Disclaimer:

Los personajes pertenecen a S. Meyer, pero si me regala a Emmet no me quejo, y la historia tampoco es mía solo la adapto por diversión. No se olviden comentar.

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Epílogo

— ¿Quién quiere limonada? —preguntó Bella con una mano en la jarra y la otra en su agitado vientre.

A juzgar por las patadas, su bebé iba a ser un fanático del fútbol.

— ¡Yo! —gritó Anthony sentándose en la mesa del jardín.

— ¡Yo también! —exclamó Jacob tratando de gritar más fuerte que su hermanastro.

Aunque ya había pasado un año desde que Edward y ella hicieron oficial su relación con una romántica boda en el patio, su hijo mayor y Anthony seguían luchando por ver quién iba a ser el rey. Sin embargo, la mayoría de las veces se llevaban de maravilla, algo que Bella agradecía.

—Seth, ¿tú quieres un poco? —le preguntó Bella tras llenar los vasos de los otros dos niños.

—No, gracias.

— ¿Te encuentras bien? —le preguntó Edward mientras servía ensalada de patatas en los platos de los niños.

Sus padres estaban al otro lado del jardín hablando con su hermano y con Kate frente al estanque nuevo. En sus ratos libres, Edward había transformado el patio de atrás de Bella en un lugar idílico. Kate les había sorprendido a todos manteniéndose fiel a su promesa de estar cerca de Anthony. Se había mudado a la casa que antaño compartió con Edward y ahora se quedaba con Anthony casi todos los fines de semana. Durante la semana trabajaba duro en el despacho de abogados que había abierto en el pueblo. Carlisle había ido ablandándose hasta el punto de que ahora le preguntaba a Bella su opinión sobre las obras de su empresa.

Seth se encogió de hombros.

— ¿Qué pasa? —preguntó Bella.

—Ellos dos siempre están juntos y ya nadie juega conmigo —dijo señalando hacia Jacob y Anthony.

—Cariño —le susurró Bella sentándose a su lado en el banco—, claro que juegan contigo. Además, cuando nazca tu hermanita puedes ser su mejor amigo.

—Pero no será lo mismo.

—Ya lo sé, cariño, pero ¿no crees que va a necesitar un amigo íntimo y un hermano mayor?

—Supongo que sí —murmuró el niño con la barbilla apoyada en el pecho.

—Pobrecillo —le dijo Edward a Bella cuando se sentaron juntos en la barbacoa—. ¿Crees que deberíamos dejarle que invitara a algún amigo de clase?

Bella le dio un beso a su marido.

—Me alegro de haberme casado con alguien tan inteligente. Llamaré a Billy, que vive al final de la calle.

—Vamos, Nosy —le dijo Seth al perro de la familia, que había pasado de ser un cachorro para convertirse en un alce en miniatura—. Tú eres el único que me quiere.

Bella y Edward intercambiaron una mirada.

Él le tomó la mano un instante y entrelazó los dedos con los suyos para recordarle con un leve contacto que ya no estaba sola en aquella última crisis infantil, sino que formaban un equipo. Un equipo loco, feliz y maravilloso del que le encantaba formar parte.

—Te quiero —dijo Edward.

—Yo también te quiero —aseguró Bella.

Y así era. Dios, cuánto le quería.

Fin

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Bueno hasta aquí llegamos. Espero que n quieran matarme porque Edward espero hasta el último capítulo para quedarse con Bella.

Por el momento les quiero desear unas felices fiestas y que el año próximo le traiga muchas bendiciones.

Les invito a pasar por el OS El Secreto de Grey aquí le dejo la reseña

Todos conocen a Christian Grey: exitoso empresario, filántropo, controlador y un rey del sexo. Lo que nadie conoce, es que el Gran Christian Grey tiene un secreto que ha cargado por casi 15 años. ¿Tendrá el valor para revelarlo o lo mantendrá oculto junto a sus 50 sombras?

Les quería contar que estaré un tiempo fuera de fanfiction por dos razones: La Primera para celebrar mi cumple que será ahora en enero y la segunda para poder trabajar un poco en mis propias historias. Quien sabe, tal vez la próxima historia que lean sea escrita 100% por mí.

Los quiero

Christianna

Historia Original:

Tres niños y un bebé

Laura Marie Altom