BUBBLEGUM CRISIS TOKYO 2040

"EL PRINCIPIO DE TODAS LAS COSAS"

CAPITULO 1

Por Carrie Asagiri. Beta reader: Taiitsukun

      Noviembre, 2038.

      Como todos los sábados por la noche desde hacía casi un año, Priscilla Asagiri debía trabajar en Hot Legs. La verdad que

actuar en vivo con la banda Sekiria, la había ayudado muchísimo. Aunque no ganaban demasiado dinero, ella se sentía libre sobre el escenario, desnudando sus emociones frente al público que la ovacionaba. Cantar era como una droga que necesitaba para sentirse viva.

      Esa noche mientras se preparaba en su camerino y se miraba en el espejo que estaba frente a ella, no pudo evitar recordar un pasado cercano, feliz y doloroso a la vez. A decir verdad, los últimos 5 años de su vida no le habían deparado mucha felicidad, pero

cuando había creído que al fin la había alcanzado, el dolor había ocupado nuevamente el centro de su vida.

      Sus ojos se nublaron por un momento con lágrimas que trataba de contener. Su mirada permanecía fija en una fotografía pegada

en el espejo, una imagen de su memoria donde se reflejaba ella misma junto a una persona que había sido el amor de su vida hacía

unos escasos meses.

      - Ojalá estuvieras aquí ahora.- susurró, cuando un golpe en la puerta la despertó de su trance.

      Fox, el bajista de la banda, entró en la habitación.

      - Priss, en tres minutos salimos a escena. ¿Estás lista?

      - Sí, ya voy.

      - ¿Sucede algo?

      - No.

      Fox  se retiró, el tiempo que hacía que conocía a Priss, le había sido suficiente para saber que no era muy elocuente en sus respuestas.

*****

Oscuridad, la presencia de alrededor de un centenar de personas aguardando. La adrenalina que comienza a inundar el cuerpo. Se encienden las luces, suenan los primeros acordes y una multitud se entrega al frenesí para adorar a su diosa. Priss cierra los ojos, mientras canta los versos conocidos de su canción favorita. En su mente flashes de recuerdos comienzan a invadirla. Momentos felices con amigos, carreras en motocicletas por las calles de Tokyo, una caricia, un abrazo, un beso. Abre sus ojos, mucha gente gritando y saltando al compás de la música.

"kon'ya wa HARIKE-N  anata ni HARIKE-N tsutaetai no Loving You…loving you

kon'ya wa HARIKE-N  mou ichido HARIKEN-N dakishimetai Touch! Burning Touch!"

      Le es casi imposible creer que todas esas personas estén allí por ella. ¿La aman, la adoran? No importa, ese es el presente, ella es libre. La canción acaba, la ovación es aún mayor, las manos se alzan implorando que quieren más. La noche recién comienza. Una pausa breve, una nueva canción empieza. Una balada que sirve de bálsamo para el público y para ella.

      Cierra los ojos nuevamente, y otra vez los recuerdos fluyen por su mente. La letra recrea su pasado, experiencias compartidas con alguien que ya no está. Sin darse cuenta una lágrima surca su mejilla.

"kono ame ga subete o nurashite hashaida kisetsu o hodo iteku

me o tojite nagareru namida ni kasa ha iranai  saigo no ame hitori dakara"

      Y así la noche transcurre, canción tras canción en un continuo revivir de emociones a flor de piel. El show termina, el público pide un tema más y Priss los consiente. Cuando al fin acaba, ella se siente atrapada de nuevo en la realidad que tanto aborrece. Baja del escenario, un trago no estaría mal para completar la noche. Se sienta en la barra, la diosa ha descendido entre los mortales.

      Mientras bebe su cerveza, siente que alguien toca su cabello por detrás. Bruscamente se da vuelta para encontrarse con un sujeto grotesco que la observa con lujuria en sus ojos.

      -¿Qué demonios quieres?

      - Hey ¿Qué pasa nena? ¿Por qué tanta agresividad?

      El individuo comienza a acariciarle el rostro, Priss le toma la mano con fuerza. Se acerca al hombre cuyo aliento a alcohol era notable.

      - Vete al carajo- y lo empuja haciéndolo tambalear.

      Herido en su hombría y entonado por los efectos de la bebida, decide continuar.

