FT y sus personajes son propiedad de Hiro Mashima.

[N/A]: Lamentamos mucho en tardar en actualizar este fanfic, no tenemos mucha excusa solo flojera, falta de imaginación y parciales...un putazo de parciales :v, bueno también lamentamos que este capítulo no sea tan largo como el anterior, pero lo que queríamos era actualizar ;), sin más los dejamos con la lectura y esperamos sus sensuales y hermosos reviews ;3


.

Pleasuring

.

.

Una peliazul estaba caminando por la senda peatonal cerca de su casa. En las catacumbas de sus pensamientos y recuerdos, trataba de buscar una forma de decirle a su mejor amiga y compañera de gastos, Meredy, que ella había conseguido trabajo como actriz porno. Lo peor de todo es que fue obligado aceptarlo ¿cómo se dice eso? Hay que tener mucho carácter para no salir corriendo avergonzada hacia el baño y encerrarse de por vida allí dentro.

Todo esto que ella sufría ahora mismo era por culpa de una rubia hueca, aun sabiendo esto, Juvia se fio de las palabras de la estúpida Jenny Relight. Esta se había enterado de que ambas no tenían trabajo y no andaban bien económicamente ¿cómo? El chismerío de las universidades va a velocidades increíbles.

Entonces, La Relight le ofreció una entrevista de trabajo, la muy mal parida la había llevado al lugar más perturbado de todos, el mundo del sexo actuado. A la pobre peliazul no la habían dejado con ninguna opción posible, el hombre que la "entrevistó" le dijo que estaba contratada en cuanto le vio los atributos a penas entro por aquella puerta de su oficina. Luego de salir de aquel lugar, se encuentra con un pelinegro. ¿Qué paso con este tipo? Le robo su virginidad, en definitiva ella cedió, pero aun así se la robó. El tal Gray había accedido a mostrarle el lugar sin mucho ánimo, hasta llegar a un cuarto donde se filmaba la gran cantidad de los porno. Ahí fue donde él decidió ver que tan buena actriz era Juvia, que al final no estaba actuando para nada.

Estaba en un dilema ¿Verdad o Falsedad? Esa era la cuestión en mente. Si le decía la verdad a Meredy, se avergonzaría y no podría verle a la cara nunca más, pero, si le mentía, se sentiría muy culpable y no podría mantener una conversación sin pensar como reaccionaria si lo descubre. ¿Si la mandaba al carajo y se burlaba de ella yéndose con las trabajadoras sociales de la universidad? No, Juvia no quería saber nada de eso.

Confiaba en Meredy, sabía que ella no era así.

Se plantó frente a la puerta de su vivienda, suspiró con un toque de sufrimiento. La casa era agradable a la vista, tenía un hermoso parque verde al frente, no era la gran cosa, pero era cómoda para dos personas. Abrió la puerta principal, mirando al suelo se sacó los zapatos, estaba exhausta. Fue hacia la cocina a buscar algo de beber, necesitaba algo fuerte después de lo ocurrido ese mismo día. Sus caderas le habían empezado a doler, ese sujeto llamado Gray fue brusco pero en cuanto supo que ella era virgen cedió a ser amable, aunque después ese sujeto rudo volvió a aparecer cuando ella lo incito con las caderas. Juvia se llevó una de sus manos a la cara mientras se inclinaba para abrir un pequeño refrigerador en el cual guardaban licores. Saco una botella de tequila y abrió entre las repisas sacando un shot en el cual se sirvió de aquel licor.

—Bien hecho Juvia. —Hablaba para sí misma contemplando el líquido de aquel pequeño baso miniatura. —Has conseguido el trabajo de actriz porno, semejante casi al de una puta de burdel…¡Salud! —Ingirió lo del pequeño baso e hizo una pequeña mueca al sentir aquel líquido quemarle la garganta. Muy a pesar de eso le encantaban las sensaciones del tequila raspándole y quemándole la garganta. Dejo el pequeño baso en el fregadero y lo lavo para volverlo a guardar al igual que hizo con el tequila. Si Meredy llegaba y veía el tequila, sabría que algo anduvo mal. —Creo que las putas hacen mejor trabajo que Juvia.

