Hola! Como lograron convencerme... ¡Aquí esta! Mi versión de la segunda temporada de Demashitaa! Powerpuff Girls Z X3
Espero les guste XD
-Demashitaa! Powerpuff Girls Z no me pertenece, solo la historia
ADVERTENCIA: Cualquier parecido a sus ideas o historias es pura coincidencia todo esta sacado de mi mente XD
Ahora sí!
¡Qué alegría tenían! ¡Sus poderes no se habían ido! Y que mejor manera de festejarlo que dándoles una paliza a unos mocosos. Pero mientras eso pasaba, en el laboratorio, un perrito se acercó más a la pantalla donde estaban las chicas cargando a unos chicos, olfatea un par de veces.
– ¿Qué pasa Peach? –pregunto Ken.
–Detecto rayos Z –señalando con la pata la pantalla.
–Pues claro, están las chicas y los villanos –dijo Ken.
–No, pero estos son raros...–advirtió Peach olfateando.
– ¿En serio? –Mira al Profesor– ¿Tú qué opinas, papa? ¿Qué crees que sea?
–Pues no lo sé, Ken –dijo con una mano en la barbilla- ¿de dónde provienen Peach? –pregunta mirando el robot canino.
–De ellos- posa su vista en los chicos.
–Sera mejor traerlos para estar seguros- mira a su hijo este asiente y mira la pantalla– Chicas, traigan a esos muchachos.
– ¿A estos inútiles? –pregunto Buttercup.
-–Así parece –dijo Blossom.
– ¡Suéltenos! ¡Niñas piojosas! –grito el pelirrojo, que cargaba la ojírosa.
–Lo siento, pero ordenes son ordenes –dijo con maldad, antes de que las tres se lleven a los RRB al laboratorio.
-¡Mis niños!- lloriqueo Mojo. (A: LOL XD)
Los tres estaban atados a las sillas, mientras forcejeaban para escaparse, claramente molestos.
–Hay los tienes Profesor –dijo Bubbles con sus manos entrelazados atrás de su espalda.
–Aun no entiendo para que los trajimos –comento Buttercup, la ojírosa se encoje de hombros.
Se abre la puerta y entra Peach corriendo, se sube a las piernas del Rowdy rojo y lo comienza a olfatear.
– ¡Quítenme a este saco de pulgas! –dijo moviéndose, intentando sacar la perrito.
– ¡Son ellos!- dijo parándose en dos patas.
– ¿Y quiénes son ellos?- pregunto Ken entrando seguido del Profesor.
–Los SúperMocosos –se burlan las PPGZ.
– ¡No es cierto! –ofendidos miran a sus contrapartes.
En eso un arma aparece frente a ellos –eso que usan para ver la sustancia contenida en sus cuerpos-.
– ¿¡Eh!? ¡Le juro que no hice nada! –Dijo el ojíazul asustado, todos lo miran raro- No me mate...
–Oh... ¿esto? –Dijo el Profesor- tranquilo, que no dolerá –enciende la máquina y unos rayos los rodean, para de hacerlo- mmm... que extraño... Estos rayos son distintos…
– ¿Qué se refiere? –Parpadea un par de veces confundida, Blossom.
–Peach, ¿Qué puedes decirnos?- pregunto, el perrito volvió a subirse arriba de Brick, volviendo a olfatear.
–Bueno, aquí hay... sniff... sniff... jugo de fruta...sniff... sniff... ¿saliva?
¿…?
El ojíazul olfatea al pelirrojo– yo no huelo nada –todos caen de espaldas.
–No podrás, porque solo Peach puede hacerlo –explico Ken con una gotita en la cabeza.
–ah...-soltó el rubio antes de que el robot se subiera y lo comenzara a olfatear.
–Aquí hay... Sniff... sniff...–hace cara de asco– ¿¡cera de oído!?
–Eso explica el cotonete- dijo la ojíazul, mientras el rubio voltea a verla aburrido.