      - ¿Qué sucede maldita perra? ¿No soy suficiente para ti?- agarrándola del brazo izquierdo firmemente. Priss no está asustada, había enfrentado a tipos como este muchas veces y estas situaciones eran muy comunes casi todos los fines de semana.

      El hombre la mantiene sujeta, ella se acerca y lo rodea con el brazo que aún le queda libre, simulando un abrazo, se aproxima al oído y le murmura:

      - ¡Púdrete maldito hijo de puta!- Al tiempo que alza su rodilla derecha y le calza un golpe certero en la entrepierna. El dolor hace que la suelte, doblándose y lloriqueando.

      - ¡Ya me la pagarás puta!

      Priss no hizo caso, lo miró con desprecio, terminó su trago y se marchó. Nadie se había percatado de lo que había sucedido. Era la ley de la jungla, el bullicio y el descontrol reinaban en el boliche. Ella sabía que su santuario estaba en el escenario, una vez fuera era una presa más para los cazadores.

      Había sido suficiente por esa noche, se dirigía al camerino a cambiarse. Pensaba regresar a su casa y descansar, tal vez empezar a trabajar en un nuevo tema.

      En el pasillo que conducía a los camerinos, una figura se hallaba entre las sombras, Priss la percibió y siguió su camino con cautela. Se trataba de un hombre, al parecer alto por la silueta que podía adivinarse.

      - Eres muy valiente- dijo.

      - ¿Quién está ahí? – preguntó Priss, notando algo familiar en el tono de voz.

      El hombre salió a la escasa luz del pasillo y encendió un cigarrillo, quedando al descubierto su figura alta y fornida, su piel oscura, su cabello largo y negro, recogido en una cola. Observó a Priss por un instante que parecía una eternidad.

      - Y cantas muy bien – agregó, terminando su comentario.

      Priss lo miró con asombro. Sabía quien era, pero era el último lugar en el que esperaba encontrarlo. Hacía un año que lo conocía, y de no haber sido por él, tendría que haber comprado una moto nueva hacía mucho tiempo. Era su mecánico, el que conocía su moto como si él mismo la hubiese construido. También era su amigo.

      - ¿Qué pasa? Parece que no te alegras demasiado de verme.

      Priss aún permanecía en silencio, y no pudo evitar cierta turbación.

      - No es eso…es que no esperaba encontrarte aquí…- seguía vacilante sin encontrar la frase adecuada- ¿Qué demonios haces aquí?- preguntó con la rudeza que la caracteriza.

      - Vi el anuncio de tu show en un afiche de la calle, y sentí curiosidad por verte.

      - Vaya, pensé que no te interesaban este tipo de lugares…siempre que te hice una invitación, nunca viniste.

      - Lamento no haber aceptado las veces anteriores, pero Hiroshi estaba de por medio.

      - Nigel…- la turbación de Priss fue cada vez mayor y el hecho de escuchar el nombre de Hiroshi la paralizó.

      - ¿Hiroshi?    

      - Tú estabas con él en ese entonces

      Priss estaba a punto de abrir de la boca para contestarle. Nigel acabó el cigarrillo y arrojó la colilla al suelo, miró a Priss por un

instante, se le acercó lentamente. Un silencio incómodo se generó entre ambos, hasta que él tomó el rostro de Priss entre sus manos. Su corazón empezó a palpitar cada vez más fuerte, tratando de adivinar los pensamientos de ese hombre misterioso que desde hacía un tiempo la tenía cautivada.

      - ¡Al fin te encuentro! ¡Oí que tuviste un percance en la barra y…- El comentario de Maxon se perdió en el aire, cuando se percató de que la cantante no se hallaba sola. La expresión de Priss tenía una mezcla de enojo y de vergüenza a la vez. Su compañero de banda se dio cuenta de la interrupción que había provocado.

      - ¡Lo siento! Priss, en cuanto estés disponible ven al camerino, debemos discutir algo sobre el próximo show.

      - Aguarda, iré contigo.

      Maxon se sentía incómodo por la presencia de aquel sujeto imperturbable y la actitud evasiva de Priss no era nada tranquilizante.

      Nigel permaneció en silencio. Priss y Maxon se retiraron.

      En el camerino, los tres músicos de Sekiria discutían sobre los temas a interpretar en el próximo show, mientras Priss se encontraba perdida en sus pensamientos.

