¡SORPRESA GIRASOLES! Un pequeño y corto epilogo para darle el cierre definitivo a esta historia. como ya es tradición conmigo vengo a publicar este capítulo 1 mes más tarde desde la última actualización: que fue el fin definitivo de esta historia. Muchas gracias por sus preciosos reviews, los leídos, los favoritos y follows. Nunca dejaré de agradecerlo, y me faltarán hojas para escribir cuan agradecida estoy de todo.
Ahora si, el final definitivo de esto.
Haikyuu! le pertenece a Furudate Haruichi
Kageyama Tobio comenzó a comprender y enamorarse del lenguaje de las flores cuando conoció a Hinata Shouyou. Darse cuenta del significado oculto de estas, los efectos profundos que logran, la estela de sentimientos que pueden expresar...le quita el aliento.
(Hinata Shouyou también le quitaba el aliento, pero eso no iba al tema)
Podría decir que gracias a la intromisión del chico, su Girasol, trajo a su vida el conocimiento de un nuevo lenguaje, que a pesar que le costó aprenderlo y comenzar a comunicarse con él fue el desafío más grande de su vida, junto con las competencias interuniversitarias. Sin que se diera cuenta, estaba sumergido en el mundo de flores, ramilletes, arreglos y significados ocultos.
No tendrá clorofila corriéndole por las venas como a Shouyou, pero siente un afecto especial ante esos pequeños y delicados seres. Si no fuera por ellas, por ese ramo que le había comprado para entregárselo a su ex, lo más probable que él sería muy miserable ahora.
(No es una broma: tarde o temprano se enteraría que Oikawa le ponía los cuernos con Iwazumi, y estaba 120% seguro que su reacción hubiera sido perderse hasta desaparecer)
Hoy tenía una misión muy importante por realizar.
La importancia de ese cambiaría su vida.
Para bien o para mal.
(Aunque en el fondo deseaba que fuera para bien)
Ya habían pasado un par de años desde la última vez que le pido a Asahi flores de su invernadero, pero para su misión necesitaba hacer medidas desesperadas. Necesitaba las flores del invernadero personal de Asahi, precisamente, sólo esas bellas flores que crecían en la casa de él y Noya. Unas cuantas llamadas, un poco de chantaje por aquí y por allá para que él logrará su objetivo: obtuvo las flores del invernadero Azumane-Nishinoya.
(Aunque Noya se lo iba a cobrar, lo sabía)
Debió hablar con Kenma, Kuroo, Bokuto, Yamaguchi y Tsukishima… la familia de Shouyou, prácticamente, ya que ellos parecían eso más que amigos. La relación que había en ese grupo eran lazos más poderosos que los de sangre y simple amistad, algo que siempre lo sorprendía a decir verdad.
Volviendo a su punto, debió hablar con ellos antes de hacer su poner en marcha su plan. Ya le habían advertido que cualquier tema relacionado con Shouyou, y con mayor razón uno tan importante como ese, debía consultarlo con ellos.
Y así lo hizo.
Fue y habló con ellos.
Las sonrisas, apretones de mano, abrazos quita-aliento, lágrimas de felicidad fueron los sellos de aprobación.
Sólo le faltaba una sola cosa antes de que su misión empezará.
Al entrar, le dio un deja vú.
Shouyou se veía igual como el día que lo conoció.
Camisa de franela abierta con mangas arremangadas, una camiseta blanca, jeans desgastados, zapatillas de lona y el eterno delantal verde.
El delantal con la placa plateada dónde se leía "Hinata"
Qué ironía más grande del destino que justo hoy se viera igual que hace 4 años atrás…
(Aunque a decir verdad, estaba usando la misma ropa de hace 4 años atrás)
Al igual como cuando lo conoció, su vista estaba fija en su adorada familia extendida; acariciándolas, cuidándolas. Sus ojos castaños, que hasta el día de hoy su calor lo abrasaba vivo, fijas en los pétalos de colores del arcoíris, yemas tocándolas.