– Y aquí hay... sniff sniff... ¡PUAJ! ¡Queso podrido!- se tapa la nariz- sniff... sniff... huele como la calceta de Buttercup...
–Interesante...-soltó el Profesor antes de acercarse a los tres– Díganme, ¿ustedes fueron creados?
–Y a usted que le importa –soltó Butch desconfiado.
–Sí –sonriendo contesto el rubio, mientras recibía una mirada reprochadora por parte del ojíverde.
– ¿Saben con qué cosas? –volvió a preguntar, se quedan callados.
–Con la sustancia Z –dijo Blossom.
–Y unos vellos de la nariz de Mojo –Bubbles tapo su boca al momento de contestar.
– ¿Algo más? –cae en cuenta de que las chicas habían contestado, voltea a verlas confundido– ¿ustedes como saben eso?
–Pues, recuerdo, cuando se llevaron la sustancia Z, fue Mojo y él nos dijo, aunque aun así, ¿por qué se llevó mi popote flexible? –Blossom respondió por las tres.
– ¿Y porque se llevó mi cotonete?
– ¿Y mi calceta?
– Chicos, por casualidad... ¿ustedes fueron creados con esas cosas? –pregunto nuevamente. Las chicas dejan de pensar para dedicarse a observarlos.
–Si tanto quiere saber, le diré, que sí. ¡Fuimos creados con todo eso y con el ADN de esas súper-apestosas! –confeso cansado el pelirrojo.
– ¿¡En serio!? –preguntaron las tres a la vez sorprendidas.
–Díganme chicas, ¿en serio soy tan fea? –pregunto descarada la azabache.
– ¿¡A que te refieres con eso!? –protesto el ojíverde.
–Cálmense, ahora, quisiera hacerles un par de pruebas –saca una jeringa de una mesa, se tensan, hasta el punto de sudar frio– solo será unas pequeñas muestras- voltea a ver a las chicas- ustedes también.
– ¿Por qué?–su sonrisa burlona desaparece para ver al Profesor extrañadas.
–es algo que quiero saber...–se acerca al pelirrojo con el objeto puntiagudo– tranquilo, será como una picadura de mosquito.
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– ¿Qué encontraste? –pregunto Ken, mirando la pantalla, donde mostraba el ADN de los RRB
–Esto es muy inusual...-–dijo mirando– Parece como si tuvieran sustancia Z negra y blanca.
– ¿Eso es posible?– pregunto él desconcertado.
-Por supuesto, al ser creados el ADN de las chicas junto con los vellos de Mojo crearon una combinación muy extraña –explico
–Pero...–voltea a ver a las chicas, estas estaban jugando a la peluquería con los RRB, (contra su voluntad, cabe aclarar) – si es así. ¿Cómo puede ser que ellos no tengan cinturones?
– ¿Qué quieres decir?
–Digo, que las chicas ya tienen la sustancia Z en la sangre y gracias a los cinturones pueden usarla, pero... ¿Por qué ellos no los tienen? –mira al Profesor.
–Buen punto... tal vez... tal vez la sustancia Z negra de Mojo bloqueo ese detalle –mira a los chicos, una idea cruzo por su mente– Pero si ellos tuvieran...
–Si ellos tuvieran cinturones seguro que destruirían la ciudad fácilmente-Dijo con el ceño fruncido.
–Pero ¿qué tal si no? –Confunde al niño– Los cinturones están hechos con rayos Z blancos, si logramos que la sustancia Z negra, salga de su sistema remplazándola con más sustancia Z blanca…
–Estas diciendo... ¿que ellos podrían ser superhéroes? ¿Eso es posible?- pregunto volviendo a mirarlos.
–No perdemos nada con intentarlo –dijo sonriendo, se acerca a las demás– bien, ya terminamos –las chicas dejan el cabello de los RRB en paz.
– ¿Tan rápido?- pregunto Bubbles desilusionada, mientras sostenía un moño violeta.
El Profesor se queda mirando a los chicos detalladamente– Sí, ya pueden irse– todos lo miran con un signo de interrogación.