Sin más la joven Lockser se fue deshaciendo de su ropa hasta llegar al baño para depositarla en el cesto de la ropa sucia, al igual que su ropa interior. Fue hacia la tina que había en el baño y abrió ambas llaves para medir la temperatura, dejo la tina llenando y luego fue al botiquín que simulaba ser un espejo, lo abrió y de ahí saco algunas pequeñas sales relajantes para depositarlas en el agua. Antes de volver a la tina cerró el botiquín y se quedó viendo en el espejo contemplando su reflejo. No odiaba tener buen cuerpo, le gustaba mucho, pero había veces en las que las miradas curiosas de los pervertidos la sacaban de quicio, por eso mismo también era demasiado pudorosa. Ignorando aquello se fue a la tina y vertió algunas sales para al final meterse al agua, sería una larga y relajante ducha…al menos lo que restaba del día.

.

.

—¿Sabes qué? Olvídalo, preguntarte sobre eso fue un gran error sesos de carbón. —Respondió molesto el pelinegro mientras encendía otro cigarrillo.

—No es que no entendiera tu pregunta pervertido sin ropa. —Gray se miró a sí mismo y efectivamente, ya no tenía su ropa puesta. —¿Cómo va ser posible que una actriz porno sea virgen?...digo, si tiene un trabajo como esté es obvio que ya no lo es…

—O tal vez porque yo la desvirgue. —Dijo entre dientes apretando el cigarrillo con sus lentes mientras se ponía el pantalón.

—Espera, espera…¿Te acostaste con una virgen? —Le pregunto Natsu de una manera burlona.

Los colores subieron al rostro del pelinegro pero de igual modo trato de verse normal…o al menos tranquilo.

—Sí ella estaba en el set, siendo recién contratada por el rabo verde de Zirconis, ¿Cómo mierdas iba a saber que ella era virgen?

—Bueno en eso tienes razón. —Respondió el pelirosa cruzado de brazos. —¿Y estaba buena la tipa?

—Pues déjame decirte que, para ser virgen tiene muy buen cuerpo, y que a pesar de que fui el primero en desvirgarla, no lo hacía nada mal.

—Ya te están gustando las vírgenes ¿Eh?

—¿Quién sabe? —Respondió Gray alzando ambas cejas. —Pero esa tipa si se sabe mover.

—¿Natural u Operada?, ¿Senos grandes? ¿Buen culo?

¡Por dios! ¿Qué Natsu no tenía otro tipo de preguntas?, Con cada pregunta de su amigo y rival pelirosa no hacía más que tener escenas muy vividas de su sesión de sexo con la nueva virgen.

—Natural. —Respondió sin mucho afán muy a pesar de que el pantalón comenzaba a apretarle de nuevo. —Sí, sí tiene senos grandes y muy buen culo ¡Carajo Natsu deja de preguntar eso!

—¿Qué?, solo quiero informarme ¿Quién dice que Zirconis no quiere que me la tire mañana o pasado mañana para una grabación?

—¿Estás loco? Juvia es nueva, no creo que le toque grabar contigo aún. —Respondió arrastrando un poco las palabras. ¿Por qué Natsu tenía que decir que se iba a tirar a Juvia?, ¿Tenía pensado hacerlo?, bueno ellos fuera del set tenían prohibido tirarse a las mismas mujeres que no fuesen actrices porno pero…¿¡Porque mierdas pensaba en eso!?

—Tienes razón…uhmm tal vez le toque con Rufus o alguno otro diferente. —Añadió Natsu sobándose la barbilla.

—Tal vez no.

—Gray ¿Qué carajos te pasa?

—Nada…Ya me voy, Silver no deja de joder. —Decidió zanjar el tema de "la nueva", ni él mismo sabía porque se ponía así. Además de cierto modo lo que dijo era verdad, Silver tenía ya rato llamándole al teléfono y no lo atendía.

—Cómo quieras. —Respondió Natsu mirándolo con suspicacia.

Mientras poco a poco el pelinegro se iba alejando del pelirosado a la par que se subía al auto, se colocó el cinturón de seguridad, encendió el coche y reviso las llamadas y mensajes que tenía esperando a que el coche calentara un poco.

