Naguirda un país lleno de bondades, el clima es estable todo el año, frutos abundantes, riqueza en minerales, pero este país tiene una particularidad su gobierno no es solo regido por un dignatario sino es un grupo, que se hacen llamar los "guardianes", pues su trabajo es cuidar de su pueblo hacer que cada uno de los ducados convivan en paz, después de todo las extensiones de tierra y las conquistas a lo largo del tiempo los han impulsado a exigir el mismo poder y tanto la igualdad como la paz no se pueden lograr solo con buenas intenciones por lo que ese fue el sistema más adecuado que encontraron dejando como un punto neutro la capital del imperio.
Sin embargo esta seguía siendo una forma de regir bastante particular no acorde a una época donde todo son casi monarquías absolutas, sin embargo esta elección no se ha hecho solo con ese fin, pues hay una razón más primitiva, el temor a la leyenda que habla de los orígenes de Naguirda, pues la historia no solo cuenta lo bondadosos que fueron los dioses con nuestro pueblo, y sus primeros gobernantes, sino tiene un mensaje oscuro en su final que profetisa a un líder que ascenderá al trono, sembrando el caos y la destrucción en el reino, porque su corazón se volvería frío y duro como el mismo hielo, no sería capaz de sentir nada, ni amar a nadie no sentiría ni el más mínimo aprecio por su gente o su propia tierra, el poder lo consumiría o la pena.
Ese temor se disipó por un par de siglos pues la leyenda se encontraba en el olvido ya no era más que un cuento de niños, pero el fantasma de aquel gobernante condenado volvió en cuanto llegué a este mundo, mi nombre es Jack Frost, y actualmente soy un exiliado aunque quizá sea más conocido como el antiguo heredero de la región norte, y probablemente el gobernante que tendría el corazón de hielo, como puedo tener esa seguridad… porque la luna me lo dijo, bueno no me dijo que sería aquel que llevaría a Naguirda a su decadencia, pero si me enseñó una particularidad que poseía nací con un poder diferente que en este entorno causó temor en cuanto los demás "guardianes" aparte de mi padre tuvieron conocimiento de ello.
Y por eso heme aquí, intentando ser invisible, mis poderes son secreto de estado nadie en el imperio sabe que los poseo, sin embargo cuando se lleguen a enterar por la razón de mi exilio, suelto un suspiro cansado de solo pensarlo, no me gustaría que la tomaran en mi contra aunque por ocultarles algo así tal vez no sea jamás el merecedor de su perdón, e imaginar que todo esto sucedió porque mi padre quiso dejar su ducado en mis manos, yo le pedí que fuese cedida a mi hermano mayor después de todo la zona norte era suya con más derecho el era el primogénito de Nicolas North yo solo era un chico huérfano que había tenido la fortuna de ser recogido por el y había recibido una segunda oportunidad con otra familia, aún no me explico que le llevó a esa decisión, pero yo tomé la mía para evitar la profecía o cualquier clase de conflicto preferí condenarme a mi mismo al exilio al aceptar la propuesta del consejo. Aunque quizá debí haber pedido algo más para llevar conmigo como un caballo, pues mis únicas dos solicitudes habían sido poder llevarme las pertenencias que yo deseara, a lo que tomé la comida que consideré suficiente algo del dinero que yo había ganado y mi oz la cual era mi mejor defensa pues además era una hecha especialmente para batalla por lo que era bastante portatil y que me dejaran en la frontera del país más cercano. Después de todo no se cuanto llevo caminando sin encontrar poblado alguno, de no ser por mi condición "especial" posiblemente ya habría perecido en el frío de estas altas montañas. Me pregunto que hora es, que tanto me falta para llegar al próximo pueblo.
En ese momento creo que perdí el conocimiento y no recordaba nada de lo que pasaba hasta que me encontré en una cómoda cama al lado de una chimenea escuchaba voces hablar a lo lejos -No sabemos si sobrevivirá la noche- … pasos preocupados que iban de un lado a otro, no me había ido, estaba en casa acaso toda esa semana había sido un mal sueño, el arreglo el juicio y la ayuda del señor Pitch Black, esas cosas jamás pasaron, tenía ganas de abrir los ojos, de ver la mirada preocupada de Thootiana, recibir los suaves regaños de Bunnymund y Norte intentando despertarme de una forma poco convencional pero con todo el paternalismo que volcaba tanto en mi como en Bunnymund.
Sin embargo las voces me eran desconocidas, me comencé a remecer en la cama, los pasos se acercaron, sentí un tacto frío en la frente, y abrí los ojos lentamente, las imágenes comenzaron borrosas, pero después pude distinguir las formas con claridad a medida que recuperaba completamente la conciencia, un tipo rubio probablemente más joven que yo, se levantó velozmente y dijo que había despertado a lo que otro hombre de cabellos entre negros y canosos posiblemente debido a la edad comprobaba mi estado en silencio sin hacer pregunta alguna y después de un segundo dijo con voz de queda que llamaran a la reina. En ese instante supe que mi destino seguía siendo el mismo y si mis cálculos eran correctos debería estar cerca de Arendelle, me dejaron en la frontera equivocada, si estaba en este país del que no se sabía casi nada pues su dignataria había tomado el poder solo un par de meses atrás y en años nadie, jamás había entablado una conversación frente a frente con ella.