– ¿Vas a dejar que nos vallamos?– pregunto Brick confundido.
– Sí, ¿por qué no? –Dijo– Chicas, ¿podrían? –las chicas a duras penas los desataran
Los tres al sentirse libres comenzaron a quitarse todos los moños, hebillas y lo que sea que les hayan puesto en el cabeza, antes de salir disparados del lugar.
–Chicas, necesito sus cinturones –pidió el Profesor, las chicas se des-transforman y se los dan, para acto seguido dirigirse a la sala, cuando el Profesor pide los cinturones siempre es para algo importante– Miyako, espera –la nombrada voltea a verlo extrañada– necesito tu ayuda para un diseño de ropa.
– ¿En serio?– ilusionada, entrelaza sus manos con ojos y sonrisa brillantes.
–Sí, si te dijeran que hagas un atuendo de las PPGZ versión masculina, ¿cómo sería? –la rubia se extrañó un poco con el pedido, miro al techo para luego sonreír e ir por su mochila para sacar papel y lápiz.
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_Unos dias después_
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Miro el papel una vez más antes de posar su vista en el elevador, ya había llegado, la puerta se abrió, mostrando el exterior, un laboratorio subterráneo. Sabía que algún día lo necesitaría para experimentos secretos, miro el lugar completamente impecable, llego al lado de una mesa y tiro todos los papeles, en estos se podían ver diseños de vestuarios y otros de planos de objetos. Fue directo a un cajón y saco unos trajes de las PPG -que él mismo había creado para emergencias- junto a estos estaban las notas de como los había creados.
Ahora se encontraba cortando una tela azul, cosiendo una tela verde y para último acomodando en un maniquí un traje rojo, al lado de la chaqueta había una R en amarillo, sonrió satisfecho. Miro a los otros dos que estaban uno al lado del traje carmesí, dejo cada traje dentro de una capsula, como si fueran a ser exhibidos, miro la hora, aún tenía tiempo para las armas...
– ¿Y el Profesor?– pregunto Momoko mirando a todos lados.
–Dijo que iba a estar ocupado con un experimento– El niño hojeaba un libro- y quiere que no lo molesten.
–Está bien...–respondió por las tres.
Fue muy fácil escoger las armas, después de todo, tenía que ser lo contrario de cada una de las chicas, decoro a cada una de ellas, con total detalle, tenían que parecer realistas... Dejo cada una de las armas en otra capsula pero sin vidrio -era como si flotaran en el aire- miro la hora. Las chicas ya deberían haber llegado de la escuela. Observo los cinturones que estaban en la mesa, tomo el cinturón de la Power rosa y lo examino con cuidado de no romperlo, miro detalladamente y dibujaba el diseño en un papel, pero una que otra diferencia, saco el comunicador y lo abrió, continuando con los dibujos...
– ¿Quieren un poco de pastel?– pregunto la pelirroja con ojos de corazón y con unos platos.
–Claro.- sonrió, Miyako– Espera que termine de hacer este jugo de naranja para acompañar– toma una naranja e intenta ponerla en el exprimidor.
–Oigan, ¿tienen idea de por qué hay una caja llena de cosas? –pregunto Kaoru con una guitarra en mano, señalando una caja con objetos al azar.
–Pensé que eran cosas de Ken- dijo Momoko.
–Chicas... no puedo exprimir esto –intentando pasar la naranja por la ranura del exprimidor.
–Espera, primero la tienes que cor- –intento decir la ojírosa, antes de que la naranja que tenía la rubia, se le resbale de las manos y valla directo a su cara- ¡Aah! –se cubre con los platos, mandándola directo hacia la azabache.
– ¡Hey! –soltó antes de usar la guitarra como bate y lanzar la fruta hacia el otro cuarto, las tres miran el lugar donde se había ido la naranja, escuchan un vidrio romperse.
–Oh oh... –soltaron antes de dejar los objetos que tenían e ir directo hacia el ruido.