—Gray, ¿Dónde diablos te encuentras? Está noche te necesitamos en casa, Ur llega hoy para quedarse con nosotros…por favor solo no tardes.

Era un mensaje de voz de Silver. Gray suspiró, prendió el aire acondicionado en lo más frío y puso algo de Papa Roach, puso en marcha el coche y soltó otro suspiro. No le molestaba en absoluto que Ur se quedará con ellos, pero eso solo le traería algunos malos recuerdos.

—Será una larga tarde y noche.

.

.

.

Por otro lado Juvia sentía cada uno de sus músculos relajarse al sentir la sensación tibia y deliciosa que le brindaba aquel baño. Tenía más de la hora solo remojando su cuerpo, también era hora de que Meredy no llegaba, tal vez ella había conseguido un buen trabajo o simplemente se había quedado en algún parque cercano pensando como otras veces lo hacían las dos. Ya había lavado su cabello y ahora solo le quedaba lavar su cuerpo. Tomo la pequeña esponja celeste y comenzó a enjabonar cada parte de ella. Se removió un poco para lavar sus piernas pero una pulsación de dolor en la cadera la hizo recargarse en la bañera echando la cabeza para atrás.

—Me duelen las caderas…—Instintivamente se llevó las manos a la cadera para sobarla con el agua tibia. —¿Cuánto durarán doliéndome?

Un escalofrío le recorrió todo el cuerpo, no era un escalofrío desagradable…fue como un cosquilleo que sintió por todo su ser. Instintivamente se inclinó un poco más debajo de la tina de forma en que sus pechos fueron cubiertos por el agua y espuma, recargo su cabeza en la orilla de la tina y llevo una de sus manos por debajo del agua buscando con exactitud su zona intima hasta que sus dedos rozaron a su clítoris. Soltó un jadeo al sentir su mismo roce, algunas veces atrás se había masturbado, pero no era consecutivamente y lo hacía cada que se sentía frustrada o estresada. Froto con más rapidez su botón rosado, dándole pequeños y lentos movimientos circulares que poco a poco cambiaban de arriba para abajo. Las imágenes de esa misma tarde donde Gray la había tomado no dejaban de aparecer en su mente, nunca espero que su virginidad fuese arrebatada en un set de producciones pornográficas, pero no negaría que había sido fabulosa la forma en la que él pelinegro le propinaba placer. Otro jadeo salió de sus labios al pensar en que sus manos eran las del pelinegro dándole placer. La temperatura de su cuerpo estaba comenzando a subir y su respiración se aceleró un poco con los movimientos de sus dedos sobre su clítoris. La peliazul soltaba gemidos bajos con medida de que su placer iba aumentando a tal grado de que ya había sentido su pre-orgasmo, deslizo su dedo medio y anular hacía su orificio vaginal y los introdujo sintiendo como estos se llenaban de sus fluidos que se mezclaban con la agua. Jadeos, gemidos y la respiración alterada de la pelizul inundaban el baño con el placer que se brindaba así misma. Metía y sacaba sus dedos con rapidez mientras estimulaba a su clítoris con su dedo índice y pulgar. Las imágenes del pelinegro dándole placer se habían vuelto mucho más realistas, por lo que imaginaba que era Gray quien la masturbaba. Dio un gemido más fuerte a los anteriores que resonó en el baño, al igual que sintió a su cuerpo convulsionarse y sacudió sus caderas por debajo del agua al sentir por completo su orgasmo. Su pecho subía y baja por su reciente liberación.

¿¡Pero que acabo de hacer!?

Se gritó internamente llevándose las manos a la cara. Se había masturbado pensando en que era Gray.

—¡Oh dios! —Grito frustrada, junto sus piernas a la altura de su pecho y apoyo sus brazos en las rodillas hundiendo su cara en el hueco que dejaban sus brazos. —¿Por qué…?

.

.

.