Tengo una idea…
Su paquete, que por una especie de milagro del universo Shouyou no lo vio, lo escondió atrás de un gran macetero, antes de acercarse a su novio.
-Hola, ¿alguien atiende por aquí?- preguntó Tobio, no evitando esbozar una sonrisa.
Shouyou quedó perplejo un par de segundos, pero al voltearse y verlo ahí, no evitó sonreírle.
-¡Hola buenos días!- le saludo, como lo hacía con todos -¿Te puedo ayudar en algo?- le pregunto, guiñándole un ojo desde el mostrador.
La sangre se agolpó a las orejas del otro.
Siempre que hacía algo así, lo dejaba más nervioso y emocionado que quinceañera.
-Busco...flores- le mintió, mientras evitaba que se le escapara una carcajada.
Una risa boba escapó del pelinaranja.
-Claro, es obvio que las buscas- logró responderle mientras se reía exageradamente -¿por qué otra razón entrarías a una florería?-
Unos pensamientos azules le dieron una mirada curiosa al otro.
La leña ardiente chispeaba de alegría.
-¿Ocasión?-
-Aniversario, ah pero que tenga rosas-
-¡Pero las rosas son una declaración de amor muy directa! ¡No, para el primer aniversario! ¡Eso no va!-
Las risas se les escaparon de las manos, y a esas alturas no eran las risas agraciadas y delicadas que a veces grafican en novelas. No, este era el tipo de risas con sonidos nasales nada agraciados, manos golpeando lo que fuera con bocanadas de aire exageradas.
-¿Quién dijo que es el primer aniversario? Este es el cuarto aniversario- logró responderle Tobio, cuando logró controlar su risa y el aire volvió a sus pulmones.
-¿4 años?- le preguntó con un tono muy exagerado Shouyou, con cejas encarnadas de manera muy dramática - ¡¿Y aún no le propones matrimonio?!- le pregunta, antes de volver a entrar a un ataque de risa.
-Eso voy a hacer ahora, Shouyou-
Las risas se detienen en seco.
Manos secando lágrimas de alegría aprietan un delantal a la altura del corazón.
Cejas que se arquean hasta lo imposible.
-¿E-es broma, cierto? Tobio… ¿es una broma?-
Pensamientos azules fijos en el otro, caminando lentamente hasta el macetero y sacar su paquete.
Leña arde descontrolada se fija en aquel bello ramo, tan precioso, tan diverso, tan significativo.
Esta vez la cajita de terciopelo no le pesa en su bolsillo.
Y aquella lesión de hace 6 meses atrás, en su rodilla derecha, no le duele en ese momento.
Los nervios se van, la decisión se instala.
-Hinata Shouyou… ¿Me concederías el honor de estar conmigo para formar un jardín juntos? Mi jardín sin ti no florece, y hace 4 años he estado siguiendo al mismo sol que lo quiero para mí solo. Shouyou, ¿Tu te ca-
-¡SI! ¡POR SUPUESTO QUE SÍ!- no necesita terminar la pregunta, para que llegue su respuesta.
Aunque pasen los años, ellos siempre pueden observar el ramo que los unió para siempre. Preservado, cuidado y colgado en su habitación.
Hiedra francesa para fidelidad matrimonial.
Rosas malvas simbolizando el haber encontrado su alma gemela.
Lirios del valle demostrado su fidelidad.
Tulipanes Blancos demostrando un amor eterno.
.
..
...
Y Girasoles, para indicar que sólo tenían ojos para el otro.
Girasoles para indicar que el otro era su sol.
Un sol por el que siempre se girarán ante él.
~The End~
¡Muchas gracias a todos, los amo girasoles! Ahora si, de manera definitiva "Where flowers bloom, so does hope" llega a su fin. Gracias por el apoyo durante estos largos meses, una historia que hoy cumple un año desde que escribí el "boceto" de dónde surgió todo eso. Realemente, gracias, thank you a todos.
¡Hasta luego a todos!
-Minka