Irregularidades

"Abrazaré a la Luna como mi protectora nocturna, aquella que iluminará mi camino en la oscuridad de la noche" -La Elegida de la Luna había repetido esas palabras casi todo el tiempo, el increíble vacío que sentía en ese momento era hasta incluso doloroso "Maldición...Leona..." -Susurraba, ahora el dejar de pensar en la Solari era casi imposible, algo en ella quería remendarlo, quería arreglar todo el mal que le había hecho a la Elegida del Sol, no solo porque la amaba, sino porque que quería desaparecer ese estúpido sentimiento de culpa.

Había escuchado varios estruendos de las ramas del bosque, pero Diana no se inmutó, seguía recostada en el frío pasto, no le importaba quién estuviese ahí, de hecho, últimamente no le interesaba nada más que su asunto con Leona. "Lárguense..." -Sólo susurro levemente, para su sorpresa era alguien que no estaba dispuesta aún siquiera el mirarla.

La sombra de esa persona salió a flote del lugar, dando a notar su imponente presencia. "¡Di-a-na!" -Mencionaba con una voz furiosa.

Un choque eléctrico recorrió todo el cuerpo de la Lunari, se levantó mirando a la gran Solari. "Leona ¡Por la Diosa! ¡¿Qué está-?!" -Interrumpida, la Elegida del Sol se le había abalanzado, tomándola por la garganta con fuerza "¡DI-A-NAAAAA!" -Gritó invocando su espada del Cenit a punto de atacar a la Lunari.

"¡Aggh!" -Reaccionaba invocando su Khopesh y cubriéndose del ataque de la Solari "¡¿Leona, que haces?!" -Apenas logro decir, sentía la enorme fuerza de Leona apretando su cuello y a la vez quemándola "¿¡Qué le pasa?!" -Pensó asustada, jamás había visto así a Solari que se encontraba envuelta en llamas al igual que sus ardientes ojos.

"¡CÁLLATE! -Nuevamente gritó con furia arrojando a Diana contra un árbol.

"¡Aaag!" -Gritó, había sido tan fuerte el impulso de la Solari que la Elegida de la Luna dolida quedó tendida unos segundos en el suelo, trataba de levantarse pero se tambaleaba. La Solari se acercaba a ella, la miró y levantó su arma en su contra.

"¡Realmente va a matarme! ¡Realmente va a hacerlo!" -Pensaba tratando de alcanzar su Khopesh, pero no lo lograba. "¡Muévete, Diana! ¡Muévete!" -Fue demasiado tarde, Leona había atacado nuevamente.

"¡NO! ¡LEONA!" -Gritó, despertando de su horror, sudaba frío y trataba de calmar su acelerada respiración. "Diosa..." -Susurró levemente, apretaba las manos en sus sábanas mientras una gota resbalaba de su frente, la increíble pesadilla la había asustado mucho más de lo que se esperaba de algo así a la Elegida de la Luna. Se levantó de su cama, dirigiéndose a la ventana con la mirada baja. Mantenía aún su mano en su pecho, no lograba calmarse, no podía; miró su reloj de mesita, no tardaba en salir el Sol pero aún se podía apreciar bastante lo bello de la noche. Se retiró de la ventana para sentarse en el borde de su cama, se frotaba sus ojos, volvía a surgir la desesperación en ella, la rabia y la incredulidad por haber soñado tal cosa. Una tenue luz de la Luna asomó por su ventana, notando las gráciles y hermosas prendas para dormir de la Lunari, ella volteó, se secó las pocas gotas de lágrimas que casi caían de su rostro. "Cálmate, ella está aquí y siempre lo estará. Mi protectora, mi guardiana de la oscuridad" Una pequeña inspiración con un toque sutil de tranquilidad se hacían en ella, respiró hondo y volvió a tirarse en su cama para tratar de dormir un poco más.

-O-

Pasaron algunas horas, las suficientes para el que Sol ya esté a la vista.

"¡Ahh!" -Golpe. "Uh... ¡Aiaaah!" -Patada. La Vigilante de Piltóver yacía entrenando en uno de los muchos gimnasios del Instituto, el cual usualmente visitaba ella, la Sheriff e incluso las Elegidas. Había varias ocasiones en que ella se levantaba muy temprano para sus prácticas, ésta no era una debido a que también necesita dormir lo suficiente para poder estar al cien porciento de sí.