Era un poco más de las 18:00PM y Gray recién había llegado a su casa. Había dejado aparcado el carro en la acera de afuera y se adentró a la casa, pasando por el jardín e ignorando a los gatitos que invadían el jardín desde hace tiempo, ¿Qué la mamá gata no se cansaba de coger y tener tantas crías cada tres meses? ¡Dios esa gata era demasiado fértil! Ignorando de nuevo a los gatos al fin había entrado a su casa. Se aflojo los botones de la camisa que llevaba, se arremango las mangas hasta los codos y por último se desfajo dejando las llaves de su coche en la mesita de estar de la sala. Las voces y los ruidos que provenían del comedor le indicaban que había visitas. Sin muchas ganas rodo los ojos y se acercó al comedor.

—Gray, llegaste antes. —Se hizo presente la voz de Silver.

—Vaya, el negrito llego al final.

—Cierra la boca Lyon. —Respondió de mala gana al peliblanco lanzándole cualquier cosa que encontrará cerca de la mesa. —No tenía nada mejor que hacer. —Respondió sin muchas ganas a lo que su padre le había llamado.

El golpe que Gray recibió en la cabeza no lo había visto venir. Podría jurar que de no ser que logró zafarse un poco al caer con una de los taburetes de la barra de la cocina, habría quedado noqueado. Gray gruñó por lo bajo y soltó un par de maldiciones. Solo había una persona que lograba golpearlo más fuerte que Erza o Natsu.

—¿¡Es que siempre tienes que ser tan grosero!?

—Ur. —Nombro en modo de saludo a la mujer de cabellos cortos que lo había golpeado. —Siempre tan afectuosa.

—Sabes que te lo merecías. —Añadió Lyon con burla mientras le lanzaba una caja de tupper que le había sido lanzada por Gray.

—Tú cállate imbécil.

—¿Quieres pelear, eh?

Y allí estaban de nuevo Gray y Lyon con ambas frentes pegadas y lanzando rayos por los ojos. Silver rio, a veces su hijo y su sobrino podrían volver a ser los mismos niños que eran hace tanto tiempo, Ur colocó sus brazos en jarras y suspiro con pesadez. Definitivamente a pesar de que los años pasaran Gray y Lyon seguían siendo los mismos y no le quedo más que echarse a reír la pelinegra de cabellos cortos al ver como sus sobrinos se empezaban a pellizcar las caras.

—¿¡Es que ustedes nunca van a comportarse!? —Se hizo presente una voz de una chica similar a la de Ur, aunque un poco más juvenil. Se metió de mala gana entre el pelinegro y el peliblanco para separarlos de un solo empujón.

Gray y Lyon sudaron frío pero sabían disimular.

—Ultear. —Dijeron ambos simulando normalidad.

La verdad estaban nerviosos. Según los argumentos de Gray y Lyon, Ultear podía ser más aterradora que la amiga pelirroja de Gray. Así que lo mejor era hacerla enojar lo menos posible.

—A todo esto. —Tomo la palabra Lyon. —¿No se supone que llegarían más tarde?

—Bueno, resulta que a la primera a mamá se le dio por contratar a la primera persona que fue a la cita de empleos en la perfumería.

—La chica se ve que es buena persona, y por lo visto necesitaba con urgencia el trabajo. —Ur hizo una pequeña pausa. —Además tú misma la viste, se me hace poco común ver que una chica de su edad buscara trabajo.

—Bueno pues sí. —Fue lo único que respondió Ultear con las manos en la cadera. —Lyon o Gray, cualquiera de los dos. —Su tono mandón y lleno de autoridad provocó que ambos dieran un respingo mínimo. —Necesito que mañana por favor uno de ustedes vaya a la perfumería, mi mamá cree que sería bueno que se viese que una presencia varonil en el local. —Se contuvo a no reír cuando dijo la palabra "varonil".

—¿Y porque no vas tú? —Cuestiono Gray de mala gana.

—Tengo que hacer papeleos para lo del último año de universidad con todo el cambio repentino y eso más las residencias no podré, así que sean buenos primos y ayuden a su tía.

El tono de voz tan gélido que uso les hizo tragar saliva y solo asintieron. Por otro lado Ur y Silver solamente se dedicaban a reírse, era como si sus hijos volviesen a ser los mismos niños pequeños que huían de Ultear cuando se enteraba de que eran ellos quienes arrancaban las cabezas de sus muñecas.

.

.

.