      No podía sacar de su cabeza el reciente encuentro que había tenido. Nigel Kirkland era un verdadero misterio y quizás por eso su atracción por él era cada vez mayor. Desde hacía un par de meses que no podía dejar de pensar en él. Nigel la había escuchado y apoyado en los momentos difíciles que había atravesado. Ella había intentado tener un acercamiento, pero sentía como si hubiese chocado contra una pared. Tal vez se debía al hecho de que él era mucho mayor que ella. ¿O acaso era por Hiro? ¿Qué había querido decir con que no había aceptado ir a sus conciertos porque ella estaba con Hiroshi? Hiro…otra vez esos recuerdos.

      - Hey Priss ¿Qué prefieres? ¿Repetimos "Kon'ya wa Hurricane" o tocamos "Bug list"?

      La pregunta formulada por Maxon no obtuvo respuesta.

      - Un, dos, tres, probando. Tierra llamando a Priss- dijo Jaid.

      - Ambas- respondió la cantante sin siquiera mirar a sus compañeros.-Se levantó, tomó su chaqueta y se dirigió hacia la puerta.

      - ¿A dónde crees que vas? -Fox observaba las actitudes de su compañera y presentía que había algo que la tenía distraída desde hacía unas cuantas horas.

      - A mi casa.

      - Se suponía que íbamos a hablar sobre el próximo concierto.

      - Ya dije que quiero ambas canciones, ahora puedo irme.

      Maxon iba a replicarle, pero Fox lo detuvo. Después de todo era común que Priss tuviese ese tipo de desplantes.

      - Adios- y cerró la puerta con un fuerte golpe.

      Temía encontrar a Nigel esperándola. No se explicaba por qué sentía tanta cobardía. Era extraño que él hubiese tenido la iniciativa de buscarla, de hablarla, se trataba de alguien muy callado y reservado. Obtener una respuesta de él era todo un logro. En cierta forma ambos eran iguales…

      Buscó su moto que estaba aparcada en el callejón al lado del club, se colocó el casco y se puso en marcha.

*****

Desde hacía 5 años que en Tokyo los Voomers realizaban el trabajo que los humanos no estaban dispuestos a hacer. Pero todo tiene su precio, los daños producidos por los Voomers descontrolados eran cada vez mayores, sin contar las vidas humanas que se perdían en esos incidentes. Genom se encargaba de ocultar la verdad y en algunos casos minimizaba los hechos. La corporación que era dueña de Japón no estaba dispuesta a poner en peligro su poder a causa de los problemas que ocasionaban sus criaturas.

      Casi todos los días se producía un accidente por Voomers sin control, esa noche no iba a ser la excepción.

      Un Voomer encargado de la recolección nocturna de residuos de Megalocity, se había revelado. El incidente cobró estado público enseguida, causando el pánico entre los civiles que se hallaban cerca.

      En un edificio imponente en el centro de la ciudad, una joven observaba los hechos a través de una gran pantalla de TV empotrada en la pared. Su expresión de incipiente preocupación se transformó en una profunda ira, al tiempo que bebía con nerviosismo el whisky servido en la copa que sostenía en su mano izquierda. Una vez acabada la bebida, se quitó la bata de seda y eligió en su guardarropa alguna prenda ocasional rápidamente. Peinó su larga cabellera azulada y anunció por el intercomunicador su inminente salida.

      - Henderson, saldré por un momento. Si sucede algo importante, llámame.

      - Como usted diga.

*****

En el camino a su casa, Priss tenía bastante tiempo para pensar. Aunque la mayor parte del día sus pensamientos la consumían,

cuando actuaba y manejaba su moto, sentía la paz y libertad que tanto necesitaba. Aceleró, quería llegar a su casa lo más rápido posible. En la intersección de dos calles, un porsche rojo se le cruzó a toda velocidad, haciéndola frenar sorpresivamente.

      -¡Mierda!

      Pudo observar que una mujer se hallaba al volante.

      -¡Maldita perra!- gritó en el medio de la calle, aunque la conductora siguió su carrera, ignorando el insulto. Aún así, la mujer observaba a Priss por el espejo retrovisor y una sonrisa de satisfacción se dibujo en su rostro.

      Priss continuó. Al llegar a la carretera que unía Megalocity con el viejo Tokyo, tuvo que aminorar la marcha. El tránsito estaba cortado por la policía A.D.