"¡Comete esto!" –Gritó dando un fuerte golpe al saco de boxeo. Se detuvo un momento, limpió el sudor de su frente con una sonrisa satisfactoria, esta vez no empuñaba sus poderosos guantes hextech, en sus manos se encontraban sólo unas vendas, usaba una camisa blanca con tirantes, un short azulado y sus pies descalzos, normalmente se practicaba así en los gimnasios del Instituto. Daba a notar un cuerpo bien formado y a la vez una gran altura, era realmente una chica guapa.

"Hey hey, tranquila. No queremos que dejes al gimnasio sin equipo" –Dijo sarcástica aquella cálida voz.

Sonríe levantando su mano "Jaja ¿Qué hay, Leo? No creí verte hoy en el gimnasio" –Mencionó amable.

"Sólo decidí venir a practicar un rato. Sabes, también debo de estar en forma a la hora de luchar. Sí, sé que hoy no es de los días que vengo pero… Uhh… bueno, aquí estoy" –Respondió, y la Vigilante levantó una ceja. Leo se acerca con una toalla entregándola a la Vigilante. La Elegida del Sol también vestía un short, sólo que éste era color café como sus ojos, a la vez una camisa de tirantes anaranjada con el símbolo del Sol en la parte superior izquierda, su melena un poco más recogida de como usualmente la usaría, dejando un solo mechón resbalar por su rostro. Ella tampoco se quedaba atrás en cuanto a un cuerpo tonificado, el duro entrenamiento de los guerreros Rakkorianos y la necesidad de la fuerza para la protección de su gente habían hecho a la Elegida ser así, pero incluso sin estar en sus mejores prendas, era igualmente una hermosa mujer.

La Vigilante tomó la toalla y comenzó a limpiar mejor su sudor. "Mm… ya veo." –Respondió pensando.

Leona sólo sonrió.

"Si, veo que cada que entrecortas tus palabras te preocupa algo" –Dijo mirándola un poco más seria.

La Elegida devolvió la mirada aún sin responder.

"Lo sé porque a mí me pasa igual" –Mencionó. "Ah y además porque Cupcake dijo que te molestaba algo" -Sarcástica.

"Rayos Cait" -Pensó la Solari.

"De verdad no soy alguien que se meta en cosas de los demás porque no quiero dar más problemas" -Menciona la peli-rosa colocando un nuevo saco de boxeo "Pero si se trata de un amigo, compañero o alménos alguien cercano a mí no dudaría en ayudarle, después de todo eso es lo que hago en Piltóver y eso es a gente que ni siquiera conozco" -Mira sus manos vendadas "Y ayudar realmente..." -Suspira "Realmente siempre se ha sentido bien y más cuando se sabe que la ayuda no fue en vano" -Finaliza sonriente hacia Leona.

"Enserio no estas perdiendo para nada el tiempo Cait" -Piensa mientras sonrie ligeramente "Comprendo Vi, pero realmente no me gustaría pensar en ello en este momento, preferiría entrenar un poco" -Contesta agradecida.

"Ja, ¿me hiciste parecer algo cursi sólo para eso? ¡Eres malvada, Leo!" -Menciona "Bien, calienta un poco tus brazos, te sonstendré el saco para que lo golpees"

"No soy malvada"- Responde a lo anterior "Jaja está bien Vi"

Leona realiza un breve calentamiento y comienza a golpear tranquilamente el saco de boxeo. Ámbas se encontraban en silencio, la Elegida del Sol se encontraba muy concentrada mientras practicaba pero le parecía algo incomo al igual que a la Vigilante el estar solamente ahí sin decír nada. Finalmente, a la solari se le ocurre hacer una inocente pregunta, claro, depende de qué perspectiva puede que lo vea la Vigilante.

"¿Y... cómo te ha ido con Cait?" -Pregunta aún concentrada la Elegida.

La respiración tomó un leve cambio en la peli-rosa, esta se agitó pero de manera ligera.

"¿Cupcake? ¡Bien, claro!... Espera..." -Nerviosa "Uhm... ¿A qué te refieres con cómo me está yendo con ella?" -Pregunta también.

Leona tenía curiosidad puesto que ella no supo después de dejar a Cait hablar con Vi a solas en el taller de hextech, además, a ella también le importa la situación de sus amigas, y tal como dijo la Vigilante ella también quería ayudar.

"Sí, después de su pequeña pelea ¿Qué sucedió? ¿Hicieron las pases?"

"Oh, eso, jaja" -La Vigilante se calma "Creí que era sobre otra cosa ¿Dios Vi, qué cosa estas creyendo?" -Se dice en su mente "Si, afortunadamente arreglamos las cosas, sinceramente creí que me sería más difícil enmendarlo" -Contesta tranquila.