-¿Q…Que?- pregunte en un débil susurro que no pude reconocer como mi propia voz, al parecer no era tan invencible como creía la nieve si pudo contra mí, irónico en ese momento palpé mis ropas no eran la capucha y el uniforme que traía puesto, me alteré un poco traté de levantarme, pero el movimiento brusco que trate de hacer me mareó así que debí desistir, al menos en ese momento vi a una chica entrar tenía el cabello trenzado estaba llena de pecas y sus ojos azules resaltaban enmarcados en su cabello más oscuro ¿Aquella chica sería la reina? No vestía como tal, hasta la pequeña Thoot quien era la más joven de los guardianes usaba sus ropajes formales en situaciones privadas. Entonces seguida de esa chica vi a otra se veía un poco mayor que la anterior, pero tenían el mismo rostro y su otra particular diferencia era su cabello, el de ella no era tan claro como el mío que era completamente blanco, el de ella era como un rubio platino casi tan claro que a la luz parecía como una bella nevada.
El tipo rubio que había estado a mi lado cuando desperté, se acercó a la chica de las trenzas más oscuras, ahora que la observaba mejor podría decir que eran de un color similar a la caoba recién barnizada como algunos de los muebles que se hacían en el Ducado del norte. Me miran con preocupación dudo que sepan quien soy, a menos que hayan reconocido el escudo de la casa North, bueno eran sus vecinos quizá se daba el caso de que mi suerte no podía ser la peor, si ellos no sabían de la leyenda o lo que fuera tal vez solo por mis "capacidades" no me dieran el mejor trato. Vi que la chica rubia me miraba, estaba algo ido por lo que no entendí la totalidad de sus palabras solo un -Que alivio que Kristoff te encontrara- dijo con una voz dulce que no esperaba en un lugar desconocido como este menos en las circunstancias en las que había llegado aunque quizá ellos no tenían pista alguna de ello. -¿Do… Donde estoy?- dije con aquel mismo hilo de voz sobre esforzándome al máximo, creo que estaba realmente agotado llevaba bastante caminando.
-A salvo- eso fue lo último que alcancé a oír antes de caer rendido nuevamente, no desperté hasta un rato después ya podía ver el sol radiante salir por la ventana.
Pude notar que cerca de la chimenea que ahora se encontraba apagada estaba una de las chicas de mi primer ¿delirio? ¿estaría bien clasificar a esta situación así? ¿No habría sido un momento de lucidez?, independientemente cuando nota que vuelvo a despertar se levanta de su asiento emocionada y se acerca a mi -Al fin despiertas, pensábamos que dormirías toda una vida- decía alegremente a una velocidad que no sabía que podía alcanzar el humano cuando hablaba -¿Acaso debería llamar a Elsa?, estas despierto después de todo- se preguntó ella en voz alta, para acto seguido salir por la puerta, pasa un rato en el que me compongo para poder enderezarme y al menos sentarme en la cama, miro a mi alrededor, no se donde están mis, cosas aunque no me preocupo mayormente por ellas si he de irme tarde o temprano conseguiré recuperarme, mis días de noble no me hacen olvidar como era de dura la vida antes de que el ducado del norte tomara en posesión las tierras o que el mismo Nicolas North se hiciera cargo de mi. La decoración del lugar es sobria, aunque predominan claramente los colores fríos, no podía distinguir si había alguna clase de influencia artística en ello, no era precisamente mi fuerte, pero noté que dentro de la habitación pese a la sencillez que podía representar a simple vista, era muy lujosa, pero estaba bien decorada, solo lo justo y necesario, en ese momento me saca de mi abstracción el sonido de la puerta, me encontraba alerta no se ni porque si me querían muerto ya lo habrían hecho mejor aún lo habrían hecho en mi propia nación o quizá me dieron la opción del exilio para no tener que cargar con un cadáver en sus conciencias.
-Veo que ha despertado, lamento la tardanza mi hermana apenas me ha dejado terminar con mi papeleo… ahora que le veo mejor puedo preguntarle ¿quien es usted?- la miro sus ojos azules son claros nítidos y puros la chica a la que hizo llamar su hermana está a unos pasos atrás recogiendo un bordado tal vez se distraía en ello mientras me cuidaba, pero independiente de eso debía pensar rápido decir o no la verdad… era un dilema complicado por lo que solo preferí decir un nombre falso, hacerme pasar por un vagabundo sería más fácil si quería irme de ahí pronto y de preferencia con mis cosas, respondí entonces Jackson Overland y pregunté el nombre de mi interlocutora quizá de un modo un tanto irreverente por la cara que puso la castaña, ella no presentó sino la otra chica, de la cual más tarde supe que se llamaba Anna, como la reina Elsa de Arendelle, y me comentó que llevaba un par de días en el castillo, ¡Días! fue el primer pensamiento que se me vino a la mente pues no pensé que llevaba más que un par de horas ahí, a lo sumo un día; mas no hice comentario alguno en voz alta.