      "Genial"- pensó – "Primero una loca al volante y ahora estos idiotas".

      La barricada formada por los oficiales, no permitía el paso de ninguna manera. Había muchos autos demorados. Pudo escuchar los comentarios alrededor suyo.

      - Parece que un voomer se volvió loco- decía un sujeto asomado por  la ventanilla de su vehículo.

      -¡Otra vez! ¿Por qué ya no me sorprende? Se está volviendo una costumbre- respondió otro.

      -¡Malditos Voomers!- dijo Priss para sus adentros. Los oficiales de la barricada trataban de calmar a la gente.

      - La Policía A.D. se está haciendo cargo del asunto. Todo está bajo control.

      -¡Idiotas!

      El voomer destruiría medio Tokyo, antes de que ellos pudieran controlarlo. Otro de los inventos fallidos de Genom, una policía privada que no servía para nada.

      Priss no estaba dispuesta a esperar, tendría que tomar el camino más largo para llegar a su casa. No le importaba tener que excederse en velocidad, ningún oficial podría detenerla, puesto que la mayoría estaban allí.

      Antes de partir se quedó un instante observando el espectáculo. El lugar era un desastre, había autos volcados y los residuos que el voomer estaba recolectando se hallaban desparramados por todas partes. El voomer estaba mutando en una forma cada vez más monstruosa y las armas con que lo atacaban parecían no afectarle. La zona estaba despejada, sólo el voomer y los oficiales a modo de gladiadores en un moderno circo romano. De repente Priss vio algo que le paralizó el corazón.

      Una niña de unos 6 años se hallaba parada detrás del voomer. Estaba totalmente aterrorizada, llevaba algo en sus manos, pero no podía distinguir que era.

      Priss se bajó de la moto y se quitó el casco.

      -¡Hay una niña allí!- le gritó a los oficiales de la barricada. Mientras trataba de pasar al otro lado.

      - No se puede pasar. Manténgase detrás de esta línea por favor.

      -¡Hay una niña detrás del voomer!

      Los policías ignoraban su advertencia. La niña iba a quedar en medio del fuego cruzado en cualquier momento.

      De nuevo, segmentos de recuerdos perforaron su mente.

      -¡Otra vez no!- exclamó.

      Intentó una vez más pasar la barrera, pero los oficiales parecían inamovibles.

      -¡ARGHH! ¡Cómo pueden ser tan estúpidos!

      Sin pensarlo, le propinó un golpe en el estómago al oficial frente a ella, y aprovechando el trance de dolor, se hizo lugar y pasó.

      Los oficiales que estaban en sus armaduras K comenzaron a gritarle para que saliera del campo de batalla. Priss no los escuchó, tenía un único objetivo en mente y era esa niña. Al parecer el blanco del voomer también era el mismo. El olor de la basura era repugnante y debía tener cuidado de no patinar, ya que el suelo se hallaba totalmente sucio.

      El monstruo se percató de la pequeña presencia que había detrás de él, y aburrido de los ataques inútiles de los policías, decidió cambiar de objetivo.

      La niña se encontraba arrodillada, abrazando algo con fuerza y llorando. Priss jugó una carrera contra el tiempo y contra el voomer y logró alcanzarla.

      La tomó entre sus brazos, miró a su alrededor y se sintió acorralada. El resto de la carretera estaba vacía, pero si escapaba, el voomer la seguiría.

      En el transcurso de un segundo, mientras Priss decidía hacia donde dirigirse, una sombra se cernió sobre ella y la niña. La mano del voomer se aproximaba hacia ambas y dos ojos rojos las miraba fijamente.

      Priss quedó inmóvil. Otro lugar, la misma situación, el mismo temor. Esta vez ella era más fuerte. Esta vez ella ganaría.

Continuará…

      ACLARACION: Bubblegum Crisis Tokyo 2040 y todos sus personajes y nombres son propiedad de AIC/JVC.

      Nota de la Autora: Este es mi primer fanfic. Bubblegum Crisis es uno de los anime que más me gusta, pero como la historia tiene muchos cabos sueltos, he decido explorarlos y llenar los baches con mi propia interpretación de los hechos. Aún no se cuantos capítulos van a ser en total, pero creo que será una historia larga. Espero que les guste y los comentarios y sugerencias serán bienvenidos.