Miro el comunicador que había remplazado su color blanco por uno negro, lo abrió, tomo el comunicador blanco e hizo la misma acción, suspiro sonoramente, apretó un botón del aparato negro, la pantalla se prendió y del otro se escuchó el "BEEP" sonrió triunfante, había conseguido que los aparatos estén sincronizados, cerro los dos comunicadores, revelando que en el negro, también había remplazado la P de Power por un R de Rowdy.
Ahora seguía la prueba de fuego, tomo el cinturón, el traje y el arma, metió todo en un caldero, acerco un frasco con sustancia Z.
–es ahora a nunca –dijo antes de invertir el contenido en el caldero, la sustancia se desparramo por todas las cosas que se encontraban dentro de este, brillo como la primera vez que se había creado. El brillo se fue, poco a poco fue mirando el contenido, para encontrarse con el cinturón– ¡Funciono! ¿Funciono? –tomo el cinturón abrió el aparato, al parecer si, presiono el botón, rodeado por un contorno azul, no daba señal, era lógico, ¿no? ni siquiera había creado el cinturón. Había avanzado suficiente, demasiado, por ahora. Se tomaría un descanso.
Subió tranquilo las escaleras, escucho un ruido, olvídense de lo tranquilo, que casi se mata en la escalera de lo rápido que iba. La escena que encontró lo dejo algo confundido, las tres chicas estaban sentadas en el suelo espalda con espalda.
– ¿Ocurrió algo? ¿Están todas bien? –el Profesor, se acerca a verlas.
– ¡Todo está bien! –sonríen nerviosas.
Parpadeo un par de veces desconfiado, da media vuelta hacia la cocina.
Se va... se va... ¡Se fue!
Las tres voltean a ver el hoyo que ahora estaba en la sala.
–Justo tuvimos que darle a ese frasco –la ojíazul suspira, viendo la bolsa llena de vidrios que hace poco habían juntado.
– ¿Cómo arreglamos esto?- pregunto la azabache.
– ¿Tengo cara de saberlo? –Irónica Momoko– Esperen, ¡ya se!, en la escuela, estábamos haciendo un experimento con esa masa que al endurecerse es tan duro como el metal, podríamos usar eso.
– ¡Sí! a mí me sobro un poco, está en mi casillero –dijo la rubia.
–Se olvidan de algo, ¿Cómo vamos a ir a la escuela? ya debe estar-
–El otro curso tenia clases hasta tarde, así que si nos apresuramos llegaremos antes de que se vallan –interrumpió la pelirroja a la de ojos esmeralda, se para y se dirige a la puerta de salida, las dos restantes se miran, antes de seguirla.
– ¡Ya volvemos! –gritaron ante de salir, pero…
Al rato volvió a entrar la rubia.
–Lo mejor sería tapar el agujero –dijo, antes de tirar una sábana arriba del hoyo, le quita unas cuantas arrugas antes de salir nuevamente.
– ¡Rápido Miyako! –Apuro la azabache, mirando la ventana del salón– ¡ya salieron!
-¡Lo encontré!- dijo sonriendo, mostrando la masa cubierta por una envoltura.
–Creo que mejor nos vamos –dijo la ojírosa pensativa, antes de ser arrastrada fuera del salón por la ojíverde.
–Listo –La conserje, metió nuevamente el trapo dentro del balde, para después, irse por el pasillo, al segundo salieron las tres chicas, para luego estamparse contra la pared.
– ¿¡El piso esta resbaloso!?- pregunto Momoko.
–No interesa– dijo la azabache antes de ir directo a la escalera.
– ¡hay hay hay hay!– decía Miyako resbalando, antes de agarrarse del barandal de la escalera.
Corrieron hasta la salida, la pelirroja se detuvo antes de chocar contra la maestra, que se encontraba justo en la salida. Milímetros, suspira tranquila, golpe, casi casi, mira con reproche a la azabache, mientras esta la mira sin entender.
– ¡Cuidado!– grito la ojíazul antes de chocar con las otras dos, logrando un combo. Empujaron a la mujer, esta voltea a verlas molesta, las otras sonrieron nerviosas, antes de salir corriendo del lugar.