"¿Porqué crees eso?" -Gancho izquierdo.

Sujeta más fuerte el saco "Porque sabiendo como es Cup, pensé que iba a pedir, involuntariamente, algo a cambio o que estaría más furiosa; bueno, sí estuvo furiosa pero al momento que hablamos ella se calmó, fue tan linda" -Dijo sonriendo bajando la cabeza, recordó cuando ella había abrazado a la Sheriff "Y lo bien que se sintió" -Piensa.

"¿Tan linda?" -Mencionó con un tono juguetón mirando a la Vigilante.

"¿Tan linda?" -Pregunta confundida.

"Tu lo dijiste" -Sonríe.

"¿Yo dije que Cup fue linda?" -Nuevamente pregunta de manera inocente.

Ríe "Sí, tu lo dijiste Vi" -La sigue mirando de manera empalagosa "¿Segura que no sucede nada más?" -Pregunta juguetona.

"¿Eh? ¡Claro que no!" -Responde "Mierda" -Piensa "Creo que fue mi subconciente o... o algo así" -Nerviosa.

"Palabras entrecortadas, tienes razón Vi" -Lo dice en su mente "Pues a tu subconciente veo que le agrada decir cosas bonitas de la Sheriff" -Finaliza mientras deja de golpear el saco, quería quitarse el sudor que yacia en ella.

"¡Sólo fue algo raro! ¡Es todo!" -Finaliza también quitando sus manos del saco de boxeo.

Admitamoslo, la Vigilante ya no sabía qué responder a eso.

Toma su toalla y seca su frente con ella "Y bueno, hablando de Cait ¿Dónde está ella?"

"¿Ahora mismo? Emm... no sé cuanto tiempo haya pasado, pero si mis calculos son correctos debe estarse levantando o ya duchandose en este momento" -Responde aflojando sus manos, definitivamente aunque la Elegida del Sol no haya involucrado tanta fuerza, realmente golpeaba duro. "Joder Leo, no por nada estás así" -Piensa mientras mira sus manos. "Y te preguntarás que como lo sé"

La Solari volvió a sonreír.

"Sí y... antes de que lo malinterpretes, lo sé porque conozco las manías de Cupcake" -Menciona.

La Elegida ríe levemente "Jaja, y bien ahora explíca cómo es que sabes eso" -Dice también sin quitar su sonrisita.

"Es fácil, además de ser compañeras antes de que fuera la gran y genial Vigilante de Piltóver e iba iniciando a trabajar junto a Cupcake, yo me quedaba en su casa, antes de que me dieran una a mí. Por supuesto Cup no iba a dejar que me quedara en las calles y por seguridad temían de mí aún los policías y me tenían casi encarcelada en la casa de la Sheriff. En ese momento no me agradaba quedarme con ella, todos pensarían que yo sería como su perro o algo parecido, o tal vez sólo yo creía eso" -Se desanima "Pero con el tiempo me fuí adaptando y ella fue amable conmigo, tanto que el día que me dio la llave de mi propio y nuevo hogar la tomé en mis brazos levantandola de tanta felicidad. Claro, pasar de ser perseguida por la mejor Sheriff de todo Piltóver a trabajar junto a ella, pasar de dormír en las calles a tener mi casa, fue lo mejor de mi vida" -Finalmente dijo la Vigilante con una enorme sonrísa en su rostro ahora.

La Elegida del Sol había escuchado atenta todo aquello que le había relatado la Vigilante, ella sabía cosas de la peli-rosa pero no sabía la mayor parte de lo que le fue mencionado, aunque Vi se había salido un poco del tema fue bastante interesante más saber de su amiga.

"Entonces, con eso puedo llegar a saber que cómo vivíste con Cait supíste sus manías ¿No?" -Dice sonríente.

"Jaja sí, eso quería decir pero creo que me fuí más allá" -Se rasca su nuca también sonríente. "¡Joder Leo, y creeme que algunas eran bastante extrañas para mí!"

"Supongo que todos tenemos manías o hacemos cosas que son raras para los demás" -Menciona.

"Ja, si, supongo. En fin Leo..." -Coloca la toalla alrededor de su cuello "Tomaré una ducha, tengo una batalla a medio día así que terminaré unos asuntos pendientes en el taller de hextech" -Se despide de la Elegida del Sol, ésta le sonríe e igual se despide chocando su mano en puño contra la de Vi.

Bastantes minutos después Leona se había quedado entrenando, después de una cuantiosa rútina de abdomen, regresa de nuevo a golpear el saco de boxeo.