-Lamento haber causado esta cantidad de inconvenientes Dama Elsa- dije esta vez lleno de respeto, solo quería irme lo más rápido posible para continuar mi camino en la soledad a donde quiera que fuese. A lo que me moví de la cama e hice el ademán de salir de ella a lo que la otra chica me empujó con suavidad cosa que fue suficiente para devolverme a donde estaba.
-Señor Jackson por poco muere en las montañas, creo que debería descansar- dijo la castaña -Además sigue pálido- haciendo un ademán de tocar mi mejilla a lo que yo me aparté rápidamente, mi temperatura era diferente, este don que me acompañaba aparentemente no cambiaba toda mi humanidad, pero si provocaba cambios físicos perceptibles y mi temperatura corporal parecía un constante estado de hipotermia, un problema constante para mi padre pues nunca podía saber con certeza si estaba bien o mal. La reina parece darse cuenta de mi acto, en cambio su hermana no da una sola pista de haberse percatado, le pide que salga de la habitación con la excusa de que vaya a buscar algo de comida para mi, una buena táctica para evitar objeciones supuse, y le miro con sincero agradecimiento por dos razones la primera porque realmente moría de hambre, más ahora que no sabía cuanto tiempo había estado inconsciente y sin haber probado bocado; y la segunda era que no me sentía nada cómodo con gente invadiendo tanto mi espacio personal. Pero por supuesto nada es gratis en esta vida, eso incluía la ayuda de su majestad, pues empezó con una gratuita ronda de preguntas en cuanto su hermana se fue.
Mi nombre real ella era muy suspicaz se dio cuenta al instante que mentía, pero eso no era todo, de donde venía realmente, que hacía en las montañas, si sabía donde me encontraba y como había terminado ahí y un sin fin más de preguntas interminables; suspiré no tenía otra más que responder todo, pues a donde pensaba ir después de caer en aquel lugar es cierto yo solo quería salir, empero no era un tonto y ahora notaba perfectamente mi condición, no tenía muchas fuerzas o aliados por lo que simplemente me quedaba esperar a que cumpliera una simple petición, pues sabía que mi seguridad podía estar en juego, aunque si me hubiesen querido muerto y por como deduje que llegué aquí solo me habrían dejado en las montañas entonces proseguí -Si le respondo, ¿podría contar con algo de su ayuda? - le digo sin mirarla directo a los ojos no se si me sienta capaz de notar en esos ojos cristalinos otro rechazo más, pues algo en mí me dice que es mejor evitarlo solo por mi propia supervivencia. Entonces inesperadamente la reina me dice que lo pensará, no es una promesa directa, pero al menos me da algo de esperanza.
Entonces carraspeo un poco y parto con mi relato.
-Mi nombre es Jackson Overland Frost, exiliado del imperio Naguirda…- miro su reacción su semblante no parecía haber cambiado al parecer mi nombre no le era conocido, después de todo es el clan North el famoso en el extranjero yo solo era conocido en mi país, de haber sido uno de los guardianes quizá si habría tenido un cambio en su rostro, por lo que prosigo, cuento como llegue por la petición que hice, le hablo de mi antiguo estatus como general del ducado del norte, pues no puedo mentir sobre mi relación adoptiva con Noth, sin aquel parentesco quizá no estaría aquí; vivo. Al concluir mi resumida historia, ella me mira con cierto horror, la misma cara que han puesto la mayoría que ha sabido sobre mis poderes, pero siento una leve chispa de indignación en sus ojos, ella mira la puerta y veo que su hermana llega, noto como se recompone en una fracción de segundo, definitivamente era una mujer que pudo haber sufrido mucho pues mantiene la diplomacia en todo momento, es más con un gesto sonriente y dulce despacha a su hermana diciendo que conoce mi identidad y que le gustaría tratar algo diplomático que solo le aburriría. Lo que hizo que se fuera y ella en ese instante me mostró que estaba equivocado no era el único de mi tipo.
Los personajes pertenecen a Dreamworks y a Disney (ya quisiera que yo que fueran míos :( )
Gracias si llegaron hasta aquí, cualquier sugerencia, critica o comentario se agradece :')
Este es un crossover que se me había venido ocurriendo hacía tiempo, desde que vi Frozen, bueno demasiado tiempo, espero que lo hayan disfrutado aún me falta armarlo bien, pero espero que sea solo por la falta de practica :P
PD: el nombre del país de Jack es un anagrama de la palabra "guardián"