_..._
¡Perfecto! Estaban terminados, ahora lo que faltaba hacer era traer a esos chicos. ¿Dónde estarán las chicas?, fue directo a la pantalla para llamarlas.
– ¿Sucede algo Profesor? –pregunto Momoko contestando algo nerviosa, ¿descubrió el agujero?
–Necesito que traigan a esos chicos de vuelta.
– ¿A esos tontos? ¿Para qué? –pregunto la ojíverde.
–Ya verán...-corta la llamada.
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– ¡Corto! ¡Rápido chicas! Busquemos a esos idiotas rápido o si no el Profe-
PUNCH!
– ¡mira por dónde vas! –grito el pelirroja, sobando su cabeza, observando a su contraparte sobre el suelo.
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–Eso fue rápido –Miyako sonríe, mientras las los demás no daban créditos a lo que veían. Era muy extraño que se encuentren por la ciudad.
– ¿Otra vez ustedes? –dijo el ojíverde.
– ¿Tanta mala suerte tenemos?– pregunto el rubio dramático.
–Sí... sí…, vengan con nosotros –la ojírosa toma la mano al pelirrojo, inconscientemente.
– ¡Me está tocando! –grito este, la chica bufo, las otras dos hicieron lo mismo. Por alguna extraña razón no se oponían... Y eso daba miedo...
– ¡Profesor!– llamo la pelirroja.
– ¡Papa! ¡Mira lo que ellas hicieron en la sala! –Aparece el niño por otra puerta.
–Maldición...–susurraron las tres, sus contrapartes voltean a verlas asqueados, aun los sostenían.
Momoko sonrió traviesa, extrañando un poco al pelirrojo, voltea a ver a sus amigas y estas le devuelven la sonrisa.
– ¿Que sucede Ken? –pregunto el Profesor, llegando a la sala.
– ¡Papa!
– ¡Profesor! ¡Profesor! –Gritaron las tres sobresaltando a los chicos- ¡Ken se ha portado mal!- las chicas dan unos pasos adelante.
– ¿¡Que!?– soltó este, desconcertado.
– ¡Derritió el piso de la sala! –dijo Momoko con ojos llorosos. El niño llevo si quijada hasta el suelo.
– ¡Y nosotras quisimos ayudarlo! –sollozo Miyako.
– ¡No es cierto! –se intentó excusar, dijo saltando y sacudiendo sus brazos intentando llamar la atención. Kaoru voltea a verlo sacándole la lengua.
-pero actúa como un niño malcriado y no echa la culpa- dijo con voz "lastimada" antes de comenzar a llorar. Se quedan de espaldas –frente a frente con los cuatro chicos-.
La pelirroja paso sus dedos por su lengua y luego se sobo los ojos y rompe en llanto falso.
La ojíazul se estira la mejilla sacándose unas cuantas. Mientras de fondo se veían a tres chicos completamente confundidos y extrañados.
-¿Qué?...- susurraron al mismo tiempo.
La ojíverde le saca la lengua al azabache. La pelirroja le guiña un ojo al ojírojo. Y Miyako le sonríe traviesa a Boomer.
En shock… Eso es raro…
–Cielos Ken... ¿Otra vez necesitas el amor maternal? –En broma niega con la cabeza, el Profesor.
–Oh... ya veo, así que era eso...–dijo Momoko.
–Tranquilo Ken, ahora haremos un mejor trabajo –dijo la rubia guiñando un ojo.
–Claro que si –dijo la ojírosa comprendiendo.
–ahora tenemos...–mira a la ojíverde, esta comprende.
–Tres papas...–dijo divertida.
–¿¡QUE!? –salen de su estado petrifico.
– ¡Si! Te daremos mucho amor maternal –dijo Miyako
–Y paternal...–dijo la ojíverde
– ¡ESPEREN UN MOMENTO! –grito el pelirrojo, moviendo sus brazos en forma de negación.