Cuando Juvia había salido de su baño fue y se cambió a algo más cómodo tratando de alejar todo pensamiento de lo que había pasado en el baño, o con mayor razón olvidar de que pensaba en Gray cuando se daba placer. Colocó una vasija con agua para hervir y fue a buscar algo de pasta en la alacena junto a algún puré de tomate o aderezo Alfredo. Una vez que el agua había hervido hecho un diente de ajo, algo de sal y al final colocó la pasta para que esta se cociera. Se sentó en uno de los taburetes que tenían en la cocina y se quedó esperando mirando las manecillas del reloj moverse. El sonido de la puerta cerrarse llamo su atención, lo cual significaba que Meredy estaba en casa.

—Hey Med.

—¡Juvia! —Saludo enérgicamente la pelirosa mientras se acercaba a la peliazul dándole un abrazo.

—¿Paso algo bueno?

—¡Conseguí trabajo! —Grito muy animada. —¿¡Puedes creerlo!?

—¿¡Enserio!? ¡Eso es genial Meredy! —La verdad se había sorprendido pero estaba feliz por Meredy. —¿Quieres celebrarlo?

—Estoy muy emocionada y nerviosa, mañana mismo empiezo. —Respondió la pelirosa con la voz temblorosa por la emoción y nervios.

—¿Dónde has conseguido el empleo?

—Pues, después de mucho rato sin éxito buscando trabajo y haciendo entrevistas, me había quedado en un parque, y como mensaje divino al frente había un local en el cual creo que es nuevo y necesitaban personal, me acerque y fui a buscar a la persona que dejo el anuncio, y la señora fue demasiado amable me dio el trabajo muy rápido…pensé en que no me lo daría. ¿Qué hay de ti Juvia?

—¿Yo?...eh…—Juvia empezó a balbucear bobamente. ¿Qué iba hacer? "¡Hey Med caí en una trampa de Jenny y ahora haré videos porno!" Tenía que improvisar algo o Meredy sabría que algo andaba mal. —Pues, fui a varios lugares y me citaron para unas entrevistas mañana, así que es posible que mañana me quede con algún trabajo.

—Que genial Juvia, me alegro mucho por ti. —Meredy era como la hermana menor de Juvia, no habían empezado del todo bien pero al final se habían vuelto las mejores amigas. La pelirosa se acercó al pequeño refrigerador y saco una botella helada de vino tinto. —Si cenaremos pasta, creo que lo mínimo que merecemos es un poco de vino. —Sonrió.

—Claro. —Rio Juvia.

En cuanto estuvo la pasta ambas cenaron y brindaron con sus copas de vino. Después de un rato se fueron a ver televisión hasta que llegó la hora de dormir y cada una se fue a su cuarto. Meredy tomo un baño antes y como Juvia ya había tomado uno fue directo a su cuarto y se desplomo en su cama. Cuanto extraño su cama en todo el día, se hundió entre las almohadas y se enredó entre la sabana, hacía demasiada calor como para usar el cobertor. Su teléfono vibro y lo tomo rápidamente para ver que era la notificación.

—Un mensaje de texto… —Sin pensarlo desbloqueo el teléfono y abrió el mensaje.

Mañana preséntate en el set a las 10:00AM, necesitas conocer

A la persona con la cual harás tu primer video, espero seas puntual,

No creas que me he olvidado de nuestro trato, puedes usar cualquier disfraz

Lo que desees, solo se puntal ¿Entendido?

Claramente leyó ese mensaje con la voz del que lo mando. Ese vejete de Zirconis…Juvia se volvió a hundir entre sus almohadas.

—Mañana será un largo día.

A la mañana siguiente cuando la peliazul se levantó se dio cuenta de que Meredy ya no estaba y solo había una nota en el refrigerador deseándole suerte. Almorzó un cereal con yogurt y salió lo más pronto que pudo de la casa asegurándose de cerrar con candado. Camino un par de cuadras hasta que llego a la estación del metro y agradeció mentalmente de que vivieran en la zona del centro. Tomo su metro y se dedicó a ir escuchando música de su celular mientras esperaba su parada. Cuando bajo del metro lo único que maldijo era que a esas horas de la mañana siempre había bastante gente, tal vez llegaría justo a tiempo y no tendría espacio para mentalizarse. Con las pocas ganas del mundo llego hasta ese viejo edificio y renovado por dentro. Se sentía incomoda con todas las miradas de las mujerzuelas que habían allí que la miraban de arriba abajo.

