿Uchiha?, ¿Está bromeando?—para Tsunade, eso era difícil de creer—. ¿Por qué ese clan de "elites" aceptaría a ese mocoso?
— ¿Usted en serio no piensa ayudarlo?—preguntó Shizune, apretujando al lindo cerdito que tenía en sus brazos—. Su compañera de equipo va a morir, y... Por culpa de Orochimaru.
—Sí, sí, ya lo sé.
—Usted no estará pensando en aceptar la oferta que Orochimaru le hizo está mañana, ¿O sí?
—...
— ¿Tsunade-sama?
—Ya cállate. Hoy fue un día muy largo, quiero descansar.
Mientras caminaba, Tsunade recordó el encuentro que tuvo con el sannin de las serpientes ese mismo día. Orochimaru le ofreció un trato, y también, le comentó que tenía planeado destruir Konoha... Pero a ella eso no le importaba mucho que digamos.
(En las afueras de Konoha)
En un bosque, podemos ver a Kisame muy enojado, se suponía que sería un trabajo fácil, pero no sólo falló sino que también fue herido, su ropa desgastada era evidencia suficiente para confirmar ese hecho. Los demás miembros de Akatsuki nunca dejarían de burlarse de él... Espera, ninguno de ellos sabe lo que pasó, las cosas aún estaban bien. Por el momento sólo tenía que esperar a Itachi, le mentiría sobre cómo fue que falló en capturar a la hija del Hokage.
—Kisame...—dijo una voz a sus espaldas.
—Mira, antes de que preguntes, yo...—el hombre tiburón se preparó para dar una historia convincente, sin embargo, no pudo terminar de hablar al ver el estado de su compañero. Itachi estaba herido, no, claramente le habían dado una paliza, su capa de Akatsuki había desaparecido y su cota de malla estaba medio-destrozada y con manchas de sangre—. ¿Q-qué te sucedió? No me digas que el jinchuriki...
—No seas tonto, lidiar con él no fue ningún problema... Su padre sí—dijo Itachi, su sharingan brilló con intensidad antes de desactivarse.