–Si... ahora…
–…vas a tener…
–Tres familias nuevas.
Los cuatro tragan en seco (creo que no hace falta mencionar quienes).
–Solo.
–Para.
–Ti.
– ¡QUE HORROR! –retrocede aterrado, chocando con el pelirrojo.
– ¿¡QUE DIJISTE!? –gritaron, asustando a los cuatro.
– ¡Iré a mi cuarto! –dijo, antes de salir corriendo por el pasillo.
El Profesor ríe por la escena que acaba de presenciar–Bien, chicos– los seis voltean a verlo –esto es para ustedes– le da al líder una caja blanca, el con desconfianza quita la tapa revelando los cinturones.
– ¿¡Pero cómo!? –Las tres miran sorprendidas el contenido.
–Replicas –Contesto, devolviendo los cinturones blancos a sus dueñas.
–No, no, nos referimos, que… ¿¡Por qué demonios les da unos cinturones!?– pregunto Kaoru algo histérica.
–Vamos a hacer un trato. –Apareció Peach– Si los chicos protegen Nueva Saltadilla, les daremos una vivienda, alimento, salud y demás. Pero si no quieren, no tendrán cinturones.
Los tres miraron los cinturones que tenían en sus manos, realmente los querían, si estaban en lo cierto podrían hacer lo mismo que las apestosas, se miraron entre ellos y sonrieron.
–Me temo que tendrá que mejorar su oferta –dijo Brick.
–Supuse que dirían eso –dijo el perro mecánico- así que, las chicas los harán cambiar de parecer.
– ¿Que nosotras que? –preguntaron confundidas.
El Profesor se va, el robot canino las mira– Ya saben~ Como la otra vez~ –ya entendieron, se acercaron a sus contrapartes, estos las miran extrañados.
–Esto será muy sencillo –la pelirroja acercándose peligrosamente al ojírojo, tensándolo en el progreso.
-Seremos muy rápidas, ¿verdad? –dijo la ojíverde haciendo lo mismo que la líder.
–Si~ será muy divertido-Miyako repitió la misma acción.
– ¡E-esperen! –dijeron al mismo tiempo, aterrados.
Tarde, las tres besaron la mejilla de su contraparte, logrando que sientan "algo extraño" además de vergüenza...
– ¿Si aceptan?- pregunto la ojírosa.
– ¡Cl-claro que no!- respondió el pelirrojo.
–Bien, chicas, más cariño entonces…–divertida, agarra el brazo del joven acercándolo mas a ella.
-–Ji ji ji ji ji, que bueno que tengo labial –canturreo la rubia, acercando sus labios a los del ojíazul.
–No seas cobarde, es solo un beso –dijo la ojíverde repitiendo la misma acción.
-no te alejes ¿sí? –pidió la ojírosa, repitiendo la misma acción que su amiga de ojos azules.
4 cm...3 cm...2 cm... 1 cm...
– ¡Lo haremos! –dijeron al mismo tiempo. Desviaron sus rostros con un pequeño rubor.
Las chicas suspiraron, mezclando su aliento con el de ellos, se alejaron, devolviéndoles su espacio personal.
–Se tardaron- dijo la azabache.
–Muy bien. –El Profesor entra al cuarto– Escuche su grito desde el otro cuarto –las chicas ríen a lo bajo– Chicos, a partir de ahora, vivirán aquí y las chicas les enseñaran todas las reglas del laboratorio, además de dar clases para controlar sus poderes.
– ¿¡Por qué!? –gritaron los seis.
–Oh vamos... no es para tanto, además... Ahora, son un equipo –sale del cuarto.
Recalculando…
Se miran entre ellos.
– ¿Somos un equipo?- preguntaron al mismo tiempo, mirándose entre ellos.
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Espero les guste! Siendo honesta me gustó mucho, los últimos diálogos XD ¿a ti también te gusto? -Por eso lo marque en negrita- X3X3
Dejen REVIEWS!
Los leo Luego!
Bye!
Es todo!
Los leo Luego!
Bye!