"Maldita sea" -Se dice en su mente. Apesar del haber ido al gymnasio para olvidar, si es que era posible, sobre lo de la Elegida de la Luna era bastante claro que no podía, no podía simplemente abandonar algo de aquella persona que, sobre todo, le importaba bastante. Pero ¿Era tan fuerte ese sentimiento hacia Diana que hacía a la Elegida del Sol olvidar todo lo de su pueblo? Pues en este momento, en este preciso lugar y situación, lo era. Quería ayudarla, quería ayudarla en todo lo posible; si el todo ese rencór y mal tuvieran una forma física la Solari haría lo imposible para destrozarla sin que nadie la detenga. "Diana..." -Susurra, un lamento de ella y una herida que ella misma se estaba ocacionando con sus dientes en sus labios. Miró fijamente el saco de boxeo, colocó toda su furia en su puño y lo golpea con toda su fuerza posible, el saco sale despegado rompiendo la cadena que lo ataba al techo. La Elegida del Sol tomó sus cosas y salió del gymnasio.

-O-

"Madre lunar infinitamente sabia. Tu que das la bienvenida a la eterna noche con besos plateados. Señora de la noche, protectora de aquellos pocos que son fieles a tí. Rezo por tí, Diosa. Rezo por tí, Madre..." -La Elegida de la Luna no había parado de orar toda la mañana, esta vez incluía un agraciado canto, uno especial que sólo utilizaba en momentos desesperados. Ella se encontraba sentada en una gran roca que se encontraba en el lago del lugar que ella siempre visitaba, cerraba sus ojos, concentrandose, pero era tanto el malestar que era difícil mantenerse. "Diosa, dame una respuesta, ¿Es esto correcto? ¿Es correcto lo que hace ella ó lo que hago yo?" -Piensa mientras fruncía el ceño y trataba de continuar cantando, su hermosa y delícada voz podía ser escuchada a los alrededores pero eso a ella no le importaba, al fin y al cabo nadie nunca iba a ese lugar ó eso pensaba ella.

Después de cierto tiempo, se cansó, quería recostarse en el pasto y dormír en él un poco ya que no había podido descansar del todo por aquél sueño horrible sobre la Elegida de Sol. "Impulso Lunar" -Y se retiró de la roca para tocar el suelo firme sin mojarse, para su sorpresa, no estaba sola ¿por cuanto tiempo? quien sabe. En ese lugar se encontraba igualmente la Hoja Siniestra, sentada y recargada en un árbol el cual estaba situado inferiormente hacía la roca, mirando hacia ella. Tenía sus ojos cerrados, parecia escuchar atenta los cantos de la Elegida de la Luna.

"¿Que carajo?" -Pensó Diana.

La asesina noxiana aún no reaccionaba, era claro, el Impulso Lunar de la Elegida era cauteloso. Cuando la Lunari iba a llamarla se le ocurrió otra cosa mejor, tomó un palo de madera algo picudo y al momento de casi tocar su brazo con éste la Hoja Siniestra había desaparecido y en ese mismo instante se encontraba detrás de la Elegida de la Luna aputandole con una de sus cuchillas. Diana no se quedó atrás e igual de veloz que la noxiana invocó su Khopesh presentandolo de igual manera ante ella.

"No eres la única rápida, y lo sabes, Katarina" -Decía.

"Bonita forma de saludar nuevamente, anciana" -Sarcástica con su sonrisa ante la Elegida.

"¿Qué es lo que quieres ahora?" -Pregunta algo molesta.

"Oh, en concreto... Mmm... supongo que nada. Estaba pasando por el lugar arrojando cuchillas a los árboles cuando escuché una tenue voz, rápidamente supuse que eras tú y tus bellos cantos como blanca-nieves en el bosque encantado" -Menciona burlona.

"No me estés jodiendo Katarina" -Acerca más el filo de su arma hacia el cuello de la noxiana.

La Hoja Siniestra enfunda su cuchilla primero y levanta sus manos en son de paz "Tranquila, no quiero destrozarte hoy" -Sonríe "Realmente no sabía que cantabas, sólo te reconocí. Dime ¿piensas mostrarle a tú enamorada esa bella voz que portas?"

La repentina aparició de la noxiana había hecho a la Elegida alménos por unos cuantos minutos olvidar lo que había estado pensando toda la mañana. "Maldita sea, si tan sólo no lo hubieras mencionado" -Pensó.

"¿Enamorada?" -Irónica "Estás loca" -Dice mientras se recarga en el árbol donde estaba Katarina.

"Vamos ¿Cuántas veces lo vas a negar? además, me lo estás negando a mí y con todas las cosas que me han dicho y he averiguado... tú la amas" -Menciona seria.