Les dices mujerzuelas y Juvia es a lo que se está rebajando.

Pensó para sí misma agachando la cabeza. Escucho bullicio en cierta parte del edificio. Se acercó más y diviso a Cana, bueno al menos con ella podía hablar bien. Pero sus nervios subieron de nivel al ver que había más personas o mejor dicho hombres y el viejo rabo verde de Zirconis con un puro en la boca mientras soltaba una sonora carcajada.

—¡Juvia! —Grito el viejo con el puro en la mano. —¡Ven acércate quiero presentarte a alguien!

—¿Eh? —Confundida y con los nervios a flor de piel se aceró a donde estaba Zirconis. —¿Qué sucede? —Trato de sonar normal.

—Mira, quiero presentarte a Sting Eucliffe. —Respondió señalando a un joven de cuerpo corpulento, guapo, ojos azules de cabello rubio y rebelde. —Sting también es nuevo aquí, bueno tiene un mes que entro pero creo que sería mejor que empezaras a trabajar con él, creo que ambos se llevarían bien.

El chico rubio sonrió galante al momento de ver a la peliazul, sin duda era una de las más guapas o de cara bonita que había visto en ese lugar. Juvia trago hondo, ¿Tendría que acostarse con ese chico rubio?, bueno no es que no fuera guapo, la verdad es que si era guapo…y sexy, muy sexy y ardiente con su boba sonrisa de galán de series de Mtv.

—Mucho gusto…—Dijo en voz baja y extendiendo su mano al rubio. —Juvia Lockser.

—Puedes llamarme solo Sting. —Dijo galante tomando la mano de la chica y dándole un beso en el dorso. —Podemos empezar cuando gustes.

—Bueno, en lo que se ponen de acuerdo Juvia, en el cuarto que estarán hay cosas que creo que pueden serte útiles, solo no tarden en empezar que las cámaras hacen su trabajo solas.

—Eh…yo…Juvia…ella…yo…

—Juvia, eres una guapura de mujer, no me perdería por nada del mundo estar contigo. —Le susurró al oído Sting mientras la abrazaba por los hombros.

Juvia tembló levemente y palideció más de lo que su piel ya era al sentir el aliento de Sting cerca de ella, muy cerca.

—Creo que ella no quiere hacer nada contigo rubiecito.

Se hizo presente una voz algo arrogante y fría. Todos se giraron para ver al propietario de aquellas palabras. Algunas de las mujeres suspiraron y silbaron, Sting solo frunció el entrecejo y las pálidas mejillas de Juvia se coloraron de un rojo muy fuerte al ver que quien había hablado era Gray.

—¿Tú que crees saber de eso? —Respondió de mala manera Sting a su agresor de ojos grises.

—Más de lo que tú crees saber. —Dijo con arrogancia. —No creo que la señorita…quiera tener algo que grabar contigo hoy.

—Eso ya quedo decidido y yo me estreno a la nueva hoy. —Añadió Sting señalándose a sí mismo con el pulgar. —¿Cierto Juvia?

—Eh…esto yo…bueno y-…

—Nosotros quedamos ayer de que hoy grabaría con ella.

Gray se golpeó internamente, ¿Porque dijo eso? Sabía que no era verdad aquello, pero la mirada de nerviosismo que tenía la peliazul le hizo decir lo primero que le pasara por la mente. O era que tal vez se sentía culpable por lo de ayer de haber arrebatado su virginidad como un completo imbécil.

—¿Qué está pasando aquí? —Cuestiono Zirconis.

—Pues, de que aquí la reina "let it go" dijo que él ya había quedado con la nueva de hacer hoy una grabación. —Añadió Sting cruzado de brazos.

—¿Es cierto eso? —Cuestiono el viejo mirando a Gray y Juvia los cuales no respondían nada y solo se miraban entre sí. —Gray…Juvia, les acabo de hacer una pregunta y quiero que me respondan, ¿Es verdad lo que dijo Sting?

Pero no hubo una respuesta rápida.

.

To be continued...


OniWatCha.