Disclaimer: Todos los personajes pertenecen a Stephenie Meyer.

TOCANDO FONDO

PRÓLOGO

Nunca olvidaré esa escena.

En cuanto entramos en la habitación lo vimos.

El chico, de unos veintipocos estaba tumbado sobre la moqueta mugrienta, manchada por sus propios fluidos.

Su cuerpo desnudo cubierto apenas por unos bóxer negros.

Estaba muy delgado, sus brazos y piernas mostraban moretones y cientos de picadas rojas.

La chica, quien parecía no tener siquiera veinte años, estaba acurrucada junto a él.

Su brazo rodeando el torso desnudo del chico, y su cabeza recostada en el pecho.

En otros tiempos debió haber sido hermosa, pero en ese momento estaba consumida. Pálida, delgada, con una larga cabellera castaña y unos enormes ojos color chocolate.

Los ojos rojos por el llanto, las drogas o quizás la combinación de ambos.

Ojeras azuladas los subrayaban.

—¿Bella? —le llamé con suavidad al entrar a la habitación —¿Eres Bella? —dije arrodillándome junto a ella a la vez que con mis dedos apretaba el cuello del chico en busca de una, aunque fuese pequeña, señal de vida.

Nada. El chico estaba muerto.

—Bella, pequeña —susurré acariciando la mano helada que reposaba sobre el cuerpo inerte.

No me miró, ni tan solo hizo una señal de reconocimiento.

Su apenas notorio respirar eran lo que me aseguraba que estaba viva, pero no podía saber si estaba herida o simplemente en shock.

—¿Está muerto, jefe? —preguntó Whiterdale entrando tras de mí. Asentí sin decir las palabras —¿Es la chica que llamó a emergencias?

—Creo que sí —susurré antes de volverme hacia ella —¿Bella? ¿Estás bien?

Impotente ante su silencio, así su mano intentando separarla del cuerpo del joven, pero ella se aferró fuertemente a él y soltó un grito desgarrador que abrió las puertas a su llanto.

Los paramédicos llegaron a la puerta junto a Whiterdale.

—El tipo está muerto —les dijo con frialdad —La chica creo que solo drogada o en shock.

Los médicos esquivaron al oficial para entrar.

—Bella, —volví a llamarla —Los médicos están aquí. Tienen que llevarse a tu hermano —susurré y su llanto se incrementó apretándose contra el chico.

—No, Seth —gritó —No puedes hacerme esto, no puedes marcharte. ¿Qué coño voy a hacer ahora? Maldito seas, Seth —gritaba desgarradora.

—Bella —le llamé intentando separarla del chico pero se retorcía furiosa contra mí como una gata salvaje —Sedadla —ordené a los médicos que nos observaban pasmados.

Reaccionaron a mi grito y en unos instantes la joven se calmó entre mis brazos para caer desmadejada momentos después.

Esa fue la primera vez que tuve entre mis brazos el cuerpo pequeño y frágil de Bella Swan.


Aquí vengo con una historia nueva y completamente diferente a todo lo que he escrito hasta ahora.

A fin de que podáis dejar de leerla quienes creáis que os podríais sentir violentados, aviso que, habrá sexo con terceros y cuartos, y en situaciones tal vez más duras que lo deseado. Se tocarán temas como drogas y sexo y sus consecuencias, básicamente, pero tal vez alguien pueda ver afectada su sensibilidad. Es una historia con momentos un poco duros, respecto a lo que yo he escrito hasta ahora.

No será la típica historia de amor entre Edward y Bella.

La historia será escrita desde los diferentes enfoques, de Bella y de Edward. Los capítulos no serán muy largos pero intentaré publicar a menudo.

De momento, como este prólogo es cortito, el jueves subiré el primer capítulo.

Espero que le den una oportunidad y ojalá les guste la historia.

Siempre pueden visitar el grupo de Facebook: Las Sex Tensas de Kiki, donde nos reuniremos para comentar y compartir esta y mis otras historias.

Besitos y gracias por leerme.

Gracias a Eli Val por la genial portada que me hizo para el fic.