La Elegida de la Luna hace una mueca de disgusto y comienza a evitar la mirada. "¿Qué sentido tiene? ¡¿Y qué carajo te importaría?!" -Susurra, la asesina logra escucharla.

Nuevamente toma seriedad. "Para tí lo tiene bastante, al igual que importancia. Así se lo niegues a todo mundo, dentro de tí, sabes que lo darías todo por estar con ella en bien" -Menciona "Me importa porque eso... eso... " -Disgusto "Bueno ¡¿qué carajos te importa que me importe?!" -Dice con enfado.

"¡¿Qué?! ¡Eso no tiene un maldito sentido!" -Regresa igual con enfado hacia la Hoja Siniestra.

"¡Al carajo!"

Katarina estaba a punto de írse hasta que recordó algo importante que Ashe le había encargado. Nuevamente voltea a mirar con desagrado hacia la Lunari.

"Ten esto" -Metió su mano entre su blusa, alrededor de sus atributos y saco una carta del interior.

Diana hizo una mueca de bastante disgusto "¡Vete a la mierda! ¡No tomaré eso sacado de ahí!"

Sin verguenza alguna "¡No es mía, es de Ashe, te la manda!" -Dice mientras extendió su mano con la carta para darsela a la Elegida.

La Lunari sólo miro unos segundos el papel, pero si era de la Reina de Freljord no era tanto el desperdicio de mirarlo. "Diosa ¿Pero porqué demonios estaba guardada ahí?" -Piensa fastidiada y finalmente la toma.

"Es obligatorio" -Dice por ultimo la asesina noxiana y se retira, dejando aquella cortina de humo morado ya reconocida.

"Obligatorio..." -Dirige su mirada a la carta "Tendré que desinfectar mis manos después de esto" -Declara en su mente. Extrañamente al pensarlo bien le dio grácia eso último, la increíble y amargada Asesina de Noxus ahora parecia bastante sumisa ante la Reina de Freljord, en algunos aspectos. Pero después de todo era humana, el que haya nacido en el mismísimo despiadado y brutal Noxus no significa que ella no tuviera sentimientos, que no tuviera emociones tan extrañas; el que no cambie, sea diferente por una persona o por otros motivos. Igual no era tan malo, Katarina se veía más confiada y energética de una manera más positiva que de costumbre, aunque se sabe bien que para muchos otros ella siempre será la implacable y cruel asesina de todas.

"La Hoja Siniestra y la Arquera de Hielo" -Susurra "Ja"

Comienza a abrir la carta e inmediatamente la lee. Nuevamente muestra un rostro de repulsión y fastidio.

"De nuevo..."

-O-

Bueno, tenía bastante tiempo que no actualizaba, debo confesar que escribír un Fanfic no es tan sencillo, algunas veces tienes lagunas mentales, otras realmente estás con ocupaciones y en otras simplemente no sabes cómo continuar. Pero últimamente han llegado a mí muchísimas ideas lo cual ha sido perfecto porque eso quiere decír que ya podré continuar ^^ Al fin de nuevo podré estar actualizando con mayor regularidad.

La primera frase que menciona Diana es propiedad (bueno no sé si sea de su propiedad, yo la encontré ahí) de Moon Mun (Dianamoonfall) la pueden encontrar en su Tumblr, realmente la puse porque me encanta. La frase aparece en un Fanfic llamado Equinox de Viper of Grand que no sé si sea Moon Mun o alguien más así que bueno, haré la referencia a ámbos.

Lo segundo es que hay una parte donde dice Vi que levantó a Caitlyn en sus brazos con gran alegría, cuando le dieron su casa propia etc. Esto es una referencia al Fanfic llamado Secretos de Crazzym0u5e y no, no le robé su párrafo ni me estoy quedando sin ideas, ni nada, simplemente es cómo un tributo a él/ella y todos los Fanfics que van relacionados así porque he leído tantísimos Fanfics que tienen relación en muchas cosas, en muchas situaciones y me parece algo genial es como si formara parte de los personajes ya en concreto (No sé si me logro explícar bien xD) bueno en fin, es lo que quería aclarar para que no haya alguna discución o algo.

PD: La mayor parte de esto lo escribí en mi célular el cual es una roca (Lol :c) Así que debe tener más errores que de costumbre. Sorry, sorry :s

PD2: Estaré actualizando ya a más tardar cada semana. Una disculpa de antemano, ya no dejaré esto tantísimo tiempo abandonado hasta a mí me duele mi kokoro. -xEvan